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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
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Oseas 1-7

Esta es la palabra del Señor que vino a Oseas hijo de Beerí durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y durante el reinado de Jeroboán hijo de Joás, rey de Israel.

La esposa y los hijos de Oseas

La primera vez que el Señor habló por medio de Oseas, le dijo: «Ve y toma por esposa a una prostituta, y ten con ella hijos de prostitución, porque el país se ha prostituido por completo. ¡Se ha apartado del Señor

Oseas fue y tomó por esposa a Gómer, hija de Diblayin, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

Entonces el Señor le dijo: «Ponle por nombre Jezrel, porque dentro de poco haré que la casa real de Jehú pague por la masacre en Jezrel. Así pondré fin al dominio del reino de Israel. Ese día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezrel».

Gómer volvió a concebir y dio a luz una niña. Entonces el Señor le dijo a Oseas: «Ponle por nombre: “Indigna de compasión”,[a] porque no volveré a compadecerme del reino de Israel, sino que le negaré el perdón. En cambio, tendré compasión de la tribu de Judá, y la salvaré; pero no por medio de arco, ni de espada ni de batallas, ni tampoco por medio de caballos y jinetes, sino por medio del Señor su Dios».

Cuando Gómer destetó a la llamada «Indigna de compasión», volvió a concebir y tuvo otro hijo. Entonces el Señor le dijo a Oseas: «Ponle por nombre: “Pueblo ajeno”,[b] porque ni vosotros sois mi pueblo ni yo soy vuestro Dios.

10 »Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó: “Pueblo ajeno”, se les llamará: “Hijos del Dios viviente”. 11 El pueblo de Judá se reunirá con el pueblo de Israel, y nombrarán un solo jefe y resurgirán en su país, porque grande será el día de Jezrel.

»Llamad a vuestros hermanos: “Pueblo mío”,[c] y a vuestras hermanas: “Compadecidas”.[d]

Castigo y restauración de Israel

»¡Echadle en cara a vuestra madre
    que ni ella es mi esposa ni yo su esposo!
¡Que se quite del rostro el maquillaje de prostituta,
    y de entre los pechos los adornos de ramera!
De lo contrario, la desnudaré por completo;
    la dejaré como el día en que nació.
La pondré como un desierto:
    ¡la convertiré en tierra seca y la mataré de sed!
No tendré compasión de sus hijos,
    porque son hijos de prostitución.
Su madre es una prostituta;
    ¡la que los concibió es una sinvergüenza!
Pues dijo: “Quiero ir tras mis amantes,
    que me dan mi pan y mi agua,
    mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas”.
Por eso le cerraré el paso con espinos;
    la encerraré para que no encuentre el camino.
Con ardor perseguirá a sus amantes,
    y al no encontrarlos dirá:
“Prefiero volver con mi primer esposo,
    porque antes me iba mejor que ahora”.
Ella no ha querido reconocer que soy yo
    quien le da el grano, el vino nuevo y el aceite.
Yo le he multiplicado la plata y el oro,
    ¿y qué hizo con ellos? ¡Falsos dioses![e]

»Por eso, llegado el momento
    le quitaré mi trigo y mi vino nuevo.
La dejaré sin la lana y el lino
    que le di para cubrir su desnudez.
10 Voy a exhibir su vergüenza
    a la vista de sus amantes,
    y nadie la librará de mi mano.
11 Pondré fin a todo su jolgorio:
    sus peregrinaciones, sus lunas nuevas,
    sus días de reposo, y sus fiestas solemnes.
12 Devastaré sus vides y sus higueras,
    que consideraba la paga de sus amantes.
Las convertiré en maleza,
    y los animales del campo acabarán con ellas.
13 La llamaré a cuentas por los días
    en que quemaba ofrendas a sus falsos dioses,
cuando se adornaba con zarcillos y joyas,
    y, olvidándose de mí, se iba tras sus amantes
            —afirma el Señor—.

14 »Por eso, ahora voy a seducirla:
    me la llevaré al desierto
    y le hablaré con ternura.
15 Allí le devolveré sus viñedos,
    y convertiré el valle de la Desgracia[f]
    en el paso de la Esperanza.
Allí me corresponderá, como en los días de su juventud,
    como en el día en que salió de Egipto.

16 »En aquel día —afirma el Señor—,
    ya no me llamarás: “mi señor”,[g]
    sino que me dirás: “esposo mío”.
17 Te quitaré de los labios el nombre de tus falsos dioses,
    y nunca más volverás a invocarlos.
18 Aquel día haré en tu favor un pacto
    con los animales del campo,
con las aves de los cielos
    y con los reptiles de la tierra.
Eliminaré del país arcos, espadas y guerra,
    para que todos duerman seguros.
19 Yo te haré mi esposa para siempre,
    y te daré como dote el derecho y la justicia,
    el amor y la compasión.
20 Te daré como dote mi fidelidad,
    y entonces conocerás al Señor.

21 »En aquel día yo responderé
    —afirma el Señor—;
yo le responderé al cielo,
    y el cielo le responderá a la tierra;
22 la tierra les responderá al cereal,
    al vino nuevo y al aceite,
    y estos le responderán a Jezrel.[h]
23 Yo la sembraré para mí en la tierra;
    me compadeceré de la “Indigna de compasión”,
a “Pueblo ajeno” lo llamaré: “Pueblo mío”;[i]
    y él me dirá: “Mi Dios”».

Oseas se reconcilia con su esposa

Me habló una vez más el Señor, y me dijo: «Ve y ama a esa mujer adúltera, que es amante de otro. Ámala como ama el Señor a los israelitas, aunque se hayan vuelto a dioses ajenos y se deleiten con las tortas de pasas que les ofrecen».

Compré entonces a esa mujer por quince monedas de plata[j] y una carga y media de cebada,[k] y le dije: «Vas a vivir conmigo mucho tiempo, pero sin prostituirte. No tendrás relaciones sexuales con ningún otro hombre. ¡Ni yo te voy a tocar!»

Ciertamente los israelitas vivirán mucho tiempo sin rey ni gobernante, sin sacrificio ni altares, ni efod ni ídolos. Pero después los israelitas buscarán nuevamente al Señor su Dios, y a David su rey. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades.

Pleito contra Israel

Escuchad, israelitas,
    la palabra del Señor,
porque el Señor va a entrar en juicio
    contra los habitantes del país:

«Ya no hay entre mi pueblo fidelidad ni amor,
    ni conocimiento de Dios.
Cunden, más bien, el perjurio y la mentira.
    Abundan el robo, el adulterio y el asesinato.
    ¡Un homicidio sigue a otro!
Por tanto, se resecará la tierra,
    y desfallecerán todos sus habitantes.
¡Morirán las bestias del campo,
    las aves del cielo y los peces del mar!

»¡Que nadie acuse ni reprenda a nadie!
    ¡Tu pueblo parece acusar al sacerdote!
Tropiezas de día y de noche,
    y los profetas tropiezan contigo;
tu madre dejará de existir,
    pues por falta de conocimiento
    mi pueblo ha sido destruido.

»Puesto que rechazaste el conocimiento,
    yo también te rechazo como mi sacerdote.
Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios,
    yo también me olvidaré de tus hijos.
Mientras más aumentaban los sacerdotes,
    más pecaban contra mí;
cambiaron a quien es su gloria
    en algo deshonroso.
El pecado de mi pueblo es su comida;
    se regodean en su perversidad.
¡De tal pueblo, tal sacerdote![l]
¡Por eso les pediré cuentas de su conducta
    y les daré la paga de sus acciones!

10 »Comerán, pero no quedarán satisfechos;
    se prostituirán, pero no se saciarán;[m]
porque han abandonado al Señor
para entregarse 11     a la prostitución y al vino,
    ¡al mosto que hace perder la razón!
12 Mi pueblo consulta a su ídolo de madera,
    y ese pedazo de palo le responde;
su tendencia a prostituirse los descarría;
    se prostituyen en abierto desafío a su Dios.
13 En la cumbre de montes y colinas
    queman ofrendas y ofrecen sacrificios,
bajo la agradable sombra
    de robles, álamos y encinas.
Por eso se prostituyen sus hijas
    y cometen adulterio sus nueras.
14 Pero no las castigaré
    por sus prostituciones y adulterios,
porque sus propios maridos
    se juntan con prostitutas
y celebran banquetes paganos
    con las sacerdotisas del templo.
¡Es así como acaba por hundirse
    un pueblo falto de entendimiento!

15 »Si tú, Israel, te prostituyes,
    ¡que no resulte culpable Judá!

»No vayáis a Guilgal ni subáis a Bet Avén,[n]
    ni juréis: “¡Por la vida del Señor!”
16 Israel es tan indómito como una novilla.
    ¿Cómo podrá el Señor pastorearlos
    en campo abierto, como a corderos?
17 Efraín se ha aliado con las imágenes;
    ¡pues que se quede con ellas!
18 Cuando ya no tienen licor,
    se entregan de lleno a la prostitución,
    ¡y hasta sus gobernantes aman la deshonra!
19 ¡Por eso un torbellino los arrastrará,
    y quedarán avergonzados por sus sacrificios!

Juicio contra Israel

»¡Oíd esto, sacerdotes!
    ¡Pon atención, reino de Israel!
¡Escucha, casa real!
    ¡Contra vosotros es la sentencia!
En Mizpa habéis sido una trampa;
    en el monte Tabor, una red tendida;
en Sitín, una fosa abierta.[o]
    Por eso, yo los disciplinaré a todos.
Yo conozco bien a Efraín;
    Israel no me es desconocido.
Pero ahora Efraín se ha prostituido;
    e Israel se ha mancillado.

»No les permiten sus malas obras
    volverse a su Dios;
su tendencia a prostituirse
    les impide conocer al Señor.
La arrogancia de Israel testificará en su contra,
    Israel y Efraín tropezarán con su maldad,
    y hasta Judá caerá con ellos.
Con sus ovejas y sus vacas
    irán en busca del Señor,
pero no lo encontrarán
    porque él se ha apartado de ellos.
Han traicionado al Señor;
    han dado a luz hijos de otros padres.
    ¡Ahora la destrucción[p] devorará sus fincas!

»Tocad la corneta en Guibeá,
    haced sonar la trompeta en Ramá,
lanzad el grito de guerra en Bet Avén:[q]
    “¡Cuídate las espaldas, Benjamín!”
En el día de la reprensión,
    Efraín quedará desolado.
Entre las tribus de Israel
    doy a conocer lo que les va a pasar.
10 Las autoridades de Judá se parecen
    a los que alteran los linderos.
¡Pues derramaré mi enojo sobre ellos
    como si derramara un torrente de agua!
11 Efraín está deprimido,
    aplastado por el juicio,
    empeñado en seguir a los ídolos.[r]
12 ¡Pues seré para Efraín como polilla,
    como carcoma para el pueblo de Judá!

13 »Cuando Efraín vio su enfermedad
    y Judá reparó en sus llagas,
Efraín recurrió a Asiria
    y pidió la ayuda del gran rey.
Pero el rey no podrá sanarlo,
    ni tampoco curar sus llagas.
14 Yo seré como un león para Efraín,
    como un cachorro para Judá.
Yo mismo los haré pedazos,
    y luego me alejaré;
yo mismo me llevaré la presa,
    y no habrá quien me la arrebate.
15 Volveré luego a mi morada,
    hasta que reconozcan su culpa.
Buscarán ganarse mi favor;
    angustiados, me buscarán con ansias».

Impenitencia de Israel

¡Venid, volvámonos al Señor!
    Él nos ha despedazado, pero nos sanará;
    nos ha herido, pero nos vendará.
Después de dos días nos dará vida;
    al tercer día nos levantará,
    y así viviremos en su presencia.
Conozcamos al Señor;
    vayamos tras su conocimiento.
Tan cierto como que sale el sol,
    él habrá de manifestarse;
vendrá a nosotros como la lluvia de invierno,
    como la lluvia de primavera que riega la tierra.

«¿Qué voy a hacer contigo, Efraín?
    ¿Qué voy a hacer contigo, Judá?
Vuestro amor es como nube matutina,
    como rocío que temprano se evapora.
Por eso los hice pedazos por medio de los profetas;
    los herí con las palabras de mi boca.
    ¡Mi sentencia los fulminará como un relámpago!
Lo que pido de vosotros es amor y no sacrificios,
    conocimiento de Dios y no holocaustos.
Son como Adán:
    han quebrantado el pacto,
    ¡me han traicionado!
Galaad es una ciudad de malhechores;
    sus pisadas dejan huellas de sangre.
Una pandilla de sacerdotes
    está al acecho en el camino a Siquén
y, como banda de salteadores,
    comete toda clase de infamias.
10 En el reino de Israel
    he visto algo horrible:
Allí se prostituye Efraín
    y se mancilla Israel.

11 »¡A ti también, Judá,
    te espera la cosecha de tu maldad!

»Cuando cambie yo la suerte de mi pueblo,

    cuando sane yo a Israel,
la perversidad de Efraín y la maldad de Samaria
    quedarán al descubierto.
Porque ellos cometen fraudes;
    mientras el ladrón se mete en las casas,
    una banda de salteadores roba en las calles.
No se ponen a pensar
    que yo tomo en cuenta todas sus maldades.
Sus malas acciones los tienen cercados,
    y las tengo muy presentes.

»Con su maldad deleitan al rey;
    con sus mentiras, a las autoridades.
Parecen un horno encendido
    cuyo fuego no hace falta atizar
desde que el panadero prepara la harina
    hasta que la masa fermenta.
    ¡Todos ellos son adúlteros!
En la fiesta del rey las autoridades se encienden
    bajo los efectos del vino,
y el rey pierde su dignidad
    codeándose con la plebe.
Como el horno, se les prende el corazón,
    dispuesto para la intriga.
Su ira se adormece por la noche,
    pero se reaviva por la mañana.
Todos ellos arden como un horno;
    devoran a sus gobernantes.
Caen todos sus reyes,
    pero ninguno de ellos me invoca.

»Efraín se mezcla con las naciones;
    parece una torta cocida de un solo lado.
Los extranjeros le minan las fuerzas,
    pero él ni se da cuenta.
Su pelo se ha encanecido,
    pero él ni se da cuenta.
10 La arrogancia de Israel testifica en contra suya,
    pero él no se vuelve al Señor su Dios;
    a pesar de todo esto, no lo busca.

11 »Efraín es como una paloma
    torpe y sin entendimiento,
que unas veces pide ayuda a Egipto
    y otras, recurre a Asiria.
12 Pero, tan pronto como lo hagan,
    lanzaré mi red sobre ellos;
los derribaré como a las aves del cielo,
    ¡siete veces los castigaré por sus pecados![s]
13 ¡Ay de ellos, que de mí se alejaron!
    ¡Que sean destruidos por rebelarse contra mí!
Yo bien podría redimirlos,
    pero ellos no me hablan con la verdad.
14 No me invocan de corazón,
    sino que se lamentan echados en sus camas.
Para obtener grano y vino nuevo se laceran[t]
    y se ponen en contra de mí.
15 Yo adiestré y fortalecí sus brazos,
    pero ellos maquinan maldades contra mí.
16 No se vuelven al Altísimo;
    son como un arco engañoso.
Sus autoridades caerán a filo de espada
    por sus palabras insolentes,
y en la tierra de Egipto
    se burlarán de ellos.

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