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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Lucas 1

Prólogo: dedicatoria a Teófilo

Puesto que muchos han intentado poner en orden un relato acerca de las cosas que han sido ciertísimas entre nosotros, así como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, me ha parecido bien también a mí, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el comienzo, escribírtelas en orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

Anuncio del nacimiento de Juan

En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías. Su esposa era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y vivían irreprensiblemente en todos los mandamientos y las ordenanzas del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril y ambos eran de edad avanzada.

Aconteció que cuando Zacarías ejercía el sacerdocio delante de Dios, en el turno de su clase[a], conforme a la costumbre del sacerdocio le tocó por sorteo entrar en el templo del Señor para quemar el incienso. 10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera, orando, a la hora del incienso.

11 Entonces el ángel del Señor se le apareció, puesto de pie a la derecha del altar del incienso. 12 Zacarías se turbó cuando lo vio, y el temor se apoderó de él. 13 Pero el ángel le dijo:

—¡No temas, Zacarías! Porque tu oración ha sido atendida. Tu esposa Elisabet te dará a luz un hijo y llamarás su nombre Juan. 14 Tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento 15 porque él será grande delante del Señor[b]. Nunca beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. 16 Y hará que muchos de los hijos de Israel vuelvan al Señor su Dios. 17 Él mismo irá delante del Señor con el espíritu y el poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y los desobedientes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo apercibido.

18 Y Zacarías dijo al ángel:

—¿Cómo podré estar seguro de esto? Pues yo soy viejo y mi esposa es de edad avanzada.

19 Respondió el ángel y le dijo:

—Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. 20 He aquí, quedarás mudo e incapaz de hablar hasta el día en que se realice esto, por cuanto no has creído a mis palabras las cuales se cumplirán a su debido tiempo.

21 El pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él pasara tanto tiempo en el templo. 22 Cuando salió, no les podía hablar; y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo. Él se comunicaba con ellos por señas pues se había quedado mudo.

23 Sucedió que, cuando se cumplieron los días de este ministerio, él se fue a su casa. 24 Y después de aquellos días su mujer Elisabet concibió y se recluyó por cinco meses diciendo:

25 —Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres.

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David. El nombre de la virgen era María. 28 Cuando entró a donde ella estaba, dijo:

—¡Te saludo[c], muy favorecida! El Señor está contigo[d].

29 Pero ella se turbó por sus palabras y se preguntaba qué clase de salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo:

—¡No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios! 31 He aquí concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David. 33 Reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.

34 Entonces María dijo al ángel:

—¿Cómo será esto? Porque yo no conozco varón.

35 Respondió el ángel y le dijo:

—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. 36 He aquí, también tu parienta Elisabet ha concebido un hijo en su vejez. Este es el sexto mes para ella que era llamada estéril. 37 Porque ninguna cosa será imposible para Dios.

38 Entonces María dijo:

—He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.

Y el ángel se fue de ella.

María visita a Elisabet

39 En esos días se levantó María y fue de prisa a una ciudad en la región montañosa de Judá. 40 Entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Aconteció que, cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz y dijo:

—¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿De dónde se me concede esto, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque he aquí, cuando llegó a mis oídos la voz de tu saludo, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le ha sido dicho de parte del Señor.

El cántico de María

46 Y María dijo:

—Engrandece mi alma al Señor;

47 y mi espíritu se alegra

en Dios, mi Salvador,

48 porque ha mirado

la bajeza de su sierva.

He aquí, pues, desde ahora

me tendrán por bienaventurada todas las generaciones,

49 porque el Poderoso ha hecho grandes cosas conmigo.

Su nombre es santo,

50 y su misericordia es

de generación en generación, para con los que le temen.

51 Hizo proezas con su brazo;

esparció a los soberbios

en el pensamiento de sus corazones.

52 Quitó a los poderosos de sus tronos

y levantó a los humildes.

53 A los hambrientos sació de bienes

y a los ricos los despidió vacíos.

54 Ayudó a Israel, su siervo,

para acordarse de la misericordia,

55 tal como habló a nuestros padres;

a Abraham y a su descendencia para siempre.

56 Y María se quedó con ella como tres meses, y regresó a su casa.

El nacimiento de Juan el Bautista

57 Se cumplió para Elisabet el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo. 58 Los vecinos y los parientes oyeron que Dios había engrandecido su misericordia hacia ella y se regocijaron con ella. 59 Aconteció que, al octavo día, vinieron para circuncidar al niño, y lo llamaban con el nombre de su padre, Zacarías. 60 Y su madre respondiendo, dijo:

—¡No! Más bien será llamado Juan.

61 Y le dijeron:

—No hay nadie en tu familia que se llame con este nombre.

62 Preguntaban por señas a su padre cómo quería llamarle. 63 Y, pidiendo una tablilla escribió diciendo: “Juan es su nombre”. Y todos se maravillaron. 64 Al instante su boca fue abierta, y se le soltó la lengua y comenzó a hablar bendiciendo a Dios. 65 Cayó temor sobre todos sus vecinos, y por toda la región montañosa de Judá se divulgaban todas estas cosas. 66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo:

—Pues, ¿quién será este niño?

Porque ciertamente la mano del Señor estaba con él.

El cántico de Zacarías

67 Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo y profetizó diciendo:

68 —Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido

a su pueblo.

69 Ha levantado para nosotros

un Salvador poderoso[e]

en la casa de su siervo David,

70 tal como habló por boca

de sus santos profetas

que fueron desde antiguo:

71 Salvación de nuestros enemigos

y de la mano de todos los

que nos aborrecen,

72 para hacer misericordia

con nuestros padres

y para acordarse de su santo pacto.

73 Este es el juramento

que juró a Abraham nuestro padre, para concedernos que,

74 una vez rescatados de las manos

de los enemigos[f],

le sirvamos sin temor,

75 en santidad y en justicia

delante de él todos nuestros días.

76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo

porque irás delante del Señor

para preparar sus caminos;

77 para dar a su pueblo conocimiento

de salvación

en el perdón de sus pecados

78 a causa de la entrañable misericordia de nuestro Dios,

con que la luz de la aurora nos visitará[g] de lo alto;

79 para alumbrar a los que habitan

en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por caminos de paz.

80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu, y estaba en el desierto hasta el día de su manifestación a Israel.

Juan 1:1-14

La Palabra se hizo carne

En el principio era la Palabra[a], y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios. Ella era en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de ella, y sin ella no fue hecho nada de lo que ha sido hecho. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.

Hubo un hombre enviado por Dios que se llamaba Juan. Él vino como testimonio, a fin de dar testimonio de la luz para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz sino que vino para dar testimonio de la luz. Aquel era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo. 10 En el mundo estaba y el mundo fue hecho por medio de él, pero el mundo no lo conoció. 11 A lo suyo vino pero los suyos no lo recibieron. 12 Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de ser hechos hijos de Dios, 13 los cuales nacieron no de sangre ni de la voluntad de la carne ni de la voluntad de varón sino de Dios.

14 Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria, como la gloria del unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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