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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera Antigua (RVA)
Version
Levítico 18

18 Y HABLO Jehová á Moisés, diciendo:

Habla á los hijos de Israel, y diles: Yo soy Jehová vuestro Dios.

No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, á la cual yo os conduzco; ni andaréis en sus estatutos.

Mis derechos pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos: Yo Jehová vuestro Dios.

Por tanto mis estatutos y mis derechos guardaréis, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos: Yo Jehová.

Ningún varón se allegue á ninguna cercana de su carne, para descubrir su desnudez: Yo Jehová.

La desnudez de tu padre, ó la desnudez de tu madre, no descubrirás: tu madre es, no descubrirás su desnudez.

La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre.

La desnudez de tu hermana, hija de tu padre, ó hija de tu madre, nacida en casa ó nacida fuera, su desnudez no descubrirás.

10 La desnudez de la hija de tu hijo, ó de la hija de tu hija, su desnudez no descubirás, porque es la desnudez tuya.

11 La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es, su desnudez no descubrirás.

12 La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás: es parienta de tu padre.

13 La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás: porque parienta de tu madre es.

14 La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás: no llegarás á su mujer: es mujer del hermano de tu padre.

15 La desnudez de tu nuera no descubrirás: mujer es de tu hijo, no descubrirás su desnudez.

16 La desnudez de la mujer de tu hermano no descubrirás: es la desnudez de tu hermano.

17 La desnudez de la mujer y de su hija no descubrirás: no tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez: son parientas, es maldad.

18 No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su desnudez delante de ella en su vida.

19 Y no llegarás á la mujer en el apartamiento de su inmundicia, para descubrir su desnudez.

20 Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote en ella.

21 Y no des de tu simiente para hacerla pasar por el fuego á Moloch; no contamines el nombre de tu Dios: Yo Jehová.

22 No te echarás con varón como con mujer: es abominación.

23 Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él: es confusión.

24 En ninguna de estas cosas os amancillaréis; porque en todas estas cosas se han ensuciado las gentes que yo echo de delante de vosotros:

25 Y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores.

26 Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis derechos, y no hagáis ninguna de todas estas abominaciones: ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros.

27 (Porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de la tierra, que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada:)

28 Y la tierra no os vomitará, por haberla contaminado, como vomitó á la gente que fué antes de vosotros.

29 Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hicieren, serán cortadas de entre su pueblo.

30 Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo de las prácticas abominables que tuvieron lugar antes de vosotros, y no os ensuciéis en ellas: Yo Jehová vuestro Dios.

Salmos 22

22 Al Músico principal, sobre Ajeleth-sahar Salmo de David. DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?

Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio.

Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste.

Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron.

Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.

Todos los que me ven, escarnecen de mí; Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:

Remítese á Jehová, líbrelo; Sálvele, puesto que en él se complacía.

Empero tú eres el que me sacó del vientre, El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.

10 Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.

12 Hanme rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.

13 Abrieron sobre mí su boca, Como león rapante y rugiente.

14 Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas.

15 Secóse como un tiesto mi vigor, Y mi lengua se pegó á mi paladar; Y me has puesto en el polvo de la muerte.

16 Porque perros me han rodeado, Hame cercado cuadrilla de malignos: Horadaron mis manos y mis pies.

17 Contar puedo todos mis huesos; Ellos miran, considéranme.

18 Partieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.

19 Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

20 Libra de la espada mi alma; Del poder del perro mi única.

21 Sálvame de la boca del león, Y óyeme librándome de los cuernos de los unicornios.

22 Anunciaré tu nombre á mis hermanos: En medio de la congregación te alabaré.

23 Los que teméis á Jehová, alabadle; Glorificadle, simiente toda de Jacob; Y temed de él, vosotros, simiente toda de Israel.

24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó á él, oyóle.

25 De ti será mi alabanza en la grande congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.

26 Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán á Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre.

27 Acordarse han, y volveránse á Jehová todos los términos de la tierra; Y se humillarán delante de ti todas las familias de las gentes.

28 Porque de Jehová es el reino; Y él se enseñoreará de las gentes.

29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra: Postraránse delante de él todos los que descienden al polvo, Si bien ninguno puede conservar la vida á su propia alma.

30 La posteridad le servirá; Será ella contada por una generación de Jehová.

31 Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, Su justicia que él hizo.

Eclesiastés 1

PALABRAS del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalem.

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo vanidad.

¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?

Generación va, y generación viene: mas la tierra siempre permanece.

Y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve á su lugar donde torna á nacer.

El viento tira hacia el mediodía, y rodea al norte; va girando de continuo, y á sus giros torna el viento de nuevo.

Los ríos todos van á la mar, y la mar no se hinche; al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan para correr de nuevo.

Todas las cosas andan en trabajo mas que el hombre pueda decir: ni los ojos viendo se hartan de ver, ni los oídos se hinchen de oir.

¿Qué es lo que fué? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol.

10 ¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fué en los siglos que nos han precedido.

11 No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.

12 Yo el Predicador fuí rey sobre Israel en Jerusalem.

13 Y dí mi corazón á inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo: este penoso trabajo dió Dios á los hijos de los hombres, en que se ocupen.

14 Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.

15 Lo torcido no se puede enderezar; y lo falto no puede contarse.

16 Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí hállome yo engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalem; y mi corazón ha percibido muchedumbre de sabiduría y ciencia.

17 Y dí mi corazón á conocer la sabiduría, y también á entender las locuras y los desvaríos: conocí que aun esto era aflicción de espíritu.

18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

1 Timoteo 3

PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea.

Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar;

No amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias, sino moderado, no litigioso, ajeno de avaricia;

Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad;

(Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)

No un neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo.

También conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo.

Los diáconos asimismo, deben ser honestos, no bilingües, no dados á mucho vino, no amadores de torpes ganancias;

Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.

10 Y éstos también sean antes probados; y así ministren, si fueren sin crimen.

11 Las mujeres asimismo, honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo.

12 Los diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.

13 Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

14 Esto te escribo con esperanza que iré presto á ti:

15 Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.

16 Y sin cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.