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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Josué 9

Astucia de los gabaonitas

Cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, tanto en las montañas como en los llanos, y en toda la costa del Mar Grande hasta el Líbano: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, se concertaron para pelear contra Josué e Israel. Pero cuando los habitantes de Gabaón oyeron lo que Josué había hecho con Jericó y Hai, recurrieron a la astucia, pues fueron y se fingieron embajadores, tomaron sacos viejos sobre sus asnos y odres viejos de vino, rotos y remendados; se pusieron zapatos viejos y recosidos, y vestidos viejos. Todo el pan que traían para el camino era seco y mohoso. Al llegar a Josué al campamento en Gilgal, les dijeron a él y a los de Israel:

—Nosotros venimos de una tierra muy lejana; haced, pues, ahora una alianza con nosotros.

Los de Israel respondieron a los heveos:

—Si habitáis en medio de nosotros, ¿cómo, pues, podremos hacer alianza con vosotros?

Ellos respondieron a Josué:

—Nosotros somos tus siervos.

—¿Quiénes sois vosotros, y de dónde venís? —les dijo Josué.

Ellos respondieron:

—Tus siervos han venido de tierra muy lejana a causa del nombre de Jehová, tu Dios, pues hemos oído de su fama, de todo lo que hizo en Egipto 10 y todo lo que hizo con los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán: Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, que estaba en Astarot. 11 Por eso nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestra tierra nos dijeron: “Tomad en vuestras manos la provisión para el camino, id al encuentro de ellos y decidles: ‘Nosotros somos vuestros siervos; haced ahora alianza con nosotros.’” 12 Este nuestro pan lo tomamos caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos para venir a vuestro encuentro, y ahora ya está seco y mohoso. 13 Estos odres de vino también los llenamos nuevos, y ya están rotos. También estos nuestros vestidos y nuestros zapatos están ya viejos a causa de tanto caminar.

14 Los hombres de Israel tomaron de las provisiones de ellos, pero no consultaron a Jehová. 15 Josué hizo la paz con ellos; también celebró con ellos una alianza concediéndoles la vida y los príncipes de la congregación hicieron un juramento.

16 Tres días después que hicieron la alianza con ellos, supieron que eran sus vecinos y que habitaban en medio de ellos. 17 Los hijos de Israel salieron, y al tercer día llegaron a sus ciudades, que eran Gabaón, Cafira, Beerot y Quiriat-jearim. 18 No los mataron los hijos de Israel por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová, el Dios de Israel.

Toda la congregación empezó a murmurar contra los príncipes; 19 pero todos los príncipes respondieron a la congregación:

—Nosotros les hemos jurado por Jehová, Dios de Israel; por tanto, ahora no los podemos tocar. 20 Esto haremos con ellos: los dejaremos vivir, para que no venga sobre nosotros la ira por causa del juramento que les hemos hecho.

21 De ellos dijeron, pues, los príncipes: «¡Dejadlos vivir!, pero que se constituyan en leñadores y aguadores para toda la congregación», concediéndoles así la vida, según les habían prometido los príncipes.

22 Josué los llamó y les dijo:

—¿Por qué nos habéis engañado diciendo: “Habitamos muy lejos de vosotros”, siendo que vivís en medio de nosotros? 23 Ahora, pues, malditos sois, y nunca dejará de haber de entre vosotros siervos, ni quienes corten la leña y saquen el agua para la casa de mi Dios.

24 Ellos respondieron a Josué:

—Como fue dado a entender a tus siervos que Jehová, tu Dios, había mandado a Moisés, su siervo, que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros, por esto temimos mucho por nuestras vidas a causa de vosotros, e hicimos esto. 25 Ahora, pues, estamos en tus manos; lo que te parezca bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.

26 Él hizo así con ellos, pues los libró de manos de los hijos de Israel y no los mataron. 27 Aquel día Josué los destinó a ser leñadores y aguadores para la congregación y para el altar de Jehová, en el lugar que Jehová eligiera. Eso son hasta hoy.

Salmos 140-141

Súplica de protección contra los perseguidores

Al músico principal. Salmo de David

140 Líbrame, Jehová, del hombre malo;
guárdame de hombres violentos,
los cuales maquinan males en el corazón
y cada día provocan contiendas.
Aguzan su lengua como una serpiente;
veneno de víbora hay debajo de sus labios. Selah

Guárdame, Jehová, de manos del impío;
líbrame de hombres injuriosos,
que han planeado trastornar mis pasos.
Me han tendido lazo y cuerdas los soberbios;
han tendido red junto a la senda;
me han puesto lazos. Selah

He dicho a Jehová: «Dios mío eres tú;
escucha, Jehová, la voz de mis ruegos.
Jehová, Señor, potente salvador mío,
tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de la batalla.»

No concedas, Jehová, al impío sus deseos;
no saques adelante sus pensamientos,
para que no se ensoberbezca. Selah
En cuanto a los que por todas partes me rodean,
la maldad de sus propios labios cubrirá sus cabezas.
10 Caerán sobre ellos brasas,
serán echados en el fuego,
en abismos profundos de donde no escaparán.
11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra;
el mal cazará al hombre injusto para derribarlo.

12 Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido
y el derecho de los necesitados.
13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre;
¡los rectos morarán en tu presencia!

Oración a fin de ser guardado del mal

Salmo de David

141 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a venir a mí;
escucha mi voz cuando te invoque.
Suba mi oración delante de ti como el incienso,
el don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

Pon guarda a mi boca, Jehová;
guarda la puerta de mis labios.
No dejes que se incline mi corazón a cosa mala,
para hacer obras impías
con los que hacen maldad;
y no coma yo de sus deleites.

Que el justo me castigue y me reprenda será un favor;
pero que bálsamo de impíos no unja mi cabeza,
pues mi oración será continuamente contra sus maldades.
Serán despeñados sus jueces,
y oirán mis palabras, que son verdaderas.
Como quien hiende y rompe la tierra,
son esparcidos nuestros huesos a la boca del seol.

Por tanto, a ti, Jehová, Señor, miran mis ojos.
En ti he confiado: no desampares mi alma.
Guárdame de los lazos que me han tendido
y de las trampas de los que hacen maldad.
10 Caigan los impíos a una en sus redes,
mientras yo paso adelante.

Jeremías 3

»Dicho está:
“Si alguno deja a su mujer,
y ésta se va de él
y se junta a otro hombre,
¿volverá de nuevo a ella?
¿No será tal tierra del todo mancillada?”
Tú, pues, que has fornicado con muchos amigos,
¿habrás de volver a mí?,
dice Jehová.

»Alza tus ojos a las alturas,
y ve si hay algún lugar donde no te hayas prostituido.
Junto a los caminos te sentabas para ellos
como un árabe en el desierto,
y con tus fornicaciones y tu maldad
has contaminado la tierra.
Por esta causa las aguas fueron detenidas
y faltó la lluvia tardía.
Te has mostrado como una prostituta,
y no has querido avergonzarte.
¿Acaso no me llamas ahora mismo
Padre mío, y Guía de mi juventud?
Tu dices: “¿Guardará su enojo para siempre?
¿Eternamente lo guardará?”
He aquí que has hablado así,
pero has hecho cuantas maldades pudiste.»

Jehová exhorta a Israel y a Judá al arrepentimiento

Me dijo Jehová en días del rey Josías: «¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Se ha ido a todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí ha fornicado. Y dije: “Después de hacer todo esto, se volverá a mí”, ¡pero no se volvió! Y lo vio su hermana, la rebelde Judá. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá, su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa ligera su fornicación, la tierra fue contaminada, pues adulteró con la piedra y con el leño. 10 Con todo esto, su hermana, la rebelde Judá, no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová.»

11 Y me dijo Jehová: «Ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la traidora Judá. 12 Ve y proclama estas palabras hacia el norte, y di:

»“Vuélvete, rebelde Israel,
dice Jehová;
no haré caer mi ira sobre ti,
porque misericordioso soy yo,
dice Jehová;
no guardaré para siempre el enojo.
13 Reconoce, pues, tu maldad,
porque contra Jehová, tu Dios, te has levantado,
y has fornicado con los extraños
debajo de todo árbol frondoso,
y no has escuchado mi voz,
dice Jehová.

14 »”Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os introduciré en Sión. 15 Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y con inteligencia. 16 Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: ‘¡Arca del pacto de Jehová!’ No vendrá al pensamiento ni se acordarán de ella, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo. 17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová, a Jerusalén; y no andarán más tras la dureza de su malvado corazón.

18 »”En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.

19 »”Yo preguntaba: ¿Cómo os pondré por hijos
y os daré la tierra deseable,
la rica heredad de las naciones?
Y dije: Me llamaréis Padre mío,
y no os apartaréis de en pos de mí.
20 Pero como la esposa infiel abandona a su compañero,
así os levantasteis contra mí, casa de Israel,
dice Jehová.

21 »”Una voz se oye sobre las alturas,
llanto de los ruegos de los hijos de Israel,
porque han torcido su camino,
se han olvidado de Jehová, su Dios.
22 ¡Convertíos, hijos rebeldes,
y os sanaré de vuestras rebeliones!”»

«Aquí estamos, venimos a ti,
porque tú, Jehová, eres nuestro Dios.
23 Ciertamente vanidad son los collados
y el bullicio sobre los montes;
ciertamente en Jehová, nuestro Dios,
está la salvación de Israel.

24 »Confusión consumió el trabajo de nuestros padres
desde nuestra juventud:
sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas.
25 Yacemos en nuestra vergüenza,
nuestra ignominia nos cubre;
porque pecamos contra Jehová, nuestro Dios,
nosotros y nuestros padres,
desde nuestra juventud y hasta este día,
y no hemos escuchado la voz de Jehová, nuestro Dios.»

Mateo 17

La transfiguración(A)

17 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. Allí se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías, que hablaban con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: «Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, haremos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió y se oyó una voz desde la nube, que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.» Al oír esto, los discípulos se postraron sobre sus rostros y sintieron gran temor. Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: «Levantaos y no temáis.»

Cuando ellos alzaron los ojos, no vieron a nadie, sino a Jesús solo.

Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo:

—No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos.

10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo:

—¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?

11 Respondiendo Jesús, les dijo:

—A la verdad, Elías viene primero y restaurará todas las cosas. 12 Pero os digo que Elías ya vino, y no lo conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá a manos de ellos.

13 Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.

Jesús sana a un muchacho lunático(B)

14 Cuando llegaron adonde estaba la gente, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo:

15 —Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático y sufre muchísimo, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16 Lo he traído a tus discípulos, pero no lo han podido sanar.

17 Respondiendo Jesús, dijo:

—¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.

18 Entonces reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 19 Se acercaron entonces los discípulos a Jesús y le preguntaron aparte:

—¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?

20 Jesús les dijo:

—Por vuestra poca fe. De cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Pásate de aquí allá”, y se pasará; y nada os será imposible. 21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

Jesús anuncia por segunda vez su muerte(C)

22 Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres 23 y lo matarán, pero al tercer día resucitará».

Ellos se entristecieron mucho.

Pago del impuesto para el Templo

24 Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban las dos dracmas y le preguntaron:

—¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?

25 Él dijo:

—Sí.

Al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo:

—¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos o de los extraños?

26 Pedro le respondió:

—De los extraños.

Jesús le dijo:

—Luego los hijos están exentos. 27 Sin embargo, para no ofenderlos, ve al mar, echa el anzuelo y toma el primer pez que saques, ábrele la boca y hallarás una moneda. Tómala y dásela por mí y por ti.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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