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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Números 2

Campamentos y jefes de las tribus

Habló Jehová a Moisés y a Aarón, y les dijo: «Los hijos de Israel acamparán alrededor del Tabernáculo de reunión, cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas de las casas de sus padres.

»Estos acamparán al frente, hacia el este: la bandera del campamento de Judá, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Judá era Naasón hijo de Aminadab. Su cuerpo de ejército, según el censo: setenta y cuatro mil seiscientos hombres. Junto a él acamparán los de la tribu de Isacar. El jefe de los hijos de Isacar era Natanael hijo de Zuar. Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y cuatro mil cuatrocientos hombres. También acampará la tribu de Zabulón. El jefe de los hijos de Zabulón era Eliab hijo de Helón. Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y siete mil cuatrocientos. Todos los censados en el campamento de Judá, ciento ochenta y seis mil cuatrocientos hombres, marcharán delante según el orden de sus ejércitos.

10 »La bandera del campamento de Rubén estará al sur, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Rubén era Elisur hijo de Sedeur. 11 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta y seis mil quinientos. 12 Acamparán junto a él los de la tribu de Simeón. El jefe de los hijos de Simeón era Selumiel hijo de Zurisadai. 13 Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y nueve mil trescientos. 14 También acampará la tribu de Gad. El jefe de los hijos de Gad era Eliasaf hijo de Reuel. 15 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta. 16 Todos los censados en el campamento de Rubén, ciento cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta, marcharán los segundos según el orden de sus ejércitos.

17 »Luego irá el Tabernáculo de reunión, con el campamento de los levitas, en medio de los campamentos. En el orden en que acamparon, así marchará cada uno junto a su bandera.

18 »Al occidente, la bandera del campamento de Efraín, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Efraín era Elisama hijo de Amiud. 19 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta mil quinientos. 20 Junto a él estará la tribu de Manasés. El jefe de los hijos de Manasés era Gamaliel hijo de Pedasur. 21 Su cuerpo de ejército, según el censo: treinta y dos mil doscientos. 22 También acampará la tribu de Benjamín. El jefe de los hijos de Benjamín era Abidán hijo de Gedeoni. 23 Su cuerpo de ejército, según el censo: treinta y cinco mil cuatrocientos. 24 Todos los censados en el campamento de Efraín, ciento ocho mil cien hombres, marcharán los terceros según el orden de sus ejércitos.

25 »La bandera del campamento de Dan estará al norte, según el orden de sus ejércitos. El jefe de los hijos de Dan era Ahiezer hijo de Amisadai. 26 Su cuerpo de ejército, según el censo: sesenta y dos mil setecientos. 27 Junto a él acamparán los de la tribu de Aser. El jefe de los hijos de Aser era Pagiel hijo de Ocrán. 28 Su cuerpo de ejército, según el censo: cuarenta y un mil quinientos. 29 También acampará la tribu de Neftalí. El jefe de los hijos de Neftalí era Ahira hijo de Enán. 30 Su cuerpo de ejército, según el censo: cincuenta y tres mil cuatrocientos. 31 Todos los censados en el campamento de Dan, ciento cincuenta y siete mil seiscientos, marcharán los últimos tras sus banderas.»

32 Éstos fueron los hijos de Israel censados según las casas de sus padres. Todos los registrados por campamentos, según el orden de sus ejércitos: seis cientos tres mil quinientos cincuenta. 33 Pero los levitas no fueron contados entre los hijos de Israel, como Jehová lo mandó a Moisés.

34 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová mandó a Moisés. Así acamparon bajo sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres.

Salmos 36

La misericordia de Dios

Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová

36 La maldad del impío me dice al corazón:
«No hay temor de Dios delante de sus ojos.»
Se jacta, por tanto, ante sus propios ojos,
de que su maldad no será hallada y aborrecida.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;
ha dejado de ser sensato y de hacer el bien.
Medita maldad sobre su cama,
está en camino no bueno,
el mal no aborrece.

Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia
y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
Tu justicia es como los montes de Dios;
tus juicios, abismo grande.
Tú, Jehová, conservas al hombre y al animal.

¡Cuán preciosa, Dios, es tu misericordia!
¡Por eso los hijos de los hombres
se amparan bajo la sombra de tus alas!
Serán completamente saciados de la grosura de tu Casa
y tú les darás de beber del torrente de tus delicias,
porque contigo está el manantial de la vida;
en tu luz veremos la luz.
10 Extiende tu misericordia a los que te conocen,
y tu justicia a los rectos de corazón.
11 No me golpee con su pie el soberbio
ni me mueva la mano del impío.
12 Allí cayeron los malhechores;
¡fueron derribados para no levantarse jamás!

Eclesiastés 12

12 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud,
antes que vengan los días malos,
y lleguen los años de los cuales digas:
«No tengo en ellos contentamiento»;
antes que se oscurezcan el sol y la luz,
la luna y las estrellas,
y vuelvan las nubes tras la lluvia;
cuando tiemblen los guardias de la casa
y se encorven los hombres fuertes;
cuando cesen de trabajar las molineras, porque habrán disminuido,
y se queden a oscuras las que miran por las ventanas;
cuando las puertas de afuera se cierren,
y se vaya apagando el ruido del molino;
cuando se escuche la voz del ave,
pero las canciones dejen de oírse;
cuando se tema también a las alturas,
y se llene de peligros el camino,
y florezca el almendro,
y la langosta sea una carga,
y se pierda el apetito;
porque el hombre va a su morada eterna,
y rondarán por las calles quienes hacen duelo;
antes que la cadena de plata se quiebre,
se rompa el cuenco de oro,
el cántaro se quiebre junto a la fuente
y la polea se rompa sobre el pozo;
antes que el polvo vuelva a la tierra, como era,
y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.

«¡Vanidad de vanidades —dijo el Predicador—,
todo es vanidad!»

Resumen del deber del hombre

Cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo. Escuchó, escudriñó y compuso muchos proverbios. 10 Procuró el Predicador hallar palabras agradables y escribir rectamente palabras de verdad.

11 Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos hincados las de los maestros de las congregaciones, pronunciadas por un pastor. 12 Ahora, hijo, a más de esto acepta ser amonestado. No tiene objeto escribir muchos libros; el mucho estudio es fatiga para el cuerpo.

13 El fin de todo el discurso que has oído es: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre. 14 Pues Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa oculta, sea buena o sea mala.

Filemón

Salutación

Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, a la amada hermana Apia, a Arquipo, nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

El amor y la fe de Filemón

Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y para con todos los santos, y pido para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús, pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, hermano, han sido confortados los corazones de los santos.

Pablo intercede por Onésimo

Por eso, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, prefiero rogártelo apelando a tu amor, siendo yo, Pablo, ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo. 10 Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, 11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil. 12 Te lo envío de nuevo. Tú, pues, recíbelo como a mí mismo.

13 Yo quisiera retenerlo conmigo, para que en lugar tuyo me sirviera en mis prisiones por causa del evangelio. 14 Pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuera forzado, sino voluntario.

15 Quizá se apartó de ti por algún tiempo para que lo recibas para siempre, 16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.

17 Así que, si me tienes por compañero, recíbelo como a mí mismo. 18 Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo, Pablo, lo escribo de mi mano: yo lo pagaré (por no decirte que aun tú mismo te me debes también). 20 Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor, conforta mi corazón en el Señor.

21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo. 22 Prepárame también alojamiento, porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido.

Salutaciones y bendición final

23 Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, 24 Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.

25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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