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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Números 32

Las tribus al oriente del Jordán

32 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchísimo ganado. Y al ver la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, el lugar les pareció apropiado para el ganado. Entonces los hijos de Gad y los hijos de Rubén fueron y hablaron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los dirigentes de la congregación, diciendo:

—Atarot, Dibón, Jazer, Nimra[a], Hesbón, Eleale, Sebam[b], Nebo y Beón[c], tierras que el SEÑOR conquistó delante de la congregación de Israel, son tierras apropiadas para el ganado; y tus siervos tienen ganado. Por eso —dijeron—, si hemos hallado gracia ante tus ojos, sea dada esta tierra a tus siervos como posesión; no nos hagas cruzar el Jordán.

Pero Moisés respondió a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén;

—¿Irán sus hermanos a la guerra y ustedes se quedarán aquí? ¿Por qué desalientan a los hijos de Israel, de modo que no crucen a la tierra que les ha dado el SEÑOR? Así hicieron sus padres cuando los envié desde Cades-barnea para que reconocieran la tierra. Fueron hasta el arroyo de Escol, y después que reconocieron la tierra desalentaron a los hijos de Israel para que no entraran en la tierra que el SEÑOR les había dado. 10 Entonces se encendió el furor del SEÑOR, y juró diciendo: 11 “Los hombres que vinieron de Egipto, desde los veinte años para arriba, no verán la tierra de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque no me siguieron con integridad; 12 excepto Caleb hijo de Jefone el quenezeo y Josué hijo de Nun, quienes con integridad han seguido al SEÑOR”. 13 El furor del SEÑOR se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que pasó toda aquella generación que había hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR. 14 Y he aquí, ustedes han sucedido a sus padres, prole de hombres pecadores, para añadir más al ardor de la ira del SEÑOR contra Israel. 15 Porque si dejan de ir en pos de él, él volverá otra vez a dejarlos en el desierto; y destruirán a todo este pueblo.

16 Entonces ellos se acercaron a él y le dijeron:

—Aquí edificaremos rediles para nuestras ovejas y ciudades para nuestros niños; 17 pero nosotros nos armaremos, listos para ir al frente de los hijos de Israel, hasta que los introduzcamos en su lugar. Nuestros niños quedarán en las ciudades fortificadas, a causa de los habitantes del país. 18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel reciban cada uno su heredad. 19 Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni más allá, pues ya tendremos nuestra heredad en este lado del Jordán, al oriente.

20 Entonces les respondió Moisés:

—Si así lo hacen, si se arman para ir a la guerra delante del SEÑOR, 21 y si todos sus hombres cruzan armados el Jordán delante del SEÑOR, hasta que él haya echado a sus enemigos de su presencia 22 y la tierra sea sometida delante del SEÑOR, luego volverán y serán libres de culpa ante el SEÑOR e Israel. Entonces esta tierra será de ustedes en posesión delante del SEÑOR. 23 Pero si no lo hacen así, he aquí que habrán pecado contra el SEÑOR, y sepan que su pecado los alcanzará. 24 Edifiquen, pues, ciudades para sus niños y rediles para sus rebaños, pero hagan lo que han prometido.

25 Los hijos de Gad y los hijos de Rubén dijeron a Moisés:

—Tus siervos harán como manda mi señor. 26 Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros rebaños y todo nuestro ganado quedarán allí en las ciudades de Galaad; 27 pero tus siervos, todos los que están armados para la guerra, cruzarán delante del SEÑOR para la batalla, como dice mi señor.

28 Entonces Moisés dio órdenes acerca de ellos al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel. 29 Moisés les dijo:

—Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, todos armados para la guerra, cruzan con ustedes el Jordán delante del SEÑOR, después que la tierra sea conquistada por ustedes, les darán la tierra de Galaad como posesión. 30 Pero si no cruzan armados con ustedes, entonces tendrán que tomar posesión entre ustedes en la tierra de Canaán.

31 Los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron diciendo:

—Haremos lo que el SEÑOR ha dicho a tus siervos. 32 Nosotros cruzaremos armados delante del SEÑOR a la tierra de Canaán, pero la posesión de nuestra heredad estará en este lado del Jordán.

33 Así Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sejón, rey amorreo, y el reino de Og, rey de Basán: la tierra con sus ciudades dentro de sus fronteras y las ciudades del territorio circundante.

34 Los hijos de Gad reedificaron Dibón, Atarot, Aroer, 35 Atarot-sofán, Jazer, Jogboa, 36 Bet-nimra y Bet-haram, ciudades fortificadas, y rediles de rebaños.

37 Los hijos de Rubén reedificaron Hesbón, Eleale, Quiriataim, 38 Nebo, Baal-maón (con los nombres cambiados) y Sibma. Ellos llamaron con otros nombres a las ciudades que reedificaron.

39 Los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad y la tomaron, echando a los amorreos que estaban allí. 40 Entonces Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella. 41 También Jaír hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y las llamó Havot-jaír[d]. 42 Asimismo, Nóbaj fue y tomó Quenat y sus aldeas, y la llamó Nóbaj, según su propio nombre.

Salmos 77

Recuerdos del éxodo

77 Al músico principal. Para Jedutún. Salmo de Asaf.

Mi voz elevo a Dios y clamo;
mi voz elevo a Dios y él me escucha.
Al Señor busco en el día
de mi angustia.
Sin cesar extiendo a él mis manos
en la noche;
mi alma rehúsa el consuelo.
Me acuerdo de Dios y gimo; medito y mi espíritu desfallece.
Selah[a]
Tú retienes los párpados de mis ojos; estoy turbado y no puedo hablar.
Considero los días de antaño, los años antiguos.
Recuerdo mi canto en la noche. Medito en mi corazón
y mi espíritu investiga.
¿Acaso nos desechará el Señor para siempre?
¿Ya no volverá a ser propicio?
¿Se ha agotado para siempre su misericordia?
¿Se han acabado sus promesas por generación y generación?
¿Se ha olvidado de ser clemente? ¿En su ira ha cerrado su compasión?
Selah[b]
10 Y pienso: Mi tristeza es que
haya cambio
en la diestra del Altísimo.
11 Me acuerdo de las obras del SEÑOR[c]; sí, me acuerdo de tus maravillas del pasado.
12 Medito en todos tus hechos,
y reflexiono en tus actos.
13 Oh Dios, santo es tu camino. ¿Qué Dios es grande como
nuestro Dios?
14 Tú eres un Dios que hace maravillas; has hecho conocer tu poder entre los pueblos.
15 Con tu brazo has redimido a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José. Selah[d]
16 Las aguas te vieron, oh Dios;
las aguas te vieron y temblaron.
Se estremecieron los abismos.
17 Los nubarrones vertieron sus aguas, tronaron las nubes,
también se desplazaron tus rayos.
18 El tronar de tu voz estaba en el torbellino;
los relámpagos alumbraron al mundo;
la tierra se estremeció y tembló.
19 Tu camino estaba en el mar,
y tu sendero en las caudalosas aguas. Pero tus huellas nadie
las pudo conocer.
20 Como a un rebaño has conducido
a tu pueblo
por medio de Moisés y de Aarón.

Isaías 24

Juicio de desolación en la tierra

24 He aquí que el SEÑOR devastará y arrasará la tierra. Trastornará su superficie y dispersará a sus habitantes. Al sacerdote le sucederá como a la gente del pueblo, al esclavo como a su señor, a la criada como a su señora, al que compra como al que vende, al que presta como al que toma prestado, al acreedor como al deudor. La tierra será del todo devastada y enteramente saqueada, porque el SEÑOR ha pronunciado esta palabra.

La tierra está de duelo, se reseca; el mundo languidece, se reseca. Languidecen los grandes del pueblo de la tierra. La tierra ha sido profanada por sus habitantes, porque han transgredido las leyes, han falseado el derecho y han quebrantado el pacto eterno. Por esta causa una maldición ha devorado la tierra, y los que la habitan son culpables. Por esta causa han disminuido los habitantes de la tierra, y quedan muy pocos seres humanos.

Languidece el vino nuevo. Se ha marchitado la vid. Gimen todos los que eran de alegre corazón. Cesó el regocijo de los tamboriles. Se acabó el bullicio de los que se divierten; cesó el regocijo de la lira. No beben el vino con canción; el licor es amargo a los que lo beben.

10 Quebrantada está la ciudad del caos; toda casa se ha cerrado para que nadie entre. 11 En las calles se oye el lamento por el vino. Todo gozo se oscurece; la alegría de la tierra ha sido desterrada. 12 En la ciudad ha quedado la desolación. Sus puertas han sido destrozadas con la ruina. 13 Pues ocurrirá en medio de la tierra, en medio de los pueblos, así como cuando se varea al olivo, y como rebuscos una vez acabada la vendimia.

14 Estos alzan su voz y cantan gozosos; a la majestad del SEÑOR aclaman desde el occidente. 15 Por tanto, glorifiquen al SEÑOR en el oriente, y al nombre del SEÑOR Dios de Israel en las costas del mar. 16 Desde el extremo de la tierra oímos salmos: “¡Gloria al Justo!”.

Pero yo dije: ¡Desdichado de mí, desdichado de mí! ¡Ay de mí! Los traidores han traicionado; los traidores han actuado con gran traición. 17 Terror, fosa y trampa hay contra ti, oh habitante de la tierra. 18 Acontecerá que el que huya del sonido del terror caerá en la fosa; y el que salga de la fosa será atrapado en la trampa. Porque se abrirán las ventanas de lo alto, y temblarán los cimientos de la tierra. 19 La tierra será completamente destrozada; la tierra será desmenuzada por completo; la tierra será derrumbada en gran manera. 20 La tierra se tambaleará del todo como un borracho. Se mecerá como una choza, y sobre ella pesará su rebelión. Caerá y no volverá a levantarse.

21 Acontecerá en aquel día que el SEÑOR castigará en lo alto al ejército de lo alto, y en la tierra a los reyes de la tierra. 22 Ellos serán agrupados como son agrupados los prisioneros en la mazmorra. En la cárcel quedarán encerrados y después de muchos días serán castigados. 23 La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, porque el SEÑOR de los Ejércitos reinará en el monte Sion y en Jerusalén, y la gloria estará ante sus ancianos.

1 Juan 2

Hijitos míos, estas cosas les escribo para que no pequen. Y si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo. Él es la expiación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros sino también por los de todo el mundo.

El mandamiento del amor

En esto sabemos que nosotros lo hemos conocido: en que guardamos sus mandamientos. El que dice: “Yo lo conozco” y no guarda sus mandamientos es mentiroso y la verdad no está en él. Pero en el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios ha sido perfeccionado. Por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo.

Amados, no les escribo un mandamiento nuevo sino el mandamiento antiguo que tenían desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído. Otra vez les escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en ustedes, porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya está alumbrando. El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está en tinieblas todavía. 10 El que ama a su hermano permanece en la luz y en él no hay tropiezo. 11 Pero el que odia a su hermano está en tinieblas y anda en tinieblas; y no sabe a dónde va porque las tinieblas le han cegado los ojos.

La victoria del que conoce a Dios

12 Les escribo a ustedes, hijitos, porque los pecados de ustedes han sido perdonados por causa de su nombre.

13 Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio.

Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno.

Les he escrito a ustedes, niñitos, porque han conocido al Padre.

14 Les he escrito a ustedes, padres, porque han conocido al que es desde el principio.

Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno.

15 No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él 16 porque todo lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la soberbia de la vida— no proviene del Padre sino del mundo. 17 Y el mundo está pasando y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Los enemigos de Cristo

18 Hijitos, ya es la última hora; y como oyeron que el anticristo había de venir, así también ahora han surgido muchos anticristos. Por esto sabemos que es la última hora. 19 Salieron de entre nosotros pero no eran de nosotros; porque si hubieran sido de nosotros habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que fuera evidente que no todos eran de nosotros.

20 Pero ustedes tienen la unción de parte del Santo y conocen todas las cosas. 21 No les escribo porque desconozcan la verdad sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo: el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre. 24 Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio. Si permanece en ustedes lo que han oído desde el principio, también ustedes permanecerán en el Hijo y en el Padre. 25 Y esta es la promesa que él nos ha hecho: la vida eterna.

26 Les he escrito esto acerca de los que los engañan. 27 Y en cuanto a ustedes, la unción que han recibido de él permanece en ustedes, y no tienen necesidad de que alguien les enseñe. Pero, como la misma unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no falsa, así como les enseñó, permanezcan en él.

Los hijos de Dios

28 Ahora, hijitos, permanezcan en él para que, cuando aparezca, tengamos confianza y no nos avergoncemos delante de él en su venida. 29 Si saben que él es justo, sepan también que todo aquel que hace justicia es nacido de él.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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