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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Samuel 16

Siba engaña a David

16 Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí que Siba, criado de Mefiboset, salió a recibirlo con un par de asnos aparejados, llevando doscientos panes, cien tortas de pasas, cien frutas de verano y una tinaja de vino.

El rey preguntó a Siba:

—¿Para qué traes esto?

Siba respondió:

—Los asnos son para que monte la familia del rey; los panes y la fruta, para que coman los jóvenes; y el vino es para que beban los que se cansen en el desierto.

El rey preguntó:

—¿Dónde está el hijo de tu señor?

Siba respondió al rey:

—He aquí que él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: “Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre”.

Entonces el rey dijo a Siba:

—¡He aquí que es tuyo todo lo que pertenece a Mefiboset!

Siba respondió:

—Ante ti me postro; halle yo gracia ante tus ojos, oh mi señor el rey.

Simei maldice a David

Al llegar el rey David a Bajurim, he aquí que salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl, que se llamaba Simei hijo de Gera. Mientras salía, iba maldiciendo y arrojando piedras a David y a todos los servidores del rey David; pero todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda.

Simei decía maldiciéndolo:

—¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y hombre perverso! El SEÑOR ha hecho recaer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado. Pero el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón, y he aquí que estás en desgracia, porque eres un hombre sanguinario.

Entonces Abisai, hijo de Sarvia, preguntó al rey:

—¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? ¡Por favor, déjame pasar, y le cortaré la cabeza!

10 Pero el rey respondió:

—¿Qué tengo yo con ustedes, hijos de Sarvia? Que maldiga; porque si el SEÑOR le ha dicho: “Maldice a David”, ¿quién le dirá: “¿Por qué haces esto?”.

11 Entonces David dijo a Abisai y a todos sus servidores:

—He aquí, mi hijo, que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida. ¡Cuánto más ahora uno de Benjamín! Déjenlo que maldiga, porque el SEÑOR se lo ha dicho. 12 Quizás el SEÑOR mirará mi aflicción[a], y me concederá el SEÑOR bienestar a cambio de sus maldiciones del día de hoy.

13 Mientras David y los suyos iban por el camino, Simei iba por la ladera del monte y paralelo a él, maldiciéndolo, arrojando piedras frente a él y esparciendo polvo.

14 El rey y todo el pueblo que estaba con él llegaron fatigados, y descansaron allí.

Husai entra al servicio de Absalón

15 Absalón y todo el pueblo, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén; y Ajitofel estaba con él. 16 Sucedió que cuando Husai el arquita, amigo de David, llegó ante Absalón, Husai dijo a Absalón:

—¡Viva el rey! ¡Viva el rey!

17 Absalón preguntó a Husai:

—¿De esta manera expresas tu lealtad para con tu amigo? ¿Por qué no te fuiste con tu amigo?

18 Husai respondió a Absalón:

—No. Yo seré de quien elijan el SEÑOR, este pueblo y todos los hombres de Israel; y con él me quedaré. 19 Además, ¿a quién voy yo a servir? ¿No es a su hijo? Como he servido a tu padre, así te serviré a ti.

Absalón y las concubinas de David

20 Entonces Absalón dijo a Ajitofel:

—Da tu consejo sobre lo que debemos hacer.

21 Y Ajitofel contestó a Absalón:

—Únete a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar el palacio. Todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho odioso a tu padre, y se fortalecerán las manos de todos los que están contigo.

22 Entonces instalaron una tienda para Absalón sobre la azotea, y él se unió a las concubinas de su padre a la vista de todo Israel.

Husai frustra el consejo de Ajitofel

23 En aquellos días el consejo que daba Ajitofel era como si alguien[b] consultara la palabra de Dios. Así era considerado todo consejo de Ajitofel, tanto por David como por Absalón.

2 Corintios 9

En cuanto a esta ayuda para los santos, está de más que les escriba pues conozco su pronta disposición, por la cual me glorié de ustedes entre los de Macedonia: “Acaya está preparada desde el año pasado”. Y el celo de ustedes ha servido de estímulo para muchos. Pero he enviado a estos hermanos para que el orgullo que tenemos de ustedes no sea vano en este respecto, y para que estén preparados, como vengo diciendo. No sea que, si van conmigo algunos macedonios y los hallan no preparados, nos avergoncemos nosotros (por no decir ustedes) por haber tenido esta confianza. Por eso he creído conveniente exhortar a los hermanos a que vayan a ustedes con anticipación y preparen primero la generosidad de ustedes antes prometida, para que esté lista como muestra de generosidad y no como de exigencia.

Exhortación a la generosidad

Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará. Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en ustedes toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abunden para toda buena obra; como está escrito:

Esparció; dio a los pobres.
Su justicia permanece para siempre[a].

10 El que da semilla al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará la semilla de ustedes y aumentará los frutos de la justicia de ustedes. 11 Esto, para que sean enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce acciones de gracias a Dios por medio de nosotros. 12 Porque el ministrar este servicio sagrado no solamente suple lo que falta a los santos, sino que redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 Al experimentar esta ayuda, ellos glorificarán a Dios por la obediencia que profesan al evangelio de Cristo, y por su liberalidad en la contribución para con ellos y con todos. 14 Además, por su oración a favor de ustedes, demuestran que los quieren a causa de la sobreabundante gracia de Dios en ustedes. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!

Ezequiel 23

Alegoría de las dos hermanas

23 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre: Había dos mujeres, que eran hijas de una sola madre. Se prostituyeron en Egipto; en su juventud se prostituyeron. Allá fueron apretados sus pechos; allí fueron estrujados sus senos virginales. La mayor se llamaba Ohola[a], y su hermana se llamaba Oholiba[b]. Fueron mías y dieron a luz hijos e hijas. En cuanto a sus nombres, Ohola es Samaria, y Oholiba es Jerusalén.

“Ohola se prostituyó cuando me pertenecía. Ardió en deseo por sus amantes, los asirios, hombres de guerra vestidos de color azul, gobernadores y oficiales; todos ellos jóvenes atractivos, todos ellos jinetes que montaban a caballo. Con ellos se entregó a la prostitución; todos ellos eran lo más selecto de los hijos de Asiria. Y se contaminó con todos los ídolos de aquellos por quienes ardió en deseo. Pero no abandonó su prostitución de Egipto, pues se acostaron con ella en su juventud, estrujaron sus senos virginales y vertieron sobre ella su lujuria. Por tanto, la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de Asiria por quienes ardía en deseo. 10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron a los hijos y a las hijas de ella, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser un refrán entre las mujeres, pues en ella ejecutaron actos justicieros.

11 “Su hermana Oholiba vio esto, pero corrompió su deseo más que la otra; su lujuria sobrepasó a la de su hermana. 12 Ardió en deseo por los asirios; gobernadores y oficiales, hombres de guerra espléndidamente vestidos, jinetes montados a caballo, todos ellos jóvenes atractivos. 13 Y vi que se había contaminado y que ambas habían seguido por el mismo camino. 14 Pero esta aumentó su prostitución, pues vio hombres grabados en la pared, figuras de caldeos grabadas con ocre rojo, 15 ceñidas las cinturas con cinturón, con amplios turbantes sobre sus cabezas, teniendo todos la apariencia de comandantes, a la manera de los hijos de Babilonia, de Caldea, la tierra de su origen. 16 Por ellos ardió en deseo con solo verlos, y les envió mensajeros a Caldea. 17 Los hombres de Babilonia se unieron a ella en cama de amores, y la contaminaron con su lujuria. Se contaminó con ellos, y su alma se hastió de ellos. 18 Así practicó abiertamente su prostitución y descubrió su desnudez, por lo cual mi alma se hastió de ella, como mi alma se había hastiado de su hermana. 19 Pero ella multiplicó su prostitución, trayendo a la memoria los días de su juventud, en los cuales se había prostituido en la tierra de Egipto. 20 Ardió en deseo por sus amantes, cuyas carnes eran como las de los burros, y cuya eyaculación era como la de los caballos. 21 Así echabas de menos la inmundicia de tu juventud, cuando en Egipto estrujaban tus senos y apretaban[c] tus pechos juveniles”.

22 Por tanto, Oholiba, así ha dicho el SEÑOR: “He aquí que yo incito contra ti a tus amantes, de los cuales tu alma ya se ha hastiado. Los traeré contra ti de todas partes. 23 Los hijos de Babilonia y todos los caldeos; los de Pecod, de Soa y de Coa, y con ellos todos los hijos de Asiria. Todos ellos jóvenes atractivos, gobernadores y oficiales, comandantes y hombres notables; todos ellos montados a caballo. 24 Vendrán contra ti desde el norte[d] con carros y ruedas, y una multitud de pueblos. Contra ti, y alrededor de ti, pondrán escudos, defensas y cascos. Yo les encargaré el juicio, y te juzgarán de acuerdo con sus decretos. 25 Pondré mi celo contra ti, y te tratarán con furor. Te arrancarán la nariz y las orejas, y tu descendencia caerá a espada. Tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu descendencia será devorada por el fuego. 26 Te desnudarán de tus ropas y se llevarán tus hermosas joyas. 27 Así pondré fin a tu inmundicia y a tu prostitución traídas de la tierra de Egipto. Nunca más alzarás la vista hacia los egipcios, ni nunca más te acordarás de ellos. 28 Pues así ha dicho el SEÑOR Dios[e]: ‘He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que odias, en mano de aquellos de quienes se ha hastiado tu alma. 29 Te tratarán con odio y tomarán todo el fruto de tu labor. Te dejarán desnuda y descubierta. Será puesta al descubierto la vergüenza de tu prostitución, tu infamia y tu lujuria. 30 Estas cosas te serán hechas por haberte prostituido tras las naciones, porque te contaminaste con sus ídolos. 31 Anduviste en el camino de tu hermana. ¡Yo, pues, pondré su copa en tu mano!’”.

32 Así ha dicho el SEÑOR Dios[f]: “Beberás la copa de tu hermana, la cual es honda y ancha. Servirá de mofa y de burla, pues es de abundante contenido. 33 Te llenarás de embriaguez y de dolor; copa de horror y de desolación es la copa de tu hermana Samaria. 34 La beberás hasta secarla; desmenuzarás sus fragmentos y desgarrarás tus pechos, porque yo he hablado”, dice el SEÑOR Dios[g].

35 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[h]: “Porque te olvidaste de mí y me echaste a tus espaldas, por eso tú también carga con tu infamia y con tu prostitución”.

36 Luego me habló el SEÑOR diciendo: “Oh hijo de hombre, ¿juzgarás tú a Ohola y a Oholiba? Entonces declárales sus abominaciones. 37 Porque han cometido adulterio y hay sangre en sus manos. Han cometido adulterio con sus ídolos; y aun a los hijos que me habían dado a luz los hicieron pasar por fuego[i] para servirles de alimento. 38 Además, me hicieron esto: Aquel mismo día contaminaron mi santuario y profanaron mis sábados, 39 pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, en el mismo día entraron en mi santuario para profanarlo. He aquí, así hicieron dentro de mi casa. 40 Además de esto enviaron a traer unos hombres de lejos, a los cuales se les había enviado mensajero. Y he aquí que vinieron. Para ellos te lavaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos. 41 Te sentaste sobre un suntuoso diván delante del cual había una mesa servida, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite. 42 Allí hubo un bullicio de una multitud despreocupada; sabeos fueron traídos del desierto, junto con hombres de la gente común. Y pusieron brazaletes sobre las manos de ellas y coronas hermosas sobre sus cabezas.

43 “Y acerca de la que está desgastada por sus adulterios, dije: ‘¿Ahora cometerán adulterio con ella, estando ella así?’. 44 Pues vinieron a ella como vienen a una mujer prostituta; así vinieron a Ohola y Oholiba, mujeres infames. 45 Pero los hombres justos las condenarán con la sentencia contra las adúlteras, y con la sentencia contra las que derraman sangre. Porque son adúlteras y hay sangre en sus manos.

46 “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[j]: ‘Que se haga que suba contra ellas la asamblea, y sean entregadas al terror y al pillaje. 47 La asamblea las apedreará y con sus espadas las eliminará. Matarán a sus hijos y a sus hijas, e incendiarán sus casas con fuego’. 48 Así haré cesar en la tierra la infamia. Todas las mujeres quedarán advertidas y no cometerán infamia como ustedes. 49 Yo haré[k] que su infamia recaiga sobre ustedes mismas, y cargarán con los pecados de su idolatría. Y sabrán que yo soy el SEÑOR Dios[l]”.

Salmos 70-71

Oración pidiendo liberación

70 Al músico principal. Salmo de David. Para conmemorar.

¡Ten a bien, oh Dios, librarme! ¡Oh SEÑOR, apresúrate a socorrerme!
Sean avergonzados y humillados los que buscan mi vida.
Vuelvan atrás y sean confundidos los que desean mi mal.
Vuelvan a causa de su vergüenza los que dicen: “¡Ajá, ajá!”.
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan.
Digan siempre los que aman tu salvación:
“¡Dios sea engrandecido!”.
Aunque yo sea pobre y necesitado, ¡apresúrate y ven a mí, oh Dios! Tú eres mi ayuda y mi libertador. ¡Oh SEÑOR, no te tardes!

Oración de un anciano en peligro

71 En ti, oh SEÑOR, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás.

Socórreme y líbrame en tu justicia. Inclina a mí tu oído y sálvame.
Sé tú mi roca fuerte
a donde recurra yo continuamente. Has mandado que yo sea librado porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
Oh Dios mío,
líbrame de la mano de los impíos,
de la mano de los perversos
y opresores.
Porque tú, oh SEÑOR Dios[a],
eres mi esperanza,
mi seguridad desde mi juventud.
Por ti he sido sustentado desde el vientre;
tú eres quien me sacó del seno
de mi madre.
Siempre será tuya mi alabanza.
Para muchos he sido objeto
de asombro
pero tú eres mi fuerte refugio.
Esté llena mi boca de tu alabanza,
de tu gloria todo el día.
No me deseches en el tiempo
de la vejez;
no me desampares cuando mi fuerza se acabe.
10 Porque mis enemigos han hablado contra mí,
y los que acechan mi vida consultan unidos
11 diciendo: “Dios lo ha abandonado. Persíganlo y captúrenlo,
porque no hay quien lo libre”.
12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, apresúrate a socorrerme.
13 Sean avergonzados y desfallezcan los adversarios de mi alma.
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que buscan mi mal.
14 Pero yo siempre esperaré;
te alabaré más y más.
15 Mi boca proclamará tu justicia
y tu salvación todo el día,
aunque no sepa enumerarlas.
16 Celebraré los poderosos hechos del SEÑOR Dios[b];
haré memoria de tu justicia,
que es solo tuya.
17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud;
hasta ahora he manifestado
tus maravillas.
18 Aun en la vejez y en las canas
no me desampares, oh Dios,
hasta que proclame a la posteridad
las proezas de tu brazo,
tu poderío a todos los que
han de venir,
19 y tu justicia, oh Dios, hasta lo sumo. Porque has hecho grandes cosas. ¡Oh Dios, quién como tú!
20 Tú, que me has hecho ver
muchas angustias y males,
volverás a darme vida
y de nuevo me levantarás
desde los abismos de la tierra.
21 Aumentarás mi grandeza
y me volverás a consolar.
22 Asimismo, oh Dios mío,
te alabaré con la lira.
Tu verdad cantaré con el arpa,
oh Santo de Israel.
23 Mis labios se alegrarán
cuando yo te cante salmos;
aun mi alma, a la cual has redimido.
24 También mi lengua hablará de tu justicia todo el día
porque fueron avergonzados y confundidos los que procuraban
mi mal.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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