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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Samuel 17

17 Entonces Ajitofel dijo a Absalón:

—Permíteme escoger a doce mil hombres, y me levantaré y perseguiré a David esta noche. Caeré sobre él cuando esté cansado y desalentado. Lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá; entonces mataré solo al rey. Él es el hombre a quien buscas. Así haré volver a ti a todo el pueblo; y cuando todos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz.

El consejo pareció bueno a Absalón y a todos los ancianos de Israel. Pero Absalón dijo:

—Por favor, llamen también a Husai el arquita, para que escuchemos asimismo lo que él tenga que decir.

Cuando Husai vino a Absalón, este le habló diciendo:

—De esta manera ha hablado Ajitofel. ¿Seguiremos su consejo? Si no, habla tú.

Husai dijo a Absalón:

—El consejo que ha dado Ajitofel esta vez no es bueno. —Y Husai añadió—: Tú sabes que tu padre y sus hombres son valientes y que están con ánimo provocado, como la osa en el campo a la que le han quitado sus crías. Además, tu padre es hombre de guerra y no pasará la noche con el pueblo. He aquí que ahora estará escondido en alguna cueva o en otro lugar. Y acontecerá que si al comienzo caen algunos del pueblo[a], cualquiera que lo oiga dirá: “Ha habido una matanza entre la gente que sigue a Absalón”. 10 Así, aun el hombre más valiente, cuyo corazón es como el corazón de un león, sin duda desmayará. Porque todo Israel sabe que tu padre es un hombre valiente y que los que están con él son hombres de valor. 11 Aconsejo, pues, que todo Israel se reúna contigo, desde Dan hasta Beerseba, tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y que tú en persona vayas a la batalla. 12 Entonces iremos contra él en cualquier lugar donde se encuentre y caeremos sobre él, como el rocío cae sobre la tierra. Y no dejaremos vivo a él ni a ninguno de los hombres que están con él. 13 Y si se retira a alguna ciudad, todos los de Israel llevaremos sogas a esa ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, de manera que no se encuentre allí ni siquiera una piedrecita.

14 Entonces Absalón y todos los hombres de Israel dijeron:

—El consejo de Husai el arquita es mejor que el consejo de Ajitofel.

El SEÑOR había determinado que el acertado consejo de Ajitofel se frustrara, para que el SEÑOR hiciera caer el mal sobre Absalón.

David es informado del plan de Absalón

15 Entonces Husai dijo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar:

—De esta y esta manera aconsejó Ajitofel a Absalón y a los ancianos de Israel, y de esta y esta manera los aconsejé yo. 16 Por tanto, manden inmediatamente a informar a David, diciendo: “No pases esta noche en las llanuras del desierto. Cruza sin falta el Jordán, para que no sea aniquilado el rey junto con toda la gente que está con él”.

17 Jonatán y Ajimaas estaban junto a En-rogel. Una criada había de ir e informarles, porque ellos no debían exponerse yendo a la ciudad. Y ellos habían de ir e informar al rey David. 18 Pero un muchacho los vio e informó a Absalón. Por tanto, los dos se dieron prisa y llegaron a la casa de un hombre en Bajurim, quien tenía un pozo en su patio, y se metieron dentro de él. 19 La esposa tomó una manta, la extendió sobre la boca del pozo y tendió sobre ella grano trillado; y nada se supo del asunto. 20 Cuando los servidores de Absalón llegaron a la casa de la mujer, le preguntaron:

—¿Dónde están Ajimaas y Jonatán?

La mujer les respondió:

—Ya han pasado el depósito de agua.

Ellos los buscaron, pero no los hallaron; y se volvieron a Jerusalén.

21 Y sucedió que después que se habían ido, los hombres salieron del pozo. Luego fueron e informaron al rey David diciéndole:

—Levántense y dense prisa para cruzar las aguas, porque así ha aconsejado Ajitofel contra ustedes.

22 Entonces David se levantó, junto con toda la gente que estaba con él, y cruzaron el Jordán. Para el amanecer no quedó ni uno solo que no hubiera cruzado el Jordán.

23 Al ver Ajitofel que no se había seguido su consejo, aparejó el asno, partió y se fue a su casa, en su ciudad. Después de poner en orden su casa, se ahorcó y murió. Entonces fue sepultado en la tumba de su padre.

Confrontación de Absalón y David

24 David llegó a Majanaim, y Absalón cruzó el Jordán con todos los hombres de Israel. 25 Absalón había puesto a Amasa al mando del ejército, en lugar de Joab. Amasa era hijo de un hombre llamado Jeter el israelita[b], que se había unido a Abigaíl hija de Najas y hermana de Sarvia, que era la madre de Joab. 26 Absalón y los de Israel acamparon en la tierra de Galaad.

27 Y aconteció que cuando David llegó a Majanaim, Sobi hijo de Najas, de Rabá de los hijos de Amón; Maquir hijo de Amiel, de Lo-debar; y Barzilai el galaadita, de Rogelim, 28 trajeron camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, 29 miel, mantequilla, ovejas y queso de vaca, y los presentaron a David y al pueblo que estaba con él, para que comieran. Porque pensaron: “La gente está hambrienta, cansada y sedienta en el desierto”.

2 Corintios 10

Pablo defiende su ministerio

10 Ahora yo, Pablo, les exhorto por la mansedumbre y ternura de Cristo, ¡yo que en persona soy humilde entre ustedes, pero ausente soy osado para con ustedes! Les ruego que cuando esté presente no tenga que usar de la osadía con que resueltamente estoy dispuesto a proceder contra algunos que piensan que andamos según la carne. Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Destruimos los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios; llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo, y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia, una vez que la obediencia de ustedes sea completa.

¡Miran las cosas según las apariencias! Si alguien está convencido dentro de sí que es de Cristo, considere de nuevo que, así como él es de Cristo, también nosotros lo somos. Porque si me glorío un poco más de nuestra autoridad, la cual el Señor nos ha dado para edificación y no para su destrucción, no seré avergonzado; para que no parezca que quiero atemorizarlos por cartas. 10 Porque dicen: “Aunque sus cartas son duras y fuertes, su presencia física es débil y su palabra despreciable”. 11 Esto tenga en cuenta tal persona: Lo que somos en palabra por carta cuando estamos ausentes, lo mismo seremos también en hechos cuando estemos presentes.

12 Porque no osamos clasificarnos o compararnos con algunos que se recomiendan a sí mismos. Pero ellos, midiéndose y comparándose consigo mismos, no son juiciosos. 13 Pero nosotros no nos gloriaremos desmedidamente sino conforme a la medida de la regla que Dios nos asignó, para llegar también hasta ustedes. 14 Porque no nos salimos de nuestros límites como si no hubiéramos llegado a ustedes; pues hasta ustedes hemos llegado con el evangelio de Cristo, 15 no gloriándonos desmedidamente en trabajos ajenos. Más bien, tenemos la esperanza de que, con el progreso de su fe, se incrementará considerablemente nuestro campo entre ustedes, conforme a nuestra norma; 16 para que anunciemos el evangelio en los lugares más allá de ustedes, sin entrar en territorio ajeno como para gloriarnos de la obra ya realizada por otros. 17 Pero el que se gloría, gloríese en el Señor[a]. 18 Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo sino aquel a quien Dios recomienda.

Ezequiel 24

Alegoría de la olla hirviente

24 Aconteció en el día diez del mes décimo[a] del noveno año que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, escribe para ti la fecha de hoy, este mismo día. El rey de Babilonia se ha lanzado contra Jerusalén en este mismo día.

“Presenta a la casa rebelde una alegoría, y diles que así ha dicho el SEÑOR Dios[b]: ‘Pon la olla; ponla y echa agua en ella. Echa en ella pedazos, todos buenos pedazos, muslo y espalda. Llénala de huesos escogidos; toma lo mejor del rebaño. Amontona la leña[c] debajo de ella; haz hervir sus pedazos y cocina los huesos dentro de ella’.

“Porque así ha dicho el SEÑOR Dios[d]: ‘¡Ay de la ciudad sanguinaria, la olla herrumbrosa cuya herrumbre no ha salido de ella! Vacíala pedazo por pedazo, sin que se echen suertes por ella. Porque su sangre está en medio de ella; la ha puesto sobre la roca desnuda. No la derramó sobre la tierra para que fuera cubierta con el polvo. Para hacer que mi[e] ira suba y tome venganza, he puesto su sangre sobre la roca desnuda, para que no sea cubierta’. Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[f]: ‘¡Ay de la ciudad sanguinaria, pues yo también agrandaré la hoguera! 10 Amontona la leña, enciende el fuego, alista la carne, vacía el caldo[g], y que los huesos sean carbonizados. 11 Luego pon la olla vacía sobre las brasas, para que se caliente y arda su bronce, con el fin de que en ella sea fundida su inmundicia y desaparezca su herrumbre’.

12 “En vano son los esfuerzos. Su mucha herrumbre no sale de ella; su herrumbre no sale ni con fuego. 13 En tu inmundicia hay infamia, por cuanto te quise purificar, pero no estás purificada de tu inmundicia. No volverás a ser purificada, hasta que yo haya asentado mi ira sobre ti. 14 Yo, el SEÑOR, he hablado. Esto vendrá, y lo haré. No cejaré; no tendré lástima ni me pesará. Conforme a tus caminos y a tus obras te juzgaré[h]”, dice el SEÑOR Dios[i].

Ezequiel ante la muerte de su esposa

15 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

16 —Oh hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe la delicia de tus ojos. Pero tú no harás duelo ni llorarás ni correrán tus lágrimas. 17 Gime en silencio; no guardes el luto por los muertos. Cíñete el turbante y pon las sandalias en tus pies. No te cubras los labios ni comas pan de duelo.

18 Hablé, pues, al pueblo por la mañana, y al anochecer murió mi esposa. Y a la mañana siguiente hice como me había sido ordenado. 19 Entonces me dijo el pueblo:

—¿No nos dirás qué significan para nosotros estas cosas que tú haces?

20 Y les respondí:

—La palabra del SEÑOR vino a mí diciendo: 21 “Di a la casa de Israel que así ha dicho el SEÑOR Dios[j]: ‘He aquí, yo mismo profano mi santuario, el orgullo del poderío de ustedes, la delicia de sus ojos, el anhelo de su alma. Sus hijos y sus hijas que abandonaron caerán a espada, 22 y ustedes harán como yo he hecho: No se cubrirán los labios ni comerán pan de duelo. 23 Sus turbantes estarán sobre sus cabezas, y sus sandalias en sus pies; no harán duelo ni llorarán. Más bien, se pudrirán en sus pecados y gemirán unos por otros. 24 Ezequiel, pues, les servirá de señal; harán de acuerdo con todas las cosas que él ha hecho. Cuando esto se cumpla, sabrán que yo soy el SEÑOR Dios[k]’.

25 “Y con respecto a ti, oh hijo de hombre, el día en que yo quite de ellos su poderío, el gozo de su esplendor, la delicia de sus ojos y el anhelo de sus almas, y también a sus hijos y a sus hijas; 26 en aquel día uno que haya escapado vendrá a ti para traerte la noticia. 27 En aquel día se abrirá tu boca, y hablarás con el que haya escapado; pues ya no estarás más enmudecido. Tú les servirás de señal, y sabrán que yo soy el SEÑOR”.

Salmos 72

El reinado del rey ideal

72 A Salomón.

Oh Dios, da tus juicios al rey,
y tu justicia al hijo del rey.
Él juzgará a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud.
Los montes producirán paz
para el pueblo;
y las colinas, justicia.
Juzgará a los pobres del pueblo;
salvará a los hijos del necesitado
y quebrantará al opresor.
Durará[a] con el sol y la luna,
generación tras generación.
Descenderá como lluvia sobre la hierba cortada,
como los aguaceros que humedecen la tierra.
En sus días florecerá el justo; habrá abundancia de paz
hasta que no haya más luna.
Dominará de mar a mar
y desde el Río hasta los confines de la tierra.
Delante de él se postrarán los habitantes del desierto,
y sus enemigos lamerán el polvo.
10 Los reyes de Tarsis y de las costas del mar le traerán presentes; los reyes de Saba y de Seba
le presentarán tributo.
11 Ante él se arrodillarán todos los reyes
y le servirán todas las naciones.
12 Librará al necesitado que suplica
y al pobre que no tiene quien
le socorra.
13 Tendrá piedad del pobre y del necesitado,
y salvará la vida de los necesitados.
14 De la opresión y de la violencia
les redimirá la vida;
la sangre de ellos será preciosa
a sus ojos.
15 Vivirá, y se le dará el oro de Saba.
Se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá.
16 Haya abundancia de grano
en la tierra;
sea copioso en las cumbres
de los montes.
Su fruto brotará como el Líbano,
y surgirá como la hierba de la tierra.
17 Para siempre será su nombre; será perpetuado mientras dure el sol. En él serán benditas todas
las naciones
y lo llamarán bienaventurado.
18 ¡Bendito sea el SEÑOR Dios, Dios de Israel!
Solo él hace maravillas.
19 ¡Bendito sea para siempre su nombre glorioso!
Toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y amén.
20 Aquí terminan las oraciones de David hijo de Isaí.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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