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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
1 Reyes 2

David instruye a Salomón

Cuando se acercaban los días de la muerte de David, mandó a su hijo Salomón diciendo: “Yo me voy por el camino de todo el mundo. Tú, esfuérzate y sé hombre. Guarda lo que el SEÑOR tu Dios te ha encomendado, para andar en sus caminos y guardar sus estatutos, sus mandamientos, sus decretos y sus testimonios, como está escrito en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todo lo que hagas y en todo lo que emprendasb; a fin de que el SEÑOR cumpla su promesa que hizo acerca de míc, diciendo: ‘Si tus hijos guardan sus caminos andando delante de mí con fidelidad, con todo su corazón y con toda su alma, jamás te faltará un hombre sobre el trono de Israel’.

“También tú sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia: lo que hizo a dos jefes del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a quienes mató derramando sangre de guerra en tiempo de paz y poniendo sangre de guerra en el cinturón que llevaba sobre sus lomos y en el calzado que tenía en sus pies. Tú harás conforme a tu sabiduría; no dejarás que sus canas desciendan en paz al Seol.

“Pero mostrarás benevolencia a los hijos de Barzilai el galaadita. Que ellos estén entre los que comen a tu mesa, porque se pusieron a mi lado cuando yo iba huyendo de tu hermano Absalón.

“He aquí, tienes contigo a Simei hijo de Gera, el benjaminita de Bajurim, quien me maldijo con una cruel maldición el día que yo iba a Majanaim. Pero cuando él mismo descendió a recibirme al Jordán, le juré por el SEÑOR diciendo: ‘No te mataré a espada’. Pero ahora no lo absolverás. Puesto que tú eres un hombre sabio, sabrás lo que debes hacer con él; harás descender sus canas con sangre al Seol”.

Muerte y sepultura de David

10 Entonces David reposó con sus padres y fue sepultado en la Ciudad de David. 11 El tiempo que David reinó sobre Israel fue de cuarenta años. En Hebrón reinó siete años, y en Jerusalén reinó treinta y tres años.

12 Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su reino fue firmemente establecido.

Salomón elimina a Adonías

13 Entonces Adonías, hijo de Haguit, fue a Betsabé, madre de Salomón, y ella le preguntó:

—¿Es pacífica tu visita?

Él respondió:

—Es pacífica. 14 —Y añadió—: Tengo que decirte algo.

Ella dijo:

—Habla.

15 Él dijo:

—Tú sabes que el reino era mío y que todo Israel había puesto la mirada en mí, para que yo reinara. Pero el reino cambió de manos y pasó a ser de mi hermano, porque por determinación del SEÑOR era suyo. 16 Ahora, yo te hago una petición; no me la niegues.

Ella le dijo:

—Habla.

17 Entonces él dijo:

—Por favor, habla al rey Salomón, porque él no te lo negará, para que me dé por mujer a Abisag la sunamita.

18 Y Betsabé dijo:

—Bien, yo hablaré al rey por ti.

19 Betsabé fue al rey Salomón para hablarle a favor de Adonías. El rey se levantó para recibirla y le hizo reverencia. Volvió a sentarse en su trono e hizo poner una silla para la madre del rey, quien se sentó a su derecha. 20 Entonces ella dijo:

—Te haré una pequeña petición; no me la niegues.

El rey le dijo:

—Pide, madre mía, que no te la negaré.

21 Ella dijo:

—Que Abisag la sunamita sea dada por mujer a tu hermano Adonías.

22 El rey Salomón respondió y dijo a su madre:

—¿Por qué pides a Abisag la sunamita para Adonías? ¡Pide también el reino para él, porque es mi hermano mayor, y además tiene de su parte al sacerdote Abiatar y a Joab, hijo de Sarvia![a].

23 Entonces el rey Salomón juró por el SEÑOR diciendo:

—¡Así me haga Dios y aun me añada, que Adonías ha hablado estas palabras contra su propia vida! 24 Ahora pues, vive el SEÑOR que me ha confirmado, me ha hecho sentar en el trono de mi padre David y me ha hecho casa, como me había dicho, que Adonías morirá hoy mismo.

25 Entonces el rey Salomón envió a Benaías hijo de Joyada, quien arremetió contra Adonías, y este murió.

Salomón excluye a Abiatar y a Joab

26 Después dijo el rey al sacerdote Abiatar:

—Vete a tus campos en Anatot, pues tú eres digno de muerte. Pero no te mataré hoy, porque has llevado el arca del SEÑOR delante de mi padre David, y porque has participado de todo aquello que mi padre sufrió.

27 Así excluyó Salomón a Abiatar de ser sacerdote del SEÑOR, cumpliéndose la palabra que el SEÑOR había hablado en Silo acerca de la casa de Elí.

28 La noticia llegó hasta Joab, porque Joab también se había adherido a Adonías, aunque no se había adherido a Absalón[b]. Joab huyó al tabernáculo del SEÑOR y se asió de los cuernos del altar. 29 Informaron al rey Salomón que Joab había huido al tabernáculo del SEÑOR y que estaba junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaías hijo de Joyada, diciendo:

—¡Ve y arremete contra él!

30 Benaías entró en el tabernáculo del SEÑOR y le dijo:

—El rey dice que salgas.

Él dijo:

—No, sino que aquí moriré.

Benaías llevó la respuesta al rey diciendo:

—Así ha dicho Joab, y así me ha respondido…

31 Entonces el rey le dijo:

—Haz como él ha dicho. Arremete contra él, y sepúltalo. Así quitarás de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente. 32 El SEÑOR hará recaer su sangre sobre su cabeza, porque sin que lo supiera mi padre David, arremetió y mató a espada a dos hombres más justos y mejores que él: a Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Israel; y a Amasa hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá. 33 La sangre de ellos recaiga sobre la cabeza de Joab y sobre la cabeza de sus descendientes, para siempre. Pero haya paz de parte del SEÑOR para David y sus descendientes, y para su casa y su trono, por siempre.

34 Entonces Benaías hijo de Joyada fue, arremetió contra él y lo mató. Y fue sepultado en su casa[c] en el desierto. 35 El rey puso en su lugar, al mando del ejército, a Benaías hijo de Joyada; también el rey puso al sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.

Salomón elimina a Simei

36 Después el rey envió a llamar a Simei y le dijo:

—Edifica para ti una casa en Jerusalén y habita allí. No salgas de allí a ninguna parte, 37 porque debes saber bien que el día que salgas y cruces el arroyo de Quedrón, morirás irremisiblemente; y tu sangre recaerá sobre tu cabeza.

38 Simei dijo al rey:

—Está bien lo que dices. Tu siervo hará así como ha dicho mi señor el rey.

Simei habitó en Jerusalén mucho tiempo. 39 Pero aconteció, pasados tres años, que se le escaparon a Simei dos esclavos y se fueron a Aquis hijo de Maaca, rey de Gat. E informaron a Simei, diciendo: “He aquí que tus esclavos están en Gat”. 40 Entonces Simei se levantó, aparejó su asno y fue a Gat, ante Aquis, para buscar a sus esclavos. Fue, pues, Simei e hizo volver de Gat a sus esclavos.

41 Se le informó a Salomón que Simei había ido de Jerusalén a Gat y que había regresado. 42 El rey envió a llamar a Simei y le dijo:

—¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí diciendo: “El día que salgas y vayas a alguna parte, ten por cierto que morirás irremisiblemente”? Y tú me dijiste: “Está bien lo que dices; yo obedeceré”. 43 ¿Por qué, pues, no guardaste el juramento del SEÑOR y el mandato que te impuse? 44 —El rey dijo además a Simei—: Tú conoces, tú conoces bien toda la maldad que cometiste contra mi padre David. El SEÑOR, pues, ha vuelto tu maldad sobre tu cabeza. 45 El rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme delante del SEÑOR para siempre.

46 Entonces el rey mandó a Benaías hijo de Joyada, quien salió y arremetió contra Simei, y este murió.

Así fue consolidado el reino en mano de Salomón.

Gálatas 6

La solidaridad cristiana

Hermanos, en caso de que alguien se encuentre enredado en alguna transgresión, ustedes que son espirituales restauren al tal con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrelleven los unos las cargas de los otros y de esta manera cumplirán la ley de Cristo. Porque si alguien estima que es algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, examine cada uno su obra, y entonces tendrá motivo de orgullo solo en sí mismo y no en otro; porque cada cual llevará su propia carga.

El que recibe instrucción en la palabra comparta toda cosa buena con quien le instruye.

No se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará. Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos. 10 Por lo tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.

Conclusión

11 Miren con cuán grandes letras les escribo con mi propia mano. 12 Aquellos que quieren tener el visto bueno en la carne les obligan a ser circuncidados solamente para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo. 13 Pues ni los que son circuncidados guardan la ley; sin embargo, quieren que ustedes sean circuncidados para gloriarse en su carne. 14 Pero lejos esté de mí el gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien el mundo me ha sido crucificado a mí y yo al mundo. 15 Porque[a] ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino la nueva criatura.

16 Para todos los que anden según esta regla, paz y misericordia sean sobre ellos y sobre el Israel de Dios.

17 De aquí en adelante nadie me cause dificultades pues llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.

18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con el espíritu de ustedes, hermanos. Amén.

Ezequiel 33

Ezequiel como centinela de Israel

33 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: ‘Cuando yo traiga espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tome a un hombre de su territorio y lo ponga como centinela, si él ve venir la espada sobre la tierra y toca la corneta para advertir al pueblo, cualquiera que oye el sonido de la corneta y no se deja advertir, y al llegar la espada se lo lleva, su sangre caerá sobre su propia cabeza. Él oyó el sonido de la corneta, pero no se dejó advertir, su sangre caerá sobre él. Pero si se hubiera dejado advertir, habría librado su vida. Sin embargo, si el centinela ve venir la espada y no toca la corneta, de modo que el pueblo no es advertido, si viene la espada y se lleva a alguno de ellos, este es llevado por causa de su pecado, pero yo demandaré su sangre de mano del centinela’.

“A ti, oh hijo de hombre, te he puesto como centinela para la casa de Israel. Oirás, pues, la palabra de mi boca y les advertirás de mi parte. Si yo digo al impío: ‘Impío, morirás irremisiblemente’, y tú no hablas para advertir al impío de su camino, el impío morirá por su pecado; pero yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú adviertes al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se aparta de su camino, él morirá por su pecado; pero tú habrás librado tu vida.

Esperanza para el pecador

10 “Tú, pues, oh hijo de hombre, di a la casa de Israel: Ustedes han dicho: ‘Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos nos estamos pudriendo; ¿cómo, pues, viviremos?’. 11 Diles: ¡Vivo yo, que no quiero la muerte del impío, sino que el impío se aparte de su camino y viva!, dice el SEÑOR Dios[a]. ¡Apártense, apártense de sus malos caminos! ¿Por qué morirán, oh casa de Israel?

12 “Tú, oh hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo que la justicia del justo no lo librará en el día que se rebele. Y en cuanto a la impiedad del impío, no le será estorbo en el día que se aparte de su impiedad. Y el justo no podrá vivir por su justicia en el día que peque. 13 Si digo al justo: ‘Ciertamente vivirás’, y confiando en su justicia él hace iniquidad, no será recordada ninguna de sus obras de justicia, sino que morirá por la iniquidad que hizo. 14 Si digo al impío: ‘Morirás irremisiblemente’, y él se aparta de su pecado y practica el derecho y la justicia; 15 si el impío restituye la prenda y paga lo que ha robado; si camina según los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, ciertamente vivirá; no morirá. 16 No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido. Practica el derecho y la justicia; ciertamente vivirá.

17 “Sin embargo, los hijos de tu pueblo dicen: ‘No es correcto el camino del Señor’. Pero es el camino de ellos el que no es correcto. 18 Si el justo se aparta de su justicia y hace injusticia, por ello morirá. 19 Y si el impío se aparta de su impiedad y practica el derecho y la justicia, por ello vivirá. 20 Sin embargo, dicen: ‘No es correcto el camino del Señor’. Oh casa de Israel, yo los juzgaré a ustedes, a cada uno conforme a sus caminos”.

Ezequiel recupera el habla

21 Aconteció en el quinto día del mes décimo[b] del año doce de nuestra cautividad que uno que había escapado de Jerusalén vino a mí para decir: “La ciudad ha sido tomada”.

22 La noche antes que llegara el que había escapado, la mano del SEÑOR vino sobre mí, y me abrió la boca antes que él llegara a mí por la mañana. Así abrió mi boca y no estuve más enmudecido.

Contra los que prescinden de Dios

23 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 24 “Oh hijo de hombre, los que habitan entre aquellas ruinas, en la tierra de Israel, andan diciendo: ‘Abraham era solo uno; sin embargo, tomó posesión de la tierra. ¡Cuánto más nosotros que somos muchos! A nosotros ha sido dada la tierra como posesión’. 25 Por tanto, diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[c]: ‘Ustedes que comen con sangre, alzan sus ojos hacia sus ídolos y derraman sangre, ¿tomarán posesión de la tierra? 26 Han confiado en sus espadas, han hecho abominación y han mancillado cada uno a la mujer de su prójimo, ¿y tomarán posesión de la tierra?’. 27 Les dirás que así ha dicho el SEÑOR Dios[d]: ‘¡Vivo yo, que los que están en aquellas ruinas caerán a espada! Al que está sobre la superficie del campo lo daré por comida a las fieras, y los que están en las fortalezas y en las cavernas morirán por la peste. 28 Convertiré la tierra en desolación y asolamiento y cesará la soberbia de su poderío. Los montes de Israel quedarán desolados, de modo que no habrá quien pase por ellos. 29 Y sabrán que soy el SEÑOR, cuando yo convierta la tierra en desolación y en soledad, por todas las abominaciones que han hecho’.

30 “Oh hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan acerca de ti, junto a las paredes y a las puertas de las casas. Hablan el uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: ‘¡Vengan y oigan cuál es la palabra que viene del SEÑOR!’. 31 Vienen a ti como el pueblo acostumbra venir, y se sientan delante de ti como mi pueblo. Oyen tus palabras, pero no las ponen por obra. Más bien, expresan motivos sensuales con su boca, y su corazón va en pos de sus ganancias deshonestas. 32 He aquí que para ellos tú eres como un cantante de motivos sensuales, cuya voz es agradable y que toca bien. Oyen tus palabras, pero no las ponen por obra. 33 Pero cuando esto venga —y he aquí que ya viene—, entonces sabrán que hubo un profeta entre ellos”.

Salmos 81-82

Canción festiva

81 Al músico principal. Sobre Guitit[a]. Salmo de Asaf.

¡Canten con gozo a Dios, fortaleza nuestra!
Aclamen con júbilo al Dios de Jacob.
Entonen himnos y toquen el tamboril,
la suave lira y el arpa.
Toquen la corneta en luna nueva;
en luna llena por nuestra solemnidad.
Porque estatuto es de Israel, ordenanza del Dios de Jacob.
En José lo instituyó por testimonio cuando salió contra la tierra de Egipto.
Escuché un idioma que no conocía:
“Aparté su hombro de debajo
de la carga[b];
sus manos fueron apartadas del peso de los cestos.
Clamaste[c] en la calamidad,
y yo te libré.
Te respondí en lo oculto del trueno.
Te probé junto a las aguas de Meriba[d].
Selah[e]
“Escucha, oh pueblo mío,
y testificaré contra ti.
¡Oh Israel, si me oyeras…!
No haya dios extraño en medio de ti
ni te postres ante dios extranjero.
10 Yo soy el SEÑOR tu Dios,
que te hice venir de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré.
11 “Pero mi pueblo no escuchó mi voz;
Israel no me quiso a mí.
12 Por eso los entregué a la dureza
de su corazón,
y caminaron según sus propios consejos.
13 ¡Oh, si mi pueblo me hubiera
escuchado;
si Israel hubiera andado
en mis caminos…!
14 En un instante habría yo sometido
a sus enemigos
y habría vuelto mi mano contra sus adversarios.
15 Los que aborrecen al SEÑOR se le habrían sometido,
y su castigo habría sido eterno.
16 Los habría sustentado con la suculencia del trigo;
con miel de la roca te habría saciado”.

Reprensión a los jueces injustos

82 Salmo de Asaf.

Dios está de pie en la asamblea
divina;
en medio de los dioses ejerce el juicio:
“¿Hasta cuándo juzgarán injustamente
y entre los impíos harán distinción
de personas? Selah[f]
Rescaten al necesitado y al huérfano; hagan justicia al pobre y al indigente.
Libren al necesitado y al menesteroso;
líbrenlo de la mano de los impíos.
“Ellos no saben ni entienden; andan en tinieblas.
¡Todos los cimientos de la tierra son conmovidos!
Yo les dije: ‘Ustedes son dioses; todos ustedes son hijos del Altísimo’.
Sin embargo, como un hombre morirán
y caerán como cualquiera de los gobernantes”.
¡Levántate, oh Dios; juzga la tierra porque tú poseerás todas las naciones!

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano