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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
La Palabra (España) (BLP)
Version
Salmos 3-4

Salmo 3

La salvación es del Señor

Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón.
Señor, ¡son tantos mis enemigos,
tantos quienes se alzan contra mí!
¡Tantos los que de mí dicen:
“No tiene salvación en Dios”! [ Pausa]
Pero tú, Señor, eres mi escudo,
mi gloria, quien me enaltece.
Cuando clamo al Señor,
él me responde desde su monte santo. [ Pausa]
Me acuesto y me quedo dormido,
me despierto porque el Señor me sostiene.
No temo a esa ingente multitud
que me ha puesto cerco por doquier.
¡Ponte en acción, Señor! ¡Sálvame, Dios mío!,
tú que golpeaste la mejilla de mis enemigos,
tú que rompiste los dientes de los malvados.
La salvación viene del Señor,
¡que tu bendición descienda sobre tu pueblo! [ Pausa]

Salmo 4

El Señor me escucha cuando lo llamo

Al maestro de coro; con instrumentos de cuerda. Salmo de David.
Respóndeme cuando te llame,
tú, oh Dios, que eres mi defensor;
tú que en la angustia me confortaste,
apiádate de mí, escucha mi oración.
Y vosotros, ¿hasta cuándo me deshonraréis,
amaréis lo vano y desearéis lo falso? [ Pausa]
Sabed que el Señor enaltece al que es fiel,
el Señor me escucha cuando lo llamo.
Temblad y no pequéis más,
meditad en vuestro lecho y guardad silencio; [ Pausa]
ofreced sacrificios justos, confiad en el Señor.
Muchos dicen: “¿Quién nos mostrará el bien?”.
¡Extiende sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor!
Tú has alegrado mi corazón
más que cuando abunda el trigo y el mosto.
En paz me acuesto y al instante me duermo
porque sólo tú, Señor, me haces vivir tranquilo.

Salmos 12-13

Salmo 12 (11)

Sálvanos, Señor, que ha desaparecido el fiel

12 Al maestro del coro; en octava. Salmo de David.
Sálvanos, Señor, que ha desaparecido el fiel,
no queda lealtad entre los seres humanos.
Se mienten unos a otros,
conversan con lengua aduladora y corazón doble.
Que el Señor extirpe la palabra aduladora,
la lengua que habla con arrogancia;
que aniquile a quienes dicen:
“Con nuestra lengua nos hacemos fuertes,
en nuestras palabras confiamos,
¿quién podrá dominarnos?”.
Por la opresión de los humildes,
por los gritos de los desvalidos
estoy decidido a actuar —dice el Señor—
y daré la salvación a quien suspira por ella.
Las palabras del Señor son palabras puras,
plata aquilatada en un crisol de barro,
que ha sido refinada siete veces.
Tú, Señor, nos protegerás,
nos librarás de esta generación por siempre.
Los malvados vagan errantes por todas partes,
la vileza humana llega al colmo.

Salmo 13 (12)

¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?

13 Al maestro del coro. De David.
¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a olvidarme para siempre?
¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
¿Hasta cuándo estaré intranquilo
con mi corazón apenado día tras día?
¿Hasta cuándo me vencerá mi enemigo?
¡Mira y respóndeme, Señor, Dios mío!
Ilumina mis ojos para que no quede sumido en la muerte,
para que no pueda decir mi enemigo: “lo dominé”,
ni se regocijen mis adversarios si tropiezo.
Yo en tu bondad confío,
mi corazón se regocija en tu salvación.
Cantaré al Señor que me ha favorecido.

Salmos 28

Salmo 28 (27)

Escucha mi grito de súplica

28 De David.
Señor, a ti te llamo;
no me ignores, fortaleza mía,
que si tú no me hablas
seré como los muertos.
Escucha mi grito de súplica
cuando te invoco,
cuando alzo mis manos
hacia tu santuario.
No me arrojes con los malvados
ni con los que hacen el mal:
hablan de paz con sus amigos,
pero en su corazón hay violencia.
Trátalos según sus acciones
y la maldad de sus actos;
trátalos de acuerdo a sus obras,
¡dales tú su merecido!
Pues no reconocen las acciones del Señor
ni tampoco la obra de sus manos,
¡que él los derribe
y no vuelva a levantarlos!
Bendito sea el Señor
que escucha mi grito de súplica.
El Señor es mi fortaleza y mi escudo,
en él mi corazón confía.
Me ha socorrido y estoy alegre,
con mis cantos le doy gracias.
El Señor es el baluarte de su pueblo,
la fortaleza que salva a su ungido.
Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad,
sé su pastor y guíalos por siempre.

Salmos 55

Salmo 55 (54)

Él escuchará mi clamor

55 Al maestro del coro. Para instrumentos de cuerda. Poema de David.
Escucha, oh Dios, mi oración,
no ignores mi súplica;
atiéndeme, respóndeme.
Estoy turbado por mi pesar, aturdido
por el clamor del enemigo,
por la opresión del malvado,
pues me cargan de desgracias
y me hostigan con furia.
Mi corazón palpita en mi interior,
un terror mortal me sobreviene;
me invaden el temor y el miedo,
me sobrecoge el espanto.
Me digo: “¡Ojalá tuviera alas de paloma
para poder volar y hallar descanso!
Entonces, me alejaría huyendo,
en el desierto habitaría [ Pausa]
y buscaría pronto un refugio
frente al fuerte viento y la tormenta”.
10 Tú, mi Señor, destrúyelos,
haz que su lengua se confunda,
porque he visto violencia
y discordia en esta ciudad.
11 Día y noche rondan su muralla,
hay maldad y miseria dentro de ella;
12 hay crímenes en su interior
y nunca abandonan su plaza
la mentira ni el engaño.
13 Si me ofendiera un enemigo,
podría soportarlo;
si se alzase contra mí un rival,
podría esconderme de él;
14 ¡pero eres tú, alguien como yo,
mi amigo íntimo, el que conozco!
15 Juntos la intimidad compartimos
y entre la multitud paseamos
por la morada de Dios.
16 Que les sorprenda la muerte,
que bajen vivos al reino de los muertos,
pues el mal anida en su corazón,
en lo más profundo de ellos.
17 Pero yo invocaré a Dios
y el Señor me salvará.
18 Mañana, tarde y mediodía
no dejo de gemir y sollozar;
pero él escuchará mi clamor,
19 me colmará de paz
y me salvará de todo ataque,
aunque muchos me hagan frente.
20 Que me oiga Dios y los humille,
él, que desde siempre reina; [ Pausa]
porque ni se convierten
ni respetan a Dios.
21 Atacan a sus amigos
y quebrantan su alianza;
22 son dulces las lisonjas de su boca,
pero en su corazón hay violencia;
sus palabras, más suaves que el aceite,
no son más que afiladas espadas.
23 Confía al Señor tus inquietudes,
pues él será siempre tu apoyo
y jamás permitirá que el justo caiga.
24 Y tú, oh Dios, los arrojarás a la fosa:
los sanguinarios y los falsos
no alcanzarán la mitad de su vida.
Pero yo en ti pongo mi confianza.

La Palabra (España) (BLP)

La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España