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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 135 - Proverbios 6

El Señor es grandioso

¡Aleluya!

Alaben el nombre del SEÑOR;
    Siervos del SEÑOR, alábenlo,
los que están en el templo del SEÑOR,
    en los patios del templo de nuestro Dios.
Alaben al SEÑOR, porque él es bueno;
    canten alabanzas a su nombre,
    pues eso es placentero.
Porque el SEÑOR eligió a Jacob para que fuera suyo;
    Israel le pertenece.

Yo sé que el SEÑOR es grandioso;
    nuestro Señor es más grande que todos los dioses.
El SEÑOR hace su voluntad en el cielo, en la tierra
    y también en las profundidades del océano.
Levanta las nubes desde los extremos de la tierra,
    hace que caigan la lluvia y los relámpagos
    y que el viento sople fuerte.

Dios destruyó a los hijos mayores de Egipto,
    tanto de seres humanos como de animales.
Él hizo muchos milagros y maravillas en medio de ti, Egipto,
    en contra del faraón y de todos sus siervos.
10 Él castigó a muchas naciones
    y acabó con la vida de reyes poderosos.
11 Castigó a Sijón, rey de los amorreos,
    a Og, rey de Basán,
    y a todas las ciudades de Canaán.
12 Luego repartió sus tierras
    entre la gente de Israel, su pueblo.

13 SEÑOR, tu nombre siempre será famoso;
    SEÑOR, serás recordado de generación en generación.
14 El SEÑOR hace justicia a su pueblo
    y tiene compasión de sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son oro y plata,
    productos hechos por manos humanas.
16 Tienen boca, pero no pueden hablar;
    tienen ojos, pero no pueden ver.
17 Tienen oídos, pero no pueden oír;
    tienen nariz, pero no pueden respirar.
18 Así quedarán como esos ídolos
    los que los hacen y los que confían en ellos.

19 Pueblo de Israel, alaba al SEÑOR;
    descendientes de Aarón, alaben al SEÑOR.
20 Levitas, alaben al SEÑOR;
    ustedes los que respetan al SEÑOR, alaben al SEÑOR.
21 Bendito sea el SEÑOR desde Sion,
    el que vive en Jerusalén.

¡Aleluya!

El fiel amor del Señor es eterno

Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno;
    su fiel amor es para siempre.
Den gracias al Dios de dioses,
    porque su fiel amor es para siempre.
Den gracias al Señor de señores,
    porque su fiel amor es para siempre.
Al único que hace grandes maravillas,
    porque su fiel amor es para siempre.
Al que con su sabiduría creó los cielos,
    porque su fiel amor es para siempre.
Al que extendió la tierra sobre el mar,
    porque su fiel amor es para siempre.
Al que creó el sol y la luna,
    porque su fiel amor es para siempre.
El sol para que ilumine el día,
    porque su fiel amor es para siempre.
La luna y las estrellas para que iluminen la noche,
    porque su fiel amor es para siempre.
10 Al que hirió a los hijos mayores de Egipto,
    tanto de seres humanos como animales,
    porque su fiel amor es para siempre.
11 Al que sacó a Israel de Egipto,
    porque su fiel amor es para siempre.
12 Extendió su brazo poderoso y su mano fuerte,
    porque su fiel amor es para siempre.
13 Al que abrió el mar Rojo,
    porque su fiel amor es para siempre.
14 Al que guió a Israel a cruzar por en medio del mar,
    porque su fiel amor es para siempre.
15 Al que hundió al faraón y a sus soldados en el mar Rojo,
    porque su fiel amor es para siempre.
16 Al que guió a su pueblo en el desierto,
    porque su fiel amor es para siempre.
17 Al que acabó con reyes poderosos,
    porque su fiel amor es para siempre.
18 Al que les quitó la vida a reyes fuertes,
    porque su fiel amor es para siempre.
19 Mató a Sijón, rey de los amorreos,
    porque su fiel amor es para siempre.
20 Mató a Og, el rey de Basán,
    porque su fiel amor es para siempre.
21 Luego le dio las tierras de ellos al pueblo de Israel,
    porque su fiel amor es para siempre.
22 Le dio de herencia esa tierra a su siervo Israel,
    porque su fiel amor es para siempre.
23 Al que cuando sufrimos la derrota se acordó de nosotros,
    porque su fiel amor es para siempre.
24 Al que nos salvó de nuestros enemigos,
    porque su fiel amor es para siempre.
25 Dios les da alimento a todos los seres vivientes,
    porque su fiel amor es para siempre.
26 ¡Alaben al Dios de los cielos!,
    porque su fiel amor es para siempre.

Extrañamos nuestra tierra

Nos sentábamos junto a los ríos de Babilonia
    y llorábamos acordándonos de Sion.
Allí en los sauces de la ciudad,
    colgamos nuestras arpas.[a]
Allí los que nos capturaron nos pedían que cantáramos.
    Nuestros opresores nos pedían que estuviéramos alegres,
    que cantáramos canciones que hablaran de Sion.

Pero no podíamos cantar las canciones de alabanza al SEÑOR,
    en un lugar extraño.
Jerusalén, si algún día te olvido,
    que se me seque la mano derecha[b];
    prometo que jamás te olvidaré.
Si te llegara a olvidar
    que mi lengua se me pegue al paladar
    y no pueda volver a cantar.

SEÑOR, castiga a los edomitas
    porque ellos pedían que Jerusalén fuera destruida.

Babilonia, tú también serás destruida.
    Afortunado el que te dé el castigo que mereces;
    recibirás el mismo sufrimiento que le causaste a Jerusalén.
Afortunado el que agarre a tus hijos
    y los estrelle contra las rocas.

Te alabo de todo corazón

Canción de David.

Yo te alabo de todo corazón;
    te entonaré canciones de alabanza delante de los dioses.
Dios mío, me inclinaré hacia tu santo templo
    y alabaré tu nombre, tu fiel amor y tu lealtad.
Tu nombre está por encima de todos,
    porque tú cumples lo que prometes.
Dios mío, cuando te pedí ayuda,
    tú me respondiste;
me diste ánimo
    y renovaste mis fuerzas.

SEÑOR, todos los reyes de la tierra te alabarán
    cuando escuchen tus palabras.
Entonarán canciones que hablarán de lo que hace el SEÑOR,
    porque la gloria del SEÑOR es muy grande.
El SEÑOR ocupa el lugar más alto por encima de todos los demás,
    pero aun así, él nunca abandona a los humildes.
Él siempre sabe lo que hacen los soberbios
    y se mantiene alejado de ellos.

Dios mío, aunque esté angustiado por los problemas,
    tú me salvarás;
    me protegerás de la furia de mis enemigos.
SEÑOR, tú cumplirás lo que has prometido hacer para mí.
    SEÑOR, tu fiel amor es para siempre;
    por eso sé que no abandonarás a quienes tú mismo creaste.

Tú sabes todo de mí

Al director. Canción de David.

SEÑOR, tú me has examinado
    y sabes todo de mí.
Tú sabes cuándo me siento
    y cuándo me levanto;
aunque me sienta lejos de ti,
    tú conoces cada uno de mis pensamientos.
Sabes para dónde voy y en dónde me acuesto.
    Tú sabes todo lo que hago.
SEÑOR, tú sabes lo que voy a decir
    aun antes de que las palabras salgan de mi boca.
Tú siempre estás a mi alrededor,
    adelante y detrás de mí;
    siento tu mano sobre mí.
Lo que tú sabes de mí es demasiado profundo;
    va más allá de lo que puedo entender.

Tu Espíritu me acompaña a todas partes;
    no puedo escapar de tu presencia.
Si subiera al cielo,
    allí estarías;
si bajara a las profundidades de la tierra,
    allí estarías.
Si fuera al oriente donde nace el sol,
    allí estarías;
o al occidente, al fin de los mares,
    allí estarías.
10 Aun allí me tomarías de la mano y me conducirías;
    tú fuerte mano derecha me ayudaría.
11 Si yo pensara que seguramente en la oscuridad podría esconderme
    o que la luz de mi alrededor se hiciera noche,
12     ni siquiera la oscuridad es oscura para ti.
No importa cuán oscura sea una noche,
    para ti seguirá siendo tan clara como el día.
Para ti es lo mismo el día que la noche.

13 Tú hiciste todo mi ser,[c]
    tanto mis sentimientos como mi cuerpo,
    desde que me hiciste tomar forma[d] en el vientre de mi madre.
14 Te agradezco porque me hiciste de una manera maravillosa;
    sé muy bien que tus obras son maravillosas.
15 Tú sabes todo de mí.
    Tú viste mis huesos crecer
    mientras mi cuerpo se formaba en el vientre de mi madre.[e]
16 Tú viste formarse cada parte de mi cuerpo;
    todo ya estaba escrito en tu libro;
fueron formadas a su debido tiempo,
    sin faltar una sola de ellas.

17 Mi entendimiento no puede con tus pensamientos;
    la suma de ellos es inmensa.
18 Si pudiera contar cada uno de tus pensamientos,
    serían más numerosos que los granos de arena,
y cuando terminara de contarlos,
    tendría todavía que continuar.
19 Dios mío, cómo quisiera que les quitaras la vida a los perversos,
    que te llevaras a esos asesinos lejos de mí,
20 esos que hablan mal de ti
    y usan tu nombre para hacer falsos juramentos.
21 ¿Acaso no tengo la actitud correcta?
    ¿Acaso no odio y desprecio a los que tú desprecias?
22 Los odio con todas mis fuerzas;
    tus enemigos son también mis enemigos.
23 Dios mío, examíname y conoce mis pensamientos;
    ponme a prueba y reconoce todos mis pensamientos.
24 Fíjate si tengo algún mal pensamiento
    y guíame por el sendero que me lleva hacia ti.

Protégeme de los violentos

Al director. Canción de David.

SEÑOR, líbrame de los perversos,
    protégeme de los violentos;
de los que están siempre haciendo el mal
    y provocando conflictos a cada momento.
Su lengua es como serpiente venenosa;
    sus palabras destilan veneno. Selah

SEÑOR, protégeme del poder de los perversos;
    de los violentos que planean hacerme daño.
Esa gente arrogante pone trampas,
    cavan sus hoyos
y extienden sus redes junto a las trampas
    que ponen para atraparme. Selah

Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi Dios;
    SEÑOR, escucha mis ruegos».
SEÑOR, tú eres mi Dios y mi Salvador.
    Tú eres como un casco que protege mi cabeza
    cuando estoy en la batalla.
SEÑOR, no permitas que esos perversos se salgan con la suya.
    No dejes que sus planes se hagan realidad. Selah

Haz que les suceda a mis enemigos
    todo el mal que planean para los demás.
10 Haz que lluevan carbones encendidos sobre sus cabezas.
    Échalos al fuego;
    tíralos a pozos de los que nunca puedan salir.
11 Que el calumniador no se establezca en esta tierra;
    que la desgracia persiga al violento y lo destruya.

12 Yo sé que el SEÑOR hará justicia a los pobres
    y defenderá los derechos de los necesitados.
13 Los justos alabarán tu nombre;
    la gente honesta vivirá en tu presencia.

Ruego tu ayuda

Canción de David.

SEÑOR, ruego tu ayuda;
    escúchame cuando clamo a ti.
Que mi oración suba a ti como el incienso;
    que mis brazos levantados hacia ti sean como el sacrificio de la tarde.

SEÑOR, ponle un guardia a mi boca
    y un vigilante a la puerta de mis labios.
No permitas que mi corazón se incline a lo malo;
    ni que me una a los perversos para hacer maldades.
No permitas que me junte con los que hacen el mal;
    ni que coma con ellos en sus fiestas.

Acepto que el justo me corrija,
    considero un acto de bondad que me reprenda;
    yo nunca rechazaría eso.
Pero siempre seguiré tratando de hacer el bien
    y no aprobaré lo que hagan los perversos.
Cuando sus líderes sean castigados,
    se darán cuenta que yo decía la verdad.
La tierra se abrirá,
    y sus huesos serán esparcidos en sus tumbas.

Mi Señor DIOS, mis ojos están fijos en ti;
    confío en ti, no me dejes morir.
Protégeme de los hoyos y las trampas
    que han puesto los perversos para atraparme.
10 Que esos perversos caigan en sus propias redes,
    mientras yo paso por encima de ellas sin que me suceda nada malo.

Eres todo lo que tengo

Poema que David compuso cuando estaba en la cueva. Una oración.

Pido a gritos la ayuda del SEÑOR;
    a gritos le pido al SEÑOR compasión.
En él puedo descargar mi angustia;
    sin temor le puedo expresar mis quejas.

Cuando estoy perdido,
    tú me muestras el camino.
Mis enemigos han tendido una trampa
    y estoy a punto de caer en ella,
    pero Dios me guía.
No tengo ni siquiera un amigo
    que esté a mi lado acompañándome;
no tengo en dónde esconderme.
    A nadie le importa si vivo o muero.

Por eso pido tu ayuda, SEÑOR,
    tú eres mi refugio;
    eres todo lo que tengo en este mundo.
A ti te pido ayuda;
    te necesito, me siento muy débil.
Sálvame de los que me persiguen,
    porque son más fuertes que yo.
Ayúdame a escapar de sus trampas
    para que pueda alabar tu nombre.
Entonces los justos celebrarán conmigo
    porque tú me has cuidado.

No te escondas de mí

Canción de David.

SEÑOR, escucha mi oración,
    presta atención a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
    respóndeme.
No me lleves a juicio a mí que soy tu siervo,
    porque delante de ti nadie consigue ser aprobado.
Tengo enemigos que me persiguen
    y tratan de matarme.
Ellos me empujan hacia la tumba
    como si yo hubiera muerto hace mucho tiempo.
He perdido el ánimo,
    mi corazón está desolado.
Pero recuerdo todo lo que hiciste en tiempos pasados;
    pienso en todo lo que hiciste con tus manos.
Tiendo hacia ti mis manos;
    te necesito como la tierra necesita de la lluvia. Selah

Respóndeme pronto, SEÑOR,
    que se me va el aliento.
No te escondas de mí;
    si lo haces, me daré por muerto.
Muéstrame tu fiel amor por la mañana,
    porque en ti he puesto mi confianza.
Pongo mi vida en tus manos,
    muéstrame lo que debo hacer.
SEÑOR, busco tu protección;
    sálvame de mis enemigos.
10 Enséñame a hacer tu voluntad,
    porque tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me guíe
    por el buen camino.

11 Por el prestigio de tu nombre, SEÑOR, dame vida.
    Por tu justicia, sálvame de mis enemigos.
12 Por tu fiel amor, acaba con mis enemigos.
    Destruye a mis enemigos,
    pues yo soy tu siervo.

El pueblo de Dios

Canción de David.

Bendito sea el SEÑOR, mi Roca;
    él me adiestra para la batalla
    y me prepara para la guerra.
Él es mi Dios fiel y amoroso;
    mi fortaleza y mi refugio;
mi libertador y mi escudo, en quien busco protección.
    Él es quien pone a los pueblos bajo mi mando.

SEÑOR, ¿qué es el ser humano para que lo tengas presente?
    ¿Qué es el hijo del hombre para que pienses en él?
El ser humano es como un suspiro,
    su vida es como una sombra que desaparece rápidamente.

SEÑOR, abre los cielos y baja a la tierra.
    Ven, toca las montañas para que echen humo.
Envía relámpagos y dispérsalos;
    lanza tus flechas y hazlos salir de aquí.
Extiende tu mano desde el cielo
    y rescátame de las aguas turbulentas;
    Líbrame del poder de gente extraña,
de los que abren su boca para mentir,
    y levantan su mano derecha para jurar en falso.

Dios mío, te cantaré una canción nueva;
    voy a entonarte canciones de alabanza con el arpa de diez cuerdas.
10 Tú eres el que salva a los reyes
    y libras a tu siervo David de las armas de sus enemigos.
11 Libérame y rescátame de esta gente extraña
    que miente y habla mal de mí.
    Levantan su mano derecha para jurar en falso.

12 Que nuestros hijos sean como árboles
    fuertes en su juventud.
Que nuestras hijas sean como columnas
    labradas que adornan un palacio.
13 Que nuestras despensas estén llenas de toda clase de alimentos.
    Que haya miles de ovejas en nuestros campos.
14 Que las vacas estén grandes con cría.
    Que no pase ningún enemigo por nuestras puertas;
ni se lleve a nuestra gente del país.
    Que no haya gritos de dolor por las calles.

15 Qué afortunado el pueblo que vive así;
    qué afortunado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR.

El Señor merece alabanza

Canción de alabanza de David.

Te alabaré mi Dios, mi Rey,
    y bendeciré tu nombre,
    eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré y alabaré tu nombre,
    eternamente y para siempre.
Grande es el SEÑOR y merece ser alabado;
    su grandeza sobrepasa todo entendimiento.
Tus obras serán festejadas de generación en generación;
    siempre se hablará de tus poderosos hechos.
Se hablará de tu gloria maravillosa;
    yo siempre hablaré de tus milagros.
Siempre se recordará tu asombroso poder;
    yo les contaré de tu grandeza.
Se recordará tu bondad
    y se cantarán canciones que hablen de tu generosidad.

El SEÑOR es bueno y compasivo,
    no se enoja con facilidad y rebosa de fiel amor.
El SEÑOR es bueno para con todos
    y muestra compasión hacia todo lo que ha creado.
10 Que todo lo que has creado alabe tu poder y gloria, SEÑOR;
    que todos tus fieles te alaben.
11 Ellos les contarán a los demás
    lo grandioso que es tu reino y lo bueno que eres.
12 La gente sabrá las maravillas que has hecho
    y sabrán de la gloria del esplendor de tu reino.
13 Tu reino existirá para siempre;
    tu dominio permanecerá de generación en generación.

El SEÑOR es fiel a sus promesas
    y todo lo que hace es bueno.[f]
14 El SEÑOR levanta a quienes caen
    y sostiene a los que están angustiados.
15 Todos buscan en ti el alimento
    y en el momento apropiado les das su comida.
16 Abres tus manos y a todos los seres vivos
    les das lo que necesitan.

17 El SEÑOR es justo en todo lo que hace;
    sus hechos muestran lo bueno que es.
18 El SEÑOR está cerca de todos los que lo buscan;
    de los que lo buscan sinceramente.
19 Cumple los deseos de los que lo respetan;
    escucha sus peticiones de ayuda y los salva.
20 El SEÑOR protege a todos los que lo aman
    pero destruirá a los perversos.

21 Que mi boca alabe al SEÑOR;
    que todos alaben su santo nombre, ahora y siempre.

Alabaré al Señor toda mi vida

¡Aleluya!
    ¡Con todo mi corazón alabo al SEÑOR!
Alabaré al SEÑOR toda mi vida.
    Mientras yo esté vivo, entonaré canciones en honor al SEÑOR.
No pongan su confianza en los poderosos;
    ellos no son más que simples seres humanos
    que no tienen poder para salvar.
Ellos también morirán, volverán al polvo,
    y ese mismo día todos sus planes acabarán.

Afortunado el que recibe ayuda del Dios de Jacob;
    el que confía en el SEÑOR su Dios.
Él creó el cielo, la tierra y los mares
    y todo lo que habita en ellos;
    él sigue fiel para siempre.
El SEÑOR hace justicia a los oprimidos,
    alimenta a los que tienen hambre
    y libera a los prisioneros.
El SEÑOR da la vista a los ciegos;
    el SEÑOR ayuda a los que están en dificultades;
    el SEÑOR ama a los justos.
El SEÑOR protege a los inmigrantes,
    cuida a los huérfanos y a las viudas
    y les amarga la vida a los perversos.
10 El SEÑOR reinará eternamente.
    Sion, tu Dios reinará de generación en generación.

¡Aleluya!

Canten agradecidos

¡Aleluya!

Qué bueno es entonar canciones de alabanza a nuestro Dios;
    qué placentero cantar alabanzas a su nombre.
El SEÑOR reconstruye a Jerusalén,
    y reúne a los desterrados de Israel;
sana a los que tienen roto el corazón
    y venda sus heridas.
Él determina el número de las estrellas
    y a cada una la llama por su nombre.
Nuestro Señor es grandioso,
    y grande es su poder;
    su conocimiento no tiene límite.
El SEÑOR apoya a la gente pobre
    y derriba por el suelo a los perversos.

Canten agradecidos al SEÑOR;
    canten alabanzas a nuestro Dios al son del arpa.
Él llena el cielo de nubes
    y hace caer la lluvia sobre la tierra;
    hace que el pasto crezca sobre los montes.
Dios les da alimento al ganado
    y a las crías de los cuervos cuando chillan.
10 A Dios no le importan los caballos de guerra
    ni le preocupan los soldados poderosos.
    Le desagradan los que confían en todo eso.
11 En cambio al SEÑOR le agrada la gente que lo respeta,
    los que confían en su fiel amor.
12 Jerusalén, alaba al SEÑOR;
    Sion, alaba a tu Dios.
13 Él reforzó los cerrojos de tus puertas
    y bendijo a tus habitantes.
14 Dios mantiene la paz en tu nación
    y hace que siempre tengas alimento en abundancia.

15 Dios le da una orden a la tierra,
    y ella obedece inmediatamente.
16 Dios hace que caiga la nieve como si fuera lana
    y esparce la escarcha como si fuera ceniza.
17 Él hace que caiga granizo como piedras
    que caen del cielo y congelan la tierra.
18 Luego, da otra orden
    y sopla nuevamente un viento tibio
que hace que el hielo se derrita
    y el agua comience a fluir.
19 Dios reveló su palabra a Jacob,
    sus leyes y mandatos a Israel.
20 Con ninguna otra nación Dios ha hecho eso;
    ninguna otra conoce sus mandatos.

¡Aleluya!

Que toda la creación alabe al Señor

¡Aleluya!

Alaben al SEÑOR desde los cielos,
    alábenlo en las alturas.
Alábenlo todos sus ángeles,
    alábenlo todos sus ejércitos[g].
Alábenlo el sol y la luna,
    alábenlo todas las estrellas que brillan.
Alábenlo los altísimos cielos
    y las aguas que están sobre los cielos.
Alaben el nombre del SEÑOR,
    porque él dio una orden y todo fue creado.
Él lo creó todo para que existiera para siempre;
    dio leyes que continúan para siempre.

Alaben al SEÑOR desde la tierra,
    los monstruos marinos y el océano;
el rayo y el granizo, la nieve y el humo,
    la tormenta que cumple sus mandatos;
las colinas y montañas,
    los árboles frutales y los cedros;
10 los animales salvajes y los animales domésticos,
    los reptiles y los pájaros;
11 los reyes y las naciones de la tierra,
    los líderes y los gobernantes del mundo;
12 los hombres y las mujeres;
    los jóvenes y los viejos.
13 Alaben todos ellos el nombre del SEÑOR,
    pues su nombre está por encima de todo nombre;
    su esplendor está por sobre los cielos y la tierra.
14 Él le ha dado poder a su pueblo.
    Que todos los que le son fieles lo alaben,
    los israelitas, su pueblo cercano.

¡Aleluya!

La comunidad de los fieles alaba al Señor

¡Aleluya!

Canten al SEÑOR una canción nueva;
    alábenlo en la comunidad de los fieles.
Israel, alégrate por tu Creador.
    Habitantes de Sion, alégrense con su Rey.
Que alaben a Dios con danzas y bellas melodías,
    al ritmo de panderos e instrumentos de cuerda.

El SEÑOR es feliz con su pueblo;
    les da a los humildes el honor de la victoria.
Que se alegren los fieles por su gloria;
    que hasta en su cama griten de alegría.
Que salgan de su garganta alabanzas a Dios;
    y tengan en su mano una espada de dos filos,
para vengarse de los pueblos
    y castigar a las naciones,
para encadenar a los reyes
    y a los poderosos con grillos de hierro.
Que los castiguen tal como Dios lo ordenó.
    Es un honor para todos sus fieles.

¡Aleluya!

Toda la orquesta alaba a Dios

¡Aleluya!

Alaben a Dios en su templo;
    alábenlo en su firmamento poderoso.
Alaben a Dios por sus grandes obras;
    alábenlo por su tremenda grandeza.
Alábenlo con sonido de trompetas;
    alábenlo con arpa y lira.
Alaben a Dios con panderos y danzas;
    con flautas e instrumentos de cuerda.
Alaben a Dios con platillos sonoros;
    con platillos resonantes.
Que todo lo que respira alabe al SEÑOR.

¡Aleluya!

Introducción

Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:

para aprender sabiduría y disciplina;
    para comprender discursos inteligentes;
para adquirir instrucción y prudencia,
    honestidad, justicia y equidad;
para volver sagaces a los inexpertos;
    y dar a los jóvenes conocimiento y prudencia.
El sabio que los escuche será más sabio;
    y el inteligente será más hábil;
se entenderán los dichos y el lenguaje figurado,
    las palabras de los sabios y sus enigmas.

Respetar al SEÑOR es el principio de la sabiduría;
    los tontos desprecian la sabiduría y la disciplina.

Di no a las pandillas

Hijo mío, escucha a tu papá cuando te corrige
    y no ignores lo que te enseña tu mamá,
porque eso adornará tu cabeza
    como una corona o como un collar.

10 Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte,
    no te dejes convencer.
11 Si te dicen: «Ven con nosotros, escondámonos,
    esperemos que pase algún inocente
    y démonos luego el gusto de matarlo.
12 Devorémoslo entero como se traga el lugar de los muertos[h] a la gente,
    como les pasa a los que bajan al sepulcro.
13 Conseguiremos toda clase de riquezas,
    llenaremos nuestras casas con lo que nos robemos.
14 Decídete ya e ingresa a nuestra pandilla,
    haremos un fondo común entre todos».

15 Pero tú, no andes con esa gente, hijo mío;
    no se te ocurra andar en sus malos caminos,
16 porque ellos corren rápidamente a hacer lo malo;
    tienen prisa por matar a alguien.
17 De nada sirve tender una red
    cuando los pájaros están mirando,
18 pero ellos ponen su vida en peligro
    y se tienden ellos mismos una trampa.
19 En eso acaban los codiciosos,
    los mata su propia avaricia.

La sabiduría hace oír su voz

20 La sabiduría[i] grita en las calles,
    levanta su voz en las plazas
21 y clama en las esquinas llenas de gente;
    cerca de las puertas de la ciudad argumenta:
22 «¿Hasta cuándo, ignorantes,
    seguirán amando la torpeza?
¿Hasta cuándo los burlones
    seguirán felices de hacer tonterías?
¿Hasta cuándo los brutos
    seguirán odiando el saber?
23 Hagan caso a mi corrección,
    y yo derramaré mi espíritu sobre ustedes;
    les daré a conocer mis pensamientos.
24 Yo los llamé, pero ustedes no me atendieron;
    les ofrecí mi mano, pero no me hicieron caso.
25 Ustedes rechazaron mis consejos,
    se negaron a aceptar mi corrección.
26 Por eso también yo me reiré de ustedes cuando les lleguen las dificultades;
    disfrutaré viéndolos todos atemorizados,
27 cuando les llegue como una tormenta lo que tanto temen,
    y la desgracia los agarre como un torbellino.

28 »Entonces me llamarán, pero yo no responderé.
    Me buscarán al amanecer, pero no me encontrarán;
29 porque odiaron el conocimiento,
    se negaron a respetar al SEÑOR.
30 No quisieron escuchar mis consejos
    y no hicieron caso a mis correcciones,
31 así que tendrán que comer del fruto de sus acciones
    y quedar hartos de sus propias maquinaciones.
32 Los tontos mueren porque se niegan a seguir la sabiduría;
    los ricos son felices siguiendo su forma insensata de obrar, y eso los destruye.
33 En cambio, el que me obedece vivirá tranquilo,
    seguro y sin temer ninguna desgracia».

Hazle caso a la sabiduría

Hijo mío, acepta lo que te digo
    y ten siempre presente mis mandamientos.
Presta atención a la sabiduría
    y conságrate de todo corazón a la inteligencia.
Llama con todas tus fuerzas a la inteligencia
    y pide a gritos entendimiento.
Busca la sabiduría como si fuera plata,
    como si fuera un tesoro escondido.
Entonces aprenderás a respetar al SEÑOR,
    y sabrás lo que es conocer a Dios.
Porque el SEÑOR es el que da la sabiduría;
    el conocimiento y la ciencia brotan de sus labios.
Él da sabiduría a la gente que es justa con los demás,
    y protege a los que viven honestamente;
cuida el camino de los justos
    y protege la senda de los que le son fieles.
También comprenderás lo que es la justicia,
    la honestidad y la igualdad, y todo buen camino.
10 La sabiduría entrará en tu corazón,
    y te gustará el conocimiento.

11 La prudencia te protegerá,
    y el entendimiento te cuidará.
12 La prudencia te pondrá a salvo de la mala vida,
    de los que tergiversan todo con sus palabras;
13 de los que se apartan del buen camino
    para andar por caminos tenebrosos;
14 de los que se alegran de hacer el mal
    y festejan cuando el perverso todo lo echa a perder;
15 de los que andan por caminos torcidos
    y se desvían del camino recto.

16 La sabiduría te librará de la mujer ajena,
    de la extraña de palabras seductoras,
17 que se casó cuando era joven, pero abandonó a su marido,
    olvidándose de su compromiso con Dios.
18 Irse con ella a su casa es como ir a la muerte;
    si la sigues, te llevará a la tumba.
19 Los que se enredan con ella no regresarán,
    ni alcanzarán los caminos de la vida.

20 Así que sigue el camino de la gente buena
    y recorre el sendero de los justos,
21 pues la gente honesta habitará en la tierra
    y la gente intachable permanecerá en ella.
22 En cambio, los perversos serán exterminados de la tierra,
    y los traidores serán arrancados de ella.

Confía en Dios

Hijo mío, no olvides mis enseñanzas;
    y ten en mente mis mandamientos,
porque alargarán tu existencia
    y te darán años de vida y paz.
Que el fiel amor y la lealtad nunca te abandonen.
    Átalos a tu cuello, escríbelos en tu corazón,
así recibirás la aprobación y el aprecio
    de Dios y de la gente.

Confía en el SEÑOR totalmente,
    no en tu propia sabiduría.
Ten en cuenta a Dios en todo lo que hagas,
    y él te ayudará a vivir rectamente.
No te creas más sabio que los demás;
    respeta al SEÑOR y aléjate del mal,
pues eso será como medicina para tu cuerpo
    y como un refresco para tus huesos.

Honra al SEÑOR con tus riquezas
    y con los primeros frutos de tus cosechas,
10 así estarán repletos tus graneros
    y rebosantes tus depósitos de vino.

11 Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR,
    ni te enojes por sus reprensiones,
12 porque el SEÑOR disciplina al que ama,
    como un papá al hijo que quiere.

La sabiduría tiene valor

13 Afortunado el que halla sabiduría,
    el que adquiere inteligencia;
14 porque ellas dan más ganancias que la plata
    y rinden más beneficios que el oro.
15 Valen mucho más que las piedras preciosas;
    nada de lo que puedas desear se les puede comparar.
16 Con la mano derecha ofrecen larga vida,
    y con la izquierda, riquezas y honor.
17 Sus caminos son agradables,
    y pacíficos todos sus senderos.
18 La sabiduría es árbol de vida para los que la consiguen;
    qué afortunados son los que la retienen.

19 El SEÑOR fundó la tierra con sabiduría,
    estableció los cielos con inteligencia.
20 Con su conocimiento hizo separar los mares
    y que las nubes produjeran rocío.

Cómo relacionarse con los demás

21 Hijo mío, conserva el buen juicio
    y no pierdas de vista la discreción.
22 Serán fuente de vida para ti;
    te adornarán como un collar.
23 Podrás recorrer seguro tu camino
    y nunca tropezarás.
24 Cuando te acuestes no tendrás miedo,
    pues te acostarás y dormirás tranquilo.
25 No tendrás miedo de los desastres repentinos
    ni de la ruina que les sobreviene a los perversos,
26 porque el SEÑOR te dará confianza
    y te librará de caer en alguna trampa.

27 Si puedes hacer un favor a quien lo necesite,
    no te niegues.
28 No le digas a ningún semejante:
    «Hoy no puedo, vuelve mañana»,
    teniendo hoy con qué ayudarlo.
29 No hagas planes contra tu semejante,
    que vive confiado junto a ti.
30 No te pelees con nadie,
    si no te ha hecho ningún mal.
31 No envidies al violento,
    ni elijas ninguno de sus caminos.
32 Porque el SEÑOR detesta al perverso,
    pero es el mejor amigo del hombre honesto.
33 El SEÑOR maldice el hogar del perverso,
    pero bendice el del justo.
34 Se burla de los burlones,
    pero es bueno con los humildes.
35 Los sabios son dignos de respeto,
    pero los brutos sólo merecen deshonor.

La importancia de la sabiduría

Hijos míos, escuchen las enseñanzas de su papá;
    presten atención para que adquieran inteligencia,
porque lo que yo les enseño es bueno e importante,
    así que nunca olviden mis enseñanzas.
Yo también fui joven;
    era el pequeño de papá y el hijo querido de mamá.
Mi papá me enseñaba y me decía:
    «Recuerda lo que te digo,
    obedece mis mandamientos y vivirás.
Consigue sabiduría y entendimiento;
    no olvides mis palabras
    y sigue siempre mis enseñanzas.
No te alejes de la sabiduría,
    pues ella te protegerá;
    ama la sabiduría y ella cuidará de ti».

El primer paso para ser sabio es tomar la decisión de adquirir sabiduría.
    Así que usa todo lo que tengas para obtener sabiduría y la conseguirás.
Ama la sabiduría y ella te engrandecerá;
    haz que ella sea lo más importante y te dará honor.
Ella adornará tu cabeza con una corona hermosa
    y la rodeará con una diadema gloriosa.

Anda por el camino de la sabiduría

10 Hijo, escúchame,
    haz lo que te digo y tendrás larga vida.
11 Te conduzco por el camino de la sabiduría,
    te guío por el camino correcto.
12 Sigue ese camino y tus pies no caerán en ninguna trampa;
    aun cuando corras, no caerás.
13 Recuerda siempre estas lecciones y no las olvides nunca,
    porque ellas son tu vida.
14 No sigas el camino de los perversos,
    ni trates de ser como ellos.
15 Aléjate del mal, no te acerques a él;
    pasa de largo y no te detengas.
16 Los perversos no descansan hasta hacer el mal
    y no pueden dormir hasta que no le hacen daño a alguien.
17 Su comida es la maldad
    y su bebida la violencia.
18 El camino de los justos es como la luz del amanecer,
    que cada vez brilla más hasta que se hace de día.
19 En cambio, el camino de los perversos es como las tinieblas;
    no saben con qué tropiezan.

20 Hijo mío, presta atención a lo que te digo
    y escucha atentamente mis palabras.
21 No las pierdas de vista,
    tenlas siempre presente.
22 Ellas dan vida a los que las escuchan;
    son como la salud para el cuerpo.
23 Ante todo, cuida tus pensamientos
    porque ellos controlan tu vida.
24 No permitas que salgan falsedades de tu boca
    ni que tus labios digan mentiras.
25 Mira siempre hacia adelante,
    fija tu mirada en lo que está frente a ti.
26 Fíjate bien dónde pones los pies
    y todos tus caminos serán seguros.
27 No te desvíes a ningún lado,
    aparta tu pie de la maldad.

El peligro de la inmoralidad sexual

Hijo mío, presta atención a mi sabiduría
    y escucha atentamente mis consejos.
Así tendrás prudencia
    y cuidarás bien tus palabras.
Si la mujer de otro habla con voz dulce
    y su lengua es más suave que el aceite,
al final, ella sólo te traerá amargura y dolor,
    será más cortante que una espada de dos filos.
Ella te conduce por un camino que lleva a la muerte;
    sus pasos van directamente al sepulcro.
A ella no le interesa el camino de la vida,
    ni tiene conciencia de que va por el mal camino.

Ahora pues, hijos míos, escúchenme,
    obedezcan mis palabras.
Aléjate de la mujer que comete adulterio;
    ni siquiera te acerques a la puerta de su casa,
para que no seas avergonzado
    ni algún extraño se quede con lo que trabajaste durante años;
10 para que ningún extraño se llene con tus bienes,
    ni vaya a parar a casa ajena el fruto de tu trabajo.
11 Al final de tu vida, estarás triste por haber arruinado tu salud
    y por haber perdido todo lo que tenías.

12 Entonces dirás: «¿Por qué no escuché a mis padres?
    ¿Por qué no escuché a mis maestros?
13 Me negué a ser disciplinado,
    me negué a ser corregido.
14 Ahora sufro casi la ruina total
    y soy juzgado ante toda la comunidad».

15 Bebe sólo el agua de tu propia fuente
    y no permitas que tu agua se derrame por las calles.[j]
16 No te conviertas en papá
    de niños nacidos fuera de tu hogar.
17 No tengas hijos que otros van a criar;
    ellos deben pertenecerte sólo a ti.
18 Así que sé feliz con tu esposa,
    disfruta a la mujer con la que te casaste de joven;
19 hermosa cervatilla, gacela encantadora.
    Que sus senos te satisfagan por completo,
    que su amor te apasione para siempre.
20 ¿Por qué, hijo mío, dejarte seducir por la mujer de otro?
    ¿Por qué abrazar el seno de la extraña?

21 El SEÑOR está atento a lo que hace
    cada hombre y observa por dónde anda.
22 El perverso quedará atrapado en su propia maldad;
    su pecado será como sogas que lo atrapan.
23 Su falta de disciplina lo llevará a la muerte,
    su insensatez acabará con él.

Los peligros de ser fiador

Hijo mío, si te has hecho fiador de tu amigo,
    o te has hecho responsable de la deuda de un extraño,
te comprometiste al dar tu palabra,
    tus propias palabras te atraparon.
Como quedaste en manos de otro, hijo mío,
    haz esto para librarte:
    corre, humíllate y acosa a tu semejante.
No des sueño a tus ojos,
    ni te des un respiro;
escapa de esa trampa como un venado escapa de su cazador,
    como un ave escapa de su jaula.

Los peligros de la pereza

Perezoso, sigue el ejemplo de la hormiga;
    mira lo que hace y aprende de ella.
La hormiga no tiene quién la mande,
    ni jefe ni líder.
Sin embargo, durante el verano reúne todo su alimento;
    guarda su comida en la cosecha.
Perezoso, ¿cuánto tiempo permanecerás allí acostado?
    ¿Cuándo te levantarás?
10 El perezoso dice: «Necesito una siesta,
    me acostaré por un rato».
11 Así te llegará la pobreza,
    como si un ladrón hubiera venido y se hubiera llevado todo.

No te busques problemas

12 El perverso y despreciable anda siempre
    diciendo mentiras;
13 guiña los ojos, hace señas con los pies
    y señala con los dedos.
14 Todo el tiempo está planeando hacer el mal
    y arma líos en todas partes.
15 Pero de repente, el desastre vendrá sobre él
    y será destruido sin remedio.

Esto no le gusta al Señor

16 El SEÑOR odia seis cosas;
    mejor dicho, hay siete que él detesta:
17     los ojos orgullosos,
    la lengua mentirosa,
    las manos que matan gente inocente,
18     el corazón que planea hacer el mal,
    los pies que corren a hacer maldades,
19     el falso testigo que dice mentiras
    y el que causa problemas entre hermanos.

Advertencia contra la inmoralidad sexual

20 Hijo mío, escucha el mandamiento de tu papá
    y no ignores la enseñanza de tu mamá,
21 átalos a tu cuello,
    escríbelos en tu corazón,
22 te guiarán por donde quiera que vayas,
    te cuidarán cuando duermas
    y te hablarán cuando despiertes.
23 El mandamiento es una lámpara,
    la enseñanza es una luz
y la reprensión que disciplina
    es el camino que lleva a la vida.
24 Te protegerán de la mujer mala,
    de la mujer de otro y de su lengua que seduce.
25 No dejes que su belleza haga que tu corazón arda en deseos por ella;
    no te dejes cautivar por sus miradas.
26 La prostituta puede costar una porción de pan,
    pero la mujer de otro hombre puede costarte la vida.
27 ¿Puede alguien echarse fuego en el pecho
    sin quemarse la ropa?
28 ¿Caminar sobre las brasas
    sin quemarse los pies?
29 Pues lo mismo sucede con quien se acuesta con la mujer de otro,
    no se librará de sufrir las consecuencias.

30 No se desprecia a un ladrón que roba
    para calmar el hambre,
31 pero si lo atrapan, lo harán pagar siete veces lo que se robó,
    aunque tenga que dar todo lo que tiene.
32 Pero el que se acuesta con la mujer de otro es un torpe,
    se destruye a sí mismo.
33 Tendrá que soportar golpes y vergüenza,
    y no podrá borrar su deshonor.
34 Es que el hombre celoso es como un fuego,
    y no perdonará en el momento de la venganza;
35 no aceptará ningún pago,
    ni se contentará con muchos regalos.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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