Bible in 90 Days
La creación del mundo
1 En el principio, cuando Dios creó
los cielos y la tierra,
2 reinaba el caos y no había nada en ella.
El abismo estaba sumido en la oscuridad,
y el Espíritu de Dios aleteaba
sobre las aguas.
3 Dios dijo: «Que haya luz»,
y hubo luz.
4 Al ver Dios que la luz era buena,
la separó de la oscuridad.
5 Dios llamó a la luz «día»
y a la oscuridad «noche».
Llegó la tarde y después la mañana.
Ese fue el primer día.
6 Entonces Dios dijo: «¡Que haya un firmamento[a]
que separe las aguas en dos partes!»
7 Así que Dios creó el firmamento
y separó las aguas;
unas quedaron arriba del firmamento
y otras debajo.
8 Dios llamó al firmamento «cielo».
Llegó la tarde y después la mañana.
Ese fue el segundo día.
9 Luego Dios dijo: «Que las aguas debajo del cielo
se junten en un solo lugar,
para que aparezca el suelo seco».
Y así sucedió.
10 Dios llamó a este suelo seco «tierra»
y a las aguas que se habían juntado las llamó «mar».
Y Dios vio que estaba muy bien
esto que había hecho.
11 Entonces Dios dijo: «Que la tierra se cubra de vegetación:
toda clase de plantas que den semillas
y árboles que den frutos con semilla».
Y así sucedió.
12 La tierra se llenó de vegetación:
toda clase de plantas que dan granos
y árboles que dan frutos con semilla.
Y Dios vio que estaba muy bien
esto que había hecho.
13 Llegó la tarde y después la mañana.
Ese fue el tercer día.
14 Después Dios dijo: «Que haya luces en el firmamento del cielo
para poder así separar el día de la noche
y para que sirvan para señalar
los días, los años y las festividades.
15 Que estas luces estén en el firmamento
para alumbrar la tierra».
Y así sucedió.
16 Dios hizo dos grandes luces:
la más grande para gobernar el día
y la más pequeña para gobernar la noche.
También hizo las estrellas.
17 Dios puso estas luces en el cielo
para darle iluminación a la tierra,
18 para que las dos gobernaran,
una durante el día y la otra durante la noche;
y para separar la luz de la oscuridad.
Y Dios vio que estaba muy bien
esto que había hecho.
19 Luego llegó la tarde y después la mañana.
Ese fue el cuarto día.
20 Entonces Dios dijo: «Que las aguas se llenen de seres vivientes
y haya aves volando en el firmamento sobre la tierra».
21 Así creó los animales gigantescos del mar
y toda especie de los animales que viven en el agua.
También creó todas las especies de aves.
Y Dios vio que estaba muy bien
esto que había hecho.
22 Dios los bendijo diciendo:
«Tengan hijos y multiplíquense para llenar el agua de los mares
y que haya muchas aves en el mundo».
23 Llegó la tarde y después la mañana.
Ese fue el quinto día.
24 Después Dios dijo: «Que la tierra produzca seres vivientes de todo tipo:
animales domésticos y silvestres
y los que se arrastran por el suelo».
Y así sucedió.
25 Dios hizo toda clase de animales:
animales domésticos y silvestres
y los que se arrastran por el suelo.
Y Dios vio que estaba muy bien
esto que había hecho.
26 Luego Dios dijo: «Ahora hagamos al ser humano
a nuestra imagen y semejanza.
Tendrá poder sobre los peces del mar,
sobre las aves del cielo y en toda la tierra.
Reinará sobre los animales terrestres,
y sobre todos los que se arrastran por el suelo».
27 Así que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza,
creó al varón y a la mujer.
28 Y los bendijo diciendo:
«Tengan muchos hijos para así poblar el mundo
y ejercer control sobre él:
sean jefes de los peces del mar, de las aves del cielo
y de toda criatura que se arrastra por el suelo».
29 Y Dios dijo: «Miren, les he dado
todas las plantas que dan semillas
y los árboles que dan frutos con semilla.
Ellos serán su comida.
30 Pero a todo animal en la tierra,
a todo pájaro en el cielo,
a toda criatura que se arrastra por el suelo;
en fin, todo lo que tiene vida
le doy la hierba como alimento».
Y así sucedió.
31 Dios vio todo lo que había hecho,
y todo había quedado muy, pero muy bien.
Luego llegó la tarde y después la mañana.
Ese fue el sexto día.
2 El cielo, la tierra y todo
lo que hay en ellos quedaron terminados.
2 En el séptimo día, Dios cesó
todo el trabajo que había hecho en la creación.
3 Bendijo el séptimo día y lo declaró día santo
porque cesó ese día todo el trabajo que había hecho en la creación.
Comienzo de la humanidad
4 Esa es la historia de la creación del cielo y la tierra.[b] La siguiente es la historia de lo que ocurrió después que el SEÑOR Dios hizo los cielos y la tierra. 5 Aun no se cultivaba ninguna planta ni crecía ninguna hierba silvestre en los campos porque el SEÑOR Dios no había hecho llover sobre la tierra y no había ningún ser humano que trabajara la tierra. 6 Pero salía agua de ella y rociaba todo el suelo. 7 El SEÑOR Dios formó al hombre[c] tomando polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente.
8 Luego el SEÑOR Dios plantó un jardín en el Edén[d], en el oriente[e] y allí puso al hombre que había formado. 9 El SEÑOR Dios hizo que del suelo creciera toda clase de árboles hermosos de frutos comestibles y deliciosos. El árbol de la vida se encontraba en medio del jardín y allí también estaba el árbol del conocimiento del bien y del mal.
10 Un río del Edén regaba el jardín. Este río recibía agua de cuatro ríos distintos. 11 El primero se llamaba Pisón y corría por toda la región de Javilá[f], donde hay oro. 12 El oro de esa región es de buena calidad, y también hay bedelio[g] y ónice. 13 El segundo río se llamaba Guijón y corría por toda la región de Cus[h]. 14 El tercer río se llamaba Tigris y corría por el oriente de Asiria. El cuarto río era el Éufrates.[i]
15 El SEÑOR Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. 16 Luego el SEÑOR Dios le ordenó al hombre: «Puedes comer libremente de cualquier árbol en el jardín, 17 pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal porque el día que lo hagas, sin duda morirás».
En buena compañía
18 Entonces el SEÑOR Dios dijo: «No le hace bien al hombre estar solo, haré a un ser capaz de ayudarlo y que sea como él».
19 Entonces el SEÑOR Dios formó de la tierra a todos los animales del campo y a todas las aves del cielo. Los llevó al hombre para ver cómo los iba a llamar y con ese nombre se quedó cada ser viviente. 20 El hombre le dio nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales silvestres; pero ninguno de ellos resultó capaz de formar pareja con él para ayudarlo. 21 Entonces el SEÑOR Dios hizo que el hombre durmiera profundamente y mientras dormía le quitó una parte de su costado y rellenó esa parte con carne. 22 Después, de esa parte de su costado el SEÑOR Dios hizo una mujer y se la llevó al hombre. 23 El hombre dijo:
«¡Al fin! ¡Esta es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
La llamaré “mujer”[j],
porque fue sacada del hombre».
24 Por esa razón el hombre deja a su papá y a su mamá, se une a su esposa y los dos se convierten en un solo ser.[k]
25 Tanto el hombre como la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos se avergonzaba por eso.
El pecado de Adán y Eva
3 La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que el SEÑOR Dios había hecho, así que le preguntó a la mujer:
—¿Es cierto que Dios les dijo que no coman de ningún árbol del jardín?
2 Y la mujer le respondió:
—Podemos comer los frutos de los árboles del jardín. 3 Pero Dios nos dijo: “No deben comer frutos del árbol que está en medio del jardín, ni siquiera tocarlo porque si lo hacen morirán”.
4 Entonces la serpiente le dijo a la mujer:
—Con seguridad no morirán. 5 Incluso Dios sabe que cuando ustedes coman de ese árbol, comprenderán todo mejor; serán como dioses porque podrán diferenciar entre el bien y el mal.
6 Cuando la mujer vio que el árbol era hermoso y los frutos que daba eran buenos para comer, y que además ese árbol era atractivo por la sabiduría que podía dar, tomó algunos frutos del árbol y se los comió. Su esposo se encontraba con ella, ella le dio, y él también comió. 7 Como si se les abrieran los ojos, se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces se hicieron ropa cosiendo hojas de higuera.
8 En medio de un ventarrón retumbaba la voz del SEÑOR Dios que caminaba por el jardín. Entonces al oírlo, el hombre y la mujer se escondieron del Señor Dios entre los árboles del jardín. 9 El SEÑOR Dios llamó al hombre y le dijo:
—¿Dónde estás?
10 El hombre le respondió:
—Escuché que andabas por el jardín y me asusté porque estaba desnudo, entonces me escondí.
11 Luego Dios le preguntó:
—¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que les prohibí comer?
12 El hombre dijo:
—La mujer que me diste por compañera me dio del fruto de ese árbol, y yo comí.
13 Luego el SEÑOR Dios le preguntó a la mujer:
—¿Conque esas tenemos?
Y la mujer respondió:
—La serpiente me engañó y yo comí.
14 Entonces el SEÑOR Dios le dijo a la serpiente:
—Por haber hecho esto,
entre todos los animales, sólo tú serás castigada.
Tendrás que arrastrarte sobre tu vientre
y comerás polvo todos los días de tu vida.
15 Haré que tú y la mujer sean enemigas
y que tu descendencia sea enemiga de la de ella.
La descendencia de ella buscará aplastarte la cabeza
mientras tú le tratarás de picar en el talón.
16 Después Dios le dijo a la mujer:
—Te daré más trabajo
y multiplicaré tus embarazos;
y con todo y tu duro trabajo,
tendrás también que dar a luz a los hijos.[l]
Desearás estar con tu marido,
pero él te dominará a ti.[m]
17 Luego Dios le dijo al hombre:
—Ya que tú obedeciste a tu mujer
y comiste del árbol que yo te había prohibido,
la tierra estará maldita por tu culpa.
Tendrás que conseguir la comida por medio de duro trabajo,
durante todos los días de tu vida.
18 Del suelo nacerán cardos y espinas para ti,
y tendrás que comer plantas del campo.[n]
19 Obtendrás tu comida
trabajando duramente
hasta que mueras y regreses al polvo,
porque tú saliste de allí.
Polvo eres
y en polvo te convertirás.
20 El hombre le puso a su mujer el nombre «Eva»[o], ya que ella se convertiría en madre de todos los seres humanos.
21 El SEÑOR Dios hizo con pieles de animales ropa para el hombre y su mujer, y los vistió.
22 Luego el SEÑOR Dios dijo: «Miren, el hombre y la mujer se han convertido en seres como nosotros, pues saben reconocer el bien y el mal. Ahora tienen a su alcance los frutos del árbol de la vida, para comerlos y vivir para siempre».
23 Entonces el SEÑOR Dios los sacó del jardín del Edén a trabajar la tierra, de la cual el ser humano estaba hecho. 24 Los expulsó y luego puso al oriente del jardín del Edén unos querubines y una espada en llamas que giraba para cerrar el camino de regreso al árbol de la vida.
Caín y Abel
4 El hombre tuvo relaciones sexuales con su mujer Eva. Ella quedó embarazada y dio a luz a Caín[p]. Ella dijo: «¡He tenido un hijo con ayuda del SEÑOR!» 2 Después dio a luz a Abel, el hermano de Caín.
Abel se convirtió en pastor de ovejas y Caín en agricultor.
3 Después de algún tiempo, Caín le llevó al SEÑOR algunos frutos de la tierra como ofrenda. 4 Abel también llevó las mejores crías de sus ovejas.[q] El SEÑOR aceptó a Abel y a su ofrenda que le trajo, 5 pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Entonces Caín se enojó mucho y se entristeció. 6 El SEÑOR le preguntó: «¿Por qué estás enojado y te ves tan triste? 7 Si tú haces lo bueno yo te aceptaré, pero si haces lo malo, entonces el pecado te estará esperando para atacarte; te quiere dominar pero tú debes dominarlo a él».
8 Caín le dijo a su hermano Abel: «Vayamos al campo».[r] Cuando llegaron, Caín atacó a Abel y lo mató. 9 Luego el SEÑOR le dijo a Caín:
—¿Dónde está tu hermano Abel?
Caín respondió:
—No sé. ¿Acaso es mi deber vigilar a mi hermano?
10 Luego el SEÑOR dijo:
—¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano grita desde el suelo pidiendo justicia. 11 Ahora quedarás maldito y expulsado de la tierra que ha bebido la sangre de tu hermano, que tú derramaste. 12 Cuando trabajes la tierra, ya no te dará frutos. Serás un fugitivo y vagarás por el mundo.
13 Caín le dijo al SEÑOR:
—Mi castigo es más de lo que puedo soportar. 14 Hoy me has echado de la tierra y voy a tener que ocultarme de tu presencia. Tendré que ser un fugitivo que vaga por el mundo, ¡pero cualquiera que me vea me matará!
15 Pero el SEÑOR dijo:
—No, quiero que eso ocurra.
Así que proclamó: «El que mate a Caín hará que como pago de su crimen pierdan la vida siete de su pueblo». El SEÑOR hizo esta advertencia para proteger a Caín y así quien lo encontrara no lo matara.
La familia de Caín
16 Caín salió de su encuentro con el SEÑOR y se fue a vivir en una tierra llamada Nod[s], al oriente del Edén. 17 Caín tuvo relaciones sexuales con su mujer, ella quedó embarazada y dio a luz a Enoc. Caín estaba construyendo una ciudad y la llamó igual que a su hijo. 18 Enoc fue el padre de Irad, Irad fue el padre de Mejuyael, Mejuyael fue el padre de Metusael y Metusael fue el padre de Lamec. 19 Lamec se casó con dos mujeres: una llamada Ada y la otra Zila. 20 Ada dio a luz a Jabal, que fue el primero en vivir[t] en carpas y criar ganado. 21 Su hermano se llamaba Jubal, que fue el primero que tocó el arpa y la flauta. 22 Zila dio a luz a Tubal Caín, que fue el primero en trabajar el cobre y el hierro. La hermana de Tubal Caín era Noamá.
23 Lamec les dijo a sus mujeres:
«Ada y Zila, escúchenme:
Mujeres de Lamec, oigan lo que tengo que decir.
Mataré al hombre que me hiera,
y al niño que me lastime.
24 Si por matar a Caín siete perderían la vida,
por matar a Lamec la perderían 77».
Adán y Eva tienen otro hijo
25 Adán volvió a tener relaciones sexuales con su mujer y ella dio a luz a un hijo y lo llamó Set[u], ya que dijo: «Dios me ha dado[v] otro hijo en remplazo de Abel, al que Caín mató». 26 Set también tuvo un hijo al que llamó Enós. En ese tiempo la gente comenzó a invocar al SEÑOR.[w]
Descendientes de Adán
(1 Cr 1:1-4)
5 Estos son los descendientes de Adán[x]. Cuando Dios creó la humanidad, la hizo a su imagen y semejanza.[y] 2 Creó al varón y a la mujer, los bendijo y los llamó «seres humanos»[z].
3 Cuando Adán tenía 130 años, tuvo otro hijo a su imagen y semejanza y lo llamó Set. 4 Después del nacimiento de Set, Adán vivió 800 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 5 Adán murió a la edad de 930 años.
6 Cuando Set tenía 105 años, tuvo un hijo llamado Enós. 7 Después del nacimiento de Enós, Set vivió 807 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 8 Set murió a la edad de 912 años.
9 A los 90 años de edad, Enós tuvo un hijo llamado Cainán. 10 Después del nacimiento de Cainán, Enós vivió 815 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 11 Enós murió a la edad de 905 años.
12 Cuando Cainán tenía 70 años, tuvo un hijo llamado Malalel. 13 Después del nacimiento de Malalel, Cainán vivió 840 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 14 Cainán murió a la edad de 910 años.
15 Cuando Malalel tenía 65 años, tuvo un hijo llamado Jared. 16 Después del nacimiento de Jared, Malalel vivió 830 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 17 Malalel murió a la edad de 895 años.
18 A los 162 años de edad Jared, tuvo un hijo llamado Enoc. 19 Después del nacimiento de Enoc, Jared vivió 800 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 20 Jared murió a la edad de 962 años.
21 Cuando Enoc tenía 65 años, tuvo un hijo llamado Matusalén. 22 Después del nacimiento de Matusalén, Enoc anduvo por 300 años en comunión con Dios y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 23 En total Enoc vivió 365 años. 24 Todo ese tiempo Enoc anduvo en comunión con Dios y de pronto un día desapareció porque Dios se lo llevó.
25 A los 187 años de edad, Matusalén tuvo un hijo llamado Lamec. 26 Después del nacimiento de Lamec, Matusalén vivió 782 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 27 Matusalén murió a la edad de 969 años.
28 Cuando Lamec tenía 182 años, tuvo un hijo. 29 Lo llamó Noé[aa] y dijo: «Él nos hará descansar del trabajo duro que nos toca porque el SEÑOR maldijo la tierra». 30 Después del nacimiento de Noé, Lamec vivió 595 años más y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas. 31 Lamec murió a la edad de 777 años.
32 Ya había cumplido Noé 500 años cuando tuvo a sus hijos Sem, Cam y Jafet.
La gente se vuelve mala
6 Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse, a extenderse por toda la tierra, y tuvieron hijas, 2 los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas. Así que eligieron y se casaron con las que quisieron. 3 El SEÑOR dijo: «Mi espíritu no se quedará[ab] en los humanos para siempre porque ellos son mortales. Tan sólo vivirán 120 años».[ac] 4 Los gigantes[ad] vivían en la tierra en esos días, y también después, cuando los hijos de Dios tuvieron relaciones sexuales con las hijas de los seres humanos y ellas tuvieron hijos con ellos. Son los héroes famosos de tiempos antiguos.
5 El SEÑOR vio que la gente en la tierra era muy mala y que todo lo que siempre pensaban no era más que maldad. 6 El SEÑOR lamentó haber creado a los seres humanos en la tierra y se indignó. 7 Entonces el SEÑOR dijo: «Borraré de la faz de la tierra al ser humano que yo he creado. Destruiré a los seres humanos, a los animales domésticos, a los que se arrastran por el suelo y a las aves del cielo porque lamento haberlos hecho». 8 Sin embargo, el SEÑOR tenía un buen concepto de Noé.
Noé y el gran diluvio
9 Esta es la historia de la familia de Noé. Él era un hombre justo y honesto entre la gente de esa época, y vivía de acuerdo a la voluntad de Dios. 10 Noé tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11 Ante los ojos de Dios, la tierra se había corrompido porque estaba llena de violencia. 12 Cuando Dios vio que la tierra estaba arruinada porque todo ser humano llevaba una vida corrupta, 13 le dijo a Noé: «He decidido acabar con todos los seres vivientes porque la tierra está llena de violencia. Así que pronto los destruiré a ellos y al mundo entero.[ae] 14 Constrúyete un barco de madera de ciprés[af], con habitaciones[ag] y cúbrelo con brea por dentro y por fuera. 15 Construye el barco de este tamaño: 135 metros de largo, 23 metros de ancho y 14 metros de alto.[ah] 16 Hazle una ventana[ai] a 46 centímetros del techo.[aj] El barco debe tener tres pisos y hazle una puerta en uno de sus lados. 17 Estoy a punto de enviar un gran diluvio a la tierra para destruir todo ser bajo el cielo que tenga aliento de vida.[ak] Todo en la tierra morirá, 18 pero haré un pacto contigo. Tú entrarás al barco con tus hijos, tu esposa y tus nueras. 19 Mete al barco una pareja de cada especie de todos los animales, para que sobrevivan contigo. Esa pareja debe ser un macho y una hembra. 20 Dos de cada especie de aves, de cada especie de animal y de cada especie de criatura que se arrastra por el suelo, vendrán a ti para que sobrevivan. 21 También debes almacenar y llevar un poco de cada tipo de comida para que se alimenten tú y los animales».
22 Noé hizo todo exactamente como Dios le ordenó.
7 Después el SEÑOR le dijo a Noé: «Entren tú y tu familia al barco porque he visto que en esta generación tú eres el único hombre justo. 2 Lleven con ustedes siete pares de animales puros[al], macho y hembra, y lleven también un par, macho y hembra, de cada animal impuro. 3 Además siete pares, macho y hembra, de cada ave en el cielo para conservar también su especie. 4 Ya que en siete días haré que llueva por 40 días y 40 noches, y así borraré de la faz de la tierra a todo ser viviente que he creado». 5 Noé hizo todo lo que le ordenó el SEÑOR.
6 Noé tenía 600 años de edad cuando el diluvio inundó la tierra. 7 Entonces Noé, sus hijos, su esposa y las esposas de sus hijos entraron al barco para escapar del diluvio. 8 Cada especie animal pura e impura, aves y criaturas que se arrastran por el suelo, 9 subió al barco con Noé en pares, macho y hembra, tal como Dios había dicho. 10 Siete días después, el diluvio comenzó a inundar la tierra.
11 El año que Noé cumplió 600 años, el día 17 del segundo mes, todas las fuentes del gran abismo estallaron y las ventanas del cielo se abrieron. 12 Fuerte lluvia cayó sobre la tierra por 40 días y 40 noches. 13 Ese mismo día entraron al barco Noé con sus hijos Sem, Cam y Jafet, su esposa y sus tres nueras; 14 todos ellos, y cada especie de animal salvaje y doméstico, cada especie de animal que se arrastra por el suelo y cada especie de ave. 15 Entró al barco de Noé un par de cada especie animal que tuviera aliento de vida. 16 Todos estos que entraron, macho y hembra de toda especie, lo hicieron tal como Dios lo ordenó. Después el SEÑOR cerró la puerta detrás de Noé.
17 El diluvio sobre la tierra continuó por 40 días. El agua subió y levantó el barco que se elevó flotando sobre la tierra. 18 El agua siguió inundando la tierra rápidamente, mientras el barco flotaba sobre la superficie del agua. 19 Creció cada vez más hasta que cubrió todas las montañas más altas bajo el cielo. 20 El agua continuó subiendo y aun las cumbres de las montañas quedaron sumergidas aproximadamente siete metros. 21 Todo ser viviente en la tierra murió: las aves, los animales salvajes y domésticos, los que se arrastran por el suelo y todo ser humano. 22 Todo el que vivía y respiraba en tierra firme, murió. 23 Así Dios borró a todo ser viviente de la faz de la tierra: seres humanos, animales, criaturas que se arrastran y aves. Todos fueron destruidos en la tierra, sólo quedaron Noé y los que estaban con él en el barco. 24 El agua se mantuvo a ese nivel durante 150 días.
Termina el diluvio
8 Entonces Dios se ocupó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el barco. Hizo que un viento soplara sobre la tierra y el agua comenzó a evaporarse. 2 Las fuentes de la tierra y las ventanas del cielo se cerraron y dejó de llover. 3 El agua comenzó a bajar poco a poco. Al cabo de 150 días el agua ya había bajado lo suficiente, 4 y así en el día 17 del séptimo mes, el barco se detuvo sobre las montañas de Ararat[am]. 5 El agua siguió bajando hasta el décimo mes. En el primer día de ese mes, las cumbres de las montañas se hicieron visibles.
6 Al cabo de otros 40 días, Noé abrió la ventana del barco que había hecho, 7 y soltó a un cuervo. Este voló de un lado a otro hasta que el agua de la tierra se secó. 8 Noé también soltó a una paloma para ver si el agua había disminuido de la superficie de la tierra. 9 Pero la paloma no encontró suelo donde descansar, así que volvió al barco de Noé al ver que el agua aun cubría la tierra. Noé estiró su mano, tomó la paloma y la metió al barco. 10 Esperó siete días más y volvió a soltar la paloma, 11 y esta regresó al atardecer ¡llevando una hoja fresca de olivo en el pico! Noé supo entonces que el agua había bajado. 12 Esperó siete días más y volvió a soltar a la paloma, pero esta ya no volvió.
13 Cuando Noé cumplió 601 años, en el primer día del primer mes, la superficie de la tierra estaba quedando cada vez más seca. Entonces Noé abrió la puerta[an] del barco y pudo ver que el agua ya no cubría la tierra como antes. 14 En el día 27 del segundo mes, la tierra ya estaba completamente seca. 15 Entonces Dios le dijo a Noé: 16 «Salgan del barco, tú, tu esposa, tus hijos y tus nueras. 17 Saca del barco a todo ser viviente que se encuentre contigo, todo animal, ave y criatura que se arrastre por el suelo, para que puedan tener cría y multiplicarse sobre la tierra».
18 Así, Noé, sus hijos, su esposa y sus nueras salieron del barco. 19 Todos los animales domésticos y salvajes, todos los que se arrastran por el suelo y todas las aves, salieron en familias. 20 Entonces Noé construyó un altar en honor del SEÑOR y tomó algunos animales de cada animal puro y de cada ave pura[ao] los quemó completamente ofreciéndolos como sacrificio en el altar. 21 El SEÑOR olió el agradable aroma de los sacrificios y se dijo a sí mismo el SEÑOR: «Puesto que desde su juventud el ser humano tiende siempre a hacer el mal, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa del hombre. Así que nunca volveré a destruir todo ser viviente como lo acabo de hacer.
22 »Mientras el mundo exista,
siempre habrá siembra y cosecha,
frío y calor, verano e invierno,
día y noche».
Nuevo comienzo
9 Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: «Tengan muchos hijos y pueblen el mundo. 2 Todos los animales de la tierra, las aves del cielo, los animales que se arrastran por el suelo y los peces del mar, les temerán. Todos estarán bajo su dominio. 3 Pueden comer cualquier animal, así como les he dado las plantas verdes para comer, ahora les permito que coman de todo. 4 Pero no deben comer carne que todavía tenga sangre, la cual es su vida. 5 Exigiré su sangre por su vida. De cada animal que le quite la vida a un ser humano exigiré su vida, y de la persona que mate a otra exigiré su vida.
6 »Si alguien derrama la sangre de un ser humano,
otro ser humano derramará la de él,
porque Dios hizo al ser humano
a su imagen y semejanza.
7 »Y ustedes también tengan muchos hijos, multiplíquense y cubran la tierra».
8 Luego Dios le dijo a Noé y a sus hijos: 9 «Hago este pacto con ustedes, sus descendientes 10 y todo ser viviente, con todas las aves y los animales salvajes y domésticos que desembarcaron con ustedes. 11 Les prometo a ustedes que nunca más usaré un diluvio para terminar con la raza humana y nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra».
12 Y Dios dijo: «Esta es la señal del pacto que hago con ustedes y con todos los seres vivientes. Mi pacto continuará por todas las generaciones. 13 En las nubes cuelgo mi arco, el arco iris,[ap] que servirá como señal del pacto que yo hago con el mundo. 14 Cuando yo ponga nubes sobre la tierra y el arco iris aparezca en las nubes, 15 me acordaré del pacto que tengo con ustedes y con todo ser viviente. El agua nunca se volverá a convertir en diluvio para acabar con toda la vida. 16 Cuando el arco iris esté en las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto eterno que tengo con todo ser viviente de la tierra». 17 Luego Dios le dijo a Noé: «Esa es la señal del pacto que tengo con toda vida en la tierra».
Noé y sus hijos
18 Los hijos de Noé que bajaron del barco eran Sem, Cam y Jafet. Cam fue papá de Canaán. 19 Estos tres eran los hijos de Noé, y toda la tierra fue poblada por los descendientes de estos tres hombres.
20 Noé, que era campesino, fue el primero en sembrar un viñedo. 21 De las uvas hizo vino. Un día, tomando del vino en su carpa se emborrachó, se desnudó y terminó inconsciente. 22 Cam, el papá de Canaán, vio a su papá desnudo y salió a contárselo a sus hermanos. 23 Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron sobre sus hombros y caminaron de espaldas cubriendo la desnudez de su papá. Caminaron de espaldas y no vieron a su papá desnudo.
24 Cuando Noé se despertó de su borrachera, supo lo que su hijo menor le había hecho. 25 Así que dijo:
«¡Maldito sea Canaán[aq]!
Que sea el esclavo de los esclavos de sus hermanos».
26 Después Noé dijo:
«¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de Sem!
Que Canaán sea esclavo de él.
27 Que Dios engrandezca[ar] el territorio de Jafet.
Que viva en las carpas de Sem,[as]
y que Canaán sea su esclavo».
28 Después del diluvio Noé vivió 350 años más. 29 Así que murió a la edad de 950 años.
Las naciones crecen y se separan
(1 Cr 1:5-23)
10 Esta es la historia de la familia de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. Después del diluvio cada uno tuvo hijos.
2 Los hijos de Jafet fueron Gómer, Magog, Maday, Javán, Tubal, Mésec y Tirás.
3 Los hijos de Gómer fueron Asquenaz, Rifat y Togarma.
4 Los hijos de Javán fueron Elisá, Tarsis, Quitín, y Dodanín[at].
5 Los descendientes de Jafet son los que fueron a vivir en las costas del mar[au]. Aquí se menciona cada nación y clan que descendió de él con sus distintos idiomas y territorios.
6 Los hijos de Cam fueron Cus[av], Misrayin[aw], Fut y Canaán.
7 Los hijos de Cus fueron Seba, Javilá, Sabtá, Ragama y Sabteca.
Los hijos de Ragama fueron Sabá y Dedán.
8 Cus fue el papá de Nimrod, quien fue el primer hombre fuerte[ax] del mundo. 9 Él fue un cazador muy valiente ante el SEÑOR, por eso la gente decía: «Aquel es como Nimrod, cazador muy valiente ante el SEÑOR». 10 El reino de Nimrod se extendió desde la ciudad de Babel hasta Érec, Acad y Calné en la tierra de Sumeria. 11 Desde allí se fue hacia Asiria donde construyó las ciudades de Nínive, Rejobot Ir, Cala 12 y Resen que estaba entre Nínive y la gran ciudad de Cala.
13 Misrayin fue el antepasado de las tribus de los ludeos, los anameos, los leabitas, los naftuitas, 14 los patruseos, los caslujitas y los caftoritas. Los filisteos son descendientes de los caslujitas.
15 Canaán fue el papá de Sidón, su primer hijo, y de Het. 16 Canaán también fue el antepasado de los jebuseos, los amorreos, los gergeseos, 17 los heveos, los araceos, los sineos, 18 los arvadeos, los zemareos y los jamatitas.
Luego estos clanes cananeos se esparcieron por el mundo. 19 Su territorio se extendía desde Sidón hacia Guerar hasta llegar a Gaza y, hacia Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, hasta llegar a Lasa.
20 Estos fueron los descendientes de Cam, cada nación y clan que descendió de él con sus distintos idiomas y territorios.
21 Sem también tuvo hijos. Él fue el antepasado de todos los hijos de Éber y hermano mayor de Jafet.
22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.
23 Los hijos de Aram fueron Uz, Hul, Guéter y Mas.
24 Arfaxad fue el papá de Selaj.
Selaj fue el papá de Éber.
25 Éber tuvo dos hijos. El primero se llamaba Péleg, porque en ese tiempo la tierra estaba dividida[ay]. Su hermano se llamaba Joctán.
26 Joctán fue el papá de Almodad, Sélef, Jazar Mávet, Yeraj, 27 Hadorán, Uzal, Diclá, 28 Obal, Abimael, Sabá, 29 Ofir, Javilá y Jobab. Todos estos fueron descendientes de Joctán. 30 Toda esa gente vivía en las colinas del oriente, desde Mesá hacia Sefar.
31 Esos fueron los descendientes de Sem, cada nación y clan que descendió de él con sus distintos idiomas y territorios.
32 Estos son los descendientes de los hijos de Noé y sus descendientes, nación por nación. Esas naciones se extendieron por la tierra después del diluvio.
El mundo se divide
11 En aquel tiempo todo el mundo hablaba un mismo idioma. 2 Cuando la gente emigraba desde el oriente[az], encontraron una planicie en la tierra de Sumeria, y ahí se quedaron a vivir. 3 Se dijeron unos a otros: «Vamos, hagamos ladrillos y pongámoslos en el fuego para endurecerlos». Entonces usaron ladrillos en vez de piedras y brea a cambio de morteros. 4 Luego dijeron: «Vengan, construyamos una ciudadela religiosa con una torre que llegue hasta el cielo. De esta manera nos volveremos famosos. No dejaremos que nos dispersen por todo el mundo».
5 De hecho el SEÑOR bajó a ver la ciudad y la torre que la gente había construido, 6 y dijo el SEÑOR: «Miren, ellos son un solo pueblo, hablan todos un mismo idioma, ese es sólo el comienzo de lo que harán. Ahora lograrán todo lo que se propongan. 7 Vengan, bajemos y confundamos su idioma para que no se entiendan entre ellos».
8 Entonces el SEÑOR los dispersó por toda la tierra y ellos detuvieron la construcción de la ciudad. 9 Así que la ciudad fue llamada Babel[ba], porque el SEÑOR confundió las lenguas humanas y desde ahí el SEÑOR dispersó a la gente por todo el mundo.
Descendientes de Sem
(1 Cr 1:24-27)
10 Estos son los descendientes de Sem:
Después del diluvio, cuando Sem tenía 100 años de edad, nació su hijo Arfaxad. 11 Después del nacimiento de Arfaxad, Sem vivió 500 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
12 Cuando Arfaxad tenía 35 años de edad, nació su hijo Selaj. 13 Después del nacimiento de Selaj, Arfaxad vivió 403 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
14 Cuando Selaj tenía 30 años de edad, nació su hijo Éber. 15 Después del nacimiento de Éber, Selaj vivió 403 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
16 Cuando Éber tenía 34 años, nació su hijo Péleg. 17 Después del nacimiento de Péleg, Éber vivió 430 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
18 Cuando Péleg tenía 30 años de edad, nació su hijo Reú. 19 Después del nacimiento de Reú, Péleg vivió 209 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
20 Cuando Reú tenía 32 años de edad, nació su hijo Serug. 21 Después del nacimiento de Serug, Reú vivió 207 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
22 Cuando Serug tenía 30 años de edad, nació su hijo Najor. 23 Después del nacimiento de Najor, Serug vivió 200 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
24 Cuando Najor tenía 29 años de edad, nació su hijo Téraj. 25 Después del nacimiento de Téraj, Najor vivió 119 años más, y durante ese tiempo tuvo más hijos e hijas.
26 Cuando Téraj tenía 70 años de edad, nacieron sus hijos Abram, Najor y Jarán.
Descendientes de Téraj
27 Estos son los descendientes de Téraj, el papá de Abram, de Najor y de Jarán:
Jarán fue el papá de Lot. 28 Jarán murió primero que su padre, Téraj, en Ur de Babilonia[bb], su tierra de origen. 29 Abram y Najor se casaron; Abram con Saray y Najor con Milca que era hija de Jarán. Jarán fue el papá de Milca e Iscá. 30 Saray era estéril y no podía tener hijos.
31 Téraj tomó a su hijo Abram, su nieto Lot hijo de Jarán, su nuera Saray, esposa de su hijo Abram y salieron de Ur de Babilonia hacia Canaán. Llegaron a Jarán y se quedaron a vivir allí. 32 Téraj vivió 205 años y murió en Jarán.
Llamamiento de Abram
12 El SEÑOR le dijo a Abram: «Deja tu país, tu gente y la familia de tu papá, y ve a una tierra que yo te mostraré.
2 »Te convertiré en una gran nación
y te bendeciré.
Te haré famoso
y haré que seas una bendición para otros.[bc]
3 Yo daré mi bendición a quienes te bendigan,
maldeciré a quienes te maldigan
y todas las familias de la tierra
serán benditas en ti[bd]».
Abram va a Canaán
4 Entonces Abram se fue tal como el SEÑOR le dijo y Lot se fue con él. Abram tenía 75 años cuando se fue de Jarán. 5 Abram se llevó a su esposa Saray, a su sobrino Lot, y todas sus posesiones y esclavos, lo que había conseguido en Jarán. Se fueron y llegaron a la tierra de Canaán. 6 Abram viajó por esa tierra hacia el santuario de Siquén y fue hasta el gran árbol de Moré. En aquel tiempo los cananeos estaban en esa tierra. 7 El SEÑOR se le apareció a Abram y le dijo: «Les daré esta tierra a tus descendientes». Abram le construyó ahí un altar al SEÑOR, que se le había aparecido. 8 Luego se trasladó de un lugar a otro hasta que llegó a la región montañosa al oriente de Betel. Ahí armó su carpa, construyó un altar al SEÑOR y le pidió ayuda al SEÑOR. Betel estaba al occidente y Hai estaba al oriente. 9 Después de esto Abram viajó hacia el Néguev, avanzando por etapas.
Abram y Saray en Egipto
10 Hubo un tiempo de sequía y escasez de comida en la tierra, así que Abram se fue a vivir un tiempo a Egipto porque la hambruna era muy fuerte. 11 Antes de entrar a Egipto le dijo a su esposa Saray: «Yo sé que tú eres una mujer hermosa. 12 Cuando los egipcios te vean, dirán: “Esta mujer es su esposa”. Luego me matarán pero a ti te dejarán vivir. 13 Diles que tú eres mi hermana para que por ti, ellos sean amables conmigo y no me maten».
14 Así pues, cuando Abram entró a Egipto los egipcios vieron que Saray era una mujer muy hermosa. 15 Cuando los funcionarios del faraón la vieron, le contaron al rey lo hermosa que era. Entonces llevaron a Saray a la casa del faraón. 16 Gracias a Saray, el rey fue muy amable con Abram, quien adquirió ovejas y cabras, ganado, asnos, esclavos, esclavas, asnas y camellos.
17 Luego el SEÑOR mandó una epidemia sobre el rey y su gente por haber tomado a Saray, la esposa de Abram. 18 Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué rayos has hecho? ¿Por qué no me dijiste que ella era tu esposa? 19 ¿Por qué me dijiste “Ella es mi hermana”, para que yo me casara con ella? Ahora aquí está tu esposa, tómala y vete». 20 Entonces el rey dio órdenes con respecto a Abram para que lo dejarán seguir su camino a él y a su esposa junto con sus posesiones.
Abram y Lot se separan
13 Entonces Abram se fue desde Egipto hasta el Néguev con su esposa, con todas sus posesiones y con Lot. 2 Ahora Abram era muy rico, tenía ganado, plata y oro. 3 Viajó desde el Néguev hasta Betel, en donde antes había puesto su campamento entre Betel y Hai, 4 el mismo sitio donde había puesto el altar. Allí Abram adoró al SEÑOR.
5 Con Lot, que estaba viajando en compañía de Abram, había rebaños, ganado, familia y siervos. 6 La tierra donde estaban no podía sustentarlos porque ellos tenían demasiadas posesiones. Ya no podían vivir juntos 7 porque los que cuidaban el ganado de Abram peleaban con los que cuidaban el ganado de Lot. Además, los cananeos y los ferezeos también vivían en esas tierras.
8 Entonces Abram le dijo a Lot: «Nosotros somos familiares, por eso no debe existir ninguna pelea entre tú y yo, o entre tus pastores y los míos. 9 ¿No está todo el país a tu disposición? Debemos separarnos. Si te vas al sur, yo iré al norte. Si te vas al norte, yo iré al sur».
10 Lot miró a su alrededor y vio que el valle del Jordán hacia el sur hasta Zoar estaba bien abastecido de agua como en Egipto; en realidad, como el jardín del SEÑOR. Eso fue antes de que el SEÑOR destruyera Sodoma y Gomorra. 11 Lot eligió todo el valle del Jordán, viajó hacia el oriente y así se separaron el uno del otro. 12 Abram vivió en Canaán, pero Lot vivió en las ciudades del valle y movió su campamento cerca de Sodoma. 13 En ese tiempo los habitantes de Sodoma eran malos y grandes pecadores en contra del SEÑOR.
14 Después de que Lot se separó de Abram, el SEÑOR le dijo a Abram: «Observa a tu alrededor y mira, desde donde estás parado, al norte, al sur, al oriente y al occidente. 15 Todas las tierras que ves te las daré a ti y a tus descendientes para siempre. 16 Tendrás tantos descendientes como polvo tiene la tierra, así que si alguien puede contar el polvo de la tierra, tus descendientes también se podrán contar. 17 Levántate y camina a lo largo y ancho de la tierra porque yo te la regalo a ti».
18 Abram levantó su campamento y se estableció al lado de los grandes robles de Mamré que están en Hebrón. Allí le construyó un altar al SEÑOR.
Captura y rescate de Lot
14 En el tiempo en que vivían los reyes Amrafel de Sumeria, Arioc de Elasar, Quedorlaómer de Elam y Tidal de Goyim, 2 tuvieron una guerra contra los reyes Bera de Sodoma, Birsá de Gomorra, Sinab de Admá, Semeber de Zeboyín y el rey de Bela (también llamada Zoar).
3 Estos cinco últimos unieron sus fuerzas en el valle de Sidín (ahora llamado mar Muerto). 4 Ellos habían estado sometidos a Quedorlaómer por doce años, pero en el año 13 se rebelaron. 5 En el año 14, Quedorlaómer y los reyes que estaban con él vinieron y derrotaron a los refaítas en Astarot Carnayin, a los zuzitas en Jam, a los emitas en Save Quiriatayin 6 y a los horeos desde el sector montañoso de Seír[be] hasta El Parán[bf] que se encuentra cerca del desierto. 7 Cuando regresaron Quedorlaómer y los que estaban con él, llegaron a Enmispat (es decir, Cades), y destruyeron todo lo que encontraron en la región de los amalecitas y en la de los amorreos, quienes vivían en Jazezón Tamar.
8 Luego los reyes de Sodoma, Gomorra, Admá, Zeboyín y Bela (es decir, Zoar) se fueron y armaron sus fuerzas para la batalla en el valle de Sidín 9 contra los reyes Quedorlaómer de Elam, Tidal de Goyim, Amrafel de Sumeria y Arioc de Elasar. Eran cuatro reyes contra cinco.
10 En esa época el valle de Sidín estaba lleno de pozos de brea. Entonces, cuando los reyes de Sodoma y Gomorra escapaban con sus ejércitos, algunos cayeron en esos pozos, pero los demás huyeron entre los montes. 11 Entonces Quedorlaómer y sus aliados tomaron todo el alimento y posesiones de Sodoma y Gomorra, y se fueron. 12 Como Lot, el sobrino de Abram, vivía en Sodoma, lo agarraron a él y se fueron llevándose todo lo que él tenía. 13 Uno que se escapó vino y le contó todo esto a Abram el hebreo, que estaba viviendo cerca de los grandes robles de Mamré el amorreo. Mamré era hermano de Escol y de Aner, aliados de Abram.
14 Cuando Abram escuchó que su pariente había sido capturado, reunió a 318 hombres bien entrenados que habían nacido en su hogar, y se fue hasta Dan a perseguir al enemigo. 15 Por la noche Abram y sus siervos se desplegaron contra los enemigos, y los derrotaron. Los persiguieron hasta Hobá que queda al norte de Damasco. 16 Abram recuperó todo lo que se habían llevado, liberó a Lot y lo que le habían quitado y liberó también a las mujeres y a los demás cautivos.
17 Cuando Abram regresó de derrotar a Quedorlaómer y a los otros reyes que estaban con él, el rey de Sodoma vino a encontrarse con él en el valle de Save, es decir, el valle del Rey.
Melquisedec
18 Melquisedec, rey de Salem, trajo vino y pan. Él era sacerdote del Dios Altísimo. 19 Bendijo a Abram y le dijo:
«Abram, que el Dios Altísimo te bendiga,
creador del cielo y de la tierra.
20 Y bendito[bg] sea el Dios Altísimo,
quien entregó en tu poder a tus enemigos».
Abram le dio a Melquisedec la décima parte de lo que había conseguido en batalla. 21 Luego el rey de Sodoma le dijo a Abram:
—Dame la gente que se llevó el enemigo y quédate tú con todas las posesiones.
22 Entonces Abram le dijo al rey de Sodoma:
—Yo he jurado al SEÑOR Dios Altísimo, quien creó el cielo y la tierra, 23 que no tomaré ni un hilo del cordón de una sandalia tuya para que no puedas decir: “He hecho rico a Abram”. 24 Sólo tomaré a los hombres con quienes vine y lo que ellos ya se comieron. En cuanto a Aner, Escol y Mamré, que tomen su parte.
Pacto de Dios con Abram
15 Después de esto el SEÑOR se le apareció a Abram en una visión y le dijo:
«Abram, no te asustes.
Yo soy tu protector,
tu recompensa será muy grande».
2 Pero Abram le dijo:
—Oh Señor DIOS, ¿qué me vas a dar? Yo ni siquiera tengo hijos, y el heredero de todo lo mío es Eliezer de Damasco.[bh]
3 Luego Abram dijo:
—No me has dado hijos, por lo tanto, será un esclavo nacido en mi casa quien herede mis posesiones.
4 La palabra del SEÑOR vino a él diciendo:
—Él no será tu heredero. Tu propio hijo te heredará.
5 Luego Dios llevó a Abram afuera[bi] y le dijo:
—Mira bien el cielo, hay muchas estrellas, pero no las puedes contar ahora.
Y siguió diciendo:
—Pues bien, así ocurrirá con tus descendientes.
6 Abram le creyó al SEÑOR, quien valió su fe como si hubiera realizado algo muy bueno y lo aprobó. 7 Luego le dijo:
—Yo soy el SEÑOR que te sacó de Ur de Babilonia para darte esta tierra como herencia.
8 Entonces Abram le dijo:
—Oh Señor DIOS, ¿cómo puedo estar seguro de que esta tierra será mía?
9 Y él le dijo:
—Consigue para mí una ternera de tres años de edad, una cabra de tres años de edad, un carnero de tres años de edad, una paloma adulta y una paloma joven.
10 Abram los consiguió y los partió por la mitad. Después puso una mitad frente a la otra. Pero a las aves no las partió por la mitad. 11 Más tarde, unos buitres bajaban a comerse los animales muertos, pero Abram los espantaba.
12 A medida que el sol bajaba, Abram quedó como en trance. Cayó sobre él una profunda y tenebrosa oscuridad. 13 El SEÑOR le dijo:
—Ten por seguro que tus descendientes serán inmigrantes en un país al que no pertenecen. Serán esclavos de la gente de ese país y serán tratados cruelmente por 400 años. 14 Pero yo juzgaré a esa nación en la que ellos servirán, y después tus descendientes saldrán libres con grandes riquezas. 15 Tú vivirás muchos años, morirás en paz y serás sepultado. 16 Después de cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí ya que la maldad de los amorreos no ha llegado todavía a su colmo.
17 Cuando se hizo de noche y todo estaba oscuro, apareció un hornillo echando humo y una antorcha encendida que se movía entre los animales muertos.[bj]
18 Ese día el SEÑOR hizo un pacto con Abram y dijo:
—Daré esta tierra a tus descendientes, desde el río de Egipto[bk] hasta el gran río Éufrates, 19 las tierras de los quenitas, los quenizitas, los cadmoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.
La esclava Agar
16 Hasta ese día Saray, la esposa de Abram, no le había podido dar ningún hijo, pero ella tenía una esclava egipcia llamada Agar. 2 Entonces Saray le dijo a Abram:
—Tú sabes que el SEÑOR no me ha permitido tener hijos, así que ten relaciones sexuales con mi esclava. Tal vez yo pueda tener un hijo por medio de ella.
Abram hizo lo que Saray le dijo. 3 Cuando Abram llevaba diez años viviendo en la tierra de Canaán, su esposa Saray tomó a su esclava Agar y se la dio como mujer a su esposo Abram.
4 Abram tuvo relaciones sexuales con Agar y ella quedó embarazada. Cuando ella se enteró de que estaba embarazada, empezó a creerse más que Saray. 5 Entonces Saray le dijo a Abram:
—Tú eres el culpable de lo que me está pasando. Yo misma entregué a mi esclava en tus brazos y cuando ella vio que estaba embarazada, me volví despreciable para ella. Que el SEÑOR decida quién, entre tú y yo, tiene la razón.
6 Pero Abram le dijo a Saray:
—Mira, esa esclava es tuya, haz con ella lo que tú quieras.
Entonces Saray trató mal a la esclava, y la esclava huyó.
Ismael, el hijo de Agar
7 Un ángel del SEÑOR la encontró en el desierto cerca de una fuente de agua que está en el camino de Sur, 8 y le dijo:
—Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y para dónde vas?
Y ella respondió:
—Estoy huyendo de mi señora Saray.
9 Después el ángel del SEÑOR le dijo:
—Regresa a tu señora y sométete a su autoridad.
10 Además el ángel del SEÑOR le dijo:
—Multiplicaré a tus hijos grandemente, tanto que no podrán contarse.
11 El ángel del SEÑOR también le dijo:
—Ahora que estás embarazada,
darás a luz a un hijo al que llamarás Ismael[bl]
ya que el SEÑOR ha escuchado tu tristeza.
12 Será tan libre como un asno salvaje.
Luchará contra todo el mundo
y todo el mundo luchará contra él.
Vivirá en desacuerdo con todos sus hermanos.[bm]
13 Como el SEÑOR le había hablado, ella le puso por nombre: «Eres el Dios que me ve»[bn], porque como ella dijo: «En realidad he visto aquí a Aquel que me ve».[bo] 14 Por eso, esa fuente fue llamada «Pozo del Ser Viviente que me ve»[bp], y todavía está ahí, entre Cades y Béred.
15 Agar dio a luz al hijo de Abram, y Abram lo llamó Ismael. 16 Abram tenía 86 años de edad cuando Agar dio a luz a su hijo Ismael.
© 2005, 2015 Bible League International