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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Éxodo 26

Las piezas del tabernáculo

26 “Harás el tabernáculo de diez tapices de lino torcido, de material azul, de púrpura y de carmesí. Y los decorarás con querubines, obra de fina artesanía. Cada tapiz será de doce metros y medio de largo y de un metro ochenta centímetros de ancho. Todos los tapices tendrán la misma medida. Cinco tapices se unirán el uno con el otro; y también los otros cinco tapices se unirán el uno con el otro. Harás lazos de hilo azul en la orilla de cada tapiz del extremo de la unión, y lo mismo harás en la orilla del tapiz del extremo en la otra unión. Harás cincuenta lazos en el primer tapiz, y otros cincuenta en el extremo del tapiz de la otra unión, estando los lazos contrapuestos, uno frente al otro. También harás cincuenta ganchos de oro con los cuales unirás los tapices el uno con el otro, de manera que el tabernáculo forme un solo conjunto.

“Asimismo, harás tapices de pelo de cabra para la tienda que estará sobre el tabernáculo, once tapices en total. Cada tapiz será de trece metros y medio de largo y de un metro ochenta centímetros de ancho. Los once tapices tendrán una misma medida. Unirás cinco tapices en un conjunto, y seis tapices en el otro conjunto. Doblarás el sexto tapiz para que vaya en la parte frontal del tabernáculo. 10 Harás cincuenta lazos en la orilla del tapiz del extremo, en la primera unión; y otros cincuenta lazos en la orilla del otro tapiz, en la segunda unión. 11 Asimismo, harás cincuenta ganchos de bronce, los cuales meterás en los lazos, y juntarás la tienda de manera que forme un conjunto. 12 El sobrante de los tapices de la cubierta, que es de medio tapiz, colgará hacia la parte posterior del tabernáculo. 13 Y cuarenta y cinco centímetros de un lado y otros cuarenta y cinco centímetros del otro lado, que sobran a lo largo de los tapices de la tienda, colgarán sobre los lados del tabernáculo, a un lado y al otro, para cubrirlo.

14 “También harás para el tabernáculo una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, y sobre esta habrá una cubierta de pieles finas.

15 “Harás para el tabernáculo tablones de madera de acacia para estar puestos de manera vertical. 16 Cada tablón será de cuatro metros y medio de largo y de sesenta y cinco centímetros de ancho. 17 Cada tablón tendrá dos espigas para ser trabadas una con otra. Así harás con todos los tablones del tabernáculo. 18 Harás para el lado sur del tabernáculo veinte tablones. 19 Harás cuarenta bases de plata para estar debajo de los veinte tablones: dos bases debajo de un tablón para sus dos espigas, y dos bases debajo de otro tablón para sus dos espigas. 20 Y para el otro lado del tabernáculo, el lado norte, harás otros veinte tablones, 21 con sus cuarenta bases de plata, dos bases debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón. 22 Para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablones. 23 Harás, además, dos tablones para las esquinas del tabernáculo en los dos extremos posteriores, 24 los cuales estarán unidos por abajo y unidos por arriba con un aro. Así será con los dos tablones para las dos esquinas. 25 De modo que habrá ocho tablones con sus bases de plata, dieciséis bases; dos bases debajo de un tablón y dos bases debajo de otro tablón.

26 “Harás también travesaños de madera de acacia: cinco para los tablones de un lado del tabernáculo; 27 cinco travesaños para los tablones del otro lado del tabernáculo, y cinco travesaños para los tablones del lado posterior del tabernáculo, al occidente. 28 El travesaño del centro pasará por la mitad de los tablones, de un extremo al otro extremo. 29 Recubrirás de oro los tablones. Harás también de oro sus aros en los cuales se han de meter los travesaños. También recubrirás de oro los travesaños. 30 Y levantarás el tabernáculo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

31 “Harás también un velo de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, decorado con querubines, obra de fina artesanía. 32 Lo pondrás sobre cuatro pilares de madera de acacia recubiertos de oro, con sus ganchos de oro sobre las cuatro bases de plata. 33 Harás colgar el velo de los ganchos. Introducirás detrás del velo el arca del testimonio. Aquel velo les servirá de separación entre el lugar santo y el lugar santísimo. 34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio, en el lugar santísimo.

35 “Pondrás la mesa fuera del velo, y el candelabro frente a la mesa, en el lado sur del tabernáculo. Y pondrás la mesa en el lado norte.

36 “Harás para la entrada del tabernáculo una cortina de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, obra de bordador. 37 Harás para la cortina cinco pilares de madera de acacia, y los recubrirás de oro. Sus ganchos serán de oro; y les harás cinco bases de bronce fundido.

Juan 5

Jesús sana al paralítico en Betesda

Después de esto había una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. En Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, hay un estanque con cinco pórticos que en hebreo se llama Betesda[a]. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos [b].

Se encontraba allí cierto hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio tendido y supo que ya había pasado tanto tiempo así, le preguntó:

—¿Quieres ser sano?

Le respondió el enfermo:

—Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras me muevo yo, otro desciende antes que yo.

Jesús le dijo:

—Levántate, toma tu cama y anda.

Y en seguida el hombre fue sanado, tomó su cama y anduvo. Y aquel día era sábado.

10 Entonces los judíos le decían a aquel que había sido sanado:

—Es sábado y no te es lícito llevar tu cama.

11 Pero él les respondió:

—El que me sanó, él mismo me dijo: “Toma tu cama y anda”.

12 Entonces le preguntaron:

—¿Quién es el hombre que te dijo: “Toma tu cama y anda”?

13 Pero el que había sido sanado no sabía quién había sido, porque Jesús se había apartado pues había mucha gente en el lugar. 14 Después Jesús lo halló en el templo y le dijo:

—He aquí, has sido sanado; no peques más para que no te ocurra algo peor.

15 El hombre se fue y declaró a los judíos que Jesús era el que lo había sanado. 16 Por esta causa los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado. 17 Pero Jesús les respondió:

—Mi Padre hasta ahora trabaja; también yo trabajo.

18 Por esta razón los judíos aún más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el sábado sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

Jesús habla de su autoridad

19 Por esto respondió Jesús y les decía:

—De cierto, de cierto les digo que el Hijo no puede hacer nada de sí mismo sino lo que ve hacer al Padre. Porque todo lo que él hace, esto también lo hace el Hijo de igual manera. 20 Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todas las cosas que él mismo hace. Y mayores obras que estas le mostrará, de modo que ustedes se asombrarán. 21 Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. 22 Porque el Padre no juzga a nadie sino que todo el juicio lo dio al Hijo 23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.

24 »De cierto, de cierto les digo que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a condenación sino que ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto les digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oyen vivirán. 26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo el tener vida en sí mismo. 27 Y también le dio autoridad para hacer juicio, porque él es el Hijo del Hombre. 28 No se asombren de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz 29 y saldrán, los que hicieron el bien para la resurrección de vida pero los que practicaron el mal para la resurrección de condenación. 30 Yo no puedo hacer nada de mí mismo. Como oigo, juzgo; y mi juicio es justo porque no busco la voluntad mía sino la voluntad del que me envió.

Testimonio acerca de Jesús

31 »Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. 32 El que da testimonio de mí es otro, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero. 33 Ustedes enviaron mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. 34 Pero yo no recibo el testimonio de parte del hombre; más bien, digo esto para que ustedes sean salvos. 35 Él era antorcha que ardía y alumbraba, y ustedes quisieron regocijarse por un poco en su luz.

36 »Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para cumplirlas, las mismas obras que hago dan testimonio de mí de que el Padre me ha enviado.

37 »Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Pero nunca han oído su voz ni han visto su apariencia 38 ni tienen su palabra permaneciendo en ustedes; porque ustedes no creen a quien él envió. 39 Escudriñen las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí. 40 Y ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida.

41 »No recibo gloria de parte de los hombres. 42 Al contrario, yo los conozco que no tienen el amor de Dios en ustedes. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me reciben. Si otro viniera en su propio nombre, a aquel recibirían. 44 ¿Cómo pueden ustedes creer? Pues recibiendo la gloria los unos de los otros no buscan la gloria que viene de parte del único Dios.

45 »No piensen que yo los acusaré delante del Padre. Hay quien los acusa: Moisés, en quien han puesto la esperanza. 46 Porque si ustedes creyeran a Moisés, me creerían a mí; pues él escribió de mí. 47 Pero si no creen a sus escritos, ¿cómo creerán a mis palabras?

Proverbios 2

Resultados de aceptar la sabiduría

Hijo mío, si aceptas mis palabras

y atesoras mis mandamientos dentro de ti,
si prestas oído a la sabiduría
e inclinas tu corazón al entendimiento,
si invocas a la inteligencia
y al entendimiento llamas a gritos,
si como a la plata la buscas
y la rebuscas como a tesoros escondidos,
entonces entenderás el temor del SEÑOR
y hallarás el conocimiento de Dios.
Porque el SEÑOR da la sabiduría,
y de su boca provienen el conocimiento y el entendimiento.
Él atesora eficiente sabiduría para los rectos;
es el escudo de los que caminan en
integridad.
Preserva las sendas del juicio
y guarda el camino de sus piadosos.
Entonces entenderás la justicia, el derecho y la equidad: todo buen camino.
10 Cuando la sabiduría entre en
tu corazón
y el conocimiento sea agradable
a tu alma,
11 te guardará la sana iniciativa
y te preservará el entendimiento.
12 Te librará del mal camino,
de los hombres que hablan
perversidades,
13 que abandonan las sendas derechas para andar en caminos tenebrosos,
14 que se alegran haciendo el mal
y que se gozan en las perversidades del mal,
15 cuyos senderos son torcidos
y perversos sus caminos.
16 Te librará de la mujer ajena,
de la extraña que halaga con sus palabras,
17 que abandona al compañero
de su juventud
y se olvida del pacto de su Dios[a].
18 Ciertamente su casa se hunde hacia
la muerte
y sus sendas hacia los muertos.
19 Todos los que con ella tengan
relaciones no volverán
ni lograrán alcanzar los senderos
de la vida.
20 Hará que andes por el camino de los buenos
y guardes las sendas de los justos.
21 Porque los rectos habitarán la tierra
y los íntegros permanecerán en ella.
22 Pero los impíos serán exterminados
de la tierra
y los traicioneros serán desarraigados de ella.

Gálatas 1

Pablo, apóstol —no de parte de hombres ni por medio de hombre, sino por medio de Jesucristo y de Dios Padre, quien lo resucitó de entre los muertos— y todos los hermanos que están conmigo; a las iglesias de Galacia: Gracia a ustedes y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo quien se dio a sí mismo por nuestros pecados. De este modo nos libró de la presente época malvada, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

El carácter único del evangelio

Estoy asombrado de que tan pronto se estén apartando del que los llamó por la gracia de Cristo[a], para ir tras un evangelio diferente. No es que haya otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo les[b] anunciara un evangelio diferente del que les hemos anunciado, sea anatema. Como ya lo hemos dicho, ahora mismo vuelvo a decir: Si alguien les está anunciando un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema.

Pablo defiende su evangelio

10 ¿Busco ahora convencer a los hombres, o a Dios? ¿Será que busco agradar a los hombres? Si yo todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo. 11 Pero les hago saber, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según hombre; 12 porque yo no lo recibí ni me fue enseñado de parte de ningún hombre sino por revelación de Jesucristo.

13 Ya oyeron acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo: que yo perseguía ferozmente a la iglesia de Dios y la estaba asolando. 14 Me destacaba en el judaísmo sobre muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. 15 Pero cuando Dios —quien me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia— tuvo a bien 16 revelar a su Hijo en mí para que yo lo anunciara entre los gentiles, no consulté de inmediato con ningún hombre 17 ni subí a Jerusalén a los que fueron apóstoles antes que yo sino que partí para Arabia y volví de nuevo a Damasco.

18 Luego, después de tres años, subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días. 19 No vi a ningún otro de los apóstoles sino a Jacobo[c], el hermano del Señor; 20 y en cuanto a lo que les escribo, he aquí delante de Dios que no miento. 21 Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia. 22 Y yo no era conocido de vista por las iglesias de Judea, las que están en Cristo. 23 Solamente oían decir: “El que antes nos perseguía ahora proclama como buena nueva la fe que antes asolaba”. 24 Y daban gloria a Dios por causa de mí.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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