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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
1 Samuel 17

Goliat desafía al ejército de Israel

17 Los filisteos reunieron sus tropas para la guerra y se congregaron en Soco, que pertenecía a Judá. Después acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim. También Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle de Ela y dispusieron la batalla contra los filisteos. Los filisteos estaban a un lado sobre una colina, y los israelitas al otro lado sobre otra colina; y el valle estaba entre ellos.

Entonces, de las tropas de los filisteos salió un paladín que se llamaba Goliat, de Gat. Este tenía de estatura casi tres metros. Llevaba un casco de bronce en la cabeza y estaba vestido con una cota de malla de bronce que pesaba cincuenta kilos. Sobre sus piernas tenía grebas de bronce y entre sus hombros llevaba una jabalina de bronce. El asta de su lanza parecía un rodillo de telar, y su punta de hierro pesaba siete kilos. Y su escudero iba delante de él. Entonces se detuvo y gritó al ejército de Israel, diciendo:

—¿Para qué salen a disponer la batalla? ¿No soy yo el filisteo, y ustedes los siervos de Saúl? ¡Escojan de entre ustedes un hombre que venga contra mí! Si él puede luchar conmigo y me vence, nosotros seremos sus esclavos. Pero si yo puedo más que él y lo venzo, ustedes serán nuestros esclavos y nos servirán. 10 —Y el filisteo añadió—: ¡Yo desafío hoy al ejército de Israel! ¡Denme un hombre para que luche contra mí!

11 Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del filisteo, se amedrentaron y tuvieron mucho temor.

David oye el desafío de Goliat

12 Ahora bien, David era hijo de un[a] hombre efrateo de Belén de Judá, que se llamaba Isaí y que tenía ocho hijos. En los días de Saúl este hombre era anciano, de edad muy avanzada[b]. 13 Los tres hijos mayores de Isaí habían ido tras Saúl a la guerra. Los nombres de sus tres hijos que habían ido a la guerra eran: Eliab el primogénito, Abinadab el segundo y Sama el tercero. 14 David era el menor. Y mientras los tres mayores habían ido tras Saúl, 15 David iba y volvía de donde estaba Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén.

16 Aquel filisteo se aproximaba por la mañana y por la tarde, presentándose así durante cuarenta días.

17 Isaí dijo a su hijo David:

—Toma ahora para tus hermanos veinte kilos de este grano tostado y estos diez panes, y llévalos de prisa al campamento donde están tus hermanos. 18 Lleva también estos diez quesos para el jefe de millar. Averigua si tus hermanos están bien y toma alguna prenda de ellos. 19 Saúl y ellos, con todos los hombres de Israel, están en el valle de Ela, combatiendo contra los filisteos.

20 David se levantó muy de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, tomó las cosas y se fue, como Isaí le había mandado. Llegó al círculo del campamento cuando las fuerzas disponían la batalla y daban el grito de guerra. 21 Los israelitas y los filisteos estaban dispuestos, ejército contra ejército.

22 Las cosas que David traía las dejó en manos del guarda del equipaje, y corrió hacia el ejército. Cuando llegó, saludó a sus hermanos, deseándoles paz. 23 Entonces, mientras hablaba con ellos, he aquí aquel paladín que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat, salió del ejército de los filisteos y repitió las mismas palabras, las cuales oyó David.

David se ofrece para luchar contra Goliat

24 Todos los hombres de Israel, al ver a aquel hombre, huían de su presencia y tenían mucho miedo. 25 Los hombres de Israel decían:

—¿Han visto a ese hombre que ha salido? Él se adelanta para desafiar a Israel. Y sucederá que al que lo venza, el rey lo enriquecerá con grandes riquezas, le dará su hija y eximirá de tributos a su casa paterna en Israel.

26 David habló a los que estaban junto a él y preguntó:

—¿Qué harán por el hombre que venza a ese filisteo y quite la afrenta de Israel? Porque, ¿quién es ese filisteo incircunciso para que desafíe a los escuadrones del Dios viviente?

27 La gente le respondió las mismas palabras, diciendo:

—Así se hará al hombre que lo venza.

28 Eliab, su hermano mayor, lo oyó hablar a los hombres. Entonces Eliab se encendió en ira contra David y le preguntó:

—¿Para qué has descendido acá? ¿Y con quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? ¡Yo conozco tu arrogancia y la malicia de tu corazón! ¡Has descendido para ver la batalla!

29 David respondió:

—¿Qué he hecho yo ahora? ¿No fue solo una palabra?

30 Se apartó de él hacia otro y preguntó lo mismo. Y la gente le respondió igual que antes.

31 Las palabras que David había dicho fueron oídas y le fueron referidas a Saúl, quien lo hizo venir. 32 Y David dijo a Saúl:

—No desmaye el corazón de nadie a causa de él. Tu siervo irá y luchará contra ese filisteo.

33 Saúl dijo a David:

—Tú no podrás ir contra ese filisteo para luchar contra él; porque tú eres un muchacho, y él es un hombre de guerra desde su juventud.

34 David respondió a Saúl:

—Tu siervo ha sido pastor de las ovejas de su padre. Y cuando venía un león o un oso y tomaba alguna oveja del rebaño, 35 yo salía tras él, lo hería y la rescataba de su boca. Si se levantaba contra mí, yo lo agarraba por la melena, lo hería y lo mataba. 36 Fuera león o fuera oso, tu siervo lo mataba. Ese filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los escuadrones del Dios viviente. 37 —Y David añadió—: ¡El SEÑOR, quien me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él me librará de la mano de ese filisteo!

Y Saúl dijo a David:

—¡Ve, y que el SEÑOR sea contigo!

Goliat desprecia y maldice a David

38 Saúl vistió a David con su propia armadura. Le puso un casco de bronce sobre su cabeza y lo vistió con una cota de malla. 39 Luego David se ciñó la espada de él sobre su ropa e intentó andar, porque no estaba acostumbrado. Entonces David dijo a Saúl:

—Yo no puedo andar con esto, porque no estoy acostumbrado.

David se quitó de encima aquellas cosas. 40 Entonces tomó su cayado en su mano y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en la bolsa pastoril, en el zurrón que llevaba. Y con su honda en su mano, se fue hacia el filisteo. 41 El filisteo venía acercándose a David, precedido de su escudero. 42 Cuando el filisteo miró y vio a David, lo tuvo en poco, porque era un joven de tez sonrosada y de hermoso semblante. 43 Y el filisteo preguntó a David:

—¿Acaso soy yo un perro para que vengas contra mí con palos?

El filisteo maldijo a David por sus dioses. 44 También el filisteo dijo a David:

—¡Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a los animales del campo!

45 Entonces David dijo al filisteo:

—Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina. Pero yo voy contra ti en el nombre del SEÑOR de los Ejércitos, Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado. 46 El SEÑOR te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré. Te cortaré la cabeza y daré hoy los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a los animales del campo. ¡Y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel! 47 También todos estos congregados sabrán que el SEÑOR no libra con espada ni con lanza. ¡Del SEÑOR es la batalla! ¡Y él te entregará en nuestra mano!

David mata a Goliat

48 Aconteció que cuando el filisteo se levantó y se fue acercando al encuentro de David, este se dio prisa y corrió al combate contra el filisteo. 49 Entonces David metió su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra y la arrojó con la honda, hiriendo al filisteo en la frente. La piedra quedó clavada en su frente, y este cayó de bruces en tierra. 50 Así venció David al filisteo con una honda y una piedra, y lo mató sin tener espada en su mano. 51 Entonces David corrió, se puso sobre el filisteo, y tomando la espada de este, la sacó de su vaina y lo mató cortándole la cabeza con ella.

Cuando los filisteos vieron muerto a su héroe, huyeron. 52 Entonces los hombres de Israel y de Judá se levantaron gritando, y persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat[c], y hasta las puertas de Ecrón. Los cadáveres de los filisteos yacían por el camino de Saraim hasta Gat y Ecrón.

53 Cuando los hijos de Israel volvieron de perseguir a los filisteos, les saquearon su campamento. 54 Luego David tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén, pero puso sus armas en su morada.

Amistad de David y Jonatán

55 Cuando Saúl vio a David que salía para encontrarse con el filisteo, preguntó a Abner, el jefe del ejército:

—Abner, ¿de quién es hijo ese joven?

Abner respondió:

56 —¡Vive tu alma, oh rey, que no lo sé!

El rey dijo:

—Pregunta, pues, de quién es hijo ese joven.

57 Cuando David volvía de matar al filisteo, teniendo la cabeza del filisteo en su mano, Abner lo tomó y lo llevó a Saúl.

58 Saúl le preguntó:

—Joven, ¿de quién eres hijo?

David respondió:

—Soy hijo de tu siervo Isaí, de Belén.

Romanos 15

15 Así que, los que somos más fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para el bien, con miras a la edificación. Porque Cristo no se agradó a sí mismo; más bien, como está escrito: Las afrentas de los que te afrentaron cayeron sobre mí[a]. Pues lo que fue escrito anteriormente fue escrito para nuestra enseñanza a fin de que, por la perseverancia y la exhortación de las Escrituras, tengamos esperanza. Y el Dios de la perseverancia y de la exhortación les conceda que tengan el mismo sentir los unos por los otros según Cristo Jesús para que, unánimes y a una sola voz, glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, recíbanse unos a otros como Cristo los recibió para la gloria de Dios.

El evangelio para todas las naciones

Digo, pues, que Cristo fue hecho ministro de la circuncisión a favor de la verdad de Dios para confirmar las promesas hechas a los patriarcas, y para que las naciones glorifiquen a Dios por la misericordia, como está escrito:

Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, y cantaré a tu nombre[b].

10 Y otra vez dice:

Alégrense, naciones, con su pueblo[c].

11 Y otra vez:

Alaben al Señor, todas las naciones;

y ensálcenle, pueblos todos[d].

12 Y otra vez dice Isaías:

Vendrá la raíz de Isaí,

y el que se levantará

para gobernar a las naciones;

y las naciones esperarán en él[e].

13 Que el Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Alcances del ministerio de Pablo

14 Pero yo mismo estoy persuadido de ustedes, hermanos míos, que ustedes también están colmados de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que pueden aconsejarse los unos a los otros. 15 Pero con bastante atrevimiento les he escrito para recordarles ciertos asuntos. Esto hago a causa de la gracia que me ha sido dada por Dios 16 para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles, ejerciendo el servicio sagrado del evangelio de Dios; y esto, con el fin de que la ofrenda de los gentiles sea bien recibida, santificada por el Espíritu Santo.

17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en las cosas que se refieren a Dios. 18 Porque no me atrevería a hablar de nada que Cristo no haya hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, por palabra y obra, 19 con poder de señales y prodigios, con el poder del Espíritu de Dios; de modo que desde Jerusalén hasta los alrededores del Ilírico[f] lo he llenado todo con el evangelio de Cristo. 20 De esta manera he procurado predicar el evangelio donde Cristo no era nombrado para no edificar sobre fundamento ajeno 21 sino, como está escrito: Verán aquellos a quienes nunca se les anunció acerca de él, y los que no han oído entenderán[g].

22 Por esta razón, he sido impedido muchas veces de ir a ustedes; 23 pero ahora, no teniendo más lugar en estas regiones y teniendo desde hace muchos años el gran deseo de ir a ustedes, 24 lo haré cuando viaje para España. Porque espero verlos al pasar y ser encaminado por ustedes allá, una vez que en algo me haya gozado con ustedes. 25 Pero ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. 26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres de entre los santos que están en Jerusalén. 27 Pues les pareció bien, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, ellos también deben servirles con sus bienes materiales. 28 Así que, cuando haya concluido esto y les haya entregado oficialmente este fruto, pasaré por ustedes a España. 29 Y sé que cuando vaya a ustedes llegaré con la abundancia de la bendición de Cristo.

30 Pero les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que luchen conmigo en oración por mí delante de Dios 31 para que yo sea librado de los desobedientes que están en Judea, y que mi servicio a Jerusalén sea del agrado de los santos 32 para que, al llegar a ustedes con gozo por la voluntad de Dios, encuentre descanso junto con ustedes. 33 Y el Dios de paz sea con todos ustedes. Amén.

Lamentaciones 2

Segunda lamentaciónb

א Álef

¡Cómo ha cubierto de nubes el Señor, en su ira, a la hija de Sion!

Derribó del cielo a la tierra el esplendor de Israel.
No se acordó del estrado de sus pies
en el día de su ira.

ב Bet

Ha destruido el Señor todas las moradas de Jacob y no ha tenido compasión. En su indignación derribó las fortalezas de la hija de Judá.
Las echó por tierra; ha profanado
al reino y a sus príncipes.

ג Guímel

Ha cortado, en el ardor de su ira, todo el poder de Israel.
Ha retirado su mano derecha ante el enemigo.
Y se ha encendido contra Jacob como llamarada de fuego que devora
en derredor.

ד Dálet

Entesó cual enemigo su arco
y afirmó su mano derecha.
Como adversario, mató cuanto era hermoso a los ojos.
En la morada de la hija de Sion derramó su enojo como fuego.

ה Hei

Se ha portado el Señor como enemigo; ha destruido a Israel.
Ha destruido todos sus palacios;
ha arruinado sus fortalezas.
Ha multiplicado en la hija de Judá
el lamento y la lamentación.

ו Vav

Como a un huerto, trató con violencia a su enramada;
destruyó su lugar de reunión.
El SEÑOR ha hecho olvidar en Sion
las solemnidades y los sábados.
Y en el furor de su ira desechó al rey
y al sacerdote.

ז Zayin

Ha abandonado el Señor su altar;
ha menospreciado su santuario. Ha entregado en mano del enemigo los muros de sus palacios.
En la casa del SEÑOR hicieron resonar su voz como en un día
de fiesta solemne.

ח Jet

Determinó el SEÑOR destruir
el muro de la hija de Sion.
Extendió el cordel; no retrajo
su mano de destruir.
Ha envuelto en luto el antemuro
y el muro; a una fueron derribados.

ט Tet

Se hundieron sus puertas en la tierra;
él destruyó y rompió sus cerrojos.
Su rey y sus príncipes están entre
las naciones. ¡Ya no hay ley!Tampoco sus profetas han encontrado visión de parte del SEÑOR.

י Yod

10 Se sentaron en tierra y quedaron en
silencio los ancianos de la hija de Sion. Echaron polvo sobre su cabeza,
y se vistieron de cilicio.
Bajaron su cabeza a tierra las vírgenes
de Jerusalén.

כ Kaf

11 Se agotan mis ojos a causa de
las lágrimas; mis entrañas hierven.Mi corazón se derrama por tierra a causa de la ruina de la hija de mi pueblo, mientras el niño pequeño y el que mama desfallecen en las calles de la ciudad.

ל Lámed

12 A sus madres dicen:
“¿Dónde están el trigo y el vino?”, mientras desfallecen como heridos
en las calles de la ciudad,
mientras derraman sus vidas en el
regazo de sus madres.

מ Mem

13 ¿A qué te compararé?[a]. ¿A qué te haré
semejante, oh hija de Jerusalén? ¿A qué te haré igual a fin de consolarte, oh virgen hija de Sion?
Porque grande como el mar
es tu quebranto.
¿Quién te podrá sanar?

נ Nun

14 Tus profetas vieron para ti
visiones vanas y sin valor.
No expusieron tu pecado para así evitar tu cautividad,
sino que vieron para ti visiones proféticas vanas y engañosas.

ס Sámej

15 Aplaudían contra ti todos
los que pasaban por el camino. Silbaban y sacudían su cabeza ante la hija de Jerusalén, diciendo: “¿Es esta la ciudad de la cual decían que era perfecta en hermosura,
el gozo de toda la tierra?”.

פ Pe

16 Abrían su boca contra ti
todos tus enemigos.
Silbaban y rechinaban los dientes
diciendo: “¡La hemos destruido! Ciertamente este es el día que
esperábamos; ¡lo hemos alcanzado,
lo hemos visto!”.

ע Ayin

17 Ha hecho el SEÑOR lo que se había propuesto; ha ejecutado su palabra. Como lo había decretado desde tiempos antiguos, destruyó
y no tuvo compasión.
Ha hecho que el enemigo se alegre
a causa de ti; ha enaltecido el poder
de tus adversarios.

צ Tsade

18 Clama al Señor el corazón de ellos. Oh muralla de la hija de Sion, derrama lágrimas como arroyo de día y de noche. No te des tregua ni descansen
las niñas de tus ojos.

ק Qof

19 Levántate y da voces en la noche,
en el comienzo de las vigilias.
Derrama como agua tu corazón ante
la presencia del Señor.
Levanta hacia él tus manos
por la vida de tus pequeñitos,
que han desfallecido por el hambre
en las entradas de todas las calles.

ר Resh

20 Mira, oh SEÑOR, y ve a quién has tratado así:
¿Acaso las mujeres habían de comer
su propio fruto, a los pequeñitos de sus tiernos desvelos?
¿Acaso el sacerdote y el profeta habían de ser muertos en el santuario del Señor?

ש Shin

21 Yacen por tierra en las calles
los muchachos y los ancianos. Mis vírgenes y mis jóvenes
han caído a espada.
Mataste en el día de tu furor; degollaste y no tuviste compasión.

ת Tav

22 Has convocado asamblea como en día de fiesta solemne; temores hay por todas partes.
Y en el día del furor del SEÑOR
no hubo quien escapara
ni quien sobreviviera.
A los que cuidé y crié, mi enemigo
ha exterminado.

Salmos 33

Alabanza al Dios creador y providente

33 Alégrense, oh justos, en el SEÑOR; a los rectos es hermosa la alabanza.

Den gracias al SEÑOR con lira; cántenle con arpa de diez cuerdas.
Cántenle un cántico nuevo;
háganlo bien, tocando con júbilo.
Porque recta es la palabra del SEÑOR,
y toda su obra ha sido hecha con verdad.
Él ama la justicia y el derecho;
de la misericordia del SEÑOR está llena la tierra.
Por la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos;
todo el ejército de ellos fue hecho por el soplo de su boca.
Él junta como un montón las aguas de los mares,
y guarda en depósitos los océanos.
Tema al SEÑOR toda la tierra;
témanle todos los habitantes
del mundo.
Porque él dijo, y fue hecho;
él mandó, y existió.
10 El SEÑOR hace nulo el consejo
de las naciones
y frustra las maquinaciones
de los pueblos.
11 El consejo del SEÑOR permanecerá para siempre,
y los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
12 ¡Bienaventurada la nación de la cual el SEÑOR es Dios,
el pueblo al cual escogió como posesión suya!
13 El SEÑOR ve desde los cielos; mira a todos los hijos del hombre.
14 Desde el lugar de su morada observa
a todos los habitantes de la tierra.
15 El que formó el corazón de todos ellos comprende todas sus obras.
16 El rey no es librado por la multitud del ejército;
el valiente no escapa por su
mucha fuerza.
17 Vano es el caballo para la victoria;
a pesar de su gran fuerza no
podrá librar.
18 El ojo del SEÑOR está sobre los que le temen,
sobre los que esperan
en su misericordia,
19 para librar el alma de ellos de la muerte
y para darles vida en tiempos de hambre.
20 Nuestra alma espera en el SEÑOR;
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
21 Por eso, nuestro corazón se alegra en él, porque en su santo nombre
hemos confiado.
22 Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros
según lo esperamos de ti.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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