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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Proverbios 7-9

Hijo mío, guarda mis palabras

y atesora mis mandamientos dentro de ti.
Guarda mis mandamientos y vivirás; guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos.
Átalos a tus dedos;
escríbelos en la tabla de tu corazón.
Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana”, y a la inteligencia llama: “Mi pariente”.
Te guardará de la mujer ajena,
de la extraña que halaga con sus palabras.

Las artimañas de la mujer adúltera

Mirando yo por la ventana de mi casa, por entre mi celosía,
vi entre los ingenuos
y observé entre los jóvenes
a uno falto de entendimiento.
Él pasaba por la plaza, cerca de
la esquina,
y caminaba en dirección a la casa
de ella.
Era al anochecer; ya oscurecía. Sucedió en medio de la noche
y en la oscuridad.
10 Y he aquí que una mujer le salió
al encuentro
con vestido de prostituta y astuta
de corazón.
11 Ella es alborotadora y obstinada; sus pies no pueden estar en casa.
12 Unas veces está afuera;
otras veces por las plazas,
acechando por todas las esquinas.
13 Se prendió de él, lo besó
y descaradamente le dijo:
14 “Sacrificios de paz había prometido,
y hoy he pagado mis votos.
15 Por eso he salido a tu encuentro,
a buscarte, y te he encontrado.
16 He preparado mi cama con colchas;
la he tendido con lino de Egipto.
17 He perfumado mi cama
con mirra, áloe y canela.
18 Ven, saciémonos de caricias hasta
la mañana;
deleitémonos en amores.
19 Porque mi marido no está en casa; partió para un largo viaje.
20 Llevó consigo una bolsa de dinero;
el día de la luna llena volverá a su casa”.
21 Lo rindió con su mucha persuasión;
lo sedujo con la suavidad de sus labios.
22 En seguida se va tras ella,
como va el buey al matadero, como un cordero al que lo ata;
va como un venado,
23 hasta que una flecha le atraviesa
el hígado;
como el ave que se apresura a la red
y no sabe que le costará la vida[a].
24 Ahora pues, hijos, óiganme;
presten atención a los dichos
de mi boca.
25 No se aparte tu corazón tras
sus caminos,
ni te descarríes por sus sendas.
26 Porque a muchos ha hecho caer muertos; los que ella ha matado son innumerables.
27 Su casa está en los caminos del Seol que descienden a las cámaras
de la muerte.

La excelencia de la sabiduría

¿Acaso no llama la sabiduría

y alza su voz el entendimiento?

Sobre los lugares prominentes junto
al camino,
en las encrucijadas de las rutas se pone de pie.
Junto a las puertas, ante la ciudad[b],
en el acceso a las entradas da voces:
“¡Oh hombres, a ustedes llamo! Mi voz se dirige a los hijos del hombre.
Entiendan, ingenuos, la sagacidad;
y ustedes, necios, dispongan[c] el corazón.
Escuchen, porque hablaré
cosas excelentes
y abriré mis labios para decir cosas rectas.
Porque mi boca hablará la verdad
y mis labios abominan la impiedad.
Justas son todas las palabras de mi boca;
no hay en ellas cosa torcida ni perversa.
Todas ellas son correctas al que entiende, y rectas a los que han hallado el conocimiento.
10 Reciban mi corrección antes que la plata, y el conocimiento antes que el
oro escogido.
11 Porque la sabiduría es mejor que
las perlas;
nada de lo que desees podrá
compararse con ella.
12 “Yo, la sabiduría, habito
con la sagacidad,
y me hallo con el conocimiento
de la discreción.
13 El temor del SEÑOR es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa.
14 Míos[d] son el consejo y la eficiente sabiduría;
mía[e] es la inteligencia, y mía la valentía.
15 Por mí reinan los reyes,
y los magistrados administran justicia.
16 Por mí gobiernan los gobernantes,
y los nobles juzgan[f] la tierra[g].
17 Yo amo a los que me[h] aman,
y me hallan los que con diligencia me buscan.
18 Conmigo están las riquezas y la honra, los bienes duraderos y la justicia.
19 Mejor es mi fruto que el oro, que el oro fino;
mis resultados son mejores que la plata escogida.
20 Camino por la senda de la justicia, por los senderos del derecho;
21 para hacer que los que me aman hereden un patrimonio,
y para que yo colme sus tesoros.
22 “El SEÑOR me creó como su obra maestra,
antes que sus hechos más antiguos.
23 Desde la eternidad tuve el principado, desde el principio, antes que la tierra.
24 Nací antes que existieran los océanos, antes que existiesen los manantiales cargados[i] de agua.
25 Nací antes que los montes fuesen asentados,
antes que las colinas.
26 No había hecho aún la tierra ni los campos
ni la totalidad del polvo del mundo.
27 Cuando formó los cielos allí estaba yo; cuando trazó el horizonte sobre la faz del océano,
28 cuando afirmó las nubes arriba, cuando reforzó las fuentes del océano,
29 cuando dio al mar sus límites
y a las aguas ordenó que no traspasasen su mandato.
Cuando establecía los cimientos de la tierra,
30 con él estaba yo, como un artífice maestro. Yo era su delicia todos los días
y me regocijaba en su presencia en todo tiempo.
31 Yo me recreo en su tierra habitada,
y tengo mi delicia con los hijos del hombre.
32 “Ahora pues, hijos, óiganme: Bienaventurados los que guardan mis caminos.
33 Escuchen la corrección y sean sabios;
no la menosprecien.
34 Bienaventurado el hombre que
me escucha
velando ante mis entradas cada día,
guardando los postes de mis puertas.
35 Porque el que me halla, halla la vida
y obtiene el favor del SEÑOR.
36 Pero el que me pierde se hace daño
a sí mismo;
todos los que me aborrecen aman
la muerte”.

El llamado de la sabiduría

La sabiduría edifica su casa, labra sus siete columnas,

mata sus animales, mezcla su vino
y pone su mesa.
Envía a sus criadas
y llama desde lo más alto de la ciudad:
“¡Si alguno es ingenuo, que venga acá!”.
Y a los faltos de entendimiento dice:
“Vengan, coman mi pan
y beban mi vino que yo he mezclado.
Dejen la ingenuidad y vivan; pongan sus pies en el camino
de la inteligencia”.
El que corrige al burlador se acarrea vergüenza,
y el que reprende al impío se acarrea afrenta.
No reprendas al burlador porque
te aborrecerá;
corrige al sabio y te amará.
Da al sabio, y será más sabio;
enseña al justo y aumentará su saber.
10 El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR,
y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
11 Porque por mí se aumentarán tus días,
y años de vida te serán añadidos.
12 Si eres sabio, para ti lo serás; pero si eres burlador, sufrirás tú solo.

El llamado de la necedad

13 La mujer necia es alborotadora;
es libertina y no conoce la vergüenza[j].
14 Ella se sienta en una silla a la puerta de su casa,
en lo alto de la ciudad,
15 para llamar a los que pasan por
el camino,
a los que van directo por sus sendas:
16 “¡Si alguno es ingenuo, que venga acá!”.
Y a los faltos de entendimiento dice:
17 “Las aguas hurtadas son dulces
y el pan comido en oculto es delicioso”.
18 No saben ellos que allí están los muertos, que sus invitados están en lo profundo del Seol.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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