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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Ezequiel 28-31

Profecía contra el rey de Tiro

28 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, di al soberano de Tiro que así ha dicho el SEÑOR Dios[a]: Por cuanto tu corazón se enalteció, y porque, a pesar de ser hombre y no Dios, dijiste: ‘Yo soy un dios, y estoy sentado en la sede de los dioses, en el corazón de los mares’; porque igualaste tu corazón al corazón de Dios, ¡he aquí tú eres más sabio que Daniel, y no hay ningún misterio que te sea oculto! Con tu sabiduría e inteligencia te has conseguido riquezas, y has acumulado oro y plata en tus tesoros. Con tu gran sabiduría has engrandecido tus riquezas mediante tu comercio, y tu corazón se ha enaltecido a causa de tus riquezas. Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[b]: Porque igualaste tu corazón con el corazón de Dios, he aquí yo traigo contra ti extranjeros, los más crueles de las naciones. Desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y profanarán tu esplendor. Te harán descender a la fosa, y morirás como los que son muertos en el corazón de los mares. ¿Osarás decir delante de tu verdugo, a pesar de ser hombre y no Dios: ‘Yo soy un dios’? En mano de quienes te atraviesen 10 morirás a la manera de los incircuncisos, en mano de los extranjeros; porque yo he hablado”, dice el SEÑOR Dios[c].

Lamento por el rey de Tiro

11 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 12 “Oh hijo de hombre, entona un lamento por el rey de Tiro, y dile que así ha dicho el SEÑOR Dios[d]:

“‘¡Tú eras un modelo perfecto, lleno de sabiduría y de

completa hermosura!

13 Estabas en el Edén, el jardín de Dios. Tu vestidura era de toda clase

de piedras preciosas:

rubí, topacio, diamante, crisólito, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y berilo.

Y de oro era la hechura

de tus encajes y de tus engastes. En el día que fuiste creado

fueron preparadas.

14 Cuando fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores. Estabas en el santo monte de Dios,

y andabas en medio de piedras

de fuego.

15 Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad.

16 “ ‘A causa de tu gran comercio

te llenaron de violencia y pecaste. Por eso, te expulsé del monte de Dios,

y un querubín protector hizo que desaparecieras de en medio

de las piedras de fuego.

17 Tu corazón se enalteció debido

a tu hermosura;

a causa de tu esplendor

se corrompió tu sabiduría.

“ ‘Yo te he arrojado en tierra;

te he puesto como espectáculo ante los reyes.

18 Por tus muchos pecados

y por la iniquidad de tu comercio profanaste tu santuario[e].

Yo, pues, hice que en medio de ti

se desatara y te devorase el fuego.

Te convertí en cenizas sobre la tierra ante los ojos de cuantos

te observaban.

19 Todos los que te conocen entre los pueblos se horrorizan a causa de ti. Eres objeto de espanto,

y dejarás de ser para siempre’ ”.

Profecía contra Sidón

20 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 21 “Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón y profetiza contra ella. 22 Dirás que así ha dicho el SEÑOR Dios[f]: ‘Oh Sidón, he aquí que yo estoy contra ti y seré glorificado en medio de ti’. Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando ejecute actos justicieros en medio de ella, y en ella yo muestre mi santidad. 23 Le enviaré peste y sangre por sus plazas. Los cadáveres caerán en medio de ella, y la espada estará alrededor de ella. Y sabrán que yo soy el SEÑOR.

24 “Nunca más habrá para la casa de Israel espina que hiera ni aguijón que cause dolor, de parte de todos los que los rodean y los desprecian. Y sabrán que yo soy el SEÑOR”.

25 Así ha dicho el SEÑOR Dios[g]: “Cuando yo reúna a los de la casa de Israel de entre las naciones donde están dispersados, entonces en medio de ellos seré tratado como santo a la vista de las naciones. Y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. 26 Habitarán seguros en ella; edificarán casas y plantarán viñas. Habitarán seguros, cuando yo haya ejecutado actos justicieros alrededor de ellos, en medio de todos los que los desprecian. Y sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios”.

Profecía contra Egipto y su rey

29 En el día doce del mes décimo[h] del año diez vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia el faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. Habla y di que así ha dicho el SEÑOR Dios[i]: He aquí yo estoy contra ti, oh faraón, rey de Egipto, gran monstruo que estás tendido en medio de sus canales, y que dices: ‘Míos son los canales del Nilo, pues yo los hice’.

“Yo pondré ganchos en tus quijadas, y haré que los peces de los canales se peguen sobre tus escamas. Te sacaré de en medio de tus canales, y todos los peces de tus canales saldrán pegados a tus escamas. Te arrojaré al desierto, a ti y a todos los peces de tus canales. Caerás sobre la superficie del campo; no serás recogido ni sepultado[j]. Te he dado por comida a los animales de la tierra y a las aves del cielo. Y sabrán todos los habitantes de Egipto que yo soy el SEÑOR, por cuanto fuiste[k] como un bastón de caña para la casa de Israel. Cuando ellos te tomaron con la mano, te quebraste y les rompiste todo el hombro. Cuando se apoyaron sobre ti, te quebraste y les estremeciste[l] todos sus lomos. Por eso, así ha dicho el SEÑOR Dios[m], he aquí que yo traigo la espada contra ti, y exterminaré en ti a los hombres y a los animales. La tierra de Egipto será convertida en desolación y ruinas. Y sabrán que yo soy el SEÑOR.

“Por cuanto has dicho[n]: ‘¡Mío es el Nilo, pues yo lo hice!’, 10 he aquí que por eso yo estoy contra ti y contra tus canales. Convertiré la tierra de Egipto en una ruina completa, una desolación desde Migdol y Asuán hasta la frontera con Etiopía. 11 No pasará por ella pie de hombre ni pata de animal pasará por ella. No será habitada durante cuarenta años. 12 Pues convertiré la tierra de Egipto en una desolación en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades estarán arruinadas durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los países”.

13 Porque así ha dicho el SEÑOR Dios[o]: “Al final de los cuarenta años reuniré a los egipcios de entre los pueblos donde habrán sido dispersados, 14 y restauraré de la cautividad a Egipto. Los haré volver a la tierra de Patros, la tierra de su origen. Allí formarán un reino modesto; 15 será modesto en comparación con los otros reinos. Nunca más se enaltecerán sobre las naciones; porque los reduciré, para que no se enseñoreen de las naciones. 16 Nunca más serán objeto de confianza para la casa de Israel, que les haga recordar el pecado de volverse hacia ellos. Y sabrán que yo soy el SEÑOR Dios[p]”.

Profecía de la invasión de Egipto

17 Aconteció en el primer día del mes primero[q] del año veintisiete que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 18 “Oh hijo de hombre: Nabucodonosor, rey de Babilonia, sometió a su ejército a una labor grande contra Tiro: Toda cabeza fue rapada y todo hombro despellejado; pero ni para él ni para su ejército hubo recompensa en Tiro por la labor que realizaron contra ella. 19 Por eso, así ha dicho el SEÑOR Dios[r], he aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la tierra de Egipto. Él se llevará sus riquezas, tomará botín y la saqueará; y habrá recompensa para su ejército. 20 Le he dado la tierra de Egipto por el trabajo que realizó en ella, porque lo hizo para mí, dice el SEÑOR Dios[s].

21 “En aquel día haré surgir el poderío de la casa de Israel, y te permitiré abrir la boca en medio de ellos. Y sabrán que yo soy el SEÑOR”.

Profecía contra los aliados de Egipto

30 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho el SEÑOR Dios[t]: ‘¡Lamenten! ¡Ay de aquel día! Porque cercano está aquel día; cercano está el día del SEÑOR. Será día de nublado, la hora de las naciones. La espada llegará a Egipto, y habrá estremecimiento en Etiopía cuando en Egipto caigan los heridos, y tomen sus riquezas y sean destruidos sus cimientos. Etiopía, Libia, Lidia y toda Arabia[u], los de Cub y los hijos de la tierra del pacto caerán a espada juntamente con ellos’. Así ha dicho el SEÑOR: ‘Así caerán los que apoyan a Egipto. Caerá el orgullo de su poderío, desde Migdol hasta[v] Asuán, caerán en ella a espada, dice el SEÑOR Dios[w]. Quedarán desolados en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades estarán en medio de las ciudades arruinadas. Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando yo prenda fuego a Egipto y todos sus ayudadores sean quebrantados’.

“En aquel tiempo saldrán de delante de mí mensajeros en naves, para hacer temblar a la confiada Etiopía. Habrá estremecimiento entre ellos, como en el día de Egipto, ¡porque he aquí que viene! 10 Así ha dicho el SEÑOR Dios[x]: ‘Pondré fin a la multitud de Egipto por medio de Nabucodonosor, rey de Babilonia. 11 Él y su pueblo junto con él, los más crueles de las naciones, serán traídos para destruir la tierra. Ellos desenvainarán sus espadas contra Egipto y llenarán la tierra de muertos. 12 Convertiré en sequedad los canales, y abandonaré la tierra en mano de malvados. Destruiré la tierra y su plenitud por medio de extranjeros. Yo, el SEÑOR, he hablado’ ”.

13 Así ha dicho el SEÑOR Dios[y]: “También destruiré los ídolos. Pondré fin a los dioses de Menfis, y ya no habrá príncipe en la tierra de Egipto. Y pondré temor en la tierra de Egipto: 14 Desolaré a Patros, prenderé fuego a Tanis y ejecutaré actos justicieros en Tebas. 15 Derramaré mi ira sobre Sin, la fortaleza de Egipto, y exterminaré la multitud de Tebas. 16 Prenderé fuego a Egipto: Sin tendrá grandes dolores de parto, Tebas será destrozada, y Menfis tendrá continuas angustias. 17 Los jóvenes de Heliópolis y de Bubastis caerán a espada; ellas irán en cautiverio. 18 En Tafnes se oscurecerá el día cuando yo rompa allí los yugos de Egipto, y en ella cesará la soberbia de su poderío. Una nube la cubrirá, y sus hijas irán en cautiverio. 19 Ejecutaré actos justicieros en Egipto. Y sabrán que yo soy el SEÑOR”.

Decadencia egipcia y apogeo babilónico

20 Aconteció en el séptimo día del mes primero[z] del año once, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: 21 “Oh hijo de hombre, yo he roto un brazo del faraón, rey de Egipto, y he aquí que no se lo ha vendado poniéndole medicinas, ni se le ha puesto una venda para ser entablillado, a fin de fortalecerlo para que pueda sostener la espada. 22 Por eso, así ha dicho el SEÑOR Dios[aa], he aquí que yo estoy contra el faraón, rey de Egipto, y romperé sus brazos, el fuerte y el fracturado; haré que la espada se caiga de su mano. 23 Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los países.

24 “Pero fortaleceré los brazos del rey de Babilonia y pondré mi espada en su mano. Romperé los brazos del faraón y gemirá delante de aquel con gemidos de un herido de muerte. 25 Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, mientras que los brazos del faraón decaerán. Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando yo ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra la tierra de Egipto. 26 Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los países. Y sabrán que yo soy el SEÑOR”.

Alegoría del cedro y de los cipreses

31 Aconteció en el primer día del mes tercero[ab] del año once que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: “Oh hijo de hombre, di al faraón, rey de Egipto, y a su multitud: ‘¿A quién te has comparado en tu grandeza? He aquí que consideraré al cedro del Líbano, de ramas hermosas, que ensombrecía al bosque. Era de gran altura y su copa estaba entre las nubes[ac]. Las aguas lo hicieron crecer; lo enalteció el abismo, que dirigió sus ríos alrededor de su vergel, y envió sus canales a todos los árboles del campo. Por tanto, superó en altura a todos los árboles del campo y sus ramas se multiplicaron. A causa de la abundancia de agua, se extendió el ramaje que había echado. En sus ramas hacían su nido todas las aves del cielo, debajo de su ramaje parían todos los animales del campo, y a su sombra habitaban todas las grandes naciones. Se hizo hermoso por su grandeza y por la extensión de su follaje, pues su raíz estaba junto a muchas aguas. En el jardín de Dios los demás cedros no lo igualaban, los cipreses no se le podían comparar en ramaje ni los castaños tuvieron ramas semejantes a las suyas. Ningún árbol en el jardín de Dios era igual a él en hermosura. Lo hice hermoso por la abundancia de su follaje, y todos los árboles en Edén, el jardín de Dios, le tuvieron envidia’.

10 “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios[ad]: ‘Por cuanto se elevó[ae] en estatura y levantó su copa hasta las nubes[af], y su corazón se enalteció con su altura, 11 por eso lo he entregado en mano de la más poderosa de la naciones, que ciertamente hará con él conforme a su impiedad. Yo lo he desechado; 12 y los extranjeros, los más crueles de los pueblos, lo cortan y lo abandonan. Sobre los montes y en todos los valles cae su follaje, y sus ramas son rotas en todas las quebradas de la tierra. Todos los pueblos de la tierra se van de su sombra; lo abandonan. 13 Sobre su tronco caído habitan todas las aves del cielo, y sobre sus ramas están todos los animales del campo. 14 Así sucede para que ninguno de los árboles que crecen junto a las aguas se exalte por su altura ni levante su copa hasta las nubes[ag]; y para que ninguno de los árboles que beben aguas confíe en la altura de sus ramas. Porque todos son entregados a la muerte, a la parte más baja de la tierra, en medio de los hijos de los hombres que descienden a la fosa’”.

15 Así ha dicho el SEÑOR Dios[ah]: “El día en que él descienda al Seol haré que haya duelo y lo cubriré con el océano. Detendré sus ríos, y las muchas aguas serán detenidas. Por él cubriré de tinieblas el Líbano, y por él todos los árboles del campo se desmayarán. 16 Por el estruendo de su caída haré temblar las naciones, cuando lo haga descender al Seol, junto con los que desciendan a la fosa. Todos los árboles del Edén, los escogidos del Líbano, todos los que beben aguas, se consolarán a sí mismos en la parte más baja de la tierra. 17 Ellos también descenderán con él al Seol, junto con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que habitaban a su sombra en medio de las naciones.

18 “¿A quién, pues, te has comparado así en gloria y en grandeza en medio de los árboles del Edén? Junto con los árboles del Edén, serás derribado a la parte más baja de la tierra. Yacerás en medio de los incircuncisos, junto con los muertos a espada.

“Eso es el faraón y toda su multitud”, dice el SEÑOR Dios[ai].

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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