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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Habacuc 1 - Zacarías 10

Esta es la profecía que tuvo en visión el profeta Habacuc:

Habacuc se queja ante Dios

SEÑOR, te llamo y no respondes,
    ¿hasta cuándo seguirás así?
Clamo a ti porque hay violencia,
    y no haces nada por salvar a los que sufren.
¿Por qué me haces ver tanta maldad y perversión?
    ¿Por qué tengo que presenciar tanto saqueo y violencia?
    Hay pleitos y en los juicios la gente pelea entre sí.
La ley no se cumple
    y no se hace justicia.
Los perversos destruyen a los justos
    y no se hace justicia.

Dios le responde

«Observen las naciones
    y asómbrense; admírense.
Sucederá en estos días algo que ustedes no podrán creer
    aunque hubiera quien se lo contara.
Porque yo levanto a los caldeos,
    esa gente cruel e impulsiva
que va por toda la tierra
    apoderándose de territorios que no le pertenecen,
aterrorizando a los demás
    y respetando sólo sus propias leyes.
Sus caballos son más rápidos que leopardos
    y más veloces que lobos nocturnos.
Haré que vengan galopando desde tierras lejanas.
    Serán tan rápidos como buitres que se lanzan para devorar su presa.
Todos ellos traerán violencia
    y avanzarán con rapidez,
    directo hacia sus víctimas.
Tomarán tantos prisioneros
    como granos de arena.
10 Se burlarán de los reyes
    y harán chistes de los altos funcionarios.
Se burlarán de todas las ciudades fortificadas.
    Harán terraplenes para escalar sus murallas
    y capturarán con facilidad esas ciudades.
11 Luego se irán de allí como el viento;
    creen que su dios es su fuerza».

Segunda queja de Habacuc

12 SEÑOR, tú siempre has existido.
    Mi santo Dios, tú nunca morirás.
SEÑOR, ¿elegiste a Babilonia para hacer justicia?
    Roca mía, ¿creaste a Babilonia para castigar a Israel?
13 Tus ojos son demasiado puros como para mirar el mal.
    Serías incapaz de observar la maldad.
Entonces, ¿por qué no te molestas al ver a esos traidores?
    ¿Por qué callas cuando el perverso destruye al justo?
14 Has hecho que los seres humanos sean como peces en el mar;
    como criaturas sin dirigentes.
15 Babilonia atrapa a todos con su anzuelo
    y los captura con su red.
Los atrapa a todos en su malla
    y se siente feliz por ello.
16 Babilonia le ofrece sacrificios a su red,
    y le quema incienso a su malla
porque con ella consigue comida
    abundante y sustanciosa.
17 ¿Seguirá Babilonia con su espada
    masacrando sin compasión a las naciones?

Permaneceré en mi puesto como un guardia;
    estaré listo en la torre de defensa.
Esperaré a que me hable
    y responda a la demanda que he presentado.

Dios le responde otra vez

El SEÑOR me respondió así:

«Escribe claramente en tablillas la visión
    para que se pueda leer de corrido.[a]
Esta visión es testimonio
    de que hay un día y una hora señalados.
Aunque parezca que demora en llegar, espéralo;
    porque es seguro que llegará y no tardará.

»El que se cansa de esperar[b] el cumplimiento de la visión
    no se comportará conforme a ella;
    pero el aprobado por Dios vivirá por su fe.[c]
De seguro la riqueza engaña al orgulloso.
    Él es insaciable como la muerte,
    pero eso no le saldrá bien.
Al igual que la muerte,
    nunca queda satisfecho;
se apodera de todos los países
    y agarra para sí todas las naciones.

»Pero después, toda esa gente se burlará de él
    y lo harán objeto de chistes.
Dirán: “Oye tú, que acumulas
    a montones lo que no te pertenece.
Estás cargando con una deuda muy grande,
    ¿hasta cuándo aguantarás así?”
¿No se levantarán de repente en tu contra tus acreedores?
    ¿No se despertarán los que te aterrorizarán?
    Serás un botín para ellos.
Como tú saqueaste muchas naciones,
    las demás naciones te saquearán a ti.
Todo esto sucederá por tus asesinatos
    y por la violencia con la que has llenado países, ciudades y habitantes.

»Oye tú, que te enriqueces
    aprovechándote de los demás,
    con eso sólo consigues arruinar tu casa.
Pensaste que colocando tu nido así de alto,
    quedarías a salvo del peligro.
10 Al destruir tantas naciones
    maquinaste la vergüenza para tu casa,
    pecando contra ti mismo.
11 Hasta las piedras de la muralla gritarán en contra tuya
    y las vigas del techo repetirán las quejas.

12 »Oye tú, que construyes una ciudad
    acabando con la vida de inocentes
    y fundas un pueblo con el crimen.
13 La labor de los pueblos sólo alimenta el fuego.
    Las naciones se fatigan por nada.
    ¿Acaso no es obra del SEÑOR Todopoderoso?
14 La tierra entera se llenará
    del conocimiento de la gloria del SEÑOR,
    así como el agua llena los mares.

15 »Oye tú, que emborrachas a tu semejante;
    lo obligas a embriagarse de la copa de tu ira
    para humillarlo viendo su desnudez.
16 Ahora, tú beberás de la copa
    que el SEÑOR tiene en la mano derecha.
    Emborráchate y expón tu desnudez.
Embriágate de su ira
    y llénate de vergüenza, no de honor.
17 En el Líbano asesinaste a muchos seres humanos
    y mataste bastantes animales.
    Ahora, toda esa maldad te abatirá.
Todo esto sucederá por tus asesinatos
    y por la violencia con la que has llenado países, ciudades y habitantes.

18 »¿De qué sirve el ídolo
    para que lo haga su escultor?
¿De qué sirve hacer una imagen fundida
    o una estatua de un dios falso
para que un escultor deposite toda su confianza
    haciendo ídolos inútiles y mudos?

19 »Oye tú, que le dices a la madera: “¡Despierta!”,
    y a una piedra muda: “¡Levántate!”
¿Acaso los dioses falsos pueden darte enseñanzas?
    Aunque estén hechos de oro y plata, no tienen vida.
20 En cambio, el SEÑOR está en su santo templo:
    que toda la tierra guarde silencio delante de él».

Oración de Habacuc

Oración del profeta Habacuc. Al estilo sigionot[d].

SEÑOR, he escuchado acerca de ti;
    siento un temor reverencial
    por todo lo que has hecho, SEÑOR.
Reaviva tus hechos;
    como hiciste en el pasado, dalos a conocer.
Aunque estés lleno de ira,
    recuerda tu misericordia. Selah
Dios viene de Temán.
    El Santo viene del monte Parán[e]. Selah

Su majestad cubre el cielo
    y la tierra está llena de su gloria.
Su esplendor es como el relámpago;
    de sus manos salen rayos deslumbrantes;
    tras las nubes se oculta su poder.
La epidemia marcha delante de él
    y la fiebre abrasadora lo sigue.[f]
La tierra tembló cuando él se puso de pie.
    Con una sola mirada de él,
    todas las naciones temblaron de miedo.
Las montañas más antiguas han sido destruidas;
    las viejas colinas se han derrumbado.
    Él anda por sus sendas antiguas.
En lugar de toda la maldad que vi,
    temblaban las carpas de Cusán;
    temblaban de miedo las cortinas de las carpas de Madián.
SEÑOR, ¿descargaste tu ira contra los ríos?
    ¿La descargaste contra el mar
y por eso conduces tus caballos
    y carro de victoria?
Sacaste tu arco
    y lanzaste tus flechas. Selah

Abriste la tierra seca con ríos.
10     Las montañas te vieron y temblaron de angustia.
Espesas nubes desataron la tormenta sobre la tierra.
    Las profundidades del mar rugieron
    y se levantaron para inundar la tierra.
11 Detuviste el sol
    y la luna quedó quieta en su lugar,
mientras tus flechas resplandecían
    y el rayo de tu lanza iluminaba el cielo.
12 En medio de tu ira, caminaste sobre la tierra
    y pisoteaste las naciones.
13 Saliste a rescatar a tu pueblo
    y al rey que tú elegiste.[g]
Destruiste la casa del perverso[h]
    abriéndola de arriba a abajo. Selah

14 Aplastaste la cabeza de sus soldados
    con las mismas lanzas de ellos.
Venían a atacarnos tan rápido como una tormenta.
    Celebraban como el que roba al pobre en secreto.[i]
15 Pero tú caminaste sobre el mar con tus caballos
    agitando las poderosas aguas.

16 Al escuchar todo eso,
    se me estremecieron las entrañas.
Mis labios temblaron;
    los huesos se me debilitaron
    y mis pies vacilaron.
Esperaré pacientemente a que les llegue
    ese día de sufrimiento a los que nos atacan.
17 Aunque la higuera no dé fruto
    ni la viña produzca uvas;
aunque la cosecha del olivo se dañe,
    y los campos no produzcan alimento;
aunque no haya ovejas en el corral,
    ni vacas en el establo;
18 así y todo, yo me alegraré en el SEÑOR,
    el Dios que me salva.
19 El Señor DIOS me fortalece,
    afirma mis pies como los de un venado
    para que yo camine en las alturas.

Para el director musical: úsense instrumentos de cuerda.

Este es el mensaje que Sofonías recibió del SEÑOR en tiempos de Josías hijo de Amón, rey de Judá. Sofonías era hijo de Cusí, nieto de Guedalías y bisnieto de Amarías, quien era hijo de Ezequías.

El día del castigo del Señor

El SEÑOR dice: «Destruiré todo lo que hay
    sobre la faz de la tierra.
Destruiré a seres humanos y animales,
    a las aves del cielo y a los peces del mar.
Haré tambalear a los perversos y a toda la gente,
    dice el SEÑOR.

»Amenazaré a Judá con la mano levantada
    y a todos los habitantes de Jerusalén.
Destruiré a los que adoran a Baal
    y a los sacerdotes que celebran su culto,
a los que se arrodillan en las azoteas
    a adorar las estrellas[j] del cielo,
a los que adoran al SEÑOR,
    pero también juran por el dios Moloc,
a quienes le dieron la espalda al SEÑOR,
    a los que no buscan al SEÑOR
    y a los que no le piden consejo.
Guarden silencio delante del Señor DIOS,
    porque el día del SEÑOR está cerca.
El SEÑOR tiene planeado un sacrificio;
    que se consagre cada uno de sus invitados.[k]
El día del juicio[l] del SEÑOR
    castigaré a los líderes, a los hijos del rey
    y a todos los que visten a la moda extranjera.
Ese día castigaré a todos los que saltan por encima
    de la línea de entrada del templo.[m]
Castigaré a todos los que llenan
    de mentiras y violencia la casa de su amo.[n]

10 »El SEÑOR dice: Ese día habrá gritos
    de lamentación y amargura
desde la puerta del Pescado
    hasta el otro extremo de la ciudad.
Faltará comida incluso
    en las afueras de la ciudad.
11 Laméntense, habitantes del Barrio del Mortero,
    porque todos los negociantes y los ricos comerciantes han sido destruidos.

12 »Ese día tomaré una lámpara y buscaré por todo Jerusalén
    a los que se sienten tan satisfechos que dicen:
“El SEÑOR no hace nada,
    ni bueno ni malo”.
13 Por lo tanto, se les arrebatarán sus riquezas
    y sus casas serán destruidas.
Construirán casas,
    pero no podrán vivir en ellas.
Plantarán cultivos de uvas,
    pero no podrán beber su vino».

14 El gran día del SEÑOR está cerca,
    viene rápidamente.
El día del SEÑOR se escucharán
    ruidos horribles, gritos de guerra.
15 Ese será un día lleno de ira,
    dificultades y angustia,
día de ruina, destrucción y oscuridad,
    día de nubes espesas y oscuras,
16     en el que sonarán trompetas y gritos de batalla
contra las ciudades fortificadas
    y sus torres de defensa.

17 «Le haré la vida tan difícil a esa gente
    que caerán por todos lados como ciegos.
Ellos pecaron contra el SEÑOR,
    por eso se derramará su sangre
    y esta cubrirá el suelo como polvo.
Sus cuerpos quedarán regados por el piso
    como excrementos de animal.
18 No podrán salvarse
    ni siquiera con todo su dinero.
El día en que el SEÑOR muestre su furia,
    el fuego de su ira quemará toda la tierra.
Sí, él destruirá por completo
    a todos los habitantes de este lugar».

Tú, nación que no sientes vergüenza,
    que se junte todo el pueblo
y vuelva a Dios antes de que seas destruida
    y arrastrada como hoja al atardecer.
Regresa antes de que la furia del SEÑOR te destruya,
    antes de que el día de la furia del SEÑOR llegue a ti.
Ustedes, la gente humilde que obedece a Dios,
    busquen al SEÑOR y pídanle ayuda.
Busquen la justicia y la humildad.
    Así tal vez podrán salvarse
    el día en que el SEÑOR muestre su furia.

Castigo para los vecinos de Israel

Gaza será abandonada
    y Ascalón será destruida.
Los habitantes de Asdod serán expulsados al medio día
    y Ecrón[o] será desterrada[p].
Naciones que viven cerca del mar, pueblo de Creta,
    este mensaje del SEÑOR tiene que ver con ustedes:

«Canaán, tierra de los filisteos,
    haré que todos sus habitantes desaparezcan
    y ustedes quedarán desocupadas.
Las ciudades cercanas al mar
    se convertirán en campos abandonados
    con unos pocos pastores y rebaños.
Después esa tierra les pertenecerá
    a los sobrevivientes de Judá.
La gente de Judá llevará sus rebaños a esos campos;
    y en la tarde descansarán en las casas de Ascalón.
El SEÑOR su Dios los ayudará
    y les devolverá lo que se les había arrebatado.

»Yo oí a los de Moab y Amón insultar a mi pueblo.
    Oí sus burlas e insultos.
Escuché cómo se alegraban
    de haberle arrebatado su territorio a Judá.
Por eso, tan cierto como que soy
    el SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel,
juro que Moab será destruida por completo como Sodoma,
    y que los amonitas serán destruidos como Gomorra.
Su tierra será como un campo lleno de maleza,
    cubierto con sal para convertirlo en ruinas.
Los sobrevivientes de mi pueblo
    se quedarán con su tierra».

10 Esa gente fue arrogante;
    insultaron y maltrataron al pueblo del SEÑOR Todopoderoso.
    Pero serán castigados por todo eso.
11 El SEÑOR Todopoderoso los aterrorizará
    porque destruirá a sus dioses.
Entonces cada uno de los habitantes de la costa
    se inclinará dondequiera que esté para adorarle.

12 «Incluso ustedes, etíopes,
    serán atravesados con mi espada».
13 El Señor extenderá su mano hacia el norte
    y destruirá a Asiria.
Él destruirá a Nínive[q]
    y la convertirá en un desierto.
14 Entonces los animales salvajes
    entrarán a esa ciudad.
Las lechuzas y los cuervos pasarán la noche
    entre sus ruinas;
sus graznidos se escucharán
    por las ventanas.
De la ciudad sólo quedarán escombros
    y madera desnuda.
15 Eso será todo lo que quedará
    de esa alegre ciudad,
la ciudad que se sentía tan segura,
    que se creía la más importante.
Nínive se convertirá en un lugar desolado.
    Será el lugar de descanso de animales salvajes.
Todo el que pase por allí se sorprenderá al verla,
    hará gestos y silbidos.

El futuro de Jerusalén

Mira a Jerusalén, la ciudad rebelde.
    Esa sucia ciudad que oprimía a la gente.
La ciudad que se negó a escuchar.
    La que ignoró mis enseñanzas,
la que no confió en el SEÑOR
    ni se acercó a su Dios.
Los líderes de esa ciudad
    son como leones que rugen.
Sus jueces son como lobos que atacan al atardecer
    y devoran completamente los cadáveres.
Sus profetas son gente extravagante que miente
    y engaña para obtener lo que quiere.
Sus sacerdotes les faltan al respeto a las cosas sagradas
    y violan la ley.
Por el contrario, el SEÑOR es justo en esa ciudad.
    Él no hace nada malo
y todos los días demuestra su justicia.
    Sí, él es siempre justo en sus decisiones.
    Nunca hace nada cruel o perverso.

«He destruido a las naciones;
    sus torres han sido demolidas.
He destruido sus calles
    para que nadie pase por ellas.
Sus ciudades han sido destruidas
    para que ya nadie viva en ellas.
Pensé que al decirte eso sentirías temor de mí
    y aprenderías la lección.
Pensé que así nunca olvidarías mi disciplina.
    Pero lo que sucedió fue que se llenaron de ganas de hacer más maldades.

»Por eso, espérenme, dice el SEÑOR.
    Esperen el día en que me levante para darles su castigo.
He decidido reunir a las naciones y reinos,
    para castigarlos a ustedes
y mostrarles lo mal que me siento;
    para mostrarles toda mi ira.
Sí, el fuego de mi ira
    quemará la tierra entera.
En aquel tiempo purificaré los labios de todos los pueblos
    y haré que gente de otras naciones invoque el nombre del SEÑOR.
    Así, todos podrán servirme como si fueran uno solo.
10 Aun desde más allá de Etiopía mi pueblo dispersado vendrá pidiéndome ayuda;
    ellos me traerán la ofrenda que me pertenece.

11 »Jerusalén, en aquel tiempo ya no sentirás vergüenza
    por todos los pecados que cometiste en mi contra.
Sacaré de ti a los que se creen tan importantes
    y no quedarán más arrogantes en mi monte santo[r].
12 Sólo quedarán allí los sencillos y humildes
    que confían en el nombre del SEÑOR.
13 Los sobrevivientes del pueblo de Israel no harán el mal
    ni dirán falsedades ni mentirán.
Ellos serán como ovejas que pastan y se acuestan tranquilas
    sin miedo a ser atacadas».

Canto de alegría

14 ¡Sion, canta con alegría!
    ¡Israel, grita de felicidad!
¡Jerusalén, alégrate
    y celebra con todo tu corazón!
15 El SEÑOR te ha perdonado;
    ha alejado a tus enemigos.
El Rey de Israel, el SEÑOR, está dentro de ti.
    Así que ya no tendrás miedo del sufrimiento.
16 Ese día se dirá a Jerusalén:
    «Sion, no tengas miedo, no te rindas.
17 El SEÑOR tu Dios está en medio de ti.
    Él es un guerrero que da la victoria;
con regocijo demostrará su alegría por ti.
    Tendrá un nuevo amor por ti.
Festejará por ti con cantos alegres,
18     como se celebra en un día de fiesta».[s]

«Ya no habrán más insultos para ti;
    ya nadie más se burlará de ti.[t]
19 Ese día, haré que dejen de hacerte daño.
Rescataré a los heridos
    y reuniré a los que han sido expulsados de su tierra.
Serán famosos y respetados en todos los lugares
    en los que ahora sienten vergüenza.
20 Ese día los traeré de regreso.
    Los reuniré a todos
y serán famosos y respetados
    entre todos los pueblos de la tierra.
Eso sucederá cuando traiga de vuelta
    ante sus ojos a los prisioneros».
    Es lo que dice el SEÑOR.

Llamado para reconstruir el templo

El primer día del sexto mes del segundo año del reinado del rey Darío, el SEÑOR dijo lo siguiente por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote: «El SEÑOR Todopoderoso dice: “Este pueblo anda diciendo que todavía no es el momento de reconstruir el templo del SEÑOR”».

Pero el SEÑOR dijo también por medio del profeta Hageo: «¿Pero sí es el momento para que ustedes vivan en casas finamente terminadas, mientras que esta casa está en ruinas?»

Ahora pues, dice el SEÑOR Todopoderoso: «Piensen bien lo que están haciendo. Ustedes siembran mucho pero es poco lo que cosechan, comen pero no quedan satisfechos, beben pero no les alcanza para saciarse, se visten pero no lo suficiente para abrigarse. Ganan dinero pero se les va como si tuvieran roto el bolsillo».

El SEÑOR Todopoderoso dice: «Piensen bien lo que están haciendo. Vayan a las montañas y traigan madera para reconstruir el templo y yo mostraré mi buena voluntad a este templo y seré glorificado en él, dice el SEÑOR. Ustedes esperaban una gran cosecha pero les resultó muy escasa; luego cuando la almacenaron en sus casas, yo soplé e hice que se acabara rápido ¿Por qué? Pues mi casa está en ruinas mientras ustedes se dedican a las suyas, dice el SEÑOR Todopoderoso. 10 Debido a eso, el cielo ha retenido la lluvia, y la tierra, sus frutos. 11 Por eso he determinado que haya sequía sobre la tierra, las montañas, el trigo, la viña, el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre la gente, los animales y sobre todo su trabajo».

12 Entonces Zorobabel hijo de Salatiel, el sumo sacerdote Josué hijo de Josadac y el resto del pueblo, obedecieron lo que dijo el SEÑOR su Dios, o sea lo que el SEÑOR había dicho por medio del profeta Hageo. El pueblo sintió respeto y temor ante el SEÑOR Dios. 13 Entonces Hageo, el mensajero del SEÑOR dirigido por Dios, le dijo al pueblo: «El SEÑOR dice: ¡Estoy con ustedes!» 14 Y el SEÑOR les dio ánimo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y a todo el resto del pueblo para que emprendieran la obra. Empezaron a trabajar en la construcción del templo del SEÑOR Dios Todopoderoso, su Dios. 15 Todo esto ocurrió el día 24 del mes sexto del segundo año del reinado del rey Darío.

El Señor anima al pueblo

El día 21 del séptimo mes, el SEÑOR dijo por medio del profeta Hageo: «Diles a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo: “¿Quedan todavía entre ustedes algunos que alcanzaron a ver el templo antes, en su época de esplendor? ¿Y cómo lo ven ahora? ¿No es algo insignificante? Pero el SEÑOR dice: ¡Anímate, Zorobabel! ¡Anímate, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote! ¡Anímate, pueblo de este país!, dice el SEÑOR. Continúen trabajando, porque yo estoy con ustedes, dice el SEÑOR Todopoderoso. Esta fue la promesa que les hice a ustedes cuando salieron de Egipto, que mi espíritu siempre estaría con ustedes. Entonces, no teman, pues esto dice el SEÑOR Todopoderoso: Una vez más, muy pronto, voy a sacudir los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme. Voy a sacudir a todas las naciones, llegarán aquí todos sus tesoros y llenaré este templo de esplendor”, dice el SEÑOR Todopoderoso. El SEÑOR Todopoderoso dice también: el oro y la plata son míos. El SEÑOR Todopoderoso lo afirma y él dice que el esplendor de este último templo será mayor que el del anterior. En este sitio daré paz, dice el SEÑOR Todopoderoso».

Ya llegan las bendiciones

10 El día 24 del noveno mes, del segundo año del reinado del rey Darío, el SEÑOR le habló así al profeta Hageo: 11 «Esto es lo que el SEÑOR Todopoderoso te ordena, pregúntales a los sacerdotes cuál es la ley en este caso:

12 —¿Qué pasa si alguien lleva carne consagrada en su ropa, y más adelante el borde de su ropa toca pan, o guiso, o vino, o aceite de oliva, o cualquier tipo de comida? ¿Quedarán también consagradas las cosas que tuvieron contacto con la ropa?

—No—respondieron los sacerdotes.

13 Después Hageo les dijo:

—Si alguien que está impuro por haber tocado un cadáver toca también esas cosas, ¿quedan impuras las cosas?

Los sacerdotes respondieron:

—Sí, quedan impuras.

14 Hageo les respondió:

—El SEÑOR dice: “Esto también es cierto en el caso de este pueblo y de esta nación. Ellos no son santos ni puros ante mí, de modo que todo lo que ellos producen y traen luego al templo es impuro. 15 De ahora en adelante quiero que piensen bien en lo siguiente: antes de empezar la reconstrucción del templo del SEÑOR, 16 ¿qué tal estaban? Si alguien esperaba obtener 20 medidas de grano, solo conseguía 10. Si alguien quería obtener de un barril 50 jarras de vino, sólo conseguía 20. 17 ¿Qué era lo que pasaba? Pues que yo los estaba castigando. Yo fui el que envió las plagas que acabaron con las plantas, el que envió el granizo que destruyó lo que ustedes habían trabajado. Y así y todo, ustedes no buscaron hacer las paces conmigo, dice el SEÑOR. 18 Así que de hoy en adelante, fíjense bien en lo que va a ocurrir. Hoy, el día 24 del noveno mes, ustedes han echado los cimientos del templo del SEÑOR. 19 Ya no hay más semillas en el granero, porque están ya sembradas. Las vides, las higueras, los granados y los olivos ya no darán malas cosechas. De ahora en adelante, los bendeciré con buenas cosechas”.

20 El SEÑOR habló por segunda vez a Hageo el mismo día 24 del mes: 21 «Ve a ver a Zorobabel, gobernador de Judá, y dile: “Voy a sacudir los cielos y la tierra, 22 a derribar tronos de naciones, a acabar con la fuerza de los reinos de las naciones, a volcar los carros de combate y a los que los manejan. Caballos y jinetes caerán y los jinetes se matarán unos a otros a espada. 23 Ese día, dice el SEÑOR Todopoderoso, te tomaré a ti, Zorobabel hijo de Salatiel. Tú eres mi siervo, dice el SEÑOR, y te haré mi anillo de sellar, porque yo te elegí”. El SEÑOR Todopoderoso afirma todo esto».

Llamamiento del Señor a su pueblo

El profeta Zacarías, hijo de Berequías y nieto de Idó, recibió un mensaje del SEÑOR en el mes octavo del segundo año[u] del reinado de Darío de Persia:

«El SEÑOR se enojó con sus antepasados, así que dile al pueblo: “El SEÑOR Todopoderoso dice: Vuelvan a mí, dice el SEÑOR Todopoderoso, y yo volveré a ustedes”. Lo dice el SEÑOR Todopoderoso. No sean como sus antepasados, a quienes los profetas de entonces dieron el mensaje del SEÑOR Todopoderoso de que se alejaran de la mala vida que llevaban y dejaran de hacer el mal. Sin embargo, ellos no me escucharon ni me prestaron atención, dice el SEÑOR.

»¿Dónde están sus antepasados? ¿Es que acaso los profetas vivieron eternamente? Mis advertencias y decisiones que les ordené a mis siervos los profetas, ¿acaso no llegaron hasta sus antepasados? Así que ellos cambiaron y dijeron: “Tal como el SEÑOR Todopoderoso lo había planeado, él decidió tratarnos de acuerdo con nuestras obras y nos castigó por el mal que hicimos”».

Los cuatro caballos

El día 24 del undécimo mes, o mes de sebat, durante el segundo año del reinado de Darío, el profeta Zacarías, hijo de Berequías y nieto de Idó, recibió este otro mensaje del SEÑOR:

Por la noche tuve una visión. Vi entre unos arrayanes a un jinete en un caballo rojo. Detrás de él había otros caballos de color rojo, castaño y blanco. Le pregunté:

—¿Qué significado tienen estos caballos, señor?

El ángel que me hablaba me dijo:

—Te enseñaré el significado.

10 Entonces el jinete del caballo entre los arrayanes respondió:

—Los caballos han sido enviados por el SEÑOR para que recorran la tierra.

11 Luego, los jinetes le dijeron al ángel del SEÑOR que estaba entre los arrayanes:

—Hemos estado recorriendo la tierra y está toda tranquila y en paz.

12 Entonces el ángel del SEÑOR dijo:

—SEÑOR Todopoderoso, ¿cuándo tendrás compasión por Jerusalén y las ciudades de Judá? Has estado enojado con ellas durante los últimos 70 años.

13 El SEÑOR le respondió al ángel que me hablaba con palabras de aliento y de consuelo. 14 Fue entonces cuando el ángel me dijo que anunciara lo siguiente. Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:

«Estoy conmovido por Jerusalén y Sion,
15     pero estoy muy enojado con las naciones
    que se sienten tan seguras.
Con Israel me enojé sólo un poco
    y por eso usé a esas naciones
    para que le dieran su castigo.
Pero esas naciones le causaron
    demasiado sufrimiento a mi pueblo».
16 Debido a eso el SEÑOR dice:
«Regresaré a Jerusalén
    y le mostraré mi compasión.
Jerusalén será reconstruida,
    y mi casa será edificada allí,
    dice el SEÑOR Todopoderoso».

17 El ángel también me dijo que anunciara esto: El SEÑOR Todopoderoso dice:

«Mis ciudades serán ricas de nuevo.
    El SEÑOR consolará a Sion,
    y elegirá de nuevo a Jerusalén».

Los cuatro cuernos y los cuatro herreros

18 Luego levanté la mirada y vi cuatro cuernos. 19 Entonces pregunté al ángel que hablaba conmigo:

—¿Qué significan estos cuernos?

Él me dijo:

—Estos cuernos representan las naciones que desterraron a tierras lejanas a los habitantes de Judá, Israel y Jerusalén.

20 Después de eso el SEÑOR me mostró cuatro herreros. 21 Yo pregunté:

—¿Qué trabajo vienen a hacer estos hombres?

Él respondió:

—Los cuernos representan las naciones que desterraron al pueblo de Judá, hasta el extremo de que nadie podía levantar la cabeza. Estos herreros vienen a aterrorizar a esas naciones. Van a destruir y a desterrar las naciones que se levantaron contra Israel y desterraron su gente a tierras lejanas.

La medición de Jerusalén

Luego levanté la mirada y vi a un hombre que tenía en su mano una cuerda para medir. Le pregunté:

—¿A dónde vas?

Él me respondió:

—Voy a medir a Jerusalén para saber su extensión.

Ya se iba el ángel que me hablaba cuando otro ángel se acercó a él y le dijo:

—Corre y dile esto al joven que va a medir a Jerusalén:

“Jerusalén no tendrá murallas
    porque tendrá muchos habitantes y muchos animales.
Pero yo seré como una muralla de fuego a su alrededor,
    viviré en ella y le daré gloria”.
    Lo dice el SEÑOR.

Dios llama a su pueblo

El SEÑOR dice: «¡Vamos, vamos!
    ¡Huyan pronto de la tierra del norte!
Sí, es cierto que fui yo quien los envió
    a tierras lejanas en todas direcciones».
    Lo dice el SEÑOR.

«¡Vamos, Sion,
    escapa de Babilonia!»
El SEÑOR Todopoderoso me envió
    para que castigara a las naciones que robaron tus pertenencias.
    Me envió para traerte la gloria.
Él dice: «Los que te hacen daño
    están lastimando lo que más quiero.[v]
Levantaré mi mano contra ellas
    y sus mismos esclavos las saquearán».
Entonces sabrás que el SEÑOR Todopoderoso me ha enviado.

10 «¡Vamos, Sion, canta y celebra!
    Yo vengo a vivir en medio de ti».
    Lo dice el SEÑOR.
11 «Ese día muchas naciones vendrán a mí, el SEÑOR,
    se convertirán en mi pueblo,
    y yo viviré en medio de ti».
Entonces sabrás que el SEÑOR Todopoderoso me ha enviado a ti.

12 El SEÑOR reclamará a Judá como su posesión en la Tierra Santa.
    Él volverá a elegir a Jerusalén como su ciudad.
13 ¡Que todos hagan silencio!
    El SEÑOR está saliendo de su lugar sagrado.

El sumo sacerdote

Luego, el ángel me mostró al sumo sacerdote Josué que estaba de pie frente al ángel del SEÑOR. Satanás[w] estaba al lado derecho de Josué para acusarlo. El ángel del SEÑOR le dijo a Satanás: «¡Que el SEÑOR, quien ha elegido a Jerusalén como su ciudad, te reprenda! ¡Que el SEÑOR te reprenda! ¿Acaso no es este hombre como un tizón rescatado del fuego?» Josué, que llevaba puesta ropa sucia, estaba de pie frente al ángel. El ángel les dijo a los ángeles que estaban junto a él: «¡Quítenle esa ropa!» Luego le dijo a Josué: «Mira, he borrado tu pecado y te vestiré con las prendas finas que usan los sacerdotes».

Luego dijo: «Coloquen sobre su cabeza un turbante limpio». Le colocaron el turbante y lo vistieron con ropa nueva, mientras el ángel del SEÑOR permanecía allí. Luego, el ángel del SEÑOR le dijo a Josué:

«Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:

»Si obedeces mis mandatos
    y si cumples fielmente los deberes que te he asignado,
te encargarás de mi templo
    y cuidarás sus patios.
Podrás entrar libremente a mi templo
    como los ángeles que están aquí.
Escucha, Josué, sumo sacerdote,
    escucha junto con tus amigos que están sentados frente a ti.
Ellos son señales de lo que va a suceder.
    Pronto traeré a mi siervo que será llamado “el Retoño”.
Miren la piedra
    que he colocado frente a Josué.
Esta piedra tiene siete caras[x]
    y en ella escribiré algo.
En un solo día borraré el pecado de esta tierra.
    Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.

10 »Ese día cada uno de ustedes invitará a su vecino
    a que se siente debajo de su viña y de su higuera.
    Lo dice el SEÑOR Todopoderoso».

El candelabro y los olivos

Luego, el ángel que estaba hablándome regresó y me despertó. Fue como si despertara de un sueño. Entonces me preguntó:

—¿Qué ves?

Yo respondí:

—Veo un candelabro de oro macizo. Encima de él hay un recipiente para aceite del que salen siete boquillas que van hacia siete lámparas[y]. A cada lado del recipiente hay un árbol de olivo.

Luego le pregunté al ángel que me hablaba:

—¿Qué significado tienen estas cosas, señor?

El ángel me respondió:

—¿No sabes lo que son?

Y yo respondí:

—No, señor.

Él me dijo:

—Este es el mensaje del SEÑOR para Zorobabel:

»No será por la fuerza
    ni por el poder,
sino por mi Espíritu,
    dice el SEÑOR Todopoderoso.
¿Quién eres tú, gran montaña?
    Ante Zorobabel no eres más que una llanura.
Él construirá el templo,
    y cuando coloque en su lugar la piedra principal,
la gente gritará:
    “¡Qué hermosa! ¡Qué hermosa!”»

Luego recibí este mensaje del SEÑOR:

«Zorobabel echará las bases de este templo,
    y él mismo lo llevará a feliz término.
Cuando esto haya sucedido,
    sabrán que el SEÑOR Todopoderoso me ha enviado a ustedes.
10 Todos los que hayan considerado
    insignificantes los pequeños inicios del templo,
celebrarán cuando vean la plomada
    en manos de Zorobabel.
Las siete lámparas representan los ojos del SEÑOR
    que vigilan toda la tierra».

11 Luego pregunté al ángel:

—¿Qué significado tienen los árboles de olivo que están a cada lado de la lámpara 12 y las dos ramas de olivo junto a las boquillas doradas de las que sale aceite dorado?

13 Él me preguntó:

—¿No sabes lo que significan?

Y yo le dije:

—No, señor.

14 Él me respondió:

—Representan a los dos que fueron consagrados con aceite[z] y que están al lado del Señor de toda la tierra.

El rollo en el aire

Levanté la mirada de nuevo y vi un rollo que volaba. El ángel me preguntó:

—¿Qué ves?

Yo respondí:

—Veo un rollo volando que mide 10 metros[aa] de largo por 5 metros de ancho.

El ángel me dijo:

—En este rollo está escrito el castigo que va a caer sobre toda la tierra. Por un lado está escrito el castigo para todos los que han robado; y por el otro lado está escrito el castigo para todos los que han jurado en falso. Todos ellos serán destruidos. El SEÑOR Todopoderoso dice: “Yo enviaré ese castigo a la casa de los ladrones y a la casa de los que usan mi nombre para jurar en falso. Ese castigo permanecerá en sus casas y destruirá hasta las vigas y las piedras”.

La mujer y la caneca

Luego, el ángel que me hablaba se acercó y me dijo:

—Levanta la mirada y observa lo que se acerca a nosotros.

Yo pregunté:

—¿Qué es eso?

Él me respondió:

—Es una caneca que representa los pecados de la gente en toda la tierra.

Entonces levantó la tapa de plomo de la caneca y adentro estaba sentada una mujer. El ángel dijo:

—Esa mujer representa la maldad. Empujó a la mujer hacia dentro de la caneca y le colocó la tapa de plomo. Luego miré hacia arriba y vi a dos mujeres que se acercaban a nosotros. Tenían alas como las de una cigüeña, las cuales estaban abiertas golpeando la brisa. Las mujeres levantaron la caneca. 10 Le pregunté al ángel que me hablaba:

—¿A dónde llevan la caneca?

11 Él me respondió:

—Van a construir un templo en Sumeria[ab] para la caneca, y cuando esté listo la colocarán sobre su pedestal para adorarla.

Los cuatro carruajes

Luego levanté la mirada de nuevo y vi cuatro carros de combate que salían de entre dos montañas de bronce. Al primer carro lo tiraban caballos rojos y al segundo lo tiraban caballos negros. Al tercer carro lo tiraban caballos blancos y al cuarto lo tiraban caballos con manchas; todos los caballos eran fuertes. Entonces le pregunté al ángel que me hablaba:

—¿Señor, qué significado tienen estos caballos?

El ángel me respondió:

—Esos son los cuatro vientos[ac] del cielo que están saliendo de su lugar junto al Señor de toda la tierra. Los caballos negros van hacia el norte, los blancos van al occidente y los manchados van al sur.

Esos fuertes caballos estaban ansiosos por salir a recorrer toda la tierra. Así que el SEÑOR dijo:

—¡Vayan y recorran la tierra!

Y así lo hicieron.

Luego, el SEÑOR me llamó y me dijo:

—Mira los caballos que se fueron al norte[ad], han logrado calmar mi espíritu en ese lugar y ya no estoy enojado.

Coronación del sacerdote Josué

Luego recibí otro mensaje del SEÑOR: 10 «Jelday, Tobías y Jedaías han regresado de su cautiverio en Babilonia. Toma el oro y la plata que ellos tienen y ve inmediatamente a la casa de Josías hijo de Sofonías. 11 Haz una corona con el oro y la plata que tomaste y corona al sumo sacerdote Josué hijo de Josadac. Después dile esto a Josué:

12 »Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:

»“Aquí hay un hombre llamado el Retoño;
    él crecerá y construirá el templo del SEÑOR.
13 Será él quien construya el templo del SEÑOR
    y quien reciba honores reales.
    Se sentará y gobernará en su trono,
y a su lado, también en un trono,
    se sentará un sacerdote.
    Juntos trabajarán en armonía”.

14 »La corona quedará en mi templo[ae] para que los que la vea recuerden a Jelday, Tobías, Jedaías y también se acuerden del bien que hizo Josías hijo de Sofonías. 15 Vendrá gente de tierras lejanas y ayudará a construir el templo del SEÑOR. Entonces ustedes sabrán que el SEÑOR Todopoderoso me ha enviado a ustedes. Todo esto sucederá si obedecen cuidadosamente al SEÑOR su Dios».

El Señor quiere bondad y compasión

El mes noveno, que es el mes de quisleu, del cuarto año[af] de Darío como rey de Persia, Zacarías recibió otro mensaje del SEÑOR. El pueblo de Betel había enviado a Sarézer, Reguen Mélec y a sus hombres a pedirle ayuda al SEÑOR. Ellos preguntaron a los sacerdotes del templo del SEÑOR y a los profetas: «¿Debemos seguir llorando y ayunando durante el quinto mes del año como lo hemos hecho desde hace mucho tiempo?»

Entonces recibí otro mensaje del SEÑOR Todopoderoso:

«Diles lo siguiente a toda la gente de la tierra
    y a los sacerdotes:
“Cuando ustedes ayunan y hacen lamentación
    en el quinto y séptimo mes del año
como lo han hecho por 70 años,
    en realidad no lo hacen por mí.
¿No es cierto que cuando comen y beben
    lo hacen para su propia satisfacción?
¿No es esto lo mismo que el SEÑOR dijo
    por medio de los primeros profetas?
¿No dijo lo mismo cuando Jerusalén
    y los pueblos de alrededor estaban habitados y seguros
    y cuando aun vivía gente en el Néguev y en la Sefelá?”»

Este es el mensaje que el SEÑOR le dio a Zacarías: «Así dice el SEÑOR Todopoderoso:

»Practiquen la justicia,
    y sean verdaderamente justos.
    Que haya bondad y compasión entre ustedes.
10 No traten mal a las viudas ni a los huérfanos,
    ni a los inmigrantes ni a los pobres.
No planeen en su corazón
    hacerles mal a los demás».

11 Pero ellos no quisieron prestar atención, dieron la espalda y se negaron a escuchar. 12 Endurecieron su corazón y no quisieron escuchar a los primeros profetas que les llevaban la ley y las enseñanzas del SEÑOR Todopoderoso. El SEÑOR Todopoderoso se enojó mucho. 13 Por eso, él dijo: «Ellos no quisieron escucharme cuando yo los llamé. Así que yo tampoco los escucharé cuando me pidan ayuda, dice el SEÑOR Todopoderoso. 14 Los enviaré a naciones que ni siquiera conocen. Su tierra quedará destruida y ya nadie pasará por allí. Esta rica tierra quedará convertida en ruinas».

El Señor promete bendecir a Jerusalén

Me llegó el siguiente mensaje del SEÑOR Todopoderoso. «Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:

»Tengo muchos celos de Sion,
    celos terribles que me llenan de ira.

»Dice el SEÑOR:
Regresaré a Sion y viviré en Jerusalén,
    la cual será llamada Ciudad Fiel.
El monte del SEÑOR Todopoderoso
    será llamado Monte Santo.

»El SEÑOR Todopoderoso dice:
Los ancianos y las ancianas volverán a descansar
    en las plazas de Jerusalén.
Vivirán tantos años
    que tendrán que usar bastón para caminar.
Las calles de la ciudad se llenarán
    de niños y niñas jugando.

»El SEÑOR Todopoderoso dice:
Los sobrevivientes de este pueblo
    se asombrarán al ver lo sucedido,
pero no es nada asombroso para mí,
    dice el SEÑOR Todopoderoso.

»El SEÑOR Todopoderoso dice:
Del oriente y del occidente
    voy a rescatar a mi pueblo.
Los traeré aquí
    y vivirán en Jerusalén.
Ellos serán mi pueblo
    y yo seré su Dios,
    en fidelidad y justicia.

»El SEÑOR Todopoderoso dice:
¡Ánimo y manos a la obra!
El mensaje pronunciado por los profetas
    no ha cambiado desde que se pusieron los cimientos
    para construir el templo del SEÑOR Todopoderoso.
10 Antes de ese día, la gente no tenía dinero suficiente para contratar trabajadores
    ni podían pagar por un animal de trabajo.
Los viajeros estaban siempre en peligro
    porque yo había hecho que todos estuvieran unos contra otros.
11 Pero ahora no trataré de la misma manera
    al resto del pueblo que sobrevivió de la destrucción de Judá.
    Es lo que dice el SEÑOR Todopoderoso.
12 Sembrarán y tendrán muy buenas cosechas.
    La viña dará su fruto,
la tierra producirá alimento
    y los cielos darán lluvia.
Yo les concederé todo esto
    a los sobrevivientes de este pueblo.
13 La gente decía que sobre los pueblos de Judá e Israel
    había caído una maldición.
Pero yo los rescataré,
    y entonces la gente dirá que fueron bendecidos.
Así que no tengan miedo, ¡anímense!

14 »Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:
Cuando sus antepasados me hicieron enojar,
    decidí enviar sobre ustedes el desastre,
dice el SEÑOR Todopoderoso,
    y no cambié de opinión.
15 Pero ahora he decidido llevar el bien
    a Jerusalén y al pueblo de Judá.
    No tengan miedo.
16 Esto es lo que tienen que hacer:
    Digan la verdad y sólo la verdad.
Sean verdaderamente justos
    cuando impartan justicia al pueblo.
17 Que ninguno de ustedes planee en su corazón el mal contra su semejante.
    No hagan promesas falsas.
Yo odio todas esas cosas.
    Es lo que dice el SEÑOR».

18 Mensaje que recibí del SEÑOR Todopoderoso:

19 «Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:
Los tristes días de ayuno de los meses cuarto, quinto, séptimo y décimo,[ag]
    se convertirán en momentos de alegría y celebración.
Serán alegres días de fiesta para la gente de Judá.
    Ustedes deben amar la verdad y la paz.

20 »Esto dice el SEÑOR Todopoderoso:
En el futuro, los pueblos y los habitantes
    de muchas ciudades vendrán a Jerusalén.
21 Los habitantes de una ciudad irán a otra y dirán:
“Vayamos a buscar la ayuda del SEÑOR
    y oremos al SEÑOR Todopoderoso”.
22 Muchos pueblos y naciones poderosas
    vendrán a adorar al SEÑOR Todopoderoso en Jerusalén
    y buscarán ayuda del SEÑOR.

23 »Esto dice el SEÑOR Todopoderoso: En aquellos días, gente de otros países, que hablan idiomas diferentes, se aferrarán. Sí, se aferrarán de la ropa de todo judío y le dirán: “Queremos acompañarlos porque hemos sabido que Dios está con ustedes”».

Juicio contra otras naciones

Este es el mensaje del SEÑOR contra el territorio de Jadrac y contra la ciudad de Damasco: Porque todos los seres humanos volverán los ojos al SEÑOR, así como todas las tribus de Israel, y también el territorio de Jamat, que queda en la frontera con Damasco, y también Tiro y Sidón, aunque estas últimas sean ciudades muy sabias.

Tiro construyó una torre,
    ha acumulado tanta plata como polvo.
    Tiene tanto oro como barro en las calles.
Pero el Señor va a quitarle todas sus riquezas
    y va a destruir la fortaleza que tiene en la costa.
    Esa ciudad será consumida por el fuego.

Ascalón verá todo lo que sucederá en Tiro
    y sentirá miedo.
Gaza también lo verá
    y temblará de angustia.
Ecrón temblará también
    porque sus esperanzas se desvanecerán.
No habrá más reyes en Gaza,
    y Ascalón no sobrevivirá.
Asdod se llenará de hijos de padre desconocido.
    Los filisteos no tendrán nada de qué sentirse orgullosos,
ya no podrán comer sangre
    ni ningún otro alimento prohibido.
Todos los sobrevivientes de ellos pertenecerán a nuestro Dios;
    harán parte de las familias de Judá.
Ecrón se convertirá también en parte de mi pueblo,
    al igual que los jebuseos.
Protegeré mi casa
    y no permitiré que nadie entre a atacarla.
Nunca más permitiré que los enemigos se aprovechen de mi pueblo,
    porque he visto con mis propios ojos su sufrimiento.

El futuro rey

¡Sion, alégrate!
    ¡Jerusalén, grita de alegría!
Mira, tu rey se acerca;
    él es justo y victorioso.
Sin embargo, es humilde,
    va montado en un burro.
10 El rey destruirá[ah] los carros de Efraín
    y los caballos de Jerusalén.
Destruirá las armas de guerra
    y anunciará la paz para las naciones.
Él gobernará de mar a mar,
    desde el río Éufrates hasta los lugares más lejanos de la tierra.

El Señor salvará a su pueblo

11 Jerusalén, nuestro pacto fue sellado con sangre.
    Por eso sacaré a tus prisioneros de ese pozo seco[ai].
12 Prisioneros, regresen a su hogar;
    ahora tienen una esperanza.
    Hoy anuncio que regresaré a ustedes.
13 Judá, te usaré como mi arco;
    Efraín, tú serás mi flecha;
Sion, tú serás mi espada
    para luchar contra los griegos.
14 El SEÑOR aparecerá ante ellos,
    y lanzará sus flechas como rayos.
El Señor DIOS tocará la trompeta,
    y el ejército avanzará
    como una tormenta de arena en el desierto.
15 El SEÑOR Todopoderoso los defenderá.
    Ellos pisotearán las piedras de los honderos;
Sus enemigos serán como pan comido ante ellos.
    Celebrarán con vino, dando gritos de alegría.
Estarán rebosantes como un tazón lleno de sangre
    que se derrama en la esquina del altar.

16 Ese día el SEÑOR su Dios les dará la victoria.
    Los salvará como un pastor que cuida su rebaño.
Ellos serán para él como joyas
    que brillan en su tierra.
17 ¡Qué tan bueno y bello será!
    Habrá alimentos y vino
    que darán fuerza a los jóvenes, hombres y mujeres.[aj]

Las promesas del Señor

10 Pídanle lluvia al SEÑOR cuando la necesiten.
    El SEÑOR es el creador de los rayos y la lluvia.
Los proveerá para hacer crecer
    los cultivos de la gente.
Hay quienes dicen que las imágenes a las que adoran les dan mensajes.
    ¡Eso es absurdo!
Las visiones de las que hablan los adivinos
    son una mentira.
Los que interpretan los sueños dicen tonterías;
    el consuelo que dan es un engaño.
Por eso los habitantes de Judá son como ovejas que vagan lejos de su hogar
    y que sufren porque no tienen pastor.

«Estoy muy enojado con los pastores de mi pueblo
    y por eso los castigaré».
El SEÑOR Todopoderoso cuida su rebaño,
    el pueblo de Judá.
Lo cuida como si fuera
    su caballo de guerra más valioso.
De Judá saldrá la piedra principal,
    la estaca de la tienda,
    el arco de guerra y todos los soldados.
Juntos serán como guerreros
    que pisotean al enemigo en el barro durante la guerra.
Ellos lucharán porque el SEÑOR está con ellos
    y humillarán incluso a sus enemigos que van montados a caballo.

«Yo fortaleceré al pueblo de Judá
    y salvaré al pueblo de José.
Los traeré de vuelta
    porque tendré piedad de ellos.
Será como si nunca los hubiera abandonado.
    Lo haré porque yo soy el SEÑOR su Dios
    y responderé a su llamado.
El pueblo de Efraín se sentirá tan feliz
    como los soldados que se sientan a beber.
Sus hijos verán lo sucedido y celebrarán.
    Sentirán una alegría inmensa por lo que el SEÑOR ha hecho por ellos.
Los salvaré y los llamaré
    para que se reúnan.
Serán un país lleno de habitantes
    como lo fueron en el pasado.
Yo los envié a tierras desconocidas,
    pero aun en esos lugares distantes me recordarán.
Sobrevivirán junto con sus hijos
    y regresarán.
10 Los traeré de vuelta de Egipto
    y los recogeré de Asiria.
Los llevaré a la tierra de Galaad y Líbano
    y no habrá suficiente espacio para todos ellos.
11 Cruzará[ak] el mar revuelto
    y golpeará las olas.
    Él secará las profundidades del río Nilo,
destruirá la arrogancia de Asiria
    y hará perder a Egipto su poder.
12 El SEÑOR los fortalecerá,
    y con su poder irán a donde quieran ir».
    Es lo que dice el SEÑOR.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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