Bible in 90 Days
Habla Bildad
8 Entonces, Bildad de Súah respondió:
2 «¿Hasta cuándo vas a seguir diciendo todo esto?
¿Cuánto tiempo más vas a continuar hablando como si tu boca fuera un huracán?
3 ¿Acaso Dios tuerce la justicia?
¿Es que el Todopoderoso cambia el derecho?
4 Si tus hijos pecaron contra Dios,
él les dio el castigo que se merecían conforme a su pecado.
5 Job, si buscaras a Dios diligentemente,
si le suplicaras misericordia al Todopoderoso
6 y fueras intachable e íntegro,
entonces él velaría por ti.
Él restauraría tu hogar que con justicia mereces.
7 Tu bienestar anterior no es nada
comparado con lo que tendrás en el futuro.
8 »Pregúntales a las generaciones anteriores
y aprende todo lo que puedas de tus antepasados.
9 Pues nosotros no somos más que recién llegados, y no sabemos nada.
Nuestra vida en la tierra es como una sombra.
10 ¿No te enseñan ellos?
¿No hablan contigo?
¿No salen de ellos enseñanzas producto de su entendimiento?
11 ¿Se da el papiro donde no hay pantano?
¿Se da el junco donde no hay agua?
12 Ellos se marchitan antes que las otras plantas, aun estando todavía verdes
y sin que nadie los haya cortado.
13 Es igual con la vida de aquellos que se olvidan de Dios;
la esperanza del que no confía en Dios será destruida.
14 Ellos no ponen su confianza en lo que debieran,
y su seguridad no tiene más fortaleza que una telaraña.
15 Si se recuesta sobre su casa,
la casa no se mantiene firme.
16 Él es como una planta bien regada a la luz del sol,
y sus retoños se esparcen en el jardín.
17 Enreda sus raíces alrededor de un montón de piedras,
y penetra las piedras de la casa.
18 Pero si la planta es arrancada de su lugar,
entonces ese sitio la desconoce
y dice: “Jamás te he visto”.
19 Pero en cuanto a la planta, su existencia es feliz[a]
porque del polvo brotarán otras en su lugar.
20 »Dios no abandona al hombre íntegro,
ni brinda ayuda a los perversos.
21 Él te hará reír
y cantar de alegría.
22 Pero a tus enemigos los cubrirá de vergüenza,
y la carpa donde habitan los malos desaparecerá».
Job responde
9 Entonces Job respondió:
2 «Sí, yo sé que es así como tú dices.
Pero ¿cómo puede un hombre ganarle un juicio a Dios?
3 El que se atreviera a discutir con él,
no tendría argumentos para rebatirle ni un tema entre mil.
4 Dios es muy sabio y su poder es muy grande.
¿Quién se ha enfrentado a él sin salir lastimado?
5 Dios mueve las montañas cuando está enojado
y ellas ni siquiera se dan cuenta.
6 Él es quien hace temblar la tierra
y sacude sus cimientos.
7 Dios puede ordenarle al sol que no salga.
Él les pone un sello[b] a las estrellas.
8 Dios extendió los cielos por sí solo
y camina sobre la espalda del monstruo marino.
9 »Dios creó la Osa Mayor, el Orión,
las Pléyades[c] y las Bodegas del Sur[d].
10 Él hace grandes maravillas,
cosas que la gente no puede entender.
Las maravillas de Dios son innumerables.
11 Dios pasa por mi lado y no puedo verlo.
Se mueve junto a mí y no me doy cuenta.
12 Si él se lleva algo, ¿quién puede detenerlo?
¿Quién le pedirá cuentas de lo que él hace?
13 Dios no contendrá su ira.
Incluso los ayudantes de Rahab se postran ante Dios.
14 Así que, ¿cómo me voy a poner yo a discutir con él?
No sabría qué decirle.
15 Aunque soy inocente, no puedo darle una respuesta;
todo lo que puedo hacer es rogarle a mi juez que tenga compasión de mí.
16 Aunque lo llamara y él me respondiera,
no creo que me prestaría atención.
17 Dios es quien me aplasta con una tormenta.
Me hiere una y otra vez sin motivo alguno.
18 No me deja recobrar el aliento,
sino que me llena de amarguras.
19 Si se trata de poder,
él es más fuerte.
Si se trata de justicia,
¿quién es capaz de ponerle una demanda?
20 Aunque sea inocente, mis palabras me condenarían.
Aunque sea intachable, él me declararía culpable.
21 Soy íntegro, pero ya no me importa;
odio mi vida.
22 »Por eso digo que todo da igual.
Dios destruye tanto al perfecto como al malo.
23 Cuando llega un desastre y súbitamente trae la muerte,
él se burla de las pruebas que tiene que pasar el inocente.
24 La tierra ha sido puesta en manos del malo.
Dios puso un velo en el rostro de los jueces.
Si no es Dios, ¿entonces quién?
25 Mis días pasan más rápido que un corredor veloz.
Vuelan y no hay felicidad en ellos.
26 Pasan como barcas de papiro,
como águila que cae sobre su presa.
27 Si dijera: “Olvidaré mi lamento,
me pintaré una sonrisa en el rostro”,
28 seguiría atemorizado con todo lo que sufro;
sé que tú no me consideras inocente.
29 Ya que soy un perverso,
¿para qué esforzarme inútilmente?
30 Aunque me lavara con jabón
y me limpiara las manos con lejía,
31 tú me hundirías en el barro,
y yo le daría asco hasta a mi propia ropa.
32 »Porque Dios no es un ser humano como yo,
a quien yo pueda responder en un tribunal a sus acusaciones.
33 No hay quien sirva de mediador entre los dos,
no hay quien pueda con su autoridad,
no hay quien pueda decidir entre nosotros.
34 No hay quien pueda quitarle a Dios su vara de castigo de encima mío,
para que no me aterrorice más.
35 Entonces podría yo hablar sin tenerle miedo,
pero en este estado no puedo.
10 »Odio mi vida,
voy a soltar todas mis quejas
y daré rienda suelta a mi dolor.
2 Le diré a Dios: “No me condenes;
dime, ¿de qué me acusas?
3 ¿Qué sacas con perseguir y rechazar lo que tú mismo creaste?
¿Qué provecho tiene apoyar los planes de los perversos?
4 ¿Tienes ojos como los humanos?
¿Ves las cosas como las ve el ser humano?
5 ¿Es tu existencia como la de un ser humano?
¿Es tu vida tan corta como la nuestra?
6 Lo digo porque tú me examinas buscando mi maldad
y averiguando por mi pecado.
7 Aunque sabes que no he hecho nada malo,
no hay manera de escapar de ti.
8 »”Tus manos me formaron, me crearon,
pero ahora ellas mismas quieren acabar conmigo.
9 Te ruego que recuerdes que me hiciste de arcilla.
¿Y ahora me devuelves al polvo otra vez?
10 ¿No me vertiste como se vierte la leche
y me cuajaste como se cuaja el queso?
11 Tú me vestiste de carne y piel,
y me formaste con huesos y músculos.
12 Tú me diste vida y afecto;
protegiste con cuidado mi espíritu.
13 Pero ahora veo tus intenciones,
tenías este plan secreto:
14 Si yo pecaba, tú estarías vigilándome
para poder castigarme por mis errores.
15 Si peco, pobre de mí;
pero aunque sea declarado inocente,
no podré levantar la cabeza.
Estoy repleto de aflicción
y ahogado de humillación.
16 Si me sintiera orgulloso,
tú me derribarías como a un león
y demostrarías tu poder a costa mía.
17 Siempre encuentras la manera de demostrar que soy culpable.
Una y otra vez muestras tu ira contra mí;
envías ejércitos y tropas de relevo contra mí.
18 »”¿Por qué dejaste que yo naciera?
Debí haber muerto y que nadie me hubiera visto.
19 Debí haber sido como el que nunca existió,
haber ido del vientre a la tumba.
20 ¿No me quedan pocos días?
Entonces déjame en paz para que encuentre algún alivio
21 antes de irme para no volver.
Iré al país tenebroso y de sombra de muerte,
22 tan negro como las tinieblas de sombra de muerte.
País de caos, donde hasta su misma luz es profunda oscuridad”».
Habla Zofar
11 Entonces Zofar de Namat respondió:
2 «¿Es que tantas palabras van a quedar sin respuesta?
¿Acaso por hablar mucho se ha de tener razón?
3 ¿Crees que toda esa palabrería dejó a todo el mundo callado?
¿Crees que cuando te burlas no hay quien te ponga en tu lugar?
4 Tú dices: “Mi razonamiento es correcto,
y puedes ver que soy puro”.
5 Quisiera que Dios hablara,
que abriera su boca para responderte.
6 Él te contaría los secretos de la sabiduría,
porque la sabiduría tiene muchas facetas.
Tienes que entender que Dios no te ha dado
todo el castigo que mereces.
7 »¿Puedes tú descubrir los misterios de Dios?
¿Puedes alcanzar la perfección del conocimiento del Todopoderoso?
8 Es más alta que los cielos,
¿qué puedes hacer tú?
Es más profunda que el lugar de los muertos,
¿qué puedes saber tú?
9 La sabiduría de Dios es más extensa que la tierra
y más ancha que el mar.
10 »Si él pasa, te aprisiona y lleva a juicio,
¿quién puede impedírselo?
11 Porque él conoce a la gente sin entrañas.
¿Se va él a olvidar del mal que ve?
12 Cuando la cría de un asno salvaje nazca humana,
ese día el insensato va a tener entendimiento.
13 Si tú encaminas tu mente
y extiendes las manos hacia él,
14 si apartas de ti el mal
y no dejas habitar el delito en tus carpas,
15 con toda seguridad que levantarás tu rostro sin tacha,
estarás seguro y libre de temor.
16 Olvidarás tu calamidad
y su recuerdo será como agua que se ha ido.
17 Tu vida brillará más que el sol de mediodía;
tus momentos difíciles serán como luz de la mañana.
18 Vivirás confiado, porque tendrás esperanza.
Aun cuando tengas problemas, dormirás tranquilo.
19 Nadie perturbará tu sueño.
Muchos vendrán a pedirte ayuda.
20 Pero los ojos de los malos se cansarán de buscar ayuda;
no encontrarán refugio,
su esperanza morirá con ellos».
Job responde
12 Entonces Job respondió:
2 «Ustedes son gente importante;
no hay duda de que al morir ustedes, morirá la sabiduría.
3 Pero al igual que ustedes, yo también puedo pensar,
y no me les quedo atrás.
¿Quién que tenga dos dedos de frente ignora todo eso que ustedes dicen?
4 »Me he convertido en objeto de la burla de mis amigos.
Yo que antes llamaba a Dios y él me respondía.
Yo, un hombre bueno e inocente,
ahora me he convertido en un chiste.
5 El que está bien económicamente,
se burla de los que sufren;
dice: “Al caído hay que caerle”.
6 Pero todo está tranquilo en los hogares de los violentos,
de los que ofenden a Dios,
de los que creen que pueden manipularlo.
7 »Pero ustedes dicen: “Pregúntales a los animales para que te enseñen;
a los pájaros del cielo para que te cuenten.
8 Habla con la tierra y aprenderás;
y con los peces del mar y ellos te lo enseñarán también.
9 ¿Cuál de todas esas criaturas no sabe
que la mano del SEÑOR ha hecho esto?
10 La vida de todo ser viviente está en manos de Dios.
Dependen de él a cada momento para que les dé su aliento.
11 ¿Acaso el oído no diferencia las palabras
y el paladar no saborea la comida?
12 La sabiduría llega con la edad
y el entendimiento con la larga vida”.
13 »Pero la sabiduría y el poder pertenecen a Dios.
El buen consejo y el entendimiento son suyos.
14 En verdad, lo que él destruye no se puede reconstruir.
Al que Dios encierra, nadie lo puede liberar.
15 Ciertamente, si él retiene la lluvia, llega la sequía;
si la libera, todo se inunda.
16 Él tiene poder y sabiduría;
tiene en sus manos al engañado y al engañador.
17 Es capaz de quitarles la habilidad a los expertos
y hacer quedar como unos tontos a los jueces.
18 Les quita el poder a los reyes
y les ata una soga a la espalda.
19 Deja en la ruina a los sacerdotes
y derriba a los poderosos.
20 Él hace que los dignos de confianza queden sin saber qué decir,
y les quita el buen juicio a los ancianos.
21 Derrama el ridículo sobre los nobles
y le hace perder el vigor al fuerte.
22 Él revela los secretos más profundos
y hace salir a la luz cosas oscuras.
23 Él provoca el auge y la caída de las naciones;
extiende sus fronteras y luego las lleva a la destrucción.
24 Él les quita la inteligencia a los líderes del mundo;
los hace perder el rumbo y adentrarse en el caos.
25 Vagan a ciegas y sin rumbo por la oscuridad.
Dios hace que anden tambaleándose como borrachos.
13 »En verdad mis ojos han visto todo eso;
lo he escuchado antes y lo comprendo.
2 Conozco tanto como ustedes,
no soy menos que ustedes.
3 Pero quisiera hablar con el Todopoderoso,
prefiero discutir de estos asuntos con Dios.
4 Es que ustedes son unos charlatanes;
médicos de enfermedades imaginarias.
5 Si ustedes quieren parecer sabios,
mejor cállense la boca.
6 »Déjenme exponer mi caso,
presten atención a los argumentos que voy a presentar.
7 ¿Van a defender la causa de Dios
basados en mentiras y falsedades?
8 ¿Es esa la forma imparcial de luchar a favor de Dios
y de actuar como sus abogados?
9 ¿Les parecería bien que Dios descubriera que ustedes se burlan de él
como quien se burla de un ser humano?
10 Sin duda los reprobará
si en secreto tratan de inclinar la balanza a favor de él.
11 ¿No los atemoriza la grandeza de Dios?
¿No temen el castigo de Dios?
12 Sus argumentos son tan valiosos como la ceniza.
Sus respuestas tienen tanta fortaleza como los escudos de barro.
13 Cállense y déjenme hablar;
y luego que suceda lo que suceda.
14 ¿Por qué arriesgo el pellejo
y me la juego toda?
15 Dios puede acabar conmigo,
así que no tengo otra esperanza que defenderme frente a frente.
16 Y si aun así él decide dejarme con vida,
será porque no soy malo,
ya que el perverso no puede acercarse a él.
17 »Escuchen cuidadosamente mi declaración
y presten atención a lo que voy a decir.
18 He preparado muy bien mi defensa.
Estoy convencido de mi inocencia y sé que seré absuelto.
19 ¿Quién tiene de qué acusarme?
Porque siendo así, yo callaría y moriría.
20 No obstante, dos favores te pido
y así no me esconderé de ti.
21 Deja de aplastarme;
no me atemorices más.
22 Háblame y yo te responderé,
o deja que yo te hable y respóndeme.
23 ¿Cuáles son mis pecados y mis crímenes?
¿Dame a conocer mi error y mi pecado?
24 ¿Por qué te escondes de mí
y me tratas como a un enemigo?
25 ¿Te vas a poner a estremecer a una hoja que se lleva el viento?
¿Vas a perseguir una paja seca?
26 Te lo digo porque has decidido cosas terribles en contra mía.
Me haces sufrir para que pague mis errores de juventud.
27 Has puesto cadenas en mis pies
y restringes todos mis movimientos.
Sigues todas mis huellas.
28 Soy un hombre que se deshace como algo que se va pudriendo;
como ropa comida por la polilla.
14 »La vida de un ser humano[e]
es muy corta y llena de amarguras.
2 Es como una flor, brota y se marchita;
como una sombra que pasa y desaparece.
3 Y aun así tú te fijas en ella
y me llevas a juicio.
4 ¿Quién puede purificar lo que está corrupto?
Nadie, por cierto.
5 Es que la vida del ser humano tiene un límite
y tú conoces su duración.
Eres tú quien fijaste ese límite
y por eso no puede cambiarse.
6 Entonces aparta tu vista de él
y déjalo que viva su vida hasta que termine,
como termina un empleado su jornada de trabajo.
7 »Hay esperanza para un árbol que ha sido cortado;
puede retoñar nuevamente y echar renuevos.
8 Sus raíces pueden envejecer en la tierra
y su tronco puede secarse,
9 pero con sólo sentir el agua crecerá de nuevo
y le nacerán ramas nuevas.
10 El hombre muere aunque sea poderoso.
El ser humano se enferma y deja de existir.
Si es así, ¿dónde queda el hombre poderoso?
11 Así como se evapora el agua de los lagos
y los ríos se secan por completo,
12 así un hombre muerto
nunca volverá a vivir.
Primero se acabarán los cielos,
antes de que los muertos despierten
y se levanten de su sueño.
13 »Cuánto diera porque tú me ocultaras en el lugar de los muertos;
que me escondieras ahí mientras te pasa el enojo;
que fijaras una fecha para después acordarte de mí.
14 Si un hombre muere, ¿volverá a vivir?
Yo esperaría todo el tiempo de mi vida en la tierra hasta que llegara mi resurrección.
15 Llamarías y yo respondería;
desearías ver la obra de tus manos.
16 En verdad me protegerías
y no estarías pendiente de mi pecado.
17 Mi pecado quedaría como un bulto en un costal
y tú borrarías el mal que hice.
18 Sin embargo, al igual que se derrumba la montaña
y la roca se desprende de su lugar,
19 al igual que el agua vuelve polvo las piedras
y la corriente se lleva el polvo de la tierra,
de igual manera tú destruyes la esperanza del ser humano.
20 Usas tu poder avasallador para acabar por completo con el ser humano,
y él perece definitivamente.
Una vez que cambias su rostro,
lo envías lejos.
21 Si sus hijos tienen éxito en la vida, nunca se enterará de ello.
Si sus hijos se equivocan, no se dará cuenta.
22 Está envuelto en su propio dolor,
sólo alcanza gemir su propia desgracia».
Elifaz habla otra vez
15 Entonces Elifaz de Temán respondió:
2 «Un sabio no respondería con un viento tan absurdo;
no llenaría el abdomen con tanto aire caliente.
3 ¿Discutiría basado en tonterías
y palabras sin provecho?
4 Tú no le das ningún valor al respeto que se le debe a Dios
y no le das importancia a meditar en su presencia.
5 Tus palabras son motivadas por tu pecado,
y disfrutas engañando a la gente con tu palabrería.
6 Tus palabras te condenan, no yo;
lo que tú mismo dices habla en tu contra.
7 »¿Crees que fuiste el primer ser humano?
¿Acaso naciste antes que las montañas?
8 ¿Has escuchado las reuniones del consejo de Dios?
¿Crees que eres el único que puede ser sabio?
9 ¿Qué sabes tú que nosotros no sepamos?
¿Qué entiendes tú que nosotros no entendamos?
10 Hay quien tiene canas entre nosotros,
uno que es mucho más viejo que tu papá.
11 ¿Te parecen poco el consuelo que Dios mismo te brinda
y las palabras amables?
12 ¿Por qué te extravían tus pensamientos?
¿Por qué esos ojos tan arrogantes?
13 ¿Por qué descargas tu ira contra Dios?
¿Por qué salen esas acusaciones de tus labios?
14 ¿Es acaso intachable algún ser humano?
¿Es que alguien nacido de mujer puede estar libre de culpa?
15 Dios no confía ni en sus propios ángeles[f].
A los ojos de Dios ni siquiera los cielos son puros,
16 con menos razón el ser humano,
un ser corrupto y abominable,
que bebe la maldad como si fuera agua.
17 »Escúchame, voy a explicarte lo que quiero decir.
Soy testigo de ello y te lo voy a contar.
18 Es algo que los sabios han relatado
y que no era un secreto para sus antepasados.
19 Sólo a ellos les dieron la tierra,
no había extranjero entre ellos.
20 El perverso sufre toda la vida, se retuerce de dolor.
Los días del tirano están contados.
21 Escucha voces aterradoras.
En medio de su prosperidad llegará quien los arruine.
22 No está seguro de volver de las tinieblas
y está destinado a morir en batalla.
23 Vaga buscando pan sin encontrarlo;
sabe que le esperan tiempos difíciles.
24 Le aterran la ansiedad y la angustia
que le asaltan como un rey listo para atacar.
25 Porque ha levantado la mano contra Dios
y se ha envalentonado frente a él.
26 Con cuello erguido se ha enfrentado a Dios,
usando la parte más gruesa y fuerte de su escudo.
27 »Aunque le aumenten las riquezas,
esté rozagante y le haya ido muy bien,
28 vivirá en pueblos fantasmas,
en casas abandonadas y derruidas.
29 Por tanto, la riqueza no le durará mucho
e irá perdiendo influencia.
Sus posesiones no cubrirán la tierra.
30 No podrá escapar de la oscuridad.
El fuego acabará con sus ramas
y será arrastrado por el soplo de su boca.
31 Que no confíe en lo que no tiene valor
porque de ahí no va a sacar nada.
32 Recibirá todo su merecido, antes de lo que se espera,
y sus ramas no reverdecerán.
33 Será como un viñedo que sacude sus uvas sin madurar;
como un olivo que deja caer su flor.
34 Porque la compañía de la gente perversa no produce nada bueno.
Los hogares de los que sobornan serán consumidos por el fuego.
35 Ellos traman maldades y producen dolor.
Su vientre concibe engaño».
Job responde
16 Entonces Job respondió:
2 «Todo eso ya lo he oído antes.
¡Vaya consuelo el que recibo de ustedes!
3 ¿A qué vienen tantas palabras sin provecho alguno?
¿Qué clase de consuelo me ofrecen?
4 Es cierto que yo también hablaría como ustedes lo hacen
si ustedes estuvieran en mi lugar.
Contra ustedes sería brillante al debatir,
pero al menos les tendría compasión.
5 Les diría algo que los animara;
con simpatía les daría esperanza.
6 »Hablo, y no se aleja el dolor.
Pero si me callo, ¿de qué me libraría?
7 Ahora él me tiene postrado.
¿Fuiste tú quien destruyó a todos los que me rodeaban?
8 Has hecho que me acabe y debilite.
La gente piensa que estoy así porque soy culpable.
9 »Él está furioso conmigo y me hace pedazos.
Me odia y rechina los dientes contra mí.
Mi adversario me tiene entre ojos.
10 Ellos abren la boca para reírse de mí,
me corrigen a cachetadas y me apretujan.
11 »Dios me entrega en las garras de gente mala,
y me arroja para que caiga directamente en manos de los perversos.
12 Yo estaba bien, pero de repente Dios me destruyó.
Me agarró por el cuello y me rompió en mil pedazos;
me hizo su blanco.
13 Los arqueros de Dios me rodean.
Él dispara sus flechas contra mis riñones[g] sin compasión,
y riega mi bilis sobre la tierra.
14 Destruye todas mis defensas
y corre hacia mí como un soldado en batalla.
15 He cosido un costal sobre mi piel,
y he hundido la cabeza en el polvo.
16 Mi cara está roja de tanto llorar,
tengo ojeras negras y profundas,
17 aunque nunca ejercí violencia contra nadie
y mi oración es sincera.
18 »Tierra, no cubras mi sangre
ni albergues mi queja.
19 Incluso ahora, mi testigo está en el cielo,
y en las alturas hay quien me defienda.
20 Mis amigos se burlan de mí,
y mis ojos llenos de lágrimas buscan a Dios.
21 Pero él defenderá ante Dios a un ser humano,
como lo haría alguien por su amigo.
22 Porque dentro de poco me iré
y tomaré el camino sin retorno.
17 »Mi espíritu está destrozado,
mi vida se acaba,
la tumba me espera.
2 Ciertamente todos se burlan de mí,
y observo sus acciones desleales.
3 Te ruego que seas mi garante,
¿quién más podría respaldarme?
4 Tú has cerrado su mente para que no entiendan.
Por eso no los pongas en alta estima.
5 El que traiciona a sus amigos por una recompensa,
verá sufrir a sus hijos.
6 Él me ha convertido en un refrán para los pueblos
y todos me escupen a la cara.
7 Mis ojos están hinchados de tanto llorar;
todo mi cuerpo parece una sombra.
8 La gente buena sufre al ver mi condición;
el inocente se indigna ante el perverso.
9 El íntegro mantiene su recto vivir
y el libre de culpa se fortalece.
10 Pero, todos ustedes, vuelvan a atacarme,
que yo no encontraré ni un solo sabio entre ustedes.
11 Mi corazón está hecho pedazos, mi vida desapareció;
fracasaron mis planes y esperanzas.
12 Ellos llaman noche al día,
y luz a la oscuridad.
13 »Si deseo hacer del lugar de los muertos mi casa,
si tiendo mi cama en la oscuridad,
14 si le digo al sepulcro: “Tú eres mi papá”,
y al gusano: “Tú eres mi mamá o mi hermana”,
15 entonces, ¿dónde quedará mi esperanza?
¿Quién podrá verla?
16 ¿Se irá a las puertas del lugar de los muertos?
¿Bajaremos juntos al polvo?»
Bildad habla otra vez
18 Pero así respondió Bildad de Súah:
2 «¿Hasta cuándo vas a seguir hablando así?
Piensa primero y luego hablaremos.
3 ¿Por qué se nos trata como a bestias?
¿Es que nos crees estúpidos?
4 Eres tú quien se hace daño con tu enojo.
¿Es que hay que evacuar la tierra para que te quede sólo a ti?
¿Se tendrá que mover una montaña de su lugar?
5 »Es cierto que la luz del malo se apagará,
y su llama no brillará más.
6 La luz de la carpa donde habite se oscurecerá
y su lámpara se apagará.
7 Sus pasos dejarán de ser fuertes y rápidos.
Sus propios planes acabarán con él.
8 Porque sus pies pisarán una trampa,
caerá en ella y quedará atrapado.
9 La trampa lo agarrará por los pies
y se le anudará alrededor del tobillo.
10 El lazo que lo atrapa está oculto en el suelo,
esperándolo por el camino.
11 Los desastres lo aterrorizarán por todos lados
y lo acecharán a cada paso.
12 Su fuerza desaparecerá
y la calamidad está lista al lado suyo para hacerlo tropezar.
13 Su piel se consume por la enfermedad;
el hijo mayor de la muerte[h] roe su cuerpo por partes.
14 Será alejado de la seguridad de la carpa donde habita
y obligado a marchar al encuentro del rey de los terrores[i].
15 Vivirá en su carpa como si no le perteneciera.
Se esparce azufre sobre su choza.
16 Se secarán sus raíces
y sus ramas morirán.
17 Todo recuerdo de él se borrará de la tierra;
nadie hará mención de él en las calles donde vivió.
18 Será expulsado de la luz y arrojado a las tinieblas.
Lo sacarán de este mundo.
19 No tendrá hijos, no habrá descendientes de él en su nación;
en ningún lugar donde haya vivido quedará algún sobreviviente de su familia.
20 Los de occidente tendrán temor al ver lo que le sucedió;
los de oriente se llenarán de terror.
21 Ciertamente en eso va a terminar el hogar del perverso,
y eso le sucederá al que desconoce a Dios».
Job responde
19 Entonces Job respondió:
2 «¿Hasta cuándo seguirán causándome dolor
y destruyéndome con sus palabras?
3 Ya me han insultado diez veces.
No les da vergüenza; me hacen daño.
4 Aunque fuera cierto que me he extraviado,
soy yo quien recibiría el castigo.
5 Si en verdad piensan que ustedes son mejores que yo,
y usan mi desgracia como prueba contra mí,
6 entonces sepan ustedes que fue Dios el que me causó mal.
Él fue quien tendió su red para atraparme.
7 »Yo grito: “¡Auxilio, me agreden!”,
pero nadie me responde; no hay justicia.
8 Dios ha bloqueado mi camino para que no pueda pasar.
Él ha cubierto mi camino de oscuridad.
9 Me ha quitado todo mi honor
y la corona de mi cabeza.
10 Me arrastra por todas partes;
estoy acabado.
Él me arranca la esperanza
como un árbol que es arrancado de raíz.
11 Ha desatado toda su ira contra mí.
Me ha tratado como si fuera uno de sus enemigos.
12 Su ejército avanza todo junto y me bloquea el paso.
Sus tropas acampan alrededor de mi carpa.
13 »Él ha alejado de mí a mis hermanos,
y soy un completo extraño para mis mejores amigos.
14 Mis familiares se han ido
y mis amistades me han olvidado.
15 Los visitantes que llegan a mi casa
y las siervas me tratan como a un extraño.
16 Llamo a mi siervo, pero no responde.
Aunque le implore ayuda, él no me responde.
17 Mi esposa detesta mi aliento.
Les causo repulsión a mis propios hermanos.
18 Hasta los muchachos me odian;
me acerco y hablan mal de mí.
19 Mis mejores amigos me rechazan;
la gente que yo amaba se ha puesto en mi contra.
20 La piel se me pega a los huesos,
a duras penas estoy vivo.
21 »¡Tengan compasión de mí, amigos míos,
tengan compasión de mí!,
porque Dios me ha destruido.
22 ¿Por qué hacen lo mismo y me persiguen?
¿No se cansan de hacerme daño?
23 Cómo me gustaría que se escribieran mis palabras.
Cómo me gustaría que se escribieran en un libro.
24 Cómo me gustaría que se escribieran
con cincel y punzón en la roca.
25 Pero yo conozco a mi Defensor;
él vive y al final saldrá victorioso sobre los que son polvo,
26 incluso después de que se haya pelado toda mi piel;
en carne viva veré a Dios.
27 Quiero ver a Dios por mí mismo;
verlo con mis propios ojos,
y no con los ojos de alguien más;
aun cuando se me hayan agotado las fuerzas.
28 »Cuando ustedes digan: “¿De qué manera lo perseguiremos?”
y que la raíz del problema está en mí,
29 témanle a la espada,
porque la ira es un pecado digno de ser castigado.
Así entonces ustedes podrán comprobar que hay un juicio».
Zofar habla otra vez
20 Entonces Zofar de Namat respondió:
2 «En verdad, debido a esto,
mis pensamientos me motivan a responder a causa de mis sentimientos.
3 La crítica que oigo es un insulto para mí,
pero soy sabio y sé cómo responderte.
4 »¿Acaso no sabes que esto ha sido así
desde el tiempo que el hombre apareció en la tierra?
5 ¿Acaso no sabes que el canto de victoria del perverso no dura mucho?
¿Acaso no sabes que la celebración del corrupto sólo dura un momento?
6 Si su orgullo se eleva hasta el cielo
y su cabeza toca las nubes,
7 desaparecerá como su excremento.
Los que lo conocieron dirán:
“¿Qué pasó con aquel?”
8 Se desvanecerá como un sueño y la gente no sabrá más de él.
Se desechará como se desecha una visión nocturna.
9 Sus conocidos no volverán a verlo,
ni él se encontrará en el lugar donde vivía.
10 Sus hijos pedirán ayuda a los pobres,
y tendrán que devolver lo que él robó.
11 Sus huesos estaban llenos de vigor juvenil,
pero él, con todo y su vigor, quedará enterrado bajo el polvo.
12 »Le encanta el mal
y lo saborea bajo su lengua.
13 Se niega a dejarlo ir,
lo guarda bajo la lengua, como un dulce.
14 Pero cuando le llegue al estómago, se le volverá amargo;
como si hubiera tomado un veneno.
15 Se traga las riquezas, pero tendrá que vomitarlas.
Dios se las hará expulsar.
16 »El perverso se amamanta de veneno de serpientes,
y la lengua de una víbora lo matará.
17 No verá los riachuelos
rebosando de leche y de miel.
18 Tendrá que devolver lo que produce; no podrá consumirlo.
No disfrutará del éxito de su negocio.
19 Porque aplastó y abandonó a los pobres.
Se apoderó de la casa, pero él no la construyó.
20 »Su barriga no se saciaba;
nada escapaba a su apetito.
21 No dejaba ni las sobras.
Por eso su prosperidad no durará.
22 En el momento en que se sienta satisfecho, le llegará la desgracia.
Toda clase de miseria caerá sobre él.
23 Cuando se le llene la barriga,
Dios hará que su ira caiga sobre él.
24 Escapará de una espada de hierro,
pero una flecha de bronce lo atravesará.
25 Se la sacará por la espalda,
aunque la punta le haya entrado por el hígado.
El terror lo invadirá.
26 A todas sus preciadas posesiones les está reservada la oscuridad.
Lo consumirá un fuego que ningún ser humano inició.
Ese fuego consumirá todo lo que hay en su carpa.
27 El cielo revelará su maldad,
y toda la tierra se levantará en su contra.
28 Su casa será arrasada como llevada por corrientes,
el día en que se desate la ira de Dios.
29 Eso es lo que Dios da al perverso;
la herencia que le tiene destinada».
Job responde
21 Entonces Job respondió:
2 «El mejor consuelo que me pueden dar
es escuchar bien lo que voy a decir.
3 Escúchenme con paciencia
y después de que haya terminado,
se pueden burlar de mí.
4 ¿Es que acaso me estoy quejando con un ser humano?
¿Por qué no debo perder la paciencia?
5 Mírenme y asómbrense,
llénense de terror.
6 Cuando pienso en todo lo que me sucedió,
me inquieto y me estremezco,
siento miedo y mi cuerpo tiembla.
7 ¿Por qué la gente mala sigue con vida?
¿Por qué disfrutan de larga vida y todo les sale bien?
8 Ven a sus hijos crecer y establecerse
y hasta conocen a sus nietos.
9 Sus casas son seguras y libres de cualquier temor.
Dios no los castiga.
10 Sus toros se aparean bien;
las crías de sus vacas no mueren al nacer.
11 Mandan a sus hijos a que salgan a jugar, como ovejas.
Sus hijos disfrutan jugando.
12 »La gente mala toca el tambor y la lira,
y celebran al sonido de la música.
13 Disfrutan de prosperidad y alegría toda su vida.
Luego descienden tranquilamente al lugar de los muertos.
14 Le dicen a Dios: “¡Aléjate de nosotros!
No queremos seguir tus caminos.
15 ¿Qué es el Todopoderoso para que tengamos que rendirle culto?
¿Qué ganamos si le oramos a él?”
16 Ellos creen que su prosperidad depende de ellos,
pero yo no pienso así.
17 »Pero, ¿con qué frecuencia se apaga la lámpara de los malos?
¿Qué tantas calamidades sufren ellos?
¿Cuándo se enoja Dios con ellos y los castiga?
18 ¿Es común verlos a ellos arrastrados
como paja que se lleva el viento,
o como paja que se lleva un torbellino?
19 Ustedes dirán: “Dios castiga a los hijos
por los pecados de sus padres”.
Pero yo digo que Dios debería castigar
al que peca para que aprenda.
20 Que él mismo vea su propia destrucción
y sienta la ira del Todopoderoso.
21 Después de muerto,
¿qué le puede importar la familia que dejó al morir?
22 »Aunque en realidad, ¿quién puede darle lecciones a Dios?
Él juzga hasta a los que están en lo más alto.
23 Este murió gozando de prosperidad,
en paz y comodidad.
24 Tuvo un cuerpo fuerte y saludable.
25 Pero aquel otro murió triste y acongojado,
nunca supo lo que era la felicidad.
26 Sin embargo, ambos serán sepultados en el polvo
y los gusanos los cubrirán.
27 »Pero yo sé lo que ustedes están pensando;
sé lo que están tramando.
28 Ustedes han dicho: “¿Dónde está la casa del poderoso?
¿Dónde está la carpa que habita el perverso?”
29 ¿No les han preguntado ustedes a los viajeros?
¿No han reconocido las pruebas que ellos dan?
Ellos confirman
30 que el perverso se libra de la calamidad,
y que los malos sobreviven el día de la ira.
31 ¿Quién le reclama al perverso por sus malas costumbres?
¿Quién le da su merecido por lo que hace?
32 Lo llevan a enterrar,
y un guardia cuida su tumba.
33 Una gran multitud va adelante y atrás del cortejo,
y hasta la tierra donde lo entierran parece agradable.
34 ¿Cómo, entonces, me van a consolar ustedes con palabras vacías?
Lo que ustedes dicen es pura mentira».
Elifaz habla otra vez
22 Entonces Elifaz de Temán respondió:
2 «¿De qué le sirve el ser humano a Dios?
¿En verdad un hombre sabio será de alguna utilidad para Dios?
3 ¿Le ayuda en algo a Dios que tú seas bueno?
¿Gana algo Dios con que tú seas intachable?
4 ¿Es por el respeto que le tienes
que Dios te corrige y te lleva a juicio?
5 ¿No será más bien por tu gran maldad?
¿No será acaso por tus pecados sin límite?
6 Es porque sin tener necesidad,
tú exigías fianza a tus familiares.
Porque, como garantía de pago,
le quitaste la ropa al pobre.
7 Le negaste agua al que estaba exhausto
y comida al que tenía hambre.
8 La tierra pertenece al poderoso
y privilegiados como tú viven en ella.
9 Tú dejaste ir a las viudas con las manos vacías.
Les diste mal trato a los huérfanos.
10 Por eso estás rodeado de trampas
y te asaltan temores repentinos.
11 Por eso la luz se convierte en oscuridad para ti
y estás sumergido en una inundación.
12 »¿No está Dios bien arriba en los cielos?
Mira lo alto que están las estrellas.
13 Y tú dices: “¿Qué sabe Dios?
¿Puede juzgarnos a través de una nube oscura?
14 Espesas nubes lo ocultan de nosotros y no puede vernos
porque anda paseando de un lado a otro del círculo de los cielos”.
15 »¿Seguirás tú los mismos senderos que nuestros antepasados,
recorriendo el mismo camino que siguieron los perversos?
16 Ellos fueron arrasados antes de lo que pensaban
y barridos como cuando un río se lleva una casa.
17 Ellos le habían dicho a Dios que los dejara en paz.
Le decían al Todopoderoso que no necesitaban de él.
18 Decían todo eso a pesar de que Dios había llenado de bendiciones sus hogares.
Por mi parte, yo me mantendré lejos del consejo del perverso.
19 »La gente buena ve el sufrimiento del perverso y se alegra;
el inocente se ríe de él y dirá:
20 “¿No era ese que ha sido destruido el que estaba en contra nuestra?
El fuego consume lo que ellos dejaron”.
21 »Reconcíliate con Dios
y verás que así te sucederán cosas buenas.
22 Acepta la enseñanza de Dios
y guarda sus palabras en tu corazón.
23 Si te vuelves al Todopoderoso, serás restaurado;
pero debes alejar de tu carpa el mal.
24 Debes considerar como polvo los tesoros
y el oro de Ofir[j] como piedras del río.
25 Si dejas que el Todopoderoso sea
tu oro y tu plata más valiosa,
26 con toda seguridad que encontrarás dicha en el Todopoderoso
y podrás levantar tu rostro hacia Dios.
27 Le pedirás a él y te escuchará;
y tú cumplirás todas las promesas que le hiciste.
28 Tomarás decisiones y él hará que se realicen.
Te irá bien en todo.
29 Cuando alguien se humille,
tú le dirás: “Levántate”,
y Dios salvará al más humilde.
30 Él dará libertad al inocente;
será liberado por la pureza de tus manos».
Job responde
23 Entonces Job respondió:
2 «Todavía hoy me quejo amargamente,
me pesan las manos debido a mis gemidos.
3 Cómo quisiera saber
dónde encontrar a Dios.
4 Le expondría mi caso
y le daría un discurso lleno de argumentos legales.
5 Conocería las respuestas que él tiene para mí
y entendería lo que me dijera.
6 ¿Usaría Dios su poder en contra mía?
No, yo creo que él me prestaría atención.
7 Allí un hombre íntegro argumentaría con él
y yo me libraría eternamente de mi juez.
8 »Pero si voy al oriente, no está ahí.
Si voy al occidente, tampoco lo encuentro.
9 Me dirijo hacia el norte, no lo veo allí.
Lo busco en el sur, tampoco lo encuentro.
10 Pero él sabe la clase de hombre que soy yo.
Me ha puesto a prueba y saldré tan puro como el oro.
11 Yo sigo sus pisadas,
me mantengo en su camino y no me desvío.
12 Sigo su voluntad y no me aparto de ella.
Atesoro dentro de mí su enseñanza.
13 »Pero Dios nunca cambia.
¿Quién puede hacerlo cambiar?
Todo lo que él quiera hacer, lo hará.
14 ȃl se asegura de que yo cumpla toda mi sentencia.
Él tiene muchos otros planes respecto a mí.
15 Por eso le tengo miedo;
entiendo todo esto y le temo.
16 Dios ha hecho que me acobarde;
el Todopoderoso me aterroriza.
17 Porque yo sigo enfrentando la oscuridad
y las tinieblas han cubierto mi rostro.
24 »¿Por qué el Todopoderoso no fija fechas para sus juicios?
¿Por qué sus seguidores tienen que esperar tanto para que se haga justicia?
2 »La gente mueve las piedras que marcan los límites de las tierras.
Se roban los rebaños y los llevan a pastar a otro sitio.
3 Les roban los burros a los huérfanos.
Confiscan el buey de la viuda como prenda por sus deudas.
4 Expulsan a los pobres del camino;
todos ellos tienen que esconderse.
5 Quedan como burros en el desierto.
Van saliendo al desierto,
a su trabajo de buscar su alimento,
el pan para sus hijos.
6 Ellos cortan en el campo la hierba del perverso
y recogen las sobras de las viñas de los malos.
7 Pasan la noche desnudos, sin nada con qué arroparse.
No hay cobija para ellos en el frío.
8 Empapados con la lluvia de las montañas,
a falta de protección se esconden en los peñascos.
9 »Los perversos quitan del pecho de sus mamás a los huérfanos.
A los pobres les exigen prendas.
10 Los pobres andan desnudos, sin ropa que ponerse.
Al hambriento lo ponen a cargar grano.
11 Los pobres sacan aceite de los olivos,
y tienen el trabajo de pisar las uvas para hacer vino,
pero ellos no pueden apagar su sed.
12 En la ciudad se escucha gente quejándose,
y la voz del herido grita pidiendo auxilio.
Pero Dios no se da por aludido.
13 Hay quienes se rebelan contra la luz,
no reconocen la claridad,
y no andan en el camino claro.
14 El asesino se levanta al anochecer,
mata a gente pobre e indefensa,
y por la noche se convierte en ladrón.
15 El adúltero espera a que llegue la noche,
dice: “Nadie me verá”,
y se cubre la cara.
16 Se mete en las casas por la noche,
y se encierra en su casa durante el día,
y nunca ve la luz.
17 La mañana le incomoda;
no le teme a la noche más oscura.
18 »Él es sólo paja que flota en el agua;
su parte en la tierra está maldita.
Nadie caminará hacia su viña.
19 Así como la sequía y el calor hacen desaparecer el agua que la nieve produjo,
así la muerte[k] hará desaparecer a aquellos pecadores.
20 Su mamá los olvidará,
el gusano los encontrará sabrosos.
Nadie se acordará de ellos.
La maldad será quebrantada como se quiebra un palo.
21 Maltratan a la mujer estéril, a la que nunca tuvo hijos.
Se niegan a ayudar a las viudas.
22 El poder divino quita a los poderosos de sus puestos,
no pueden seguir vivos.
23 Dios parece darle cobijo y seguridad;
pero él observa su conducta.
24 Los malos tienen éxito,
pero eso es temporal.
Luego serán destruidos y humillados.
Se contraerán como la flor de malva.
Serán cortados como las cabezas de las espigas.
25 Y si esto no es así, que alguien demuestre
que soy un mentiroso e invalide mi posición».
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