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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
1 Samuel 13

Saúl ante la amenaza de los filisteos

13 iSaúl tenía [treinta]j años cuando comenzó a reinar, y reinó sobre Israel [cuarenta] y dosk años.

Saúl escogió para sí tres mil hombres de Israel; y de ellos dos mil estaban con Saúl en Micmas y en la región montañosa de Betel, y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín. Y despidió al resto del pueblo, cada uno a su morada.

Entonces Jonatán atacó el destacamento de los filisteos que había en Geba, y lo oyeron los filisteos. Luego Saúl hizo tocar la corneta por todo el país, diciendo: “¡Oigan los hebreos!”. Y todo Israel oyó que se decía: “Saúl ha atacado el destacamento de los filisteos, y también Israel se ha hecho odioso a los filisteos”. Entonces el pueblo fue convocado en Gilgal para seguir a Saúl.

También los filisteos se reunieron para combatir contra Israel, movilizando tres mil[a]carros, seis mil jinetes y gente tan numerosa como la arena de la orilla del mar. Ellos subieron y acamparon en Micmas, al este de Bet-avén.

Cuando los hombres de Israel se vieron en aprietos, porque el pueblo fue puesto en apuros, se escondieron en cuevas, grietas, peñascos, fosas y cisternas. Y algunos de los hebreos cruzaron el Jordán hacia la tierra de Gad y de Galaad.

Saúl actúa torpemente y es reprobado

Saúl estaba aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras él, temblando. Él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había señalado. Pero como Samuel no venía a Gilgal y el pueblo se le dispersaba, Saúl dijo:

—Tráiganme el holocausto y los sacrificios de paz.

Él ofreció el holocausto. 10 Y sucedió que al acabar de ofrecer el holocausto, he aquí que venía Samuel. Saúl le salió al encuentro para saludarlo 11 y Samuel le preguntó:

—¿Qué has hecho?

Saúl respondió:

—Cuando vi que el pueblo se me dispersaba, que tú no venías en el plazo señalado y que los filisteos estaban reuniéndose en Micmas, 12 entonces pensé: “Los filisteos descenderán ahora a Gilgal contra mí, y yo no he implorado el favor de SEÑOR”. Por eso me vi forzado y ofrecí el holocausto.

13 Entonces Samuel dijo a Saúl:

—Has actuado torpemente. No guardaste el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te dio. ¡Pues ahora el SEÑOR hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre! 14 Pero ahora tu reino no será duradero. El SEÑOR se ha buscado un hombre según su corazón, a quien el SEÑOR ha designado como el soberano de su pueblo, porque tú no has guardado lo que el SEÑOR te mandó.

15 Entonces Samuel se levantó y subió de Gilgal a Gabaa de Benjamín.

Los filisteos incursionan en Israel

Saúl pasó revista a la gente que se hallaba con él, unos seiscientos hombres. 16 Entonces Saúl, su hijo Jonatán y la gente que se hallaba con ellos se quedaron en Gabaa de Benjamín.

Los filisteos habían acampado en Micmas, 17 y de su campamento salieron los destructores en tres escuadrones. Un escuadrón se dirigió por el camino de Ofra hacia la tierra de Sual. 18 Otro escuadrón se dirigió hacia Bet-jorón, y el tercer escuadrón se dirigió hacia la región que mira al valle de Zeboím, hacia el desierto.

19 En toda la tierra de Israel no había un solo herrero, porque los filisteos habían dicho: “No sea que los hebreos se hagan espadas o lanzas”. 20 Todos los israelitas iban a los filisteos para afilar cada uno su reja de arado, su azadón, su hacha o su hoz[b]. 21 El afilado costaba siete gramos de plata, tanto para las rejas de arado, como para los azadones, los tridentes, las hachas o para afinar las aguijadas[c]. 22 Sucedió, pues, que en el día de la batalla no había ni una espada ni una lanza en poder de ninguno de los que estaban con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y su hijo Jonatán, que sí las tenían.

23 Después el destacamento de los filisteos se dirigió al paso de Micmas.

Romanos 11

El remanente de Israel

11 Por tanto, pregunto: ¿Acaso rechazó Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque yo mismo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. Dios no rechazó a su pueblo, al cual conoció de antemano. ¿O no saben lo que dicen las Escrituras en el caso de Elías cuando se quejó ante Dios contra Israel? Dice: Señor, han matado a tus profetas y han derribado tus altares; y yo he quedado solo, y procuran quitarme la vida[a]. Pero, ¿qué le dice la respuesta divina? He dejado para mí siete mil hombres que no han doblado la rodilla delante de Baal[b]. Así también, en este tiempo presente se ha levantado un remanente según la elección de gracia. Y si es por la gracia no procede de las obras; de otra manera, la gracia ya no sería gracia[c].

¿Qué, pues? Lo que Israel busca, eso no alcanzó, pero los elegidos sí lo alcanzaron; y los demás fueron endurecidos, como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos para no ver, y oídos para no oír[d], hasta el día de hoy.

Y David dice:

Que su mesa se convierta en trampa y red, en tropezadero y retribución para ellos.

10 Que sus ojos se oscurezcan para no ver, y haz que su espalda se doblegue para siempre[e].

La inclusión de los gentiles

11 Pregunto pues: ¿Acaso tropezaron para que cayesen? ¡De ninguna manera! Más bien, con la transgresión de ellos ha venido la salvación a los gentiles para que aquellos sean provocados a celos. 12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo y su fracaso es la riqueza de los gentiles, ¡cuánto más será la plena restauración de ellos!

13 Y a ustedes, los gentiles, les digo: Por cuanto yo soy apóstol de los gentiles, honro mi ministerio 14 por si de alguna manera pueda provocar a celos a los de mi carne y hacer salvos a algunos de ellos. 15 Porque si la exclusión de ellos resulta en la reconciliación del mundo, ¡qué será su readmisión sino vida de entre los muertos! 16 Si la primicia es santa, también lo es toda la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.

17 Y si algunas de las ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas y has sido hecho copartícipe de la raíz —es decir, de la abundante savia del olivo— 18 no te jactes contra las demás ramas. Pero aunque te jactes en contra de ellas, no eres tú quien sustentas a la raíz sino la raíz a ti. 19 Entonces dirás: “Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 Está bien; por su incredulidad fueron desgajadas. Pero tú por tu fe estás firme. No te ensoberbezcas sino teme; 21 porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22 Considera, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron; pero la bondad para contigo, si permaneces en su bondad. De otra manera, tú también serás cortado. 23 Y ellos también, si no permanecen en incredulidad, serán injertados; porque Dios es poderoso para injertarlos de nuevo. 24 Pues si tú fuiste cortado del olivo silvestre y, contra la naturaleza, fuiste injertado en el buen olivo, ¡cuánto más estos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo!

La restauración de Israel

25 Hermanos, para que no sean sabios en su propio parecer no quiero que ignoren este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. 26 Y así todo Israel será salvo, como está escrito:

Vendrá de Sion el libertador; quitará de Jacob la impiedad[f],

27 Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados[g].

28 Así que, en cuanto al evangelio son enemigos por causa de ustedes, pero en cuanto a la elección son amados por causa de los padres; 29 porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. 30 De igual manera, ustedes en otro tiempo eran desobedientes a Dios, pero ahora han alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos. 31 Asimismo, ellos han sido desobedientes en este tiempo para que, por la misericordia concedida a ustedes, también a ellos les sea ahora concedida misericordia. 32 Porque Dios encerró a todos bajo desobediencia para tener misericordia de todos.

Doxología

33 ¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos! 34 Porque:

¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién llegó a ser su consejero?[h].

35 ¿O quién le ha dado a él primero para que sea recompensado por él?[i].

36 Porque de él y por medio de él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Jeremías 50

Profecía acerca de Babilonia y de Sion

50 La palabra que el SEÑOR habló por medio del profeta Jeremías acerca de Babilonia y acerca de la tierra de los caldeos: “Anuncien en las naciones y proclamen. Levanten bandera; anúncienlo y no lo encubran. Digan: ‘Tomada es Babilonia, Bel es avergonzado, Marduc es hecho pedazos. Sus imágenes son avergonzadas, y sus ídolos hechos pedazos’. Porque desde el norte subirá contra ella una nación, la cual convertirá su tierra en objeto de horror. No habrá nadie que la habite. Tanto los hombres como los animales huirán; se irán.

“En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, vendrán los hijos de Israel, junto con los hijos de Judá. Irán andando y llorando, y buscarán al SEÑOR su Dios. Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus caras, y vendrán[a] y se unirán al SEÑOR en pacto eterno que jamás será echado al olvido.

“Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar. Las descarriaron por las colinas; anduvieron de monte en colina, y se olvidaron de sus prados de reposo.

Todos los que los hallaban los devoraban. Y sus enemigos decían: ‘No somos culpables, por cuanto son ellos los que han pecado contra el SEÑOR, su morada de justicia contra el SEÑOR, la esperanza de sus padres’.

“Huyan de en medio de Babilonia y salgan de la tierra de los caldeos. Sean como los carneros que van delante del rebaño. Porque he aquí que yo levanto y hago subir contra Babilonia una asamblea de grandes naciones de la tierra del norte. Dispondrán batalla contra ella, y desde allí será tomada. Sus flechas, como las de un diestro guerrero, no volverán vacías.

10 “Caldea será para despojo. Todos los que la despojen quedarán saciados, dice el SEÑOR. 11 Aunque se alegran y gozan, oh saqueadores de mi heredad; aunque brincan como ternera en el pastizal[b] y relinchan como corceles, 12 la madre de ustedes se avergonzará sobremanera. Se volverá pálida la que los dio a luz. He aquí, será la última de las naciones: desierto, sequedal y tierra árida. 13 Por causa de la ira del SEÑOR no será habitada, y quedará totalmente desolada. Toda persona que pase por Babilonia se asombrará y silbará por causa de todas sus plagas.

14 “Dispongan batalla contra Babilonia, alrededor de ella, todos los que entesan el arco. Tiren contra ella, no escatimen flechas; porque ha pecado contra el SEÑOR. 15 Griten contra ella en derredor: ‘¡Se ha rendido!’. Han caído sus torres; sus muros han sido derribados, porque esta es la venganza del SEÑOR. Tomen venganza contra ella; hagan como ella hizo. 16 Eliminen de Babilonia al sembrador y al que toma la hoz en el tiempo de la siega. Ante la espada opresora, cada cual mirará hacia su propio pueblo, y cada cual huirá a su propio país.

17 “Oveja descarriada es Israel; los leones la ahuyentaron. Primero la devoró el rey de Asiria; y finalmente la deshuesó Nabucodonosor, rey de Babilonia. 18 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19 A Israel traeré de nuevo a su pastizal, y pacerá en el Carmelo y en Basán. En los montes de Efraín y en Galaad se saciará su alma. 20 En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, será buscada la maldad de Israel, y no aparecerá; los pecados de Judá, y no serán hallados más. Porque perdonaré al remanente que yo haya dejado.

21 “Sube contra la tierra de Merataim, y contra los habitantes de Pecod. Devasta y destruye tras ellos, dice el SEÑOR; haz conforme a todo lo que yo te he mandado. 22 Estruendo de guerra hay en la tierra, y gran quebrantamiento. 23 ¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo ha sido convertida Babilonia en objeto de horror en medio de las naciones! 24 Te puse trampas, oh Babilonia. Fuiste atrapada, ¡y tú no lo supiste! Fuiste hallada y también fuiste apresada, porque contendiste contra el SEÑOR. 25 El SEÑOR ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su furor, porque esta es obra del SEÑOR Dios de los Ejércitos en la tierra de los caldeos.

26 “Vengan contra ella desde los confines. Abran sus graneros; conviértanla en montones y destrúyanla por completo. ¡Que no le queden sobrevivientes! 27 Destruyan todos sus toros. ¡Que desciendan al matadero! ¡Ay de ellos! Porque ha venido su día, el tiempo de su castigo. 28 ¡Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, para anunciar en Sion la venganza del SEÑOR nuestro Dios, la venganza por su templo! 29 Convoquen contra Babilonia a los arqueros, a todos los que entesan el arco. Asienten campamentos contra ella en derredor. No haya en ella quien escape; retribúyanle según su obra. Hagan con ella conforme a todo lo que hizo; porque contra el SEÑOR se insolentó, contra el Santo de Israel. 30 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día, dice el SEÑOR.

31 “He aquí, yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el SEÑOR Dios[c] de los Ejércitos; porque ha llegado tu día, el tiempo en que te he de castigar. 32 El soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante. Encenderé fuego en sus ciudades, el cual devorará todos sus alrededores”.

33 Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “Oprimidos están los hijos de Israel y los hijos de Judá. Todos los que los tomaron cautivos los retuvieron; no los quisieron soltar. 34 Pero su Redentor es fuerte; el SEÑOR de los Ejércitos es su nombre. Ciertamente abogará por la causa de ellos para hacer reposar la tierra y turbar a los habitantes de Babilonia.

35 “La espada viene contra los caldeos, dice el SEÑOR; contra los habitantes de Babilonia, contra sus magistrados y contra sus sabios. 36 La espada viene contra los adivinos, y serán entontecidos; la espada viene contra sus valientes, y serán destrozados. 37 La espada viene contra sus caballos y sobre sus carros; viene contra toda clase de gente que hay en medio de ella, y serán como mujeres. La espada viene contra sus tesoros, y serán saqueados. 38 Sequedad viene sobre sus aguas, y se secarán. Porque es tierra de imágenes, y por sus ídolos horribles se enloquecen.

39 “Por tanto, allí morarán las fieras del desierto con las hienas; también habitarán en ella los avestruces. Nunca más será habitada ni será poblada de generación en generación. 40 Como cuando Dios trastornó a Sodoma, a Gomorra y a las ciudades vecinas, dice el SEÑOR, no morará allí nadie ni la habitará hijo de hombre.

41 “He aquí que viene un pueblo del norte; una gran nación y muchos reyes se despertarán en los confines de la tierra. 42 Empuñan el arco y la lanza. Son crueles; no tienen misericordia. Su estruendo resuena como el mar. Montan a caballo y como un solo hombre se disponen para la batalla contra ti, oh hija de Babilonia.

43 “El rey de Babilonia oyó de su fama, y sus manos se debilitaron. La angustia se apoderó de él, dolor como de mujer que da a luz. 44 He aquí que subirá como un león desde la espesura del Jordán, contra el pastizal perenne. Pero de pronto lo haré correr de allí, y la encargaré a quien sea escogido. Porque, ¿quién es como yo? ¿Quién me convocará? ¿Quién será aquel pastor que pueda prevalecer delante de mí? 45 Por tanto, oigan la decisión que el SEÑOR ha tomado contra Babilonia, los planes que ha hecho contra la tierra de los caldeos: Ciertamente hasta los más pequeños del rebaño serán arrastrados; ciertamente su pastizal será devastado junto con ellos. 46 Ante el grito de que Babilonia ha sido tomada, la tierra se estremecerá, y su griterío se oirá entre las naciones”.

Salmos 28-29

El SEÑOR escucha la oración

28 Salmo de David.

A ti clamaré, oh SEÑOR;
Roca mía, no te hagas el sordo para conmigo.
No suceda que, por quedarte en
silencio ante mí,
yo llegue a ser semejante a los que descienden a la fosa.
Escucha la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
cuando alzo mis manos hacia tu lugar santísimo.
No me arrastres junto con los impíos, con los que hacen iniquidad, los cuales hablan de paz a su prójimo pero la maldad está en su corazón.
Dales conforme a sus hechos
y conforme a la maldad de sus actos. Dales conforme a la obra de sus manos. ¡Dales su recompensa!
Porque no atendieron a los hechos del SEÑOR
ni a la obra de sus manos,
él los derribará y no los volverá a edificar.
Bendito sea el SEÑOR,
que oyó la voz de mis ruegos.
El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo;
en él esperó mi corazón.
Fui ayudado, y se gozó mi corazón; con mi canción le alabaré.
El SEÑOR es la fuerza de su pueblo,
la fortaleza de salvación para su ungido.
Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréalos y enaltécelos para siempre.

La voz del SEÑOR en la tormenta

29 Salmo de David.

Den al SEÑOR, oh hijos
de los fuertes;
den al SEÑOR la gloria y el poder.
Den al SEÑOR la gloria debida
a su nombre.
Adoren al SEÑOR en la hermosura de la santidad.
Voz del SEÑOR sobre las aguas: ¡Truena el Dios de gloria!
¡Es SEÑOR sobre las caudalosas aguas!
Voz del SEÑOR con poder;
voz del SEÑOR con gloria.
Voz del SEÑOR que quiebra los cedros;
el SEÑOR despedaza los cedros del Líbano.
Los hace saltar como terneros;
al Líbano y al Sirión hizo saltar como crías de toros salvajes.
Voz del SEÑOR que aviva
las llamas de fuego.
Voz del SEÑOR que estremece
al desierto.
El SEÑOR estremece al desierto
de Cades.
La voz del SEÑOR estremece
las encinas
y desnuda los bosques.
Y en su templo todos los suyos proclaman su gloria.
10 El SEÑOR se sentó ante el diluvio;
el SEÑOR se sentó como rey para siempre.
11 El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo;
el SEÑOR bendecirá a su pueblo con paz.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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