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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Job 40-42

40 El SEÑOR continuó y dijo a Job:

—¿Desistirá el que contiende con el Todopoderoso?
El que argumenta con Dios, que responda a esto.

Job responde al SEÑOR

Entonces Job respondió al SEÑOR y dijo:
—He aquí que yo soy insignificante. ¿Qué te he de responder?
Pongo mi mano sobre mi boca.
Una vez hablé y no volveré a responder; aun dos veces, pero no continuaré.

El SEÑOR vuelve a interpelar a Job

Entonces el SEÑOR respondió a Job desde el torbellino y dijo:
—Cíñete, pues, los lomos como un hombre;
yo te preguntaré, y tú me lo harás saber:
¿Acaso invalidarás mi juicio? ¿Me condenarás a mí para justificarte tú?
¿Tienes tú un brazo como el de Dios?
¿Y truenas con una voz como la de él?
10 Adórnate, pues, de majestad y alteza; vístete de gloria y esplendor.
11 Difunde la indignación de tu furor; mira a todo soberbio y humíllalo.
12 Mira a todo soberbio y somételo;
pisotea a los impíos en su sitio.
13 Entiérralos juntos en el polvo; encierra sus rostros en lugares ocultos.
14 Entonces yo también reconoceré que tu mano derecha te dará la victoria.
15 »He allí el Behemot[a],
al cual yo hice junto contigo. Come hierba como el buey.
16 He aquí que su fuerza está en sus lomos y su vigor en los músculos de su vientre.
17 Pone su cola tensa como un cedro,
y los nervios de sus muslos están entretejidos.
18 Sus huesos son como tubos de bronce,
y su osamenta como barras de hierro.
19 Es una obra maestra de Dios.
Solo su Hacedor le puede acercar
su espada.
20 Pues los montes producen hierba para él, donde retozan todos los animales del campo.
21 Se recuesta debajo del loto,
en lo oculto del cañaveral y del pantano.
22 Las plantas de loto lo cubren con su sombra;
lo rodean los sauces del arroyo.
23 He aquí que cuando el río se desborda
él no se apresura a escapar.
Estará confiado aunque todo el Jordán se arroje contra su boca.
24 ¿Lo atrapan cuando está vigilando? ¿Le perforan la nariz con garfios?

41 »¿Sacarás tú al Leviatána con anzuelo? ¿Sujetarás con una cuerda su lengua? ¿Pondrás soga de juncos en sus narices? ¿Horadarás con gancho su quijada?

¿Acaso te colmará de ruegos? ¿Te hablará con palabras suaves?
¿Hará un trato contigo
para que lo tomes por siervo perpetuo?
¿Jugarás con él como con un pájaro? ¿Lo atarás para tus niñas?
¿Negociarán por él los grupos de pescadores?
¿Se lo repartirán entre sí los mercaderes?
¿Podrás llenar de arpones su piel,
o su cabeza con lanza de pescar?
Pon sobre él tu mano:
Te acordarás de la batalla,
¡y nunca volverás a hacerlo!
He aquí que toda esperanza
del hombre se frustra
porque ante su solo aspecto
uno cae hacia atrás.
10 Nadie hay tan osado que lo despierte. ¿Quién podrá presentarse delante de él[b]?
11 ¿Quién me ha dado primero para que yo le restituya?
¡Todo lo que hay debajo del cielo, mío es!
12 »No guardaré silencio acerca de sus miembros,
ni de sus proezas, ni de su gallarda
figura.
13 ¿Quién podrá levantar la superficie de su vestidura?
¿Quién se acercará a él con su doble coraza[c]?
14 ¿Quién abrirá sus fauces?
Hay terror alrededor de sus dientes.
15 Su espalda está recubierta de hileras
de escamas
herméticamente unidas entre sí.
16 La una se junta con la otra
de modo que ni el aire puede pasar entre ellas.
17 Pegadas están unas con otras; están trabadas entre sí y no se podrán separar.
18 Sus estornudos lanzan destellos de luz; sus ojos son como los párpados del alba.
19 De su boca salen llamaradas;
escapan chispas de fuego.
20 De sus narices sale humo,
como de olla que hierve al fuego[d].
21 Su aliento enciende los carbones,
y de su boca salen llamaradas.
22 Su poderío reside en su cuello; ante su presencia surge el desaliento.
23 Los pliegues de su carne son apretados; son sólidos e inamovibles.
24 Su corazón es sólido como una roca, sólido como la piedra inferior de un molino.
25 Cuando él se levanta
los poderosos sienten pavor
y retroceden ante el quebrantamiento.
26 La espada que lo alcanza no lo afecta; tampoco la lanza ni el dardo ni
la jabalina.
27 Al hierro estima como paja,
y a la madera como a la corrosión del cobre.
28 Las flechas no le hacen huir;
las piedras de la honda le son como rastrojo.
29 Al garrote considera hojarasca;
se ríe del blandir de la jabalina.
30 Por debajo tiene escamas puntiagudas; deja huellas como un trillo sobre el lodo.
31 Hace hervir el abismo como caldera
y convierte el mar en una olla de ungüentos.
32 Tras de sí hace resplandecer un sendero; como si el océano tuviera blanca cabellera.
33 No existe sobre la tierra algo semejante; está hecho exento de temor.
34 Menosprecia todo lo que es alto;
es el rey de todas las fieras arrogantes.

Job responde al SEÑOR

42 Entonces Job respondió al SEÑOR y dijo:

—Reconozco que tú todo lo puedes
y que no hay plan que te sea
irrealizable.
“¿Quién es ese que encubre el consejo, con palabras sin entendimiento?[e]”. Ciertamente dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí,
las cuales jamás podré comprender.
Escucha, por favor, y hablaré: “Yo te preguntaré, y tú me lo harás saber”[f].
De oídas había oído de ti
pero ahora mis ojos te ven.
Por tanto, me retracto
y me arrepiento en polvo y ceniza.

El SEÑOR restaura y bendice a Job

Y aconteció, después que el SEÑOR habló estas palabras a Job, que el SEÑOR dijo a Elifaz el temanita:
—Mi ira se ha encendido contra ti y tus dos compañeros porque no han hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job. Ahora pues, tomen para ustedes siete toros y siete carneros, vayan a mi siervo Job y ofrezcan holocausto por ustedes. Entonces mi siervo Job orará por ustedes, porque a él atenderé para no tratarles con afrenta. Porque no han hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.
Entonces fueron Elifaz el temanita, Bildad el sujita y Zofar el namatita, e hicieron como el SEÑOR les había dicho. Y el SEÑOR atendió a Job.
10 El SEÑOR restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó el SEÑOR al doble todo lo que le había pertenecido a Job. 11 Entonces vinieron a él todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, y comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo consolaron por todo aquel mal que el SEÑOR había traído sobre él. Cada uno de ellos le dio una pieza de dinero[g] y un pendiente de oro.
12 El SEÑOR bendijo los últimos días de Job más que los primeros, y llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnos. 13 Tuvo también siete hijos y tres hijas. 14 A la primera le puso por nombre Jemima[h]; el nombre de la segunda era Quesia[i], y el nombre de la tercera, Queren-hapuj[j]. 15 No había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job, y su padre les dio herencia entre sus hermanos.
16 Después de esto, Job vivió ciento cuarenta años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones. 17 Y murió Job anciano y lleno de años.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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