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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Reyes 10

Jehú elimina a los hijos de Acab

10 Acab tenía setenta hijos en Samaria. Y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria a los principales de la ciudadc, a los ancianos y a los tutores de los hijos de Acab, diciendo:

Ahora, cuando esta carta llegue a ustedes, puesto que tienen con ustedes a los hijos de su señor, y tienen con ustedes los carros, los caballos, una ciudad fortificada y las armas, miren cuál es el mejor y más apto de los hijos de su señor, y pónganlo en el trono de su padre, y combatan por la casa de su señor.

Pero ellos tuvieron mucho temor y se dijeron: “He aquí que dos reyes no pudieron resistirlo; ¿cómo podremos resistir nosotros?”. Entonces el administrador del palacio, el alcalde de la ciudad, los ancianos y los tutores enviaron a decir a Jehú: “Nosotros somos tus siervos y haremos todo lo que nos digas. No pondremos a ninguno como rey; haz lo que te parezca bien”.

Entonces les escribió una segunda carta diciendo:

Si están de mi parte y obedecen mi voz, tomen las cabezas de los hijos varones de su señor y vengan a mí mañana a estas horas a Jezreel.

Los hijos del rey, setenta hijos varones, estaban allí con los principales de la ciudad que los criaban. Y sucedió que cuando les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey y degollaron a los setenta hijos varones. Luego pusieron sus cabezas en canastas y las enviaron a Jehú a Jezreel. Entonces llegó el mensajero y le informó diciendo:

—Han traído las cabezas de los hijos del rey.

Y él dijo:

—Pónganlas en dos montones a la entrada de la puerta de la ciudad, hasta mañana.

Cuando llegó la mañana, Jehú salió, se puso de pie y dijo a todo el pueblo:

—Ustedes son inocentes. He aquí, yo soy el que ha conspirado contra mi señor y lo he matado. Pero, ¿quién ha matado a todos estos? 10 Sepan, por tanto, que de la palabra del SEÑOR, de lo que ha hablado el SEÑOR contra la casa de Acab, nada caerá a tierra; y que el SEÑOR ha hecho lo que había dicho por medio de su siervo Elías.

11 Así Jehú mató a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, a todos sus principales, a sus amigos íntimos y a sus sacerdotes, hasta no dejarle ningún sobreviviente.

Jehú elimina a los hermanos de Ocozías

12 Jehú partió y se dirigió a Samaria, y en el camino llegó a Bet-equed[a] de los pastores. 13 Y Jehú encontró allí a los hermanos de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó:

—¿Quiénes son ustedes?

Ellos respondieron:

—Somos hermanos de Ocozías y hemos descendido para saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina madre.

14 Entonces él dijo:

—¡Préndanlos vivos!

Y después que los prendieron vivos, degollaron junto al pozo de Bet-equed[b] a cuarenta y dos hombres, sin dejar con vida a ninguno de ellos.

Jehú elimina a la familia de Acab

15 Jehú partió de allí y encontró a Jonadab hijo de Recab, que venía a su encuentro. Y después de saludarlo le preguntó:

—¿Es recto tu corazón, como mi corazón es recto con tu corazón[c]?

Jonadab respondió:

—Sí, lo es.

Entonces Jehú dijo[d]:

—Si lo es, ¡dame la mano!

Y le dio la mano. Luego lo hizo subir con él al carro, 16 y dijo:

—Ven conmigo y verás mi celo por el SEÑOR.

Y lo hizo[e] subir a su carro. 17 Entonces, cuando Jehú llegó a Samaria, mató a todos los de Acab que habían quedado allí, hasta exterminarlos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado a Elías.

Jehú elimina a los profetas de Baal

18 Entonces Jehú reunió a todo el pueblo y les dijo:

—Acab sirvió poco a Baal; Jehú le servirá mucho. 19 Ahora pues, convóquenme a todos los profetas de Baal, a todos sus siervos y a todos sus sacerdotes, sin que falte ni uno; porque voy a ofrecer un gran sacrificio a Baal. Cualquiera que falte no vivirá.

Jehú hacía esto con astucia, para destruir a los que rendían culto a Baal. 20 Entonces dijo Jehú:

—¡Consagren una asamblea festiva para Baal!

Y ellos la convocaron. 21 Entonces Jehú envió mensajeros por todo Israel, y todos los siervos de Baal llegaron, sin que nadie dejara de venir. Y entraron en el templo de Baal, el cual se llenó de extremo a extremo.

22 Entonces Jehú dijo al que estaba a cargo del vestuario:

—Saca vestiduras para todos los siervos de Baal.

Y él sacó las vestimentas para ellos. 23 Luego entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal, y dijo a los siervos de Baal:

—Busquen y vean que no haya aquí entre ustedes ninguno de los siervos del SEÑOR, sino solo los siervos de Baal.

24 Cuando entraron para ofrecer los sacrificios y los holocaustos, Jehú colocó afuera ochenta hombres diciéndoles:

—¡Cualquiera que deje escapar a alguno de los hombres que yo he puesto en sus manos, su vida responderá por la de él!

25 Y sucedió que cuando ellos acabaron de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su escolta y a los comandantes:

—¡Entren y mátenlos; que no salga ninguno!

Los de la escolta y los comandantes los mataron a filo de espada y los echaron fuera. Avanzaron hasta el interior del templo de Baal, 26 sacaron el árbol ritual[f] del templo de Baal y lo quemaron. 27 Destrozaron la piedra ritual de Baal, destrozaron el templo y lo convirtieron en letrina hasta el día de hoy. 28 Así Jehú erradicó a Baal de Israel.

Otros hechos de Jehú

29 Con todo eso, Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, quien hizo pecar a Israel. Jehú no se apartó de ir en pos de los becerros de oro que estaban en Betel y en Dan. 30 Entonces el SEÑOR dijo a Jehú:

—Porque has actuado bien haciendo lo recto ante mis ojos y has hecho a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba en mi corazón, tus hijos se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación.

31 Pero Jehú no se cuidó de andar con todo su corazón en la ley del SEÑOR Dios de Israel ni se apartó de los pecados de Jeroboam, quien hizo pecar a Israel.

32 En aquellos días el SEÑOR comenzó a reducir a Israel. Hazael los derrotó en todo el territorio de Israel, 33 desde el Jordán al oriente, en todas las tierras de Galaad, Gad, Rubén y Manasés; y desde Aroer, que está junto al río Arnón, hasta Galaad y Basán.

34 Los demás hechos de Jehú, todas las cosas que hizo y todo su poderío, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 35 Jehú reposó con sus padres, y lo sepultaron en Samaria. Y su hijo Joacaz reinó en su lugar. 36 El tiempo que reinó Jehú sobre Israel en Samaria fue de veintiocho años.

2 Timoteo 1

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús; a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

No te avergüences de testificar

Doy gracias a Dios, a quien rindo culto con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones de noche y de día. Me he acordado de tus lágrimas y deseo verte para ser lleno de gozo. Traigo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy convencido de que también en ti.

Por esta razón, te vuelvo a recordar que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor ni de mí, prisionero suyo. Más bien, sé partícipe conmigo de los sufrimientos por el evangelio, según el poder de Dios. Fue él quien nos salvó y nos llamó con santo llamamiento, no conforme a nuestras obras sino conforme a su propio propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo 10 y ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús. Él anuló la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio, 11 del cual he sido puesto como predicador, apóstol y maestro[a]. 12 Por esta razón padezco estas cosas, pero no me avergüenzo porque yo sé a quién he creído, y estoy convencido de que él es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

13 Ten presente el modelo de las sanas palabras que has oído de mí, en la fe y el amor en Cristo Jesús. 14 Guarda el buen depósito por medio del Espíritu Santo que habita en nosotros.

15 Ya sabes que se apartaron de mí todos los de Asia, entre ellos Figelo y Hermógenes. 16 El Señor conceda misericordia a la casa de Onesíforo porque muchas veces me reanimó y no se avergonzó de mis cadenas. 17 Más bien, cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló. 18 El Señor le conceda que halle misericordia de parte del Señor en aquel día. Cuánto nos ayudó en Éfeso tú lo sabes muy bien.

Oseas 2

“Digan a sus hermanos: Ammí[a] y a sus hermanas: Rujama[b].

El SEÑOR castiga a su pueblo infiel

“¡Acusen a su madre, acúsenla! Porque ella ya no es mi mujer ni yo soy su marido. Que quite sus fornicaciones de delante de su cara y sus adulterios de entre sus pechos. No sea que yo la desnude por completo y la ponga como en el día en que nació. No sea que la vuelva como un desierto, que la deje como una tierra reseca y la mate de sed. Tampoco me compadeceré de sus hijos porque son hijos de prostitución. Porque su madre se prostituyó; la que los concibió actuó desvergonzadamente porque dijo: ‘Iré tras mis amantes que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida’. Por tanto he aquí que yo obstruyo su camino con espinos y reforzaré su vallado, de manera que ella no encuentre sus senderos. Ella irá tras sus amantes pero no los alcanzará; los buscará pero no los hallará. Entonces dirá: ‘Iré y me volveré a mi primer marido porque mejor me iba antes que ahora’.

“Pero ella no reconoció que era yo[c] el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite. Yo le di abundancia de plata y de oro que ellos usaron para Baal. Por tanto, volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi vino en su época, y quitaré mi lana y mi lino que cubren su desnudez. 10 Ahora pondré al descubierto su locura ante los ojos de sus amantes y nadie la librará de mi mano. 11 Haré cesar todo su regocijo: sus fiestas, sus lunas nuevas, sus sábados y todas sus festividades. 12 Arrasaré sus viñas y sus higueras de las cuales ha dicho: ‘Son la paga que me han dado mis amantes’. Yo las reduciré a matorral y se las comerán los animales del campo. 13 La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de mí”, dice el SEÑOR.

El SEÑOR restaurará a su pueblo

14 “Sin embargo, he aquí que yo la persuadiré, la llevaré al desierto y hablaré a su corazón. 15 Y desde allí le daré sus viñas y el valle de Acor[d] será como puerta de esperanza. Allí me responderá como en los días de su juventud y como en el día en que subió de la tierra de Egipto. 16 Sucederá en aquel día, dice el SEÑOR, que me llamarás: ‘Marido mío’ y nunca más me llamarás: ‘Señor mío’. 17 Porque yo quitaré de su boca los nombres de los Baales y nunca más serán mencionados sus nombres.

18 “En aquel día haré por ellos un pacto con los animales del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Quebraré el arco y la espada, y anularé la guerra en la tierra. Y los haré dormir seguros.

19 “Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y derecho, en lealtad y compasión. 20 Yo te desposaré conmigo en fidelidad y conocerás al SEÑOR. 21 Y sucederá en aquel día, dice el SEÑOR, que responderé a los cielos y ellos responderán a la tierra. 22 La tierra responderá al trigo, al vino y al aceite; y estos responderán a Jezreel[e]. 23 Yo la sembraré para mí en esta tierra y tendré compasión de Lo-rujama[f]. Diré a Lo-ammí[g]: ‘¡Pueblo mío eres tú!’, y él dirá: ‘¡Dios mío!’ ”.

Salmos 119:97-120

מ Mem

97 ¡Cuánto amo tu ley!
Todo el día ella es mi meditación.
98 Por tus mandamientos me has hecho más sabio que mis enemigos, porque para siempre son míos.
99 He comprendido más que todos mis instructores
porque tus testimonios son mi meditación.
100 He entendido más que los ancianos porque he guardado tus ordenanzas.
101 De todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra.
102 No me aparté de tus juicios
porque tú me has enseñado.
103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras,
más que la miel en mi boca!
104 De tus ordenanzas adquiero
inteligencia;
por eso aborrezco todo camino
de mentira.

נ Nun

105 Lámpara es a mis pies tu palabra
y lumbrera a mi camino.
106 He jurado guardar tus justos juicios,
y lo he de cumplir.
107 Oh SEÑOR, afligido estoy en gran manera;
vivifícame conforme a tu palabra.
108 Sean agradables a ti, oh SEÑOR,
las ofrendas de mi boca;
y enséñame tus juicios.
109 De continuo está mi vida en peligro pero no me olvido de tu ley.
110 Los impíos me pusieron trampa
pero no me desvié de tus ordenanzas.
111 Tus testimonios son mi heredad para siempre
porque ellos son el gozo de mi corazón.
112 He inclinado mi corazón para poner por obra tus leyes
de continuo y hasta el fin.

ס Sámej

113 Aborrezco a los de doble ánimo
pero amo tu ley.
114 Mi refugio y mi escudo eres tú;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
115 Apartaos de mí, malhechores,
pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116 Susténtame conforme a tu palabra,
y viviré;
no me avergüences con respecto
a mi esperanza.
117 Sostenme, y seré salvo;
siempre me deleitaré en tus leyes.
118 Desprecias a todos los que se desvían de tus leyes
pues su astucia es un engaño.
119 Hiciste que todos los impíos de la tierra fueran consumidos como escoria; por tanto, he amado tus testimonios.
120 Mi cuerpo se estremece por temor a ti
y tengo reverencia por tus juicios.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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