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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Éxodo 29-40

Consagración de los sacerdotes

29 »Esta es la ceremonia para la dedicación de Aarón y sus hijos como sacerdotes: Tomarás un becerro y dos carneros sin defectos, pan y tortas sin levadura, pasados por aceite, y hojaldres sin levadura, sobre los que se haya rociado aceite. Los diversos tipos de pan estarán hechos de harina fina. 3-4 Colocarás el pan en un canasto y lo llevarás a la entrada del santuario, junto con el becerro y los dos carneros.

»Bañarás a Aarón y a sus hijos allí a la entrada. Luego vestirás a Aarón con su túnica, el efod, el pectoral y el cinto, y le pondrás en la cabeza la mitra con la lámina de oro. Tomarás el aceite de la unción y lo derramarás sobre su cabeza. Después vestirás a sus hijos con sus túnicas y sus cintos tejidos, y les pondrás las mitras. Serán sacerdotes para siempre. De esa manera consagrarás a Aarón y a sus hijos.

10 »Traerás el becerro al santuario, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del animal. 11 Lo matarás delante del Señor, a la entrada del santuario. 12 Pondrás su sangre sobre los cuernos del altar, mojándolos con el dedo, y derramarás el resto en la base del altar. 13 Tomarás toda la grasa que cubre los intestinos y el hígado, así como los dos riñones y la grasa que hay sobre ellos, y los quemarás sobre el altar. 14 Después tomarás el cuerpo, incluyendo la piel y el excremento, los llevarás fuera del campamento y los quemarás como una ofrenda por el pecado.

15-16 »Luego Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza de uno de los carneros que va a ser sacrificado. Su sangre será recogida para ser rociada sobre el altar. 17 Cortarás el carnero en pedazos, y lavarás los intestinos y las piernas; lo pondrás con la cabeza y las demás partes del cuerpo 18 y lo quemarás sobre el altar. Este es un holocausto de muy grato olor para el Señor.

19-20 »Luego tomarás el otro carnero, y Aarón y sus hijos le pondrán las manos sobre la cabeza mientras lo sacrifican. Tomarás un poco de la sangre y la untarás en el lóbulo de la oreja derecha y en los pulgares de la mano derecha y del pie derecho de Aarón y de sus hijos; con el resto rociarás el altar. 21 También tomarás sangre del altar, la mezclarás con aceite de la unción, y rociarás esto sobre Aarón, sus hijos y sus vestiduras. En esta forma ellos serán consagrados al Señor, junto con sus vestiduras.

22 »Luego, toma del carnero la grasa, la cola, la grasa que cubre los intestinos y el hígado, los dos riñones y la grasa que los rodea, y la espaldilla derecha, porque este es el carnero para la ordenación de Aarón y sus hijos. 23 Toma también un pan, una torta de pan de aceite y un hojaldre del canastillo de panes sin levadura, que fue puesto delante del Señor, 24 y ponlos en las manos de Aarón y de sus hijos, quienes los ofrecerán meciéndolos ante el Señor. 25 Luego ellos te entregarán todos estos productos, para que tú los quemes sobre el altar, como holocausto de olor delante del Señor. 26 Después tomarás el pecho del carnero de la ordenación de Aarón y lo ofrecerás, meciéndolo delante del Señor. Esta parte del animal será para ti.

27 »Les darás el pecho y la espadilla del carnero de la consagración 28 a Aarón y a sus hijos. El pueblo de Israel siempre debe dar esta porción de sus sacrificios de paz a Aarón y a sus hijos, como contribución.

29 »Las vestiduras sagradas de Aarón serán preservadas para los hijos que le sucedan de generación en generación, en la ceremonia en que sean consagrados como sacerdotes. 30 Cualquiera que sea el sumo sacerdote que suceda a Aarón, deberá usar estas vestiduras durante siete días, al entrar al santuario para ministrar en el Lugar Santo.

31 »Tomarás el carnero de la consagración, el carnero usado en la ceremonia ordinaria, y cocerás su carne en un lugar santificado. 32 Aarón y sus hijos comerán la carne y el pan del canasto en la puerta del santuario. 33 Sólo ellos comerán estas cosas usadas en su expiación, es decir, en la ceremonia de su consagración. El hombre común no comerá de ello, porque estas cosas son sagradas. 34 Deberás quemar el pan o la carne que sobre. Lo que sobre no podrá ser comido al día siguiente, porque es sagrado.

35 »Este, pues, es el modo de ordenar a Aarón y a sus hijos para el desempeño de sus funciones. Esta ordenación durará siete días. 36 Cada día sacrificarás un becerro como ofrenda expiatoria por el pecado. Después purificarás el altar, haciendo expiación por él y derramando aceite de oliva sobre él para consagrarlo. 37 Harás expiación por el altar y lo consagrarás a Dios cada uno de los siete días. Después de esto, el altar será muy santo, y cualquiera que lo toque será apartado para el Señor.

38 »Cada día ofrecerás dos corderos de un año sobre el altar, 39 uno en la mañana y otro en la tarde. 40 Con uno de ellos ofrecerás dos kilos de harina fina, mezclada con un litro de aceite de oliva y un litro de vino, para la libación. 41 Ofrecerás el otro cordero en la tarde, junto con la harina y el vino para la libación, como se hizo en la mañana, como ofrenda de olor fragante al Señor.

42 »Esta será una ofrenda diaria que me ofrecerán todos los israelitas, a través de todas sus generaciones. Me la ofrecerán a la entrada del santuario, que es el lugar donde me encontraré contigo y te hablaré. 43 Allí me reuniré con el pueblo de Israel, y el santuario será santificado por mi gloria. 44 Yo santificaré el santuario y el altar, y a Aarón y a sus hijos, que son mis ministros, mis sacerdotes. 45 Viviré en medio del pueblo de Israel y seré su Dios, 46 y ellos sabrán que yo soy el Señor su Dios. Yo los saqué de Egipto para vivir entre ellos. Yo soy el Señor su Dios.

El altar del incienso

30 »Harás luego un pequeño altar para quemar incienso. Lo harás de madera de acacia. Tendrá cuarenta y cinco centímetros de ancho, cuarenta y cinco centímetros de largo y noventa centímetros de alto. Tallarás sus cuernos de la misma pieza, para que sean parte del altar. Cubrirás la parte superior, los costados y los cuernos del altar con oro puro, y en todo su contorno pondrás una moldura de oro. Bajo la moldura, a ambos costados, harás dos argollas de oro para poner las varas que servirán para transportarlo. Las varas serán de madera de acacia, cubiertas de oro. Pondrás el altar junto a la cortina, por el lado exterior, cerca de la tapa que cubre el cofre que contiene los Diez Mandamientos. Allí es donde me encontraré contigo.

»Cada mañana, cuando Aarón prepare las lámparas, quemará incienso aromático sobre el altar, y cada tarde cuando encienda las lámparas, quemará el incienso delante del Señor. Esto se hará de generación en generación. No ofrecerás incienso, holocaustos, ofrendas ni libaciones que no hayan sido autorizados por el Señor.

10 »Una vez al año, Aarón deberá consagrar el altar, poniendo sobre los cuernos la sangre de la ofrenda de expiación por el pecado. Esta será una ceremonia que se hará sin falta cada año, de generación en generación, porque este es el altar que ha sido consagrado por completo al Señor».

Dinero para la expiación

11-12 El Señor le dijo a Moisés: «Siempre que hagas un censo del pueblo de Israel, cada hombre que sea contado dará un rescate al Señor por su persona, para que no haya plaga en el pueblo cuando tú lo cuentes. 13 Este pago equivaldrá a medio siclo del santuario, es decir, seis gramos de plata. 14 Todos los que hayan cumplido veinte años darán esta ofrenda. 15 El rico no dará más, ni el pobre dará menos, porque es una ofrenda para el Señor, para hacer expiación por ustedes mismos. 16 Usarás este dinero para el cuidado del Santuario. Esto servirá para que el Señor recuerde que los israelitas pagaron el dinero del rescate, y para hacer expiación por ellos».

El lavamanos

17-18 El Señor le dijo a Moisés: «Harás un lavamanos de bronce, con una base de bronce. Lo pondrás entre el Santuario y el altar, y lo llenarás de agua. 19 Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies allí 20 cuando entren al Santuario a presentarse delante del Señor, o cuando se acerquen al altar para presentar holocausto delante del Señor. Siempre deberán lavarse antes de hacer esto, o morirán. 21 Estas son instrucciones para Aarón y sus hijos, de generación en generación».

El aceite de la unción

22-23 Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Toma las siguientes especias: seis kilos de mirra pura, tres kilos de canela, tres kilos de cálamo aromático, 24 seis kilos de casia y cuatro litros de aceite de oliva. Para esto, deberás usar la medida que se usa en el santuario. 25 Con estos ingredientes prepararás el aceite, tal como lo hacen los expertos en preparar perfumes. Este será el aceite santo de la unción.

26-27 »Usarás este aceite para ungir el santuario, la mesa y todos sus instrumentos, el candelabro y todos sus utensilios, el altar del incienso, 28 el altar del holocausto con todos sus instrumentos, y el lavamanos con su base. 29 Conságralos para que sean sagrados. Cualquier cosa que los toque será sagrada. 30 También lo usarás para ungir a Aarón y a sus hijos, consagrándolos para que puedan servir delante de mí como sacerdotes. 31 Y dile al pueblo de Israel: “Este será siempre mi aceite de unción. 32 No debe ser derramado sobre personas comunes, y no harás jamás este aceite por tu cuenta, porque es sagrado y será tratado por ti como algo sagrado. 33 Cualquiera que prepare un aceite semejante a este o lo ponga sobre alguien que no sea un sacerdote, será expulsado de la comunidad”».

El incienso

34 Estas fueron las instrucciones que el Señor le dio a Moisés acerca del incienso: «Tomarás cantidades iguales de aromas: resina, uña aromática, gálbano e incienso puro, 35 y, según las técnicas del perfumista, harás un perfume sazonado con sal. Será un incienso puro y santo. 36 Molerás una parte y la pondrás frente al cofre, donde yo me reúno contigo en el santuario. Este incienso es muy sagrado. 37 No lo hagan jamás para ustedes mismos, porque está reservado para el Señor, y deben tratarlo como cosa sagrada. 38 Cualquiera que lo haga será expulsado de la comunidad».

Bezalel y Aholiab

31 También el Señor le dijo a Moisés: «Yo he designado a Bezalel hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá. Lo he llenado con mi Espíritu y le he dado sabiduría, capacidad y habilidad para la construcción del santuario y todo lo que contiene. Está altamente capacitado como diseñador artístico de objetos de oro, de plata y de bronce. También ha sido dotado como joyero y tallador de madera.

»Igualmente, he designado a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, para que sea su ayudante. Además, he dado habilidad especial a todos los que son conocidos como expertos, para que puedan hacer todas las cosas que he ordenado, esto es, el santuario, el cofre con el propiciatorio sobre ella, todos los utensilios del templo, la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro y sus utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto con sus utensilios, el lavamanos y su base, 10 las hermosas y sagradas vestiduras sacerdotales de Aarón y de sus hijos, 11 el aceite de la unción y el incienso perfumado para el Lugar Santo. Ellos seguirán exactamente las instrucciones que yo te he dado».

El sábado

12-13 El Señor le dio estas instrucciones a Moisés: «Dile al pueblo de Israel que observe mi día de descanso, porque el descanso es un recordatorio del pacto que hice con ustedes para siempre. Es para que recuerden que yo soy el Señor que los santifico. 14-15 Descansarán en ese día, porque es santo. Cualquiera que no obedezca este mandamiento, morirá. Cualquiera que haga alguna clase de trabajo en ese día, será ejecutado. 16 Solamente trabajarán seis días, porque el día séptimo es el día de descanso solemne, santo para el Señor. Esta ley es un pacto perpetuo y una obligación para el pueblo de Israel. 17 Es un símbolo eterno del pacto que he hecho con el pueblo de Israel, porque en seis días yo, el Señor, hice el cielo y la tierra, y el séptimo día descansé».

18 Cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, Dios le entregó dos tablas de piedra con los Diez Mandamientos, escritos con su propio dedo.

El becerro de oro

32 Como Moisés se demoraba en descender del monte, el pueblo se presentó ante Aarón:

―Mira —le dijeron—, haznos dioses que nos dirijan, porque este Moisés que nos sacó de Egipto no aparece; algo debe de haberle ocurrido.

2-3 ―Tráiganme los aretes de oro que tengan sus esposas, hijos e hijas —respondió Aarón.

Así que todos los que tenían aretes se los quitaron y se los entregaron a Aarón. Entonces él fundió el oro, y con un cincel hizo un becerro. Al ver el becerro, el pueblo exclamó: «¡Israel, este es tu dios que te sacó de Egipto!».

Cuando Aarón vio lo feliz que estaba el pueblo con el becerro, edificó un altar delante del becerro, y anunció:

―Mañana habrá fiesta en honor del Señor.

A la mañana siguiente madrugaron y comenzaron a presentar holocaustos y ofrendas de paz. Luego de comer y beber, se entregaron a la diversión. Por eso, el Señor le dijo a Moisés:

―Date prisa, desciende, porque el pueblo que sacaste de Egipto se ha contaminado, y pronto han abandonado mis leyes. Han hecho un becerro y lo han adorado; le han ofrecido sacrificios y han dicho: “¡Israel, este es tu dios que te sacó de Egipto!”.

El Señor añadió:

―He visto que este pueblo es rebelde y testarudo. 10 Deja que desate contra ellos mi ira y los destruya; y de ti, Moisés, haré otra nación grande.

11 Pero Moisés le rogó al Señor que no lo hiciera.

Señor —suplicó—, ¿por qué se ha encendido tanto tu ira contra este tu pueblo, al que sacaste de Egipto con tu gran poder y tan grandes milagros? 12 ¿Quieres que los egipcios digan: “Dios los engañó y los hizo ir a las montañas para matarlos y borrarlos de la tierra”? Aparta tu ira y no le hagas eso a tu pueblo. 13 Recuerda lo que le prometiste a tus siervos Abraham, Isaac e Israel cuando juraste por ti mismo: “Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda la tierra que he prometido a tus descendientes, y la heredarán para siempre”.

14 Entonces el Señor tuvo compasión de ellos y no los destruyó. 15 Luego Moisés descendió del monte, llevando en sus manos las dos tablas de piedra, en las que estaban escritos los mandamientos por ambos lados. 16 Dios mismo preparó las tablas y escribió en ellas.

17 Cuando Josué oyó el bullicio del pueblo que gritaba, le dijo a Moisés:

―Suena como si estuvieran preparándose para la guerra.

18 Pero Moisés le respondió:

―No es grito de victoria ni de derrota lo que yo oigo; lo que escucho son canciones.

19 Cuando llegaron cerca del campamento, Moisés vio el becerro y las danzas, y con terrible ira arrojó las tablas al suelo, al pie del monte, y se rompieron. 20 Luego tomó el becerro, lo fundió en fuego, y cuando se enfrió el metal, lo molió hasta hacerlo polvo. Mezcló ese polvo con agua, para que el pueblo bebiera. 21 Después se dirigió a Aarón, y le preguntó:

―¿Qué te ha hecho este pueblo, para que le hagas cometer este terrible pecado?

22 ―No te enojes tanto —dijo Aarón—. Tú bien sabes que este pueblo es inclinado a la maldad. 23 Ellos me dijeron. “Haznos un dios que nos dirija, porque algo le habrá ocurrido a Moisés, el que nos sacó de Egipto”. 24 Entonces les dije: “Tráiganme sus aretes”. Ellos me los trajeron, los eché al fuego… y ¡salió este becerro!

25 Cuando Moisés vio que Aarón no había podido guiar bien a los israelitas, y que por eso se habían vuelto locos, de tal modo que la gente de otros pueblos se estaban burlando de ellos, 26 se paró a la entrada del campamento y gritó: «¡Todos los que estén de parte del Señor, vengan aquí y únanse a mí!». Entonces todos los levitas se acercaron.

27 Moisés les dijo: «El Señor, Dios de Israel, les ordena que tomen sus espadas y recorran el campamento, de uno a otro extremo, y maten a sus hermanos, parientes y vecinos». 28 Los levitas lo hicieron, y aquel día mataron a unos tres mil hombres.

29 Moisés, entonces, les dijo: «Hoy se han santificado para el servicio del Señor, porque han obedecido, aun cuando tuvieron que dar muerte a sus hijos y hermanos. Ahora el Señor les dará una gran bendición».

30 Al día siguiente, Moisés le dijo al pueblo: «Ustedes han cometido un gran pecado, pero yo regresaré a la montaña, y me presentaré delante del Señor, para interceder por ustedes. Quizá él quiera otorgarles el perdón».

31 Moisés regresó a la presencia del Señor, y le dijo:

―Desgraciadamente este pueblo ha pecado en gran manera y ha hecho ídolos de oro. 32 Sólo te ruego que perdones su pecado. Si no lo haces, te pido que borres mi nombre del libro que has escrito.

33 ―Cualquiera que haya pecado contra mí —dijo el Señor— será borrado. 34 Ahora vé y conduce al pueblo al lugar que yo te indiqué, y diles que mi ángel irá delante de ellos. Sin embargo, cuando yo visite a este pueblo, lo castigaré por sus pecados.

35 Luego el Señor envió una gran plaga al pueblo, porque habían adorado al becerro que Aarón les hizo.

Hacia la Tierra prometida

33 El Señor le dijo a Moisés: «Lleva a este pueblo que sacaste de Egipto a la tierra que prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque yo les prometí que les daría esta tierra a sus descendientes. Enviaré un ángel delante de ti para que expulse a los cananeos, a los amorreos, a los hititas, a los ferezeos, a los heveos y a los jebuseos. Es una tierra de la que fluye leche y miel. Pero yo no iré con ustedes, porque son un pueblo rebelde y soberbio, y no resistiré el deseo de destruirlos en el camino».

Cuando los israelitas oyeron estas duras palabras, se pusieron a llorar, y se despojaron de sus joyas y ornamentos, porque el Señor le había ordenado a Moisés que les dijera: «Ustedes son un pueblo rebelde y soberbio. Si estuviera con ustedes un momento, los exterminaría. Quítense las joyas y ornamentos hasta que decida lo que haré con ustedes». Después de esto, ellos dejaron de usar joyas.

La Tienda de reunión

Moisés siempre levantaba, a cierta distancia del campamento, el santuario o Tienda de reunión con Dios. Todo el que quería consultar al Señor, iba allí. Siempre que Moisés salía hacia la Tienda de reunión, el pueblo se levantaba y se paraba a la entrada de sus tiendas, y se quedaban mirando hasta que él entraba en la Tienda. Cuando él entraba, la columna de nube descendía y cubría la entrada, mientras el Señor le hablaba. 10 Entonces todo el pueblo adoraba delante de sus tiendas, y se inclinaba ante la columna de nube. 11 En la Tienda de reunión, el Señor le hablaba a Moisés cara a cara, como un hombre habla con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero el joven que le ayudaba, Josué hijo de Nun, nunca se alejaba de la Tienda de reunión.

La gloria del Señor

12 Moisés un día habló allí con el Señor, y le dijo:

―Me has pedido que lleve a este pueblo a la Tierra prometida, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. Dices que eres mi amigo y que he hallado gracia delante de ti. 13 Si es así, te ruego que me indiques qué quieres que haga, para que pueda comprenderte claramente y saber que cuento con tu ayuda. No olvides que esta nación es tu pueblo.

14 Y el Señor respondió:

―Yo iré contigo y te daré descanso.

15 Moisés le dijo:

―Si no vas a ir con nosotros, no dejes que nos movamos ni un paso de este lugar. 16 Si no vas con nosotros, ¿quién sabrá que mi pueblo y yo contamos con tu ayuda, y que somos diferentes a los demás pueblos que habitan la tierra?

17 Entonces el Señor le respondió:

―Haré lo que tú has pedido, porque ciertamente cuentas con mi ayuda, y eres mi amigo.

18 Moisés, entonces, le dijo:

―¡Permíteme contemplar tu gloria!

19 Y el Señor le respondió:

―Haré que pase delante de ti mi gloria, y pronunciaré mi nombre, pues soy bondadoso y compasivo con quien quiero. 20 Pero no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo. 21 Sin embargo, quédate en esta roca que está junto a mí, 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23 Luego quitaré mi mano, y podrás verme la espalda, pero no el rostro.

Las nuevas tablas de piedra

34 El Señor le dijo a Moisés:

―Prepara dos tablas de piedra como las primeras, y yo escribiré en ellas los mismos mandamientos que estaban en las tablas que quebraste. Prepárate para subir a la cumbre del monte Sinaí, para presentarte ante mí. Nadie vendrá contigo y nadie deberá estar en ningún lugar del monte. Ni dejes que los animales pasten junto al monte.

Moisés tomó dos tablas de piedra similares a las primeras, se levantó de madrugada y subió al monte Sinaí, tal como el Señor le había dicho, llevando las dos tablas de piedra en las manos.

5-6 El Señor descendió en la forma de una columna de nube y estuvo allí con él, y pasó delante de él y anunció el significado de su nombre:

―Yo soy el Señor, Dios de misericordia y de gracia —dijo—. Soy lento para la ira y grande en misericordia y verdad. Yo, el Señor, muestro este amor firme a millares que reciben el perdón de sus pecados; pero no doy por inocente al culpable, y exijo que el pecado del padre sea castigado en los hijos, en los nietos y aun en generaciones posteriores.

Moisés se postró delante del Señor, lo adoró y le dijo:

Señor, si es cierto que cuento con tu favor, te ruego que vayas con nosotros a la Tierra prometida. Sí, el pueblo es rebelde y soberbio, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como pueblo tuyo.

10 El Señor le respondió:

―Bien, este es el pacto que voy a hacer contigo. Haré milagros como nunca han sido hechos en toda la tierra, y todo el pueblo de Israel verá mi poder, el terrible poder que mostraré por medio de ti. 11 Tu parte en este pacto es obedecer todos mis mandamientos. Entonces yo expulsaré de delante de ti a los amorreos, a los cananeos, a los hititas, a los ferezeos, a los heveos, y a los jebuseos.

12 »Cuídate de hacer alianza con el pueblo que habita la tierra a donde vas, porque si lo haces, pronto andarás en sus malos caminos. 13 En cambio, destruirás sus altares paganos, derribarás las piedras que adoran y destrozarás las imágenes de la diosa Aserá. 14 No deben adorar otros dioses sino solamente a mí, porque yo, el Señor, soy un Dios celoso, que exige lealtad absoluta y devoción exclusiva.

15 »No harás tratados de paz con los pueblos que viven en esa tierra, porque son idólatras que me han rechazado para ofrecer sacrificios a sus dioses. Si haces amistad con ellos, entonces, cuando presenten los sacrificios a sus dioses, te invitarán a participar, y te sentirás obligado a ir. 16 Y aceptarás para tus hijos a sus hijas, que adoran a otros dioses, y tus hijos me abandonarán, y adorarán a los dioses de sus esposas. 17 No tendrás nada que ver con los ídolos.

18 »Celebrarás la fiesta de los Panes sin levadura durante siete días, en la forma que te ordené, en la fecha señalada del mes de aviv. Este fue el mes en que saliste de Egipto.

19 »Todo primer macho es mío: vacuno, lanar y cabrío. 20 El primer burro podrá ser redimido, dando un cordero en su lugar. Pero si decides no redimirlo, deberás quebrarle el cuello. Todos tus hijos serán redimidos; ninguno se presentará delante de mí sin una ofrenda.

21 »Aun durante el tiempo de la siembra y el de la cosecha, solamente trabajarás durante seis días y descansarás el séptimo.

22 »Te acordarás de celebrar la fiesta de las Semanas, al comenzar la cosecha del trigo, y la fiesta de la Cosecha, al fin del año.

23 »Todos los varones de Israel deberán presentarse ante mí tres veces al año. Yo soy el Señor, Dios de Israel. 24 Nadie atacará ni conquistará tu tierra mientras estés delante del Señor tu Dios, porque expulsaré a las naciones delante de ti y agrandaré tus fronteras.

25 »No usarás panes con levadura en tus sacrificios, y no dejarás hasta el día siguiente la carne del cordero pascual.

26 »Cada año deberás ofrecerme los mejores frutos de las primeras cosechas, y lo traerás a la casa del Señor tu Dios.

»No cocinarás el cabrito en la leche de su madre».

27 También el Señor le dijo a Moisés:

―Escribe estas leyes que te doy, porque son las condiciones del pacto que hice contigo y con Israel.

28 Moisés estuvo con el Señor en el monte durante cuarenta días y cuarenta noches; y en todo ese tiempo no comió ni bebió. Durante ese tiempo, Dios grabó el pacto, los Diez Mandamientos, sobre tablas de piedra.

El rostro radiante de Moisés

29 Cuando Moisés descendió del monte con las tablas en la mano, no se dio cuenta de que su rostro resplandecía por haber estado en la presencia de Dios. 30 Debido al resplandor de su rostro, Aarón y el pueblo de Israel tuvieron miedo de acercarse. 31 Pero Moisés los llamó, y Aarón y todos los dirigentes de la congregación fueron y hablaron con él. 32 Después todo el pueblo se acercó, y él les dio los mandamientos que el Señor le había entregado en el monte. 33 Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se puso un velo en el rostro. 34 Pero cuando entraba en el santuario a hablar con el Señor, se quitaba el velo hasta que volvía a salir. Entonces comunicaba al pueblo toda instrucción que el Señor le hubiera dado, 35 y el pueblo veía su rostro resplandeciente. Entonces Moisés se ponía de nuevo el velo, hasta que volvía al santuario a hablar con Dios.

Normas para el sábado

35 Un día Moisés convocó a todos los israelitas, y les dijo: «Estas son las leyes que el Señor les ha dado para que las obedezcan: Trabajarán solamente seis días, pues el séptimo es día de descanso solemne, santo, y debe ser dedicado a la adoración al Señor. Cualquiera que trabaje en ese día, morirá. No deben ni siquiera encender fuego en sus hogares ese día».

Materiales para el santuario

Luego Moisés le dijo a todo el pueblo: «Esto es lo que el Señor ha ordenado: 5-9 Todo el que tenga corazón generoso, puede traer las siguientes ofrendas al Señor:

Oro, plata, y bronce; tela azul, morada y escarlata, hecha de lino fino torcido o de pelo de cabra; pieles de carnero, y pieles de cabra especialmente tratadas; madera de acacia; aceite de oliva para las lámparas; especias para el aceite de la unción y para el incienso; piedras de ónice y piedras para usar en el efod y en el pectoral.

10-19 »Vengan todos los que son artesanos con talentos especiales y construyan lo que el Señor les ha ordenado:

La Tienda del santuario con sus cubiertas, ganchos, tablas, barras, columnas y bases; el cofre y sus varas; el propiciatorio; la cortina que está delante del Lugar Santo; la mesa con sus varas y todos sus utensilios; el pan de la ofrenda; el candelabro con sus lámparas y aceite; el altar del incienso y sus varas para transportarlo; el aceite de la unción y el incienso aromático; la cortina para la puerta del santuario; el altar para los holocaustos; el enrejado de bronce del altar, sus varas para transportarlo, y sus demás utensilios; el lavamanos con su base; las cortinas que servirán de cerco para el atrio; las columnas y sus bases; la cortina para la entrada del atrio; las estacas del atrio del santuario, y sus cuerdas; las vestiduras sagradas que los sacerdotes deben usar cuando sirvan en el Lugar Santo; las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón y de sus hijos».

20 Entonces todo el pueblo fue a sus tiendas a preparar las donaciones. 21 Aquellos cuyo corazón fue tocado por el Espíritu de Dios volvieron con sus ofrendas de materiales para el santuario y su equipo, y para las vestiduras sagradas. 22 Vinieron hombres y mujeres, todos los que tuvieron un corazón dispuesto a dar. Le trajeron al Señor ofrendas de oro, joyas, pendientes, anillos, collares y objetos de oro de toda especie. 23 Otros trajeron tela azul, morada y escarlata, hecha de lino fino torcido de pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y pieles de cabra especialmente tratadas. 24 Otros trajeron plata y bronce como ofrenda al Señor; y algunos trajeron la madera de acacia que se necesitaba para la construcción.

25 Las mujeres que tenían habilidades para la costura y para hilar prepararon hilos y telas de color azul, morado y escarlata, y lino fino torcido, y lo trajeron como ofrenda. 26 Otras mujeres, con mucha alegría, usaron sus dones especiales para hacer telas de pelo de cabras. 27 Los dirigentes trajeron piedras de ónice para el efod y para el pectoral, 28 y especias y aceite para las lámparas y para la preparación del aceite de la unción y el incienso aromático. 29 De esta manera el pueblo de Israel, todo hombre y mujer que quiso ayudar en la obra encomendada a ellos por el Señor, trajo su ofrenda voluntaria.

Bezalel y Aholiab

30-31 Y Moisés les dijo: «El Señor ha señalado específicamente a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, como supervisor general de la construcción. 32 Él puede hacer hermosas creaciones de artesanía en oro, plata y bronce; 33 puede cortar y engastar piedras preciosas, y puede hacer hermosas obras de tallado. En suma él tiene todas las habilidades necesarias. 34 Dios ha hecho que él y Aholiab sean maestros dotados y que puedan enseñar sus habilidades a los demás. Aholiab es hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. 35 Dios los ha dotado de habilidades muy especiales, de modo que pueden hacer toda obra de joyería y carpintería. También tienen la capacidad para hacer bordados en tela azul, morada y escarlata, y para elaborar cualquier tipo de tejido. Ellos, en fin, se destacan en todas las artes necesarias para la obra.

36 »Los demás artesanos, a quienes el Señor haya dado habilidades, deberán ayudar a Bezalel y Aholiab en la construcción y preparación de los utensilios del santuario, de acuerdo con lo que el Señor ha ordenado».

Luego Moisés dijo a Bezalel, a Aholiab y a todos los que sintieron el deseo de colaborar en los trabajos que comenzaran a trabajar, y les entregó los materiales donados por el pueblo para la construcción del santuario.

Pero como la gente continuaba llevando ofrendas todos los días, 4-7 los obreros dejaron sus trabajos y fueron a reunirse con Moisés, y le dijeron: «La gente ha ofrendado mucho más de lo que necesitamos para realizar la obra que el Señor nos ha encomendado».

Entonces Moisés envió mensajeros que fueran por el campamento avisando que ya no se necesitaban más donaciones. Por fin la gente dejó de llevar ofrendas.

El santuario

Los tejedores hicieron primero diez cortinas de lino fino torcido, de color azul, morado y escarlata, y las adornaron con querubines hermosamente bordados sobre ellas. Cada cortina medía unos doce metros y medio de largo por un metro con ochenta centímetros de ancho. 10 Cinco fueron unidas entre sí, y luego otras cinco unidas de la misma manera, y así formaron dos grandes cortinas. 11-12 Con cincuenta cintas azules se hicieron lazos en el borde de las dos cortinas, cada lazo frente a su compañero de la otra cortina. 13 Luego se hicieron cincuenta ganchos de oro para unir los lazos, y de esta manera unir las dos grandes cortinas, de modo que el santuario era uno solo, pues se veía como si fuera de una sola pieza.

14-15 Sobre el cielo raso fue colocada una segunda capa formada por once cortinas hechas de pelo de cabra. Tenían todas trece metros y medio de largo por un metro con ochenta centímetros de ancho. 16 Bezalel unió cinco de estas cortinas para hacer una pieza larga, y otras seis para hacer otra. 17 Luego hizo cincuenta lazos en el extremo de cada una, 18 y cincuenta pequeños ganchos de bronce para unir los lazos, a fin de que las cortinas quedaran firmemente unidas una a otra.

19 La cubierta superior del techo fue hecha de pieles de carnero teñidas de rojo y de pieles de cabras.

20 Para los costados del santuario se usaron tablas de madera de acacia, puestas en forma vertical. 21 El alto de cada tabla era de cuatro metros y medio y el ancho de setenta centímetros. 22 Cada tabla se unía a la otra por medio de dos ganchos. 23 Había veinte tablas en el costado sur, 24 asentadas en cuarenta bases de plata. Cada tabla estaba unida a su base por medio de dos ganchos. 25-26 Había veinte tablas en el costado norte del santuario, con cuarenta bases de plata, dos para cada tabla. 27 El costado occidental del santuario, que era la parte posterior, estaba hecho con seis tablas, 28 más otra a cada extremo. 29 Estas tablas, incluyendo las de las esquinas, fueron unidas unas a otras, arriba y abajo, por medio de argollas. 30 De modo que por el costado occidental había un total de ocho tablas con dieciséis bases de plata, dos por cada tabla.

31-32 Luego hicieron cinco series de travesaños de madera de acacia, para unir las tablas por los lados, cinco por cada costado del santuario. 33 Uno de estos travesaños pasaba por el centro de las tablas, e iba de un extremo al otro del santuario. 34 Las tablas y los travesaños estaban recubiertos de oro, y las argollas eran de oro puro.

35 La cortina interior azul, morada y escarlata fue hecha de lino fino torcido, con querubines primorosamente bordados. 36 La cortina colgaba de cuatro ganchos de oro, montados en cuatro postes de madera de acacia, cubiertos de oro y asentados sobre cuatro bases de plata.

37 Luego hicieron una cortina para la entrada del santuario, tejida de lino fino bordado con azul, morado y escarlata. 38 Esta cortina iba unida por medio de cinco ganchos a cinco postes. Los postes, sus capiteles y varas estaban cubiertos con oro, y las cinco bases eran de bronce.

El cofre

37 A continuación, Bezalel construyó el cofre. Fue hecho de madera de acacia, y tenía un metro con diez centímetros de largo, setenta centímetros de ancho y setenta centímetros de alto. Estaba cubierto de oro puro por dentro y por fuera, y tenía una moldura de oro por todo el contorno. Hizo cuatro argollas de oro y colocó una en cada una de las esquinas, en la parte inferior. Luego hizo varas de madera de acacia y las cubrió de oro, y las puso en las argollas de los costados del cofre, para transportarlo.

Luego hizo una cubierta de oro puro, que llamó propiciatorio. Tenía un metro con diez centímetros de largo, y setenta centímetros de ancho. Hizo dos querubines de oro martillado y los colocó a los dos extremos del propiciatorio. Los querubines formaban una sola pieza con la cubierta de oro, y estaban uno frente al otro, con las alas extendidas, de tal modo que cubrían el propiciatorio, y miraban hacia él.

La mesa

10 Con madera de acacia hizo una mesa de noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco de ancho y setenta de alto. 11 La cubrió de oro puro y le puso una moldura de oro por todo su contorno. 12 Le hizo también un borde de siete centímetros y medio de alto por todo el contorno de la mesa, con una moldura de oro en el borde. 13 Luego fundió cuatro argollas de oro y las puso en las cuatro patas de la mesa, 14 junto a la moldura, para colocar las varas que se usarían para su transporte. 15-16 A continuación, usando oro puro, hizo los platos, las cucharas, los cubiertos y los tazones de la mesa.

El candelabro

17 Hizo un candelabro de oro puro, martillado. La base, el tallo, las lámparas y sus decoraciones de flores de almendra eran de una sola pieza. 18 El candelabro tenía seis brazos, tres a cada costado del tallo principal. 19 Cada uno de los brazos estaba decorado con idénticas flores talladas. 20-21 El tallo principal del candelabro estaba decorado también con flores de almendras, una flor en el punto donde arrancaba cada par de brazos, y una flor también bajo el par inferior y sobre el par superior, cuatro en total. 22 Los decorados y los brazos del candelabro eran todos de una sola pieza de oro puro martillado. 23-24 Luego hizo siete lámparas y las puso en el extremo superior de cada brazo, con sus despabiladeras y sus platillos, todo de oro puro. El peso total del candelabro era de treinta y tres kilos.

El altar del incienso

25 El altar del incienso estaba hecho de madera de acacia. Tenía cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho, y su altura era de noventa centímetros. En sus esquinas tenía cuernos que formaban una sola pieza con el altar. 26 Lo cubrió de oro puro, y le puso una moldura de oro en todo su contorno. 27 En cada lado fueron colocadas dos argollas de oro, debajo de la moldura, para sostener las varas que servirían para transportarlo. 28 Las varas eran de madera de acacia, cubiertas de oro.

29 Luego, con especias aromáticas hizo el aceite sagrado de la unción para los sacerdotes, y el incienso puro, de acuerdo con las técnicas de los mejores perfumistas.

El altar de los holocaustos

38 El altar de los holocaustos también fue construido de madera de acacia. Tenía dos metros y medio por lado en la parte superior, y un metro y medio de alto. Tenía un cuerno en cada esquina, formando una sola pieza con el resto del altar. El altar estaba cubierto de bronce. Hizo los utensilios de bronce para el uso del altar: calderos, tenazas, tazones, ganchos y palas. A continuación hizo una rejilla de bronce, que puso en el interior de la caja que estaba a media altura del altar. También hizo cuatro argollas para los costados de la parrilla, para sostener las varas para transportarlo. Estas varas eran también de madera de acacia y estaban cubiertas de bronce. Las varas que servían para transportar el altar las ponían en las argollas que estaban en los costados. El altar era hueco, forrado de tablas. Con el bronce de los espejos donados por las mujeres que se reunían a la entrada del santuario, hizo el lavamanos y su base.

El atrio

Luego edificó el atrio. La pared sur, de cuarenta y cinco metros de largo, estaba formada por cortinas tejidas de lino fino torcido. 10 Las cortinas colgaban de veinte postes cuyas bases eran de bronce, con ganchos y varas de plata. 11 La pared norte también era de cuarenta y cinco metros de largo y tenía veinte postes con bases de bronce, y ganchos y varas de plata. 12 El lado occidental media veintidós metros y medio de ancho, y tenía cortinas y diez postes con sus bases. También tenía ganchos y varas de plata. 13 El costado oriental también tenía veintidós metros y medio. 14-15 Las cortinas de cada lado de la entrada tenían siete metros de ancho, cada una con tres postes y tres bases. 16 Todas las cortinas que formaban las paredes del atrio estaban tejidas de lino fino torcido. 17 Cada poste tenía una base de bronce, y todos los ganchos y varas eran de plata; la parte superior de los postes estaba recubierta con plata, y las varas que servían para sostener las cortinas eran de plata maciza.

18 La cortina que cubría la entrada del atrio era de lino fino torcido, bellamente bordada con hilo azul, morado y escarlata. Tenía nueve metros de largo y dos metros y medio de ancho, igual que las cortinas que componían las paredes del atrio. 19 Estaba colgada de cuatro postes, cada uno con su base de bronce, y con sus ganchos y varas de plata. La parte superior de los postes también era de plata.

20 Todas las estacas que se usaron en la construcción del santuario y del atrio eran de bronce.

Los materiales usados

21 Esto resume los diversos pasos dados en la edificación del santuario que serviría de morada para el cofre, de modo que los levitas pudieran desarrollar en él su ministerio. Todo fue hecho en el orden señalado por Moisés, y fue supervisado por Itamar, hijo del sacerdote Aarón. 22 Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, era el artesano mayor, y 23 le ayudaba Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, quien también era un artesano muy capaz, experto en tallados, tejidos y bordados en azul, morado y escarlata sobre lino fino.

24 El total de oro que el pueblo llevó como ofrenda, y que fue usado en la obra del santuario, fue de una tonelada, de acuerdo con la medida usada en el santuario.

25-26 La cantidad de plata usada fue de tres toneladas y media, y fue tomada del impuesto que se le cobraba a todos los que, según el censo, tenían más de veinte años; un total de seiscientos tres mil quinientos cincuenta hombres. 27 Las bases para las tablas de los costados del santuario y de los postes que sostenían las cortinas se llevaron tres mil trescientos kilos de plata, cerca de treinta y tres kilos por cada base. 28 La plata sobrante fue usada para cubrir la parte superior de los postes, y para las varas y ganchos.

29-31 El pueblo ofrendó dos mil trescientos cuarenta kilos de bronce, que fue usado para fundir las bases de los postes de la entrada del santuario, el altar de bronce, la parrilla de bronce, los utensilios del altar, las bases de los postes que sostenían las cortinas del atrio, y para todos los clavos usados en la construcción del santuario y del atrio.

Las vestiduras sacerdotales

39 Las hermosas vestiduras para los sacerdotes fueron hechas de tela azul, morada y escarlata. Estas vestiduras las usarían los sacerdotes mientras sirvieran en el Lugar Santo. Esta misma tela fue usada para las vestiduras sagradas de Aarón, conforme a las órdenes que el Señor le había dado a Moisés.

El efod

El efod también fue hecho de esta tela, tejido de lino fino torcido. Bezalel hizo láminas de oro martillado, y de estas láminas sacaron hilos para tejerlos en el lino azul, morado y escarlata. Fue una preciosa obra de artesanía. 4-5 El efod lo sostenían unas hombreras, las cuales se unían por los extremos con un cinto hecho de una sola pieza de hilo de lino torcido azul, morado y escarlata, y bordado con oro, de la manera ordenada por Dios a Moisés. 6-7 Las dos piedras de ónice, unidas a las dos hombreras del efod, fueron engastadas en oro, y las piedras fueron grabadas con los nombres de las tribus de Israel, de la manera que se graban las iniciales en un anillo. Estas piedras servían para recordar a los israelitas. Todo esto fue hecho de acuerdo con las instrucciones que el Señor le había dado a Moisés.

El pectoral

El pectoral era una obra primorosa, al igual que el efod, hecho del mejor oro, y de lino fino de color azul, morado y escarlata. Era una pieza cuadrada de veinte centímetros por lado, doblada para formar una bolsa. 10 En esta bolsa había cuatro hileras de piedras. En la primera había un rubí, un topacio y una esmeralda. 11 En la segunda hilera había una turquesa, un zafiro y un diamante. 12 En la tercera hilera había un jacinto, un ágata y una amatista. 13 En la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe, todo montado en engastes de oro. 14 Las piedras fueron grabadas con el nombre de las doce tribus de Israel.

15-18 Para unir el pectoral al efod se colocó un anillo de oro en la parte superior de cada hombrera del efod, y de estos anillos de oro salían dos cordones de oro trenzado, unidos a dos anillos que había en las esquinas superiores del pectoral. 19 También se pusieron dos anillos de oro en la parte inferior del pectoral, a cada lado, junto al efod. 20 Otros dos anillos de oro fueron puestos en la parte inferior de las hombreras del efod, junto al punto en que el efod se unía al cinto tejido. 21 El pectoral se fijaba al cinto del efod, atando los anillos del pectoral a los anillos del efod con una cinta azul. Todo esto se hizo exactamente como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

Otras vestiduras sacerdotales

22 El manto del efod estaba tejido de azul, 23 y tenía una abertura en el centro, tal como el que se hace en el cuello de un chaleco, para pasar la cabeza por ella, reforzada por los bordes, para que no se rompiera fácilmente. 24 En el borde inferior de la túnica había granadas de tela de lino, bordadas en azul, morado y escarlata. 25-26 En todo el contorno del borde inferior del manto pusieron campanillas de oro puro, alternadas con las granadas. Este manto lo usaría Aarón cuando sirviera al Señor, tal como él le había ordenado a Moisés.

27 Luego hicieron túnicas de lino fino para Aarón y sus hijos. 28-29 El pectoral, la hermosa mitra, los adornos del turbante, y la ropa interior fueron hechos con lino; y el cinto de lino estaba primorosamente bordado con hilos de color azul, morado y escarlata, tal como el Señor había ordenado a Moisés.

30 Finalmente, hicieron la lámina santa, de oro puro, para ponerla en la parte frontal de la mitra, en la que se grabaron las palabras: «dedicado al Señor». 31 Fue unida a la mitra con un cordón azul, tal como el Señor lo había ordenado.

Moisés inspecciona el santuario

32 La construcción del santuario, es decir, de la Tienda de reunión, se hizo de acuerdo con todas las instrucciones que el Señor le dio a Moisés.

33-40 Entonces trajeron el santuario completo a Moisés:

Utensilios, ganchos, tablas, barras, postes, bases, cubiertas para el techo y los costados, pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de cabra especialmente tratadas, y la cortina de la entrada; el cofre con los Diez Mandamientos en su interior, junto con las varas para transportarlo, el propiciatorio, la mesa y todos sus utensilios, el pan de la Presencia; el candelabro de oro puro, con sus lámparas, utensilios y aceite; el altar de oro; el aceite de la unción, el incienso aromático, las cortinas de la entrada del santuario, el altar de bronce, la parrilla de bronce, las varas y los utensilios, el lavamanos y su base, las cortinas para las paredes del atrio, junto con los postes que las sostenían; las bases y las cortinas de la puerta del atrio; las cuerdas y los clavos, y todos los demás utensilios usados en el santuario, es decir en la Tienda de reunión.

41 También trajeron para su inspección las vestiduras primorosamente confeccionadas, que los sacerdotes deberían usar mientras sirvieran en el Lugar Santo, y las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y sus hijos, que deberían usar mientras realizaran sus labores.

42 De esta manera el pueblo de Israel siguió todas las instrucciones que el Señor le había dado a Moisés. 43 Moisés inspeccionó toda aquella obra, y bendijo a quienes la habían hecho, porque todo era exactamente como el Señor lo había ordenado.

Se levanta el santuario

40 El Señor le dijo entonces a Moisés: «Arma el santuario el primer día del mes. Coloca en él el cofre que contiene los Diez Mandamientos. Instala luego la cortina para cerrar el acceso al cofre dentro del Lugar Santísimo. Después mete la mesa y coloca en ella los utensilios, y pon el candelabro y enciende las lámparas.

»Coloca el altar de oro para el incienso frente al cofre. Instala las cortinas a la entrada del santuario, y coloca el altar para el holocausto frente a la entrada. Pon el lavamanos entre el santuario y el altar, y llénalo de agua. Luego levanta el atrio alrededor de la tienda, y cuelga las cortinas de la entrada del atrio.

»Toma el aceite de la unción y rocíalo en el santuario y en todo lo que está en él, sobre todos sus utensilios y muebles, para santificarlo. Una vez hecho esto, será santo. 10 Ungirás el altar del holocausto y los utensilios, para santificarlos; así el altar será santísimo. 11 Luego ungirás el lavamanos y su base, para santificarlo.

12 »Enseguida llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada del santuario y los lavarás con agua. 13 Le pondrás a Aarón las vestiduras sagradas y lo ungirás con aceite, y de esa manera quedará consagrado como sacerdote, para que me sirva. 14 Después llevarás a sus hijos, los vestirás, 15 y los ungirás de la manera que lo hiciste con su padre, para que puedan servir delante de mí, como sacerdotes. La unción de ellos será permanente, es decir, de generación en generación: sus hijos y los hijos de sus hijos, todos ellos serán para siempre mis sacerdotes».

16 Moisés comenzó a hacer todo lo que el Señor le había ordenado. 17 En el primer día del primer mes del segundo año armaron el santuario. 18 Moisés lo levantó, colocó las tablas en sus bases y unió los travesaños. 19 Luego extendió las cortinas sobre esta estructura, y puso las cubiertas del techo, en la forma que el Señor le había ordenado.

20 Dentro del cofre colocó las piedras que contenían los Diez Mandamientos, colocó las varas para transportar el cofre, y le puso la cubierta, llamada propiciatorio. 21 Luego llevó el cofre al interior del santuario, y puso la cortina para cubrir la entrada, tal como el Señor le había ordenado.

22 Enseguida, puso la mesa en el costado norte de la sala, al exterior de la cortina, 23 y puso el pan de la Presencia sobre la mesa delante del Señor, de acuerdo con lo que él le había ordenado.

24 Junto a la mesa puso el candelabro, en el costado sur del santuario. 25 Luego encendió las lámparas delante del Señor, siguiendo todas sus instrucciones. 26 También puso el altar de oro en el santuario, junto a la cortina, 27 y sobre él quemó incienso hecho con especias aromáticas, según las instrucciones del Señor.

28 Puso la cortina a la entrada del santuario, 29 y colocó afuera el altar para los holocaustos, junto a la entrada, y ofreció en él un holocausto y una ofrenda de grano, tal como el Señor le había ordenado.

30 A continuación, colocó el lavamanos de bronce entre la tienda y el altar, y lo llenó de agua, para que los sacerdotes pudieran usarla para los lavamientos. 31 Moisés, Aarón y los hijos de Aarón se lavaron los pies y las manos allí. 32 Cuando pasaban del altar para entrar en el santuario, se detenían y se lavaban, obedeciendo, así, lo que el Señor había ordenado a Moisés.

33 Luego, levantaron un cerco o atrio alrededor de la tienda y el altar, y pusieron la cortina a la entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra.

La gloria del Señor

34 Entonces la nube cubrió el santuario, y la gloria del Señor lo llenó. 35 Moisés no pudo entrar a causa de la nube que estaba allí, y de la gloria del Señor que llenaba el santuario. 36 Cuando la nube se levantaba y empezaba a moverse, el pueblo de Israel emprendía la marcha y la seguía. 37 Si la nube se detenía, ellos permanecían allí hasta que la nube se volvía a mover. 38 La nube se posaba sobre el santuario durante el día, y en la noche la nube se encendía con fuego, para que el pueblo de Israel pudiera ver. Y esto sucedió durante toda su marcha por el desierto.

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