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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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2 Corintios 5-9

La esperanza del ministerio

Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, esta tienda temporal, se deshace, tenemos un edificio de parte de Dios, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. Pues en esta tienda gemimos deseando ser sobrevestidos de nuestra habitación celestial; y aunque habremos de ser desvestidos, no seremos hallados desnudos. Porque los que estamos en esta tienda gemimos agobiados, porque no quisiéramos ser desvestidos sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Pues el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado la garantía del Espíritu.

Así vivimos, confiando siempre y comprendiendo que durante nuestra estancia en el cuerpo peregrinamos ausentes del Señor. Porque andamos por fe, no por vista. Pues confiamos y consideramos mejor estar ausentes del cuerpo, y estar presentes delante del Señor. Por lo tanto, estemos presentes o ausentes, nuestro anhelo es serle agradables. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba según lo que haya hecho por medio del cuerpo, sea bueno o malo.

El ministerio de la reconciliación

11 Conociendo, entonces, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pues a Dios le es manifiesto lo que somos, y espero que también lo sea a sus conciencias. 12 No nos recomendamos otra vez ante ustedes, sino que les damos ocasión de gloriarse por nosotros con el fin de que tengan respuesta frente a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón. 13 Porque si estamos fuera de nosotros, es para Dios; o si estamos en nuestro juicio, es para ustedes. 14 Porque el amor de Cristo nos impulsa, considerando esto: que uno murió por todos; por consiguiente, todos murieron. 15 Y él murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

16 De manera que nosotros, de aquí en adelante, a nadie conocemos según la carne; y aun si hemos conocido a Cristo según la carne, ahora ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos ha dado el ministerio de la reconciliación: 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándoles en cuenta sus transgresiones y encomendándonos a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo; y como Dios los exhorta por medio nuestro, les rogamos en nombre de Cristo: ¡Reconcíliense con Dios!

21 Al que no conoció pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.

Y así nosotros, como colaboradores, les exhortamos también a ustedes a que no reciban en vano la gracia de Dios; porque dice:

En tiempo favorable te escuché,
y en el día de la salvación te socorrí[a].

¡He aquí ahora el tiempo más favorable! ¡He aquí ahora el día de salvación!

Credenciales del ministerio

No damos a nadie ocasión de tropiezo en nada, para que nuestro ministerio no sea desacreditado. Más bien, en todo nos presentamos como ministros de Dios: en mucha perseverancia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en duras labores, en desvelos, en ayunos, en pureza, en conocimiento, en tolerancia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido, en palabra de verdad, en poder de Dios, por medio de armas de justicia a derecha y a izquierda; por honra y deshonra, por mala fama y buena fama; como engañadores pero siendo hombres de verdad; como no conocidos pero bien conocidos; como muriendo pero he aquí vivimos; como castigados pero no muertos; 10 como entristecidos pero siempre gozosos; como pobres pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada pero poseyéndolo todo.

11 Nuestra boca ha sido franca con ustedes, oh corintios; nuestro corazón está abierto. 12 No están limitados en nosotros; lo están en su propio corazón. 13 Pues para corresponder del mismo modo, como a hijos les hablo: ¡Abran ustedes también su corazón!

La consagración en el matrimonio

14 No se unan en yugo desigual con los no creyentes. Porque ¿qué compañerismo tiene la rectitud con el desorden? ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas? 15 ¿Qué armonía hay entre Cristo y Belial[b]? ¿Qué parte tiene el creyente con el no creyente? 16 ¿Qué acuerdo puede haber entre un templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos[c] templo del Dios viviente, como Dios dijo:

Habitaré y andaré entre ellos.
Yo seré su Dios,
y ellos serán mi pueblo[d].

17 Por lo cual,

¡Salgan de en medio de ellos,
y apártense! dice el Señor.
No toquen lo impuro,
y yo los recibiré[e],

18 y seré para ustedes Padre,

y ustedes me serán hijos e hijas,
dice el Señor Todopoderoso[f].

Así que, amados, ya que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda impureza de cuerpo y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

El arrepentimiento de los corintios

Recíbannos. A nadie hemos agraviado; a nadie hemos corrompido; a nadie hemos explotado. No digo esto para condenarles; porque ya dije que están en nuestro corazón para juntos morir y juntos vivir. Tengo mucha confianza en ustedes; mucho me glorío en ustedes; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción.

Cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo; más bien, en todo fuimos atribulados: de fuera conflictos, de dentro temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito. Y no solo con su venida sino también con la consolación que él recibió en cuanto a ustedes, haciéndonos saber el anhelo de ustedes, sus lágrimas y su celo por mí, para que así me gozara más.

Porque si bien les causé tristeza con la carta, no me pesa, aunque entonces sí me pesó; porque veo que aquella carta les causó tristeza solo por un tiempo. Ahora me gozo, no porque hayan sentido tristeza, sino porque fueron entristecidos hasta el arrepentimiento; pues han sido entristecidos según Dios, para que ningún daño sufrieran de nuestra parte. 10 Porque la tristeza que es según Dios genera arrepentimiento para salvación, de lo que no hay que lamentarse; pero la tristeza del mundo degenera en muerte. 11 Pues he aquí, el mismo hecho de que hayan sido entristecidos según Dios, ¡cuánta diligencia ha producido en ustedes! ¡Qué disculpas, qué indignación, qué temor, qué ansiedad, qué celo y qué vindicación! En todo se han mostrado limpios en el asunto. 12 Así que, si bien les escribí, no fue por causa del que cometió la ofensa ni por causa del que la padeció, sino para que su solicitud por nosotros se manifestara entre ustedes en la presencia de Dios. 13 Por tanto, hemos sido consolados.

Pero mucho más que por nuestra consolación, nos gozamos por el gozo de Tito, porque su espíritu ha sido reanimado por todos ustedes. 14 Pues si en algo me he mostrado orgulloso de ustedes ante él, no quedé avergonzado. Al contrario, como les habíamos dicho todo con verdad, así también nuestro motivo de orgullo ante Tito fue hallado verdadero. 15 Ahora sus sentimientos se han intensificado con respecto a ustedes, recordando la obediencia de todos ustedes, de cómo lo recibieron con temor y temblor. 16 Me gozo de que en todo puedo confiar en ustedes.

Acerca de la generosidad cristiana

Ahora, hermanos, les hacemos conocer la gracia de Dios que ha sido concedida a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su extrema pobreza abundaron en las riquezas de su generosidad. Porque doy testimonio de que espontáneamente han dado de acuerdo con sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediéramos la gracia de participar en la ayuda para los santos. Y superando lo que esperábamos, se dieron primeramente ellos mismos al Señor y a nosotros, por la voluntad de Dios. De manera que exhortamos a Tito para que, así como ya había comenzado, también llevara a cabo esta gracia entre ustedes.

Por tanto, así como ya abundan en todo —en fe, en palabra, en conocimiento, en toda diligencia y en amor para con nosotros— abunden también en esta gracia. No hablo como quien manda sino para poner también a prueba, por la eficacia de otros, la sinceridad del amor de ustedes. Porque conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, por amor de ustedes se hizo pobre para que ustedes con su pobreza fueran enriquecidos. 10 Y en esto doy mi consejo; porque esto les conviene a ustedes que desde el año pasado tomaron la iniciativa, no solo para hacerlo sino también para quererlo hacer. 11 Ahora pues, lleven el hecho a su culminación para que, como fueron prontos a querer, así lo sean para cumplir conforme a lo que tienen. 12 Porque si primero se tiene dispuesta la voluntad, se acepta según lo que uno tenga, no según lo que no tenga. 13 Pero no digo esto para que haya para otros alivio y para ustedes estrechez, 14 sino para que haya igualdad. En este tiempo su abundancia supla lo que a ellos les falta, para que también la abundancia de ellos supla lo que a ustedes les falte, a fin de que haya igualdad; 15 como está escrito:

El que recogió mucho no tuvo más,
y el que recogió poco no tuvo menos[g].

Ayuda para los hermanos en Jerusalén

16 Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por ustedes. 17 Pues él, a la verdad, aceptó la exhortación; pero siendo también muy solícito, de su propia iniciativa partió hacia ustedes. 18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuyo renombre en el evangelio se oye en todas las iglesias. 19 Y no solo esto, sino que también ha sido designado por las iglesias como compañero de viaje, para llevar esta expresión de generosidad que es administrada por nosotros para gloria del Señor mismo y para demostrar nuestra solicitud, 20 evitando que nadie nos desacredite con respecto a este abundante donativo que administramos. 21 Porque procuramos que las cosas sean honestas, no solo delante del Señor, sino también delante de los hombres. 22 Y enviamos con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado muchas veces; pero ahora mucho más, por la mucha confianza que tiene en ustedes. 23 En cuanto a Tito, él es compañero mío y colaborador para con ustedes; y en cuanto a nuestros hermanos, ellos son mensajeros de las iglesias y gloria de Cristo. 24 Muestren, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de su amor y de nuestro motivo de orgullo respecto de ustedes.

En cuanto a esta ayuda para los santos, está de más que les escriba pues conozco su pronta disposición, por la cual me glorié de ustedes entre los de Macedonia: “Acaya está preparada desde el año pasado”. Y el celo de ustedes ha servido de estímulo para muchos. Pero he enviado a estos hermanos para que el orgullo que tenemos de ustedes no sea vano en este respecto, y para que estén preparados, como vengo diciendo. No sea que, si van conmigo algunos macedonios y los hallan no preparados, nos avergoncemos nosotros (por no decir ustedes) por haber tenido esta confianza. Por eso he creído conveniente exhortar a los hermanos a que vayan a ustedes con anticipación y preparen primero la generosidad de ustedes antes prometida, para que esté lista como muestra de generosidad y no como de exigencia.

Exhortación a la generosidad

Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará. Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en ustedes toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abunden para toda buena obra; como está escrito:

Esparció; dio a los pobres.
Su justicia permanece para siempre[h].

10 El que da semilla al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará la semilla de ustedes y aumentará los frutos de la justicia de ustedes. 11 Esto, para que sean enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce acciones de gracias a Dios por medio de nosotros. 12 Porque el ministrar este servicio sagrado no solamente suple lo que falta a los santos, sino que redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 Al experimentar esta ayuda, ellos glorificarán a Dios por la obediencia que profesan al evangelio de Cristo, y por su liberalidad en la contribución para con ellos y con todos. 14 Además, por su oración a favor de ustedes, demuestran que los quieren a causa de la sobreabundante gracia de Dios en ustedes. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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