Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Deuteronomio 18

Honorarios de los sacerdotes levitas

18 “Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad con Israel. Ellos comerán de las ofrendas quemadas al SEÑOR y de la parte[a] que les pertenece. No tendrán heredad entre sus hermanos, pues el SEÑOR es su heredad, como él se lo ha prometido[b].

“Esto es lo que corresponde a los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecen sacrificios, ya sea de toros o de corderos: Se dará al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el estómago. Le darás las primicias de tu grano, de tu vino nuevo y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas. Porque el SEÑOR tu Dios lo ha escogido de entre todas las tribus para que esté dedicado a servir en el nombre del SEÑOR, él y sus hijos, para siempre.

“Cuando un levita salga de alguna de tus ciudades de todo Israel donde ha habitado y vaya con todo el deseo de su alma al lugar que el SEÑOR haya escogido, servirá en el nombre del SEÑOR su Dios como todos sus hermanos, los levitas que están allí delante del SEÑOR. Y tendrá igual porción que los demás, aparte de la venta de su patrimonio familiar.

Contra la hechicería

“Cuando hayas entrado en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no aprenderás a hacer las abominaciones de aquellas naciones: 10 No sea hallado en ti quien haga pasar por fuego a su hijo o a su hija ni quien sea mago ni exorcista ni adivino ni hechicero 11 ni encantador, ni quien pregunte a los espíritus, ni espiritista, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque cualquiera que hace estas cosas es una abominación al SEÑOR. Y por estas abominaciones el SEÑOR tu Dios los echa de delante de ti.

13 “Serás íntegro para con el SEÑOR tu Dios. 14 Estas naciones que vas a desalojar escuchan a quienes conjuran a los espíritus y a los encantadores, pero a ti no te lo ha permitido el SEÑOR tu Dios.

Un futuro profeta como Moisés

15 “El SEÑOR tu Dios te levantará un profeta como yo de en medio de ti, de entre tus hermanos. A él escucharán. 16 Conforme a todo lo que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: ‘No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, ni vuelva yo a ver este gran fuego; no sea que yo muera’, 17 el SEÑOR me dijo: ‘Está bien lo que han dicho. 18 Les levantaré un profeta como tú, de entre sus hermanos. Yo pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande. 19 Y al hombre que no escuche mis palabras que él hablará en mi nombre, yo le pediré cuentas. 20 Pero el profeta que se atreva a hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá’.

21 “Puedes decir en tu corazón: ‘¿Cómo discerniremos la palabra que el SEÑOR no ha hablado?’. 22 Cuando un profeta hable en el nombre del SEÑOR y no se cumpla ni acontezca lo que dijo, esa es la palabra que el SEÑOR no ha hablado. Con soberbia la habló aquel profeta; no tengas temor de él.

Salmos 105

Dios en la historia de Israel

105 ¡Den gracias al SEÑOR! ¡Invoquen su nombre!

Den a conocer entre los pueblos sus hazañas.
Cántenle, cántenle salmos;
hablen de todas sus maravillas.
Gloríense en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.
Busquen al SEÑOR y su poder; busquen continuamente su rostro.
Acuérdense de las maravillas
que ha hecho,
de sus prodigios y de los juicios
de su boca,
oh ustedes, descendientes de Abraham[a], su siervo;
hijos de Jacob, sus escogidos.
Él es el SEÑOR, nuestro Dios;
en toda la tierra están sus juicios.
Se acordó para siempre de su pacto[b]
—de la palabra que mandó para mil generaciones—,
el cual hizo con Abraham;
y de su juramento a Isaac.
10 Lo confirmó a Jacob por estatuto, como pacto sempiterno a Israel,
11 diciendo: “A ti[c] daré la tierra de Canaán
como la porción que poseerán”.
12 Cuando eran pocos en número, muy pocos y forasteros en ella;
13 cuando andaban de nación en nación
y de un reino a otro pueblo,
14 no permitió que nadie los oprimiese; más bien, por causa de ellos castigó a reyes.
15 Dijo: “¡No toquen a mis ungidos,
ni hagan mal a mis profetas!”.
16 Cuando trajo hambre sobre la tierra
y cortó todo el sustento de pan,
17 ya había enviado delante de ellos
a un hombre,
a José[d], que fue vendido como
esclavo.
18 Afligieron con grilletes sus pies,
y a su cuello pusieron cadena de hierro
19 hasta que se cumplió su palabra,
y el dicho del SEÑOR lo aprobó.
20 Entonces el rey mandó que
lo soltaran;
el soberano de los pueblos lo desató.
21 Lo puso como señor de su casa[e]
y como gobernador de toda
su posesión
22 para que disciplinara a su gusto a los grandes
y a sus ancianos enseñara sabiduría.
23 Después entró Israel en Egipto,
y Jacob fue extranjero en la tierra
de Cam[f].
24 Dios hizo que su pueblo fuera muy fecundo,
y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
25 Cambió el corazón de estos
para que aborreciesen a su pueblo, para que contra sus siervos actuaran con engaño.
26 Envió a su siervo Moisés[g],
y a Aarón, al cual escogió.
27 Puso en ellos las palabras de
sus señales
y sus prodigios en la tierra de Cam.
28 Envió tinieblas[h] y trajo oscuridad pero no guardaron[i] sus palabras.
29 Convirtió sus aguas en sangre[j]
y mató sus peces.
30 Su tierra produjo ranas[k]
hasta en las habitaciones de sus reyes.
31 Habló, y llegaron enjambres
de moscas
y piojos en todo su territorio[l].
32 Convirtió sus lluvias en granizo[m]
y en llamas de fuego, en su tierra.
33 Dañó sus viñas y sus higueras
y quebró los árboles de su territorio.
34 Habló, y vinieron langostas[n]
y pulgón sin número.
35 Comieron toda la hierba de su país
y devoraron el pasto de su tierra.
36 Golpeó, además, a todos los
primogénitos[o] de su país,
las primicias de todo su vigor.
37 Los sacó con plata y oro[p];
no hubo entre sus tribus enfermo.
38 Egipto se alegró de que salieran porque su terror había caído
sobre ellos.
39 Extendió una nube por cortina[q];
y fuego para alumbrar de noche.
40 Pidieron, e hizo venir codornices[r]
y los sació con pan del cielo[s].
41 Abrió la peña[t] y fluyeron aguas; corrieron por los sequedales como río.
42 Porque se acordó de su santa promesa dada a su siervo Abraham[u].
43 Así sacó a su pueblo con gozo; con júbilo sacó a sus escogidos.
44 Les dio las tierras de las naciones,
y heredaron el fruto de las labores
de ellas
45 para que guardaran sus estatutos
y observaran sus leyes.
¡Aleluya!

Isaías 45

45 “Así ha dicho el SEÑOR a su ungido, a Ciroa, a quien tomé por su mano derecha para sojuzgar a las naciones delante de él, para desvestir a los reyes de sus armaduras y para abrir puertas delante de él, de modo que las puertas de las ciudades no se cierren: ‘Yo iré delante de ti y allanaré las montañas. Romperé las puertas de bronce y haré pedazos los cerrojos de hierro. Yo te daré los tesoros de la oscuridad, las riquezas de los lugares secretos, para que sepas que yo soy el SEÑOR Dios de Israel, que te llama por nombre. A causa de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, yo te llamo por tu nombre. Te doy un título de honor, aunque tú no me conoces. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro. Aparte de mí no hay Dios. Yo te ciño, aunque tú no me conoces, para que desde el nacimiento del sol y hasta el occidente se sepa que no hay nadie más que yo. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro. Yo soy quien forma la luz y crea las tinieblas, quien hace la paz y crea la adversidad. Yo, el SEÑOR, soy quien hace todas estas cosas’.

“Destilen, oh cielos, desde arriba; derramen justicia las nubes. Ábrase la tierra, brote[a] la salvación y juntamente crezca la justicia. Yo, el SEÑOR, lo he creado”.

¡Ay del que contiende con su Hacedor, siendo nada más que un pedazo de tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al que le da forma: “¿Qué haces?” o “Tu obra no tiene asas”? 10 ¡Ay del que dice al padre: “¿Qué engendras?”, y a la mujer: “¿Qué das a luz?”! 11 Así ha dicho el SEÑOR, el Santo de Israel y su Hacedor: “¿Me pedirán señales acerca de mis hijos, o me darán órdenes respecto a la obra de mis manos? 12 Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella. Son mis propias manos las que han desplegado los cielos, y soy yo quien ha dado órdenes a todo su ejército.

13 “Yo lo levantaré a él en justicia, y allanaré todos sus caminos. Él edificará mi ciudad y dejará ir a mis cautivos; no por precio ni por soborno”, dice el SEÑOR de los Ejércitos.

El Señor vindicará a su pueblo

14 Así ha dicho el SEÑOR: “Los productos de Egipto, las mercaderías de Etiopía y de los sabeos, hombres de alta estatura, pasarán a ti y serán tuyos. Irán en pos de ti, pasarán encadenados. Ante ti se postrarán, y a ti te suplicarán diciendo: ‘Ciertamente Dios está en ti, y no hay otro; no hay otro Dios’ ”.

15 Verdaderamente tú eres un Dios misterioso, oh Dios de Israel, el Salvador. 16 Todos ellos quedarán avergonzados y afrentados; irán con afrenta todos los que fabrican ídolos.

17 Israel será salvado por el SEÑOR con salvación eterna. No se avergonzarán ni serán afrentados, por los siglos de los siglos. 18 Porque así ha dicho el SEÑOR —el que ha creado los cielos, él es Dios; el que formó la tierra y la hizo, él la estableció; no la creó para que estuviera vacía, sino que la formó para que fuera habitada—: “Yo soy el SEÑOR, y no hay otro. 19 Yo no he hablado en secreto, en un lugar de tierra tenebrosa. No he dicho a la generación de Jacob: ‘Búsquenme en vano’. Yo soy el SEÑOR, que hablo lo que es justo y que declaro lo que es recto.

Las naciones reconocerán al Señor

20 “¡Reúnanse y vengan! ¡Acérquense, todos los sobrevivientes de entre las naciones! No tienen conocimiento los que cargan un ídolo de madera y ruegan a un dios que no puede salvar. 21 Hablen, presenten su causa[b]. Sí, que deliberen juntos. ¿Y quién ha anunciado esto desde la antigüedad? ¿Quién lo ha dicho desde entonces? ¿No he sido yo, el SEÑOR? No hay más Dios aparte de mí: Dios justo y Salvador. No hay otro fuera de mí.

22 “¡Miren a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra! Porque yo soy Dios, y no hay otro. 23 Por mí mismo lo he jurado; de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: que delante de mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. 24 De mí se dirá: ‘Ciertamente, en el SEÑOR está la justicia y el poder’ ”.

A él vendrán[c], y serán avergonzados todos los que se enfurecen contra él. 25 En el SEÑOR será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.

Apocalipsis 15

El coro de los victoriosos

15 Vi otra señal en el cielo, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete últimas plagas, con las cuales la ira de Dios es consumada. Vi algo como un mar de vidrio mezclado con fuego y a los vencedores sobre la bestia y su imagen y el número de su nombre. Estaban de pie sobre el mar de vidrio, teniendo las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:

“Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso.

Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones[a].

Oh Señor, ¿quién no temerá

y glorificará tu nombre?

Porque solo tú eres santo.

Todas las naciones vendrán

y adorarán delante de ti;

porque tus juicios han sido manifestados”.

Los siete ángeles y las siete plagas

Después de esto miré, y el santuario del tabernáculo del testimonio fue abierto en el cielo; y del santuario salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas. Estaban vestidos de lino limpio y resplandeciente, ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro. Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios quien vive por los siglos de los siglos.

El templo se llenó de humo por la gloria de Dios y por su poder, y nadie podía entrar en el templo hasta que fuesen consumadas las siete plagas de los siete ángeles.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano