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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
1 Samuel 11

Saúl libra a Jabes del ataque amonita

11 Najas el amonita subió y acampó contra Jabes, en Galaad, y todos los hombres de Jabes dijeron a Najas:

—Haz alianza con nosotros, y te serviremos.

Najas el amonita les respondió:

—Haré alianza con ustedes con esta condición: que a cada uno de ustedes le saque el ojo derecho, de modo que yo ponga esta afrenta sobre todo Israel.

Entonces los ancianos de Jabes le dijeron:

—Danos siete días, para que enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel. Si no hay quien nos libre, nos rendiremos a ti.

Cuando los mensajeros llegaron a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras a oídos del pueblo. Y todo el pueblo alzó su voz y lloró. Y he aquí que Saúl venía del campo, tras los bueyes. Y Saúl preguntó:

—¿Qué le pasa al pueblo, para que llore?

Entonces le repitieron las palabras de los hombres de Jabes. Y cuando Saúl oyó estas palabras, el Espíritu de Dios descendió con poder sobre él, y se encendió su ira en gran manera. Él tomó un par de bueyes, los cortó en pedazos y los envió por medio de mensajeros a todo el territorio de Israel, diciendo: “Así se hará con los bueyes del que no salga tras Saúl y Samuel”.

Entonces el temor del SEÑOR cayó sobre el pueblo, y salieron como un solo hombre. Saúl les pasó revista en Bezec: Los hijos de Israel eran trescientos mil, además de treinta mil hombres de Judá. Y a los mensajeros que habían venido les dijeron: “Así dirán a los hombres de Jabes, en Galaad: ‘Mañana, a la hora de más calor, serán librados’”.

Los mensajeros llegaron y lo dijeron a los hombres de Jabes, quienes se alegraron. 10 Entonces los hombres de Jabes respondieron a sus enemigos:

—Mañana nos rendiremos a ustedes, para que hagan con nosotros todo lo que les parezca bien.

11 Y sucedió que al día siguiente, Saúl distribuyó el pueblo en tres escuadrones. Luego entraron en medio del campamento durante la vigilia de la mañana, e hirieron a los amonitas hasta la hora de más calor. Y sucedió que los que quedaron se dispersaron de tal manera que no quedaron dos de ellos juntos.

Saúl es confirmado rey en Gilgal

12 Entonces el pueblo preguntó a Samuel:

—¿Quiénes son los que decían: “¿Ha de reinar Saúl sobre nosotros?”. ¡Entréguennos a esos hombres para que les demos muerte!

13 Saúl respondió:

—No morirá nadie en este día, porque el SEÑOR ha dado hoy una victoria en Israel.

14 Entonces Samuel dijo al pueblo:

—¡Vengan y vayamos a Gilgal para que confirmemos allí el reino!

15 Todo el pueblo acudió a Gilgal, y allí en Gilgal proclamaron rey a Saúl, delante del SEÑOR. Allí también ofrecieron sacrificios de paz delante del SEÑOR, y allí Saúl y todos los hombres de Israel se alegraron muchísimo.

Romanos 9

Israel en el plan de Dios

Digo la verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia da testimonio conmigo en el Espíritu Santo de que tengo una gran tristeza y un continuo dolor en el corazón: porque desearía yo mismo ser separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los que son mis familiares según la carne. Ellos son israelitas de los cuales son la adopción, la gloria, los pactos[a], la promulgación de la ley, el culto y las promesas. De ellos son los patriarcas; y de ellos, según la carne, proviene el Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos[b]. Amén.

No es que haya fallado la palabra de Dios; porque no todos los nacidos de Israel son de Israel, ni por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos, sino que en Isaac será llamada tu descendencia[c]. Esto quiere decir que no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios; más bien, los hijos de la promesa son contados como descendencia. Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo[d]. 10 Y no solo esto, sino que también cuando Rebeca concibió de un hombre, de Isaac nuestro padre, 11 y aunque todavía no habían nacido sus hijos ni habían hecho bien o mal —para que el propósito de Dios dependiese de su elección, 12 no de las obras sino del que llama—, a ella se le dijo: “El mayor servirá al menor”[e], 13 como está escrito: A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí[f].

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Acaso hay injusticia en Dios?[g]. ¡De ninguna manera! 15 Porque dice a Moisés: Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y me compadeceré de quien me compadezca[h]. 16 Por lo tanto, no depende del que quiere ni del que corre sino de Dios quien tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice al faraón: Para esto mismo te levanté, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra[i]. 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia; pero a quien quiere, endurece.

La misericordia y la ira de Dios

19 Luego me dirás: “¿Por qué todavía inculpa? Porque, ¿quién ha resistido a su voluntad?”. 20 Antes que nada, oh hombre, ¿quién eres tú para que contradigas a Dios? ¿Dirá el vaso formado al que lo formó: “¿Por qué me hiciste así?”. 21 ¿O no tiene autoridad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso común? 22 ¿Y qué hay si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira que han sido preparados para destrucción? 23 ¿Y qué hay si él hizo esto para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia que había preparado de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no solo de entre los judíos sino también de entre los gentiles? 25 Como también en Oseas dice: Al que no era mi pueblo llamaré pueblo mío, y a la no amada, amada. 26 Y será que, en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, allí serán llamados hijos del Dios viviente[j].

27 También Isaías proclama con respecto a Israel: Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, el remanente será salvo. 28 Porque el Señor ejecutará su palabra pronto y con vigor[k] sobre la tierra[l].

29 Y como dijo antes Isaías: Si el Señor de los Ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, habríamos llegado a ser como Sodoma y seríamos semejantes a Gomorra[m].

Israel y la salvación

30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, quienes no iban tras la justicia, alcanzaron la justicia —es decir, la justicia que procede de la fe— 31 mientras que Israel, que iba tras la ley de justicia, no alcanzó la ley. 32 ¿Por qué? Porque no era por fe, sino por obras[n]. Tropezaron en la piedra de tropiezo, 33 como está escrito:

He aquí pongo en Sion una piedra de tropiezo y una roca de escándalo; y aquel que cree en él no será avergonzado[o].

Jeremías 48

Profecía acerca de Moab

48 En cuanto a Moab, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “¡Ay de Nebo, porque es destruido! Quiriataim es avergonzada y capturada; la ciudadela es avergonzada y arrasada. No hay más alabanza para Moab. En Hesbón planearon el desastre contra ella, diciendo: ‘Vengan, eliminémosla de entre las naciones’. Tú también, Madmena, serás silenciada; la espada irá en pos de ti.

“Voz de clamor proviene de Horonaim: ‘¡Destrucción y gran quebranto!’. Moab ha sido quebrantado; oigan el griterío de sus pequeños. Por la cuesta de Lujit sube con llanto continuo; por la bajada de Horonaim los enemigos oyen el clamor del quebranto. Huyan, salven sus vidas y sean como el asno montés[a] en el desierto. Por cuanto confiaste en tus obras y tesoros, tú también serás tomado. Quemós será llevado en cautividad, junto con sus sacerdotes y principales. Vendrá el destructor a cada ciudad, y ninguna escapará. También será arruinado el valle, y será destruida la llanura, como ha dicho el SEÑOR.

“Den alas a Moab, porque se irá volando. Sus ciudades serán desoladas hasta no quedar en ellas habitante. 10 ¡Maldito el que haga con negligencia la obra del SEÑOR! ¡Maldito el que retraiga su espada de la sangre!

11 “Tranquilo estaba Moab desde su juventud; sobre sus sedimentos ha estado reposado. No ha sido vaciado de vaso en vaso ni ha ido en cautividad. Por eso ha quedado en él su sabor, y su olor no se ha mutado. 12 Por tanto, he aquí que vienen días, dice el SEÑOR, en que yo le enviaré quienes lo hagan vaciar, y lo vaciarán. Dejarán vacías sus vasijas y destrozarán sus tinajas. 13 Moab se avergonzará de Quemós, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, en la cual puso su confianza. 14 ¿Cómo dirán: ‘Somos valientes y hombres fuertes para la guerra’? 15 Destruido está Moab; han escalado sus ciudades. La flor de su juventud descendió al degolladero, dice el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los Ejércitos. 16 El desastre de Moab está próximo a venir, y su calamidad se apresura mucho. 17 Compadézcanse de él todos los que están alrededor suyo; todos los que conocen su nombre, digan: ‘¡Cómo se ha roto el poderoso cetro, la vara gloriosa!’.

18 “Desciende de la gloria; siéntate sobre tierra sedienta, oh moradora de Dibón; porque el destructor de Moab ha subido contra ti y ha destruido tus fortalezas. 19 Ponte de pie en el camino y mira, oh moradora de Aroer. Pregunta al que va huyendo y di a la que se escapa: ‘¿Qué ha acontecido?’. 20 Moab ha sido avergonzado, porque es arrasado. Lamenten y griten; anuncien junto al Arnón que Moab es destruido, 21 y que ha venido juicio a la tierra de la llanura; a Holón, a Jahaz, sobre Mefaat; 22 sobre Dibón, sobre Nebo y sobre Bet-diblataim; 23 sobre Quiriataim, sobre Bet-gamul y sobre Bet-maón; 24 sobre Queriot, sobre Bosra y sobre todas las ciudades de la tierra de Moab; las de lejos y las de cerca. 25 Cortado es el poder de Moab, y su brazo es quebrantado, dice el SEÑOR. 26 Embriáguenlo, porque contra el SEÑOR se engrandeció; Moab se revolcará en su propio vómito, y también él será objeto de burla. 27 ¿Acaso no te sirvió de burla Israel, como si lo hubieran sorprendido entre ladrones? Porque desde que de él has hablado, has movido la cabeza.

28 “Dejen las ciudades y habiten en peñascos, oh habitantes de Moab. Sean como la paloma que hace su nido en los bordes del precipicio. 29 Hemos oído de la soberbia de Moab, que es muy soberbio; de su altanería, de su soberbia, de su arrogancia y de la altivez de su corazón. 30 Yo conozco su cólera, dice el SEÑOR; pero vano es aquello de que se jacta, y vano es lo que hacen.

31 “Por tanto, lamentaré sobre Moab; clamaré sobre todo Moab, y gemiré por los hombres de Quir-jaréset[b]. 32 Lloraré por ti más que por Jazer, oh vid de Sibma. Tus brotes pasaban las aguas y llegaban hasta las aguas de Jazer. Sobre tus frutos de verano y sobre tu vendimia ha caído el destructor. 33 La alegría y el regocijo han sido quitados del campo fértil, de la tierra de Moab. He hecho cesar el vino de los lagares; nadie los pisa con grito de júbilo. No hay grito de júbilo.

34 “El clamor de Hesbón llega hasta Eleale; hasta Jahaz dan su voz. Desde Zoar hasta Horonaim y Eglat-selisiyá[c]; porque también las aguas de Nimrim quedan desoladas. 35 Haré cesar en Moab a quien ofrezca holocaustos en un lugar alto, y a quien ofrezca incienso a sus dioses, dice el SEÑOR. 36 Por tanto, mi corazón gime como flautas por Moab. Asimismo, mi corazón gime como flautas por los hombres de Quir-jaréset[d], pues perecieron las riquezas que había adquirido. 37 Porque toda cabeza ha sido rapada, y toda barba rasurada. Sobre todas las manos hay sajaduras; y sobre los lomos, cilicio. 38 Todo es llanto sobre todas las azoteas y plazas de Moab, porque he quebrantado a Moab como a vasija despreciada, dice el SEÑOR. 39 ¡Cómo ha sido destruido! ¡Cómo lamentan! ¡Cómo ha vuelto Moab la espalda, avergonzado! Moab ha sido convertido en objeto de burla y de horror para todos los que están en su alrededor. 40 Porque así ha dicho el SEÑOR: He aquí que como águila remontará vuelo, y hacia Moab extenderá las alas. 41 Las ciudades serán tomadas, y sus fortificaciones capturadas. En aquel día el corazón de los valientes de Moab será como el corazón de una mujer en angustia. 42 Moab será destruido y dejará de ser pueblo, porque se engrandeció contra el SEÑOR. 43 Terror, fosa y trampa hay contra ti, oh habitante de Moab, dice el SEÑOR. 44 El que huya del terror caerá en la fosa; el que salga de la fosa quedará atrapado en la trampa. Porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su castigo, dice el SEÑOR.

45 “A la sombra del Hesbón, los que huyen se detienen por falta de fuerzas. Porque fuego salió de Hesbón, y llama de en medio de Sejón; consumió las sienes de Moab y la coronilla de los hijos revoltosos. 46 ¡Ay de ti, oh Moab! ¡Ha perecido el pueblo de Quemós! Porque tus hijos son tomados en cautividad, y tus hijas en cautiverio. 47 Sin embargo, al final de los tiempos restauraré a Moab de la cautividad”, dice el SEÑOR.

Hasta aquí es el juicio contra Moab.

Salmos 25

Plegaria en medio de la aflicción

25 [a] Salmo de David.

A ti, oh SEÑOR,
levantaré mi alma.
¡Dios mío, en ti confío!
No sea yo avergonzado.
No triunfen sobre mí mis enemigos.
Ciertamente ninguno de los que confían en ti será avergonzado.
Serán avergonzados los que se
rebelan sin causa.
Muéstrame, oh SEÑOR, tus caminos; enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad
y enséñame
porque tú eres el Dios de
mi salvación.
En ti he esperado todo el día.
Acuérdate, oh SEÑOR,
de tu compasión y de tu misericordia que son perpetuas.
No te acuerdes de los pecados de
mi juventud ni de mis rebeliones. Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, por tu bondad,
oh SEÑOR.
Bueno y recto es el SEÑOR;
por eso él enseñará a los pecadores
el camino.
Encaminará a los humildes
en la justicia
y enseñará a los humildes su camino.
10 Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad
para con los que guardan su pacto
y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad porque es grande.
12 ¿Qué hombre es el que teme
al SEÑOR?
Él le enseñará el camino que ha
de escoger.
13 Su alma reposará en bienestar,
y sus descendientes heredarán
la tierra.
14 El secreto del SEÑOR es para los que le temen;
a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos están siempre puestos en
el SEÑOR
porque él sacará mis pies de la red.
16 Mírame y ten misericordia de mí porque estoy solitario y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mis afanes; perdona todos mis pecados.
19 Mira cómo se han multiplicado mis enemigos,
y con odio violento me aborrecen.
20 Guarda mi alma y líbrame;
no sea yo avergonzado
porque en ti me he refugiado.
21 La integridad y la rectitud me guarden porque en ti he esperado.
22 Redime, oh Dios, a Israel
de todas sus angustias.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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