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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Zacarías 11 - Mateo 4

Dios castigará a las otras naciones

11 Líbano, abre tus puertas para que el fuego
    consuma tus árboles de cedro[a].
Árbol de ciprés, llora porque los cedros han caído.
    Esos magníficos árboles han sido destruidos.
Los robles de Basán llorarán
    porque el bosque ha sido destruido.
Escucha el llanto de pena de los pastores;
    lloran porque han perdido toda su gloria.
Escucha el rugido de los leones;
    rugen porque la selva cerca del río Jordán ha sido arruinada.

Entonces el SEÑOR mi Dios me dijo: «Cuida el rebaño que va a ser sacrificado. Los dueños de las ovejas las matan y no reciben castigo. Los que venden las ovejas dicen: “¡Gloria al SEÑOR, voy a ser rico!” Los pastores no sienten compasión por sus ovejas. Por eso no tendré compasión de los habitantes de Judá». El SEÑOR dice: «Voy a hacer que cada uno de ellos quede bajo el control de su vecino y de su rey. Dejaré que les destruyan su tierra y no salvaré a ninguno de ellos».

Así que me dediqué a cuidar las ovejas que iban a ser sacrificadas, especialmente a los pobres del rebaño. Tomé dos varas de pastor, a una la llamé Gracia, a la otra la llamé Unión, y con esas varas de pastor guié a las ovejas. En sólo un mes me deshice de tres pastores, pero me enojé con las ovejas, y a su vez ellas me despreciaron. Entonces dije: «¡Ya no las cuidaré más! Dejaré que se muera la que se iba a morir, que maten a la que iban a matar y las demás que se acaben entre ellas».

10 Entonces tomé la vara llamada Gracia y la partí para mostrar que el pacto de Dios con su pueblo estaba roto. 11 En ese momento el pacto terminó. Los comerciantes de ovejas que me estaban observando se dieron cuenta de que este era un mensaje del SEÑOR. 12 Luego les dije: «Si les parece bien, páguenme mi salario, si no les parece bien, entonces no lo hagan». Me pagaron 30 piezas de plata. 13 Entonces el SEÑOR me dijo: «¡Eso es lo mucho que valgo para ellos! Ve y echa ese dinero en la tesorería del templo». Entonces tomé las 30 piezas de plata y las eché[b] en la tesorería del templo del SEÑOR. 14 Luego rompí la segunda vara, la llamada «Unión», para demostrar que se había roto la hermandad entre Judá e Israel.

15 Luego el SEÑOR me dijo: «Vuelve a tomar el empleo de pastor, pero ahora actúa como un pastor irresponsable. 16 Esto mostrará que voy a elegir para esta tierra un pastor al que no le importarán las ovejas perdidas. Un pastor que no buscará las ovejas pequeñitas, que no sanará a las que estén heridas, que no alimentará a las sanas y que se comerá la carne de las ovejas gordas dejando sólo las pezuñas».

17 ¡Que le vaya mal al pastor descuidado
    que abandonó mi rebaño!
¡Que una espada atraviese su brazo,
    y un puñal, su ojo derecho!
¡Que su brazo quede paralizado,
    y su ojo derecho pierda por completo la visión!

Destrucción de los enemigos de Judá

12 Este mensaje del SEÑOR tiene que ver con Israel.

Mensaje del SEÑOR, que creó los cielos,
    que echó los cimientos de la tierra,
    y que le dio forma al espíritu humano:

«Voy a convertir a Jerusalén en una copa drogada de la que beberán todas las naciones vecinas. Jerusalén será atacada, y Judá caerá en una trampa. Pero yo convertiré a Jerusalén en una roca tan pesada, que quien trate de cargarla saldrá muy lastimado. Todas las naciones de la tierra se unirán para luchar contra ella. Pero ese día, dice el SEÑOR, atemorizaré a todos los caballos y haré que los jinetes enloquezcan. Dejaré ciegos a todos los caballos del enemigo y tendré mis ojos bien abiertos para cuidar al pueblo de Judá. Los líderes de Judá se dirán a sí mismos: “Los habitantes de Jerusalén son fuertes gracias al SEÑOR Todopoderoso, su Dios. Ese día los líderes del ejército serán como fuego quemando un bosque o un campo de pasto seco. Destruirán a todos los pueblos vecinos enemigos, a los del norte y los del sur, y Jerusalén permanecerá intacta en su lugar”».

El SEÑOR rescatará primero a las familias de Judá para que la familia de David y los habitantes de Jerusalén no se crean más importantes que Judá. Pero el SEÑOR será un escudo para los habitantes de Jerusalén. Hasta el más débil se volverá tan fuerte como David. Los de la familia de David serán como dioses, como el ángel del SEÑOR que guía al pueblo.

«Ese día casi destruiré por completo toda nación que esté en contra de Jerusalén. 10 Llenaré a la familia de David y a los habitantes de Jerusalén con un espíritu de bondad y compasión. Ellos me mirarán a mí, a quien ellos atravesaron con una lanza, y se lamentarán como si estuvieran sufriendo la muerte de un hijo único. Sentirán tanta amargura como quien sufre la muerte del hijo mayor. 11 Habrá tanta tristeza y llanto en Jerusalén como cuando la gente lloró amargamente por la muerte de Hadad Rimón[c] en el valle de Meguido. 12 La tierra de Judá llorará amargamente, cada familia por separado. Los hombres descendientes de David por un lado, y sus mujeres por otro. Los hombres descendientes de Natán por un lado, y sus mujeres por otro. 13 Los hombres descendientes de Leví por un lado, y sus mujeres por otro; los hombres descendientes de Simei por un lado, y sus mujeres por otro. 14 Todas las familias que sobrevivan llorarán amargamente, los hombres de cada familia por un lado, y las mujeres por el otro».

13 Pero ese día se abrirá un manantial para la familia de David[d] y para los habitantes de Jerusalén. Ese manantial limpiará sus pecados y sus impurezas.

No más ídolos ni falsos profetas

El SEÑOR Todopoderoso dice: «Ese día haré que la gente de esta tierra deje de adorar a sus estatuas. Se olvidarán hasta los nombres de los dioses falsos. Haré que desaparezcan de la tierra los falsos profetas y el deseo de adorar ídolos, que hace impuro el pueblo. Después de aquel momento, el que pretende hablar como un profeta falso será castigado. Incluso el papá y la mamá, los que le dieron la vida, dirán: “Mereces la muerte porque has dicho cosas falsas en nombre del SEÑOR”. El papá y la mamá, los que le dieron la vida, lo golpearán cada vez que él dé sus mensajes falsos. Ese día los profetas se avergonzarán de sus visiones. Dejarán de utilizar las prendas hechas de pelo que usan los profetas. Dejarán de usar las prendas de un profeta para engañar a la gente. Los profetas dirán: “No soy profeta. Soy un granjero y lo he sido desde niño”. Y si alguien les pregunta: “¿Qué son esas heridas que tienes en los hombros[e]?”, ellos responderán: “Me peleé con alguien en la casa de unos amigos y me golpearon”».

El SEÑOR Todopoderoso dice:
«¡Espada, levántate y lucha contra mi pastor!
    Lucha contra mi querido amigo.
Golpea al pastor para que las ovejas salgan corriendo;
    yo castigaré a esas pequeñas.
Dos terceras partes de la población
    de la tierra morirán, dice el SEÑOR,
    pero una tercera parte sobrevivirá.
Entonces pondré a prueba a los sobrevivientes.
    Los probaré como se pone a prueba la pureza de la plata en el fuego.
    Los evaluaré como se evalúa la pureza del oro.
Me llamarán y pedirán mi ayuda
    y yo les responderé:
“Este es mi pueblo”.
    Y ellos dirán: “El SEÑOR es nuestro Dios”».

El día del juicio

14 Se acerca el día en el que el SEÑOR vendrá a juzgar, y todo lo que les pertenece a ustedes será repartido delante de ustedes. Reuniré a todas las naciones para que luchen contra Jerusalén. La ciudad será capturada, las casas serán destruidas y las mujeres serán violadas. La mitad de la población será expulsada de su tierra, pero el resto de los habitantes permanecerá en la ciudad. Entonces el SEÑOR saldrá y luchará contra esas naciones, como ha peleado en batallas anteriores. Ese día, él subirá al monte de los Olivos que está al oriente de Jerusalén y el monte se abrirá en dos. La mitad de la montaña se moverá al norte y la otra mitad al sur. Ustedes tratarán de huir entre las montañas porque el valle se extenderá cada vez más. Huirán como huyeron del terremoto durante el reinado de Uzías, rey de Judá. Entonces el SEÑOR mi Dios vendrá junto con todos sus santos.

En ese tiempo no habrá día ni noche. Sólo el SEÑOR sabrá cómo, pero no habrá ni día ni noche. Será como un día sin fin; habrá luz incluso en la noche. Ese día saldrá agua fresca de Jerusalén.[f] La mitad del agua saldrá al mar oriental, y la otra mitad saldrá al mar occidental. El agua correrá todo el año, en verano y en invierno. Ese día, el SEÑOR será el Rey de toda la tierra. El SEÑOR será el único Dios que la gente adorará. 10 Toda la tierra alrededor de Jerusalén será transformada y quedará vacía como el desierto del Arabá. Será como un desierto desde Gueba hasta Rimón, al sur de Jerusalén. En cambio, Jerusalén será reconstruida y será habitada desde la puerta de Benjamín hasta la primera puerta, o sea la puerta de la Esquina, y desde la torre de Jananel hasta las bodegas de vino del rey. 11 La gente irá a vivir a esa ciudad y nunca más habrá enemigos en ella. Jerusalén vivirá segura.

12 Este será el castigo que el SEÑOR llevará a todas las naciones que lucharon en contra de Jerusalén: El cuerpo de sus enemigos se pudrirá en vida. Sus ojos se pudrirán en sus cuencas y su lengua se pudrirá en su boca. 13 El SEÑOR hará que sientan pánico. Lucharán entre ellos mismos y tratarán de matarse unos a otros. 14 Incluso Judá luchará en Jerusalén y las riquezas[g] de todas las naciones alrededor de la ciudad serán recolectadas. Se recolectará todo el oro, toda la plata y todas las prendas de vestir. 15 Los caballos, las mulas, los camellos y los burros, todos los animales de los enemigos sufrirán el mismo castigo. 16 Los sobrevivientes de todas las naciones que se pusieron en contra de Jerusalén irán a adorar al Rey, al SEÑOR Todopoderoso, año tras año, y celebrarán la fiesta de las Enramadas. 17 La nación que no suba a Jerusalén a adorar al Rey, el SEÑOR Todopoderoso, no recibirá nada de lluvia. 18 Si el pueblo de Egipto no sube a Jerusalén, de seguro caerá sobre ellos el castigo del SEÑOR. 19 Ese será el castigo para Egipto y para todas las naciones que no vengan a celebrar la fiesta de las Enramadas.

20 En ese tiempo hasta en las riendas de los caballos estarán escritas las palabras: «Propiedad sagrada del SEÑOR». Las ollas del templo del SEÑOR serán tan sagradas como los tazones que se colocan ante el altar. 21 Hasta el último plato de Jerusalén y de Judá será marcado con las palabras: «Propiedad sagrada del SEÑOR Todopoderoso»[h]. Todos los que ofrezcan animales como sacrificio vendrán al templo y en las ollas que hay allí hervirán sus alimentos reservados para el sacrificio. Ya no habrá más mercaderes en el templo del SEÑOR Todopoderoso.

Este es el mensaje profético que el SEÑOR envió a Israel por medio de Malaquías.

Dios ama a Israel

«Yo los he amado», dice el SEÑOR, y ustedes preguntan: «¿Cómo sabemos que nos has amado?» El SEÑOR dice: «Ustedes saben que Esaú y Jacob eran hermanos y que, sin embargo, amé[i] a Jacob y odié[j] a Esaú. Destruí las montañas de Esaú[k] y entregué sus tierras a los chacales del desierto».

Aunque el pueblo de Edom diga: «Nos han destruido, pero reconstruiremos de entre las ruinas», el SEÑOR Todopoderoso dice: «Ellos podrán reconstruir, pero yo volveré a destruir». Entonces la gente dirá que Edom es territorio perverso, al que el SEÑOR ha maldecido para siempre.

Ustedes lo verán todo y dirán: «El poder del SEÑOR va más allá de las fronteras de Israel».

La gente no respeta a Dios

El SEÑOR Todopoderoso dice: «El hijo honra al padre y el siervo a su amo, entonces, ¿dónde está el honor que ustedes me deben por ser su padre? ¿Dónde está el respeto que ustedes me deben por ser su amo? Ustedes los sacerdotes me faltan al respeto y luego se atreven a preguntar: “¿En qué te hemos faltado al respeto?” Pues en que no han honrado mi nombre al ofrecer alimentos impuros en mi altar. Ustedes preguntan: “¿En qué no te hemos honrado?” Pues en que ustedes consideran que la mesa del SEÑOR es algo despreciable.

»¿Acaso creen que está bien ofrecer como sacrificio un animal ciego? ¿No está mal que sacrifiquen animales cojos o enfermos? Lleven a uno de esos animales a su gobernante a ver si a él le gusta que se lo den como regalo. ¿Creen que él les daría las gracias por eso?» Dice el SEÑOR Todopoderoso.

Ahora pídanle a Dios que tenga compasión de ustedes, pero no los escuchará por culpa de ustedes, ya que ninguno hace lo que a él le agrada. 10 El SEÑOR Todopoderoso dice: «Quisiera que alguno de ustedes cerrara las puertas del templo y así no siguieran ofreciendo sacrificios inútiles. Todos ustedes me caen mal, no aceptaré nada que venga de ustedes. 11 Pues desde donde sale el sol hasta donde se oculta, se honra mi nombre entre las naciones. En todo lugar se quema incienso para honrar mi nombre y se hace ofrenda pura, porque mi fama es grande entre las naciones» dice el SEÑOR Todopoderoso. 12 «Ustedes dañan mi reputación cuando piensan que la mesa del Señor no merece respeto y cuando desprecian la cosecha y la comida que ahí se ofrecen. 13 También cuando dicen: “¡Qué asco!”, miran con desprecio esos alimentos y luego me traen como ofrenda animales robados, cojos y enfermos. ¿Acaso creen que los recibiré con gusto?» Lo dice el SEÑOR. 14 «Maldito sea el tramposo que promete ofrecerle al Señor uno de sus mejores animales, pero en realidad le sacrifica el que tiene más defectos. Yo soy el gran rey y todas las naciones respetan mi nombre». Lo que dice el SEÑOR Todopoderoso.

Reprensión a los sacerdotes

«Ahora, sacerdotes, les doy esta orden: Si no me obedecen ni respetan mi nombre, los castigaré y convertiré todas sus bendiciones en maldiciones. De hecho, yo ya los maldije porque ustedes no han respetado mi nombre». Es lo que dice el SEÑOR Todopoderoso.

«Castigaré a sus hijos y les restregaré en la cara el excremento de los animales que ustedes sacrifiquen en sus festivales, y los echaré a ustedes sobre el excremento de esos animales. Así ustedes aprenderán esta orden que yo les di para que se mantenga mi pacto con la tribu de Leví». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

«Mi pacto con ellos fue darles vida y paz, y lo cumplí durante el tiempo que me respetaron. Ellos me respetaban y sentían admiración por mi nombre. Eran fieles a la ley y nunca apoyaban el mal. Llevaban una vida justa y en paz delante de mí y evitaban que mucha gente hiciera el mal. La gente busca a un sacerdote cuando necesita conocimiento e instrucción, pues ellos son mensajeros del SEÑOR Todopoderoso.

»Pero ustedes se alejaron del camino de Dios y con su instrucción hicieron que muchos tropezaran y cayeran. Ustedes arruinaron el pacto que hice con Leví». Lo que dice el SEÑOR Todopoderoso. «No viven de la manera que les ordené y se han alejado de mis enseñanzas, mostrando favoritismo. Por eso haré que se sientan avergonzados y que todos dejen de respetarlos».

Judá no fue fiel a Dios

10 ¿Acaso no tenemos todos el mismo padre? ¿No nos creó a todos el mismo Dios? Entonces, ¿por qué hay quienes engañan a sus hermanos? Al hacerlo rompen el pacto que Dios hizo con nuestros antepasados. 11 Judá ha sido infiel. Algo horrible se ha cometido en Israel y en Jerusalén: Judá le ha faltado al respeto al templo sagrado del SEÑOR, el lugar que él ama. Los hombres de Judá se han casado con mujeres que adoran a otro dios. 12 Que el SEÑOR saque de la nación de Jacob a los que hicieron eso y los testigos que los apoyaron,[l] no importa las ofrendas que le traigan al SEÑOR Todopoderoso.

13 Además, ustedes cubren el altar del SEÑOR con lágrimas y lamentos aun así a él no le agradan las ofrendas que le traen, ni las acepta. 14 Ustedes preguntan: «¿Por qué él no acepta nuestras ofrendas?» Porque el SEÑOR es testigo del pacto matrimonial que cada uno de ustedes hizo con la mujer de su juventud. Pero ustedes se divorciaron de ella aunque era su fiel compañera y esposa legítima. 15 Nadie con un poco de inteligencia haría eso. ¿Qué sería lo más sensato? Buscar que sus hijos sean parte del pueblo de Dios,[m] ser cuidadosos de sí mismos y ser fiel cada uno a la mujer de su juventud.

16 El SEÑOR, el Dios de Israel, dice que el que odia a su mujer y se divorcia de ella deja ver lo cruel que es,[n] dice el SEÑOR Todopoderoso. Así que cuídese cada uno y no sean infieles.

El momento del juicio

17 El SEÑOR está cansado de sus palabras. Ustedes preguntan: «¿Por qué se cansó de escucharnos?» Porque está cansado de oírles decir que ante el SEÑOR los malos son buenos y que Dios se siente a gusto con ellos. Él también está harto de oírles preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?»

El SEÑOR Todopoderoso dice: «Miren, yo envío a mi mensajero para que me prepare el camino. El Señor al que ustedes buscan vendrá de repente al templo, ya viene aquel a quien ustedes tanto desean, el mensajero del pacto».

¿Quién será capaz de resistir cuando él llegue? ¿Quién podrá permanecer de pie frente a él cuando aparezca? Porque él es como el fuego que se usa para purificar la plata, y como el jabón fuerte que se usa para lavar. Él purificará a los hijos de Leví como se purifica la plata. Los limpiará como se limpia el oro y la plata. Luego, ellos serán sacerdotes del SEÑOR y le presentarán ofrendas aceptables. Entonces, el SEÑOR aceptará las ofrendas de Judá y Jerusalén, tal como lo hacía tiempo atrás, en el pasado.

«Yo los acusaré a ustedes en juicio y daré mi rápido testimonio en contra de quienes practican la brujería, los que cometen adulterio, los que mienten en los tribunales, los que les roban su salario a los trabajadores, los que explotan a las viudas y a los huérfanos, y los que violan los derechos de los inmigrantes. Toda esa gente que me falta al respeto». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

Robar a Dios

«Yo soy el SEÑOR y nunca cambio; y ustedes siguen siendo hijos de Jacob. Pero me han desobedecido desde los días de sus antepasados. Regresen a mí y yo regresaré a ustedes». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

«Ustedes preguntan: “¿Cómo que hemos de regresar a Dios?” ¿Acaso puede el ser humano robar a Dios? ¡Pues ustedes me están robando! Y todavía preguntan: “¿En qué le hemos robado?” ¡En los diezmos y en las ofrendas! La nación entera me está robando y por eso cae una maldición sobre todos ustedes».

10 El SEÑOR Todopoderoso dice: «Traigan todos los diezmos al granero del templo y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en esto y vean si no abro las ventanas del cielo para derramar sobre ustedes una lluvia de bendiciones hasta que les sobre de todo. 11 Alejaré las plagas de sus campos para que no destruyan sus cultivos y para que sus viñas produzcan fruto». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

12 «Todas las naciones hablarán bien de ustedes, porque ustedes tendrán un país hermoso». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

13 El SEÑOR dice: «Ustedes han hablado muy mal de mí y luego preguntan: “¿Qué es lo malo que hemos dicho?” 14 Lo malo que han dicho es que no sirve de nada adorar a Dios. Ustedes han dicho: “¿Qué hemos ganado con servir a Dios, con andar como de luto ante el SEÑOR Todopoderoso?” 15 Ustedes dicen que los soberbios son bendecidos, que les va bien a los que hacen el mal y que no les pasa nada a los que desafían a Dios».

16 Los que respetaban al SEÑOR hablaron de esto unos a otros, y el SEÑOR los escuchó atentamente. Entonces hizo escribir un libro recordatorio donde estaban los nombres de aquellos que respetan al SEÑOR y honran su nombre. 17 El SEÑOR Todopoderoso dice: «El día que tengo señalado, ellos serán mi tesoro. Tendré compasión de ellos como el papá con el hijo que lo obedece. 18 Ustedes volverán a notar la diferencia que hay entre la gente buena y la gente mala, entre el que sirve a Dios y el que no lo hace».

El día del juicio

El SEÑOR Todopoderoso dice: «Se acerca el día, ardiente como un horno, en que todos los soberbios y los que hacen el mal serán como la paja que quema el fuego. Se quemarán como arbustos y perderán hasta sus raíces y ramas. En cambio, para ustedes, los que respetan mi nombre, brillará el sol de la justicia que los sanará con su calor, y saldrán libremente saltando como terneros sanos. Ustedes los que respetan mi nombre pisotearán a los perversos, que serán polvo bajo sus pies. Todo esto sucederá cuando llegue el día que tengo señalado». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

«Recuerden la ley que le di a mi siervo Moisés en el monte Sinaí. Esa ley contiene las leyes y reglas para todo Israel.

»Miren, voy a enviar al profeta Elías a ustedes antes de que llegue el día del SEÑOR grande y terrible. Elías ayudará a reconciliar a los hijos con sus padres, no vaya a ser que venga yo y destruya la tierra por completo».

Historia familiar de Jesús

(Lc 3:23-38)

Esta es la lista de antepasados de Jesús el Mesías, descendiente de David y de Abraham.

Abraham fue el papá de Isaac.

Isaac fue el papá de Jacob.

Jacob fue el papá de Judá y de sus hermanos.

Judá fue el papá de Fares y Zara (Tamar fue la mamá).

Fares fue el papá de Esrom.

Esrom fue el papá de Ram.

Ram fue el papá de Aminadab.

Aminadab fue el papá de Naasón.

Naasón fue el papá de Salmón.

Salmón fue el papá de Booz (Rahab fue la mamá).

Booz fue el papá de Obed (Rut fue la mamá).

Obed fue el papá de Isaí.

Isaí fue el papá del rey David.

David fue el papá de Salomón (la mamá de Salomón había sido esposa de Urías).

Salomón fue el papá de Roboam.

Roboam fue el papá de Abías.

Abías fue el papá de Asaf.

Asaf fue el papá de Josafat.

Josafat fue el papá de Joram.

Joram fue el papá de Uzías.

Uzías fue el papá de Jotam.

Jotam fue el papá de Acaz.

Acaz fue el papá de Ezequías.

10 Ezequías fue el papá de Manasés.

Manasés fue el papá de Amón.

Amón fue el papá de Josías.

11 Josías fue el abuelo de Jeconías[o] y de sus hermanos (esto fue en el tiempo en que el pueblo de Judá fue llevado a Babilonia).

12 Después de que se los llevaron a Babilonia:

Jeconías fue el papá de Salatiel.

Salatiel fue el papá de Zorobabel.

13 Zorobabel fue el papá de Abiud.

Abiud fue el papá de Eliaquim.

Eliaquim fue el papá de Azor.

14 Azor fue el papá de Sadoc.

Sadoc fue el papá de Aquim.

Aquim fue el papá de Eliud.

15 Eliud fue el papá de Eleazar.

Eleazar fue el papá de Matán.

Matán fue el papá de Jacob.

16 Jacob fue el papá de José,

que era el esposo de María,

la mamá de Jesús a quien se le conoce como el Mesías.

17 Así que hubo catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta que deportaron a los israelitas a Babilonia, y otras catorce desde que deportaron a los israelitas a Babilonia hasta el nacimiento del Mesías.

Nacimiento de Jesús el Mesías

(Lc 2:1-7)

18 Así fue como ocurrió el nacimiento de Jesús el Mesías: María, la mamá de Jesús, estaba comprometida para casarse con José. Antes de la boda, descubrió que estaba embarazada por el poder del Espíritu Santo. 19 José, su futuro esposo, era un hombre recto y no quería que ella fuera avergonzada en público. Así que hizo planes en secreto para romper el compromiso de matrimonio.[p] 20 Pero mientras pensaba en esto, un ángel del Señor se le apareció en un sueño y le dijo: «José, descendiente de David, no tengas miedo de casarte con María, porque el hijo que ella está esperando es por obra del Espíritu Santo. 21 Ella tendrá un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús[q], porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

22 Todo esto pasó para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:

23 (A)«La virgen quedará embarazada y tendrá un hijo
    que será llamado Emanuel»[r]

(que significa «Dios con nosotros»).

24 Cuando José despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado: se casó con María. 25 Pero no tuvo relaciones sexuales con ella hasta después de que ella dio a luz un hijo. José le puso por nombre Jesús.

Unos sabios visitan a Jesús

Jesús nació en Belén de Judea, cuando gobernaba el rey Herodes. Después de su nacimiento, llegaron a Jerusalén unos sabios del oriente, y preguntaron:

—¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Pues vimos su estrella cuando salió y venimos a adorarle.

Cuando el rey Herodes oyó esto, se preocupó mucho al igual que toda la gente de Jerusalén. Fue así como reunió a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde iba a nacer el Mesías. Ellos le dijeron:

—En Belén, en la provincia de Judea, porque eso fue lo que escribió el profeta:

(B)“Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
    eres importante entre los gobernantes de Judá,
porque de ti saldrá un gobernante
    que guiará como un pastor a mi pueblo Israel”.[s]

Entonces Herodes llamó a los sabios y se reunió en secreto con ellos. Averiguó el tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén y les dijo:

—Vayan y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño y, cuando lo sepan todo, avísenme para que yo también pueda ir a adorarle.

Ellos oyeron al rey y se fueron. La estrella que habían visto salir iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. 10 Cuando ellos vieron la estrella, se alegraron muchísimo. 11 Entraron en la casa y vieron al niño con María, su mamá; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y sacaron unos regalos para él: oro, incienso y mirra. 12 Después, Dios les dijo en un sueño que no volvieran a donde estaba Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.

Los padres de Jesús lo llevan a Egipto

13 Después de que los sabios se fueron, un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño y le dijo: «Levántate y huye a Egipto con el niño y su mamá. Quédate allá hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

14 Entonces José se levantó y se fue durante la noche con el niño y la mamá a Egipto. 15 (C)Se quedó allá hasta que Herodes murió. Esto sucedió para que así se cumpliera lo que había dicho el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».[t]

Herodes manda matar a los niños

16 Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios de oriente lo habían engañado, se enojó muchísimo. Así que tomó en cuenta los cálculos que había averiguado de los sabios y mandó matar a todos los niños varones menores de dos años en Belén y sus alrededores. 17 Entonces se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías:

18 (D)«Se oyó un sonido en Ramá,
    sonido de llanto y de dolor.
Era Raquel que lloraba por sus niños
    y no quería que la consolaran
    porque ellos ya estaban muertos».[u]

Regreso desde Egipto

19 Después de que murió Herodes, un ángel del Señor se le apareció en un sueño a José en Egipto. 20 Le dijo: «Levántate y ve con el niño y su mamá a Israel, porque ya han muerto los que estaban tratando de matar al niño».

21 Entonces José se levantó y llevó al niño y a su mamá a Israel. 22 Pero cuando José supo que el rey de Judea ya no era Herodes, sino su hijo Arquelao, le dio miedo ir allá. Entonces, habiendo sido advertido por Dios en un sueño, se fue a la región de Galilea 23 y se quedó a vivir en el pueblo llamado Nazaret. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijeron los profetas: que el Mesías[v] sería llamado nazareno[w].

Misión de Juan el Bautista

(Mr 1:1-8; Lc 3:1-9; Jn 1:19-28)

Varios años después, mientras ellos todavía estaban viviendo en Nazaret, vino Juan el Bautista y empezó a hablarle a la gente en el desierto de Judea. Él decía: «Cambien su manera de pensar y de vivir, porque el reino de Dios está cerca». (E)El profeta Isaías se refería a Juan cuando dijo:

«Alguien grita en el desierto:
“¡Preparen el camino para el Señor;
    háganle caminos derechos!”»[x]

Juan se vestía de pelo de camello, llevaba un cinto de cuero en la cintura; y su comida era langostas y miel silvestre. Entonces la gente venía a él desde Jerusalén, de toda la provincia de Judea y de toda la región alrededor del río Jordán. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían para ser bautizados, les dijo: «¡Partida[y] de víboras! ¿Quién les advirtió que escaparan de la ira de Dios que está por venir? Vivan de tal manera que demuestre que realmente han cambiado. Y no me vengan con que “Abraham es nuestro antepasado”, porque les aseguro que Dios puede convertir hasta estas piedras en descendientes de Abraham. 10 Y ya también el hacha está lista para cortar los árboles de raíz. Por tanto, todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y echado al fuego para que se queme. 11 Yo los bautizo con agua como demostración de que han cambiado su vida, pero el que viene después de mí es más poderoso que yo. Ni siquiera soy digno de ayudarle a quitarse las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. 12 Vendrá preparado para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo bueno en el granero y quemará lo que no es bueno en un fuego que nunca se apagará».

Bautismo de Jesús

(Mr 1:9-11; Lc 3:21-22)

13 En ese tiempo, Jesús vino de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan trató de impedirlo, y le dijo:

—Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿por qué entonces vienes a mí?

15 Jesús le contestó:

—No me lo impidas ahora, porque es necesario cumplir con todo lo que Dios requiere.[z]

Entonces Juan estuvo de acuerdo. 16 Y Jesús, después de que fue bautizado, salió inmediatamente del agua y vio que el cielo se le abrió y que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. 17 Una voz desde los cielos decía: «Este es mi hijo amado con quien estoy muy contento».

Jesús es puesto a prueba

(Mr 1:12-13; Lc 4:1-13)

Luego, el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que fuera tentado por el diablo. Después de no comer nada durante 40 días y 40 noches, Jesús tenía mucha hambre. Entonces el diablo[aa] vino para ponerlo a prueba y le dijo:

—Si eres Hijo de Dios, diles a estas piedras que se conviertan en pan.

(F)Pero Jesús le respondió:

—Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre; sino de toda palabra que Dios dice”.[ab]

Entonces el diablo llevó a Jesús a la ciudad santa y lo puso en lo más alto de un extremo del área del templo, (G)y le dijo:

—Si eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí porque está escrito:

“Él mandará a sus ángeles
    que te cuiden.
Sus manos te rescatarán
    para que ni siquiera te lastimes los pies contra las piedras”.[ac]

(H)Jesús le dijo:

—Pero también está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”.[ad]

Después el diablo llevó a Jesús a una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo con toda su grandeza. El diablo le dijo:

—Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras.

10 (I)Jesús le dijo:

—¡Largo de aquí Satanás! Porque está escrito: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.[ae]

11 Entonces el diablo se fue, y los ángeles vinieron a cuidar a Jesús.

Jesús comienza su obra

(Mr 1:14-15; Lc 4:14-15)

12 Cuando Jesús oyó que habían encerrado a Juan en la cárcel, regresó a Galilea. 13 Pero no se quedó viviendo en Nazaret, sino que se fue a vivir a Capernaúm, un pueblo que estaba cerca del lago de Galilea en la región de Zabulón y Neftalí. 14 Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo Dios a través del profeta Isaías:

15 «Tierras de Zabulón y de Neftalí,
    a la orilla del mar, al otro lado del río Jordán:
    Galilea, de gente extranjera.
16 (J)Esa gente vive en la oscuridad,
    pero han visto una gran luz;
una luz ha brillado para ellos
    que viven en una tierra oscura como la muerte».[af]

17 Desde entonces, Jesús comenzó a anunciar: «Cambien su manera de pensar y de vivir porque el reino de Dios ya está cerca».

Los primeros seguidores

(Mr 1:16-20; Lc 5:1-11)

18 Cuando Jesús caminaba junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés. Estaban lanzando la red para pescar en el lago, pues eran pescadores. 19 Y Jesús les dijo:

—Síganme, y yo les enseñaré a pescar hombres.

20 Inmediatamente ellos dejaron ahí sus redes y lo siguieron. 21 Yendo más adelante, vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, hijos de Zebedeo. Estaban en una barca con el papá arreglando sus redes para pescar. Jesús los llamó 22 e inmediatamente ellos dejaron la barca y a su papá, y siguieron a Jesús.

Jesús enseña y sana a la gente

(Lc 6:17-19)

23 Jesús andaba por toda la región de Galilea, enseñando en las sinagogas y anunciando el mensaje de las buenas noticias del reino. Iba entre la gente sanando toda enfermedad. 24 Su fama se difundió por toda Siria. Le traían a todos los que padecían de diversas enfermedades y a los que sufrían graves dolores. También le traían a los atormentados por algún demonio, a los epilépticos y a los paralíticos, y él los sanaba. 25 Muchísima gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del río Jordán seguía a Jesús.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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