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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Éxodo 30

El altar del incienso

30 “Harás asimismo un altar para quemar incienso. Lo harás de madera de acacia. Será cuadrado, de cuarenta y cinco centímetros de largo, de cuarenta y cinco centímetros de ancho y de noventa centímetros de alto. Sus cuernos serán hechos de la misma pieza. Lo recubrirás de oro puro, tanto su cubierta como sus paredes alrededor y sus cuernos. Le harás alrededor una moldura de oro. Le harás también dos aros de oro debajo de su moldura en sus dos costados, en sus dos lados, donde se colocarán las varas con que será transportado. Harás las varas de madera de acacia y las recubrirás de oro.

“Pondrás el altar delante del velo que está junto al arca del testimonio y delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde yo me encontraré contigo. Aarón quemará incienso aromático sobre él; lo quemará cada mañana cuando prepare las lámparas. Cuando encienda las lámparas al anochecer, también quemará incienso delante del SEÑOR, continuamente, a través de vuestras generaciones. No ofrecerán sobre el altar incienso extraño ni holocausto ni ofrenda vegetal. Tampoco derramarán sobre él vino como ofrenda. 10 Una vez al año Aarón hará expiación sobre los cuernos del altar. Con la sangre de la víctima para la expiación por el pecado, hará expiación sobre él, una vez al año, a través de sus generaciones. Será muy sagrado al SEÑOR”.

Ofrenda para el tabernáculo

11 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 12 “Cuando hagan el censo para obtener el número de los hijos de Israel, según los que sean contados de ellos, cada uno dará al SEÑOR el rescate por su persona. Así no habrá mortandad entre ellos, cuando hayan sido contados. 13 Esto dará todo el que sea contado: la mitad de la moneda del santuario[a]. Esta moneda tiene diez gramos de plata. Cinco gramos de plata será la ofrenda alzada para el SEÑOR. 14 Cada uno que sea contado, de veinte años para arriba, dará esta ofrenda alzada para el SEÑOR. 15 Al entregar la ofrenda alzada para el SEÑOR a fin de hacer expiación por sus personas, el rico no dará más ni el pobre dará menos de cinco gramos de plata. 16 Tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión. Ello será para que los hijos de Israel se acuerden, delante del SEÑOR, de hacer expiación por sus personas”.

La fuente de bronce

17 El SEÑOR también habló a Moisés diciendo: 18 “También harás una fuente de bronce para lavarse, con su base también de bronce. La pondrás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua. 19 Aarón y sus hijos se lavarán en ella las manos y los pies. 20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran. Cuando se acerquen al altar para servir y presentar la ofrenda quemada al SEÑOR, 21 también se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Esto será un estatuto perpetuo, tanto para él como para sus descendientes, a través de sus generaciones”.

El aceite de la santa unción

22 El SEÑOR también habló a Moisés diciendo: 23 “Toma especias aromáticas: de mirra granulada de primera, cinco kilos; de canela aromática, la mitad, es decir, dos kilos y medio; de cálamo aromático, dos kilos y medio 24 de casia, cinco kilos, de acuerdo a la moneda del santuario[b]; y cuatro litros de aceite de oliva. 25 Con esto prepararás el aceite de la santa unción. Será un ungüento combinado, obra de perfumista, el cual será el aceite de la santa unción. 26 Con él ungirás el tabernáculo de reunión y el arca del testimonio, 27 la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con sus utensilios, el altar del incienso, 28 el altar del holocausto con todos sus utensilios y la fuente con su base. 29 Así los consagrarás, y serán cosas muy sagradas. Todo lo que los toque será santificado.

30 “También ungirás a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás, para que me sirvan como sacerdotes. 31 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: ‘Este será mi aceite de la santa unción a través de todas sus generaciones. 32 No será vertido sobre el cuerpo de ningún hombre, ni harán una composición similar. Sagrado es, y sagrado será para ustedes. 33 Cualquiera que prepare un ungüento similar y cualquiera que ponga de él sobre una persona extraña será excluido de su pueblo’ ”.

El incienso aromático

34 El SEÑOR dijo también a Moisés: “Toma especias: estacte, uña aromática, gálbano e incienso puro; igual peso de cada cosa. 35 Haz con ello el incienso aromático, obra de perfumista, salado, puro y santo. 36 Molerás una parte de él muy fina y la pondrás delante del testimonio, en el tabernáculo de reunión, donde yo me encontraré contigo. Será para ustedes cosa muy sagrada. 37 No se harán incienso de una composición similar. Te será cosa sagrada para el SEÑOR; 38 cualquiera que haga una composición similar para olerla será excluido de su pueblo”.

Juan 9

Jesús sana a un ciego de nacimiento

Mientras pasaba Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento, y sus discípulos le preguntaron diciendo:

—Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que naciera ciego?

Respondió Jesús:

—No es que este pecó, ni tampoco sus padres. Al contrario, fue para que las obras de Dios se manifestaran en él. Me es preciso hacer las obras del que me envió mientras dure el día. La noche viene cuando nadie puede trabajar. Mientras yo esté en el mundo, luz soy del mundo.

Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva y con el lodo untó los ojos del ciego. Y le dijo:

—Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa enviado).

Por tanto fue, se lavó y regresó viendo. Entonces los vecinos y los que antes lo habían visto que era mendigo decían:

—¿No es este el que se sentaba para mendigar?

Unos decían:

—Este es.

Y otros:

—No. Pero se parece a él.

Él decía:

—Yo soy.

10 Entonces le decían:

—¿Cómo te fueron abiertos los ojos?

11 Él respondió:

—El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: “Ve a Siloé y lávate”. Entonces, cuando fui y me lavé, recibí la vista.

12 Y le dijeron:

—¿Dónde está él?

Él dijo:

—No sé.

Los fariseos interrogan al sanado

13 Llevaron ante los fariseos al que antes era ciego, 14 porque el día en que Jesús hizo lodo y le abrió los ojos era sábado. 15 Entonces los fariseos le volvieron a preguntar de qué manera había recibido la vista, y les dijo:

—Él me puso lodo sobre los ojos, me lavé y veo.

16 Entonces algunos de los fariseos decían:

—Este hombre no es de Dios porque no guarda el sábado.

Pero otros decían:

—¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales?

Había una división entre ellos. 17 Entonces volvieron a hablar al ciego:

—¿Qué dices tú de él, puesto que te abrió los ojos?

Y él dijo:

—Que es profeta.

18 Los judíos, pues, no creían que él había sido ciego y que había recibido la vista hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista 19 y les preguntaron diciendo:

—¿Es este su hijo, el que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?

20 Respondieron sus padres y dijeron:

—Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. 21 Pero cómo ve ahora, no sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Edad tiene; pregúntenle a él y él hablará por su cuenta.

22 Sus padres dijeron esto porque tenían miedo de los judíos, porque ya los judíos habían acordado que si alguno confesaba que Jesús era el Cristo fuera expulsado de la sinagoga. 23 Por esta razón dijeron sus padres: “Edad tiene; pregúntenle a él”. 24 Así que, por segunda vez, llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron:

—¡Da gloria a Dios! Nosotros sabemos que este hombre es pecador.

25 Entonces él respondió:

—Si es pecador, no lo sé. Una cosa sé: que, habiendo sido ciego, ahora veo.

26 Luego le dijeron:

—¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?

27 Les contestó:

—Ya les dije y no escucharon. ¿Por qué lo quieren oír otra vez? ¿Acaso quieren también ustedes hacerse sus discípulos?

28 Entonces lo ultrajaron y dijeron:

—¡Tú eres discípulo de él! ¡Pero nosotros somos discípulos de Moisés! 29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado por Moisés, pero este no sabemos de dónde sea.

30 Respondió el hombre y les dijo:

—¡Pues en esto sí tenemos una cosa maravillosa! Que ustedes no sepan de dónde es, y a mí me abrió los ojos. 31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien es temeroso de Dios y hace su voluntad, a ese oye. 32 Desde la eternidad nunca se oyó que alguien abriera los ojos de uno que había nacido ciego. 33 Si este no procediera de Dios, no podría hacer nada.

34 Le contestaron diciendo:

—Tú naciste sumido en pecado, ¿y tú quieres enseñarnos a nosotros?

Y lo echaron fuera.

El ciego sanado cree en Jesús

35 Jesús oyó que lo habían echado fuera y, cuando lo halló, le dijo:

—¿Crees tú en el Hijo del Hombre?[a].

36 Él respondió y dijo:

—Señor, ¿quién es para que yo crea en él?

37 Jesús le dijo:

—Lo has visto, y el que habla contigo, él es.

38 Y dijo:

—¡Creo, Señor!

Y lo adoró.

39 Y dijo Jesús:

—Para juicio yo he venido a este mundo; para que vean los que no ven, y los que ven sean hechos ciegos.

40 Al oír esto, algunos de los fariseos que estaban con él le dijeron:

—¿Acaso somos nosotros también ciegos?

41 Les dijo Jesús:

—Si fueran ciegos no tendrían pecado; pero ahora, porque dicen: “Vemos”, su pecado permanece.

Proverbios 6

Consejos sobre la fianza imprudente

Hijo mío, si diste fianza por tu prójimo y estrechaste la mano con un extraño,

te has enredado con tus palabras
y has quedado atrapado con los dichos de tu boca.
Ahora pues, haz esto, hijo mío, para quedar libre
ya que has caído en las manos
de tu prójimo:
Anda, humíllate, importuna a tu prójimo;
no des sueño a tus ojos
ni dejes dormitar tus párpados.
Escapa como el venado de mano del cazador,
como ave de mano del que tiende la red.

Amonestación contra la pereza

Ve a la hormiga, oh perezoso; observa sus caminos y sé sabio.
Ella no tiene jefe
ni comisario ni gobernador;
pero prepara su comida en el verano,
y guarda su sustento en el tiempo
de la siega.
Perezoso: ¿Hasta cuándo has de estar acostado?
¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
10 Un poco de dormir, un poco de dormitar
y un poco de cruzar las manos
para reposar.
11 Así vendrá tu pobreza como
un vagabundo,
y tu escasez como un hombre armado.

Características del hombre inicuo

12 El hombre depravado, el hombre inicuo, anda en la perversidad de boca,
13 guiña los ojos,
hace señas con sus pies
e indica con sus dedos.
14 Perversidades hay en su corazón;
en todo tiempo anda pensando el mal, provocando discordia.
15 Por eso, su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado,
y no habrá remedio.
16 Seis cosas aborrece el SEÑOR,
y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos,
la lengua mentirosa,
las manos que derraman sangre inocente,
18 el corazón que maquina pensamientos inicuos,
los pies que se apresuran a correr
al mal,
19 el testigo falso que respira calumnias
y el que provoca discordia entre los hermanos.

Acerca de las mujeres disolutas

20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre
y no abandones la instrucción
de tu madre.
21 Átalos siempre a tu corazón
y enlázalos en tu cuello.
22 Te guiarán cuando camines;
te guardarán cuando te acuestes
y hablarán contigo cuando te despiertes.
23 Porque el mandamiento es antorcha
y la instrucción es luz.
Y las reprensiones de la disciplina son camino de vida.
24 Te guardarán de la mala mujer,
de la suavidad de lengua de la extraña.
25 En tu corazón no codicies
su hermosura
ni te prenda ella con sus ojos;
26 porque por una prostituta el hombre
es reducido a un bocado de pan,
y la mujer ajena caza una vida valiosa.
27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que se quemen sus vestidos?
28 ¿Andará el hombre sobre las brasas sin que se le quemen los pies?
29 Así sucede con el que se enreda
con la mujer de su prójimo;
no quedará impune ninguno
que la toque.
30 ¿Acaso no desprecian al ladrón, aunque robe para saciar su apetito cuando tiene hambre,
31 y si es sorprendido pagará siete veces
y entregará todo lo que posee
en su casa?
32 Así también el que comete adulterio con una mujer es falto de
entendimiento;
el que hace tal cosa se destruye
a sí mismo.
33 Heridas e ignominia encontrará
y su afrenta no será borrada;
34 porque los celos del hombre
son su furor,
y él no perdonará en el día
de la venganza.
35 No aceptará ninguna restitución;
ni consentirá, aunque sea grande
tu soborno.

Gálatas 5

Estad firmes en la libertad de Cristo

Estén, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se pongan otra vez bajo el yugo de la esclavitud. He aquí yo, Pablo, les digo que si se dejan circuncidar, de nada les aprovechará Cristo. Y otra vez declaro a todo hombre que acepta ser circuncidado, que está obligado a cumplir toda la ley.

Ustedes, que pretenden ser justificados en la ley, ¡han quedado desligados de Cristo y de la gracia han caído! Porque nosotros por el Espíritu aguardamos por la fe la esperanza de la justicia. Pues en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino la fe que actúa por medio del amor.

Corrían bien. ¿Quién los estorbó para no obedecer a la verdad? Tal persuasión no proviene de aquel que los llama. Un poquito de levadura leuda toda la masa. 10 Yo confío en el Señor con respecto a ustedes que no pensarán de ninguna otra manera; y el que los inquieta llevará su castigo, sea quien sea. 11 Pero con respecto a mí, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué aún soy perseguido? En tal caso, se habría quitado el tropiezo de la cruz. 12 ¡Ojalá se mutilasen los que los perturban!

Frutos de la carne y del Espíritu

13 Ustedes fueron llamados a la libertad, hermanos; solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor, 14 porque toda la ley se ha resumido en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo[a]. 15 Pero si se muerden y se comen los unos a los otros, miren que no sean consumidos los unos por los otros.

16 Digo, pues: Anden en el Espíritu, y así jamás satisfarán los malos deseos de la carne. 17 Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente para que no hagan lo que quisieran. 18 Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley.

19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: inmoralidad sexual[b], impureza, desenfreno, 20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos, 21 envidia[c], borracheras, orgías y cosas semejantes a estas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

22 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley 24 porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

25 Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu. 26 No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y envidiándonos unos a otros.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano