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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Levítico 1:1-14:32

El holocausto

El Señor llamó a Moisés y le habló desde la Tienda de reunión. Le ordenó que les dijera a los israelitas: «Cuando alguno de vosotros traiga una ofrenda al Señor, deberá presentar un animal de ganado vacuno u ovino.

»Si el animal que ofrece en holocausto es de ganado vacuno, deberá presentar un macho sin defecto, a la entrada de la Tienda de reunión. Así será aceptable al Señor. Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, la cual le será aceptada en su lugar y le servirá de propiciación. Después degollará el novillo ante el Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tomarán la sangre y la derramarán alrededor del altar que está a la entrada de la Tienda de reunión. Luego desollará la víctima del holocausto y la cortará en trozos. Los hijos de Aarón, los sacerdotes, harán fuego sobre el altar y le echarán leña; después acomodarán los trozos sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo. Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo quemará todo en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

10 »Si alguien ofrece un holocausto de ganado ovino, sea de corderos o de cabras, deberá presentar un macho sin defecto. 11 Lo degollará ante el Señor, al lado norte del altar, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar. 12 Luego lo cortará en trozos, los cuales el sacerdote acomodará sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo. 13 Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo tomará todo y lo quemará en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

14 »Si alguien ofrece al Señor un holocausto de ave, deberá presentar una tórtola o un pichón de paloma. 15 El sacerdote llevará el ave al altar para quemarla. Le arrancará la cabeza; después exprimirá la sangre sobre un lado del altar, 16 y le quitará también el buche y las entrañas, y los arrojará hacia el lado oriental del altar, donde se echa la ceniza. 17 Después la desgarrará por las alas, pero sin arrancárselas. Entonces el sacerdote la quemará en el altar, sobre la leña encendida. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

La ofrenda de cereal

»Si alguien presenta al Señor una ofrenda de cereal, esta será de flor de harina, sobre la cual pondrá aceite e incienso. Luego la llevará a los hijos de Aarón, los sacerdotes; allí tomará un puñado de flor de harina con aceite, junto con todo el incienso, y el sacerdote quemará esa ofrenda memorial en el altar. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor. El resto de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus hijos. Entre las ofrendas por fuego que se presentan al Señor, esta es sumamente sagrada.

»Si presentas una ofrenda de cereal cocida al horno, esta será de panes de flor de harina sin levadura, amasados con aceite, o de obleas sin levadura untadas con aceite.

»Si presentas una ofrenda de cereal cocida en la sartén, la ofrenda será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite. La partirás en pedazos y le echarás aceite. Es una ofrenda de cereal.

»Si presentas una ofrenda de cereal cocida a la olla, la ofrenda será de flor de harina con aceite. Así preparada la ofrenda de cereal, se la llevarás al Señor, es decir, se la llevarás al sacerdote, quien la presentará en el altar. El sacerdote, después de tomar una parte como ofrenda memorial, la quemará en el altar. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor. 10 El resto de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus hijos. Entre las ofrendas por fuego que se presentan al Señor, esta es sumamente sagrada.

11 »Ninguna ofrenda de cereal que vosotros presentéis al Señor se hará de masa fermentada, porque en una ofrenda al Señor presentada por fuego no se deben quemar ni miel ni levadura. 12 Llevaréis al Señor levadura y miel como ofrenda de primicias, pero no las pondréis sobre el altar como aroma grato. 13 Todas las ofrendas de cereal las sazonaréis con sal, y no dejaréis que les falte la sal del pacto de vuestro Dios. A todas las ofrendas deberéis ponerles sal.

14 »Si le presentas al Señor una ofrenda de las primicias de tus cereales, esta será de trigo nuevo, molido y tostado al fuego. Es la ofrenda de cereal de tus primicias. 15 Le pondrás aceite e incienso; es una ofrenda de cereal. 16 El sacerdote quemará parte del trigo nuevo y molido como ofrenda memorial, junto con todo el incienso y el aceite. Es una ofrenda al Señor presentada por fuego.

El sacrificio de comunión

»Si alguien ofrece ganado vacuno al Señor como sacrificio de comunión, deberá presentarle un animal sin defecto, sea macho o hembra. Pondrá su mano sobre la cabeza del animal, al que degollará a la entrada de la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar. El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes del sacrificio de comunión: la grasa que cubre los intestinos y la que se adhiere a estos, los dos riñones y la grasa que los cubre, la grasa que cubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. Entonces los hijos de Aarón quemarán todo esto en el altar, encima del holocausto que está sobre la leña encendida. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

»Si el sacrificio de comunión es de ganado ovino, el oferente deberá presentarle al Señor un animal sin defecto, sea macho o hembra. Si la ofrenda es un cordero, lo presentará ante el Señor y le impondrá la mano sobre la cabeza, degollando luego al animal ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes de este sacrificio: la grasa, la cola entera (la cual cortará desde el espinazo), la grasa que cubre los intestinos y la que se adhiere a estos, 10 los dos riñones y la grasa que los cubre, la grasa que cubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 11 Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda presentada por fuego al Señor.

12 »Si la ofrenda es una cabra, la presentará ante el Señor 13 poniendo la mano sobre la cabeza del animal, al que degollará ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. 14 El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes del animal: la grasa que cubre los intestinos y la que se adhiere a estos, 15 los dos riñones y la grasa que los cubre, la grasa que cubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 16 Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato. Toda la grasa pertenece al Señor.

17 »Este será un estatuto perpetuo para vuestros descendientes, dondequiera que habitéis: No os comeréis la grasa ni la sangre».

El sacrificio expiatorio

El Señor le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando alguien viole inadvertidamente cualquiera de los mandamientos del Señor, e incurra en algo que esté prohibido, se procederá de la siguiente manera:

El sacrificio expiatorio por el pecado del sacerdote

»Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo con ello culpable al pueblo, deberá ofrecer al Señor, como sacrificio expiatorio por su pecado, un novillo sin defecto. Llevará el novillo ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión, e impondrá la mano sobre la cabeza del novillo, al que degollará en presencia del Señor. El sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión. Mojará el dedo en la sangre, y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina del santuario, en presencia del Señor. Después el sacerdote untará un poco de la sangre en los cuernos del altar del incienso aromático, que está ante el Señor, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre del novillo la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión. Luego, al novillo del sacrificio expiatorio le sacará toda la grasa que cubre los intestinos, y la que se adhiere a estos, los dos riñones y la grasa que los cubre, la grasa que cubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 10 Esto se hará tal y como se saca la grasa de la res para el sacrificio de comunión. Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar del holocausto, 11 pero sacará del campamento la piel y toda la carne del novillo, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y el excremento. 12 Todo esto, es decir, el resto del novillo, lo sacará del campamento y lo llevará a un lugar ritualmente puro, al vertedero de la ceniza, y dejará que se consuma sobre la leña encendida. Sobre el vertedero de la ceniza se consumirá.

El sacrificio expiatorio por el pecado de la comunidad

13 »Si la que peca inadvertidamente es toda la comunidad de Israel, toda la asamblea será culpable de haber hecho algo que los mandamientos del Señor prohíben. 14 Cuando la asamblea se dé cuenta del pecado que ha cometido, deberá ofrecer un novillo como sacrificio expiatorio. Lo llevarán a la Tienda de reunión, 15 y allí, en presencia del Señor, los ancianos de la comunidad impondrán las manos sobre la cabeza del novillo y lo degollarán. 16 Luego el sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión. 17 Mojará el dedo en la sangre, y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina en presencia del Señor. 18 Después untará un poco de la sangre en los cuernos del altar, que está ante el Señor, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión, 19 y sacará del animal toda la grasa, quemándola en el altar. 20 Se hará con este novillo lo mismo que se hace con el de la ofrenda expiatoria. Así el sacerdote hará expiación por ellos, y serán perdonados. 21 Luego sacará del campamento el resto del novillo y dejará que se consuma en el fuego, como el otro. Este es el sacrificio expiatorio por la asamblea.

El sacrificio expiatorio por el pecado de un gobernante

22 »Si el que peca inadvertidamente es uno de los gobernantes, e incurre en algo que los mandamientos del Señor su Dios prohíben, será culpable. 23 Cuando se le haga saber que ha cometido un pecado, llevará como ofrenda un macho cabrío sin defecto, 24 pondrá la mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en presencia del Señor, en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. Es un sacrificio expiatorio. 25 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio expiatorio y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar del holocausto el resto de la sangre. 26 Toda la grasa del animal la quemará en el altar, tal como se hace con el sacrificio de comunión. Así el sacerdote hará expiación por el pecado del gobernante, y su pecado le será perdonado.

El sacrificio expiatorio por el pecado de un miembro del pueblo

27 »Si el que peca inadvertidamente es alguien del pueblo, e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, será culpable. 28 Cuando se le haga saber que ha cometido un pecado, llevará como ofrenda por su pecado una cabra sin defecto. 29 Pondrá la mano sobre la cabeza del animal, y lo degollará en el lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. 30 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará el resto de la sangre al pie del altar. 31 Luego le sacará al animal toda la grasa, tal y como se le saca la grasa al sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará toda en el altar, como aroma grato al Señor. Así el sacerdote hará expiación por él, y su pecado le será perdonado.

32 »Si la persona ofrece como sacrificio expiatorio un cordero, deberá presentar una hembra sin defecto. 33 Pondrá la mano sobre la cabeza del animal, y lo degollará como sacrificio expiatorio en el lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. 34 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio expiatorio y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar el resto de la sangre. 35 Luego le sacará al animal toda la grasa, tal y como se le saca la grasa al cordero del sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará en el altar sobre la ofrenda presentada por fuego al Señor. Así el sacerdote hará expiación por esa persona, y el pecado que haya cometido le será perdonado.

El sacrificio expiatorio por diversos pecados

»Si alguien peca por negarse a declarar bajo juramento lo que vio o escuchó, sufrirá las consecuencias de su pecado.

»Si alguien sin darse cuenta toca alguna cosa ritualmente impura, tal como el cadáver de un animal impuro, sea o no doméstico, o el cadáver de un reptil impuro, se vuelve impuro él mismo y es culpable.

»Si alguien sin darse cuenta toca alguna impureza humana, cualquiera que esta sea, se vuelve impuro él mismo. Pero, al darse cuenta, será culpable.

»Si alguien hace uno de esos juramentos que se acostumbra a hacer a la ligera, y sin saberlo jura hacer bien o mal, ha pecado. Pero, al darse cuenta, será culpable de haber hecho ese juramento.

»Si alguien resulta culpable de alguna de estas cosas, deberá reconocer que ha pecado y llevarle al Señor en sacrificio expiatorio por la culpa del pecado cometido una hembra del rebaño, que podrá ser una oveja o una cabra. Así el sacerdote hará expiación por ese pecado.

El caso del pobre

»Si a alguien no le alcanza para comprar ganado menor, entonces le llevará al Señor, como sacrificio por la culpa del pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones de paloma, una de las aves como sacrificio por el pecado y la otra como holocausto. Se las llevará al sacerdote, quien primero ofrecerá el ave para el sacrificio expiatorio. Para esto, le retorcerá el cuello, pero sin desprenderle del todo la cabeza. Luego rociará un poco de la sangre del sacrificio expiatorio sobre un lado del altar, y al pie del altar exprimirá el resto de la sangre. Es un sacrificio expiatorio. 10 Con la segunda ave hará un holocausto, como ya ha sido prescrito. Así el sacerdote hará expiación por el pecado cometido, y ese pecado le será perdonado.

11 »Si a esa persona tampoco le alcanza para comprar dos tórtolas o dos pichones, presentará entonces en sacrificio expiatorio, como ofrenda por el pecado cometido, dos litros[a] de flor de harina. Como se trata de un sacrificio expiatorio, no se le pondrá aceite ni incienso. 12 Llevará este sacrificio al sacerdote, quien tomará un puñado de la ofrenda memorial y lo quemará en el altar junto con los sacrificios presentados por fuego al Señor. Es un sacrificio expiatorio. 13 Así el sacerdote hará expiación por el pecado cometido en alguna de estas cosas, y ese pecado le será perdonado. El resto de la ofrenda será para el sacerdote, como sucede con la ofrenda de cereal».

El sacrificio por la culpa

14 El Señor le dijo a Moisés: 15 «Si alguien comete una falta y peca inadvertidamente contra lo que ha sido consagrado al Señor, le llevará al Señor un carnero sin defecto como sacrificio por la culpa. Su precio será tasado en plata, según la tasación oficial del santuario. Es un sacrificio por la culpa. 16 Además, el culpable hará restitución por haber pecado contra lo consagrado, añadiendo la quinta parte, la cual entregará al sacerdote. Así el sacerdote hará expiación por él mediante el carnero del sacrificio por la culpa, y ese pecado le será perdonado.

17 »Si alguien peca inadvertidamente e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado. 18 Le llevará al sacerdote un carnero sin defecto, cuyo precio será fijado como sacrificio por la culpa. Así el sacerdote hará expiación por el pecado que esa persona cometió inadvertidamente, y ese pecado le será perdonado. 19 Es un sacrificio por la culpa, de la que se hizo acreedor por pecar contra el Señor».

El Señor le dijo a Moisés: «Si alguien comete una falta y peca contra el Señor al defraudar a su prójimo en algo que se dejó a su cuidado, o si roba u oprime a su prójimo despojándolo de lo que es suyo, o si encuentra algo que se perdió y niega tenerlo, o si comete perjurio en alguna de las cosas en que se acostumbra a pecar, será culpable y deberá devolver lo que haya robado, o quitado, o lo que se le haya dado a guardar, o el objeto perdido que niega tener, o cualquier otra cosa por la que haya cometido perjurio. Así que deberá restituirlo íntegramente y añadir la quinta parte de su valor. Todo esto lo entregará a su dueño el día que presente su sacrificio por la culpa. Le llevará al Señor un carnero sin defecto, cuyo precio será fijado como sacrificio por la culpa. Lo presentará al sacerdote, quien hará expiación ante el Señor por esa persona, y cualquier cosa por la que se haya hecho culpable le será perdonada».

El holocausto

El Señor le dijo a Moisés que les ordenara a Aarón y a sus hijos: «Esta es la ley respecto al holocausto: El holocausto se dejará arder sobre el altar toda la noche hasta el amanecer, y el fuego del altar se mantendrá encendido. 10 El sacerdote, vestido con su túnica de lino y su ropa interior de lino, removerá las cenizas del holocausto consumido por el fuego sobre el altar, y las echará a un lado del altar. 11 Luego se cambiará de ropa y sacará del campamento las cenizas, llevándolas a un lugar ritualmente puro. 12 Mientras tanto, el fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote pondrá más leña sobre el altar, y encima de este colocará el holocausto para quemar en él la grasa del sacrificio de comunión. 13 El fuego sobre el altar no deberá apagarse nunca; siempre deberá estar encendido.

La ofrenda de cereal

14 »Esta es la ley respecto a la ofrenda de cereal: Los hijos de Aarón la presentarán ante el Señor, delante del altar. 15 El sacerdote tomará de la ofrenda un puñado de flor de harina con aceite, así como todo el incienso que está sobre la ofrenda de cereal. Todo esto lo quemará en el altar, como ofrenda memorial de aroma grato al Señor. 16 Aarón y sus hijos se comerán el resto de la ofrenda, pero sin levadura y en un lugar santo, que podrá ser el atrio de la Tienda de reunión. 17 No se cocerá con levadura, porque esa es la porción que les doy de mis sacrificios presentados por fuego. Es una porción sumamente sagrada, como lo son el sacrificio expiatorio y el sacrificio por la culpa. 18 Todos los hijos varones de Aarón podrán comer de ella. Es un estatuto[b] perpetuo para vuestros descendientes, respecto a los sacrificios presentados por fuego al Señor. Cualquier cosa que toque los sacrificios quedará consagrada».

La ofrenda de los sacerdotes

19 El Señor le dijo a Moisés: 20 «Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos deben presentar al Señor el día en que sean ungidos: dos kilos[c] de flor de harina, como ofrenda regular de cereal. Una mitad de la ofrenda se presentará por la mañana, y la otra mitad por la tarde. 21 Se preparará con aceite en una sartén, y se llevará amasada y se presentará en porciones, como una ofrenda de cereal de aroma grato al Señor. 22 La preparará el hijo de Aarón que le suceda como sacerdote ungido. Este es el estatuto perpetuo del Señor: La ofrenda se quemará completamente. 23 No se comerá ninguna de las ofrendas que presenten los sacerdotes; todas deberán quemarse por completo».

El sacrificio expiatorio

24 El Señor le ordenó a Moisés 25 que les dijera a Aarón y a sus hijos: «Esta es la ley respecto al sacrificio expiatorio: La víctima deberá ser degollada ante el Señor, en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. Es algo sumamente sagrado. 26 El mismo sacerdote que ofrezca el sacrificio expiatorio deberá comérselo. Se lo comerá en un lugar santo, que podrá ser el atrio de la Tienda de reunión. 27 Cualquier cosa que toque la carne del sacrificio quedará consagrada. Si su sangre llega a salpicar algún vestido, este deberá lavarse en un lugar santo. 28 Además, deberá romperse la vasija de barro en que se haya cocido el sacrificio; pero, si se cuece en una vasija de bronce, esta se restregará y se enjuagará con agua. 29 Todo varón entre los sacerdotes podrá comer del sacrificio. Es algo sumamente sagrado. 30 Pero no se comerá ningún sacrificio expiatorio cuya sangre haya sido llevada a la Tienda de reunión para hacer propiciación en el santuario; este sacrificio se consumirá en el fuego.

El sacrificio por la culpa

»Esta es la ley respecto al sacrificio por la culpa, el cual es sumamente sagrado: La víctima deberá ser degollada en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto, y su sangre será derramada alrededor del altar. Luego se ofrecerá toda su grasa: la cola, la grasa que cubre los intestinos, los dos riñones y la grasa que los cubre, la grasa que cubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. El sacerdote quemará todo esto en el altar como ofrenda presentada por fuego al Señor. Es un sacrificio por la culpa. Todo varón entre los sacerdotes podrá comer del sacrificio, pero deberá comerlo en un lugar santo. Es algo sumamente sagrado.

Derechos de los sacerdotes

»La misma ley se aplica tanto al sacrificio expiatorio como al sacrificio por la culpa: El animal pertenecerá al sacerdote que haga propiciación con él. La piel de la víctima del holocausto también será para el sacerdote que la ofrezca. Así mismo, toda ofrenda de cereal cocida al horno, a la olla o a la sartén, será del sacerdote que la ofrezca. 10 Toda ofrenda de cereal, ya sea seca o amasada con aceite, pertenecerá a todos los hijos de Aarón, por partes iguales.

Diversos sacrificios de comunión

11 »Esta es la ley respecto al sacrificio de comunión que se ofrece al Señor: 12 Si se ofrece en acción de gracias, entonces se ofrecerán también panes sin levadura amasados con aceite, obleas sin levadura untadas con aceite, o panes de flor de harina amasados con aceite. 13 Junto con el sacrificio de comunión en acción de gracias, se deberá presentar una ofrenda de pan con levadura. 14 De toda ofrenda deberá presentarse una parte como contribución al Señor, y se destinará al sacerdote a quien le corresponda derramar la sangre del sacrificio de comunión. 15 La carne de este sacrificio deberá comerse el día en que se ofrezca, sin dejar nada para el día siguiente.

16 »Si el sacrificio tiene que ver con un voto, o si se trata de una ofrenda voluntaria, no solo se comerá en el día que se ofrezca el sacrificio, sino que podrá comerse el resto al día siguiente. 17 Pero toda la carne que quede hasta el tercer día se quemará en el fuego.

18 »Si alguna carne del sacrificio de comunión llega a comerse al tercer día, tal sacrificio no será válido ni se tomará en cuenta, porque la carne ya está descompuesta. El que la coma sufrirá las consecuencias de su pecado.

19 »No deberá comerse la carne que haya tocado alguna cosa ritualmente impura, sino que se quemará en el fuego. En cuanto a otra carne, toda persona pura podrá comerla.

20 »Si una persona impura come la carne ofrecida al Señor en el sacrificio de comunión, será eliminada de su pueblo.

21 »Si alguien toca cualquier clase de impureza humana, o de animal o de algo detestable, y luego come la carne ofrecida al Señor en el sacrificio de comunión, será eliminado de su pueblo».

Prohibiciones acerca de la grasa y de la sangre

22 El Señor le ordenó a Moisés 23 que les dijera a los israelitas: «Vosotros no comeréis grasa de ganado vacuno, ovino o cabrío. 24 La grasa de un animal muerto o destrozado podrá usarse con cualquier otro fin, menos para comerla. 25 Todo el que coma grasa de animales presentados como ofrenda por fuego para el Señor será eliminado de su pueblo. 26 Viváis donde viváis, vosotros no comeréis grasa ni sangre alguna, sea de ave o de otro animal. 27 Todo el que coma cualquier clase de sangre será eliminado de su pueblo».

La porción de los sacerdotes

28 El Señor le ordenó a Moisés 29 que les dijera a los israelitas: «El que ofrezca al Señor un sacrificio de comunión deberá presentar al Señor parte de ese sacrificio, 30 y presentarle también una ofrenda por fuego. Llevará la grasa y el pecho, y mecerá ante el Señor el pecho de la víctima como ofrenda mecida. 31 El sacerdote quemará la grasa en el altar, pero el pecho será para Aarón y sus hijos. 32 Al sacerdote se le dará, como contribución, el muslo derecho del sacrificio de comunión. 33 El muslo derecho será la porción del sacerdote[d] a quien le toque ofrecer la sangre y la grasa del sacrificio. 34 Porque de los sacrificios de comunión que ofrecen los israelitas, yo he tomado el pecho mecido y el muslo para dárselos, como contribución, al sacerdote Aarón y a sus hijos. Este será un estatuto[e] perpetuo entre los israelitas».

35 De las ofrendas presentadas por fuego al Señor, esa es la porción consagrada para Aarón y sus hijos desde el día en que Moisés se los presentó al Señor como sacerdotes. 36 El día en que fueron ungidos, el Señor ordenó a los israelitas darles esa porción. Es un estatuto perpetuo para sus descendientes.

37 Esta es la ley respecto a los holocaustos, las ofrendas de cereales, los sacrificios expiatorios, los sacrificios por la culpa, los sacrificios de ordenación, y los sacrificios de comunión. 38 El Señor se la dio a Moisés en el monte Sinaí el día en que mandó a los israelitas presentarle ofrendas en el desierto de Sinaí.

La ordenación de Aarón y sus hijos(A)

El Señor le dijo a Moisés: «Toma a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras, el aceite de la unción, el novillo para el sacrificio expiatorio, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura, y congrega a toda la comunidad a la entrada de la Tienda de reunión».

Moisés llevó a cabo la orden del Señor, y congregó a la comunidad a la entrada de la Tienda de reunión. Allí Moisés les dijo: «Esto es lo que el Señor nos ha ordenado hacer». Acto seguido, Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos, y los lavó con agua. A Aarón le puso la túnica y se la ciñó con la faja; luego lo cubrió con el manto, y encima le puso el efod, ciñéndoselo con la cinta del mismo. En seguida, le colocó el pectoral, y sobre este puso el urim y el tumim. Por último, le colocó la tiara en la cabeza, y en la parte delantera puso la placa de oro, símbolo de su consagración, tal como el Señor se lo había mandado a Moisés.

10 Después Moisés tomó el aceite de la unción, y ungió el santuario y todo lo que había en él, para consagrarlos. 11 Siete veces roció el aceite sobre el altar, para ungirlo y consagrarlo junto con el lavamanos y su base, y todos sus utensilios. 12 Luego, para consagrar a Aarón, lo ungió derramando sobre su cabeza el aceite de la unción.

13 Acto seguido, Moisés hizo que los hijos de Aarón se acercaran, y los vistió con las túnicas; se las ciñó con la faja, y les sujetó las mitras, tal como el Señor se lo había mandado. 14 Luego hizo traer el novillo del sacrificio expiatorio, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del novillo. 15 Después Moisés lo degolló y, tomando un poco de sangre con el dedo, la untó en los cuernos alrededor del altar para purificarlo. El resto de la sangre la derramó al pie del altar, y así lo consagró e hizo propiciación por él. 16 Luego Moisés tomó toda la grasa que recubre los intestinos, el lóbulo del hígado, los dos riñones y su grasa, y los quemó en el altar. 17 Pero el resto del novillo, es decir, la piel, la carne y el excremento, lo quemó en el fuego, fuera del campamento, tal como el Señor se lo había mandado.

18 Moisés mandó traer el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. 19 Moisés lo degolló, y derramó la sangre alrededor del altar. 20 Cortó luego el carnero en trozos, y quemó la cabeza, los trozos y el sebo. 21 Lavó con agua los intestinos y las patas, y luego quemó todo el carnero en el altar como holocausto de aroma grato, como ofrenda presentada por fuego al Señor, tal como el Señor se lo había mandado.

22 Después Moisés mandó traer el otro carnero, el del sacrificio de ordenación, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. 23 Moisés lo degolló, y tomando un poco de la sangre, se la untó a Aarón en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. 24 Además, hizo que los hijos de Aarón se acercaran, y les untó sangre en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho. Después derramó la sangre alrededor del altar. 25 Tomó la grasa y la cola, y toda la grasa que cubre los intestinos, el lóbulo del hígado, los dos riñones y su grasa, y el muslo derecho, 26 y tomando del canastillo que estaba colocado ante el Señor un pan sin levadura, una oblea y una torta de pan amasada con aceite, lo puso todo sobre la grasa y el muslo derecho. 27 Todo esto lo puso sobre las manos de Aarón y de sus hijos, y Aarón lo ofreció ante el Señor como ofrenda mecida. 28 Después se lo entregaron a Moisés, quien lo quemó en el altar, junto con el holocausto, como un sacrificio de ordenación de aroma grato, como una ofrenda presentada por fuego al Señor. 29 Luego, de la parte de la ofrenda que le pertenecía, Moisés tomó el pecho de la víctima y se lo presentó al Señor como ofrenda mecida, tal como el Señor se lo había mandado.

30 Moisés tomó un poco del aceite de la unción y de la sangre del altar, y roció a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras. Así consagró Moisés a Aarón y a sus hijos, junto con sus vestiduras.

31 Luego les dijo Moisés a Aarón y a sus hijos: «Coced la carne a la entrada de la Tienda de reunión, y comedla allí junto con el pan del sacrificio de ordenación, tal como ordené cuando dije: “Aarón y sus hijos se lo comerán”. 32 Quemad después en el fuego el resto de la carne y del pan. 33 Quedaos siete días a la entrada de la Tienda de reunión, hasta que se complete el rito de vuestra ordenación, que dura siete días. 34 El Señor mandó que se hiciera propiciación por vosotros, tal como se ha hecho hoy. 35 Así que siete días con sus noches os quedaréis a la entrada de la Tienda de reunión, cumpliendo con lo que el Señor ha prescrito, para que no muráis. Así me lo ha mandado el Señor». 36 Y Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había mandado por medio de Moisés.

Los sacerdotes inician su ministerio

Al octavo día, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel. A Aarón le dijo: «Toma un becerro para el sacrificio expiatorio y un carnero para el holocausto, ambos sin defecto, y preséntaselos al Señor. Diles después a los israelitas: “Traed un macho cabrío para el sacrificio expiatorio, y un becerro y un cordero para el holocausto, ambos de un año y sin defecto. Traed también un toro y un carnero para ofrecérselos al Señor como sacrificio de comunión; y traed una ofrenda de cereal amasada con aceite. El Señor se manifestará hoy ante vosotros”».

Los israelitas llevaron hasta la Tienda de reunión lo que Moisés había mandado; y toda la comunidad se acercó y se quedó de pie ante el Señor. Y Moisés les dijo: «Esto es lo que el Señor os manda hacer, para que la gloria del Señor se manifieste ante vosotros».

Después Moisés le dijo a Aarón: «Acércate al altar, y ofrece tu sacrificio expiatorio y tu holocausto. Haz propiciación por ti y por el pueblo. Presenta la ofrenda por el pueblo y haz propiciación por ellos, tal como el Señor lo ha mandado».

Aarón se acercó al altar y degolló el becerro como sacrificio expiatorio por sí mismo. Sus hijos le llevaron la sangre, y él mojó el dedo en la sangre y la untó en los cuernos del altar, derramando luego la sangre al pie del altar. 10 Luego quemó en el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado del animal sacrificado, tal como el Señor se lo había mandado a Moisés. 11 La carne y la piel las quemó fuera del campamento.

12 Después Aarón degolló la víctima del holocausto. Sus hijos le llevaron la sangre, y él la derramó alrededor del altar. 13 También le fueron pasando los trozos del animal y la cabeza, y él lo quemó todo en el altar. 14 Lavó los intestinos y las patas, y luego quemó todo esto en el altar, junto con el holocausto.

15 Entonces Aarón presentó la ofrenda del pueblo, es decir, el macho cabrío del sacrificio expiatorio. Lo tomó y lo degolló, ofreciéndolo como sacrificio expiatorio, como hizo con el primero.

16 Luego presentó la víctima del holocausto, la cual sacrificó en la forma prescrita. 17 También presentó la ofrenda de cereal y, tomando un puñado, lo quemó en el altar, además del holocausto de la mañana.

18 Después degolló el toro y el carnero como sacrificio de comunión por el pueblo. Sus hijos le llevaron la sangre, y él la derramó alrededor del altar. 19 Pero tomó la grasa del toro y del carnero, es decir, la cola, el sebo que cubre los intestinos, los riñones y el lóbulo del hígado, 20 y lo puso todo sobre el pecho de las víctimas para quemarlo en el altar. 21 Aarón meció ante el Señor el pecho y el muslo derecho de las víctimas. Fue una ofrenda mecida, tal como Moisés se lo había mandado.

22 Aarón levantó las manos hacia el pueblo, y los bendijo. Una vez que terminó de ofrecer el sacrificio expiatorio, el holocausto y el sacrificio de comunión, se retiró del altar.

23 Moisés y Aarón entraron en la Tienda de reunión. Al salir, bendijeron al pueblo, y la gloria del Señor se manifestó a todo el pueblo. 24 De la presencia del Señor salió un fuego, que consumió el holocausto y la grasa que estaban sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.

Muerte de Nadab y Abiú

10 Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario y, poniendo en ellos fuego e incienso, ofrecieron ante el Señor un fuego que no tenían por qué ofrecer, pues él no se lo había mandado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió, y murieron ante él. Moisés le dijo a Aarón: «De esto hablaba el Señor cuando dijo:

»“Entre los que se acercan a mí
    manifestaré mi santidad,
y ante todo el pueblo
    manifestaré mi gloria”».

Y Aarón guardó silencio.

Moisés mandó llamar a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo: «Venid acá y retirad del santuario a vuestros hermanos. ¡Sacadlos del campamento!» Ellos se acercaron y, tomándolos por las túnicas, se los llevaron fuera del campamento, tal como Moisés lo había ordenado.

Ley sobre el duelo sacerdotal

Luego Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: «No andéis vosotros con el pelo despeinado, ni os rasguéis los vestidos. Así no moriréis vosotros ni se irritará el Señor contra toda la comunidad. Vuestros hermanos israelitas harán duelo por el incendio que produjo el Señor, pero vosotros no vayáis a salir de la Tienda de reunión, no sea que muráis, porque el aceite de la unción del Señor está sobre vosotros». Y ellos hicieron lo que Moisés les dijo.

Ley sobre el culto y el licor

El Señor le dijo a Aarón: «Ni tú ni tus hijos debéis beber vino ni licor cuando entréis en la Tienda de reunión, pues de lo contrario moriréis. Este es un estatuto perpetuo para tus descendientes, 10 para que puedan distinguir entre lo santo y lo profano, y entre lo puro y lo impuro, 11 y puedan también enseñar a los israelitas todos los estatutos que el Señor les ha dado a conocer por medio de Moisés».

La porción de los sacerdotes

12 Moisés le dijo a Aarón, y también a Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón: «Tomad el resto de la ofrenda de cereal presentada al Señor, y comedla sin levadura, junto al altar, porque es sumamente sagrada. 13 Comedla en un lugar santo, porque así se me ha mandado. Es un estatuto[f] para ti y para tus hijos con respecto a la ofrenda presentada por fuego al Señor.

14 »Tú y tus hijos e hijas podréis comer también, en un lugar puro, el pecho que es ofrenda mecida y el muslo dado como contribución. Ambos son parte de los sacrificios de comunión de los israelitas, y a ti y a tus hijos se os han dado como estatuto. 15 Tanto el muslo como el pecho serán presentados junto con la ofrenda de la grasa, para ofrecérselos al Señor como ofrenda mecida. Será un estatuto perpetuo para ti y para tus hijos, tal como lo ha mandado el Señor».

Un caso especial

16 Moisés pidió con insistencia el macho cabrío del sacrificio expiatorio, pero este ya había sido quemado en el fuego. Irritado con Eleazar e Itamar, los hijos sobrevivientes de Aarón, les preguntó:

17 ―¿Por qué no comisteis el sacrificio expiatorio dentro del santuario? Es un sacrificio sumamente sagrado; se os dio para quitar la culpa de la comunidad y hacer propiciación por ellos ante el Señor. 18 Si no se introdujo en el Lugar Santo la sangre del macho cabrío, vosotros debisteis haberos comido el animal en el área del santuario, tal como os mandé.

19 Entonces Aarón le respondió a Moisés:

―Hoy mis hijos ofrecieron ante el Señor su sacrificio expiatorio y su holocausto, ¡y es cuando tenía que sucederme semejante desgracia! Si hoy hubiera yo comido del sacrificio expiatorio, ¿le habría parecido correcto al Señor?

20 Al oír esto, Moisés quedó satisfecho con la respuesta.

Leyes sobre animales puros e impuros[g](B)

11 El Señor les ordenó a Moisés y a Aarón que les dijeran a los israelitas: «De todas las bestias que hay en tierra firme, estos son los animales que vosotros podréis comer: los rumiantes que tienen la pezuña partida en dos. Hay, sin embargo, rumiantes que no tienen la pezuña partida. De esos animales no podréis comer los siguientes:

»El camello, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros.

»El conejo, porque es rumiante, pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros.

»La liebre, porque es rumiante,[h] pero no tiene la pezuña partida; este animal será impuro para vosotros.

»El cerdo, porque tiene la pezuña partida en dos, pero no es rumiante; este animal será impuro para vosotros.

»No comeréis la carne ni tocaréis el cadáver de estos animales. Los consideraréis animales impuros.

»De los animales que hay en las aguas, es decir, en los mares y en los ríos, podréis comer los que tengan aletas y escamas. 10 En cambio, consideraréis inmundos todos los animales de los mares y de los ríos que no tengan aletas ni escamas, sean reptiles u otros animales acuáticos. 11 No comeréis su carne, y rechazaréis su cadáver, porque vosotros los consideraréis animales inmundos. 12 Todo animal acuático que no tenga aletas ni escamas será para vosotros un animal inmundo.

13 »Rechazaréis las siguientes aves y no las comeréis, porque las consideraréis animales inmundos: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, 14 toda clase de milanos y gavilanes, 15 toda clase de cuervos, 16 el avestruz, la lechuza, toda clase de gaviotas, 17 el búho, el avetoro, el cisne, 18 la lechuza nocturna, el pelícano, el buitre, 19 la cigüeña, toda clase de garzas, la abubilla y el murciélago.

20 »A todo insecto alado que camina a cuatro patas lo consideraréis un animal inmundo. 21 Hay, sin embargo, algunos insectos alados que caminan a cuatro patas y que podréis comer: los que además de sus patas tienen zancas para saltar, 22 y también toda clase de langostas, grillos y saltamontes. 23 Pero a los demás insectos alados que caminan a cuatro patas los consideraréis animales inmundos.

Leyes sobre la impureza por tocar un animal impuro

24 »Vosotros quedaréis impuros por lo siguiente:

»Todo el que toque el cadáver de esos animales quedará impuro hasta el anochecer.

25 »Todo el que recoja alguno de esos cadáveres deberá lavarse la ropa, y quedará impuro hasta el anochecer.

26 »Consideraréis impuro todo animal que no tenga la pezuña partida ni sea rumiante. Cualquiera que lo toque quedará impuro.

27 »De los animales de cuatro patas, tendréis por impuro a todo el que se apoya sobre sus plantas. Cualquiera que toque su cadáver quedará impuro hasta el anochecer, 28 y todo el que lo recoja deberá lavarse la ropa, y quedará impuro hasta el anochecer. A estos animales los consideraréis impuros.

29 »Entre los animales que se arrastran, consideraréis impuros a la comadreja, al ratón, a toda clase de lagartos, 30 a la salamanquesa, a la iguana, al camaleón y a la salamandra. 31 Estos son los animales que consideraréis impuros entre los que se arrastran. Todo el que toque el cadáver de esos animales quedará impuro hasta el anochecer.

Otras leyes sobre el contacto con animales impuros

32 »Cuando el cadáver de algún animal impuro toque algún objeto de madera, o ropa, o piel, o un saco o cualquier utensilio de uso cotidiano, tal objeto quedará impuro. Deberá lavarse con agua, y quedará impuro hasta el anochecer. Entonces volverá a ser puro.

33 »Si el cadáver de alguno de estos animales cae dentro de una vasija de barro, todo lo que la vasija contenga quedará impuro, y habrá que romperla. 34 Todo alimento sobre el que caiga agua de dicha vasija quedará impuro; lo mismo sucederá con todo líquido que haya en esa vasija. 35 Cualquier cosa sobre la que caiga parte de estos cadáveres quedará impura, y habrá que destruir los hornos y los fogones con los que haya entrado en contacto. Los cadáveres son impuros, y así deberéis considerarlos. 36 Solo las fuentes o las cisternas que recogen agua permanecerán puras; cualquier otra cosa que toque un cadáver quedará impura.

37 »Si alguno de esos cadáveres cae sobre la semilla destinada a la siembra, la semilla permanecerá pura. 38 Pero, si la semilla se remoja en agua y alguno de esos cadáveres cae sobre ella, deberéis considerarla impura.

39 »Si muere algún animal de los que está permitido comer, quien toque su cadáver quedará impuro hasta el anochecer. 40 Quien coma carne de ese cadáver se lavará la ropa y quedará impuro hasta el anochecer. Quien lo recoja se lavará la ropa y quedará impuro hasta el anochecer.

Resumen sobre los reptiles y la santidad

41 »Vosotros no comeréis ninguno de los animales que se arrastran, porque son inmundos. 42 No comeréis ningún animal que se arrastre sobre su vientre, o que se apoye sobre sus plantas, o que tenga más de cuatro patas. En resumen, no comeréis ningún animal que se arrastra, porque es inmundo; 43 es decir, no os contaminéis por causa de su inmundicia, pues son animales inmundos. 44 Yo soy el Señor vuestro Dios, así que santificaos y manteneos santos, porque yo soy santo. No os hagáis impuros por causa de los animales que se arrastran. 45 Yo soy el Señor, que os sacó de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Sed, pues, santos, porque yo soy santo.

Conclusión

46 »Esta es la ley acerca de los animales y de las aves, y de todo ser que se mueve dentro de las aguas o que se arrastra por el suelo, 47 para que así podáis distinguir entre lo puro y lo impuro, y entre lo que se puede comer y lo que no se debe comer».

Purificación después del alumbramiento

12 El Señor le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando una mujer conciba y dé a luz un niño, quedará impura durante siete días, como lo es en el tiempo de su menstruación. Al octavo día, el niño será circuncidado. La madre deberá permanecer treinta y tres días más purificándose de su flujo de sangre. No tocará ninguna cosa santa, ni irá al santuario, hasta que termine su período de purificación.

»Si da a luz una niña, la madre quedará impura durante dos semanas, como lo es en el tiempo de su menstruación, y permanecerá sesenta y seis días más purificándose de su flujo de sangre.

»Una vez cumplido su período de purificación, sea que haya tenido un niño o una niña, tomará un cordero de un año como holocausto, y un pichón de paloma o una tórtola como sacrificio expiatorio, y los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de reunión, quien los ofrecerá ante el Señor. Así el sacerdote hará propiciación por la mujer, y la purificará de su flujo de sangre.

»Esta es la ley concerniente a la mujer que dé a luz un niño o una niña. Pero, si no le alcanza para comprar un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, uno como holocausto y el otro como sacrificio expiatorio. Así el sacerdote hará propiciación por la mujer, y ella quedará purificada».

Leyes sobre enfermedades cutáneas

13 El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: «Cuando a una persona le salga en la piel alguna inflamación, erupción o mancha blancuzca que pueda convertirse en infección,[i] se la llevará al sacerdote Aarón, o a alguno de sus descendientes los sacerdotes. El sacerdote examinará la llaga. Si el vello en la parte afectada se ha puesto blanco y la llaga se ve más hundida que la piel, entonces se trata de una enfermedad infecciosa. Después de examinar a la persona, el sacerdote la declarará impura.

»Si la mancha blancuzca no se ve más hundida que la piel, ni el vello se le ha puesto blanco, el sacerdote aislará a la persona enferma durante siete días, y al séptimo día la examinará de nuevo. Si juzga que la infección no ha seguido extendiéndose sobre la piel, aislará a esa persona otros siete días. Cumplidos los siete días, el sacerdote la examinará otra vez y, si el mal no se ha extendido sobre la piel, sino que ha disminuido, la declarará pura. No era más que una erupción, así que la persona enferma se lavará la ropa y quedará pura.

»Si la erupción se le sigue extendiendo sobre la piel después de haberse presentado ante el sacerdote para su purificación, la persona enferma tendrá que volver a presentarse ante él. El sacerdote la examinará y, si la erupción se ha extendido sobre la piel, declarará impura a esa persona, pues se trata de una enfermedad infecciosa.

Leyes sobre enfermedades infecciosas

»Cuando una persona tenga una infección en la piel, deberá ser llevada ante el sacerdote, 10 quien la examinará. Si ocurre que la inflamación y el vello se han puesto blancos, y se ve la carne viva, 11 se trata de una infección crónica. El sacerdote declarará impura a tal persona. Pero no hará falta aislarla otra vez, porque ya se sabe que es impura.

12 »Si la infección se ha extendido sobre la piel de tal manera que, hasta donde el sacerdote pueda ver, cubre toda la piel de la persona enferma, 13 entonces el sacerdote la examinará. Si ve que la infección le cubre todo el cuerpo, la declarará pura. Esa persona es pura porque todo el cuerpo se le ha puesto blanco. 14 Pero será impura en el momento en que le aparezca una llaga ulcerosa. 15 Cuando el sacerdote examine la carne viva, declarará impura a esa persona. La carne viva es impura, pues se trata de una enfermedad infecciosa. 16 Pero, si la llaga ulcerosa se le pone blanca, la persona enferma deberá ir al sacerdote 17 para que la examine. Si la llaga se le ha puesto blanca, el sacerdote declarará pura a esa persona, y en efecto lo será.

Leyes sobre los abscesos

18 »Si alguien ha tenido un absceso en la piel, y luego sana, 19 pero en el sitio del absceso le aparece una inflamación blancuzca, o una mancha rojiza, deberá presentarse ante el sacerdote 20 para que lo examine. Si la inflamación se ve más hundida que la piel y el vello se le ha puesto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Se trata de una enfermedad infecciosa que ha brotado en el sitio donde estaba el absceso. 21 Pero si, al examinar al enfermo, encuentra el sacerdote que el vello no se le ha puesto blanco, y que el absceso no se ve más hundido que la piel, sino que ha disminuido, entonces aislará al enfermo durante siete días. 22 Si el absceso se extiende sobre la piel, declarará impuro al enfermo, pues se trata de una enfermedad. 23 Si el absceso no se desarrolla ni la mancha blanca se extiende, sino que ha cicatrizado, declarará puro al enfermo.

Leyes sobre las quemaduras

24 »Si alguien se quema, y sobre la quemadura le aparece una mancha blancuzca o rojiza, 25 el sacerdote deberá examinarla. Si el vello de la mancha se le ha puesto blanco, y la mancha misma se ve más hundida que la piel, se trata de una enfermedad infecciosa que brotó en el sitio de la quemadura. El sacerdote declarará impuro al enfermo, pues se trata de una infección.

26 »Si al examinar la quemadura encuentra el sacerdote que el vello no se ha puesto blanco ni la mancha se ve más hundida que la piel, sino que ha disminuido, entonces aislará al enfermo durante siete días. 27 Al séptimo día el sacerdote volverá a examinarlo y, si observa que la mancha se ha extendido sobre la piel, lo declarará impuro, pues se trata de una infección. 28 En cambio, si la mancha blancuzca no ha seguido extendiéndose sobre la piel, se trata solo de la inflamación de la quemadura. Entonces el sacerdote lo declarará puro, ya que se trata solo de una quemadura cicatrizada.

Leyes sobre enfermedades del cuero cabelludo y de la barba

29 »Si a un hombre o a una mujer le sale una llaga en la cabeza o en el mentón, 30 el sacerdote deberá examinar la llaga. Si esta se ve más hundida que la piel, y el pelo se ve amarillento y delgado, declarará impuro al enfermo. Se trata de tiña, que es una infección en la cabeza o en el mentón. 31 Pero, si al examinar la llaga tiñosa el sacerdote ve que no está más hundida que la piel ni tiene pelo negro, aislará al enfermo de tiña durante siete días. 32 Al séptimo día el sacerdote deberá examinar otra vez al enfermo; si la tiña no se ha extendido, ni tiene pelo amarillento ni se ve más hundida que la piel, 33 entonces el enfermo se afeitará el pelo, pero no la parte afectada, y el sacerdote lo aislará otros siete días. 34 Al séptimo día el sacerdote volverá a examinar al enfermo; si la tiña no se ha extendido por la piel ni se ve más hundida que esta, lo declarará puro. Entonces el enfermo se lavará la ropa y quedará puro.

35 »Si después de su purificación la tiña se extiende por toda la piel, 36 el sacerdote deberá examinarlo. Si la tiña se ha extendido por toda la piel, ya no hará falta que el sacerdote busque pelo amarillento, porque el enfermo es impuro. 37 En cambio, si considera que la tiña no se ha desarrollado y nota que le ha crecido pelo negro, entonces el enfermo ha sanado. Es puro, y así deberá declararlo el sacerdote.

Afecciones cutáneas benignas

38 »Si a un hombre o a una mujer le salen manchas blancuzcas en la piel, 39 el sacerdote deberá examinarlas. Si las manchas resultan ser blancuzcas, se trata solo de una erupción cutánea, de modo que la persona es pura.

Leyes sobre la calvicie

40 »Si a alguien se le cae el pelo de la nuca, y se queda calvo, es puro. 41 Si se le cae el pelo de las sienes y se queda calvo, también es puro. 42 Pero, si en su calvicie de la nuca o de las sienes le aparece una llaga rojiza, se trata de una infección que le ha brotado en la parte calva. 43 El sacerdote deberá examinarlo. Si la inflamación es rojiza, parecida a las infecciones de la piel, 44 se trata entonces de una persona infectada e impura. El sacerdote la declarará impura por esa llaga en la cabeza.

Ley sobre las infecciones

45 »La persona que contraiga una infección se vestirá de harapos y no se peinará; con el rostro semicubierto irá gritando: “¡Impuro! ¡Impuro!”, 46 y será impuro todo el tiempo que le dure la enfermedad. Es impuro, así que deberá vivir aislado y fuera del campamento.

Leyes sobre el moho

47 »Cuando la ropa de lana o de lino se llene de moho, 48 o este aparezca en la urdimbre o trama del lino o de la lana, o en algún cuero o artículo de piel, 49 y su color sea verduzco o rojizo, se trata de una infección de moho, y deberá mostrársele al sacerdote, 50 quien examinará la mancha y aislará durante siete días el objeto infectado. 51 Al séptimo día el sacerdote examinará la mancha. Si esta se ha extendido en la ropa o en la urdimbre, o en la trama, o en el cuero o en cualquier artículo de piel, se trata de un moho corrosivo. Tal objeto es impuro. 52 Se le prenderá fuego a la ropa o a la urdimbre, trama, lana, lino o cualquier artículo de piel que haya sido infectado, porque se trata de un moho corrosivo. El objeto deberá ser quemado.

53 »Si, al examinar el objeto, el sacerdote observa que la mancha no se ha extendido sobre el vestido, ni sobre la urdimbre, trama, lana, lino, o cualquier artículo de cuero, 54 entonces mandará lavar el objeto infectado y lo aislará otros siete días. 55 Una vez lavado el objeto, el sacerdote procederá a examinarlo. Si observa que la mancha no ha cambiado de aspecto, dicho objeto será considerado impuro aun cuando la mancha no se haya extendido. El objeto será quemado por estar corroído, sea por dentro o por fuera.

56 »Si después de lavado el objeto, el sacerdote lo examina y observa que la mancha ha disminuido, deberá arrancar la parte manchada del vestido, del cuero, de la urdimbre o de la trama. 57 Si la mancha reaparece en la ropa, en la urdimbre, en la trama o en cualquier artículo de piel, significa que ha vuelto a brotar. La parte infectada será quemada, 58 pero toda ropa, urdimbre, trama o artículo de piel que al lavarse pierda la mancha, se volverá a lavar, y el objeto quedará puro».

59 Esta es la ley respecto al moho que infecta la ropa, la lana, el lino, la urdimbre, la trama o cualquier artículo de piel, para poder declararlos puros o impuros.

Purificación de las enfermedades cutáneas

14 El Señor le dijo a Moisés: «Esta es la ley que se aplicará para declarar pura a una persona infectada. Será presentada ante el sacerdote, quien la examinará fuera del campamento. Si el sacerdote comprueba que la persona infectada se ha sanado de su enfermedad, mandará traer para la purificación de esa persona dos aves vivas y puras, un pedazo de madera de cedro, un paño escarlata y una rama de hisopo. Después el sacerdote mandará degollar la primera ave sobre una vasija de barro llena de agua de manantial. Tomará la otra ave viva, la madera de cedro, el paño escarlata y la rama de hisopo, y mojará todo esto junto con el ave viva en la sangre del ave que fue degollada sobre el agua de manantial. Luego rociará siete veces a quien va a ser purificado de la infección, y lo declarará puro. Entonces dejará libre a campo abierto al ave viva.

»El que se purifica deberá lavarse la ropa, afeitarse todo el pelo y bañarse. Así quedará puro. Después de esto podrá entrar en el campamento, pero se quedará fuera de su tienda durante siete días. Al séptimo día se rapará por completo el cabello, la barba y las cejas; se lavará la ropa y se bañará. Así quedará puro.

10 »Al octavo día, el que se purifica deberá traer dos corderos sin defecto y una cordera de un año, también sin defecto; como ofrenda de cereal traerá seis kilos[j] de flor de harina amasada con aceite, junto con un tercio de litro[k] de aceite. 11 El sacerdote que oficia en la purificación presentará ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión, al que se purifica, con sus ofrendas. 12 Después el sacerdote tomará uno de los corderos y, junto con el aceite, lo ofrecerá como sacrificio por la culpa. Lo mecerá ante el Señor, pues se trata de una ofrenda mecida. 13 Después degollará el cordero en el lugar santo, donde se degüellan las víctimas del sacrificio expiatorio y del holocausto, porque el sacrificio por la culpa, al igual que el sacrificio expiatorio, pertenecen al sacerdote. Se trata de algo sumamente sagrado. 14 Luego tomará el sacerdote un poco de sangre del sacrificio por la culpa y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho del que se purifica. 15 El sacerdote tomará un poco de aceite y se lo echará en la palma de la mano izquierda. 16 Mojará el índice de la mano derecha en el aceite que tiene en la palma izquierda, y rociará el aceite siete veces ante el Señor. 17 Luego, del aceite que le quede en la mano, el sacerdote untará un poco en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho del que se purifica, sobre la sangre del sacrificio por la culpa. 18 El sacerdote derramará sobre la cabeza del que se purifica el aceite que le quede en la mano. De este modo celebrará ante el Señor el rito de propiciación por él. 19 A continuación, el sacerdote ofrecerá el sacrificio expiatorio, haciendo propiciación por el que se purifica de su impureza. Hecho esto, degollará la víctima del holocausto, 20 y la ofrecerá en el altar junto con la ofrenda de cereal. Así hará propiciación por él, y lo declarará puro.

21 »Si el que se purifica es pobre y no tiene para comprar lo requerido, tomará como sacrificio por la culpa un solo cordero, el cual será mecido para hacer propiciación por él. También llevará como ofrenda de cereal dos kilos[l] de flor de harina amasada con aceite, y un cuarto de litro de aceite, 22 junto con dos tórtolas o dos pichones de paloma, según lo que pueda pagar, uno como sacrificio expiatorio y otro como holocausto. 23 Al octavo día los llevará a la entrada de la Tienda de reunión, ante el sacerdote, para su purificación en presencia del Señor. 24 El sacerdote tomará el cordero del sacrificio por la culpa, junto con el aceite, y los mecerá ante el Señor, pues se trata de una ofrenda mecida. 25 Después degollará el cordero del sacrificio por la culpa, tomará un poco de sangre y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho del que se purifica. 26 El sacerdote se echará aceite en la palma de la mano izquierda, 27 y con el índice de la mano derecha lo rociará siete veces ante el Señor. 28 Luego, al que se purifica, el sacerdote le untará un poco del aceite que le quede en la mano. Se lo untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho, allí donde puso la sangre del sacrificio por la culpa. 29 El aceite que le quede en la mano lo untará el sacerdote en la cabeza del que se purifica, y así hará propiciación por él ante el Señor. 30 Luego ofrecerá las tórtolas o los pichones de paloma, según lo que pueda pagar el oferente, 31 uno como sacrificio expiatorio y otro como holocausto, junto con la ofrenda de cereal. Así hará el sacerdote propiciación ante el Señor en favor del que se purifica».

32 Esta ley se aplicará a la persona que haya contraído una infección cutánea y no tenga para pagar las ofrendas regulares de su purificación.

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