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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Génesis 12

Dios llama a Abram

12 Y el Señor dijo a Abram:

Vete de tu tierra,
de entre tus parientes
y de la casa de tu padre,
a la tierra que yo te mostraré(A).
Haré de ti una nación grande(B),
y te bendeciré(C),
y engrandeceré tu nombre,
y serás[a] bendición(D).
Bendeciré a los que te bendigan,
y al que te maldiga, maldeciré[b](E).
Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra(F).

Entonces Abram se fue tal como el Señor le había dicho; y Lot fue con él(G). Y Abram tenía setenta y cinco años cuando partió de Harán. Y tomó Abram a Sarai su mujer, y a Lot su sobrino, y todas las posesiones(H) que ellos habían acumulado, y las personas[c] que habían adquirido en Harán(I), y salieron para ir a la tierra de Canaán; y a la tierra de Canaán llegaron(J). Y atravesó Abram el país hasta el lugar de Siquem, hasta la encina[d] de More(K). Y el cananeo estaba entonces en la tierra. Y el Señor se apareció a Abram(L), y le dijo: A tu descendencia[e] daré esta tierra(M). Entonces él edificó allí un altar al Señor(N) que se le había aparecido. De allí se trasladó hacia el monte al oriente de Betel, y plantó su tienda, teniendo a Betel al occidente(O) y Hai al oriente; y edificó allí un altar al Señor, e invocó el nombre del Señor(P). Y Abram siguió su camino, continuando hacia el Neguev[f](Q).

Abram en Egipto

10 Y hubo hambre en la tierra(R); y Abram descendió a Egipto para pasar allí un tiempo, porque el hambre era severa en la tierra(S). 11 Y sucedió que cuando se acercaba a[g] Egipto, dijo a Sarai su mujer: Mira, sé que eres una mujer de hermoso parecer(T); 12 y sucederá que cuando te vean los egipcios, dirán: «Esta es su mujer»; y me matarán(U), pero a ti te dejarán vivir. 13 Di, por favor, que eres mi hermana(V), para que me vaya bien por causa tuya, y para que yo[h] viva(W) gracias a ti. 14 Y aconteció que cuando Abram entró en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa. 15 Y la vieron los oficiales de Faraón, y la alabaron delante de él[i]; y la mujer fue llevada(X) a la casa de Faraón. 16 Y este trató bien a Abram por causa de ella; y le dio[j] ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas(Y), asnas y camellos(Z). 17 Pero el Señor hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas por causa de Sarai, mujer de Abram(AA). 18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que me has hecho(AB)? ¿Por qué no me avisaste que era tu mujer? 19 ¿Por qué dijiste: «Es mi hermana», de manera que la tomé por mujer? Ahora pues, aquí está[k] tu mujer, tómala y vete. 20 Y Faraón dio órdenes a sus hombres acerca de Abram[l]; y ellos lo despidieron[m] con su mujer y con todo lo que le pertenecía.

Mateo 11

Jesús sale a enseñar y predicar

11 Y sucedió que cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos(A), se fue de allí a enseñar y predicar[a] en las ciudades de ellos(B).

Jesús y los discípulos de Juan

(C)Y al oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo[b], mandó por medio de sus discípulos a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir[c](D), o esperaremos a otro? Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos reciben la vista y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen(E), los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio[d](F). Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí(G).

Jesús habla de Juan el Bautista

Mientras ellos se marchaban, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto(H)? ¿Una caña sacudida por el viento? Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que usan ropas finas están en los palacios[e] de los reyes. Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta(I)? Sí, os digo, y uno que es más que un profeta. 10 Este es de quien está escrito:

«He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz,
quien preparará tu camino delante de ti(J)».

11 En verdad os digo que entre los nacidos de mujer[f] no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. 12 Y desde los días de Juan el Bautista(K) hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia[g], y los violentos lo conquistan por la fuerza[h]. 13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 14 Y si queréis aceptarlo, él es Elías(L), el que había de venir[i]. 15 El que tiene oídos[j], que oiga(M). 16 Pero, ¿con qué compararé a esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, que dan voces a los otros, 17 y dicen: «Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos endechas, y no os lamentasteis[k]». 18 Porque vino Juan que no comía(N) ni bebía(O), y dicen: «Tiene un demonio(P)». 19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: «Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos[l] y de pecadores(Q)». Pero[m] la sabiduría se justifica por sus hechos[n].

Ayes sobre ciudades de Galilea

20 Entonces comenzó a increpar a las ciudades en las que había hecho la mayoría de sus milagros[o], porque no se habían arrepentido(R). 21 ¡(S)Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida(T)! Porque si los milagros[p] que se hicieron en vosotras se hubieran hecho en Tiro y en Sidón(U), hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza(V). 22 Por eso os digo que en el día del juicio(W) será más tolerable(X) el castigo para Tiro y Sidón que para vosotras. 23 Y tú, Capernaúm(Y), ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades[q](Z) descenderás[r](AA)! Porque si los milagros[s] que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma(AB), esta hubiera permanecido hasta hoy. 24 Sin embargo, os digo que en el día del juicio(AC) será más tolerable(AD) el castigo para la tierra de Sodoma que para ti.

La gran invitación

25 (AE)En aquel tiempo[t], hablando[u] Jesús, dijo: Te alabo[v], Padre(AF), Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes(AG), y las revelaste a los niños. 26 Sí, Padre(AH), porque así fue de tu agrado. 27 Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre(AI); y nadie conoce[w] al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce[x] al Padre, sino el Hijo(AJ), y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28 Venid a mí, todos los que estáis cansados[y] y cargados, y yo os haré descansar(AK). 29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí(AL), que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas(AM). 30 Porque mi yugo es fácil[z] y mi carga ligera(AN).

Nehemías 1

Oración de Nehemías por los desterrados

Palabras de Nehemías, hijo de Hacalías(A).

Aconteció que en el mes de Quisleu(B), en el año veinte(C), estando yo en la fortaleza de Susa(D), vino Hananí(E), uno de mis hermanos, con[a] algunos hombres de Judá, y les pregunté por los judíos, los que habían escapado y habían sobrevivido a la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que sobrevivieron a la cautividad(F) allí en la provincia, están en gran aflicción y oprobio(G), y la muralla de Jerusalén está derribada y sus puertas quemadas a fuego(H).

Y[b] cuando oí estas palabras, me senté y lloré, e hice duelo algunos días, y estuve ayunando y orando(I) delante del Dios del cielo(J). Y dije: Te ruego, oh Señor, Dios del cielo, el grande y temible Dios, que guarda el pacto y la misericordia(K) para con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos(L), que estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti(M) día y noche por los hijos de Israel tus siervos, confesando los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti(N); sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado(O). Hemos procedido perversamente contra ti y no hemos guardado los mandamientos, ni los estatutos, ni las ordenanzas(P) que mandaste a tu siervo Moisés(Q). Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a tu siervo Moisés, diciendo: «Si sois infieles, yo os dispersaré entre los pueblos(R); pero si volvéis a mí y guardáis mis mandamientos y los cumplís, aunque vuestros desterrados estén en los confines de los cielos(S), de allí los recogeré y los traeré(T) al lugar que he escogido para hacer morar allí mi nombre(U)». 10 Y ellos son tus siervos y tu pueblo, los que tú redimiste con tu gran poder y con tu mano poderosa(V). 11 Te ruego, oh Señor, que tu oído esté atento ahora a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos(W) que se deleitan en reverenciar[c] tu nombre; haz prosperar hoy a tu siervo, y concédele favor delante de este hombre.

Era yo entonces copero del rey(X).

Hechos 11

Pedro informa sobre su visita a Cornelio

11 Los apóstoles y los hermanos(A) que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión[a](B) le reprocharon, diciendo: Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos(C). Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden lo sucedido(D), diciendo: Estaba yo en la ciudad de Jope orando(E), y vi en éxtasis una visión(F): un objeto[b] semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí. Cuando fijé mis ojos en él y lo observaba, vi[c] cuadrúpedos terrestres, fieras, reptiles y aves del cielo. También oí una voz que me decía: «Levántate Pedro, mata[d] y come». Pero yo dije: «De ninguna manera, Señor, porque nada impuro[e] o inmundo ha entrado jamás en mi boca». Pero una voz del cielo respondió por segunda vez: «Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro[f](G)». 10 Esto sucedió tres veces, y todo volvió a ser llevado arriba al cielo. 11 Y he aquí, en aquel momento se aparecieron tres hombres delante de la casa donde estábamos, los cuales habían sido enviados a mí desde Cesarea(H). 12 Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos(I) sin dudar[g](J). Estos seis hermanos fueron también conmigo(K) y entramos en la casa de aquel hombre, 13 y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo[h]: «Envía a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro, 14 quien te dirá palabras(L) por las cuales serás salvo, tú y toda tu casa(M)». 15 Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió[i] sobre ellos(N), tal como lo hizo sobre nosotros al principio(O). 16 Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando[j] dijo: «Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con[k] el Espíritu Santo(P)». 17 Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros(Q) después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios[l](R)? 18 Y al oír esto se calmaron[m], y glorificaron a Dios(S), diciendo: Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida(T).

La iglesia en Antioquía

19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución[n] que sobrevino cuando la muerte de Esteban(U), llegaron hasta Fenicia(V), Chipre(W) y Antioquía(X), no hablando la palabra a nadie, sino solo a los judíos. 20 Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre(Y) y de Cirene(Z), los cuales al llegar a Antioquía(AA), hablaban también a los griegos[o](AB), predicando al[p] Señor Jesús(AC). 21 Y la mano del Señor estaba con ellos(AD), y gran número que creyó(AE) se convirtió al Señor. 22 Y la noticia[q] de esto llegó a[r] oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé(AF) a[s] Antioquía(AG), 23 el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios(AH), se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme[t] permanecieran fieles al Señor; 24 porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo(AI) y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor(AJ). 25 Y Bernabé salió rumbo a Tarso(AK) para buscar a Saulo; 26 y cuando lo encontró, lo trajo a Antioquía(AL). Y[u] se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes[v]; y a los discípulos(AM) se les llamó cristianos(AN) por primera vez en Antioquía.

27 Por aquellos[w] días unos profetas(AO) descendieron de Jerusalén a Antioquía(AP). 28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo(AQ), daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra[x](AR). Y esto ocurrió durante el reinado de Claudio(AS). 29 Los discípulos(AT), conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar una contribución para el socorro[y] de los hermanos que habitaban en Judea(AU). 30 Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos(AV) por mano de Bernabé(AW) y de Saulo(AX).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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