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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Éxodo 34

Las nuevas tablas de piedra

(Dt 10:1-5)

34 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Corta dos tablas de piedra iguales a las primeras que rompiste. Voy a escribir en esas tablas las mismas palabras que escribí en las primeras. Prepárate para subir mañana temprano a la cima del monte Sinaí y para esperarme ahí. Ningún otro debe acompañarte ni debe haber nadie más en todo el monte. Ninguna oveja o rebaño debe pastar frente a la montaña.

Entonces Moisés cortó dos tablas de piedra iguales a las anteriores. A la mañana siguiente se levantó temprano y con las tablas en sus manos subió al monte Sinaí, tal como el SEÑOR le había ordenado. El SEÑOR bajó en la nube, se quedó ahí con él y pronunció su nombre[a].

El SEÑOR pasó frente a él y le dijo:

«YAVÉ, el SEÑOR,
    es Dios misericordioso y compasivo,
que no se enoja con facilidad,
    lleno de fiel amor y lealtad.
Muestra su fiel amor por mil generaciones
    y perdona culpas, ofensas y pecados.
Sin embargo no se olvida de castigar a los culpables.
Castiga a los hijos y a nietos,
    hasta la tercera y la cuarta generación,
    por los pecados de sus padres».

Rápidamente Moisés se postró rostro en tierra y lo adoró diciendo:

—Si realmente estás contento conmigo, acompáñanos aunque ellos sean tercos. Perdónanos las maldades que hemos hecho y acéptanos como tu pueblo.

El pacto del Señor

(Éx 23:14-19; Dt 7:1-5; 16:1-17)

10 Entonces Dios dijo:

—Voy a hacer un pacto frente a tu pueblo y voy a realizar milagros que no se han visto nunca antes en la tierra. El pueblo verá las obras del SEÑOR porque voy a realizar un acto asombroso con ustedes. 11 Obedece lo que hoy te ordeno y yo expulsaré de la presencia de ustedes a los amorreos, cananeos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos. 12 Ten cuidado, no hagas ningún pacto con el pueblo que vive en las tierras donde ustedes van a vivir. Si haces pactos con ese pueblo, ellos te traerán problemas. 13 Tienes que derribar sus altares, destruir las piedras que adoran y cortar sus postes de Aserá. 14 No adores a ningún otro dios, porque el SEÑOR es muy celoso. Su nombre es Dios celoso. 15 Así que no hagas ningún pacto con la gente que vive en esa tierra. Si haces pactos con ellos, corres el riesgo de abandonarme y comenzar a adorar a sus dioses, de que uno de esos pueblos termine invitándote a que te les unas a comer de sus sacrificios, 16 o de querer elegir a algunas de sus hijas para que se casen con tus hijos. Ellas adoran a dioses falsos y te llevarán a ti a hacer lo mismo.

17 »No harás ídolos de metal fundido.

18 »Celebra la fiesta de los Panes sin Levadura. Comerás pan sin levadura durante siete días en el mes de aviv, que es la fecha indicada, tal como te lo ordené ya que en el mes de aviv saliste de Egipto.

19 »Todos los hijos mayores me pertenecen. Todos los machos hijos mayores de tu ganado, tanto de vacas como de ovejas, me pertenecen. 20 Si quieres quedarte con el hijo mayor de un burro, lo rescatarás pagando a cambio una oveja. Si no lo quieres rescatar le romperás el cuello. Darás rescate por todos tus hijos mayores. Nadie debe venir ante mí sin una ofrenda.

21 »Trabajarás seis días pero descansarás en el séptimo día, aun en las épocas de siembra y cosecha.

22 »Celebrarás la fiesta de las Semanas[b], la de los primeros frutos de la cosecha de trigo. Después, al final del año celebrarás la fiesta de la Cosecha[c].

23 »Tres veces al año todos los hombres se presentarán ante el SEÑOR, Dios de Israel.

24 »Cuando vayas a tu tierra, voy a echar a tus enemigos y voy a ampliar tus fronteras. Nadie intentará adueñarse de tu tierra mientras vas esas tres veces al año a donde está el SEÑOR, tu Dios.

25 »Cuando me ofrezcas sangre de un sacrificio, no me ofrezcas pan que tenga levadura al mismo tiempo. No dejes hasta la mañana siguiente carne que haya sobrado de la Pascua.

26 »Lleva a la casa[d] del SEÑOR tu Dios lo mejor de los primeros frutos de tu cosecha.

»No cocines al cabrito en la leche de la mamá del cabrito».

27 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Escribe lo que te acabo de decir. Esas palabras son el pacto que hice contigo y el pueblo de Israel».

28 Moisés se quedó ahí con el SEÑOR durante 40 días y 40 noches sin comer ni beber nada. Escribió en las tablas las palabras del pacto, que son los Diez Mandamientos.

La cara brillante de Moisés

29 Cuando Moisés bajó del monte Sinaí, llevaba consigo las dos tablas. Moisés no se daba cuenta de que, por haber hablado con Dios, la piel de su rostro estaba brillando. 30 Cuando Aarón y todos los israelitas vieron que la piel de Moisés estaba brillando, les dio miedo acercarse. 31 Entonces Moisés los llamó y Aarón y todos los líderes del pueblo fueron a donde él estaba. Moisés habló con ellos, 32 y luego todo el pueblo de Israel se acercó. Moisés les dio los mandamientos que el SEÑOR le había dado en el monte Sinaí.

33 Cuando Moisés terminó de hablarles, se cubrió la cara con un velo. 34 Siempre que Moisés iba a hablar con el SEÑOR, se quitaba el velo de la cara. Cuando salía, le contaba al pueblo de Israel lo que él le había ordenado. 35 Como el pueblo veía que la piel de su cara brillaba, Moisés se cubría la cara con el velo y se lo dejaba puesto hasta que volvía a hablar con Dios.

Juan 13

Jesús les lava los pies a sus seguidores

13 Era el día antes de la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que ya era hora de dejar este mundo y regresar al Padre. Mientras estuvo en el mundo, siempre amó a sus seguidores pero en esta ocasión mostró su amor al máximo.

Estaban comiendo. El diablo ya había puesto en la mente de Judas Iscariote, hijo de Simón, que traicionara a Jesús. Jesús sabía que el Padre le había dado poder sobre todo, y sabía que había venido de Dios e iba a regresar a él. Mientras estaban comiendo, Jesús se levantó, se quitó el manto y se ató una toalla. Luego echó agua en un recipiente, empezó a lavarles los pies[a] a sus seguidores y les secaba los pies con la toalla que llevaba en la cintura.

Cuando estaba por lavar los pies de Simón Pedro, este dijo:

—Señor, ¿tú vas a lavar mis pies?

Jesús le contestó:

—Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero después lo entenderás.

Pedro le dijo:

—¡Tú nunca vas a lavarme los pies!

Jesús le respondió:

—Si no te lavo los pies, no podrás ser de los míos.

Simón Pedro le dijo:

—Señor, ¡entonces no me laves sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!

Jesús le dijo:

10 —El que ya se bañó no necesita lavarse más que los pies, porque todo su cuerpo ya está limpio. Ustedes están limpios, pero no todos.

11 Él sabía quién lo iba a traicionar, por eso dijo: «pero no todos».

12 Cuando terminó de lavarles los pies, se vistió, volvió a la mesa y les dijo:

—¿Entienden lo que les hice? 13 Ustedes me llaman: “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque lo soy. 14 Yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies. Así que ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado ejemplo 15 para que traten a los demás como yo los he tratado a ustedes. 16 Les digo la verdad: Ustedes ya saben que un siervo no es superior a su amo, y que ningún mensajero es más importante que el que lo envió. 17 Ahora que entienden lo que es servirse unos a otros y lavarse los pies unos a otros, Dios los bendecirá si lo ponen en práctica.

18 »No estoy hablando de todos ustedes. Yo sé quiénes son los que he elegido, pero debe cumplirse lo que dice la Escritura: “Mi compañero[b] se ha vuelto en mi contra”.[c] 19 Les digo esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy[d]. 20 Les digo la verdad: el que reciba a alguien que yo envío, me recibe a mí. El que me recibe a mí, recibe al Padre que me envió».

Jesús dice quién estará en contra suya

(Mt 26:20-25; Mr 14:17-21; Lc 22:21-23)

21 Después de haber dicho esto, Jesús se entristeció profundamente y declaró:

—Les digo la verdad: uno de ustedes me traicionará.

22 Sus seguidores empezaron a mirarse unos a otros, sin tener idea acerca de quién estaba hablando. 23 Al lado de Jesús estaba el seguidor a quien Jesús amaba. 24 Entonces Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a Jesús de quién estaba hablando. 25 Este seguidor se acercó aun más a Jesús para preguntarle:

—Señor, ¿quién es?

26 Jesús le respondió:

—Voy a mojar pan en el plato. Después lo daré al que me va a traicionar.

Lo tomó y se lo entregó a Judas Iscariote, el hijo de Simón. 27 En cuanto Judas recibió el pan, Satanás entró en él. Jesús le dijo:

—Haz rápido lo que vas a hacer.

28 Pero ninguno de los que estaban comiendo con él supo por qué le había dicho esto. 29 Como Judas era el encargado del dinero, algunos pensaron que Jesús quería que comprara algo para la fiesta. Otros pensaron que quería que diera algo a los pobres. 30 Al recibir el pan, Judas se fue inmediatamente. Ya era de noche.

Jesús habla sobre su muerte

31 Después de que Judas se fue, Jesús dijo:

—Ahora el Hijo del hombre recibe honra. Dios también recibe honra a través del Hijo del hombre. 32 Si Dios recibe honra a través de él, entonces le dará honra al Hijo del hombre a través de sí mismo, y lo hará muy pronto.

33 »Hijitos míos, ya no voy a estar con ustedes por mucho tiempo. Me buscarán y ahora les digo como les dije a los judíos: “No pueden ir a donde yo voy”.

34 »Les estoy dando un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ámense tal como yo los amé. 35 Todo el mundo se va a dar cuenta de que ustedes son mis seguidores si se aman los unos a los otros».

Se anuncia la negación de Pedro

(Mt 26:31-35; Mr 14:27-31; Lc 22:31-34)

36 Simón Pedro le dijo:

—Señor, ¿a dónde vas?

Jesús le contestó:

—A donde voy tú no me puedes seguir ahora, pero me seguirás después.

37 Pedro le dijo:

—Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Yo daría mi vida por ti.

38 Jesús le respondió:

—Darás tu vida. Pero te aseguro que antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces.

Proverbios 10

Proverbios de Salomón

10 Estos son los dichos sabios de Salomón:

Un hijo sabio hace feliz al papá;
    un hijo bruto entristece a la mamá.

El dinero malhabido no aprovecha;
    ser solidario salva de la muerte.
El SEÑOR no deja pasar hambre al que es solidario,
    ni tampoco deja calmar su apetito al perverso.
El que no se anima a trabajar, empobrece:
    el que trabaja duro, se enriquece.
El hijo inteligente trabaja durante la cosecha;
    el sinvergüenza se duerme durante esa época.

Al justo le llueven bendiciones,
    pero la boca del perverso sólo oculta violencia.
Los justos dejan buenos recuerdos;
    la gente mala pronto es olvidada.

El sabio obedece lo que se le manda;
    el necio no para de hablar y se mete en problemas.
Anda seguro el hombre honesto,
    pero el estafador es descubierto.
10 El que guiña el ojo causa problemas;
    el que habla sinceramente trae la paz.[a]
11 Las palabras del justo son fuente de vida,
    pero la boca del perverso sólo oculta violencia.[b]

12 El odio crea discusiones;
    el amor perdona todos los errores.
13 En los labios del sabio hay sabiduría;
    sin golpes no aprende el torpe.
14 Los que son sabios atesoran sus conocimientos,
    pero cuando los insensatos hablan, se avecina el peligro.

15 La riqueza protege al rico;
    al pobre lo destruye la pobreza.
16 Lo que hace el justo es para vida;
    lo que produce el perverso es castigo.

17 El que presta atención a la corrección va por el camino de vida;
    el que la rechaza se extravía.
18 El mentiroso disimula su odio,
    y el bruto propaga chismes.
19 El que mucho habla, mucho yerra;
    el sabio aprende a callar.
20 La lengua del justo es como plata pura;
    los pensamientos del perverso no valen nada.
21 Los labios del justo ayudan a mucha gente;
    los insensatos mueren por su torpeza.

22 La bendición del SEÑOR trae riqueza,
    y no hay por qué preocuparse.
23 El bruto se divierte haciendo el mal;
    el sabio disfruta de la sabiduría.
24 Lo que más teme el perverso, eso le sucederá,
    pero el justo alcanzará lo que desea.
25 La tormenta pasa y el perverso desaparece,
    pero el justo permanece fuerte para siempre.
26 Nunca emplees a un perezoso, pues te irritará
    como el vinagre irrita la boca o el humo irrita los ojos.

27 El respeto al SEÑOR alarga la vida;
    a los perversos se les acortan los años.
28 El futuro de los justos es alegría;
    a los perversos les espera la ruina.
29 El SEÑOR protege al que cumple sus mandamientos,
    pero destruye a los que practican el mal.
30 El justo nunca fracasará,
    pero los perversos no habitarán en la tierra.

31 La boca del justo habla sabiduría;
    al perverso se le cortará la lengua.
32 El justo sabe decir lo que agrada;
    los perversos sólo hablan porquerías.

Efesios 3

Misión de Pablo a los no judíos

Así que yo, Pablo, soy prisionero de Jesucristo para bien de ustedes que no son judíos. Seguramente habrán oído del trabajo que Dios, en su generoso amor, me ha dado para ayudarles a ustedes. Por revelación, él me dio a conocer su plan secreto, como antes les escribí brevemente. Si ustedes leen lo que escribí, podrán captar cómo entiendo el plan secreto que se ha dado a conocer con Cristo. En otras generaciones ese plan secreto no se dio a conocer a la gente, pero ahora Dios, por medio del Espíritu, lo ha revelado a los santos apóstoles y profetas. Este es el plan secreto: los que no son judíos recibirán lo mismo que Dios les ha prometido a los judíos. Los judíos y los que no son judíos son miembros del mismo cuerpo y participan juntos de la promesa que Dios hizo en Jesucristo. Los que no son judíos reciben todo esto por medio de la buena noticia de salvación.

Por el generoso amor de Dios quien quiso actuar en mí con poder, recibí el don de ser un siervo dedicado a anunciar la buena noticia de salvación. Aunque soy el menos importante del pueblo de Dios, él me concedió el privilegio de anunciar a los que no son judíos la buena noticia de las infinitas riquezas de Cristo. Dios me encargó el trabajo de sacar a la luz su plan secreto, pues él, Creador de todo lo que existe, tenía oculto su plan desde el principio. 10 Esto sucedió para que todas las autoridades y poderes en el cielo conocieran por medio de la iglesia la sabiduría de Dios en todas sus formas. 11 Esto está de acuerdo con el plan eterno que Dios cumple en Nuestro Señor Jesucristo. 12 Por nuestra fe en Cristo[a] tenemos la libertad de presentarnos ante Dios con plena confianza para hablar con él. 13 Por eso les ruego que no se desanimen por los sufrimientos que soporto por ustedes; al contrario, mis sufrimientos deben ser un honor para ustedes.

El amor de Cristo

14 Por eso me arrodillo para orar ante el Padre, 15 de quien toda familia en el cielo y en la tierra recibe su verdadero nombre. 16 A él le pido que en su infinita grandeza les conceda a ustedes fortaleza interior a través del Espíritu. 17 Pido al Padre que Cristo viva en ustedes por la fe y que su amor sea la raíz y el cimiento de su vida. 18 Así podrán comprender con todo el pueblo santo de Dios cuán ancho y largo, cuán alto y profundo, es su amor. 19 El amor de Cristo es tan grande que supera todo conocimiento. Pero a pesar de eso, pido a Dios que lo puedan conocer, de manera que se llenen completamente de todo lo que Dios es.

20 Por el poder de Dios que obra en nosotros, él puede hacer mucho más de lo que jamás podríamos pedir o imaginar. 21 ¡Gloria a Dios en la iglesia y en Jesucristo por todas las generaciones para siempre! Así sea.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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