Bible in 90 Days
Consagración de los sacerdotes(A)
29 »Para consagrarlos como sacerdotes a mi servicio, harás lo siguiente: Tomarás un novillo y dos carneros sin defecto, 2 y con harina fina de trigo harás panes y tortas sin levadura amasadas con aceite, y obleas sin levadura untadas con aceite. 3 Pondrás los panes, las tortas y las obleas en un canastillo, y me los presentarás junto con el novillo y los dos carneros. 4 Luego llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda de reunión, y los bañarás. 5 Tomarás las vestiduras y le pondrás a Aarón la túnica, el efod con su manto, y el pectoral. El efod se lo sujetarás con el cinturón. 6 Le pondrás el turbante en la cabeza, y sobre el turbante, la tiara sagrada. 7 Luego lo ungirás derramando el aceite de la unción sobre su cabeza. 8 Acercarás entonces a sus hijos y les pondrás las túnicas 9 y las mitras; a continuación, les ceñirás los cinturones a Aarón y a sus hijos. Así les conferirás autoridad, y el sacerdocio será para ellos una ley perpetua.
10 »Arrimarás el novillo a la entrada de la Tienda de reunión para que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza, 11 y allí, en presencia del Señor, sacrificarás al novillo. 12 Con el dedo tomarás un poco de la sangre del novillo y la untarás en los cuernos del altar, y al pie del altar derramarás la sangre restante. 13 Al hígado y a los dos riñones les quitarás la grasa que los recubre, y la quemarás sobre el altar; 14 pero la carne del novillo, su piel y su excremento los quemarás fuera del campamento, pues se trata de un sacrificio por el pecado.
15 »Tomarás luego uno de los carneros para que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza; 16 lo sacrificarás, y con la sangre rociarás el altar y sus cuatro costados. 17 Descuartizarás el carnero y, después de lavarle los intestinos y las piernas, los pondrás sobre los pedazos y la cabeza del carnero, 18 y quemarás todo el carnero sobre el altar. Se trata de un holocausto, de una ofrenda presentada por fuego, de aroma grato al Señor.
19 »Tomarás entonces el otro carnero para que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza, 20 y lo sacrificarás, poniendo un poco de su sangre en el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y de sus hijos, lo mismo que en el pulgar derecho y en el dedo gordo derecho. Después de eso rociarás el altar y sus cuatro costados con la sangre, 21 y rociarás también un poco de esa sangre y del aceite de la unción sobre Aarón y sus hijos, y sobre sus vestiduras. Así Aarón y sus hijos y sus vestiduras quedarán consagrados.
22 »De este carnero, que representa la autoridad conferida a los sacerdotes, tomarás la cola, la grasa que recubre las vísceras, el hígado, los dos riñones y el muslo derecho. 23 Del canastillo del pan sin levadura que está ante el Señor, tomarás uno de los panes, una torta hecha con aceite y una oblea, 24 y meciéndolos ante el Señor los pondrás en las manos de Aarón y de sus hijos. Se trata de una ofrenda mecida. 25 Luego ellos deberán devolverte todo esto para que tú, en presencia del Señor, lo quemes sobre el altar, junto con el holocausto de aroma grato. Esta es una ofrenda presentada por fuego en honor del Señor. 26 Después de eso, tomarás el pecho del carnero que representa la autoridad conferida a Aarón, y lo mecerás ante el Señor, pues se trata de una ofrenda mecida. Esa porción será la tuya.
27 »Aparta el pecho del carnero que fue mecido para conferirles autoridad a Aarón y a sus hijos, y también el muslo que fue presentado como ofrenda, pues son las porciones que a ellos les corresponden. 28 Estas son las porciones que, de sus sacrificios de comunión al Señor, les darán siempre los israelitas a Aarón y a sus hijos como contribución.
29 »Las vestiduras sagradas de Aarón pasarán a ser de sus descendientes, para que sean ungidos y ordenados con ellas. 30 Cualquiera de los sacerdotes descendientes de Aarón que se presente en la Tienda de reunión para ministrar en el Lugar Santo, deberá llevar puestas esas vestiduras durante siete días.
31 »Toma el carnero con que se les confirió autoridad, y cuece su carne en el lugar sagrado. 32 A la entrada de la Tienda de reunión, Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero y el pan que está en el canastillo. 33 Con esas ofrendas se hizo expiación por ellos, se les confirió autoridad y se les consagró; solo ellos podrán comerlas, y nadie más, porque son ofrendas sagradas. 34 Si hasta la mañana siguiente queda algo del carnero con que se les confirió autoridad o algo del pan, quémalo. No debe comerse, porque es parte de las ofrendas sagradas.
35 »Haz con Aarón y con sus hijos todo lo que te he ordenado. Dedica siete días a conferirles autoridad. 36 Para hacer expiación, cada día ofrecerás un novillo como ofrenda por el pecado. Purificarás el altar haciendo expiación por él y ungiéndolo para consagrarlo. 37 Esto lo harás durante siete días. Así el altar y cualquier cosa que lo toque quedarán consagrados.
38 »Todos los días ofrecerás sobre el altar dos corderos de un año. 39 Al despuntar el día, ofrecerás uno de ellos, y al caer la tarde, el otro. 40 Con el primer cordero ofrecerás, como ofrenda de libación, dos kilos[a] de harina fina mezclada con un litro de aceite de oliva, y un litro[b] de vino. 41 El otro cordero lo sacrificarás al caer la tarde, como ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor, junto con una ofrenda de libación como la presentada en la mañana.
42 »Las generaciones futuras deberán ofrecer siempre este holocausto al Señor. Lo harán a la entrada de la Tienda de reunión, donde yo me reuniré contigo y te hablaré, 43 y donde también me reuniré con los israelitas. Mi gloriosa presencia santificará ese lugar.
44 »Consagraré la Tienda de reunión y el altar, y consagraré también a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. 45 Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios. 46 Así sabrán que yo soy el Señor su Dios, que los sacó de Egipto para habitar entre ellos. Yo soy el Señor su Dios.
El altar del incienso(B)
30 »Haz un altar de madera de acacia para quemar incienso. 2 Hazlo cuadrado, de cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho y noventa centímetros de alto.[c] Sus cuernos deben formar una pieza con el altar. 3 Recubre de oro puro su parte superior, sus cuatro costados y los cuernos, y ponle una moldura de oro alrededor. 4 Ponle también dos anillos de oro en cada uno de sus costados, debajo de la moldura, para que pasen por ellos las varas para transportarlo. 5 Prepara las varas de madera de acacia, y recúbrelas de oro. 6 Pon el altar frente a la cortina que está ante el arca del pacto, es decir, ante el propiciatorio que está sobre el arca, que es donde me reuniré contigo.
7 »Cada mañana, cuando Aarón prepare las lámparas, quemará incienso aromático sobre el altar, 8 y también al caer la tarde, cuando las encienda. Las generaciones futuras deberán quemar siempre incienso ante el Señor. 9 No ofrezcas sobre ese altar ningún otro incienso, ni holocausto ni ofrenda de grano, ni derrames sobre él libación alguna. 10 Cada año Aarón hará expiación por el pecado a lo largo de todas las generaciones. Lo hará poniendo la sangre de la ofrenda de expiación sobre los cuernos del altar. Este altar estará completamente consagrado al Señor».
Dinero para la expiación
11 El Señor habló con Moisés y le dijo: 12 «Cuando hagas el censo y cuentes a los israelitas, cada uno deberá pagar al Señor rescate por su vida, para que no le sobrevenga ninguna plaga durante el censo. 13 Cada uno de los censados deberá pagar como ofrenda al Señor seis gramos[d] de plata, que es la mitad de la tasación oficial del santuario.[e] 14 Todos los censados mayores de veinte años deberán entregar esta ofrenda al Señor. 15 Al entregar la ofrenda alzada para el Señor, ni el rico dará más de seis gramos, ni el pobre dará menos. 16 Tú mismo recibirás esta plata de manos de los israelitas, y la entregarás para el servicio de la Tienda de reunión. De esta manera el Señor tendrá presente que los israelitas pagaron su rescate».
El lavamanos
17 El Señor habló con Moisés y le dijo: 18 «Haz un lavamanos de bronce, con un pedestal también de bronce, y colócalo entre la Tienda de reunión y el altar. Échale agua, 19 pues con ella deben lavarse Aarón y sus hijos las manos y los pies. 20 Siempre que entren en la Tienda de reunión, o cuando se acerquen al altar y presenten al Señor alguna ofrenda por fuego, deberán lavarse con agua 21 las manos y los pies para que no mueran. Esta será una ley perpetua para Aarón y sus descendientes por todas las generaciones».
El aceite de la unción
22 El Señor habló con Moisés y le dijo: 23 «Toma las siguientes especias finas: seis kilos de mirra líquida, tres kilos de canela aromática, tres kilos de caña aromática, 24 seis kilos[f] de casia y cuatro litros[g] de aceite de oliva, según la tasación oficial[h] del santuario. 25 Con estos ingredientes harás un aceite, es decir, una mezcla aromática como las de los fabricantes de perfumes. Este será el aceite de la unción sagrada. 26 Con él deberás ungir la Tienda de reunión, el arca del pacto, 27 la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y sus accesorios, el altar del incienso, 28 el altar de los holocaustos y todos sus utensilios, y el lavamanos con su pedestal. 29 De este modo los consagrarás, y serán objetos santísimos; cualquier cosa que toque esos objetos quedará también consagrada.
30 »Unge a Aarón y a sus hijos, y conságralos para que me sirvan como sacerdotes. 31 A los israelitas les darás las siguientes instrucciones: “De aquí en adelante, este será mi aceite de la unción sagrada. 32 No lo derraméis sobre el cuerpo de cualquier hombre, ni preparéis otro aceite con la misma fórmula. Es un aceite sagrado, y así deberéis considerarlo. 33 Cualquiera que haga un perfume como este, y cualquiera que unja con él a alguien que no sea sacerdote, será eliminado de su pueblo”».
El incienso
34 El Señor le dijo a Moisés: «Toma una misma cantidad de resina, ámbar, gálbano e incienso puro, 35 y mezcla todo esto para hacer un incienso aromático, como hacen los fabricantes de perfumes. Agrégale sal a la mezcla, para que sea un incienso puro y sagrado. 36 Muele parte de la mezcla hasta hacerla polvo, y colócala en la Tienda de reunión, frente al arca del pacto, donde yo me reuniré contigo. Este incienso será para vosotros algo muy sagrado, 37 y no deberá hacerse ningún otro incienso con la misma fórmula, pues le pertenece al Señor. Vosotros deberéis considerarlo como algo sagrado. 38 Quien haga otro incienso parecido para disfrutar de su fragancia será eliminado de su pueblo».
Bezalel y Aholiab(C)
31 El Señor habló con Moisés y le dijo: 2 «Ten en cuenta que he escogido a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa 4 para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, 5 para cortar y engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y para realizar toda clase de artesanías.
6 »Además, he designado como su ayudante a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, y he dotado de habilidad a todos los artesanos para que hagan todo lo que te he mandado hacer, es decir:
7 la Tienda de reunión,
el arca del pacto,
el propiciatorio que va encima de ella,
el resto del mobiliario de la Tienda,
8 la mesa y sus utensilios,
el candelabro de oro puro y todos sus accesorios,
el altar del incienso,
9 el altar de los holocaustos y todos sus utensilios,
el lavamanos con su pedestal,
10 las vestiduras tejidas, tanto las vestiduras sagradas para Aarón el sacerdote como las vestiduras sacerdotales de sus hijos,
11 el aceite de la unción,
y el incienso aromático para el Lugar Santo.
»Todo deberán hacerlo tal como te he mandado que lo hagas».
El sábado
12 El Señor le ordenó a Moisés:
13 «Diles lo siguiente a los israelitas: “Vosotros deberéis observar mis sábados. En todas las generaciones venideras, el sábado será una señal entre vosotros y yo, para que sepáis que yo, el Señor, os he consagrado para que me sirváis.[i]
14 »”El sábado será para vosotros un día sagrado. Observadlo.
»”Quien no lo observe será condenado a muerte.
»”Quien haga algún trabajo en sábado será eliminado de su pueblo.
15 »”Durante seis días se podrá trabajar, pero el día séptimo, el sábado, será de reposo consagrado al Señor.
»”Quien haga algún trabajo en sábado será condenado a muerte”.
16 »Los israelitas deberán observar el sábado. En todas las generaciones futuras será para ellos un pacto perpetuo, 17 una señal eterna entre ellos y yo.
»En efecto, en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, y el séptimo día descansó».
18 Y cuando terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas de la ley, que eran dos tablas de piedra escritas por el dedo mismo de Dios.
El becerro de oro
32 Al ver los israelitas que Moisés tardaba en bajar del monte, fueron a reunirse con Aarón y le dijeron:
―Tienes que hacernos dioses que marchen[j] al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!
2 Aarón les respondió:
―Quitadles a vuestras mujeres los aretes de oro, y también a vuestros hijos e hijas, y traédmelos.
3 Todos los israelitas se quitaron los aretes de oro que llevaban puestos, y se los llevaron a Aarón, 4 quien los recibió y los fundió; luego cinceló el oro fundido e hizo un ídolo en forma de becerro. Entonces exclamó el pueblo: «Israel, ¡aquí tienes a tus dioses que te sacaron de Egipto!»
5 Cuando Aarón vio esto, construyó un altar enfrente del becerro y anunció:
―Mañana haremos fiesta en honor del Señor.
6 En efecto, al día siguiente los israelitas madrugaron y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se entregó al desenfreno. 7 Entonces el Señor le dijo a Moisés:
―Baja, porque ya se ha corrompido el pueblo que sacaste de Egipto. 8 Demasiado pronto se han apartado del camino que les ordené seguir, pues no solo han fundido oro y se han hecho un ídolo en forma de becerro, sino que se han inclinado ante él, le han ofrecido sacrificios y han declarado: “Israel, ¡aquí tienes a tu dios que te sacó de Egipto!”
9 »Ya me he dado cuenta de que este es un pueblo terco —añadió el Señor, dirigiéndose a Moisés—. 10 Tú no te metas. Yo voy a descargar mi ira sobre ellos, y los voy a destruir. Pero de ti haré una gran nación».
11 Moisés intentó apaciguar al Señor su Dios, y le suplicó:
―Señor, ¿por qué ha de encenderse tu ira contra este pueblo tuyo, que sacaste de Egipto con gran poder y con mano poderosa? 12 ¿Por qué dar pie a que los egipcios digan que nos sacaste de su país con la intención de matarnos en las montañas y borrarnos de la faz de la tierra? ¡Calma ya tu enojo! ¡Aplácate y no traigas sobre tu pueblo esa desgracia! 13 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel. Tú mismo les juraste que harías a sus descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo; ¡tú les prometiste que a sus descendientes les darías toda esta tierra como su herencia eterna!
14 Entonces el Señor se calmó y desistió de hacerle a su pueblo el daño que le había sentenciado.
15 Moisés volvió entonces del monte. Cuando bajó, traía en sus manos las dos tablas de la ley, las cuales estaban escritas por sus dos lados. 16 Tanto las tablas como la escritura grabada en ellas eran obra de Dios.
17 Cuando Josué oyó el ruido y los gritos del pueblo, le dijo a Moisés:
―Se oyen en el campamento gritos de guerra.
18 Pero Moisés respondió:
«Lo que escucho no son gritos de victoria,
ni tampoco lamentos de derrota;
más bien, lo que escucho son canciones».
19 Cuando Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira y arrojó de sus manos las tablas de la ley, haciéndolas pedazos al pie del monte. 20 Tomó entonces el becerro que habían hecho, lo arrojó al fuego y, después de machacarlo hasta hacerlo polvo, lo esparció en el agua y se la dio a beber a los israelitas. 21 A Aarón le dijo:
―¿Qué te hizo este pueblo? ¿Por qué lo has hecho cometer semejante pecado?
22 ―Hermano mío,[k] no te enojes —contestó Aarón—. Tú bien sabes cuán inclinado al mal es este pueblo. 23 Ellos me dijeron: “Tienes que hacernos dioses que marchen al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!” 24 Yo les contesté que todo el que tuviera joyas de oro se desprendiera de ellas. Ellos me dieron el oro, yo lo eché al fuego, ¡y lo que salió fue este becerro!
25 Al ver Moisés que el pueblo estaba desenfrenado y que Aarón les había permitido desmandarse y convertirse en el hazmerreír de sus enemigos, 26 se puso a la entrada del campamento y dijo: «Todo el que esté de parte del Señor, que se ponga a mi lado». Y se le unieron todos los levitas.
27 Entonces les dijo Moisés: «El Señor y Dios de Israel ordena lo siguiente: “Cíñase cada uno la espada y recorred todo el campamento de un extremo al otro, y matad al que se os ponga enfrente, sea hermano, amigo o vecino”». 28 Los levitas hicieron lo que les mandó Moisés, y aquel día mataron como a tres mil israelitas. 29 Entonces dijo Moisés: «Hoy habéis recibido vosotros plena autoridad de parte del Señor; él os ha bendecido este día, pues os pusisteis en contra de vuestros propios hijos y hermanos».
30 Al día siguiente, Moisés les dijo a los israelitas: «Habéis cometido un gran pecado. Pero voy a subir ahora para reunirme con el Señor, y tal vez logre yo que Dios os perdone vuestro pecado».
31 Volvió entonces Moisés para hablar con el Señor, y le dijo:
―¡Qué pecado tan grande ha cometido este pueblo al hacerse dioses[l] de oro! 32 Sin embargo, yo te ruego que les perdones su pecado. Pero, si no vas a perdonarlos, ¡bórrame del libro que has escrito!
33 El Señor le respondió a Moisés:
―Solo borraré de mi libro a quien haya pecado contra mí. 34 Tú ve y lleva al pueblo al lugar del que te hablé. Delante de ti irá mi ángel. Llegará el día en que deba castigarlos por su pecado, y entonces los castigaré.
35 Fue así como, por causa del becerro que había hecho Aarón, el Señor lanzó una plaga sobre el pueblo.
33 El Señor le dijo a Moisés: «Anda, vete de este lugar, junto con el pueblo que sacaste de Egipto, y dirígete a la tierra que bajo juramento prometí a Abraham, Isaac y Jacob que les daría a sus descendientes. 2 Enviaré un ángel delante de ti, y desalojaré a cananeos, amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos. 3 Ve a la tierra donde abundan la leche y la miel. Yo no os acompañaré, porque vosotros sois un pueblo terco, y podría yo destruiros en el camino».
4 Cuando los israelitas oyeron estas palabras tan demoledoras, comenzaron a llorar y nadie volvió a ponerse sus adornos, 5 pues el Señor le había dicho a Moisés: «Diles a los israelitas que son un pueblo terco. Si aun por un momento tuviera que acompañarlos, podría destruirlos. Diles que se quiten esas joyas, que ya decidiré qué hacer con ellos». 6 Por eso, a partir del monte Horeb los israelitas no volvieron a ponerse joyas.
La Tienda de reunión
7 Moisés tomó una tienda de campaña y la armó a cierta distancia fuera del campamento. La llamó «la Tienda de reunión con el Señor». Cuando alguien quería consultar al Señor, tenía que salir del campamento e ir a esa Tienda. 8 Siempre que Moisés se dirigía a ella, todo el pueblo se quedaba de pie a la entrada de su tienda y seguía a Moisés con la mirada, hasta que este entraba en la Tienda de reunión. 9 En cuanto Moisés entraba en ella, la columna de nube descendía y tapaba la entrada, mientras el Señor hablaba con Moisés. 10 Cuando los israelitas veían que la columna de nube se detenía a la entrada de la Tienda de reunión, todos ellos se inclinaban a la entrada de su tienda y adoraban al Señor. 11 Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Después de eso, Moisés regresaba al campamento; pero Josué, su joven asistente, nunca se apartaba de la Tienda de reunión.
La gloria del Señor
12 Moisés le dijo al Señor:
―Tú insistes en que yo debo guiar a este pueblo, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. También me has dicho que soy tu amigo[m] y que cuento con tu favor. 13 Pues si realmente es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo.
14 ―Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor.
15 ―O vas con todos nosotros —replicó Moisés—, o mejor no nos hagas salir de aquí. 16 Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra?
17 ―Está bien, haré lo que me pides —le dijo el Señor a Moisés—, pues cuentas con mi favor y te considero mi amigo.[n]
18 ―Déjame verte en todo tu esplendor —insistió Moisés.
19 Y el Señor le respondió:
―Voy a darte pruebas de mi bondad, y te daré a conocer mi nombre. Y verás que tengo clemencia de quien quiero tenerla, y soy compasivo con quien quiero serlo. 20 Pero debo aclararte que no podrás ver mi rostro, porque nadie puede verme y seguir con vida.
21 »Cerca de mí hay un lugar sobre una roca —añadió el Señor—. Puedes quedarte allí. 22 Cuando yo pase en todo mi esplendor, te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano, hasta que haya pasado. 23 Luego, retiraré la mano y podrás verme la espalda. Pero mi rostro no lo verás».
Las nuevas tablas de piedra
34 El Señor le dijo a Moisés: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras que rompiste. Voy a escribir en ellas lo mismo que estaba escrito en las primeras. 2 Prepárate para subir mañana a la cumbre del monte Sinaí, y presentarte allí ante mí. 3 Nadie debe acompañarte, ni debe verse a nadie en ninguna parte del monte. Ni siquiera las ovejas y las vacas deben pastar frente al monte».
4 Moisés labró dos tablas de piedra semejantes a las primeras, y muy de mañana subió con ellas al monte Sinaí, como se lo había ordenado el Señor. 5 El Señor descendió en la nube y se puso junto a Moisés. Luego le dio a conocer su nombre: 6 pasando delante de él, proclamó:
―El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, 7 que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación.
8 En seguida Moisés se inclinó hasta el suelo, y oró al Señor 9 de la siguiente manera:
―Señor, si realmente cuento con tu favor, ven y quédate entre nosotros. Reconozco que este es un pueblo terco, pero perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y adóptanos como tu herencia.
10 ―Mira el pacto que hago contigo —respondió el Señor—. A la vista de todo tu pueblo haré maravillas que ante ninguna nación del mundo han sido realizadas. El pueblo en medio del cual vives verá las imponentes obras que yo, el Señor, haré por ti. 11 Por lo que a ti corresponde, cumple con lo que hoy te mando. Echaré de tu presencia a los amorreos, cananeos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos. 12 Ten mucho cuidado de no hacer ningún pacto con los habitantes de la tierra que vas a ocupar, pues de lo contrario serán para ti una trampa. 13 Derriba sus altares, y haz pedazos sus piedras sagradas y sus imágenes de la diosa Aserá. 14 No adores a otros dioses, porque el Señor es muy celoso. Su nombre es Dios celoso.
15 »No hagas ningún pacto con los habitantes de esta tierra, porque se prostituyen por ir tras sus dioses y, cuando les ofrezcan sacrificios a esos dioses, te invitarán a participar de ellos. 16 Y si casas a tu hijo con una de sus mujeres, cuando ella se prostituya por ir tras sus dioses, inducirá a tu hijo a hacer lo mismo.
17 »No te hagas ídolos de metal fundido.
18 »Celebra la fiesta de los Panes sin levadura, y come de ese pan durante siete días, como te lo he ordenado. Celebra esa fiesta en el mes de aviv, que es la fecha señalada, pues en ese mes saliste de Egipto.
19 »Todo hijo primogénito me pertenece, incluyendo las primeras crías de tus vacas y de tus ovejas. 20 Deberás rescatar a todos tus primogénitos. Al asno primogénito podrás rescatarlo a cambio de un cordero; pero, si no lo rescatas, tendrás que romperle el cuello.
»Nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
21 »Trabaja durante seis días, pero descansa el séptimo. Ese día deberás descansar, incluso en el tiempo de arar y cosechar.
22 »Celebra con las primicias la fiesta de las Semanas, y también la fiesta de la cosecha de fin de año.[o]
23 »Todos tus varones deberán presentarse ante mí, su Señor y Dios, el Dios de Israel, tres veces al año. 24 Entonces yo echaré de tu presencia a las naciones, ensancharé tu territorio y nadie codiciará tu tierra.
25 »Cuando me ofrezcas un animal, no mezcles con levadura su sangre.
»Del animal que se ofrece en la fiesta de la Pascua no debe quedar nada para el día siguiente.
26 »Lleva tus mejores primicias a la casa del Señor tu Dios.
»No cuezas ningún cabrito en la leche de su madre».
27 El Señor le dijo a Moisés:
―Pon estas palabras por escrito, pues en ellas se basa el pacto que ahora hago contigo y con Israel.
28 Y Moisés se quedó en el monte, con el Señor, cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber nada. Allí, en las tablas, escribió los términos del pacto, es decir, los diez mandamientos.
El rostro radiante de Moisés
29 Cuando Moisés descendió del monte Sinaí, traía en sus manos las dos tablas de la ley. Pero no sabía que, por haberle hablado el Señor, de su rostro salía un haz de luz. 30 Al ver Aarón y todos los israelitas el rostro resplandeciente de Moisés, tuvieron miedo de acercársele; 31 pero Moisés llamó a Aarón y a todos los jefes, y ellos regresaron para hablar con él. 32 Luego se le acercaron todos los israelitas, y Moisés les ordenó acatar todo lo que el Señor le había dicho en el monte Sinaí.
33 En cuanto Moisés terminó de hablar con ellos, se cubrió el rostro con un velo. 34 Siempre que entraba a la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo mientras no salía. Al salir, les comunicaba a los israelitas lo que el Señor le había ordenado decir. 35 Y como los israelitas veían que su rostro resplandecía, Moisés se cubría de nuevo el rostro, hasta que entraba a hablar otra vez con el Señor.
Normas para el sábado
35 Moisés reunió a toda la comunidad israelita, y les dijo: «Estas son las órdenes que el Señor os manda cumplir: 2 Trabajad durante seis días, pero el séptimo día, el sábado, será para vosotros un día de reposo consagrado al Señor. Quien haga algún trabajo en él será condenado a muerte. 3 En sábado no se encenderá ningún fuego en ninguna de vuestras casas».
Materiales para el santuario(D)(E)
4 Moisés le dijo a toda la comunidad israelita: «Esto es lo que el Señor os ordena: 5 Tomad de entre vuestras pertenencias una ofrenda para el Señor. Todo el que se sienta movido a hacerlo, presente al Señor una ofrenda de oro, plata y bronce; 6 lana púrpura, carmesí y escarlata; lino, pelo de cabra, 7 pieles de carnero teñidas de rojo y pieles de delfín, madera de acacia, 8 aceite de oliva para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, 9 y piedras de ónice y otras piedras preciosas para engastarlas en el efod y en el pectoral.
10 »Todos los artesanos hábiles que haya entre vosotros deben venir y hacer todo lo que el Señor ha ordenado que se haga: 11 el santuario, con su tienda y su toldo, sus ganchos, sus tablones, sus travesaños, sus postes y sus bases; 12 el arca con sus varas, el propiciatorio y la cortina que resguarda el arca; 13 la mesa con sus varas y todos sus utensilios, y el pan de la Presencia; 14 el candelabro para el alumbrado y sus accesorios, las lámparas y el aceite para el alumbrado; 15 el altar del incienso con sus varas, el aceite de la unción y el incienso aromático, la cortina para la puerta a la entrada del santuario, 16 el altar de los holocaustos con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios, el lavamanos de bronce con su pedestal, 17 las cortinas del atrio con sus postes y bases, la cortina para la entrada del atrio, 18 las estacas del toldo para el santuario y para el atrio, y sus cuerdas; 19 y las vestiduras tejidas que deben llevar los sacerdotes para ministrar en el santuario, tanto las vestiduras sagradas para Aarón como las vestiduras para sus hijos».
20 Toda la comunidad israelita se retiró de la presencia de Moisés, 21 y todos los que en su interior se sintieron movidos a hacerlo llevaron una ofrenda al Señor para las obras en la Tienda de reunión, para todo su servicio, y para las vestiduras sagradas. 22 Así mismo, todos los que se sintieron movidos a hacerlo, tanto hombres como mujeres, llevaron como ofrenda toda clase de joyas de oro: broches, pendientes, anillos y otros adornos de oro. Todos ellos presentaron su oro como ofrenda mecida al Señor, 23 o bien llevaron lo que tenían: lana púrpura, carmesí y escarlata, lino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, y pieles de delfín. 24 Los que tenían plata o bronce los presentaron como ofrenda al Señor, lo mismo que quienes tenían madera de acacia, contribuyendo así con algo para la obra. 25 Las mujeres expertas en artes manuales presentaron los hilos de lana púrpura, carmesí o escarlata, y lino fino que habían hilado. 26 Otras, que conocían bien el oficio y se sintieron movidas a hacerlo, torcieron hilo de pelo de cabra. 27 Los jefes llevaron piedras de ónice y otras piedras preciosas, para que se engastaran en el efod y en el pectoral. 28 También llevaron especias y aceite de oliva para el alumbrado, el aceite de la unción y el incienso aromático. 29 Todos los israelitas que se sintieron movidos a hacerlo, lo mismo hombres que mujeres, presentaron al Señor ofrendas voluntarias para toda la obra que el Señor, por medio de Moisés, les había mandado hacer.
Bezalel y Aholiab(F)
30 Moisés les dijo a los israelitas: «Tened en cuenta que el Señor ha escogido expresamente a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, 31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa 32 para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, 33 para cortar y engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y realizar toda clase de diseños artísticos y artesanías. 34 Dios les ha dado a él y a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, la habilidad de enseñar a otros. 35 Los ha llenado de gran sabiduría para realizar toda clase de artesanías, diseños y recamados en lana púrpura, carmesí y escarlata, y lino. Son expertos tejedores y hábiles artesanos en toda clase de labores y diseños.
36 »Así pues, Bezalel y Aholiab llevarán a cabo los trabajos para el servicio del santuario, tal y como el Señor lo ha ordenado, junto con todos los que tengan ese mismo espíritu artístico, y a quienes el Señor haya dado pericia y habilidad para realizar toda la obra del servicio del santuario».
2 Moisés llamó a Bezalel y a Aholiab, y a todos los que tenían el mismo espíritu artístico, y a quienes el Señor había dado pericia y habilidad y se sentían movidos a venir y hacer el trabajo, 3 y les entregó todas las ofrendas que los israelitas habían llevado para realizar la obra del servicio del santuario. Pero, como día tras día el pueblo seguía llevando ofrendas voluntarias, 4 todos los artesanos y expertos que estaban ocupados en la obra del santuario suspendieron su trabajo 5 para ir a decirle a Moisés: «La gente está trayendo más de lo que se necesita para llevar a cabo la obra que el Señor mandó hacer».
6 Entonces Moisés ordenó que corriera la voz por todo el campamento: «¡Que nadie, ni hombre ni mujer, haga más labores ni traiga más ofrendas para el santuario!» De ese modo, los israelitas dejaron de llevar más ofrendas, 7 pues lo que ya habían hecho era más que suficiente para llevar a cabo toda la obra.
El santuario(G)
8 Todos los obreros con espíritu artístico hicieron el santuario con diez cortinas de lino fino y de lana púrpura, carmesí y escarlata, con querubines artísticamente bordados en ellas. 9 Todas las cortinas medían lo mismo, es decir, doce metros y medio de largo por un metro con ochenta centímetros de ancho.[p] 10 Cosieron cinco cortinas una con otra, e hicieron lo mismo con las otras cinco. 11 En el borde de la cortina, en el extremo del primer conjunto, hicieron presillas de lana púrpura; lo mismo hicieron con la cortina que estaba en el extremo del otro conjunto. 12 También hicieron cincuenta presillas en una cortina, y otras cincuenta presillas en la cortina del extremo del otro conjunto, quedando las presillas unas frente a las otras. 13 Después hicieron cincuenta ganchos de oro y los usaron para sujetar los dos conjuntos de cortinas, de modo que el santuario tenía unidad de conjunto.
14 Hicieron un total de once cortinas de pelo de cabra para cubrir el santuario a la manera de una tienda de campaña. 15 Las once cortinas tenían las mismas medidas, es decir, trece metros y medio de largo por un metro con ochenta centímetros de ancho.[q] 16 Cosieron dos conjuntos de cortinas, uno de cinco y otro de seis; 17 hicieron cincuenta presillas en el borde de la cortina del extremo de uno de los conjuntos, y también en el borde de la cortina del extremo del otro conjunto, 18 e hicieron cincuenta ganchos de bronce para unir la tienda en un solo conjunto. 19 Luego hicieron para la tienda un toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, y sobre ese toldo pusieron otro de pieles de delfín.
20 Hicieron tablones de madera de acacia para el santuario, y los colocaron en posición vertical. 21 Cada tablón medía cuatro metros y medio de largo por setenta centímetros de ancho,[r] 22 con dos ranuras paralelas entre sí. Todos los tablones del santuario los hicieron así:
23 Veinte tablones para el lado sur del santuario, 24 con cuarenta bases de plata que iban debajo de ellos, dos por cada tablón, una debajo de cada ranura;
25 veinte tablones para el lado opuesto, el lado norte del santuario, 26 con cuarenta bases de plata que iban debajo de ellos, dos por cada tablón, una debajo de cada ranura;
27 seis tablones para el extremo occidental del santuario, que era el más distante, y
28 dos tablones más para las esquinas del santuario en el extremo opuesto.
29 En estas dos esquinas, los tablones eran dobles de abajo hacia arriba, pero quedaban unidos por un solo anillo. En ambas esquinas se hizo lo mismo, 30 de modo que había ocho tablones y dieciséis bases de plata, dos debajo de cada tablón.
31 También hicieron travesaños de madera de acacia: cinco para los tablones de un costado del santuario, 32 cinco para los tablones del costado opuesto, y cinco para los tablones del costado occidental, en la parte posterior del santuario. 33 El travesaño central lo hicieron de tal modo que pasaba de un extremo al otro, a media altura de los tablones. 34 Recubrieron de oro los tablones, e hicieron unos anillos de oro para que los travesaños pasaran por ellos. También recubrieron de oro los travesaños.
35 La cortina la hicieron de lana púrpura, carmesí y escarlata, y de lino fino, con querubines artísticamente bordados en ella. 36 Le hicieron cuatro postes de madera de acacia y los recubrieron de oro, les pusieron ganchos de oro, y fundieron para ellos cuatro bases de plata. 37 Para la entrada de la tienda hicieron una cortina de lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, y de lino fino, recamada artísticamente, 38 y cinco postes con ganchos, para los que hicieron cinco bases de bronce; también recubrieron de oro los capiteles y los empalmes de los postes.
El arca(H)
37 Bezalel hizo el arca de madera de acacia, de un metro con diez centímetros de largo por setenta centímetros de ancho y setenta centímetros de alto.[s] 2 La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y puso en su derredor una moldura de oro. 3 Fundió cuatro anillos de oro para el arca, y se los ajustó a sus cuatro patas, colocando dos anillos en un lado y dos en el otro. 4 Hizo luego unas varas de madera de acacia, las recubrió de oro 5 y las pasó a través de los anillos en los costados del arca para poder transportarla.
6 El propiciatorio lo hizo de oro puro, de un metro con diez centímetros de largo por setenta centímetros de ancho.[t] 7 Para los dos extremos del propiciatorio hizo dos querubines de oro trabajado a martillo. 8 Uno de ellos iba en uno de los extremos, y el otro iba en el otro extremo; los hizo de modo que en ambos extremos los dos querubines formaran una sola pieza con el propiciatorio. 9 Los querubines tenían las alas extendidas por encima del propiciatorio, y con ellas lo cubrían. Quedaban el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio.
La mesa(I)
10 Bezalel hizo la mesa de madera de acacia, de noventa centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho y setenta centímetros de alto.[u] 11 La recubrió de oro puro y le puso en derredor una moldura de oro. 12 También le hizo un reborde de veinte centímetros[v] de ancho, y alrededor del reborde le puso una moldura de oro. 13 Fundió cuatro anillos de oro para la mesa y se los sujetó a las cuatro esquinas, donde iban las cuatro patas. 14 Los anillos fueron colocados cerca del reborde para pasar por ellos las varas empleadas para transportar la mesa. 15 Esas varas eran de madera de acacia y estaban recubiertas de oro. 16 Los utensilios para la mesa, y sus platos, bandejas, tazones, y jarras para derramar las ofrendas de libación, los hizo de oro puro.
El candelabro(J)
17 Bezalel hizo el candelabro de oro puro labrado a martillo. Su base y su tallo, y sus copas, cálices y flores formaban una sola pieza con él. 18 De los costados del candelabro salían seis brazos, tres de un lado y tres del otro. 19 En cada uno de los seis brazos del candelabro había tres copas en forma de flores de almendro, con cálices y pétalos. 20 El candelabro mismo tenía cuatro copas en forma de flor de almendro, con cálices y pétalos. 21 Debajo del primer par de brazos que salía del candelabro había un cáliz; debajo del segundo par de brazos había un segundo cáliz, y debajo del tercer par de brazos había un tercer cáliz. 22 Los cálices y los brazos formaban una sola pieza con el candelabro, el cual era de oro puro labrado a martillo.
23 Hizo también de oro puro sus siete lámparas, lo mismo que sus despabiladeras y braseros. 24 Para hacer el candelabro y todos sus accesorios, usó treinta y tres kilos[w] de oro puro.
El altar del incienso(K)
25 Bezalel hizo de madera de acacia el altar del incienso. Era cuadrado, de cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho y noventa centímetros de alto.[x] Sus cuernos formaban una sola pieza con el altar. 26 Recubrió de oro puro su parte superior, sus cuatro costados y sus cuernos, y en su derredor le puso una moldura de oro. 27 Debajo de la moldura le puso dos anillos de oro, es decir, dos en cada uno de sus costados, para pasar por ellos las varas empleadas para transportarlo. 28 Las varas eran de madera de acacia, y las recubrió de oro.
29 Bezalel hizo también el aceite de la unción sagrada y el incienso puro y aromático, como hacen los fabricantes de perfumes.
El altar de los holocaustos(L)
38 Bezalel hizo de madera de acacia el altar de los holocaustos. Era cuadrado, de dos metros con treinta centímetros por lado, y de un metro con treinta centímetros de alto.[y] 2 Puso un cuerno en cada una de sus cuatro esquinas, los cuales formaban una sola pieza con el altar, y el altar lo recubrió de bronce. 3 Hizo de bronce todos sus utensilios: sus portacenizas, sus tenazas, sus aspersorios, sus tridentes y sus braseros. 4 Hizo también un enrejado para el altar —una rejilla de bronce—, y la puso bajo el reborde inferior del altar, a media altura del mismo. 5 Fundió cuatro anillos de bronce para las cuatro esquinas del enrejado de bronce, para pasar por ellos las varas; 6 hizo las varas de madera de acacia, las recubrió de bronce 7 y las introdujo en los anillos, de modo que quedaron a los dos costados del altar para poder transportarlo. El altar lo hizo hueco y de tablas. 8 Además, con el bronce de los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la Tienda de reunión, hizo el lavamanos y su pedestal.
El atrio(M)
9 Después hicieron el atrio. El lado sur medía cuarenta y cinco metros[z] de largo, y tenía cortinas de lino fino, 10 veinte postes y veinte bases de bronce, con ganchos y empalmes de plata en los postes. 11 El lado norte medía también cuarenta y cinco metros de largo, y tenía veinte postes y veinte bases de bronce, con ganchos y empalmes de plata en los postes.
12 El lado occidental medía veintidós metros y medio[aa] de ancho, y tenía cortinas y diez postes y diez bases, con ganchos y empalmes de plata en los postes. 13 Por el lado oriental, hacia la salida del sol, medía también veintidós metros y medio de ancho. 14 A un lado de la entrada había cortinas de siete metros[ab] de largo, tres postes y tres bases, 15 y al otro lado de la entrada había también cortinas de siete metros de largo, tres postes y tres bases. 16 Todas las cortinas que rodeaban el atrio eran de lino fino. 17 Las bases para los postes eran de bronce, los ganchos y los empalmes en los postes eran de plata, y sus capiteles estaban recubiertos de plata. Todos los postes del atrio tenían empalmes de plata.
18 La cortina a la entrada del atrio era de lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, y de lino fino, recamada artísticamente. Medía nueve metros[ac] de largo por dos metros con treinta centímetros[ad] de alto, como las cortinas del atrio, 19 y tenía cuatro postes y cuatro bases de bronce. Sus ganchos y sus empalmes eran de plata, y sus capiteles estaban recubiertos de plata. 20 Todas las estacas del toldo para el santuario y del atrio que lo rodeaba eran de bronce.
Los materiales usados
21 Estas son las cantidades de los materiales usados para el santuario del pacto. Los levitas hicieron este registro por orden de Moisés y bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. 22 Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, hizo todo lo que el Señor le ordenó a Moisés. 23 Con él estaba Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, que era artesano, diseñador y recamador en lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, y en lino.
24 El total del oro dado como ofrenda y empleado en toda la obra del santuario era de una tonelada,[ae] según la tasación oficial[af] del santuario.
25 La plata entregada por los miembros de la comunidad contados en el censo llegó a tres toneladas y media,[ag] según la tasación oficial del santuario. 26 Todos los mayores de veinte años de edad que fueron censados llegaron a un total de seiscientos tres mil quinientos cincuenta, y cada uno de ellos dio seis gramos[ah] de plata, según la tasación oficial del santuario. 27 Tres mil trescientos kilos[ai] de plata se emplearon en las cien bases fundidas para el santuario y para la cortina, de modo que cada base pesaba treinta y tres kilos.[aj] 28 La plata restante[ak] se empleó en hacer los ganchos para los postes y recubrir los capiteles de los postes, y para hacer sus empalmes.
29 El total del bronce dado como ofrenda fue de dos mil trescientos cuarenta kilos,[al] 30 y se empleó en las bases para la entrada de la Tienda de reunión, en el altar de bronce con su enrejado de bronce y todos sus utensilios, 31 en las bases para el atrio y la entrada al atrio, y en todas las estacas del toldo para el santuario y para el atrio que lo rodeaba.
Las vestiduras sacerdotales
39 Las vestiduras tejidas para ministrar en el santuario se hicieron de lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata. También se hicieron vestiduras sagradas para Aarón, como se lo mandó el Señor a Moisés.
El efod(N)
2 El efod lo hizo Bezalel de oro, lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, y lino fino. 3 Martillaron finas láminas de oro y las cortaron en hebras para entretejerlas artísticamente con la lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, y con el lino. 4 Se hicieron hombreras para el efod, las cuales se sujetaron a sus dos extremos. 5 Su cinturón tenía la misma hechura que el efod, y formaba una sola pieza con él; estaba hecho de oro, lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, y lino fino, como se lo mandó el Señor a Moisés.
6 Las piedras de ónice se engarzaron en los engastes de filigrana de oro, y en ellas se grabaron, a manera de sello, los nombres de los hijos de Israel. 7 Luego las sujetaron a las hombreras del efod para recordar a los hijos de Israel, como se lo mandó el Señor a Moisés.
El pectoral(O)
8 Bezalel hizo también el pectoral, bordado artísticamente, como el efod, con hilo de oro, lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, y lino fino, 9 doble y cuadrado, de veinte centímetros por lado.[am] 10 En él se engastaron cuatro filas de piedras preciosas. En la primera fila había un rubí, un crisólito y una esmeralda; 11 en la segunda hilera, una turquesa, un zafiro y un jade; 12 en la tercera hilera, un jacinto, un ágata y una amatista; 13 en la cuarta hilera, un topacio, un ónice y un jaspe.[an] Estaban engarzadas en engastes de filigrana de oro, 14 y eran doce piedras, una por cada uno de los hijos de Israel, grabada a manera de sello con el nombre de cada una de las doce tribus.
15 Para el pectoral se hicieron cadenillas de oro puro, a manera de cordón. 16 Se hicieron dos engastes en filigrana de oro y dos anillos de oro, y se sujetaron los anillos en los dos extremos del pectoral; 17 luego se sujetaron las dos cadenillas de oro en los anillos a los extremos del pectoral, 18 y los otros dos extremos de las cadenillas en los dos engastes, asegurándolos a las hombreras del efod por la parte delantera. 19 Se hicieron otros dos anillos de oro, y los sujetaron a los otros dos extremos del pectoral, en el borde interior, junto al efod. 20 Además, se hicieron otros dos anillos de oro, los cuales sujetaron la parte inferior de las hombreras, por delante del efod y junto a la costura, exactamente encima del cinturón del efod. 21 Con un cordón de lana púrpura, ataron los anillos del pectoral a los anillos del efod, a fin de unir el pectoral al cinturón para que no se desprendiera del efod, como se lo mandó el Señor a Moisés.
Otras vestiduras sacerdotales(P)
22 Bezalel hizo de lana teñida de púrpura, y tejido artísticamente, todo el manto del efod. 23 Lo hizo con una abertura en el centro, como abertura para la cabeza,[ao] y con un refuerzo alrededor de la abertura, para que no se rasgara. 24 En todo el borde inferior del manto se hicieron granadas de lana púrpura, carmesí y escarlata, y de lino fino, 25 lo mismo que campanillas de oro puro, las cuales se colocaron en todo el borde inferior, entre las granadas. 26 Las campanillas y las granadas se colocaron, en forma alternada, en todo el borde inferior del manto que debía llevarse para ejercer el ministerio, como se lo mandó el Señor a Moisés.
27 Para Aarón y sus hijos se hicieron túnicas de lino tejidas artísticamente, 28 las mitras y el turbante de lino, y la ropa interior de lino fino. 29 La faja era de lino fino y de lana teñida de púrpura, carmesí y escarlata, recamada artísticamente, como se lo mandó el Señor a Moisés.
30 La placa sagrada se hizo de oro puro, y se grabó en ella, a manera de sello, Santidad para el Señor. 31 Luego se le ató un cordón de lana teñida de púrpura para sujetarla al turbante, como se lo mandó el Señor a Moisés.
Moisés inspecciona el santuario(Q)
32 Toda la obra del santuario, es decir, la Tienda de reunión, quedó terminada. Los israelitas lo hicieron todo tal y como el Señor se lo mandó a Moisés, 33 y le presentaron a Moisés el santuario, la tienda y todos sus utensilios, sus ganchos, tablones, travesaños, postes y bases, 34 el toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, el toldo de pieles de delfín y la cortina que resguardaba el arca, 35 el arca del pacto con sus varas y el propiciatorio, 36 la mesa con todos sus utensilios y el pan de la Presencia, 37 el candelabro de oro puro con su hilera de lámparas y todos sus utensilios, y el aceite para el alumbrado; 38 el altar de oro, el aceite de la unción, el incienso aromático y la cortina para la entrada de la tienda, 39 el altar de bronce con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios; el lavamanos y su pedestal, 40 las cortinas del atrio con sus postes y bases, y la cortina para la entrada del atrio; las cuerdas y las estacas del toldo para el atrio; todos los utensilios para el santuario, la Tienda de reunión, 41 y las vestiduras tejidas para ministrar en el santuario, tanto las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón como las vestiduras sacerdotales para sus hijos.
42 Los israelitas hicieron toda la obra tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 43 Moisés, por su parte, inspeccionó la obra y, al ver que la habían hecho tal y como el Señor se lo había ordenado, los bendijo.
Se levanta el santuario
40 El Señor habló con Moisés y le dijo: 2 «En el día primero del mes primero, levanta el santuario, es decir, la Tienda de reunión. 3 Pon en su interior el arca del pacto, y cúbrela con la cortina. 4 Lleva adentro la mesa y ponla en orden. Pon también dentro del santuario el candelabro, y enciende sus lámparas. 5 Coloca el altar del incienso frente al arca del pacto, y cuelga la cortina a la entrada del santuario.
6 »Coloca el altar de los holocaustos frente a la entrada del santuario, la Tienda de reunión; 7 coloca el lavamanos entre la Tienda de reunión y el altar, y pon agua en él. 8 Levanta el atrio en su derredor, y coloca la cortina a la entrada del atrio.
9 »Toma el aceite de la unción, y unge el santuario y todo lo que haya en él; conságralo, junto con todos sus utensilios, para que sea un objeto sagrado. 10 Unge también el altar de los holocaustos y todos sus utensilios; conságralo, para que sea un objeto muy sagrado. 11 Unge además, y consagra, el lavamanos y su pedestal.
12 »Lleva luego a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda de reunión, haz que se bañen, 13 y ponle a Aarón sus vestiduras sagradas. Úngelo y conságralo, para que ministre como sacerdote mío. 14 Acerca entonces a sus hijos, ponles sus túnicas, 15 y úngelos como ungiste a su padre, para que ministren como mis sacerdotes. La unción les conferirá un sacerdocio válido para todas las generaciones venideras».
16 Moisés hizo todo tal y como el Señor se lo mandó. 17 Fue así como el santuario se instaló el día primero del mes primero del año segundo. 18 Al instalar el santuario, Moisés puso en su lugar las bases, levantó los tablones, los insertó en los travesaños, y levantó los postes; 19 luego extendió la tienda de campaña sobre el santuario, y encima de esta puso el toldo, tal y como el Señor se lo mandó.
20 A continuación, tomó el documento del pacto y lo puso en el arca; luego ajustó las varas al arca, y sobre ella puso el propiciatorio. 21 Llevó el arca al interior del santuario, y colgó la cortina para resguardarla. De este modo protegió el arca del pacto, tal y como el Señor se lo había ordenado.
22 Moisés puso la mesa en la Tienda de reunión, en el lado norte del santuario, fuera de la cortina, 23 y puso el pan en orden ante el Señor, como el Señor se lo había ordenado. 24 Colocó luego el candelabro en la Tienda de reunión, frente a la mesa, en el lado sur del santuario, 25 y encendió las lámparas ante el Señor, como el Señor se lo había ordenado. 26 Puso también el altar de oro en la Tienda de reunión, frente a la cortina, 27 y sobre él quemó incienso aromático, tal y como el Señor se lo había ordenado. 28 Después de eso colgó la cortina a la entrada del santuario.
29 Moisés puso también el altar de los holocaustos a la entrada del santuario, la Tienda de reunión, y sobre él ofreció holocaustos y ofrendas de grano, tal y como el Señor se lo había ordenado. 30 Colocó luego el lavamanos entre la Tienda de reunión y el altar, y echó en ella agua para lavarse, 31 y Moisés, Aarón y sus hijos se lavaron allí las manos y los pies. 32 Siempre que entraban en la Tienda de reunión o se acercaban al altar se lavaban, tal y como el Señor se lo había ordenado.
33 Después levantó Moisés el atrio en torno al santuario y al altar, y colgó la cortina a la entrada del atrio. Así terminó Moisés la obra.
La gloria del Señor
34 En ese instante, la nube cubrió la Tienda de reunión, y la gloria del Señor llenó el santuario. 35 Moisés no podía entrar en la Tienda de reunión porque la nube se había posado en ella y la gloria del Señor llenaba el santuario.
36 Siempre que la nube se levantaba y se apartaba del santuario, los israelitas levantaban campamento y se ponían en marcha. 37 Si la nube no se levantaba, ellos no se ponían en marcha. 38 Durante todas las marchas de los israelitas, la nube del Señor reposaba sobre el santuario durante el día, pero durante la noche había fuego en la nube, a la vista de todo el pueblo de Israel.
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