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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Jueces 3:28-15:12

28 Y les dijo: Perseguidlos, porque el Señor ha entregado en vuestras manos a vuestros enemigos, los moabitas. Y descendieron tras él y se apoderaron de los vados del Jordán(A) frente a Moab, y no dejaron pasar a nadie. 29 En aquella ocasión mataron a unos diez mil moabitas, todos hombres robustos y valientes; ninguno escapó. 30 Y fue subyugado Moab aquel día bajo la mano de Israel. Y la tierra tuvo descanso por ochenta años.

Samgar libra a Israel de los filisteos

31 Después de Aod[a] vino Samgar, hijo de Anat(B), el cual hirió a seiscientos filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel.

Débora y Barac

Cuando murió Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor(C). Y el Señor los vendió en mano de Jabín, rey de Canaán, que reinaba en Hazor(D). El comandante de su ejército era Sísara, que vivía en Haroset-goim(E). Y los hijos de Israel clamaron al Señor, porque aquel[b] tenía novecientos carros de hierro(F) y había oprimido duramente a los hijos de Israel por veinte años.

Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel tiempo; y se sentaba[c] debajo de la palmera de Débora entre Ramá y Betel(G), en la región montañosa de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a pedir juicio. Y ella mandó llamar a Barac(H), hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: Esto ha ordenado[d] el Señor, Dios de Israel: «Ve, marcha al monte Tabor y lleva contigo a diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón. Y yo atraeré hacia ti a Sísara, comandante del ejército de Jabín, con sus carros y sus muchas tropas[e] al torrente Cisón, y lo entregaré en tus manos(I)». Le respondió Barac: Si tú vas conmigo, yo iré; pero si no vas conmigo, no iré. Y ella dijo: Ciertamente iré contigo; sin embargo, el honor no será tuyo en la jornada que vas a emprender, porque el Señor venderá a Sísara en manos de una mujer(J). Entonces Débora se levantó y fue con Barac a Cedes. 10 Y Barac convocó a Zabulón(K) y a Neftalí en Cedes, y subieron con él[f] diez mil hombres(L); Débora también subió con él.

11 Y Heber ceneo(M), se había separado de los ceneos, de los hijos de Hobab, suegro de Moisés, y había plantado su tienda cerca de la encina en Zaanaim(N), que está junto a Cedes.

Derrota y muerte de Sísara

12 Avisaron a Sísara que Barac, hijo de Abinoam, había subido al monte Tabor. 13 Y juntó Sísara todos sus carros, novecientos carros de hierro(O), y a todo el pueblo que estaba con él, desde Haroset-goim(P) hasta el torrente Cisón. 14 Entonces Débora dijo a Barac: ¡Levántate!, porque este es el día en que el Señor ha entregado a Sísara en tus manos; he aquí, el Señor ha salido delante de ti[g](Q). Bajó, pues, Barac del monte Tabor seguido de diez mil hombres. 15 Y el Señor derrotó[h] a Sísara, con todos sus carros y todo su ejército(R), a filo de espada delante de Barac; y Sísara bajó de su carro, y huyó a pie. 16 Mas Barac persiguió los carros y el ejército hasta Haroset-goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada; no quedó ni uno(S).

17 Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber ceneo. 18 Y Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: Ven[i], señor mío, ven[j] a mí; no temas. Y él fue[k] hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta. 19 Y él le dijo: Te ruego que me des de beber un poco de agua, porque tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber(T); entonces lo cubrió. 20 Entonces él le dijo: Ponte a la entrada de la tienda, y si alguien viene, y te pregunta, y te dice: «¿Hay alguien aquí?», tú responderás: «No». 21 Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda y tomando[l] en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes(U), la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió. 22 Y he aquí, cuando Barac perseguía a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: Ven, y te mostraré al hombre que buscas. Y él entró con[m] ella, y he aquí que Sísara yacía muerto con la estaca en la sien.

23 Así sometió Dios en aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel(V). 24 Y la mano de los hijos de Israel se hizo más y más dura[n] sobre Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron[o].

Cántico de Débora y Barac

Entonces Débora y Barac, hijo de Abinoam, cantaron en aquel día(W), diciendo:

¡Por haberse puesto al frente los jefes[p] en Israel(X),
por haberse ofrecido el pueblo voluntariamente(Y),
bendecid al Señor!
¡Oíd, reyes; prestad oído, príncipes!
Yo al Señor, yo cantaré,
cantaré alabanzas al Señor, Dios de Israel(Z).
Señor, cuando saliste de Seir(AA),
cuando marchaste del campo de Edom,
la tierra tembló, también cayeron gotas del cielo[q],
y las nubes destilaron agua(AB).
Los montes se estremecieron[r] ante la presencia del Señor(AC),
aquel[s] Sinaí, ante la presencia del Señor, Dios de Israel(AD).

En los días de Samgar, hijo de Anat(AE),
en los días de Jael(AF), quedaron desiertos[t] los caminos,
y los viajeros andaban por sendas tortuosas.
Cesaron los campesinos, cesaron en Israel,
hasta que yo, Débora, me levanté,
hasta que me levanté, como madre en Israel.
Escogieron nuevos dioses(AG);
entonces la guerra estaba a las puertas.
No se veía escudo ni lanza
entre cuarenta mil en Israel.
Mi corazón está con[u] los jefes de Israel,
los voluntarios entre el pueblo.
¡Bendecid al Señor(AH)!
10 Los que cabalgáis en asnas(AI) blancas,
los que os sentáis en ricos tapices,
los que viajáis por el camino, cantad[v].
11 Al sonido de los que dividen las manadas entre los abrevaderos(AJ),
allí repetirán los actos de justicia del Señor(AK),
los actos de justicia para con sus campesinos en Israel.
Entonces el pueblo del Señor descendió a las puertas(AL).

12 Despierta, despierta(AM), Débora;
despierta, despierta, entona un cántico.
Levántate, Barac, y lleva a tus cautivos(AN), hijo de Abinoam.
13 Entonces los sobrevivientes descendieron sobre los nobles;
el pueblo del Señor vino a mí como guerreros.
14 De Efraín descendieron los radicados[w] en Amalec(AO),
en pos de ti, Benjamín, con tus pueblos;
de Maquir descendieron jefes,
y de Zabulón los que manejan vara de mando[x].
15 Los[y] príncipes de Isacar estaban con Débora;
como Isacar, así también Barac(AP);
al valle se apresuraron pisándole los talones[z];
entre las divisiones de Rubén
había grandes resoluciones de corazón.
16 ¿Por qué te sentaste entre los rediles(AQ),
escuchando los toques de flauta para los rebaños?
Entre las divisiones de Rubén
había gran escudriñamiento de corazón.
17 Galaad se quedó[aa] al otro lado del Jordán(AR).
¿Y por qué se quedó Dan en las naves?
Aser se sentó a la orilla del mar,
y se quedó[ab] junto a sus puertos.
18 Zabulón(AS) era pueblo que despreció su vida hasta la muerte.
Y también Neftalí, en las alturas del campo.

19 Vinieron los reyes y pelearon(AT);
pelearon entonces los reyes de Canaán
en Taanac(AU), cerca de las aguas de Meguido;
no tomaron despojos de plata(AV).
20 Desde los cielos las estrellas pelearon(AW),
desde sus órbitas pelearon contra Sísara.
21 El torrente Cisón los barrió,
el antiguo torrente, el torrente Cisón.
Marcha, alma mía con poder(AX).
22 Entonces resonaron[ac] los cascos de los caballos
por el galopar, el galopar de sus valientes corceles[ad](AY).
23 «Maldecid a Meroz», dijo el ángel del Señor,
«maldecid, maldecid a sus moradores;
porque no vinieron en ayuda del Señor,
en ayuda del Señor contra los guerreros(AZ)».

24 Bendita entre las mujeres es Jael,
mujer de Heber ceneo;
bendita sea entre las mujeres de la tienda.
25 El pidió agua, y ella le dio leche;
en taza de nobles le trajo cuajada[ae].
26 Extendió ella la mano hacia la estaca de la tienda,
y su diestra hacia el martillo de trabajadores.
Entonces golpeó a Sísara, desbarató su cabeza;
destruyó y perforó sus sienes(BA).
27 A[af] sus pies él se encorvó, cayó, quedó tendido;
a[ag] sus pies se encorvó y cayó;
donde se encorvó, allí quedó muerto[ah].

28 Miraba por la ventana y se lamentaba
la madre de Sísara, por las celosías[ai]:
«¿Por qué se tarda en venir su carro?
¿Por qué se retrasa el trotar[aj] de sus carros?».
29 Sus sabias princesas le respondían,
aun a sí misma ella repite sus palabras:
30 «¿Acaso no han hallado el botín(BB) y se lo están repartiendo?
¿Una doncella, dos doncellas para cada guerrero;
para Sísara un botín de tela de colores,
un botín de tela de colores bordada,
tela de colores de doble bordadura en el cuello del victorioso[ak]?».
31 Así perezcan todos tus enemigos, oh Señor(BC);
mas sean los que te aman como la salida del sol en su fuerza(BD).

Y el país tuvo descanso por cuarenta años.

Opresión de Israel por los madianitas

Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor(BE), y el Señor los entregó en manos de Madián(BF) por siete años. Y el poder[al] de Madián prevaleció sobre Israel. Por causa de los madianitas, los hijos de Israel se hicieron escondites en las montañas y en las cavernas y en los lugares fortificados(BG). Porque sucedía que cuando los hijos de Israel sembraban, los madianitas venían[am] con los amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos; acampaban frente a ellos y destruían el producto de la tierra(BH) hasta[an] Gaza, y no dejaban sustento alguno en Israel, ni oveja, ni buey, ni asno(BI). Porque subían con su ganado y sus tiendas, y entraban como langostas en multitud(BJ), tanto ellos como sus camellos eran innumerables; y entraban en la tierra para devastarla. Así fue empobrecido(BK) Israel en gran manera por causa de Madián, y los hijos de Israel clamaron al Señor.

Y[ao] cuando los hijos de Israel clamaron al Señor a causa de Madián, el Señor envió a los hijos de Israel un profeta que les dijo: Así dice el Señor, Dios de Israel: «Fui yo el que os hice subir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre[ap](BL). Os libré de la mano de los egipcios y de la mano de todos vuestros opresores; los desalojé delante de vosotros, os di su tierra, 10 y os dije: “Yo soy el Señor vuestro Dios. No temeréis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis(BM)”. Pero no me habéis obedecido[aq]».

Llamamiento de Gedeón

11 Y vino el ángel del Señor(BN) y se sentó debajo de la encina[ar] que estaba en Ofra, la cual pertenecía a Joás abiezerita(BO); y su hijo Gedeón(BP) estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo[as] de los madianitas. 12 Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: El Señor está contigo, valiente guerrero. 13 Entonces Gedeón le respondió: Ah señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: «¿No nos hizo el Señor subir de Egipto?». Pero ahora el Señor nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano[at] de los madianitas(BQ). 14 Y el Señor lo miró[au], y dijo: Ve con esta tu fuerza(BR), y libra a Israel de la mano[av] de los madianitas. ¿No te he enviado yo? 15 Y él respondió: Ah Señor, ¿cómo[aw] libraré a Israel(BS)? He aquí que mi familia es la más pobre en Manasés(BT), y yo el menor de la casa de mi padre. 16 Pero el Señor le dijo: Ciertamente yo estaré contigo(BU), y derrotarás[ax] a Madián como a un solo hombre. 17 Y Gedeón le dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, muéstrame una señal de que eres tú el que hablas conmigo(BV). 18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que yo vuelva a ti, y traiga mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Me quedaré hasta que vuelvas.

19 Y Gedeón entró y preparó un cabrito y pan sin levadura de un efa[ay] de harina; puso la carne en una cesta y[az] el caldo en un caldero, y se los llevó a él debajo de la encina[ba](BW) y se los presentó. 20 Y el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y el pan sin levadura, ponlos sobre esta peña y derrama el caldo. Y así lo hizo. 21 Entonces el ángel del Señor extendió la punta de la vara que estaba en su mano y tocó la carne y el pan sin levadura; y subió fuego de la roca que consumió la carne y el pan sin levadura(BX). Y el ángel del Señor desapareció[bb] de su vista. 22 Al ver Gedeón que era el ángel del Señor, dijo[bc]: ¡Ay de mí, Señor Dios[bd]! Porque ahora he visto al ángel del Señor cara a cara(BY). 23 Y el Señor le dijo: La paz sea contigo, no temas; no morirás. 24 Y Gedeón edificó allí un altar al Señor y lo llamó El Señor es Paz[be], el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy(BZ).

Destrucción del altar de Baal

25 Sucedió que aquella misma noche el Señor le dijo: Toma el novillo de tu padre y otro[bf] novillo de siete años; derriba el altar de Baal que pertenece a tu padre y corta la Asera[bg](CA) que está junto a él; 26 edifica después, en debida forma, un altar al Señor tu Dios sobre la cumbre de este peñasco; toma el segundo novillo y ofrece holocausto con la leña de la Asera que has cortado. 27 Gedeón tomó diez hombres de sus siervos e hizo como el Señor le había dicho; y sucedió, que como temía mucho a la casa de su padre y a los hombres de la ciudad para hacerlo de día, lo hizo de noche.

28 Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, he aquí, el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado. 29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y cuando buscaron e inquirieron, dijeron: Gedeón, hijo de Joás, ha hecho esto. 30 Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal, y ciertamente ha cortado la Asera que estaba a su lado. 31 Pero Joás dijo a todos los que estaban contra él: ¿Contenderéis vosotros por Baal, o lo libraréis? A cualquiera que contienda por él, se le dará muerte antes de llegar la mañana. Si es un dios, que contienda por sí mismo, porque alguien ha derribado su altar. 32 Por tanto, aquel día Gedeón[bh] fue llamado Jerobaal(CB), es decir, que Baal contienda contra él, porque había derribado su altar.

33 Pero todos los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente se reunieron, y cruzaron y acamparon en el valle de Jezreel(CC). 34 Y el Espíritu del Señor vino sobre[bi](CD) Gedeón, y este tocó la trompeta(CE) y los abiezeritas se juntaron para seguirle. 35 Envió mensajeros por todo Manasés, que también se juntó para seguirle; y envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí(CF), que subieron a su encuentro(CG).

La prueba del vellón

36 Entonces Gedeón dijo a Dios: Si has de librar a Israel por mi mano(CH), como has dicho, 37 he aquí, yo pondré un vellón de lana en la era. Si hay rocío solamente en el vellón y toda la tierra queda seca, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho. 38 Y así sucedió. Cuando se levantó temprano en la mañana, exprimió el vellón y escurrió el rocío del vellón, un tazón lleno de agua. 39 Y Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira(CI) contra mí si hablo otra vez; te ruego que me permitas hacer otra vez una prueba con el vellón; que ahora quede seco el vellón y haya rocío en toda la tierra. 40 Así lo hizo Dios aquella noche, porque solamente quedó seco el vellón y había rocío en toda la tierra.

El ejército de Gedeón reducido

Entonces se levantó temprano Jerobaal(CJ), es decir Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, y acamparon junto a la fuente de Harod[bj]; y el campamento de Madián estaba al norte de ellos[bk], cerca de la colina de More(CK), en el valle.

Y el Señor dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso[bl], diciendo: «Mi propia fortaleza[bm] me ha librado(CL)». Ahora pues[bn], proclama a oídos del pueblo, diciendo: «Cualquiera que tenga miedo y tiemble(CM), que regrese y parta del monte Galaad». Y veintidós mil personas regresaron, pero quedaron diez mil.

Y el Señor dijo a Gedeón(CN): Todavía el pueblo es demasiado numeroso; hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien yo te diga: «Este irá contigo», ese irá contigo; pero todo aquel de quien yo te diga: «Este no irá contigo», ese no irá. E hizo bajar el pueblo al agua. Y el Señor dijo a Gedeón: Pondrás a un lado a todo aquel que lamiere el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodille para beber. Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, trescientos hombres; pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber. Entonces el Señor dijo a Gedeón(CO): Os salvaré con los trescientos hombres que lamieron el agua y entregaré a los madianitas en tus manos. Que todos los demás del pueblo se vayan, cada uno a su casa[bo]. Y los trescientos hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y Gedeón envió a todos los demás hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los trescientos hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo en el valle.

Y aconteció que aquella misma noche, el Señor le dijo a Gedeón: Levántate, desciende contra el campamento porque lo he entregado en tus manos(CP). 10 Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura, 11 y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas(CQ) para descender contra el campamento. Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército[bp] que estaban en el campamento. 12 Y los madianitas, los amalecitas y todos los hijos del oriente estaban tendidos en el valle, numerosos como langostas(CR); y sus camellos eran muchos, innumerables, como la arena que está a la orilla del mar(CS). 13 Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su amigo, y decía: He aquí, tuve[bq] un sueño; un pan[br] de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo[bs] y la tienda quedó extendida. 14 Respondió su amigo, y dijo: Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel; Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento(CT).

15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Volvió al campamento de Israel, y dijo: Levantaos, porque el Señor ha entregado en vuestras manos el campamento de Madián. 16 Y dividió los trescientos hombres en tres compañías[bt], y puso trompetas y cántaros vacíos en las manos de todos ellos, con antorchas dentro de los cántaros. 17 Y les dijo: Miradme, y haced lo mismo que yo. Y he aquí, cuando yo llegue a las afueras del campamento, como[bu] yo haga, así haréis vosotros. 18 Cuando yo y todos los que estén conmigo toquemos la trompeta, entonces también vosotros tocaréis las trompetas alrededor de todo el campamento, y decid: «Por el Señor y por Gedeón».

Confusión y derrota de los madianitas

19 Y llegó Gedeón con los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia; tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos. 20 Cuando las tres compañías[bv] tocaron las trompetas, rompieron los cántaros, y sosteniendo las antorchas en la mano izquierda y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: ¡La espada del Señor y de Gedeón! 21 Cada uno se mantuvo en su lugar alrededor del campamento; y todo el ejército[bw] echó a correr gritando mientras huían(CU). 22 Cuando tocaron las trescientas trompetas, el Señor puso la espada del uno contra el otro(CV) por todo el campamento; y el ejército[bx] huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, hasta la orilla de Abel-mehola(CW), junto a Tabat. 23 Y los hombres de Israel se reunieron, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés(CX), y persiguieron a los madianitas[by].

24 Y Gedeón envió mensajeros por toda la región montañosa de Efraín, diciendo: Descended contra[bz] Madián y tomad antes que ellos los vados[ca], hasta Bet-bara y el Jordán(CY). Y todos los hombres de Efraín se reunieron y tomaron los vados[cb] hasta Bet-bara y el Jordán. 25 Y capturaron a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeeb; mataron a Oreb en la peña de Oreb y mataron a Zeeb en el lagar de Zeeb, cuando perseguían a Madián(CZ). Y trajeron a Gedeón las cabezas de Oreb y Zeeb del otro lado del Jordán(DA).

Derrota de Zeba y Zalmuna

Entonces los hombres de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián(DB)? Y lo criticaron duramente. Pero él les dijo: ¿Qué he hecho yo ahora en comparación con vosotros? ¿No es mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer? Dios ha entregado en vuestras manos a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con vosotros? Entonces se aplacó la ira[cc] de ellos contra él cuando dijo esto[cd].

Gedeón y los trescientos hombres que iban con él llegaron al Jordán y lo cruzaron, cansados, mas continuando la persecución(DC). Y dijo a los hombres de Sucot(DD): Os ruego que deis pan[ce] a la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián. Y los jefes de Sucot dijeron: ¿Están ya las manos[cf] de Zeba y Zalmuna en tu poder[cg], para que demos pan a tu ejército(DE)? Y Gedeón respondió: Muy bien[ch], cuando el Señor haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna(DF), trillaré[ci] vuestras carnes con espinos del desierto y con abrojos. De allí subió a Peniel(DG), y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado. Y habló también a los hombres de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva sano y salvo[cj], derribaré esta torre(DH). 10 Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos[ck] con ellos, unos quince mil hombres, los que habían quedado de todo el ejército[cl] de los hijos del oriente; porque los que habían caído eran ciento veinte mil hombres que sacaban espada(DI). 11 Y subió Gedeón por el camino de los que habitaban en tiendas al este de Noba y Jogbeha, y atacó[cm] el campamento cuando el campamento estaba desprevenido[cn]. 12 Cuando Zeba y Zalmuna huyeron, los persiguió; capturó a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna y llenó de terror a todo el ejército[co].

13 Después Gedeón, hijo de Joás, volvió de la batalla por la subida a Heres[cp]. 14 Y capturó a un joven de[cq] Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le dio por escrito los nombres de los príncipes de Sucot y de sus ancianos, setenta y siete hombres. 15 Y fue a los hombres de Sucot y dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me injuriasteis, diciendo: «¿Están ya las manos[cr] de Zeba y Zalmuna en tu mano para que demos pan a tus hombres que están fatigados(DJ)?». 16 Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos del desierto y abrojos, y con ellos castigó a[cs] los hombres de Sucot. 17 Derribó la torre de Peniel(DK) y mató a los hombres de la ciudad.

18 Después dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Qué clase de hombres eran los que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Eran como tú, cada uno parecía hijo[ct] de rey. 19 Y él dijo: Eran mis hermanos, hijos de mi madre. Vive el Señor, que si los hubierais dejado con vida, yo no os quitaría la vida. 20 Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate y mátalos. Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho. 21 Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza[cu]. Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna(DL), y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello(DM).

Ultimos años de Gedeón

22 Y los hombres de Israel dijeron a Gedeón: Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián. 23 Pero Gedeón les dijo: No reinaré sobre vosotros, ni tampoco reinará sobre vosotros mi hijo; el Señor reinará sobre vosotros(DN). 24 Les dijo también Gedeón: Quisiera pediros[cv] que cada uno de vosotros me dé un zarcillo[cw] de su botín (pues tenían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas(DO)). 25 Y ellos dijeron: De cierto te los daremos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí un zarcillo de su botín. 26 El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de mil setecientos siclos[cx] de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que llevaban los reyes de Madián y sin contar los collares que llevaban sus camellos al cuello. 27 Y Gedeón hizo de ello un efod(DP), y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina[cy] para Gedeón y su casa. 28 Así fue subyugado Madián delante de los hijos de Israel, y ya no volvieron a levantar cabeza. Y el país tuvo descanso por cuarenta años en los días de Gedeón.

29 Entonces Jerobaal(DQ), hijo de Joás, fue y habitó en su casa. 30 Y tuvo Gedeón setenta hijos(DR) que fueron sus descendientes directos[cz], porque tuvo muchas mujeres. 31 La concubina que tenía en Siquem también le dio un hijo, y le puso por nombre Abimelec. 32 Y murió Gedeón, hijo de Joás, a una edad avanzada y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas.

33 Y sucedió que al morir Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse con los baales(DS) e hicieron a Baal-berit su dios(DT). 34 Y los hijos de Israel se olvidaron del Señor su Dios(DU) que los había librado de manos de todos sus enemigos en derredor; 35 tampoco mostraron bondad a la casa de Jerobaal(DV), es decir, Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.

Conspiración de Abimelec

Y Abimelec, hijo de Jerobaal(DW), fue a Siquem, a los parientes[da] de su madre, y les habló a ellos y a toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo: Hablad ahora a oídos de todos los habitantes[db] de Siquem: «¿Qué es mejor para vosotros, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres(DX), reinen sobre vosotros, o que reine sobre vosotros un solo hombre?». Además, acordaos que yo soy hueso vuestro y carne vuestra(DY). Y los parientes de su madre hablaron todas estas palabras por él a oídos de todos los habitantes de Siquem; y ellos se inclinaron a seguir a[dc] Abimelec, porque dijeron: Es pariente nuestro(DZ). Y le dieron setenta piezas de plata de la casa de Baal-berit(EA), con las cuales Abimelec tomó a sueldo hombres indignos y temerarios que lo siguieron. Luego fue a la casa de su padre en Ofra y mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta hombres(EB), sobre una piedra. Pero Jotam, el hijo menor de Jerobaal, se libró[dd] porque se escondió(EC). Y se reunieron todos los habitantes de Siquem y todo Bet-milo[de], y fueron e hicieron rey a Abimelec, junto a la encina[df] del pilar que había en Siquem.

Cuando se lo informaron a Jotam, fue y se paró en la cumbre del monte Gerizim(ED), y alzando su voz, clamó y les dijo: Escuchadme, habitantes de Siquem, para que os oiga Dios. Una vez los árboles fueron a ungir un rey sobre ellos, y dijeron al olivo: «Reina sobre nosotros». Mas el olivo les respondió: «¿He de dejar mi aceite[dg] con el cual[dh] se honra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?». 10 Entonces los árboles dijeron a la higuera: «Ven, reina sobre nosotros». 11 Pero la higuera les respondió: «¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ondear sobre los árboles?». 12 Después los árboles dijeron a la vid: «Ven tú, reina sobre nosotros». 13 Pero la vid les respondió: «¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?». 14 Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: «Ven tú, reina sobre nosotros». 15 Y la zarza dijo a los árboles: «Si en verdad[di] me ungís por rey sobre vosotros, venid y refugiaos a mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y consuma los cedros del Líbano».

16 Ahora pues, si habéis procedido con verdad[dj] e integridad al hacer rey a Abimelec, y si habéis procedido bien con Jerobaal(EE) y su casa, y si habéis procedido con él como él merecía[dk] 17 (pues mi padre peleó por vosotros, y arriesgó su vida[dl] y os libró de la mano de Madián, 18 pero vosotros os habéis rebelado hoy contra la casa de mi padre y habéis matado a sus hijos, setenta hombres(EF), sobre una piedra, y habéis hecho rey sobre los habitantes de Siquem a Abimelec, el hijo de su sierva(EG), porque es vuestro pariente); 19 si habéis, pues, procedido hoy en verdad[dm] e integridad para con Jerobaal y su casa, regocijaos en Abimelec, y que él también se regocije en vosotros. 20 Y si no, salga fuego de Abimelec y consuma a los habitantes de Siquem y de Bet-milo[dn]; y salga fuego de los habitantes de Siquem y de Bet-milo[do] y consuma a Abimelec. 21 Entonces Jotam escapó y huyó, y se fue a Beer y permaneció allí a causa de su hermano Abimelec.

Reinado de Abimelec

22 Y reinó Abimelec tres años sobre Israel. 23 Pero Dios envió un espíritu de discordia(EH) entre Abimelec y los habitantes de Siquem; y los habitantes de Siquem procedieron pérfidamente con Abimelec(EI), 24 para que viniera la violencia hecha a los[dp] setenta hijos de Jerobaal(EJ), y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec que los mató, y sobre los habitantes de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos(EK). 25 Y los habitantes de Siquem pusieron emboscadas[dq] contra él en las cumbres de los montes y robaban a todos los que pasaban cerca de ellos por el camino; y se lo hicieron saber a Abimelec.

26 Y Gaal, hijo de Ebed, vino con sus parientes, y pasaron a Siquem; y los habitantes de Siquem pusieron su confianza en él. 27 Y salieron al campo y vendimiaron sus viñedos, pisaron las uvas e hicieron fiesta; y entrando a la casa de su dios(EL), comieron y bebieron y maldijeron a Abimelec. 28 Entonces Gaal, hijo de Ebed, dijo: ¿Quién es Abimelec y quién es Siquem para que le sirvamos? ¿No es acaso hijo de Jerobaal, y no es Zebul su oficial[dr]? Servid a los hombres de Hamor, padre de Siquem(EM); pero ¿por qué hemos de servirle a él? 29 ¡Quién pusiera este pueblo en mis manos(EN)! Entonces yo quitaría a Abimelec. Diría a Abimelec: Aumenta tu ejército, y sal.

30 Y cuando Zebul, gobernante de la ciudad, oyó las palabras de Gaal, hijo de Ebed, se encendió en ira. 31 Y envió encubiertamente mensajeros a Abimelec, diciendo: He aquí que Gaal, hijo de Ebed, y sus parientes han venido a Siquem, y he aquí que están incitando[ds] a la ciudad contra ti. 32 Ahora pues, levántate de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo. 33 Y sucederá en la mañana, en cuanto salga el sol, que te levantarás temprano y arremeterás contra la ciudad; y he aquí, que cuando él y el pueblo que está con él salga contra ti, harás con ellos lo que te venga a mano(EO).

34 Se levantó, pues, de noche Abimelec, y todo el pueblo que estaba con él, y pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías[dt]. 35 Y Gaal, hijo de Ebed, salió y se paró a la entrada de la puerta de la ciudad; y Abimelec y el pueblo que estaba con él salieron de la emboscada. 36 Al ver Gaal a la gente, dijo a Zebul: Mira, viene gente bajando de las cumbres de los montes. Pero Zebul le dijo: Estás viendo la sombra de los montes como si fueran hombres. 37 Y volvió a hablar Gaal y dijo: He aquí, gente que baja de la parte más alta[du] de la tierra(EP), y una compañía viene por el camino de la encina[dv] de los adivinos[dw]. 38 Entonces Zebul le dijo: ¿Dónde está ahora tu jactancia[dx] con la cual decías: «¿Quién es Abimelec para que le sirvamos?»? ¿No es este el pueblo que despreciabas? Ahora pues, sal y pelea contra él. 39 Y salió Gaal delante de los habitantes de Siquem y peleó contra Abimelec. 40 Abimelec lo persiguió pero Gaal[dy] huyó delante de él; y muchos cayeron heridos hasta la entrada de la puerta. 41 Y Abimelec se quedó en Aruma, pero Zebul expulsó a Gaal y a sus parientes para que no se quedaran en Siquem.

Captura de Siquem

42 Aconteció al día siguiente que el pueblo salió al campo, y se lo hicieron saber a Abimelec. 43 Y él tomó a su[dz] gente, la dividió en tres compañías y puso emboscada en el campo; cuando miró y vio al pueblo salir[ea] de la ciudad, se levantó contra ellos y los mató[eb]. 44 Entonces Abimelec y la compañía[ec] que estaba con él se lanzaron con ímpetu y se situaron a la entrada de la puerta de la ciudad, y las otras dos compañías se lanzaron contra todos los que estaban en el campo y los mataron[ed]. 45 Y peleó Abimelec contra la ciudad todo aquel día, capturó la ciudad y mató a la gente que había en ella; entonces arrasó la ciudad y la sembró de sal(EQ).

46 Al oír esto todos los habitantes de la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza[ee] del templo[ef] de El-berit[eg](ER). 47 Y le dijeron a Abimelec que todos los habitantes de la torre de Siquem estaban reunidos. 48 Abimelec subió entonces al monte Salmón(ES), él y toda la gente que estaba con él; y tomando Abimelec un hacha[eh] en su mano, cortó una rama de los árboles, la levantó y la puso sobre su hombro. Y dijo a la gente que estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos y haced lo mismo[ei]. 49 Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama y siguió a Abimelec, y las pusieron sobre la fortaleza[ej]; prendieron fuego a la fortaleza[ek] sobre los que estaban adentro, y murieron también todos los[el] de la torre de Siquem, como mil hombres y mujeres.

Muerte de Abimelec

50 Después Abimelec fue a Tebes, la sitió[em] y la tomó. 51 Pero había una torre fortificada en el centro de la ciudad, y todos los hombres y mujeres, todos los habitantes de la ciudad, huyeron allí, se encerraron y subieron al techo de la torre. 52 Y Abimelec vino a la torre, la atacó y se acercó a la entrada de la torre para prenderle fuego. 53 Pero una mujer arrojó una muela de molino sobre la cabeza de Abimelec(ET) rompiéndole el cráneo. 54 Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame(EU), no sea que se diga de mí: «Una mujer lo mató». Y el[en] muchacho lo traspasó, y murió. 55 Cuando los hombres de Israel vieron que Abimelec había muerto, cada cual partió para su casa[eo]. 56 Así pagó Dios a Abimelec por la maldad que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos(EV). 57 Dios también hizo volver sobre sus cabezas toda la maldad de los hombres de Siquem, y vino sobre[ep] ellos la maldición de Jotam, hijo de Jerobaal.

Tola y Jair jueces de Israel

10 Después de la muerte de Abimelec se levantó, para salvar a Israel, Tola, hijo de Puá, hijo de Dodo, varón de Isacar(EW); y habitó en Samir, en la región montañosa de Efraín. Y juzgó a Israel veintitrés años. Y murió y fue sepultado en Samir. Y tras él se levantó Jair galaadita, y juzgó a Israel veintidós años. Este tuvo treinta hijos que cabalgaban en treinta asnos, y tenían treinta ciudades en[eq] la tierra de Galaad que se llaman Havot-jair[er](EX) hasta hoy. Y murió Jair, y fue sepultado en Camón.

Opresión amonita

Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, sirvieron a los baales, a Astarot(EY), a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón(EZ) y a los dioses de los filisteos; abandonaron, pues, al Señor(FA) y no le sirvieron. Y se encendió la ira del Señor contra Israel, y los entregó en manos de los filisteos(FB) y en manos de los hijos de Amón. Y ellos afligieron[es] y quebrantaron a los hijos de Israel ese año; por dieciocho años oprimieron a todos los hijos de Israel que estaban al otro lado del Jordán, en Galaad, en la tierra de los amorreos. Y los hijos de Amón cruzaron el Jordán para pelear también contra Judá, contra Benjamín y contra la casa de Efraín, y se angustió Israel en gran manera.

10 Entonces los hijos de Israel clamaron al Señor, diciendo: Hemos pecado contra ti, porque ciertamente hemos abandonado a nuestro Dios y servido a los baales(FC). 11 Y el Señor respondió a los hijos de Israel(FD): ¿No os libré yo de los egipcios, de los amorreos, de los hijos de Amón(FE) y de los filisteos? 12 Cuando los sidonios, los amalecitas y los maonitas[et] os oprimían(FF), clamasteis a mí, y yo os libré de sus manos. 13 Mas vosotros me habéis dejado(FG) y habéis servido a otros dioses; por tanto, no os libraré más. 14 Id y clamad a los dioses que habéis escogido; que ellos os libren en el tiempo de vuestra aflicción(FH). 15 Y los hijos de Israel respondieron al Señor: Hemos pecado, haz con nosotros como bien te parezca(FI); solo te rogamos que nos libres en este día. 16 Y quitaron los dioses extranjeros de en medio de ellos y sirvieron al Señor(FJ); y Él no pudo soportar más[eu] la angustia de Israel(FK).

17 Entonces los hijos de Amón se reunieron y acamparon en Galaad. Y los hijos de Israel se juntaron y acamparon en Mizpa(FL). 18 Y el pueblo, los jefes de Galaad, se dijeron unos a otros: ¿Quién es el hombre que comenzará la batalla contra los hijos de Amón? El será caudillo de todos los habitantes de Galaad.

Jefté libra a Israel

11 Y Jefté galaadita(FM) era un guerrero valiente[ev], hijo de una ramera. Y Galaad era el padre de[ew] Jefté. Y la mujer de Galaad le dio hijos; y cuando los hijos de su mujer crecieron, echaron fuera a Jefté, y le dijeron: No tendrás heredad en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer. Jefté huyó de sus hermanos y habitó en la tierra de Tob(FN); y hombres indignos se juntaron con[ex] Jefté y salían con él.

Después de cierto tiempo sucedió que los hijos de Amón(FO) pelearon contra Israel. Y[ey] cuando los hijos de Amón pelearon contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob. Y dijeron a Jefté: Ven y sé nuestro jefe para que peleemos contra los hijos de Amón. Entonces Jefté dijo a los ancianos de Galaad: ¿No me odiasteis y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, habéis venido a mí ahora cuando estáis en apuros(FP)? Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: Por esta causa hemos vuelto a ti: para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón y seas jefe sobre todos los habitantes de Galaad(FQ). Y Jefté dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para pelear contra los hijos de Amón y el Señor me[ez] los entrega, ¿seré yo vuestro jefe? 10 Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: El Señor es testigo[fa] entre nosotros(FR); ciertamente haremos como has dicho[fb]. 11 Jefté fue con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo hizo cabeza y jefe sobre ellos; y Jefté habló todas sus palabras delante del Señor en Mizpa(FS).

12 Y envió Jefté mensajeros al rey de los hijos de Amón, diciendo: ¿Qué hay entre tú y yo[fc], que has venido a mí para pelear contra mi tierra? 13 Y el rey de los hijos de Amón dijo a los mensajeros de Jefté: Porque Israel tomó mi tierra, cuando subieron de Egipto, desde el Arnón hasta el Jaboc(FT) y el Jordán; por tanto devuélvela ahora en paz. 14 Pero Jefté volvió a enviar mensajeros al rey de los hijos de Amón, 15 que le dijeron: Así dice Jefté: «Israel no tomó la tierra de Moab, ni la tierra de los hijos de Amón. 16 Porque cuando subieron de Egipto, e Israel pasó por el desierto hasta el mar Rojo[fd](FU) y llegó a Cades(FV), 17 Israel envió mensajeros al rey de Edom, diciendo: “Permítenos, te rogamos, pasar por tu tierra”, pero el rey de Edom no les escuchó. También enviaron mensajeros al rey de Moab pero él no consintió(FW), así que Israel permaneció en Cades. 18 Luego atravesaron el desierto y rodearon la tierra de Edom y de Moab(FX), llegaron al lado oriental de la tierra de Moab y acamparon al otro lado del Arnón; pero no entraron en el territorio de Moab(FY), porque el Arnón era la frontera de Moab. 19 (FZ)Y envió Israel mensajeros a Sehón, rey de los amorreos, rey de Hesbón, y le dijo Israel: “Permítenos, te rogamos, pasar por tu tierra a nuestro lugar”. 20 Pero Sehón no confió en Israel para darle paso por su territorio; reunió, pues, Sehón a todo su pueblo y acampó en Jahaza, y peleó contra Israel. 21 Y el Señor, Dios de Israel, entregó a Sehón y a todo su pueblo en manos de Israel, y los derrotaron[fe], e Israel tomó posesión de toda la tierra de los amorreos, los habitantes de esa región(GA). 22 Y poseyeron todo el territorio de los amorreos desde el Arnón hasta el Jaboc(GB), y desde el desierto hasta el Jordán. 23 Y puesto que el Señor, Dios de Israel, expulsó[ff] a los amorreos de delante de su pueblo Israel, ¿has tú de poseerla? 24 ¿No posees tú lo que Quemos(GC), tu dios, te ha dado para poseer? De modo que todo el territorio que el Señor nuestro Dios ha desposeído delante de nosotros, lo poseeremos. 25 Ahora pues, ¿eres tú mejor que Balac, hijo de Zipor, rey de Moab(GD)? ¿Acaso luchó él con Israel, o acaso peleó contra ellos? 26 Mientras Israel habitaba en Hesbón y sus pueblos(GE), y en Aroer y sus aldeas, y en todas las ciudades que están a orillas del Arnón, trescientos años, ¿por qué no las recuperaste durante ese tiempo? 27 Por tanto, yo no he pecado contra ti, pero tú me estás haciendo mal al hacer guerra contra mí; que el Señor, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón(GF)». 28 Pero el rey de los hijos de Amón no hizo caso al mensaje[fg] que Jefté le envió.

Voto y victoria de Jefté

29 Y el Espíritu del Señor vino sobre Jefté(GG), y pasó por Galaad y Manasés; luego pasó por Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad fue adonde estaban los hijos de Amón. 30 Y Jefté hizo un voto al Señor, y dijo: Si en verdad entregas en mis manos a los hijos de Amón, 31 sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del Señor, o[fh] lo ofreceré como holocausto. 32 Y Jefté cruzó adonde estaban los hijos de Amón para pelear contra ellos; y el Señor los entregó en su mano. 33 Y los hirió con una gran matanza desde Aroer hasta la entrada de Minit(GH), veinte ciudades, hasta Abel-keramim. Y los hijos de Amón fueron sometidos delante de los hijos de Israel.

34 Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa(GI), he aquí, su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas(GJ). Era ella su única hija; fuera de ella no tenía hijo ni hija. 35 Y[fi] cuando la vio, él rasgó sus ropas y dijo: ¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen; porque he dado mi palabra[fj] al Señor, y no me puedo retractar(GK). 36 Entonces ella le dijo: Padre mío, has dado tu palabra[fk] al Señor; haz conmigo conforme a lo que has dicho[fl](GL), ya que el Señor te ha vengado de tus enemigos, los hijos de Amón. 37 Y ella dijo a su padre: Que se haga esto por mí; déjame sola por dos meses, para que vaya yo a[fm] los montes y llore por mi virginidad(GM), yo y mis compañeras. 38 Y él dijo: Ve, y la dejó ir por dos meses; y ella se fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. 39 Al[fn] cabo de los dos meses ella regresó a su padre, que hizo con ella conforme al voto que había hecho; y ella no tuvo relaciones con ningún hombre[fo]. Y se hizo costumbre en Israel, 40 que de año en año las hijas de Israel fueran cuatro días en el año a conmemorar[fp] a la hija de Jefté galaadita.

Muerte de Jefté

12 Los hombres de Efraín se reunieron y cruzaron el Jordán hacia el norte[fq], y dijeron a Jefté: ¿Por qué cruzaste a pelear contra los hijos de Amón sin llamarnos para que fuéramos contigo(GN)? Quemaremos tu casa sobre ti. Y Jefté les respondió: Yo y mi pueblo estábamos en gran contienda con los hijos de Amón, y cuando os llamé, no me librasteis de sus manos. Viendo, pues, que no me ibais a librar, arriesgué mi vida[fr](GO) y crucé contra los hijos de Amón, y el Señor los entregó en mi mano. ¿Por qué, pues, habéis subido hoy a pelear contra mí? Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad y peleó contra Efraín; y los hombres de Galaad derrotaron[fs] a Efraín, porque estos decían: Sois fugitivos de Efraín, vosotros los galaaditas, en medio de Efraín y en medio de Manasés. Y se apoderaron los galaaditas de los vados del Jordán(GP) al lado opuesto de Efraín. Y aconteció que cuando alguno de los fugitivos de Efraín decía: Dejadme cruzar, los hombres de Galaad le decían: ¿Eres efrateo? Si él respondía: No, entonces, le decían: Di, pues, la palabra Shibolet; pero él decía Sibolet, porque no podía pronunciarla correctamente[ft]. Entonces le echaban mano y lo mataban junto a los vados del Jordán. Y cayeron en aquella ocasión cuarenta y dos mil de los de Efraín. Jefté juzgó a Israel seis años. Y murió Jefté galaadita, y fue sepultado en una de las ciudades de Galaad.

Ibzán, Elón y Abdón, jueces de Israel

Después de Jefté[fu] juzgó a Israel Ibzán de Belén. Y tuvo treinta hijos y treinta hijas, a estas las casó[fv] fuera de la familia, y trajo de afuera treinta hijas para sus hijos. Y juzgó a Israel siete años. 10 Y murió Ibzán, y fue sepultado en Belén.

11 Después de él juzgó a Israel Elón zabulonita; y juzgó a Israel diez años. 12 Y murió Elón zabulonita, y fue sepultado en Ajalón, en la tierra de Zabulón.

13 Entonces Abdón, hijo de Hilel piratonita, juzgó a Israel después de Elón[fw]. 14 Y tuvo cuarenta hijos y treinta nietos que cabalgaban en setenta asnos. Y juzgó a Israel ocho años. 15 Y murió Abdón, hijo de Hilel piratonita, y fue sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en la región montañosa de los amalecitas.

Opresión filistea

13 Y los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Señor(GQ), y el Señor los entregó en manos de los filisteos por cuarenta años.

Y había un hombre de Zora(GR), de la familia de los danitas, el cual se llamaba Manoa; su mujer era estéril y no había tenido hijos. Entonces el ángel del Señor se le apareció a la mujer(GS), y le dijo: He aquí, tú eres estéril y no has tenido hijos, pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora pues, cuídate de no beber vino ni licor(GT), y de no comer ninguna cosa inmunda. Pues he aquí, concebirás y darás a luz un hijo; no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios(GU) desde el seno materno(GV); y él comenzará a salvar a Israel(GW) de manos de los filisteos. Y la mujer fue y se lo dijo a su marido, diciendo: Un hombre de Dios vino a mí(GX), y su aspecto era como el aspecto del ángel de Dios, muy imponente. Yo no le pregunté de dónde venía, ni él me hizo saber su nombre. Pero él me dijo: «He aquí, concebirás y darás a luz un hijo; desde ahora no beberás vino ni licor, ni comerás cosa inmunda, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno materno hasta el día de su muerte».

Entonces Manoa imploró al Señor, y dijo: Te ruego Señor, que el hombre de Dios que tú enviaste venga otra vez a nosotros, para que nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer(GY). Y Dios escuchó la voz de Manoa. Y el ángel de Dios vino otra vez a la mujer(GZ) cuando estaba sentada en el campo; y Manoa su marido no estaba con ella. 10 Y la mujer corrió rápidamente y avisó a su marido, y le dijo: He aquí, se me ha aparecido el hombre que vino[fx] el otro día(HA). 11 Manoa se levantó y siguió a su mujer, y cuando llegó al hombre, le dijo: ¿Eres el hombre que habló a la mujer(HB)? Y él respondió: Yo soy. 12 Y Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser el modo de vivir del muchacho y cuál su vocación? 13 Y el ángel del Señor dijo a Manoa: Que la mujer atienda a[fy] todo lo que le dije(HC). 14 No comerá nada que venga de la vid(HD), no beberá vino ni licor, ni comerá nada inmundo(HE); que guarde ella todo lo que le he mandado.

Visión de Manoa y nacimiento de Sansón

15 Entonces Manoa dijo al ángel del Señor(HF): Permítenos detenerte y prepararte un cabrito. 16 Y el ángel del Señor respondió a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu alimento[fz](HG), mas si preparas un holocausto, ofrécelo al Señor. Y[ga] Manoa no sabía que era el ángel del Señor. 17 Y Manoa dijo al ángel del Señor: ¿Cuál es tu nombre(HH), para que cuando se cumplan tus palabras, te honremos? 18 Y el ángel del Señor le respondió: ¿Por qué preguntas mi nombre, viendo que es maravilloso[gb](HI)? 19 Y Manoa tomó el cabrito con la ofrenda de cereal y los ofreció sobre una piedra al Señor(HJ), y el ángel hizo maravillas mientras que Manoa y su mujer observaban. 20 Pues sucedió que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel del Señor ascendió en la llama del altar. Al ver esto, Manoa y su mujer cayeron rostro en tierra(HK). 21 Y el ángel del Señor no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces Manoa supo que era el ángel del Señor(HL). 22 Y Manoa dijo a su mujer: Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios(HM). 23 Pero su mujer le dijo: Si el Señor hubiera deseado matarnos, no habría aceptado el holocausto ni la ofrenda de cereal de nuestras manos; tampoco nos habría mostrado todas estas cosas, ni nos habría permitido ahora oír cosas como estas(HN).

24 Y la mujer dio a luz un hijo y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció y el Señor lo bendijo(HO). 25 Y el Espíritu del Señor(HP) comenzó a manifestarse en él en Mahané-dan[gc], entre Zora y Estaol(HQ).

El matrimonio de Sansón

14 Y Sansón descendió a Timnat y vio allí[gd] a una mujer de las hijas de los filisteos. Cuando regresó[ge], se lo contó a su padre y a su madre, diciendo: Vi en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos; ahora pues, tomádmela por mujer. Le respondieron[gf] su padre y su madre: ¿No hay mujer entre las hijas de tus parientes[gg] o entre todo nuestro[gh] pueblo, para que vayas a tomar mujer de los filisteos incircuncisos(HR)? Pero Sansón dijo a su padre: Tómala para mí, porque ella me agrada[gi]. Y su padre y su madre no sabían que esto era del Señor, porque Él buscaba ocasión contra los filisteos(HS), pues en aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel.

Y Sansón descendió a Timnat con su padre y con su madre, y llegó hasta los viñedos de Timnat; y he aquí, un león joven venía rugiendo hacia él. Y el Espíritu del Señor vino[gj] sobre él(HT) con gran poder, y lo despedazó como se despedaza un cabrito, aunque no tenía nada en su mano(HU); pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho. Descendió y habló con la mujer; y ella le agradó a Sansón[gk]. Cuando regresó más tarde para tomarla, se apartó del camino para ver el cadáver del león; y he aquí que había un enjambre de abejas y miel en el cuerpo del león. Recogió la miel[gl] en sus manos[gm] y siguió adelante, comiéndola mientras caminaba. Cuando llegó adonde estaban su padre y su madre, les dio miel y ellos comieron; pero no les contó que había recogido la miel del cuerpo del león.

El enigma de Sansón

10 Entonces el padre descendió adonde estaba la mujer; y Sansón hizo allí un banquete, porque así acostumbraban hacer los jóvenes. 11 Y sucedió que cuando lo vieron, trajeron a treinta compañeros para que estuvieran con él. 12 Y Sansón les dijo: Permitidme proponeros ahora un enigma(HV); y si en verdad me lo declaráis dentro de los siete días del banquete, y lo descifráis, entonces os daré treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa(HW). 13 Pero si no podéis declarármelo, entonces vosotros me daréis treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa. Y ellos le dijeron: Propón tu enigma, para que lo escuchemos. 14 Y él les dijo:

Del que come salió comida,
y del fuerte salió dulzura.

Y no pudieron declararle el enigma en tres días.

15 Y[gn] al cuarto[go] día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido(HX) a que nos declare el enigma, o te quemaremos a fuego a ti y a la casa de tu padre(HY). Nos habéis invitado para empobrecernos. ¿No es así? 16 Y la mujer de Sansón lloró delante de él, y dijo: Solo me aborreces y no me quieres; has propuesto un enigma a los hijos de mi pueblo, y no me lo has declarado(HZ). Y él le dijo: He aquí que no lo he declarado ni a mi padre ni a mi madre; ¿y te lo he de declarar a ti? 17 Mas ella lloró delante de él los siete días que duró su banquete. Y sucedió el séptimo día que él se lo declaró porque ella le presionaba mucho. Entonces ella declaró el enigma a los hijos de su pueblo. 18 Y al séptimo día, antes de ponerse el sol, los hombres de la ciudad le dijeron:

¿Qué es más dulce que la miel?
¿Y qué es más fuerte que un león?

Y él les dijo:

Si no hubiereis arado con mi novilla,
no habríais descubierto mi enigma.

19 Entonces el Espíritu del Señor vino[gp] sobre él(IA) con gran poder, y descendió a Ascalón y mató a treinta de ellos y tomando sus despojos, dio las mudas de ropa a los que habían declarado el enigma. Y ardiendo en ira, subió a la casa de su padre. 20 Pero la mujer de Sansón fue dada al compañero que había sido su amigo íntimo(IB).

Las zorras incendiarias

15 Después de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, sucedió que Sansón visitó a su mujer con un cabrito(IC), y dijo: Llegaré a mi mujer en su recámara. Pero el padre de ella no lo dejó entrar. Y el padre[gq] dijo: Realmente pensé que la odiabas intensamente y se la di a tu compañero(ID). ¿No es su hermana menor más hermosa[gr] que ella? Te ruego que la tomes en su lugar. Entonces Sansón le[gs] respondió: Esta vez no tendré culpa en cuanto a los filisteos cuando les haga daño. Y Sansón fue y capturó trescientas zorras, tomó antorchas, juntó las zorras cola con cola y puso una antorcha en medio de cada dos colas. Después de prender fuego a las antorchas, soltó las zorras[gt] en los sembrados de los filisteos, quemando la mies recogida, la mies en pie, y además las viñas y los olivares. Entonces los filisteos dijeron: ¿Quién hizo esto? Y les respondieron: Sansón, el yerno del timnateo, porque este tomó a su mujer y se la dio a su compañero. Y los filisteos vinieron y la quemaron a ella y a su padre(IE). Y Sansón les dijo: Ya que actuáis así, ciertamente me vengaré de vosotros, y después de eso, cesaré[gu]. Y sin piedad los hirió[gv] con gran mortandad; y descendió y habitó en la hendidura de la peña de Etam.

La quijada de asno

Subieron los filisteos y acamparon en Judá, y se esparcieron por Lehi. 10 Y los hombres de Judá dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos dijeron: Hemos subido para prender a Sansón a fin de hacerle como él nos ha hecho. 11 Tres mil hombres de Judá descendieron a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes que los filisteos reinan sobre nosotros(IF)? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho? Y él les dijo: Como ellos me hicieron, así les he hecho. 12 Y ellos le dijeron: Hemos descendido para prenderte y entregarte en manos de los filisteos. Y Sansón les dijo: Juradme que no me mataréis[gw].

La Biblia de las Américas (LBLA)

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