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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Números 14

El pueblo se queja de nuevo

14 Entonces toda la comunidad se puso a gritar y los israelitas lloraron toda la noche. Todos los israelitas hablaban mal de Moisés y de Aarón y decían: «¡Mejor hubiera sido morir en Egipto, o morir de una vez en este desierto! ¿A qué nos trae el SEÑOR a esta tierra? ¿A morir en combate y a que nuestras esposas e hijos sirvan de botín del enemigo? ¿No será mejor regresarnos a Egipto?» Luego se decían unos a otros: «Nombremos un jefe y volvamos a Egipto».

Lo que decía la gente horrorizó tanto a Moisés y a Aarón que se tiraron al suelo delante de todos. Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, dos de los que exploraron la tierra, rasgaron su ropa en señal de desacuerdo y de tristeza y le dijeron a toda la comunidad:

—La tierra que exploramos es una tierra muy buena. Si el SEÑOR está satisfecho con nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la dará; es una tierra que rebosa de leche y de miel. Así que no se rebelen contra el SEÑOR, y no le tengan miedo a la gente de esa tierra porque los derrotaremos fácilmente. Ellos no tienen quien los proteja, en cambio el SEÑOR está con nosotros, así que no hay que tenerle miedo a esa gente.

10 Toda la comunidad amenazó con matarlos a pedradas, pero justo en ese momento la gloria del SEÑOR se apareció a todos los israelitas en la carpa del encuentro. 11 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—¿Por cuánto tiempo esta gente me despreciará? ¿Por cuánto tiempo ellos no creerán en mí a pesar de todos los milagros que he hecho entre ellos? 12 Ya no serán mi pueblo. Les mandaré una plaga terrible para matarlos. Empezaré de nuevo contigo y haré de ti una nación más grande y más poderosa que ellos.

13 Entonces Moisés le dijo al SEÑOR:

—Pero tú sacaste con poder a este pueblo de entre los egipcios, quienes se enterarán de lo que suceda, 14 y se lo contarán a los habitantes de esta tierra. Ellos han oído hablar de ti, SEÑOR, y saben que estás con este pueblo y que tú, SEÑOR, te apareces a simple vista. Saben que tu nube se coloca sobre ellos, y que vas en frente de ellos en tu columna de nube en el día, y en tu columna de fuego en la noche. 15 Si tú acabas con este pueblo de un solo golpe, entonces las naciones que han oído de ti, dirán: 16 “El SEÑOR no fue capaz de llevar a esta gente a la tierra que les prometió, así que decidió matarlos en el desierto”. 17 Así que ahora, muestra Señor tu gran poder como has prometido: 18 “El SEÑOR no se enoja fácilmente debido a su fiel amor. Él perdona el pecado y la rebelión, aunque no deja sin castigo al culpable sino que castiga por el pecado de los padres, a los hijos, nietos, bisnietos y tataranietos”. 19 Entonces, te ruego que por tu fiel amor perdones el pecado de este pueblo, tal como los has perdonado desde que salieron Egipto hasta ahora.

Dios no permite entrar a Canaán

(Dt 1:34-40)

20 El SEÑOR dijo:

—Yo los perdono, así como me pides, 21 pero mientras yo viva y toda la tierra esté llena de la gloria del SEÑOR, hago esta promesa: 22 Todos los que vieron mi gloria y los que vieron los milagros que hice en Egipto y en el desierto, me han probado estas diez veces y no me obedecieron. 23 Todos ellos, todos los que me despreciaron, no verán la tierra que les prometí a sus antepasados, no entrarán en esa tierra. 24 En cambio, mi siervo Caleb se ha portado distinto, pues él me sigue completamente. Por eso lo llevaré a la tierra que estuvo explorando y sus descendientes la poseerán. 25 Los amalecitas y los cananeos están viviendo en el valle. Así que ustedes, mañana den vuelta y vayan al desierto por el camino del mar Rojo.

26 El SEÑOR también les dijo a Moisés y a Aarón:

27 —¿Hasta cuándo voy a tener que aguantar las quejas de esta comunidad perversa? He escuchado lo mal que hablan de mí los israelitas. 28 Ve y diles: “Yo, el SEÑOR, prometo por mí mismo que haré que les suceda a ustedes exactamente lo mismo que les he oído decir. 29 Todos los que se quejaron contra mí, los mayores de 20 años de edad que quedaron registrados en el censo, morirán en el desierto. 30 Ninguno de ustedes entrará en la tierra en la que les prometí que los iba a establecer. Sólo entrarán Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun. 31 Y sus niños, que ustedes pensaban que serían capturados, a ellos los llevaré a esa tierra. Serán ellos los que disfruten[a] la tierra que ustedes rechazaron 32 y ustedes morirán en este desierto. 33 Ellos serán pastores en el desierto por 40 años, sufriendo por la infidelidad de ustedes, hasta que todos ustedes hayan muerto en el desierto. 34 Así como ustedes estuvieron 40 días explorando el territorio, así también estarán 40 años sufriendo su castigo, un año por cada día. Eso es para que aprendan qué es lo que sucede cuando se ponen en contra mía.[b] 35 Yo, el SEÑOR, he hablado y les aseguro que haré que todo esto le suceda a esta comunidad perversa que se unió en contra mía; todos morirán en este desierto”.

36 Respecto a los hombres que Moisés envió a explorar el territorio, esos que volvieron y esparcieron falsos rumores que hicieron que el pueblo se quejara, 37 el SEÑOR los hizo morir de una terrible enfermedad. 38 Sólo Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida.

La derrota en Jormá

(Dt 1:41-46)

39 Cuando Moisés les contó todo esto a los israelitas, el pueblo quedó muy triste. 40 Se levantaron temprano en la mañana y comenzaron a dirigirse a la parte más alta de la zona montañosa. Dijeron:

—Pues ya que estamos aquí, subiremos al lugar que dijo el SEÑOR porque reconocemos nuestro pecado.

41 Entonces Moisés les dijo:

—¿Por qué están desobedeciendo otra vez el mandato del SEÑOR? Ese intento no tendrá éxito. 42 No suban a atacar ese territorio porque el SEÑOR no está con ustedes y sus enemigos los van a derrotar. 43 Los amalecitas y los cananeos estarán allí para enfrentarlos. Ustedes morirán en batalla porque se han vuelto contra el SEÑOR. El SEÑOR no estará con ustedes.

44 Pero ellos arrogantemente fueron a la parte más alta de la zona montañosa. Hicieron eso a pesar de que ni el cofre del pacto del SEÑOR ni Moisés habían salido del campamento. 45 Los amalecitas y los cananeos que vivían en esa zona bajaron, los atacaron y los hicieron retroceder hasta Jormá.

Salmos 50

El Señor acusa

Canción de Asaf.

El SEÑOR, el Dios de dioses ha hablado.
    Él ha llamado, de oriente a occidente,
    a todos los habitantes de la tierra.
Dios resplandece desde Sion,
    el monte de perfecta hermosura.
Nuestro Dios viene
    y no lo hace en silencio.
Hay un fuego destructor delante de él
    y a su alrededor se escucha una fuerte tormenta.
Dios le pide al cielo y a la tierra que sean testigos
    cuando venga a juzgar a su gente.
«Mi pueblo fiel, reúnase a mi alrededor,
    ustedes que hicieron un pacto conmigo, ofreciendo un sacrificio».

Los cielos proclaman
    que Dios es un juez justo. Selah

«¡Pueblo mío, Israel, escúchame!
    Yo presento mi caso contra ti.
    ¡Yo soy Dios, tu Dios!
No me quejo de las ofrendas
    y sacrificios que me ofreces continuamente.
No te voy a pedir novillos de tu ganado
    ni machos cabríos de tus corrales,
10 ya que soy el dueño de todos los animales del bosque
    y del ganado que está en mil montes.
11 Yo conozco a todas las aves que habitan las montañas,
    y son míos todos los animales que se mueven en el campo.
12 Si tuviera hambre, no te lo diría,
    porque soy dueño del mundo y de todo lo que hay en él.
13 ¿Acaso me alimento yo de carne de toros
    o bebo sangre de machos cabríos?
14 Así que haz una ofrenda de agradecimiento[a] a Dios
    y cumple lo que le has prometido.
15 Llámame cuando estés angustiado,
    que yo te rescataré y tú me honrarás».

16 Pero Dios le dice al perverso:
«¿Con qué derecho citas mis enseñanzas
    y hablas de mi pacto,
17 si te molesta cuando te corrijo
    y no prestas atención a mis palabras?
18 Haces amistad con ladrones
    y te juntas con los que cometen adulterio.
19 Siempre estás diciendo mentiras,
    engañando a la gente y haciendo el mal.
20 Hablas mal hasta de tus propios hermanos;
    calumnias al hijo de tu misma mamá.
21 Hiciste todo eso y yo no dije nada;
    entonces pensaste que yo era como tú.
Pero te voy a reprender
    y te acusaré cara a cara.

22 »Entiéndanlo bien,
    ustedes que se olvidan de Dios,
no sea que los haga pedazos
    y no haya quien los salve.
23 El que hace una ofrenda de agradecimiento me honra;
    pero al que vive según mis enseñanzas le daré la salvación».

Isaías 3-4

Castigo para Jerusalén y Judá

¡Ojo! El Soberano SEÑOR Todopoderoso
    está a punto de quitarles todo a Jerusalén y a Judá:
    Los alimentos, el agua,
sus héroes, soldados,
    jueces, profetas, adivinos, ancianos líderes,
oficiales del ejército, altos funcionarios,
    consejeros, sabios y encantadores.

Yo les pondré como líderes a unos muchachos,
    y unos niños caprichosos los gobernarán.
La gente se oprimirá mutuamente,
    hasta entre conocidos se atacarán.
El joven no respetará al viejo
    y el despreciado será arrogante con el honorable.

Cualquiera agarrará a uno
    de su propia familia y le dirá:
«Por lo menos tienes con qué vestirte,
    sé nuestro jefe y gobierna estas ruinas».
Pero el otro le responderá:
    «Yo no tengo manera de solucionar esta situación,
en mi casa no hay alimento ni vestido.
    No acepto que me pongan de gobernante del pueblo».
La ciudad de Jerusalén tropezó,
    Judá cayó y se hirió,
porque lo que dicen y hacen está en contra del SEÑOR.
    Se rebelan contra la gloria de Dios
y presumen de sus pecados,
    como pasaba en Sodoma, no los ocultan.
Su pecado se les nota en la cara;
    no lo disimulan.
¡Pobres de ellos!
    Se han traído el mal a ellos mismos.

10 Afortunados los justos que a ellos sí les va a ir bien,
    porque recibirán la recompensa por su honestidad.
11 Pero, ¡pobre del perverso!
    Será todo un desastre.
Lo que ellos les hicieron a los demás,
    ahora se lo harán a ellos.

12 Unos niños oprimen a mi pueblo,
    y mujeres lo gobiernan.
Pueblo mío, tus líderes te extravían
    y te llevan por malos caminos.
13 El SEÑOR se levanta para denunciar a las naciones
    y juzgar a los pueblos.
14 El SEÑOR entabla un juicio
    contra los ancianos líderes
    y contra los gobernantes de su pueblo:
«Ustedes han consumido la viña
    y se han llevado para su casa las posesiones del pobre.
15 ¿Por qué le hacen daño a mi pueblo
    y pisotean a los pobres?»
Todo esto es lo que dice el Señor DIOS Todopoderoso.

Castigo para las mujeres arrogantes

16 El SEÑOR dice: «Las hijas de Sion se han vuelto arrogantes,
andan con la cabeza en alto,
    miran con desprecio,
caminan a pasito rápido y corto,
    y hacen sonar brazaletes en los pies.
17 Por eso el Señor cubrirá con sarna las cabezas de las hijas de Sion;
    el SEÑOR hará que todas ellas quedarán calvas».

18 Ese día, el Señor les quitará todas las joyas: hebillas, diademas, broches, 19 pendientes, pulseras, velos, 20 pañoletas, cadenillas de los pies, cinturones, frasquitos de perfume, amuletos, 21 anillos, argollas para la nariz, 22 ropa elegante, capas, chales, carteras, 23 espejos, telas finas, turbantes y mantillas.

24 En lugar de perfume, habrá mal olor;
    en lugar del fino cinturón, un cordel.
En lugar del peinado elegante, una cabeza calva.
    En lugar del vestido lujoso, ropa burda de luto.
    En lugar de belleza, humillación.
25 Tus hombres serán muertos a espada,
    y tus guerreros morirán en batalla.
26 Habrá llanto y tristeza a las puertas de la ciudad,
    la cual estará como una mujer abandonada, sentada en el suelo.
Ese día, siete mujeres se aferrarán
    a un hombre y le dirán:
«Nosotras conseguiremos nuestro alimento y vestido,
    sólo déjanos llevar tu nombre.
Líbranos de la vergüenza de ser mujeres solas».

Promesa de un futuro mejor y feliz

Ese día, el SEÑOR hará retoñar la nación,
    será algo hermoso y glorioso.
La cosecha de la tierra restaurará
    el orgullo y el honor de los sobrevivientes de Israel.
Los que se fueron de Sion
    y los que permanecieron en Jerusalén,
todos los que se cuenten entre los que viven en Jerusalén,
    serán llamados «santos».
Cuando el Señor haya lavado
    la impureza de las hijas de Sion[a]
y con espíritu de juicio y fuego
    limpie la sangre derramada Jerusalén;
el SEÑOR creará una nube de humo durante el día
    y un esplendor de fuego brillante durante la noche.
Estarán sobre todo el monte Sion
    y sobre la asamblea reunida.
Por encima de todos habrá una carpa
    que los protegerá del calor durante el día,
y que les servirá de refugio y cobijo
    ante las tormentas y la lluvia.

Hebreos 11

La fe

11 Ahora bien, fe es la realidad de lo que esperamos. Es la prueba palpable de lo que no podemos ver. Dios aprobó a los que vivieron en tiempos pasados por la fe que tenían. Por la fe, sabemos que Dios con una orden creó el mundo. Esto significa que el universo no surgió de lo que se ve.

Por la fe, Abel ofreció mejores sacrificios que Caín. Dios dijo que aceptó sus ofrendas y lo aprobó por su fe. Aunque Abel murió, él sigue hablando por medio de su fe.

Por la fe, Enoc no murió. Dios se lo llevó con vida de este mundo, por eso nunca pudieron encontrar su cuerpo. Se da testimonio de que antes de ser llevado, Enoc agradaba a Dios.[a] Nadie puede agradar a Dios si no tiene fe. Cualquiera que se acerque a Dios debe creer que Dios existe y que premia a los que lo buscan.

Por la fe, Noé recibió una advertencia de Dios sobre algo que aun no se podía comprobar. Respetó la advertencia de Dios y construyó un barco muy grande para salvar a su familia. Con su fe, Noé demostró que el mundo estaba equivocado, y así recibió las bendiciones del que agrada a Dios.

Por la fe, Abraham obedeció la orden de Dios de ir a una tierra que iba a recibir como herencia y salió sin saber ni siquiera dónde quedaba ese lugar. Por la fe, Abraham vivió como inmigrante en la tierra prometida. Vivía en carpas lo mismo que Isaac y Jacob, porque Dios también les había hecho a ellos la misma promesa. 10 Abraham obedeció porque quería ir a la ciudad que tiene bases eternas,[b] una ciudad planeada y construida por Dios.

11 Abraham estaba ya muy viejo para tener hijos, y Sara no podía tenerlos, pero por la fe de Abraham, Dios hizo que tuvieran hijos. Abraham confiaba en que Dios cumple lo que promete. 12 Este hombre estaba ya muy viejo, casi en sus últimos días, pero tuvo tantos descendientes que no se pueden contar, tan numerosos como las estrellas del cielo y como los granos de arena de la playa.

13 Todos estos grandes hombres mantuvieron la fe toda la vida hasta que murieron. Ellos murieron sin recibir lo que Dios les prometió, pero vieron lo prometido a lo lejos, en el futuro, y aceptaron ser inmigrantes y refugiados en la tierra. 14 Al obrar así, demostraron claramente que buscaban otra patria. 15 Si ellos hubieran estado pensando en el país que habían abandonado, habrían tenido tiempo de sobra para regresar; 16 pero ellos aspiraban a una patria mejor, un país celestial. Por eso, Dios no se avergonzó de ser su Dios y les preparó una ciudad celestial.

17 Dios puso a prueba la fe de Abraham pidiéndole que sacrificara a Isaac, su único hijo. Por la fe, Abraham obedeció. Él ya tenía las promesas de Dios, 18 (A)quien le había dicho: «Tu descendencia será trazada a través de Isaac».[c] 19 Abraham creía que Dios tenía poder para resucitar a los muertos. Entonces se puede decir que prácticamente Abraham recuperó a su hijo Isaac de entre los muertos.

20 Por la fe, Isaac bendijo el futuro de Jacob y de Esaú. 21 Por la fe, Jacob, cuando estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y adoró a Dios, apoyado en su bastón.

22 Por la fe, cuando José estaba por morir les dijo a los israelitas que algún día habrían de salir de Egipto y les hizo prometer que se llevarían su cuerpo con ellos.

23 Por la fe, los padres de Moisés lo escondieron tres meses después de que nació. Vieron que era un bebé hermoso y no tuvieron miedo de desobedecer las órdenes del rey.

24 Por la fe, cuando Moisés creció rechazó los honores de ser llamado nieto del faraón. 25 Moisés decidió no disfrutar los placeres pasajeros del pecado; al contrario, decidió sufrir junto al pueblo de Dios. 26 Prefirió sufrir por el Mesías que tener todos los tesoros de Egipto porque estaba esperando la recompensa de Dios.

27 Por la fe, Moisés salió de Egipto sin temer al enojo del rey. Siguió firme como si estuviera viendo al Dios invisible. 28 Por la fe, Moisés preparó el día de la Pascua. Puso sangre en las puertas de las casas para que el ángel de la muerte[d] no matara a los hijos mayores[e] de los israelitas.

29 Por la fe, el pueblo que seguía a Moisés atravesó el mar Rojo como si fuera tierra firme. Los egipcios en cambio trataron de hacer lo mismo, pero se ahogaron.

30 Por la fe, las murallas de Jericó se derrumbaron cuando el pueblo de Dios marchó alrededor de ellas durante siete días y luego se desplomaron.

31 Por la fe, la prostituta Rahab no murió junto con los desobedientes porque ella recibió amistosamente a los espías israelitas.

32 ¿Qué más puedo decir? No hay tiempo suficiente para contarles sobre Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas. 33 Por la fe, todos ellos conquistaron reinos, hicieron justicia y Dios los ayudó de la manera que les prometió. Por la fe, cerraron la boca de leones, 34 pudieron apagar la violencia de las llamas y se salvaron de morir a espada. Por la fe, unos que eran débiles se hicieron fuertes, llegaron a ser poderosos y derrotaron ejércitos. 35 Por la fe, hubo mujeres que recibieron de nuevo con vida a familiares que habían muerto. Otros, en cambio, por alcanzar una mejor resurrección fueron torturados y no aceptaron ser puestos en libertad. 36 Por la fe, unos sufrieron burlas y golpes. Otros fueron atados y llevados a la cárcel. 37 Los mataron a pedradas, los cortaron por la mitad y los mataron a espada. Algunos de ellos vestían pieles de ovejas y de cabras. Por la fe, fueron pobres, perseguidos y maltratados por la gente. 38 ¡El mundo no los merecía! Ellos anduvieron en desiertos y montañas, viviendo en cuevas y huecos.

39 Todos ellos son reconocidos por su fe, pero ninguno de ellos recibió la promesa de Dios. 40 Dios tenía planeado algo mejor para nosotros. Él quería perfeccionarlos también a ellos, pero solamente junto con nosotros.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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