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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Ezequiel 12:21-23:39

21 El SEÑOR me dijo: 22 «Hijo de hombre, ¿por qué el pueblo de Israel dice este refrán: “El tiempo pasa, y las visiones no se cumplen”? 23 Diles que el Señor DIOS dice: “Le pondré fin a ese refrán. El pueblo ya no recitará ese refrán en Israel”. En vez de eso, recita tú este otro refrán: “Ya llegó la hora, y las visiones se cumplen. 24 Ya no habrá visiones falsas ni hechiceros que digan cosas placenteras en Israel. 25 Porque yo, el SEÑOR, hablaré, y lo que diga se cumplirá. No se retrasará más. Porque daré la orden en vida de ustedes, pueblo rebelde, y haré que se cumpla”. Es la decisión del Señor DIOS».

26 Entonces el SEÑOR me dijo: 27 «Hijo de hombre, el pueblo de Israel dice que tu visión sucederá dentro de mucho tiempo, que profetizas sobre el futuro. 28 Así que diles que el Señor DIOS dice: “No se retrasará más ninguno de mis mandatos. Cuando dé la orden, todo sucederá. Es la decisión del Señor DIOS”».

Condena a los falsos profetas

13 El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan por su propia cuenta. Diles que escuchen al SEÑOR. El Señor DIOS dice: “¡Ay de los profetas insensatos que prefieren seguir su propia opinión sin haber visto nada en realidad! Israel, tus profetas han sido como chacales que buscan qué comer entre las ruinas. No han subido las brechas de los muros ni han levantado defensas alrededor de la casa de Israel para que pueda resistir la batalla cuando el SEÑOR muestre su ira. Ven visiones falsas e inventan mentiras, diciendo que son mensajes del SEÑOR, aunque el SEÑOR nunca los envió. ¡Y luego esperan que él las haga realidad! Falsos profetas, ¿no es cierto que vieron alucinaciones falsas e inventaron mentiras y afirmaron que eran mensajes del SEÑOR que en realidad yo nunca les di? Por lo tanto, el Señor DIOS dice: Estoy contra ustedes por haber presentado visiones falsas y por haber inventado mentiras. Este es un mensaje del Señor DIOS. Castigaré a los profetas que ven visiones falsas y a los adivinadores que inventan mentiras. Ya no los incluiré en las reuniones de mi pueblo. Sus nombres ya no estarán escritos en el libro de la casa de Israel. No volverán a la tierra de Israel. Así aprenderán que yo soy el Señor DIOS”.

10 »Esto sucederá exactamente por haber engañado a mi pueblo diciéndole que habría paz cuando en realidad no iba a haber nada de paz. La gente construye un muro de mala calidad y luego los profetas lo cubren de yeso. 11 Diles a esos enyesadores, cuyo trabajo se desmorona, que vendrán las lluvias, y el granizo golpeará su muro con un fuerte viento que destruirá todo. 12 Cuando el muro se caiga, la gente les preguntará que de qué sirvió que enyesaran el muro. 13 Por lo tanto, el Señor DIOS dice: “En mi ira destruiré el muro con vientos huracanados; en mi furia enviaré lluvias que lo desgasten; y en mi enojo, lo acabaré con granizo. 14 Así destruiré el muro que enyesaron hasta que sus cimientos queden expuestos. Y cuando Jerusalén caiga, ustedes también serán destruidos entre las ruinas. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR. 15 Entonces mi ira quedará satisfecha, y les diré: ¡Basta con la pared y con los albañiles! 16 Es decir, basta con los profetas de Israel que profetizaron a Jerusalén con visiones de paz cuando no habría nada de paz. Este fue un mensaje del Señor DIOS”.

Condena a las profetisas

17 »Ahora tú, hijo de hombre, enfréntate a las mujeres de tu pueblo que profetizan por su cuenta. Profetiza contra ellas. 18 Diles que el Señor DIOS dice: “¡Ay de aquellas mujeres que hacen brazaletes de tela para sus brazos y velos para cubrirse la cabeza y así atrapar a la gente para que las mantenga! 19 Con sus mentiras han hecho que mi pueblo me profane. Lo hacen por unos cuantos granos de trigo y unas cuantas piezas de pan y así matan a los que no merecían morir y dejan vivir a los que no merecían vivir”.

20 »Por lo tanto, así dice el Señor DIOS: “Mira que me opongo a tus brazaletes con los que atrapas a la gente que busca liberación. Los romperé y te los quitaré del brazo y liberaré a los que atrapaste cuando buscaban liberación. 21 ¡Romperé sus velos y rescataré a mi pueblo de sus manos! Nunca más caerán presos bajo su control. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR”. 22 Porque engañaron y descorazonaron a un pueblo bueno, a quienes yo no hubiera lastimado. Y animaron a los malvados a que continuaran su modo de vivir y no a que cambiaran y se salvaran. 23 Por lo tanto, ya no verán visiones falsas y ya no harán hechicería. Porque yo rescataré a mi pueblo de su poder y ustedes sabrán que yo soy el SEÑOR».

Condena a la idolatría

14 Vinieron a mí unos líderes de Israel y se sentaron frente a mí. El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, estos hombres todavía piensan en sus repugnantes ídolos. ¡Tienen entre ceja y ceja esos obstáculos que los hacen tropezar! ¿Por qué ahora debo permitirles que acudan a pedirme ayuda? Por lo tanto, háblales y diles que esto es lo que dice el Señor DIOS: “Algunos israelitas, por las dudas, todavía rinden culto a sus repugnantes ídolos y se colocan el pecado propio como una piedra de tropiezo para sí mismos, ¡y a la vez acuden a los profetas por ayuda! Pues a ellos yo, el SEÑOR, les diré que vayan entonces a pedir ayuda a sus ídolos. Lo haré porque quiero ganar de nuevo la confianza y lealtad del pueblo de Israel, que me ha abandonado para servir a sus ídolos repugnantes”.

»Por lo tanto, dile al pueblo de Israel que el Señor DIOS dice: “Apártate de todos tus repugnantes ídolos, deja de hacer cosas horribles”. Porque si algún israelita o algún extranjero que viva en Israel se aparta de mí para ir a adorar ídolos repugnantes o pone piedras de tropiezo delante suyo y luego viene a pedir ayuda a uno de los profetas, entonces yo, el SEÑOR, le responderé con el juramento: de enfrentarme a él y de que sirva de escarmiento a los demás, quienes hablarán de él. Ya no será parte de mi pueblo. ¡Así aprenderán que yo soy el SEÑOR!

»Y si algún profeta es tan insensato como para darle un mensaje profético a alguien así, entonces yo, el SEÑOR, me encargaré de mostrarle al profeta su insensatez. Levantaré mi mano contra él, lo destruiré y lo echaré de mi pueblo. 10 O sea que el profeta será tan culpable como el idólatra que buscaba ayuda. 11 Para que no puedan llevar al pueblo de Israel a cometer más errores y se aparten de mí, y para que los profetas no sean profanados por la culpa de todo el pueblo. Entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Es la decisión del Señor DIOS».

Jerusalén merece castigo

12 Entonces el SEÑOR me dijo: 13 «Hijo de hombre, si alguna nación peca contra mí y enemista a su pueblo contra mí, yo la castigaré con escasez de alimentos y hambre, destruyendo así tanto a los seres humanos como a los animales. 14 Aun si Noé, Daniel y Job[a] vivieran entre ustedes, su rectitud sólo los salvaría a ellos mismos. Este mensaje viene de parte del Señor DIOS.

15 »Se puede dar el caso de que yo envíe animales salvajes a la tierra para desolarla y arruinarla a tal punto que nadie se atreva a pasar por temor a los animales peligrosos. 16 Yo, el Señor DIOS, prometo por mí mismo que aun si esos tres hombres vivieran allí, no podrían salvar ni siquiera a sus hijos. Sólo ellos se salvarían mientras el resto del país quedaría convertido en un desierto.

17 »Puedo también decidir enviar a un enemigo para que destruya el país, tanto a los seres humanos como a las bestias. 18 Yo, el Señor DIOS, prometo por mí mismo que aun si esos tres hombres vivieran allí, no salvarían ni a sus hijos, sino que sólo ellos se salvarían.

19 »Puede darse el caso también de que envíe una plaga contra esa nación o la golpee con el furor de mi ira, arrasando tanto con seres humanos como con bestias. 20 Yo, el Señor DIOS, prometo por mí mismo que aun si Noé, Daniel y Job vivieran en esa nación, no salvarían ni a sus hijos. Sólo ellos se salvarían por su rectitud.

21 »Porque el Señor DIOS dice: Aunque envíe los cuatro peores castigos: ejército enemigo, hambre, animales salvajes y plagas contra Jerusalén para destruir tanto a seres humanos como a bestias, habrá sobrevivientes que saquen adelante a sus hijos e hijas. 22 Cuando lleguen con ustedes, vean el tipo de vida que vivieron y la maldad que cometieron. Entonces tendrán consuelo sobre la calamidad que envié contra Jerusalén y todo lo que hice contra ella. 23 Les dará consuelo ver el tipo de vida que llevaban y la maldad que cometieron. ¡Entonces sabrán que Jerusalén se merecía todo el castigo que le envié! El Señor DIOS lo ha dicho».

Israel es como una viña inútil

15 El SEÑOR me dijo:
«Hijo de hombre,
    ¿cuál es la diferencia entre la leña de la vid[b]
    y la madera de los demás árboles?
¿Acaso la usan los artesanos para sus trabajos?
    ¿Es que siquiera la usa la gente para hacer una percha?
La leña de la vid sólo sirve como combustible.
    El fuego la consume por los extremos
hasta que la quema por dentro.
    ¿Puede acaso usarla así el artesano?
Si ni siquiera servía cuando estaba entera,
    mucho menos después que el fuego la consume.

»Por lo tanto, dice el Señor DIOS:
Así como he destinado para el fuego a la leña de la vid,
    más que ningún otro tipo de madera;
así he destinado para lo mismo
    a los habitantes de Jerusalén.
Me enfrentaré a ellos.
Tal vez sobrevivan a un fuego,
    pero otro acabará con ellos.
Y cuando me les enfrente,
    sabrán que yo soy el SEÑOR.
Tengo planeado destruir este país
    por la rebeldía de sus habitantes.
    Esto lo afirma el Señor DIOS».

Infidelidad de Jerusalén

16 El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, muéstrale a Jerusalén las abominaciones que ha cometido. Dile que esto dice el Señor DIOS: Eres cananea de origen y de nacimiento; tu papá era amorreo y tu mamá era hitita. Fuiste como un bebé abandonado al nacer. Nadie te cortó el cordón umbilical, no te lavaron con agua como es la costumbre. Nadie te frotó con sal para desinfectarte ni te envolvió en pañales. Nadie te mostró la menor compasión ni te consoló. El día en que naciste fuiste rechazada y abandonada. Luego pasé y te vi revolcándote en tu sangre. Te dije: “¡Vive!” Aunque estabas cubierta en sangre te dije: “¡Vive!” Te crié y creciste como la hierba. Creciste, te desarrollaste y te hiciste mujer. Se formaron tus senos y te brotó el vello, pero todavía estabas desnuda.

»Después te vi y noté que estabas en la edad del amor, así que extendí mis alas sobre ti[c] y cubrí tu desnudez. Me comprometí, hice un pacto[d] contigo, y fuiste mía. Lo afirma el Señor DIOS. Te bañé, te limpié la sangre y te perfumé. 10 Luego te vestí con ropa hermosa y te calcé con finas sandalias de piel. Puse un cinto de lino en tu cintura y un velo de seda en tu cabeza. 11 Te adorné con joyas, te puse brazaletes, collares, 12 aretes, corona y un anillo en la nariz. 13 Quedaste adornada de oro y plata, vestida de lino y seda. Te alimentaste con el mejor trigo, miel y aceite.[e] Eras tan hermosa como toda una reina. 14 Tu hermosura te dio fama entre las demás naciones. Tu hermosura era perfecta por lo espléndida que te adorné. El Señor DIOS lo ha dicho.

15 »Pero empezaste a confiar en tu belleza, a prostituir tu fama. Sin ningún pudor te prostituiste con el primero que pasaba. 16 Luego tomaste la hermosa ropa que te di y con ella decoraste tus santuarios dedicados a la fertilidad[f] y allí te prostituiste de una manera nunca antes vista. 17 Con el oro y la plata de las joyas te hiciste ídolos y te prostituiste con ellos. 18 Vestiste a tus ídolos con la hermosa tela que te di. Luego les ofreciste mi aceite y mi incienso. 19 Les ofreciste lo que te di, el mejor trigo, el aceite y la miel, como sacrificio de olor fragante para seducirlos. El Señor DIOS lo ha dicho.

20 »También tomaste a los hijos e hijas que tuviste conmigo y de alimento se los ofreciste a esos ídolos. ¡Como si tu prostitución no fuera ya bastante! 21 Sacrificaste a mis hijos arrojándolos vivos al fuego como ofrenda para tus ídolos. 22 Cuando te prostituías y hacías todas estas abominaciones, nunca pensaste sobre la relación que teníamos cuando eras joven, cuando te encontré desnuda y cubierta de sangre.

23 »Así que ¡ay de ti! con tanta maldad. El Señor DIOS lo ha dicho. 24 Hiciste un montón de piedras y construiste prostíbulos en cada esquina, 25 y allí profanaste tu belleza. Le hiciste favores sexuales a todo el que pasaba y cada vez te prostituías más. 26 Luego fuiste con los egipcios, tus vecinos de grandes genitales, y te prostituiste con ellos. Para enfurecerme te prostituiste cada vez más.

27 »Así que te castigué. Te quité parte de tu tierra. Dejé que tus enemigos hicieran lo que quisieran contigo. Hasta tus vecinas filisteas estaban perplejas con tus abominaciones. 28 Luego fuiste a acostarte con los asirios[g] y tampoco estuviste satisfecha. Aunque te prostituiste con ellos no estabas saciada. 29 Entonces te prostituiste más yendo a la tierra de los cananeos, pero ni aun así estabas satisfecha.

30 »Tenías tantas ganas de cometer inmoralidad sexual, dice el Señor DIOS, que hiciste todo eso como una prostituta desvergonzada. 31 Has levantado prostíbulos en cada esquina de tus pueblos y has construido plataformas[h] para exhibirte en cada plaza. Pero a diferencia de cualquier otra prostituta, no cobrabas, 32 sino que eras infiel al preferir a extraños y no a tu propio esposo. 33 Generalmente, los hombres les pagan a las prostitutas, pero tú, en cambio, les pagabas a tus amantes. Los sobornabas para que vinieran de los países vecinos para prostituirse. 34 Hacías lo opuesto a la mayoría de las prostitutas; los hombres no te buscaban, sino que tú los buscabas a ellos, y no recibías pago, sino que tú les pagabas. Eso era en lo único que te diferenciabas de las demás.

35 »Así que, prostituta, escucha el mensaje del SEÑOR. 36 El Señor DIOS dice: Ya no tienes vergüenza, has expuesto tu desnudez y vertido tu fuerza vital al prostituirte con tus amantes y con tus repugnantes ídolos. Has derramado la sangre de tus hijos como ofrenda para esos ídolos. 37 Por tanto, reuniré a todos tus amantes de todos los países, tanto a los que amaste como a los que rechazaste y les expondré tu desnudez y tu vergüenza.[i] 38 Te juzgaré por adúltera y homicida, y te convertiré en un objeto sangriento de abuso y furia. 39 Te entregaré a ellos y ellos destruirán tus prostíbulos y tus plataformas. Te arrancarán la ropa y te quitarán las joyas hasta dejarte completamente desnuda. 40 Después se amotinarán contra ti para apedrearte y despedazarte con sus espadas. 41 Luego quemarán tus casas y te castigarán en público. De esta manera le pondré un alto a tu prostitución y ya no les pagarás a tus amantes. 42 Entonces dejaré de sentir ira y se calmarán mis celos. Me apaciguaré y ya no sentiré ira. 43 Te haré responsable y recibirás el castigo por tus actos ya que no recordaste la relación establecida en tu juventud y porque me enfureciste con tu conducta. Este es un decreto del Señor DIOS. Además no has mostrado ningún remordimiento por tus horribles acciones.

44 »Los que dicen refranes te aplicarán este: “De tal palo, tal astilla”. 45 Eres igualita a tu mamá, contaminando a su esposo e hijos. Y eres como tus hermanas, que contaminaron a sus esposos e hijos. Tu mamá era hitita, y tu papá amorreo. 46 Tu hermana mayor es Samaria y sus pueblos están en el norte. Tu hermana menor es Sodoma[j] y al igual que sus pueblos están en el sur. 47 Te has comportado exactamente como ellas, ¿verdad? Has cometido los mismos actos detestables. De hecho, en poco tiempo, todas tus acciones llegaron a ser más corruptas que las de ellas. 48 Prometo por mí mismo, esto lo dice el Señor DIOS, que ni siquiera tu hermana Sodoma y sus pueblos cometieron la maldad que cometieron tus pueblos. 49 Tu hermana Sodoma y sus pueblos fueron culpables de arrogancia, glotonería, apatía e indiferencia hacia el pobre y el necesitado. 50 Se llenaron de arrogancia e hicieron cosas terribles delante de mí. Es por eso que las destruí, como ya lo has visto. 51 Samaria no pecó ni la mitad de lo que pecaste tú, pero es tanta la maldad que tú has cometido que la has hecho parecer inocente. 52 Pero tú también cargarás con la desgracia, ya que has, en cierto modo, favorecido a tus hermanas porque tus muchos pecados las han hecho verse inocentes. Así que tú serás humillada y cargarás con la desgracia, porque pecaste tanto que hiciste que tus hermanas parecieran inocentes.

53 »Yo las cambiaré a como deben ser. Cambiaré a Sodoma, a Samaria y a sus pueblos vecinos, y también te cambiaré a ti. 54 Lo haré para que puedas cargar con tu desgracia y para que te avergüences de todo lo que hiciste cuando las hiciste sentirse mejor. 55 Tus hermanas Sodoma y Samaria y sus respectivos pueblos volverán a ser las de antes, al igual que tú y tus pueblos. 56 ¿Acaso no te burlabas de tu hermana Sodoma cuando eras arrogante 57 antes de que se revelara tu maldad? Las hijas de Aram[k] y sus vecinos los filisteos te han humillado rodeándote para mostrar el desprecio que te tienen. 58 Ahora enfrentas las consecuencias de tu inmoralidad y las cosas horribles que cometiste. El SEÑOR lo ha dicho.

59 »Porque el Señor DIOS dice: Te trataré de la misma manera que me trataste cuando profanaste tus votos para romper con el pacto. 60 En cuanto a mí, yo recuerdo el pacto que hice contigo cuando eras joven. Fue un pacto para siempre. 61 Cuando tomes control de esos pueblos que son más grandes y más pequeños que tú, entonces recordarás lo que hiciste antes, y te avergonzarás. Te las entregaré para que sean tus pueblos, lo cual va más allá de lo que prometí en el pacto. 62 Entonces yo mismo estableceré mi pacto contigo y reconocerás que yo soy el SEÑOR. 63 Lo haré para que recuerdes lo que hiciste y te avergüences, de manera que cuando borre todos tus pecados, nunca más tengas que soportar la vergüenza que hace que la gente se horrorice de ti. El Señor DIOS lo ha dicho».

Historia de la vid y las águilas

17 Entonces el SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, dile la siguiente historia al pueblo de Israel: Dile que así dice el Señor DIOS:

»Llegó al Líbano un águila enorme,
    de grandes y largas alas,
    abundante plumaje y muchos colores.
Se posó sobre la copa de un cedro
    y arrancó un retoño.
Se lo llevó a un país de mercaderes
    y lo plantó en una ciudad de comerciantes.
Tomó semilla de la tierra
    y la sembró en un campo;
brotó un tallo de sauce.
    Luego plantó el tallo junto a aguas abundantes.
La semilla germinó
    y se convirtió en una vid de primera.
Tenía poca altura antes de que sus ramas empezaran a crecer
    pero tenía buenas raíces.
Se convirtió en una vid con sarmientos
    y llegó a dar fruto.
Pero había otra águila enorme
    con alas grandes y abundante plumaje.
La vid volvió sus raíces
    y sus ramas hacia ella
    para recibir más agua,
a pesar de que la vid estaba plantada en tierra fértil
    y tenía agua en abundancia
para producir muchas ramas y fruto,
    y convertirse en una hermosa vid.

»Dile de parte mía: El Señor DIOS dice:
¿Sobrevivirá?
    ¿No cortará sus raíces y su fruto?
¿No se marchitará y morirán sus retoños?
    Claro que sí.
No hará falta mucho esfuerzo
    para arrancarla de raíz.
10 ¿Sobrevivirá si es trasplantada?
    No, el viento caliente del oriente soplará sobre ella y se secará.
    Morirá en el lugar donde debía retoñar».

11 Entonces el SEÑOR me dijo: 12 «Pregúntale a este pueblo rebelde si tiene idea de lo que significa todo esto. Mira que el rey de Babilonia vino a Jerusalén y tomó a sus reyes y príncipes y se los llevó a Babilonia. 13 Nabucodonosor de Babilonia seleccionó a uno de los descendientes del rey de Judá e hizo un pacto con él. Así aquel hombre llegó a ser el rey de Judá y tuvo que prometer serle fiel a Nabucodonosor. Entonces el rey de Babilonia se fue con el resto de los hombres poderosos de Judá. 14 Así que Judá terminó siendo un reino débil y nunca pudo recuperarse. Se vio obligada a respetar el pacto que Nabucodonosor hizo con el rey de Judá. 15 Pero el descendiente real se rebeló contra él y envió a emisarios a Egipto para que consiguieran caballos y un gran ejército de soldados. Pero ¿sobrevivirá el descendiente real? ¿Escapará al castigo? ¿Escapará el que rompe el pacto?

16 »Prometo por mí mismo, dice el Señor DIOS, que el que profanó el juramento que había hecho y rompió el pacto, morirá en Babilonia, en la tierra del rey que lo llevó al trono. 17 Y las poderosas fuerzas del faraón y la gran multitud de soldados no acudirán en su ayuda cuando haya guerra, se levanten las rampas sobre los muros y se preparen las máquinas de asalto para matar a mucha gente. 18 Sedequías faltó a su juramento y rompió su pacto, aunque había dado su tierra para sellar el pacto, y aun así lo hizo, sucedieron todas estas cosas, pero no escapará.

19 »Por lo tanto, el Señor DIOS dice: Prometo por mí mismo que lo haré sufrir todos los castigos mencionados en el pacto que él rompió y anuló. 20 Le tenderé mis redes y caerá en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, donde lo condenaré por su rebelión contra mí. 21 Muchos soldados de cada división tratarán de escapar, pero morirán a filo de espada. Los que sobrevivan serán esparcidos por los cuatro vientos. Entonces sabrán que yo, el SEÑOR, he hablado.

22 »El Señor DIOS dice:

»Cortaré el retoño de la copa del cedro.
    Arrancaré un brote de las ramas más altas,
    y lo trasplantaré en un cerro elevado.
23 Lo plantaré en un cerro elevado de Israel,
    donde crecerán sus ramas y producirá fruto.
Se convertirá en un magnífico cedro,
    en cuyas ramas anidarán todo tipo de aves
    y vivirán bajo su sombra.
24 Entonces todos los demás árboles del bosque
    sabrán que yo, el SEÑOR,
corto al árbol grande
    y hago crecer al pequeño,
seco al árbol verde
    y hago florecer al seco.
Todos sabrán que yo, el SEÑOR,
    lo he dicho y lo cumpliré».

La responsabilidad personal

18 Entonces el SEÑOR me dijo: «¿Por qué repiten este proverbio sobre Israel:

“Los padres comieron uvas agrias
    y a los hijos se les destemplaron los dientes?”»

El Señor DIOS dice: «Prometo por mí mismo que ya no repetirán este proverbio en Israel. Para mí, cada persona es igual. Trato al papá igual que al hijo, para mí son iguales. El que peque es quien recibirá el castigo.

»Y en cuanto al que se mantiene siendo bueno y generoso, no come en los altares de ídolos ni presenta ofrendas a los detestables dioses de la casa de Israel, ni profana a la mujer de otro, ni tiene relaciones sexuales con la mujer en los días de su menstruación, ese no será condenado a muerte. Este hombre no se aprovecha de los que se encuentran atravesando momentos difíciles, devuelve la prenda al deudor y no roba, alimenta al hambriento y viste al desnudo. El hombre honesto no cobra intereses ni hace ganancia del dinero que les presta a los demás. No sólo evita hacer el mal, sino que también ayuda a los demás a ser honestos unos con otros. Sigue mis leyes y reglamentos para hacer lo que es verdaderamente justo. Este es un hombre bueno, y no será condenado a muerte. El Señor DIOS lo ha dicho.

10 »Pero es posible que el bueno tenga un hijo rebelde y asesino que desafortunadamente hace maldad. 11 O sea que hace todo lo siguiente: come en los santuarios prohibidos de las montañas, deshonra a la mujer de otro, 12 oprime al pobre y desamparado robándolo y no regresándole su prenda y adora a los repugnantes ídolos. 13 Presta dinero, pero sólo con intereses para hacer ganancia. Este será culpable y no se le permitirá vivir. ¡Tiene que morir por haber hecho todo eso que a mí me desagrada!

14 »Ahora bien, puede suceder, que él a su turno, tenga un hijo y que ese hijo vea todas las maldades que hace su papá. Puede ser que ese hijo tenga respeto a Dios y no haga esas maldades. 15 Es decir, que no acuda a los santuarios prohibidos de las montañas ni adore a los repugnantes ídolos del pueblo de Israel ni deshonre a la mujer de otro. 16 También puede ser que no oprima a la gente, ni trate de quedarse con una prenda en préstamo para robársela. Más bien alimenta al hambriento y viste al desnudo, 17 evita hacer el mal, no trata de cobrar interés o hacer ganancia del dinero que le presta a la gente y obedece mis normas y leyes. Ese hijo es inocente y no será condenado a muerte por el pecado del papá. Así que se le permitirá vivir.

18 »El papá de él oprimió a los demás, los robó y les hizo otros males, por eso murió. 19 Entonces ustedes se preguntarán: “¿Por qué el hijo no sufre por lo que hizo el papá?” Porque el hijo era justo e hizo el bien, cumplió mis leyes y me obedeció, así que es inocente y se le permitirá vivir. 20 El que peque, morirá. El hijo no recibirá castigo por el pecado del papá ni el papá recibirá castigo por el pecado del hijo. El bueno será recompensado por su bondad mientras que el malo será castigado por su maldad.

21 »Y si el malo se arrepiente de su pecado, cumple mis leyes y hace justicia y buenas obras, entonces también será inocente y se le permitirá vivir. No será condenado a muerte. 22 Ninguna de sus maldades será utilizada contra él debido a las buenas obras que hizo y se le permitirá vivir. 23 El Señor DIOS dice: “¿Crees acaso que en realidad quiero que el malo muera? Está claro que si se arrepiente de su maldad, se le permitirá vivir”.

24 »¿Debe acaso permitirse que viva el bueno cuando se arrepiente de su bondad y empieza a hacer el mismo mal que hace el malo? Ninguna de sus buenas obras se tomará en cuenta para dar el fallo. Deberá morir por las acciones rebeldes y el pecado que cometió. 25 Tal vez digas: “¡No es justo que mi Señor haga eso!” Escucha, pueblo de Israel, dices que mi conducta no es la justa, pero la verdad es que la conducta de ustedes es la que no es justa. 26 Cuando alguien bueno deja de hacer el bien para hacer el mal, entonces morirá. Será condenado a muerte por su maldad. 27 En cambio, si el malo deja de hacer el mal para hacer el bien y lo que es justo, entonces salva su propia vida. 28 Así que si comprende que debe arrepentirse de sus maldades, con toda seguridad que no será condenado a muerte.

29 »¿Con qué derecho dice el pueblo de Israel: “Lo que hace el Señor no está bien”? La verdad es que lo que ustedes hacen es lo que no está bien. 30 El Señor DIOS dice: “Yo soy quien juzga a cada quien por su manera de vivir, así que cambien su manera de pensar y de vivir y aléjense de su pecado para que la maldad ya no sea una carga para ustedes. 31 Apártense de todas las maldades que han cometido. Háganse de un nuevo corazón y espíritu. ¿Por qué has de sufrir el castigo de la muerte, pueblo de Israel? 32 No quiero que muera ninguno de los que han sido condenados”. El Señor DIOS lo ha dicho.

19 »En cuanto a ti, Ezequiel, canta este canto fúnebre a los gobernantes de Israel:

»Tu mamá era como una leona
    en medio de bestias salvajes,
agachada entre los leones,
    ella cría a sus cachorros.
A uno lo crió
    y llegó a ser el líder de los leones.
Aprendió a atrapar a su presa
    y a devorar a los hombres.

»Las naciones escucharon su rugido
    y lo capturaron en sus trampas.
Lo encadenaron
    y se lo llevaron vivo a Egipto.

»Al ver que el tiempo pasaba,
    la leona perdió las esperanzas de verlo regresar.
Así que eligió a otro de sus cachorros
    y lo convirtió en un león feroz.
Este león empezó a pasearse orgulloso entre las leonas,
    ya que él era el nuevo líder de los leones.
Aprendió a atrapar a sus presas
    y a devorar a los hombres.
Tenía relaciones con sus viudas
    y destruía sus ciudades.
Todos los habitantes estaban amedrentados
    con su rugido.
Las naciones vecinas lo atacaron.
    Le echaron una red
    y el león cayó en su trampa.
Después lo encadenaron
    y enjaulado lo llevaron al rey de Babilonia,
quien lo puso en un calabozo
    para que su rugido ya no pudiera oírse
    en los montes de Israel.

10 »Tu mamá es como una vid fructífera
    porque estaba plantada cerca de los canales de irrigación.
Es fructífera y frondosa
    gracias al agua abundante.
11 Sus fuertes ramas crecieron muy altas
    y se convirtieron en cetros de gobernantes.
Creció tanto que llegó hasta las nubes,
    era tan alta que se veía desde lejos,
    se notaba porque era un árbol frondoso.
12 Pero en ira fue desenraizada
    y arrojada al suelo.
Luego el caluroso viento del oriente marchitó sus frutos
    haciéndolos caer del árbol y secándolos.
    Y las ramas fuertes fueron destruidas en el fuego.

13 »Y ahora está plantada en el desierto,
    en tierra árida y reseca.
14 El fuego sale de sus ramas
    y consume sus frutos.
De manera que ya no tiene ramas fuertes
    ni ningún cetro sale de sus ramas.

Este es un canto fúnebre, y debe cantarse como tal».

Historia de la rebeldía de Israel

20 El día diez del mes quinto del año séptimo[l], unos jefes de Israel vinieron a consultar al SEÑOR, y se sentaron frente a mí. El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, diles a los jefes de Israel que yo, el Señor DIOS, les digo: “¿Así que vienen a consultarme? ¡Pues prometo por mí mismo que no les daré ningún mensaje! afirma el Señor DIOS”. Júzgalos tú, hijo de hombre, y hazles ver los hechos horribles de sus antepasados e infórmales de tu veredicto. Diles que el Señor DIOS dice: El día que elegí a Israel, con la mano en alto hice un juramento a los descendientes de la casa de Jacob. Hice un pacto con ellos en la tierra de Egipto con mi mano en alto, diciendo: “Yo, el SEÑOR, soy su Dios”. Y ese día con la mano en alto juré sacarlos de la tierra de Egipto y llevarlos a la tierra que yo mismo había explorado, tierra que rebosa de leche y de miel. ¡La más hermosa de todas! Entonces les dije que tiraran esos repugnantes ídolos que tienen frente a sus narices. No se contaminen con esos ídolos porque yo, el SEÑOR, soy su Dios.

»Pero ellos se rebelaron contra mí y prefirieron no escucharme. Nadie se deshizo de los repugnantes ídolos que tiene frente a sus narices y nadie abandonó a los ídolos de Egipto. Por eso pensé azotarlos con toda la fuerza de mi ira cuando todavía estaban en Egipto. Sin embargo, no los castigué. Al contrario, ya había anunciado a los egipcios que iba a rescatar a mi pueblo. Por eso los saqué de allí y los llevé al desierto para defender mi buen nombre ante todo el mundo. 10 Yo los saqué de Egipto y los llevé al desierto. 11 Allí les di mis leyes y decretos con la promesa de que todo aquel que obedeciera, viviría. 12 Hasta les di los días de reposo consagrados como un pacto entre ellos y yo, para mostrarles que yo, el SEÑOR, soy el que los consagra. 13 Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto. No siguieron mis leyes y rechazaron los decretos que les darían vida si los obedecían. Con frecuencia ignoraban mis días de descanso consagrados. Así que pensé azotarlos con mi ira y destruirlos en el desierto. 14 Pero no los destruí porque yo quería defender mi fama de Salvador ante el resto del mundo, ya que habían visto que yo rescaté a Israel de Egipto.

15 »Puse mi mano en alto en el desierto y juré que no los llevaría a la tierra que tenía para ellos, la tierra donde rebosa de leche y de miel, ¡la más hermosa de todas! 16 Lo hice así porque ellos rechazaron mis decretos y no obedecieron mis leyes. Profanaron mis días de descanso consagrados porque en su corazón ya servían a sus ídolos repugnantes.

17 »Pero yo les mostré misericordia al no destruirlos. No los extinguí completamente en el desierto 18 sino que les dije a sus hijos que no vivieran como sus padres, que no cumplieran las leyes que sus padres obedecieron, que no siguieran sus costumbres y que no se contaminaran con sus ídolos repugnantes. 19 Yo, el SEÑOR, soy su Dios. Así que obedezcan mis leyes, mantengan mis decretos, 20 respeten mis días de descanso consagrados como señal del pacto entre ustedes y yo y para que aprendan que yo, el SEÑOR, soy su Dios.

21 »Pero entonces los hijos se rebelaron contra mí, no obedecieron mis leyes, ni mantuvieron mis decretos, ni cumplieron las normas que les darían vida. Hasta profanaron mis días de reposo consagrados. Así que pensé azotarlos con toda la fuerza de mi ira y destruirlos en el desierto. 22 Pero me contuve para seguir manteniendo mi buen nombre entre las naciones de donde los saqué. 23 Hasta levanté mi mano contra ellos en el desierto y prometí esparcirlos entre las naciones y entre todos los países. 24 Porque no obedecieron mis decretos, sino que rechazaron mis leyes, ignoraron mis días de descanso consagrados y siguieron a los repugnantes ídolos de sus padres. 25 Hasta les di leyes que no eran buenas y decretos que no daban vida. 26 Los contaminé con sus propias ofrendas, dejándoles que ofrecieran a sus hijos mayores en sacrificio. Lo hice para destruirlos y para que aprendan que yo soy el SEÑOR.

27 »Así que, hijo de hombre, háblale al pueblo de Israel y dile que el Señor DIOS dice: Además de todo esto, sus antepasados siguieron mostrando el desprecio que me tenían con sus constantes rebeliones contra mí. 28 Pero a pesar de todo los llevé a la tierra que había prometido darles. Pero en cada monte alto que veían y bajo cada árbol verde ofrecían sacrificios a sus ídolos. Ahí ofrecían sus sacrificios de ira[m], quemaban incienso y vertían sus ofrendas líquidas. 29 Entonces les pregunté: ¿Qué significa ese santuario pagano[n] al que van? Y así se quedó ese lugar pagano de adoración porque hasta la fecha lo llaman Santuario Pagano[o].

30 »Por lo tanto, dile a la casa de Israel que el Señor DIOS dice: ¿Todavía están contaminándose como sus antepasados y prostituyéndose con sus repugnantes ídolos? ¡Sí! 31 Hasta la fecha, se contaminan con sus ídolos, presentan ofrendas pasando a sus hijos por el fuego, ¡y aun así esperan que les permita venir a mí en busca de consejo! ¡Pueblo de Israel, Yo, el Señor DIOS, prometo por mí mismo que no lo permitiré! 32 Pero la idea que traen en la mente no se hará realidad porque dicen: Seamos como las demás naciones, como los pueblos de otros países que sirven a ídolos de madera y piedra. 33 ¡Prometo por mí mismo, digo yo, el Señor DIOS, que aunque sea necesaria una mano de hierro y una explosión de ira, yo seré quien reine sobre ustedes! 34 Con mano de hierro y una explosión de ira los retiraré de las naciones y los reuniré de entre todos los países donde los he esparcido. 35 ¡Los llevaré al desierto y los juzgaré cara a cara con ustedes! 36 Así como juzgué a sus antepasados en el desierto de Egipto, así también los juzgaré a ustedes. Esta es una afirmación del Señor DIOS. 37 Te haré pasar bajo el bastón y te forzaré a someterte a las obligaciones del pacto. 38 Entonces apartaré a los rebeldes y a los que continúan rebelándose contra mí de su tierra. Los sacaré y no pondrán pie en suelo israelita. ¡Entonces aprenderán que yo soy el SEÑOR!

39 »Así dice el Señor DIOS: En cuanto a ustedes, familia de Israel, hagan lo que les dé la gana. Ya que no me quieren escuchar, de ahora en adelante cada uno siga sus ídolos y adórenlos, pero en cuanto a mí yo no aceptaré más sus ofrendas porque ustedes profanan mi nombre cuando me traen ofrendas y al mismo tiempo adoran ídolos. 40 ¡Porque, dice el Señor DIOS: En el monte santo, en el monte elevado de Israel, todo el pueblo de Israel me adorará! Allí, en esa tierra los aceptaré y dejaré que me busquen y yo les responderé cuando me traigan ofrendas y sacrificios santos. 41 Los aceptaré a ustedes como una ofrenda de olor fragante cuando los haga salir de entre los pueblos. Las naciones me darán honra cuando los reúna a ustedes desde las tierras a donde los dispersé. 42 Cuando los devuelva a Israel, la tierra que les prometí a sus antepasados, sabrán que yo soy el SEÑOR. 43 Entonces recordarán cómo vivían y todo lo malo que hicieron y experimentaron; sentirán asco de toda la maldad que practicaron y se les quitarán las ganas de volver a hacerlo. 44 Entonces, pueblo de Israel, aprenderás que yo soy el SEÑOR, cuando te trate de una manera que honre mi nombre en vez de castigarte conforme a tu maldad y a las cosas destructivas que hiciste. El Señor DIOS lo ha dicho».

45 Después el SEÑOR me dijo: 46 «Hijo de hombre, ve hacia Temán, al sur, y habla contra Darom, profetiza contra el bosque del Néguev.[p] 47 Dile al bosque del Néguev que el SEÑOR dice: “Así dice el SEÑOR Dios: Mira, voy a encender un fuego dentro de ti que consumirá tanto a los árboles verdes como a los secos. Nada podrá extinguir esta llama, que irá por toda la tierra y la encenderá, de norte a sur. 48 Entonces todos verán que yo, el SEÑOR, soy quien la enciende y nada la extinguirá”».

49 Entonces yo me quejé: «Ay Señor DIOS, este pueblo dice: “¡Este hombre sólo habla en clave!”»

21 Así que el SEÑOR me dijo de nuevo: «Hijo de hombre, mira hacia Jerusalén, y habla contra los lugares sagrados, profetiza contra la tierra de Israel. Dile a la tierra de Israel que el SEÑOR dice: “Mira, estoy contra ti. Desenvaino mi espada para acabar con justos y pecadores. Y como voy a matar tanto a justos como a perversos, el filo de mi espada acabará con todos, de norte a sur. Entonces todos sabrán que yo, el SEÑOR, he desenfundado mi espada y no la enfundaré más”.

»Ahora tú, hijo de hombre, públicamente y delante de todos, llora amargamente y con el corazón lleno de angustia. Cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por un mensaje que recibiste, el cual hará que a todos se les derrita el corazón, que sus manos pierdan las fuerzas, que se desanimen y que se orinen del susto. Todo eso está a punto de suceder, ya llega el momento. El Señor DIOS lo ha dicho».

Entonces el SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, profetiza y di que así dice el Señor:

»Se ha afilado la espada,
    y también se le ha pulido.
10 He afilado una espada para matar.
    La pulí para que brille como un rayo.
Hijo mío, despreciaste la vara
    que usé para castigarte.
No quisiste recibir tus golpes
    con los golpes de una rama.[q]
11 Se ha pulido para que la mano lo sostenga con firmeza.
    Se ha afilado para la mano del asesino.
12 Hijo de hombre, llora y grita
    porque la espada está entre mi pueblo
    y entre los líderes de Israel.
Los que serán heridos por la espada están entre mi pueblo.
    Así que muestra tu angustia.
13 Pues este es un desafío;
    tú no quisiste recibir el castigo con una vara de madera.
Entonces, ¿con qué vengo a castigarte ahora?
    ¿Con la espada?
    El Señor DIOS lo afirma.[r]

14 »En cuanto a ti, hijo de hombre,
    profetiza y aplaude.
Desenfunda la espada dos veces,
    tres veces vuelve a desenfundar.
¡Cuántos cuerpos!
    La espada de esta masacre traspasa cuerpo tras cuerpo.
15 Quiere quitar el coraje
    y aumentar el número de los caídos.
He causado una matanza con la espada
    cerca de la entrada de cada una de las ciudades.
¡La espada brilló como un relámpago,
    desenfundada para la matanza!
16 Espada, mantente afilada,
    hiere a la derecha, penetra a fondo.
Hiere a la izquierda,
    hiere dondequiera que se te dirija.
17 Hasta yo aplaudiré para mostrar mi enojo
    y darle rienda suelta a mi ira.
    Yo, el SEÑOR, lo he dicho».

18 Después el SEÑOR me dijo: 19 «Hijo de hombre, haz un mapa que muestre un cruce de caminos en la vía que lleva a Babilonia. Es para “la espada”, es decir, para el rey de Babilonia. En el cruce coloca una señal que indique el camino a dos ciudades. 20 Haz que indique los caminos para que la espada vaya a Rabá de los amonitas, y a Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá. 21 Porque el rey de Babilonia está en una encrucijada, tratando de decidir qué camino tomar. 22 A la derecha, las señales[s] indican que vaya a Jerusalén. Que vaya con los arietes[t], a dar la orden para la masacre, a sonar la trompeta para que los arietes golpeen las puertas, para construir terraplenes y para preparar las máquinas de guerra. 23 Esto les pareció una adivinación falsa a los israelitas, que estaban confiados en el pacto que habían hecho con Dios, pero él les recordó que la maldad de ellos haría que fueran capturados.

24 »Por lo tanto, dice el Señor DIOS:

»Puesto que pusiste al descubierto tu propia culpa,
    en todo lo que hacías, revelando tu rebelión
y mostrando tu pecado,
    serás capturado violentamente.

25 »Y en cuanto a ti, gobernante de Israel, criminal y perverso, se ha llegado la hora de tu castigo final. 26 El Señor DIOS dice: ¡Quítenle el turbante y la corona! Nada seguirá como antes. Exalten al más humilde y derriben al altivo. 27 Lo cambiaré, todo lo cambiaré. Pero no sucederá hasta que venga el que castiga, aquel al que he elegido.

28 »En cuanto a los amonitas y sus insultos, esto es lo que les dice el Señor DIOS:

»¡Una espada!
    Una espada está desenfundada para la matanza.
Está afilada para devorar
    y centellear como un rayo.
29 Tus visiones son falsas
    y tus predicciones no te servirán,
    pues son un sartal de mentiras.
La espada está ahora en el cuello de los perversos
    y ellos terminarán siendo sólo cadáveres.
    Llegó la hora de tu castigo final.

30 »¡Que la espada vuelva a su funda!
    Yo mismo te castigaré en el lugar donde fuiste forjada,
    en tu país de origen.
31 Derramaré sobre ti mi ira ardiente.
    Resoplaré el fuego de mi enojo sobre ti
y te entregaré a gente sanguinaria[u],
    experta en destruir.
32 Serás pasto de las llamas,
    tu sangre correrá por todo el país
y tu recuerdo será borrado de la faz de la tierra.
    Es la decisión del SEÑOR».

Ezequiel habla contra Jerusalén

22 Entonces el SEÑOR me dijo: «Tú, hijo de hombre, ¿juzgarás a esta ciudad sanguinaria y les dirás todas las cosas horribles que hizo? Diles que el Señor DIOS dice: Jerusalén es una ciudad que derrama sangre, ciudad en busca de castigo. Hizo ídolos repugnantes para deshonrarse a sí misma. Recibirás el castigo por la sangre que derramaste y serás deshonrada por los repugnantes ídolos que hiciste. ¡Te ha llegado la hora! ¡Has llegado al final de tus días! Así que te haré el hazmerreír de las naciones y se burlarán de ti en todos los países. Se reirán de ti todas las naciones, de ti cuyo nombre ha sido deshonrado por tantas provocaciones.

»Mira, todos los líderes de Israel que están en ti, Jerusalén, se han levantado en armas para derramar sangre. En ti, Jerusalén, no se respeta a los padres. Se maltrata a los inmigrantes que viven en tu tierra, y las viudas y los huérfanos se quejan, no reciben ayuda. Has despreciado lo sagrado y has profanado mis días de descanso. Jerusalén, en ti habitan alborotadores que derraman sangre. Suben a las montañas para comer sus comidas sagradas y dentro de tus muros hacen cosas detestables. 10 Los hombres tienen relaciones sexuales con las esposas de sus padres. Violan a las mujeres y hasta las deshonran durante su menstruación. 11 Los hombres hacen cosas detestables con las mujeres de sus vecinos. Los hombres deshonran con lascivia a sus propias nueras. Violan a sus hermanas, ¡a las hijas de su mismo papá! 12 Los líderes que habitan en ti han aceptado sobornos para derramar sangre. Tú has sido un usurero, te has beneficiado ilegalmente de tus vecinos por medio de la extorsión. Y te has olvidado totalmente de mí. El Señor DIOS lo ha dicho.

13 »Pero yo mostraré mi ira contra todo lo que has explotado a los demás y contra la sangre inocente derramada dentro de tus muros. 14 ¿Crees que todavía vas a ser valiente después de que haga lo que te estoy diciendo que haré? Yo, el SEÑOR, lo he dicho y lo cumpliré. 15 Te dispersaré por todas las naciones, en tierras extranjeras, y acabaré con tu deshonra. 16 Serás deshonrada ante las naciones, pero entonces aprenderás que yo soy el SEÑOR».

17 Entonces el SEÑOR me dijo: 18 «Hijo de hombre, el pueblo de Israel se ha vuelto como la escoria. Son como el cobre, el estaño, el hierro y el plomo que se queda en el horno, a pesar de que una vez fueron plata pura. 19 Por lo tanto el Señor DIOS dice: Como se han vuelto escoria, los reúno ahora a todos en Jerusalén. 20 Serán como una colección de plata, cobre, hierro, plomo y estaño que se echa en el horno para que las llamas la derritan. De la misma manera, los reuniré en mi enojo, y en mi ira ardiente los echaré al horno para derretirlos. 21 Los reuniré, los incendiaré con mi ira y serán derretidos en Jerusalén. 22 Como la plata se derrite en el horno, así ustedes serán derretidos en Jerusalén. Entonces sabrán que yo, el SEÑOR, derramé mi ira ardiente sobre ustedes».

23 Entonces el SEÑOR me dijo: 24 «Hijo de hombre, dile a Israel: “Tú eres una tierra impura[v] que no ha sido lavada con la lluvia en el día de la ira”. 25 El grupo de profetas en Israel son como leones rugientes que devoran a su presa hasta consumir su vida. Se apoderan de la riqueza y cosas valiosas y hacen aumentar el número de viudas. 26 Sus sacerdotes han violado mis enseñanzas. Han profanado lo sagrado, no han hecho distinción entre lo sagrado y lo profano. No le enseñan a nadie sobre lo que es puro y lo impuro, se rehúsan a observar mis días de descanso consagrados, y por lo tanto yo he sido profanado entre ellos. 27 Los líderes de Israel son como lobos que devoran a su presa, derramando sangre, destruyendo vidas para conseguir ganancia ilegal. 28 Sus profetas esconden la verdad, enyesando las paredes que se desploman con visiones falsas y predicciones mentirosas. Afirman que el Señor DIOS lo ha dicho cuando en realidad el SEÑOR no les ha dicho nada. 29 Oprimen a la gente común y corriente, robándoles su dinero. Han oprimido al pobre y al necesitado. Al inmigrante que vive en Israel lo oprimen y lo privan de justicia. 30 He buscado a alguien que sea un pacificador, alguien que se interponga entre mí y el pueblo que voy a destruir, pero no lo he encontrado. 31 Así que derramaré mi ira contra ellos. Los consumiré con el fuego de mi ira. Y los haré rendirme cuentas de sus hechos. El Señor DIOS lo ha dicho».

Las dos hermanas infieles

23 El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, había una vez dos mujeres, hijas de una misma mamá, que cuando eran jóvenes se prostituyeron con los egipcios, perdiendo su virginidad. La mayor se llamaba Aholá[w], y la menor, Aholibá[x]. Las hice mis esposas y me dieron hijos e hijas. Aholá representa a Samaria y Aholibá a Jerusalén. Luego Aholá se comportó como una prostituta y me fue infiel, yendo tras sus amantes de Asiria. Eran generales vestidos con sus uniformes púrpura, gobernantes y oficiales, todos de lo mejor de la caballería y de los jinetes. Así, Aholá se entregó a lo mejor de los asirios, a quien quiso, y se contaminó con sus repugnantes ídolos. No dejó la prostitución que había empezado en Egipto, desde que dormían con ella en su juventud. Ella se ha acostado con muchos, que le acariciaron sus pechos virginales y descargaron su pasión en ella. Así que permití que la tomaran sus amantes, los asirios que ella había deseado. 10 Ellos la violaron,[y] le arrebataron a sus hijos e hijas y la mataron a filo de espada. Su castigo se convirtió en advertencia para otras mujeres.

11 »¡Al ver esto su hermana Aholibá se contaminó con sus deseos y adulterio aun más que su hermana Aholá! 12 Ella también se entregó a los asirios, los gobernantes, los oficiales y los generales con sus espléndidos uniformes, los de la caballería y los jinetes, lo mejor de lo mejor. 13 Me di cuenta de que ella también se había contaminado, que las dos habían seguido el mismo camino. 14 Aholibá continuó con su adulterio. Veía las imágenes de los hombres caldeos pintados de rojo vivo en la pared, 15 con cinturones y turbantes, parecían jinetes, los hijos idóneos de Babilonia. 16 A causa de su deseo por ellos, envió mensajeros a los caldeos. 17 Los hijos de Babilonia vinieron a acostarse con ella. ¡Tanto la contaminaron hasta que se hartó de ellos! 18 Cuando mostró su desnudez y su infidelidad, me harté de ella como me harté de su hermana. 19 Pero entonces ella aumentó sus prostituciones acordándose de su juventud cuando vivía como prostituta en Egipto. 20 Se había enamorado perdidamente de los egipcios, cuyos genitales eran como los de un asno y su semen como el de un caballo. 21 Así recordó la lujuria de su juventud cuando los hombres le manoseaban los senos y le acariciaban los pechos virginales.

22 »Por eso, dice el Señor DIOS, Aholibá, voy a incitar a tus amantes en tu contra, de los que te hartaste. De todas partes traeré contra ti 23 a los babilonios, a todos los caldeos, a los de Pecod, Soa y Coa. También a los asirios, a los jóvenes soldados expertos, a los oficiales y gobernantes, a los selectos oficiales de la caballería y a los jinetes. 24 Vendrán contra ti con toda la fuerza de sus carros. Te rodearán con un gran ejército de todas las naciones, protegidos con escudos y cascos. Les expondré el caso y sacarán sus propias conclusiones y te castigarán. 25 Entonces derramaré mis celos contra ti, con todo furor te cortarán la nariz y las orejas, y al final te matarán a filo de espada. Tomarán a tus hijos e hijas, y tu destino será ser consumido por el fuego. 26 Te dejarán desnuda y sin joyas. 27 Así le pondré fin a tu conducta promiscua y le pondré un alto a la prostitución que has llevado a cabo desde que estabas en Egipto. Ya no los verás con ojos seductores».

28 El Señor DIOS dice: «Mira, ahora te voy a entregar en manos de los que te apartaste. 29 Te mostrarán su odio. Te quitarán todas tus posesiones hasta dejarte desnuda, revelando tus prostituciones. 30 Te harán todo esto por haberte prostituido con otras naciones con cuyos repugnantes dioses te contaminaste. 31 Como seguiste el ejemplo de tu hermana, tomarás en tus manos la misma copa de veneno[z]».

32 Así dice el Señor DIOS:

«Beberás de la copa de veneno de tu hermana.
    Una copa honda y ancha,
llena de burla y escarnio.
    Te la beberás toda.
33 Es una copa llena de embriaguez y dolor,
    de destrucción y desolación.
    ¡Es la copa de tu hermana Samaria!
34 Te la beberás hasta la última gota
    hasta terminarte su amargo veneno.
Luego te desgarrarás los pechos
    porque yo lo he dicho.
    Es la decisión del Señor DIOS.

35 »Por lo tanto, dice el Señor DIOS, como te olvidaste de mí y me diste la espalda, ahora vas a tener que sufrir el castigo merecido por tu conducta libertina y tus prostituciones».

36 El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, juzga a Aholá y a Aholibá. Échales en cara sus abominaciones 37 porque ellas han cometido adulterio y sus manos están llenas de sangre. Cometieron adulterio con sus repugnantes ídolos y pasaron por fuego a los hijos que tuvieron conmigo para ofrecerlos como comida para sus dioses. 38 Al hacer todo esto, también profanaron el lugar sagrado y los días de descanso. 39 Además, cuando sacrificaron sus hijos a sus repugnantes ídolos, entraron al lugar sagrado para profanarlo. ¡Eso es lo que hicieron en mi propia casa!

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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