Bible in 90 Days
8 y el SEÑOR le dijo a Moisés:
—Haz una serpiente y ponla en un poste. Todo el que haya sido mordido y la mire se salvará.
9 Entonces Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un poste. Así que cuando alguien sufría la mordedura de una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se salvaba.
El viaje a Moab
10 Los israelitas continuaron su marcha y acamparon en Obot. 11 Salieron de Obot y acamparon en Iyé Abarín, al oriente del territorio de Moab. 12 Luego se fueron de ahí y acamparon en el valle de Zéred, 13 de donde salieron para acampar al otro lado del río Arnón, que está en el desierto que se extiende desde el territorio de los amorreos. El río Arnón sirve de límite entre Moab y los amorreos. 14 A eso hace referencia El libro de las guerras del SEÑOR donde dice:
«Vaheb en la región de Sufá, los arroyos del río Arnón, 15 la orilla de los arroyos que llevan a la región de Ar y rodean la frontera de Moab».
16 De ahí siguieron hasta Ber[a], el pozo donde el SEÑOR le dijo a Moisés: «Reúne a la gente que yo les daré agua». 17 En esa ocasión los israelitas cantaron esta canción:
«Pozo, ¡brota agua!
Cántenle al pozo,
18 el que los jefes cavaron,
el que los nobles del pueblo perforaron,
con el cetro y con sus bastones».
Luego marcharon del desierto hasta Matana.[b] 19 De Matana[c] fueron a Najaliel, y de Najaliel a Bamot. 20 De Bamot fueron al valle que está en la región de Moab hasta la cumbre del monte Pisgá desde donde puede verse el desierto de Jesimón.
Derrotas del rey Sijón
(Dt 2:26-37; 3:1-11)
21 Los israelitas enviaron mensajeros a decirle al rey Sijón de los amorreos:
22 «Déjenos pasar por sus territorios. No entraremos a sus campos ni viñedos, ni beberemos el agua de sus pozos. Atravesaremos su territorio marchando por el camino principal».
23 Pero Sijón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino que reunió a toda su gente y salió a enfrentar a los israelitas en el desierto. Al llegar a Yahaza los atacó, 24 pero los israelitas lo derrotaron y se apoderaron de su territorio desde el río Arnón hasta el río Jaboc, o sea hasta la frontera de los amonitas, que estaba fortificada. 25 Entonces Israel tomó posesión de todas esas ciudades de los amorreos, o sea de Hesbón y sus pueblos de influencia, y comenzó a vivir en ellas. 26 Hesbón era la ciudad del rey amorreo Sijón, quien había peleado contra el rey de Moab y se había apoderado de toda su tierra hasta el río Arnón. 27 Es por esto que los cantantes dicen:
«¡Vengan a Hesbón!
Reconstruyan y edifiquen la ciudad de Sijón.
28 Es que un fuego comenzó en Hesbón
y una llama salió de la ciudad de Sijón.
El fuego destruyó a Ar de Moab,
y quemó[d] las montañas que dominan el Arnón.
29 ¡Pobre de ti, Moab!
¡Estás acabado, pueblo del dios Quemós!
Su dios hizo huir a sus hijos,
y a sus hijas las hizo prisioneras de Sijón, rey de los amorreos.
30 Han muerto sus descendientes[e]
desde Hesbón a Dibón.
Los hemos destruido[f] hasta Nofa,
que está cerca de Medeba».
31 Entonces los israelitas se establecieron en la tierra de los amorreos.
32 Moisés envió también espías a Jazer, y los israelitas capturaron las ciudades vecinas y expulsaron de ahí a los amorreos. 33 Luego los israelitas volvieron en dirección a Basán, pero entonces el rey Og de Basán salió con todo su ejército a enfrentarse con los israelitas en Edrey.
34 Así que el SEÑOR le dijo a Moisés: «No le tengas miedo porque yo te lo entregaré a él, a su ejército y a su territorio. Debes hacer con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey de los amorreos que vivía en Hesbón».
35 Entonces los israelitas mataron a Og, a sus hijos y a todo su ejército, hasta no dejar ningún sobreviviente, y luego ocuparon su territorio.
Balán y el rey de Moab
22 Los israelitas se pusieron en marcha y acamparon en las llanuras de Moab al otro lado del Jordán, frente a Jericó.
2 Balac hijo de Zipor se dio cuenta de lo que Israel le había hecho a los amorreos, 3 así que los moabitas se llenaron de miedo y se angustiaron al ver que los israelitas eran muchos.
4 Entonces los moabitas les dijeron a los ancianos líderes de Madián: «Esa multitud va a destruir todo a su paso como cuando un toro acaba con el pasto de un potrero». Balac hijo de Zipor era el rey de Moab en ese tiempo. 5 Él envió mensajeros a traer a Balán hijo de Beor que estaba en Petor, junto al río Éufrates, la tierra de sus parientes. Ellos le dijeron:
«Mira, un pueblo que salió de Egipto se ha extendido por todo el país y está acampando aquí cerca. 6 Ahora, ven y maldice a esta gente por mí, porque son más fuertes que yo. Tal vez yo sea capaz de atacarlos y los obligue a salir de la tierra. Sé que el que tú bendices queda bendito y el que tú maldices queda maldito».
7 Los ancianos líderes de Moab y los ancianos líderes de Madián se fueron a darle el mensaje a Balán. Ellos iban dinero en mano para pagar las maldiciones.[g]
8 Balán les dijo:
—Quédense aquí esta noche y yo les contestaré lo que el SEÑOR me diga.
Entonces los jefes de Moab permanecieron con Balán. 9 Dios vino a Balán en un sueño y le preguntó:
—¿Quiénes son esos hombres que se alojan contigo?
10 Balán le contestó:
—Balac hijo de Zipor, rey de Moab, los envió con este mensaje: 11 “Mira, un pueblo que salió de Egipto se ha extendido por todo el país. Ven y maldice a esta gente por mí. Tal vez yo sea capaz de atacarlos y los obligue a salir de la tierra”.
12 Entonces Dios le dijo a Balán:
—No vayas con ellos ni digas ninguna maldición contra los israelitas porque es un pueblo bendito.
13 Balán se levantó por la mañana y les dijo a los jefes de Balac:
—Vuelvan a su tierra porque el SEÑOR no me permite ir con ustedes.
14 Los jefes de Moab se levantaron y volvieron a Balac y le dijeron:
—Balán no quiso venir con nosotros.
15 Balac envió a otros jefes, en mayor número y más importantes que el primer grupo, 16 que fueron a Balán y le dijeron:
—Esto es lo que Balac hijo de Zipor dice:
“No dejes que nada te impida venir aquí. 17 Yo te recompensaré muy bien y haré todo lo que me pidas, pero te ruego que vengas a maldecir por mí a ese pueblo”.
18 Entonces Balán les respondió:
—Aunque Balac me diera su casa llena de oro y plata no podría hacer nada, grande ni pequeño, que fuera en contra del mandato del SEÑOR mi Dios. 19 Entonces, por favor quédense aquí esta noche como hicieron los otros y déjenme averiguar que más podría decirme el SEÑOR.
20 Esa noche Dios se le presentó a Balán en un sueño y le dijo: «Ya que estos hombres han venido por ti, levántate y acompáñalos, pero harás sólo lo que yo te ordene».
21 Balán se levantó en la mañana, ensilló su burra y se fue con los jefes de Moab. 22 Entonces Dios se enojó con él porque se iba, así que el ángel del SEÑOR se interpuso en el camino para ejecutarlo. Balán iba montado en su burra, y lo acompañaban dos siervos suyos. 23 En cuanto la burra vio al ángel del SEÑOR parado en el camino con una espada en su mano, se salió del camino y fue hacia el campo. Entonces Balán golpeó a la burra para obligarla a volver al camino.
24 Luego el ángel del SEÑOR se paró en un sendero angosto por donde el camino pasaba entre viñedos con muros de piedra a ambos lados. 25 La burra vio al ángel del SEÑOR y se recostó contra el muro oprimiendo la pierna de Balán, entonces él la golpeó de nuevo.
26 El ángel del SEÑOR se adelantó de nuevo y se paró en un sitio angosto, sin dejar espacio ni a la izquierda ni a la derecha. 27 Cuando la burra vio al ángel del SEÑOR se echó al suelo, entonces Balán se enojó y la golpeó con su vara. 28 Entonces el SEÑOR hizo que la burra hablara y ella le dijo a Balán:
—¿Qué te he hecho para que me golpees tres veces de esa manera?
29 Balán le dijo a la burra:
—Te has estado burlando de mí y si tuviera una espada en mi mano, te mataría ahora mismo.
30 La burra le dijo a Balán:
—¿Acaso no soy la burra que toda tu vida has montado hasta el día de hoy? ¿Suelo actuar de esta manera?
—No—respondió Balán.
31 El SEÑOR permitió que Balán pudiera ver al ángel del SEÑOR, que estaba de pie en el camino y espada en mano. Balán se inclinó y se postró rostro en tierra. 32 El ángel del SEÑOR le dijo:
—¿Por qué has golpeado a tu burra esas tres veces? Mira, yo mismo he venido a detenerte porque tu viaje me disgusta.[h] 33 Cuando tu burra me vio se alejó de mí esas tres veces. Si no lo hubiera hecho, yo te habría matado a ti pero a ella la hubiera dejado con vida.
34 Balán le dijo al ángel del SEÑOR:
—He pecado porque no sabía que estabas ahí en el camino para detenerme, pero viendo ahora que mi viaje te desagrada, volveré a casa.
35 El ángel del SEÑOR le dijo a Balán:
—Ve con esos hombres, pero dirás sólo lo que yo te ordene.
Entonces Balán se fue con los jefes enviados por Balac.
36 Cuando Balac escuchó que Balán venía, salió a su encuentro a una ciudad de Moab que está en la ribera del río Arnón, en la parte más lejana de la frontera. 37 Balac le dijo a Balán:
—¿Acaso no envié hombres a traerte? ¿Por qué no viniste? ¿Es que acaso no soy capaz de recompensarte?
38 Balán le respondió:
—Bueno, pues ya estoy aquí. Sin embargo, no puedo decir sino sólo lo que Dios me comunique.
39 Balán y Balac salieron de allí a Quiriat Jusot, 40 donde Balac sacrificó ganado y ovejas y las compartió con Balán y con los jefes que estaban con él. 41 Al otro día por la mañana, Balac llevó a Balán a Bamot Baal, desde donde Balán pudo ver una parte del campamento israelita.
El primer mensaje de Balán
23 Balán le dijo a Balac: «Constrúyeme siete altares en este lugar y prepárame siete terneros y siete carneros». 2 Balac hizo lo que pidió Balán y juntos ofrecieron un ternero y un carnero en cada altar. 3 Luego Balán le dijo a Balac:
—Quédate al lado de tu sacrificio que debe quemarse completamente, y yo iré a ver si el SEÑOR quiere encontrarse conmigo; luego te diré lo que él me revele.
Entonces Balán se fue a la cima de una montaña, 4 donde Dios se le apareció y Balán le dijo:
—Hice siete altares y ofrecí un ternero y un carnero en cada altar.
5 Entonces el SEÑOR le dijo a Balán lo que debía decir y luego le ordenó:
—Vuelve a donde está Balac y dile lo que yo te acabo de decir.
6 Balán volvió donde estaba Balac, quien se encontraba de pie, al lado de su sacrificio que debe quemarse completamente, junto a los jefes de Moab. 7 Entonces Balán dijo esta profecía:
«Balac me trajo aquí desde Aram.
El rey de Moab me hizo venir desde las montañas de oriente.
Ven, me dijo, maldice por mí a Jacob,
ven, deséale el mal a Israel.
8 Pero, ¿cómo voy a maldecir al que Dios no maldice?
¿Cómo desearle mal al que el SEÑOR no lo hace?
9 Puedo verlos desde la cima de las montañas
y desde las colinas los observo.
Es un pueblo que vive apartado
y no se considera una nación entre las naciones.
10 ¿Quién puede contar a la descendencia de Jacob?
Son tan numerosos como los granos de polvo.
¿O, quién puede contar al menos la cuarta parte de Israel?
¡Déjame morir honrado como muere esta buena gente,
y déjame terminar bien como ellos!»
11 Balac le dijo a Balán:
—¿Qué es esto que me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, pero no has hecho más que bendecirlos.
12 Pero Balán le contestó:
—¿No te das cuenta que tengo que decir sólo lo que el SEÑOR me diga?
13 Balac le dijo a Balán:
—Ven conmigo a otro sitio desde donde puedas verlos, aunque no verás todo el campamento sino sólo una parte, y maldícemelos desde ahí.
14 Entonces Balac lo llevó al campo de Zofín[i], en la cima del monte Pisgá. Balac construyó siete altares y ofreció un ternero y un carnero en cada altar. 15 Balán le dijo a Balac:
—Quédate aquí junto a tu sacrificio que debe quemarse completamente mientras voy a reunirme con Dios.
16 El SEÑOR fue a encontrarse con Balán y le dijo lo que tenía que decir. Después le ordenó:
—Vuelve a donde está Balac y dile eso.
17 Entonces Balán volvió a donde estaba Balac y lo encontró de pie al lado del sacrificio que debe quemarse completamente, junto con los jefes de Moab. Balac le preguntó:
—¿Qué dijo el SEÑOR?
Segundo mensaje de Balán
18 Entonces Balán dijo esta profecía:
«Párate Balac y escucha,
escúchame hijo de Zipor.
19 Dios no es un ser humano
para que mienta o cambie de opinión.
¿Acaso él no hace lo que dice,
o no cumple lo que promete?
20 Mira, mis órdenes son de bendecir.
Dios ha bendecido a Israel,
y eso yo no lo puedo cambiar.
21 Para los descendientes de Jacob no se contempla calamidad alguna;
ni tampoco se espera ninguna desgracia para Israel.
Pues el SEÑOR su Dios está con ellos;
ellos lo proclaman su Rey.
22 Dios, que los sacó de Egipto,
es para ellos su fortaleza,
como los cuernos para el toro salvaje.
23 Contra Jacob no sirven los maleficios,
ni hay brujería que valga contra Israel.
De Jacob y de Israel se dirá como se dice ahora:
“Mira lo que Dios ha hecho”.
24 Este pueblo se levanta como una leona
y se pone en pie como un león.
No descansará hasta devorar su presa
y beber la sangre de sus víctimas».
25 Entonces Balac le dijo a Balán:
—¡Si no los vas a maldecir, entonces al menos no los bendigas!
26 Luego Balán le dijo a Balac:
—¿No te dije que haría todo lo que el SEÑOR me dijera?
27 Sin embargo, Balac le dijo a Balán:
—Ven, te llevaré a otro sitio, a lo mejor Dios quiera que tú me los maldigas desde ahí.
28 Balac llevó a Balán a la cima del monte Peor, que domina el desierto, 29 y Balán le dijo a Balac:
—Constrúyeme siete altares aquí, y prepárame siete toros y siete carneros.
30 Balac hizo lo que Balán le dijo y en cada altar sacrificó un ternero y un carnero.
El tercer mensaje de Balán
24 Balán vio que le agradaba al SEÑOR bendecir a Israel, así que no fue a buscar profecías como antes sino que miró hacia el desierto. 2 Balán miró y vio a los israelitas acampados por tribus. Luego el Espíritu de Dios se apoderó de él, 3 y Balán dijo esta profecía:
«Este es el mensaje de Balán hijo de Beor,
el hombre cuyos ojos ven claramente,
4 el que oye palabras de Dios,
el que tiene visiones dadas por Dios Todopoderoso[j],
y cae ante él con sus ojos descubiertos.
5 »¡Qué hermosas son tus carpas, Jacob!
¡Qué bello es tu campamento, Israel!
6 Tus carpas son como extensas filas de palmeras[k],
como jardines al lado de un río,
como áloes plantados por el SEÑOR,
como cedros a la orilla del agua.
7 Los cántaros[l] de los israelitas rebosarán de agua,
sus semillas recibirán agua abundante.
Su rey será más grande que Agag,
y su reino será grandioso.
8 »Dios los sacó de Egipto;
él es para ellos su fortaleza,
como los cuernos para el toro salvaje.
Israel vencerá a sus enemigos,
romperá sus huesos
y los herirá con sus flechas.[m]
9 Israel se echará a descansar como un león.
¿Quién se atreverá a despertarlo?
¡Bendito el que te bendiga
y maldito el que te maldiga!»
10 Entonces Balac se enojó con Balán y golpeándose las manos le dijo:
—Te he llamado para que maldigas a mis enemigos, pero lo que has hecho es bendecirlos tres veces. 11 ¡Así que vete ahora a tu casa! Dije que te recompensaría, pero como puedes ver, el SEÑOR ha hecho que pierdas tu recompensa.
12 Balán le dijo a Balac:
—¿Acaso no les dije a los mensajeros que me enviaste: 13 “Aunque Balac me diera su casa llena de oro y plata yo no podría hacer nada, bueno ni malo, sino obedecer el mandato del SEÑOR y hablar lo que el SEÑOR me ordene que diga”? 14 Bueno, regreso a mi pueblo, pero antes ven, que te voy a decir lo que en el futuro este pueblo hará con el tuyo.
Último mensaje de Balán
15 Entonces Balán dijo esta profecía:
«Este es el mensaje de Balán hijo de Beor,
el hombre cuyos ojos ven claramente,
16 el que oye palabras de Dios,
el que conoce la ciencia del Altísimo,
el que tiene visiones dadas por Dios Todopoderoso,
y cae ante él con sus ojos descubiertos:
17 »Veo a los israelitas viniendo,
pero no ahora, sino en el futuro.
Los veo, pero no cerca.
Como una estrella saldrá un rey del pueblo de Jacob.
Se levantará un gobernante de los israelitas.
Él aplastará las cabezas de los de Moab
y las de todos los hijos de Set.
18 Se apoderará de Edom,
y tomará posesión de su enemigo Seír[n].
Israel mostrará su poderío.
19 »Un gobernante vendrá de Jacob
y destruirá a los que queden en esas ciudades».
20 Luego Balán dirigió su mirada hacia Amalec y le dijo esta profecía:
«Amalec fue la más importante de las naciones,
pero su fin será la destrucción total».
21 Luego Balán dirigió su mirada hacia los quenitas y les dijo su profecía:
«El lugar donde ustedes viven es seguro
como un nido en lo alto de la montaña.
22 Pero Caín[o] será destruido
cuando Asiria lo haga prisionero».
23 Después Balán dijo esta profecía:
«Nadie podrá vivir
cuando Dios haga estas cosas.
24 Vendrán barcos de la costa de Quitín[p]
y derrotarán a Asiria y a Éber[q],
pero ellos también serán destruidos».
25 Entonces Balán se levantó y volvió a su casa, y Balac también se fue por su camino.
Israel en Peor
25 Los israelitas se establecieron en Acacias[r], y allí los hombres empezaron a corromperse con las mujeres moabitas. 2 Ellas invitaban a los israelitas a acompañarlas en los sacrificios para sus dioses falsos y los israelitas comían de esos sacrificios y adoraban a esos dioses falsos. 3 De esta manera, Israel comenzó a adorar a Baal Peor, lo que hizo que el SEÑOR se enojara con Israel. 4 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:
—Lleva a todos los jefes del pueblo y mátalos públicamente. Deja que sus cuerpos queden colgados ante el SEÑOR.
5 Moisés les dijo a todos los jueces de Israel:
—Maten a todo el que entre ustedes se haya unido a la adoración a Baal Peor.
6 Justo en ese momento uno de los israelitas vino y trajo una mujer madianita a donde estaba su familia. Hizo esto delante de Moisés y de todos los israelitas, quienes se encontraban llorando a la entrada de la carpa del encuentro. 7 Finés, que era hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, viendo esto, se alejó de la reunión, tomó su lanza 8 y siguió al israelita hasta su carpa. Allí Finés atravesó por el estómago[s] al israelita y a la mujer madianita y así fue como se detuvo la plaga que afligía a los israelitas, 9 aunque la plaga ya había matado a 24 000 de ellos.
10 El SEÑOR le dijo a Moisés:
11 —Finés hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón salvó a los israelitas de mi ira al enojarse como yo contra los que pecaron, por lo cual yo no destruiré a los israelitas en mi ira. 12 Así que dile a Finés que yo hago este pacto de amistad con él: 13 Yo le entrego el sacerdocio para siempre a él y a sus descendientes porque se indignó en favor de su Dios e hizo purificación de parte de los israelitas.
14 El nombre del israelita que fue muerto junto con la mujer madianita era Zimri hijo de Salu, y jefe de una familia de la tribu de Simeón. 15 El nombre de la mujer madianita que murió era Cozbí hija de Zur, el jefe de una familia de Madián.
16 El SEÑOR le dijo a Moisés:
17 —Ataquen y maten a los madianitas, 18 porque en Peor ellos los atacaron a ustedes con sus engaños, como en el caso de Cozbí, la hija de un jefe madianita, que fue muerta el día que la plaga vino a Israel por lo que pasó en Peor.
Otro censo del pueblo
26 El SEÑOR les dijo a Moisés y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón: 2 «Hagan un censo de todos los israelitas, por familias, en el que se registren los hombres de 20 años en adelante, aptos para el servicio militar».
3 Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con los israelitas en las llanuras de Moab a la orilla del río Jordán frente a Jericó. Les dijeron: 4 «Hagan un censo del pueblo, censen a todos los hombres de 20 años en adelante, tal como el SEÑOR le ordenó a Moisés». Los israelitas que salieron de Egipto fueron los siguientes:
5 Los descendientes de Rubén, el hijo mayor de Israel, eran estos:
de Enoc desciende el grupo familiar enoquita;
de Falú, el faluita;
6 de Jezrón, el jezronita y de Carmí, el carmita.
7 Esos eran los grupos familiares de Rubén los cuales tenían, de acuerdo al censo, 43 730 hombres.
8 Eliab era hijo de Falú. 9 Los hijos de Eliab eran Nemuel, Datán y Abirán; estos dos últimos fueron los mismos Datán y Abirán, que habían sido elegidos por la comunidad, pero que se rebelaron contra Moisés y Aarón. Ellos se unieron a Coré y su grupo cuando él se rebeló contra el SEÑOR. 10 En esa ocasión la tierra abrió su boca y se los tragó a ellos y a Coré. También murieron sus seguidores cuando el fuego quemó a los 250 hombres. Así que todo esto sirvió de advertencia al pueblo. 11 Sin embargo, los hijos de Coré no murieron.
12 Los descendientes de Simeón por grupos familiares, eran estos:
de Nemuel desciende el grupo familiar nemuelita;
de Jamín, el jaminita;
de Jaquín, el jaquinita;
13 de Zera, el zeraíta
y de Saúl el saulita.
14 Esos eran los grupos familiares de Simeón los cuales tenían, de acuerdo al censo, 22 200 hombres.
15 Los descendientes de Gad por sus grupos familiares, eran estos:
de Zefón desciende el grupo familiar zefonita;
de Jaguí, el jaguita;
de Suni, el sunita;
16 de Ozni, el oznita;
de Erí, el erita;
17 de Arodí, el arodita;
de Arelí, el arelita.
18 Esos eran los grupos familiares de Gad los cuales tenían, de acuerdo al censo, 40 500 hombres.
19 De los hijos de Judá, Er y Onán murieron en Canaán, 20 entonces los descendientes de Judá fueron los grupos familiares por parte de sus hijos Selá, Fares y Zera.
De Selá desciende el grupo familiar selaita;
de Fares, el faresita
y de Zera, el zeraíta.
21 Los grupos familiares descendientes de Fares fueron:
de Jezrón, el grupo familiar jezronita
y de Jamul el jamulita.
22 Esos eran los grupos familiares de Judá los cuales tenían, de acuerdo al censo, 76 500 hombres.
23 Los descendientes de Isacar por sus grupos familiares, eran estos:
de Tola desciende el grupo familiar tolaíta;
de Fuvá, el fuvita;
24 de Yasub, el yasubita
y de Simrón, el simronita.
25 Esos eran los grupos familiares de Isacar los cuales tenían, de acuerdo al censo, 64 300 hombres.
26 Los descendientes de Zabulón por sus grupos familiares, eran estos:
de Séred desciende el grupo familiar seredita;
de Elón, el elonita
y de Yalel, el yalelita.
27 Esos eran los grupos familiares de Zabulón los cuales tenían, de acuerdo al censo, 60 500 hombres.
28 Estos son los hijos de José por sus grupos familiares, Manasés y Efraín. 29 Los descendientes de Manasés eran estos:
de Maquir desciende el grupo familiar maquirita.
Maquir era el padre de Galaad;
de Galaad desciende el galaadita.
30 Estos eran los descendientes de Galaad:
de Jézer desciende el jezerita;
de Jélec, el jelequita;
31 de Asriel, el asrielita;
de Siquén, el siquenita;
32 de Semidá, el semidaíta
y de Héfer, el heferita.
33 Zelofejad era el hijo de Héfer, pero él no tuvo hijos, sino sólo hijas. Los nombres de sus hijas eran Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá.
34 Esos eran los grupos familiares de Manasés los cuales tenían, de acuerdo al censo, 52 700.
35 Los descendientes de Efraín, por sus grupos familiares, eran estos:
de Sutela desciende el grupo familiar sutelaíta;
de Béquer, el bequerita
y de Taján, el tajanita.
36 Estos eran los descendientes de Sutela:
de Erán desciende el grupo familiar eranita.
37 Esos eran los grupos familiares de Efraín los cuales tenían, de acuerdo al censo, 32 500 hombres.
Todos esos grupos familiares eran descendientes de José.
38 Los descendientes de Benjamín por sus grupos familiares, eran estos:
de Bela desciende el grupo familiar belaíta;
de Asbel, el asbelita;
de Ajirán, el ajiranita;
39 de Sufán, el sufanita
y de Jufán, el jufanita.
40 Los hijos de Bela eran Ard y Naamán.
De Ard desciende el ardita
y de Naamán, el naamanita.
41 Esos eran los grupos familiares de Benjamín los cuales tenían, de acuerdo al censo, 45 600 hombres.
42 Los descendientes de Dan eran
los del grupo familiar de Suján.
43 El sujanita tenía, de acuerdo al censo, 64 400 hombres.
44 Los descendientes de Aser por sus grupos familiares, eran estos:
de Imná desciende el grupo familiar imnaíta;
de Isví, el isvita
y de Beriá, el beriaíta.
45 Los descendientes de Beriá eran
de Héber desciende el grupo familiar heberita
y de Malquiel el malquielita.
46 El nombre de la hija de Aser era Sera. 47 Esos eran los grupos familiares de Aser los cuales tenían, de acuerdo al censo, 53 400 hombres.
48 Los descendientes de Neftalí por sus grupos familiares, eran estos:
de Yazel desciende el grupo familiar yazelita;
de Guní, el gunita;
49 de Jéser, el jeserita
y de Silén, el silenita.
50 Esos eran los grupos familiares de Neftalí los cuales tenían, de acuerdo al censo, 45 400 hombres.
51 El número de israelitas, de acuerdo al censo, fue de 601 730 hombres en total.
52 El SEÑOR le dijo a Moisés: 53 «Hay que dividir el territorio entre estas tribus para que a cada una le corresponda su parte, de acuerdo al número de nombres registrados. 54 A una tribu grande le asignarás un territorio extenso y a una tribu pequeña le asignarás un territorio de menos extensión, cada una de acuerdo al número de censados. 55 Sin embargo, la ubicación del territorio de cada una se asignará por sorteo que se efectuará con los nombres de las tribus de sus antepasados. 56 El territorio de cada tribu será asignado por sorteo, sin importar si la tribu es grande o pequeña».
Censo de los levitas
57 Estos eran los levitas que fueron contados según sus grupos familiares:
de Guersón desciende el grupo familiar guersonita;
de Coat, el coatita
y de Merari, el merarita.
58 Estos eran los grupos familiares de Leví:
el libnita,
el hebronita,
el majlita,
el musita
y el coreíta.
Coat era el padre de Amirán. 59 El nombre de la esposa de Amirán era Jocabed, descendiente de Leví. Jocabed había nacido en la tribu de Leví en Egipto, y los hijos que tuvo con Amirán fueron Aarón, Moisés, y su hermana Miriam.
60 Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar eran hijos de Aarón. 61 Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron un fuego no autorizado ante el SEÑOR. 62 El número de levitas, de acuerdo al censo, fue de 23 000 hombres de un mes de edad en adelante. Ellos no fueron censados junto con los demás israelitas porque ellos no recibirían su parte del territorio como el resto de los israelitas.
63 Ese fue el resultado del censo de los israelitas que hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar. El censo se hizo en las llanuras de Moab, junto al río Jordán, frente a Jericó. 64 Entre esta gente no había ninguno de los que habían sido censados por Moisés y Aarón en el desierto del Sinaí 65 porque el SEÑOR había dicho de ellos: «Morirán en el desierto». Ninguno de ellos sobrevivió excepto Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.
Las hijas de Zelofejad
27 Zelofejad era hijo de Héfer. El papá de Héfer era Galaad. El papá de Galaad era Maquir. Asimismo Maquir era hijo de Manasés, cuyo papá era José. Por su parte, Zelofejad tuvo sólo hijas. Las cinco eran Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá. 2 Ellas se presentaron ante Moisés, ante el sacerdote Eleazar, ante los jefes y ante toda la comunidad a la entrada de la carpa del encuentro y expusieron su caso: 3 «Nuestro papá murió en el desierto. Él no estaba entre los seguidores de Coré que se juntaron en contra del SEÑOR, sino que él murió por su propio pecado y no tuvo hijos varones. 4 ¿Desaparecerá de su grupo familiar el nombre de nuestro papá sólo porque no tuvo un hijo varón? Nuestra petición es que se nos asigne nuestra parte del territorio junto con la que se asigne a los hermanos de nuestro papá».
5 Moisés llevó ese caso ante el SEÑOR, 6 y el SEÑOR le dijo a Moisés: 7 «La petición de las hijas de Zelofejad es justa, dales su parte de tierra para que hereden a sus descendientes entre los hermanos de su papá. Dales lo que le hubiera correspondido a su papá.
8 »Diles también a los israelitas: “En caso de que un hombre muera sin tener hijo varón, se le transferirá su tierra a sus hijas. 9 Si no tiene ninguna hija, deben dársela a sus hermanos. 10 Si no tiene hermanos, deben dársela a los hermanos de su papá. 11 Si su papá no tiene hermanos, entonces deben darle su tierra al pariente más cercano de su tribu, quien la heredará. Ese será el procedimiento legal que deben seguir los israelitas tal como el SEÑOR se lo ordenó a Moisés”».
Josué, sucesor de Moisés
12 El SEÑOR le dijo a Moisés:
—Sube a ese monte en las montañas de Abarín y mira la tierra que le he dado a los israelitas. 13 Cuando la hayas visto, tú también te reunirás con tus antepasados así como sucedió con tu hermano Aarón, 14 porque ustedes desobedecieron mi mandato en el desierto de Sin, cuando la gente se rebeló contra mí. Ustedes no honraron mi santidad ante los israelitas cuando ellos pidieron agua. (Esto hace referencia a las aguas de Meribá[t] cerca de Cades en el desierto de Sin). 15 Moisés le dijo al SEÑOR:
16 —Te ruego SEÑOR, Dios de toda la humanidad, que elijas un hombre como jefe sobre la comunidad, 17 que los guíe en las batallas y cuide de ellos para que así la comunidad del SEÑOR no sea como un rebaño sin pastor.
18 El SEÑOR le dijo a Moisés:
—Manda a llamar a Josué hijo de Nun, que es un hombre en quien está el Espíritu, y pon tu mano sobre él. 19 Haz que se presente ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad y dale el mando delante de todos ellos. 20 Dale parte de tu autoridad para que toda la comunidad israelita le obedezca, 21 pero para consultarme, él debe presentarse ante el sacerdote Eleazar, quien usará el urim para consultar al SEÑOR. Cuando Dios lo ordene, Josué y todos los israelitas con él, irán a la guerra; y volverán también cuando él lo ordene.
22 Moisés hizo lo que el SEÑOR le había mandado, trajo a Josué y lo hizo presentarse ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad. 23 Luego Moisés puso sus manos sobre la cabeza de Josué y le dio el mando tal como el SEÑOR lo había ordenado por medio de Moisés.
Ofrendas diarias
(Éx 29:38-46)
28 El SEÑOR le dijo a Moisés: 2 «Ordénales a los israelitas que se aseguren de presentarme mis ofrendas en el momento indicado; el pan y las ofrendas de comida de olor que me agrada.
3 »Diles: “Esta es la ofrenda que ustedes deben presentar al SEÑOR como una ofrenda regular cada día: dos corderos de un año de edad que no tengan defecto alguno. 4 Ofrecerán un cordero por la mañana y el otro al atardecer. 5 La ofrenda de cereal será de 2 kilos de harina de la mejor calidad mezclada con 1 litro de aceite de oliva prensada. 6 Este es el sacrificio regular de comida de olor agradable, que fue ordenado en el monte Sinaí como ofrenda de comida para el SEÑOR. 7 También presenten la ofrenda de vino correspondiente que será de 1 litro de vino por cada cordero. Ese vino debe derramarse en el Lugar Santo ante el SEÑOR. 8 Luego, ofrezcan el segundo cordero al atardecer con una ofrenda de cereal, y también una ofrenda de vino igual a la que se ofreció por la mañana. Es una ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR”.
Ofrendas del día de descanso
9 »El día de descanso ofrecerán 2 corderos de un año de edad que no tengan defecto alguno. También ofrecerán, como ofrenda de cereal, 4 kilos y medio de harina de la mejor calidad mezclada con aceite y una ofrenda de vino. 10 Este es el sacrificio que debe quemarse completamente del día de descanso, que junto con su ofrenda de vino, se ofrecerá los días de descanso, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente cada día.
Ofrendas mensuales
11 »El primer día de cada mes ustedes ofrecerán lo siguiente como sacrificio que debe quemarse completamente al SEÑOR: 2 terneros, 1 carnero y 7 corderos de un año de edad que no tengan defecto alguno. 12 También presenten como ofrenda de cereal, 6 kilos de harina de la mejor calidad mezclada con aceite por cada ternero; 4 kilos por el carnero, y 13 2 kilos por cada cordero. Este es un sacrificio que debe quemarse completamente, de olor agradable, una ofrenda de comida para el SEÑOR. 14 Sus ofrendas de vino serán de 2 litros de vino por cada ternero, 1 litro y medio por cada carnero y 1 litro por cada cordero. Este es el sacrificio mensual que debe quemarse completamente todos los meses del año. 15 Además del sacrificio diario que debe quemarse completamente, hay que ofrecer al SEÑOR como sacrificio por el pecado un chivo con su correspondiente ofrenda de vino.
Ofrendas de la Pascua
(Lv 23:1-44)
16 »El día 14 del primer mes es la Pascua del SEÑOR. 17 El día 15 del mismo mes se celebrará un festival y se comerá pan sin levadura durante siete días. 18 El primer día habrá una asamblea santa y no se trabajará. 19 Ofrecerán al SEÑOR como sacrificio que debe quemarse completamente, 2 terneros, 1 carnero y 7 corderos de un año de edad, que no tengan defecto alguno. 20 La ofrenda de cereal que se ofrecerá con ellos será de harina de la mejor calidad mezclada con aceite, y se dará así: 6 kilos por cada ternero, 4 kilos por el carnero 21 y 2 kilos por cada uno de los siete corderos. 22 Hay que ofrecer también para purificarse ustedes, un chivo como sacrificio por el pecado. 23 Deben ofrecer esto además del sacrificio regular que debe quemarse completamente todos los días por la mañana. 24 Harán lo mismo todos los días durante los siete días, como ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR. Todos estos sacrificios tendrán que ofrecerse con su correspondiente ofrenda de vino, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente y de su ofrenda de vino, que se presentan a diario. 25 El séptimo día ustedes tendrán una asamblea santa y ese día no se trabajará.
Ofrendas de la fiesta de las Semanas
(Lv 23:15-22)
26 »El día de los primeros frutos, la fiesta de las Semanas, cuando presentan una ofrenda de cereal nuevo al SEÑOR tendrán una asamblea santa y ese día no se trabajará. 27 Ofrecerán como sacrificio que debe quemarse completamente, de olor agradable al SEÑOR, 2 terneros, 1 carnero y 7 corderos de un año de edad. 28 La ofrenda de cereal que se ofrecerá con ellos será de harina de la mejor calidad mezclada con aceite y se dará así: 6 kilos por cada ternero, 4 kilos por el carnero 29 y 2 kilos por cada uno de los 7 corderos. 30 Ofrezcan también un chivo para purificarse ustedes. 31 Este sacrificio que debe quemarse completamente junto con su ofrenda de vino lo ofrecerán además del sacrificio que debe quemarse completamente a diario junto con su ofrenda de cereal. Los animales no deben tener defecto alguno.
Fiesta de las Trompetas
29 »El primer día del séptimo mes ustedes tendrán una asamblea santa. No se trabajará y para ustedes será el día de tocar las trompetas. 2 Ofrecerán como sacrificio que debe quemarse completamente, de olor agradable al SEÑOR, 1 ternero, 1 carnero y 7 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 3 La ofrenda de cereal que se ofrecerá con ellos será de harina de la mejor calidad mezclada con aceite y se dará así: 6 kilos por el ternero, 4 kilos por el carnero 4 y 2 kilos por cada uno de los 7 corderos. 5 Hay que ofrecer también para purificar el altar por ustedes, un chivo como sacrificio por el pecado. 6 Estas ofrendas se presentarán además de los sacrificios que deben quemarse completamente a diario y cada mes, con sus correspondientes ofrendas de cereal y ofrendas de vino reglamentarias. Todo esto será una ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR.
Ofrendas del día del Perdón
7 »En el décimo día de ese séptimo mes, tendrán una asamblea santa. Será día de ayuno, y no se trabajará. 8 Ofrecerán como sacrificio que debe quemarse completamente, de olor agradable al SEÑOR, 1 ternero, 1 carnero y 7 corderos de un año. Deberán asegurarse que no tengan ningún defecto. 9 La ofrenda de cereal que se ofrecerá con ellos será de harina de la mejor calidad mezclada con aceite y se dará así: 6 kilos por el ternero, 4 kilos por el carnero 10 y 2 kilos por cada uno de los 7 corderos. 11 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado además del sacrificio por el pecado del día del Perdón y además del sacrificio regular que debe quemarse completamente y de sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
Ofrendas de la fiesta de las Enramadas
12 »El día 15 del séptimo mes tendrán una asamblea santa y no se trabajará. Celebrarán un festival en honor al SEÑOR por siete días. 13 Ofrecerán como sacrificio que debe quemarse completamente. Es una ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR: 13 terneros, 2 carneros y 14 corderos de un año de edad, que no tengan defecto alguno. 14 La ofrenda de cereal que se ofrecerá con ellos será de harina de la mejor calidad mezclada con aceite y se dará así: 6 kilos por cada ternero, 4 kilos por cada uno de los 2 carneros 15 y 2 kilos por cada uno de los corderos. 16 También hay que ofrecer un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente y de sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
17 »El segundo día ofrezcan 12 terneros, 2 carneros y 14 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 18 También presenten en las cantidades requeridas las ofrendas de cereal y las ofrendas de vino que van con los terneros, carneros y corderos. 19 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente, con sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
20 »En el tercer día ofrezcan 11 terneros, 2 carneros y 14 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 21 También presenten en las cantidades requeridas las ofrendas de cereal y las ofrendas de vino que van con los terneros, carneros y corderos. 22 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente, con sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
23 »En el cuarto día ofrezcan 10 terneros, 2 carneros y 14 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 24 También presenten en las cantidades requeridas las ofrendas de cereal y las ofrendas de vino que van con los terneros, carneros y corderos. 25 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente, con sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
26 »En el quinto día ofrezcan 9 terneros, 2 carneros y 14 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 27 También presenten en las cantidades requeridas las ofrendas de cereal y las ofrendas de vino que van con los terneros, carneros y corderos. 28 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente, con sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
29 »En el sexto día ofrezcan 8 terneros, 2 carneros y 14 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 30 También presenten en las cantidades requeridas las ofrendas de cereal y las ofrendas de vino que van con los terneros, carneros y corderos. 31 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente, con sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
32 »En el séptimo día ofrezcan 7 terneros, 2 carneros y 14 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 33 También presenten en las cantidades requeridas las ofrendas de cereal y las ofrendas de vino que van con los terneros, carneros y corderos. 34 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente, con sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
35 »El octavo día tendrán una reunión muy importante y no se trabajará. 36 Ofrecerán como sacrificio que debe quemarse completamente, ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR: 1 ternero, 1 carnero y 7 corderos de un año, que no tengan defecto alguno. 37 También presenten en las cantidades requeridas las ofrendas de cereal y las ofrendas de vino que van con los terneros, carneros y corderos. 38 También presenten un chivo como sacrificio por el pecado, además del sacrificio regular que debe quemarse completamente, con sus correspondientes ofrendas de cereal y de vino.
39 »En sus fiestas presentarán estas ofrendas al SEÑOR, además de sus ofrendas en cumplimiento de una promesa, ofrendas voluntarias, sacrificios que deben quemarse completamente, ofrendas de cereal, ofrendas de vino y ofrendas para festejar».
40 Moisés les comunicó todo esto a los israelitas tal como el SEÑOR le había ordenado.
Las leyes sobre las promesas
30 Moisés les dijo a los jefes de Israel: «El SEÑOR ha ordenado 2 que cuando un hombre haga una promesa al SEÑOR, o se comprometa a algo bajo juramento, no deberá romper su palabra sino que cumplirá todo lo que dijo.
3 »Puede darse el caso de que una joven que todavía viva en casa de sus padres haga una promesa al SEÑOR o se comprometa a algo. 4 Si el papá se entera de su promesa y no le dice nada, entonces tendrá que cumplir su promesa, 5 pero si el papá se entera y ese mismo día se opone a la promesa o a lo que ella se comprometió, entonces queda anulada toda promesa que ella haya hecho. El SEÑOR la perdonará porque hubo oposición del papá.
6 »En caso de que ella haga una promesa o se comprometa a algo precipitadamente y luego se case, 7 si el esposo se entera y no le dice nada, entonces tendrá que cumplir sus promesas. 8 Sin embargo, si el esposo se entera y ese mismo día se opone a la promesa o a lo que ella se comprometió, entonces él anula esas promesas, y el SEÑOR la perdonará.
9 »Todas las promesas que haga una viuda o una mujer divorciada tendrá que cumplirlas.
10 »Puede también darse el caso de que una mujer casada haga una promesa o se comprometa a algo. 11 Si su marido se entera y no le dice nada ni se opone a ello, entonces tendrá que cumplir todas sus promesas. 12 Sin embargo, si el marido las anula el día que él se entere de ellas, entonces no estará obligada a cumplir esa promesa ni lo que se comprometió porque el marido anuló todo eso, y el SEÑOR la perdonará. 13 El marido puede permitir que ella mantenga todas sus promesas o las puede anular. 14 Si el marido no le dice nada al día siguiente de que él se haya enterado de la promesa, entonces con su silencio, el marido confirma la validez de todas las promesas o compromisos que ella haya hecho. 15 Ahora bien, si el marido anula las promesas de ella después del día que él se enteró, entonces él se hace responsable del incumplimiento de ella».
16 Esas son las órdenes que le dio el SEÑOR a Moisés en lo referente a las relaciones de un hombre con su esposa y de un padre con la hija que aun vive en su casa.
Guerra contra los madianitas
31 El SEÑOR le dijo a Moisés: 2 «Antes de que mueras y te reúnas con tus antepasados, quiero que tomes venganza por parte de los israelitas contra los madianitas».[u]
3 Entonces Moisés le dijo al pueblo:
—Prepárense algunos de ustedes para la guerra contra Madián porque vamos a hacer caer sobre ellos la venganza del SEÑOR. 4 Que cada tribu de Israel envíe 1000 hombres a la guerra.
5 Entonces de las divisiones militares de cada tribu se eligieron 1000 hombres, en total 12 000 hombres armados para el combate. 6 Moisés los envió a la batalla, y con ellos fue Finés hijo del sacerdote Eleazar, llevando los objetos sagrados y las trompetas para dar las órdenes de ataque. 7 Atacaron a Madián tal como el SEÑOR le había ordenado a Moisés, y mataron a todos los varones madianitas. 8 Mataron además a los cinco reyes madianitas: Eví, Requen, Zur, Jur y Reba, y también a Balán hijo de Beor. 9 Los israelitas hicieron prisioneras a las mujeres de Madián y a sus hijos, y se llevaron todos sus animales, ganado y riquezas. 10 También les incendiaron todas sus ciudades y campamentos. 11 Luego reunieron todo el botín, incluyendo personas y animales, 12 y se lo llevaron a Moisés, a Eleazar el sacerdote y a la comunidad israelita, al campamento en las llanuras de Moab, junto al río Jordán, frente a Jericó. 13 Entonces Moisés, el sacerdote Eleazar y los jefes de la comunidad fueron a recibirlos afuera del campamento.
14 Moisés estaba muy enojado con los oficiales del ejército, los comandantes de 1000 hombres y los comandantes de 100 hombres que volvían de la guerra. 15 Moisés les dijo:
—¿Por qué dejaron vivas a todas las mujeres? 16 Ellas fueron precisamente las que siguieron el consejo de Balán que hizo que los israelitas pecaran contra el SEÑOR en Peor, y por eso cayó una terrible plaga sobre la comunidad del SEÑOR. 17 Así que ahora, maten a todos los niños varones y a todas las mujeres que no sean vírgenes, 18 pero dejen vivir a todas las muchachas vírgenes y tómenlas para ustedes. 19 Todo el que haya matado a alguien o haya tocado un cadáver quédese fuera del campamento por siete días. Ustedes y los prisioneros deben purificarse al tercer y séptimo día, 20 y deben purificar toda la ropa y todo artículo de cuero, pelo de cabra y madera.
21 Luego, el sacerdote Eleazar les dijo a los soldados que habían ido a la guerra:
—Esta es una ley que el SEÑOR le dio a Moisés: 22 Los objetos de oro, plata, bronce, hierro, estaño y plomo, 23 y todo lo que resista el fuego, deben ponerlo al fuego para purificarlo, y luego deben lavarlos con el agua de purificación. En cuanto a lo que no resista el fuego, debe purificarse con el agua de purificación. 24 Al séptimo día deben lavar su ropa y quedarán puros. Después de esto podrán entrar al campamento.
Repartición del botín
25 El SEÑOR le dijo a Moisés: 26 «Tú, el sacerdote Eleazar y los jefes de familia de la comunidad, hagan una lista de todo lo que capturaron en batalla, tanto de seres humanos como de animales. 27 Divide en dos partes lo que fue capturado en batalla, y entrega una parte a los que fueron al combate y la otra al resto de la comunidad. 28 A los que fueron al combate exígeles una parte de su botín para el SEÑOR: De lo que les corresponda, tanto de personas como de los asnos, vacas y ovejas, toma uno de cada 500. 29 Eso lo tomarás de la parte que les correspondió a los que fueron al combate, y se lo entregarás al sacerdote Eleazar como contribución para el SEÑOR. 30 Ahora bien, de la parte que les corresponde al resto de israelitas, tanto de las personas como de los asnos, vacas y ovejas, es decir de todos los animales, tomarás uno de cada 50 y se los entregarás a los levitas que están a cargo del cuidado de la Carpa Sagrada del SEÑOR».
31 Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron exactamente lo que el SEÑOR le ordenó a Moisés. 32 Sin tomar en cuenta lo que cada soldado recogió por su parte, el botín de guerra fue el siguiente: 675 000 ovejas, 33 72 000 cabezas de ganado, 34 61 000 burros, 35 y 32 000 personas, o sea las muchachas vírgenes. 36 La mitad que le correspondió a los soldados fue esta: 337 500 ovejas, 37 de las cuales dieron 675 como contribución al SEÑOR; 38 36 000 cabezas de ganado, de las cuales dieron 72 como contribución al SEÑOR; 39 30 500 burros, de los cuales dieron 61 como contribución al SEÑOR; 40 16 000 personas, de las cuales dieron 32 como contribución al SEÑOR. 41 Moisés entregó la contribución para el SEÑOR al sacerdote Eleazar, tal como el SEÑOR le había ordenado a Moisés.
42 La mitad que le correspondió al resto de los israelitas fue esta: 43 337 500 ovejas, 44 36 000 cabezas de ganado, 45 35 500 burros 46 y 16 000 personas. 47 Moisés tomó de la mitad que le correspondió al resto de los israelitas, uno de cada 50, tanto de personas como de animales y se los dio a los levitas que estaban a cargo del cuidado de la Carpa Sagrada del SEÑOR, tal como el SEÑOR le había ordenado a Moisés.
48 Luego los jefes de las divisiones militares, los comandantes de 1000 hombres y los comandantes de 100 hombres se presentaron ante Moisés 49 y le dijeron: «Nosotros, tus siervos, hemos pasado lista de los soldados que teníamos a nuestro mandato y ningún israelita murió en la batalla. 50 Así que hemos traído como ofrenda al SEÑOR los objetos de oro que cada uno de nosotros encontró: pulseras, brazaletes, anillos, aretes y collares. Son para dar como rescate por nuestras vidas al SEÑOR».
51 Moisés y Eleazar el sacerdote recibieron de ellos todos esos objetos de oro, bien elaborados. 52 Todo el oro que los comandantes de 1000 hombres y los comandantes de 100 hombres ofrecieron como contribución al SEÑOR pesó 190 kilos, 53 pues cada uno de los soldados había tomado botín por su cuenta. 54 Entonces Moisés y el sacerdote Eleazar tomaron el oro de los comandantes de 1000 hombres y de los comandantes de 100 hombres, y lo llevaron a la carpa del encuentro para que sirviera como recordatorio al SEÑOR en favor de los israelitas.
Las tribus al oriente del río Jordán
(Dt 3:12-22)
32 Los descendientes de Rubén y Gad tenían mucho ganado y al ver la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, se dieron cuenta que era un buen sitio para la cría del ganado. 2 Así que fueron y les dijeron a Moisés, a Eleazar el sacerdote y a los jefes de la comunidad:
3 —La región alrededor de Atarot, Dibón, Jazer, Nimrá, Hesbón, Elalé, Sebán[v], Nebo y Beón, 4 que el SEÑOR ha conquistado para el pueblo de Israel, es una tierra buena para la ganadería y lo que tenemos nosotros, tus siervos, es precisamente ganado. 5 Si tienes una buena opinión de nosotros, tus siervos, danos esa tierra, y no nos hagas atravesar el río Jordán.
6 Moisés les dijo a los de Gad y Rubén:
—¿Es que sus hermanos deben ir a la guerra mientras ustedes se quedan aquí? 7 ¿Por qué tratan de desanimar a los israelitas para que no pasen a la tierra que el SEÑOR les ha dado? 8 Eso fue lo mismo que hicieron sus padres cuando los mandé desde Cades Barnea a explorar la tierra. 9 Fueron hasta el valle de Escol y exploraron la tierra, pero ellos desanimaron al pueblo de Israel para que no entraran a la tierra que el SEÑOR les había dado. 10 Ese día el SEÑOR se enojó mucho y juró: 11 “Ninguno de los que vinieron de Egipto de 20 años de edad en adelante, verá la tierra que le prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob porque no me han seguido fielmente; 12 excepto Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun. Ellos sí han seguido al SEÑOR fielmente”. 13 El SEÑOR se enojó con Israel y los hizo vagar por el desierto durante 40 años, hasta que murió toda esa generación que hizo enojar al SEÑOR. 14 Ahora resulta que ustedes, pecadores, han tomado el lugar de sus padres para aumentar aun más la ira del SEÑOR contra Israel. 15 Si ustedes se ponen en contra de él, entonces él los dejará aun más tiempo en el desierto y ustedes causarán la destrucción de todo este pueblo.
16 Los de Rubén y Gad se acercaron a Moisés y le dijeron:
—Déjanos construir aquí corrales para nuestro ganado y edificar ciudades para nuestras familias. 17 Luego tomaremos las armas para ir al frente de los israelitas hasta que los hayamos llevado a su lugar. Mientras tanto nuestras familias se quedarán viviendo en ciudades amuralladas, a salvo de la gente que habita esta tierra. 18 Nosotros no regresaremos a nuestros hogares sino hasta que todos los israelitas hayan tomado posesión de su herencia. 19 No pediremos que se nos reparta territorio junto con ellos al otro lado del río Jordán, ni más allá, porque ya hemos recibido nuestra herencia al oriente del Jordán.
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