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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Mateo 22

Parábola del banquete de bodas

22 Jesús respondió y les volvió a hablar en parábolas diciendo:

—El reino de los cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas para su hijo. Envió a sus siervos para llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no querían venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: “Digan a los invitados: ‘He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido matados, y todo está preparado. Vengan a las bodas’ ”. Pero ellos no le hicieron caso y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los otros tomaron a sus siervos, los afrentaron y los mataron. El rey se enojó, y enviando sus tropas mató a aquellos asesinos y prendió fuego a su ciudad. Entonces dijo a sus siervos: “El banquete, a la verdad, está preparado, pero los invitados no eran dignos. Vayan, pues, a las encrucijadas de los caminos y llamen al banquete de bodas a cuantos hallen”. 10 Aquellos siervos salieron por los caminos y reunieron a todos los que hallaron, tanto buenos como malos; y el banquete de bodas estuvo lleno de convidados.

11 »Pero cuando entró el rey para ver a los convidados y vio allí a un hombre que no llevaba ropa de bodas, 12 le dijo: “Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin llevar ropa de bodas?”. Pero él quedó mudo. 13 Entonces el rey dijo a los que servían: “Átenlo los pies y las manos, y échenlo en las tinieblas de afuera”. Allí habrá llanto y crujir de dientes; 14 porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos.

Pregunta sobre el tributo al César

15 Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo podrían enredarle en alguna palabra. 16 Después enviaron a él discípulos de ellos, junto con los herodianos, diciendo:

—Maestro, sabemos que eres hombre de verdad, que enseñas el camino de Dios con verdad y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres. 17 Dinos, pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar tributo al César o no?

18 Pero Jesús, entendiendo la malicia de ellos, les dijo:

—¿Por qué me prueban, hipócritas? 19 Muéstrenme la moneda del tributo.

Ellos le presentaron una moneda[a]. 20 Entonces él les dijo:

—¿De quién es esta imagen y esta inscripción?

21 Le dijeron:

—Del César.

Entonces él les dijo:

—Por tanto, den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

22 Al oír esto, se maravillaron; y dejándole, se fueron.

Pregunta acerca de la resurrección

23 Aquel día se le acercaron unos saduceos, quienes dicen que no hay resurrección, y le preguntaron diciendo:

24 —Maestro, Moisés dijo: Si alguno muere sin tener hijos, su hermano se casará con su mujer y levantará descendencia a su hermano[b]. 25 Había, pues, siete hermanos entre nosotros. El primero tomó mujer y murió y, como no tenía descendencia, dejó su mujer a su hermano. 26 De la misma manera sucedió también con el segundo y el tercero, hasta los siete. 27 Después de todos, murió también la mujer. 28 En la resurrección, puesto que todos la tuvieron, ¿de cuál de los siete será mujer?

29 Entonces respondió Jesús y les dijo:

—Están equivocados porque no conocen las Escrituras, ni tampoco el poder de Dios; 30 porque en la resurrección no se casan ni se dan en casamiento sino que son como los ángeles que están en el cielo. 31 Y acerca de la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que les fue dicho por Dios? 32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob[c]. Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

33 Al oír esto, las multitudes estaban atónitas de su doctrina.

El gran mandamiento

34 Entonces los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron de común acuerdo. 35 Uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó para probarle:

36 —Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?

37 Jesús le dijo:

—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma[d] y con toda tu mente. 38 Este es el grande y el primer mandamiento. 39 Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo[e]. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.

Jesús, hijo y Señor de David

41 Habiéndose reunido los fariseos, Jesús les preguntó 42 diciendo:

—¿Qué piensan acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?

Le dijeron:

—De David.

43 Él les dijo:

—Entonces, ¿cómo es que David, mediante el Espíritu, le llama “Señor”? Pues dice:

44 Dijo el Señor a mi Señor:

“Siéntate a mi diestra,

hasta que ponga a tus enemigos

debajo de tus pies”[f].

45 Pues, si David le llama “Señor”, ¿cómo es su hijo?

46 Nadie le podía responder palabra, ni nadie se atrevió desde aquel día a preguntarle más.

Marcos 12

Parábola de los labradores malvados

12 Entonces comenzó a hablarles en parábolas:

—Un hombre plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó un lagar, edificó una torre[a], la arrendó a unos labradores y se fue lejos. A su debido tiempo envió un siervo a los labradores para recibir de los labradores una parte del fruto de la viña. Pero ellos lo tomaron, lo hirieron y lo enviaron con las manos vacías. Volvió a enviarles otro siervo, pero a ese lo hirieron en la cabeza y lo afrentaron. Y envió otro, y a este lo mataron. Envió a muchos otros, pero ellos herían a unos y mataban a otros.

»Teniendo todavía un hijo suyo amado, por último, también lo envió a ellos diciendo: “Tendrán respeto a mi hijo”. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero. Vengan, matémosle, y la heredad será nuestra”. Y lo prendieron, lo mataron y lo echaron fuera de la viña.

»¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, destruirá a los labradores y les dará la viña a otros. 10 ¿No han leído esta Escritura:

La piedra que desecharon los edificadores, esta fue hecha cabeza de ángulo.

11 De parte del Señor sucedió esto,

y es maravilloso en nuestros ojos?[b].

12 Ellos procuraban prenderle, pero temían a la multitud porque sabían que en aquella parábola se había referido a ellos. Y dejándole, se fueron.

Pregunta sobre el tributo al César

13 Entonces enviaron a él algunos de los fariseos y de los herodianos para que lo sorprendieran en alguna palabra. 14 Y viniendo le dijeron:

—Maestro, sabemos que eres hombre de verdad y que no te cuidas de nadie porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo al César o no? ¿Daremos o no daremos?

15 Entonces él, como entendió la hipocresía de ellos, les dijo:

—¿Por qué me prueban? Tráiganme una moneda romana[c] para que la vea.

16 Se la trajeron, y él les dijo:

—¿De quién es esta imagen y esta inscripción?

Le dijeron:

—Del César.

17 Entonces Jesús les dijo:

—Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

Y se maravillaban de él.

Pregunta acerca de la resurrección

18 Entonces vinieron a él unos saduceos, quienes dicen que no hay resurrección, y le preguntaron diciendo:

19 —Maestro, Moisés nos escribió que si el hermano de alguno muere y deja mujer y no deja hijos, su hermano tome la mujer y levante descendencia a su hermano[d]. 20 Había siete hermanos. El primero tomó mujer, y murió sin dejar descendencia. 21 La tomó el segundo y murió sin dejar descendencia. El tercero, de la misma manera. 22 Así los siete no dejaron descendencia. Después de todos, murió también la mujer. 23 En la resurrección, cuando resuciten, puesto que los siete la tuvieron por mujer, ¿de cuál de ellos será mujer?

24 Entonces Jesús les dijo:

—¿No es por esto que están equivocados, porque no conocen las Escrituras ni tampoco el poder de Dios? 25 Porque cuando resuciten de entre los muertos no se casarán ni se darán en casamiento sino que son como los ángeles que están en los cielos. 26 Y con respecto a si resucitan los muertos, ¿no han leído en el libro de Moisés, cómo le habló Dios desde la zarza diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?[e]. 27 Dios no es Dios de muertos sino de vivos. Ustedes se equivocan mucho.

El gran mandamiento

28 Se le acercó uno de los escribas al oírlos discutir y, dándose cuenta de que Jesús había respondido bien, le preguntó:

—¿Cuál es el primer mandamiento de todos?

29 Jesús le respondió:

—El primero es: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas[f]. 31 El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo[g]. No hay otro mandamiento mayor que estos dos.

32 Entonces el escriba le dijo:

—Bien, Maestro. Has dicho la verdad: Dios es uno, y no hay otro aparte de él[h], 33 y amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento[i] y con todas las fuerzas[j], y amar al prójimo como a uno mismo[k], vale más que todos los holocaustos y sacrificios.

34 Y viendo Jesús que había respondido sabiamente, le dijo:

—No estás lejos del reino de Dios.

Ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.

Jesús, hijo y Señor de David

35 Mientras estaba enseñando en el templo, Jesús respondiendo decía:

—¿Cómo es que dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? 36 David mismo dijo mediante el Espíritu Santo:

Dijo el Señor a mi Señor:

“Siéntate a mi diestra,

hasta que ponga a tus enemigos

debajo de tus pies”[l].

37 David mismo le llama “Señor”; ¿cómo es, pues, su hijo?

Y la gran multitud lo escuchaba con gusto.

Jesús denuncia a los escribas

38 Y en su enseñanza decía:

—Guárdense de los escribas, a quienes les gusta andar con ropas largas, que aman las salutaciones en las plazas, 39 las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en los banquetes. 40 Estos, que devoran las casas de las viudas y como pretexto hacen largas oraciones, recibirán mayor condenación.

La ofrenda de la viuda pobre

41 Estando Jesús sentado frente al arca del tesoro, observaba cómo el pueblo echaba dinero en el arca. Muchos ricos echaban mucho, 42 y una viuda pobre vino y echó dos monedas pequeñas de poco valor. 43 Él llamó a sus discípulos y les dijo:

—De cierto les digo que esta viuda pobre echó más que todos los que echaron en el arca. 44 Porque todos han echado de su abundancia; pero esta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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