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La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Mateo 22-23

Parábola del banquete de bodas

22 Tomando Jesús la palabra, les habló otra vez en parábolas, diciendo: (A)El reino de los cielos puede compararse a[a] un rey[b] que hizo un banquete de bodas(B) para su hijo. Y envió a sus siervos(C) a llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no quisieron venir. De nuevo envió otros siervos(D), diciendo: Decid a los que han sido invitados: «Ved, ya he preparado mi banquete; he matado mis novillos y animales cebados, y todo está aparejado; venid a las bodas». Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a sus negocios, y los demás, echando mano a los siervos, los maltrataron y los mataron. Entonces el rey se enfureció, y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos asesinos e incendió su ciudad. Luego dijo* a sus siervos: «La boda está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos. Id, por tanto, a las salidas de los caminos(E), e invitad a las bodas a cuantos encontréis». 10 Y aquellos siervos salieron por los caminos, y reunieron a todos los que encontraron, tanto malos como buenos; y el salón de bodas se llenó de comensales[c]. 11 Pero cuando el rey entró a ver a los comensales, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda(F), 12 y le dijo*: «Amigo(G), ¿cómo entraste aquí sin[d] traje de boda?». Y él enmudeció. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: «Atadle las manos y los pies, y echadlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes(H)». 14 Porque muchos son llamados[e], pero pocos son escogidos(I).

El pago del impuesto al César

15 (J)Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra. 16 Y le enviaron* sus discípulos junto con los herodianos(K), diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor[f] de nadie, porque eres imparcial[g]. 17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito pagar[h] impuesto(L) al César(M), o no? 18 Pero Jesús, conociendo su malicia, dijo: ¿Por qué me ponéis a prueba, hipócritas? 19 Mostradme la moneda(N) que se usa para pagar ese impuesto. Y le trajeron un denario[i]. 20 Y Él les dijo*: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? 21 Ellos le dijeron*: Del César. Entonces Él les dijo*: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios(O). 22 Al oír esto, se maravillaron; y dejándole, se fueron(P).

Pregunta sobre la resurrección

23 (Q)Ese día se le acercaron algunos saduceos(R) (los que dicen que no hay resurrección(S)), y le preguntaron, 24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: «Si alguno muere sin tener hijos, su hermano, como pariente más cercano, se casará con su mujer y levantará descendencia a su hermano(T)». 25 Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos; y el primero se casó, y murió; pero no teniendo descendencia, le dejó la mujer a su hermano; 26 de igual manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. 27 Y después de todos, murió la mujer. 28 Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos ellos la tuvieron. 29 Pero Jesús respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender[j] las Escrituras ni el poder de Dios(U). 30 Porque en la resurrección, ni se casan(V) ni son dados en matrimonio, sino que son como los ángeles de Dios[k] en el cielo. 31 Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: 32 «Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob(W)»? Él no es Dios de muertos, sino de vivos. 33 Al oír esto, las multitudes se admiraban de su enseñanza(X).

El gran mandamiento

34 (Y)Pero al oír los fariseos que Jesús había dejado callados a los saduceos(Z), se agruparon; 35 y uno de ellos, intérprete de la ley[l](AA), para ponerle a prueba[m] le preguntó: 36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? 37 Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente(AB). 38 Este es el grande y el primer mandamiento. 39 Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo(AC). 40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas(AD).

Jesús, Hijo y Señor de David

41 (AE)Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo una pregunta, 42 diciendo: ¿Cuál es vuestra opinión sobre el Cristo[n]? ¿De quién es hijo? Ellos le dijeron*: De David(AF). 43 Él les dijo*: Entonces, ¿cómo es que David en el Espíritu[o](AG) le llama «Señor», diciendo:

44 «Dijo el Señor a mi Señor:
siéntate a mi diestra,
hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies(AH)”»?

45 Pues si David le llama «Señor», ¿cómo es Él su hijo? 46 Y nadie pudo contestarle ni una palabra(AI), ni ninguno desde ese día se atrevió a hacerle más preguntas.

Jesús denuncia a los escribas y fariseos

23 (AJ)Entonces Jesús habló a la muchedumbre y a sus discípulos, diciendo: Los escribas y los fariseos(AK) se han sentado en la cátedra de Moisés. De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen. Atan cargas pesadas(AL) y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres(AM); pues ensanchan sus filacterias[p](AN) y alargan los flecos de sus mantos(AO); aman el lugar de honor en los banquetes(AP) y los primeros asientos en las sinagogas, y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí [q](AQ). Pero vosotros no dejéis(AR) que os llamen Rabí(AS); porque uno es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis a nadie padre vuestro en la tierra, porque uno es vuestro Padre(AT), el que está en los cielos. 10 Ni dejéis que os llamen preceptores[r]; porque uno es vuestro Preceptor, Cristo. 11 Pero el mayor de vosotros será vuestro servidor(AU). 12 Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado(AV).

Ocho ayes contra los escribas y fariseos

13 Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(AW)!, porque cerráis el reino de los cielos(AX) delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14 [s]¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas(AY), aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación.

15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito(AZ), y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno[t](BA) dos veces más que vosotros.

16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos(BB)!, que decís: «No es nada el que alguno jure por el templo[u](BC); pero el que jura por el oro del templo[v], contrae obligación». 17 ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿qué es más importante[w](BD): el oro, o el templo[x] que santificó el oro? 18 También decís: «No es nada el que alguno jure por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación». 19 ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante[y](BE): la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20 Por eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; 21 y el que jura por el templo[z], jura por él y por el que en él habita(BF); 22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios(BG) y por el que está sentado en él.

23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(BH)!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y estas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas. 24 ¡Guías ciegos(BI), que coláis el mosquito y os tragáis el camello!

25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato(BJ), pero por dentro están llenos de[aa] robo y de desenfreno. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato(BK), para que lo de afuera también quede limpio.

27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(BL)!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(BM)!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido[ab] en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas». 31 Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos[ac] de los que asesinaron a los profetas(BN). 32 Llenad, pues[ad], la medida de la culpa de vuestros padres. 33 ¡Serpientes! ¡Camada de víboras(BO)! ¿Cómo escaparéis del juicio[ae] del infierno[af](BP)? 34 (BQ)Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas(BR): de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas(BS) y los perseguiréis de ciudad en ciudad(BT), 35 para que recaiga[ag] sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel(BU) hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías(BV), a quien asesinasteis entre el templo[ah] y el altar(BW). 36 En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación(BX).

Lamentación sobre Jerusalén

37 ¡(BY)Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella(BZ)! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas(CA), y no quisiste! 38 He aquí, vuestra casa(CB) se os deja desierta[ai]. 39 Porque os digo que desde ahora en adelante no me veréis más hasta que digáis: «Bendito el que viene en el nombre del Señor(CC)».

La Biblia de las Américas (LBLA)

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