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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Génesis 19-21

Lot y sus hijas son librados de la ruina

19 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma, y al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra. Y les dijo:

—He aquí, señores míos, vengan, por favor, a la casa de su siervo; pasen la noche y lávense sus pies. Por la mañana se levantarán temprano y seguirán su camino.

Pero ellos respondieron:

—No, sino que pasaremos la noche en la calle.

Pero él les insistió mucho; así que fueron con él y entraron en su casa. Él les preparó un banquete; hizo panes sin levadura y comieron. Pero antes de que se acostaran, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa. Y llamaron a Lot y le dijeron:

—¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, para que los conozcamos.

Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta detrás de sí y dijo:

—¡Por favor, hermanos míos, no hagan tal maldad! He aquí tengo dos hijas que todavía no han conocido varón: Las sacaré, pues, y hagan con ellas como les parezca; solo que no hagan nada a estos hombres, porque para esto han venido a la sombra de mi techo.

Ellos respondieron:

—¡Quítate de ahí! —Y añadieron—: Este vino aquí para residir como forastero, ¿y ahora habrá de erigirse como juez? Ahora te haremos a ti más daño que a ellos.

Insistieron mucho con el hombre, con Lot, y se acercaron para romper la puerta. 10 Entonces los hombres extendieron las manos, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la puerta. 11 Y a los hombres que estaban junto a la puerta de la casa, los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de modo que se fatigaban por hallar la puerta.

12 Aquellos hombres dijeron a Lot:

—¿Tienes aquí a alguien más? Yernos, hijos, hijas; cualquiera que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar. 13 Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha llegado a ser grande delante del SEÑOR. Por eso el SEÑOR nos ha enviado para destruirlo.

14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de casarse con sus hijas, y les dijo:

—¡Levántense, salgan de este lugar, porque el SEÑOR va a destruir la ciudad!

Pero a sus yernos les pareció que bromeaba. 15 Y al rayar el alba, los ángeles apremiaban a Lot, diciéndole:

—¡Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas destruido con el castigo de la ciudad!

16 Cuando se detenía, los hombres tomaron su mano, la mano de su mujer y las manos de sus dos hijas, por la misericordia del SEÑOR para con él. Lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. 17 Y después de haberlos sacado fuera, le dijeron[a]:

—¡Escapa por tu vida! No mires atrás ni te detengas en toda esta llanura. Escapa a la montaña, no sea que perezcas.

18 Lot le[b] dijo:

—¡Por favor, no, señor mío! 19 He aquí que tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos y has engrandecido tu misericordia que has mostrado conmigo dándome la vida. Pero yo no podré escapar a la montaña, no sea que me alcance el mal y muera. 20 He allí esa ciudad está cerca para escapar allá, y es pequeña. Deja que escape allá y salve mi vida. ¿Acaso no es pequeña?

21 Le respondió:

—He aquí que también te he atendido con respecto a este asunto. No destruiré la ciudad de la cual has hablado. 22 Date prisa y escapa allá. Nada podré hacer hasta que hayas llegado allí.

Por eso fue llamado el nombre de la ciudad Zoar.

23 El sol ya había salido sobre la tierra cuando Lot llegó a Zoar. 24 Entonces el SEÑOR hizo llover desde los cielos azufre y fuego de parte del SEÑOR sobre Sodoma y Gomorra. 25 Y trastornó aquellas ciudades, toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades y las plantas de la tierra. 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se convirtió en una columna de sal.

27 Abraham se levantó muy de mañana, fue al lugar donde había estado delante del SEÑOR 28 y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de la llanura. Y al mirar, he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29 Y sucedió que cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó Dios de Abraham y sacó a Lot de en medio de la destrucción, al trastornar las ciudades donde Lot había estado.

Las hijas de Lot conciben de su padre

30 Lot tuvo miedo de permanecer en Zoar y se fue de allí a la región montañosa, junto con sus dos hijas. Y habitaba en una cueva con sus dos hijas. 31 Entonces la mayor dijo a la menor:

—Nuestro padre es viejo, y no queda ningún hombre en la tierra que se una a nosotras, como es la costumbre en toda la tierra. 32 Ven, demos de beber vino a nuestro padre, acostémonos con él y conservemos descendencia de nuestro padre.

33 Aquella noche dieron de beber vino a su padre. Luego entró la mayor y se acostó con su padre, pero él no se dio cuenta cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 34 Y aconteció que al día siguiente la mayor dijo a la menor:

—He aquí yo me acosté anoche con mi padre. Démosle de beber vino también esta noche, y entra tú y acuéstate con él, y conservemos descendencia de nuestro padre.

35 También aquella noche dieron de beber vino a su padre. Luego fue la menor y se acostó con él, pero él no se dio cuenta cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 36 Así concibieron de su padre las dos hijas de Lot. 37 La mayor dio a luz un hijo y llamó su nombre Moab, el cual es el padre de los moabitas hasta hoy. 38 La menor dio a luz un hijo y llamó su nombre Ben-amí, el cual es el padre de los amonitas hasta hoy.

Problemas de Abraham con Abimelec

20 Abraham partió de allí hacia la tierra del Néguev. Acampó entre Cades y Shur y residió en Gerar. Abraham dijo de Sara su mujer: “Ella es mi hermana”. Y Abimelec, rey de Gerar, mandó y tomó a Sara. Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche y le dijo:

—He aquí que vas a morir por causa de la mujer que has tomado, la cual es casada.

Abimelec, quien todavía no se había acercado a ella, dijo:

—SEÑOR, ¿acaso has de matar a la gente inocente? ¿Acaso no me dijo él: “Ella es mi hermana”, y ella también dijo: “Él es mi hermano”? Con integridad de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.

Dios le dijo en sueños:

—Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto. Yo también te detuve de pecar contra mí, y no te permití que la tocaras. Ahora pues, devuelve la mujer a su marido, porque él es profeta y orará por ti, y tú vivirás. Y si no la devuelves, ten por cierto que morirás irremisiblemente, tú y todos los tuyos.

Entonces Abimelec se levantó muy de mañana, llamó a todos sus servidores y dijo todas estas palabras a oídos de ellos. Y los hombres temieron mucho. Después Abimelec llamó a Abraham y le preguntó:

—¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido para que hayas traído sobre mí y sobre mi reino un pecado tan grande? Has hecho conmigo cosas que no debiste hacer. 10 —Dijo además Abimelec a Abraham—: ¿Qué has visto, para que hicieras esto?

11 Abraham respondió:

—Porque pensé: “Seguramente no hay temor de Dios en este lugar y me matarán por causa de mi mujer”. 12 Y a la verdad, también es mi hermana. Ella es hija de mi padre, pero no de mi madre; así que la tomé por mujer. 13 Cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije a ella: “Este es el favor que tú me harás: En todos los lugares a los que lleguemos dirás de mí: ‘Él es mi hermano’ ”.

14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos y siervas; se los dio a Abraham y le devolvió a Sara su mujer. 15 Y le dijo Abimelec:

—He aquí mi tierra está delante de ti. Habita donde bien te parezca.

16 A Sara le dijo:

—He aquí que he dado once kilos de plata a tu hermano. He aquí que esto constituye para ti y para todos los que están contigo una venda a los ojos. Así eres totalmente vindicada.

17 Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec y a su mujer y a sus siervas para que dieran a luz. 18 Porque el SEÑOR había cerrado por completo toda matriz en la casa de Abimelec a causa de Sara, mujer de Abraham.

Nacimiento de Isaac

21 El SEÑOR favoreció a Sara, como había dicho. El SEÑOR hizo con Sara como había prometido, y ella concibió y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez, en el tiempo que Dios le había indicado. Abraham llamó el nombre de su hijo que le había nacido, y que Sara le había dado a luz, Isaac. Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac al octavo día, como Dios le había mandado. Abraham tenía cien años cuando le nació su hijo Isaac. Entonces Sara dijo:

—Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oiga se reirá conmigo. —Y añadió: ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara daría de mamar a hijos? Pues yo le he dado un hijo en su vejez.

El niño creció y fue destetado. Y Abraham hizo un gran banquete el día que Isaac fue destetado.

Abraham despide a Agar e Ismael

Sara vio al hijo de Agar la egipcia, que esta le había dado a luz a Abraham, que se burlaba. 10 Por eso dijo a Abraham:

—Echa a esta sierva y a su hijo, pues el hijo de esta sierva no ha de heredar junto con mi hijo, con Isaac.

11 Estas palabras preocuparon muchísimo a Abraham, por causa de su hijo. 12 Entonces Dios dijo a Abraham:

—No te parezca mal lo referente al muchacho ni lo referente a tu sierva. En todo lo que te diga Sara, hazle caso, porque a través de Isaac será contada tu descendencia. 13 Pero también del hijo de la sierva haré una nación, porque es un descendiente tuyo.

14 Abraham se levantó muy de mañana, tomó pan y un odre de agua, y se lo dio a Agar, poniéndolo sobre el hombro de ella. Luego le entregó el muchacho y la despidió.

Ella partió y caminó errante por el desierto de Beerseba. 15 Y cuando se acabó el agua del odre, hizo recostar al muchacho debajo de un arbusto. 16 Luego fue y se sentó enfrente, alejándose cierta distancia, porque pensó: “No quiero ver morir al muchacho”. Ella se sentó enfrente, y alzando su voz lloró. 17 Entonces Dios escuchó la voz del muchacho, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo:

—¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho, allí donde está. 18 Levántate, alza al muchacho y tómalo de la mano, porque de él haré una gran nación.

19 Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un pozo de agua. Ella fue, llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho. 20 Dios estaba con el muchacho, el cual creció y habitó en el desierto, y llegó a ser un tirador de arco. 21 Habitó en el desierto de Parán, y su madre tomó para él una mujer de la tierra de Egipto.

Alianza de Abraham y Abimelec

22 Aconteció en aquel tiempo que Abimelec junto con Ficol, jefe de su ejército, habló a Abraham diciendo:

—Dios está contigo en todo lo que haces. 23 Ahora pues, júrame aquí por Dios que no me engañarás ni a mí ni a mis hijos ni a mis nietos; sino que conforme a la bondad que yo he hecho contigo tú harás conmigo y con la tierra en la que vienes residiendo.

24 Abraham respondió:

—Sí, lo juro.

25 Entonces Abraham se quejó a Abimelec acerca de un pozo de agua que los siervos de Abimelec le habían quitado. 26 Abimelec respondió:

—No sé quién haya hecho esto. Tú no me lo hiciste saber ni yo lo había oído hasta ahora.

27 Entonces Abraham tomó ovejas y vacas, y se las dio a Abimelec; e hicieron ambos una alianza. 28 Luego Abraham apartó del rebaño siete corderas. 29 Y Abimelec preguntó a Abraham:

—¿Qué significan estas siete corderas que has puesto aparte?

30 Y él respondió:

—Toma estas siete corderas de mi mano para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.

31 Por eso él llamó a aquel lugar Beerseba[c], porque allí juraron ambos. 32 Así hicieron una alianza en Beerseba. Luego se levantaron Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, y regresaron a la tierra de los filisteos.

33 Abraham plantó un árbol de tamarisco en Beerseba e invocó allí el nombre del SEÑOR, el Dios eterno. 34 Y residió Abraham en la tierra de los filisteos por mucho tiempo.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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