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Read the Bible from start to finish, from Genesis to Revelation.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Isaías 5-8

Canción dedicada al viñedo

Voy a cantar ahora una canción
    dedicada a mi amigo, el novio.
    Una canción que habla de su viñedo, o sea, de su novia.
Mi amigo tenía un viñedo
    en una ladera protegida de olivos.
Preparó el terreno, lo limpió de piedras
    y sembró las mejores cepas.
Construyó una torre de vigilancia en medio del terreno;
    cavó un lugar para hacer el vino.
Él esperaba que produjera uvas buenas,
    pero produjo uvas de mal olor.

Ahora, habitantes de Jerusalén y gente de Judá,
    juzguen este asunto entre mi viñedo y yo.
¿Qué más se podía haber hecho por mi viñedo
    que yo no haya hecho ya?
Si yo esperaba que produjera uvas buenas,
    ¿por qué produjo uvas de mal olor?

Yo les voy a contar
    lo que haré con mi viñedo:
Derribaré su cerca para que lo destruyan;
    destruiré su muro para que lo pisoteen.
Acabaré con él,
    no se podará ni arreglará.
Crecerán allí los espinos y la maleza.
    Ordenaré que las nubes no le den lluvia.

La nación de Israel es el viñedo del SEÑOR Todopoderoso.
    La gente de Judá es su sembrado preferido.
Él esperaba juicios justos,
    pero sólo encontró derramamiento de sangre.
Esperaba justicia,
    pero sólo encontró gritos de angustia.

Castigo para los explotadores

Qué mal les va a ir a los que van acumulando casas
    y más casas, terrenos y más terrenos,
hasta que te dejan en la calle,
    al aire libre.
El SEÑOR Todopoderoso me dijo al oído:
    «Muchas casas van a ser destruidas;
    casas grandes y hermosas quedarán desocupadas.
10 Tres hectáreas[a] de viña sólo producirán un barril[b] de vino,
    y diez costales[c] de semilla producirán tan sólo un canasto[d] de trigo».

11 Qué mal les va a ir a los que se levantan
    en la mañana tras un trago
y se quedan hasta tarde
    embriagándose con vino.
12 En sus fiestas hay liras,
    arpas, tambores, flautas y vino.
Pero no prestan atención a lo que el SEÑOR ha hecho
    ni a la obra de sus manos.

13 Por tanto, mi pueblo será hecho prisionero y desterrado
    porque no reconoció mi autoridad.
La gente importante padecerá de hambre,
    y los del montón padecerán de sed.
14 Por eso el sepulcro ensancha su garganta
    y abre la boca en forma desmesurada
para recibir en plena fiesta a todos los que se la pasan
    en parrandas y diversiones destructivas.
15 Así es humillado el ser humano,
    se baja al hombre de su nube
    y se le hace cambiar su actitud arrogante.
16 De esta manera el SEÑOR Todopoderoso recibe honor por juzgar rectamente.
    El Dios santo será reconocido santo porque actúa con justicia.
17 Los corderos se alimentarán como si estuvieran en sus propios campos,
    y las cabritas pastarán entre las ruinas de los ricos.

18 Qué mal les irá a los que arrastran la maldad con cuerdas engañosas,
    y el pecado con cuerdas de carreta.
19 Ellos dicen: «Que el SEÑOR se apure,
    que haga su obra rápido,
    para que veamos qué es lo que hace.
Que el plan del Santo de Israel se cumpla pronto
    para que podamos conocerlo».

20 Qué mal les irá a los que a lo malo llaman bueno
    y a lo bueno llaman malo.
Los que tienen por luz la oscuridad
    y por oscuridad la luz.
Los que dicen que lo amargo es dulce
    y que lo dulce es amargo.

21 Qué mal les irá a los que se creen sabios,
    los que piensan que son muy inteligentes.
22 Qué mal les irá a los que son unos campeones
    para tomar vino y muy valientes para servir cerveza.
23 A los que reciben soborno para dejar en libertad al culpable
    y se niegan a hacer justicia al inocente.
24 Por eso, su raíz se pudrirá
    y su flor se hará polvo como el fuego quema la paja
    y las llamas destruyen las hojas secas.
Eso les sucederá porque rechazaron la enseñanza[e] del SEÑOR
    y despreciaron el mensaje del Santo de Israel.
25 Por eso el SEÑOR se enfureció con su pueblo
    y levantó su mano para castigarlos.
Las montañas temblaron
    y los cadáveres quedaron regados en las calles como basura.
Aun así no disminuyó su ira
    y su brazo sigue levantado.

26 Él le hace señas a una nación lejana,
    con silbidos los llama desde lo más remoto de la tierra.
Miren, lo rápido que vienen,
    llegan en un abrir y cerrar de ojos.
27 Ninguno se cansa ni desfallece;
    no se duermen, ni siquiera les da sueño.
No se les desabrochan los cinturones,
    ni se les rompen los cordones de las sandalias.
28 Sus flechas son bien puntiagudas
    y sus arcos ya están tensos.
Los cascos de sus caballos parecen fuertes piedras brillantes
    y las ruedas de sus carros de combate giran como remolino.
29 Rugen como un león,
    como leones jóvenes que gruñen,
apresan sus víctimas y se las llevan
    sin que nadie pueda rescatarlas.
30 Ese día, esa nación rugirá contra Israel
    como rugido del mar.
Quien mire el país verá oscuridad y dolor.
    Estará tan nublado que la luz se volverá oscuridad.

Llamamiento de Isaías

El año en que murió el rey Uzías, vi al SEÑOR sentado en un trono muy alto. Los bordes de su manto llenaban el templo. Sobre él se veían ángeles serafines[f], con seis alas cada uno. Con dos alas se cubrían el rostro, con otras dos se cubrían los pies y con las otras dos volaban. Ellos se decían el uno al otro:

«Santo, santo, santo es el SEÑOR Todopoderoso.
    Su gloria llena toda la tierra».

El umbral de las puertas se estremecía debido al sonido de las voces y todo el templo se llenó de humo. Entonces yo exclamé: «¡Pobre de mí! Ya me doy por muerto porque mis labios son impuros, vivo en medio de un pueblo de labios impuros y, sin embargo, he visto al Rey, al SEÑOR Todopoderoso». Entonces uno de los serafines voló hacia mí. Él tenía en su mano un carbón ardiente que había agarrado con unas tenazas de las brasas del altar. Tocó mis labios con él y dijo:

«Mira, esto ha tocado tus labios;
    se limpia tu culpa,
    se perdona tu pecado».

Y oí la voz del Señor que decía:

—¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?

Entonces yo dije:

—Aquí me tienes, envíame a mí.

Dijo entonces:

—Ve y dile a este pueblo:

“Por más que oigan, no entenderán;
    por más que miren, no captarán”.
10 Cierra la mente de este pueblo,
    tápales los oídos,
    ciérrales los ojos.
Si no fuera así, entenderían lo que ven
    y lo que oyen,
se volverían a mí
    y yo los sanaría.

11 Yo le pregunté:

—¿Hasta cuándo, Señor?

Él contestó:

—Hasta que las ciudades queden destruidas,
    y no haya gente viviendo en ellas.
Hasta que no haya gente viviendo en las casas
    y la tierra quede arrasada y desolada.
12 Hasta que el SEÑOR haya enviado a su pueblo bien lejos
    y el desierto se haya extendido.
13 Si llega a quedar en el país
    aunque sea una décima parte del pueblo,
    se quemará lo que queda.
Pero de la misma manera que queda un tocón cuando se tala el roble o la encina,
    así también ese tocón será la simiente santa que retoñará.

Problemas con Siria

Durante el reinado en Judá del rey Acaz, hijo de Jotán y nieto de Uzías, los reyes Rezín de Siria y Pecaj hijo de Remalías[g] de Israel, marcharon contra Jerusalén para atacarla, pero no pudieron tomar la ciudad. La familia de David[h] recibió el informe de que Siria se había aliado con Efraín, lo cual hizo que tanto Acaz como su pueblo se atemorizaran y temblaran de miedo, como los árboles de un bosque cuando los azota el viento.

Entonces el SEÑOR le dijo a Isaías: «Ve con tu hijo Sear Yasub[i] a entrevistarte con Acaz en el lugar donde termina el canal del estanque superior, en el camino que va al Campo del Lavandero, y dile: “Ten cuidado y no pierdas la calma. No tengas miedo ni te desanimes por causa de esos dos leños humeantes. No temas la furia de Rezín el sirio ni tampoco al hijo de Remalías. Siria junto con Efraín y el hijo de Remalías han hecho planes contra ti. Ellos han dicho: Ataquemos a Judá, que cunda el pánico, repartámosla entre nosotros y pongamos allí por rey al hijo de Tabel”. Pero el Señor DIOS dice:

»Ese plan no tendrá éxito,
    no podrá llevarse a cabo.
La cabeza de Siria es Damasco,
    la cabeza de Damasco es Rezín.
Dentro de 65 años
    Efraín será destruido
    y dejará de ser una nación.
La cabeza de Efraín es Samaria,
    la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías.
Si ustedes no se mantienen firmes en su fe,
    no podrán permanecer firmes en nada».

Emanuel, Dios con nosotros

10 El SEÑOR le dijo también a Acaz:

11 —Pídele al SEÑOR tu Dios una señal en lo profundo del lugar de los muertos o en las alturas de los cielos.

12 Pero Acaz dijo:

—Yo no le voy a pedir nada al SEÑOR, no lo voy a poner a prueba.

13 Entonces Isaías dijo:

—Escuchen, los de la familia de David: ¿No les basta con agotar la paciencia de los seres humanos? ¿Quieren ahora agotar también la paciencia de Dios? 14 Por tanto, el Señor les dará una señal:

»Miren, la joven quedará embarazada
    y dará a luz un hijo,[j]
    al que llamará Emanuel[k].
15 Se alimentará de cuajada con miel
    hasta que tenga uso de razón.
16 Y antes de que el niño tenga uso de razón,
    ya la tierra de esos dos reyes a los que tanto temes,
    quedará desolada.

17 »Pero el SEÑOR traerá un tiempo de angustia contra ti,
    contra tu pueblo y contra la familia de tu padre,
el cual no se ha visto desde que Efraín[l] se separó de Judá;
    traerá contra ti al rey de Asiria».

18 Ese día, el SEÑOR silbará llamando a la «Mosca»
    que está en los ríos lejanos de Egipto
    y a la «Abeja» que está en territorio de Asiria.
19 Todas ellas vendrán y se instalarán
    en las quebradas profundas,
    en las hendiduras de las rocas,
en todos los matorrales espinosos
    y en todos los sitios donde bebe el ganado.
20 Ese día, el Señor tomará de más allá del río Éufrates al rey de Asiria,
    como quien toma prestada una navaja,
y le afeitará a Israel la cabeza,
    la barba y el vello de los pies.[m]

21 Ese día, el que críe una ternera y dos cabras 22 tendrá suficiente leche como para poder comer leche cuajada. Todo el que sobreviva podrá comer cuajada y miel.

23 Ese día, en todo lugar donde hubo 1000 viñedos que costaban 1000 monedas[n] de plata cada uno, sólo quedarán matorrales y espinos. 24 Sólo se podrá entrar allí de cacería, con arco y flechas, porque todo el país estará cubierto de matorrales y espinos. 25 Ya no se podrá ir a los montes a donde la gente iba a cultivar con azadón, porque estarán llenos de matorrales y espinos; se usarán para dejar suelto el ganado y para que corran las ovejas.

La llegada de Asiria

Me dijo el SEÑOR: «Toma una tablilla grande[o] y un estilete[p] ordinario, y escribe “Para Maher Salal Jasbaz[q]”». Entonces yo les pedí al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías que me sirvieran de testigos dignos de confianza.

Luego tuve relaciones con la profetisa, ella quedó embarazada y tuvo un niño. Entonces el SEÑOR me dijo: «Ponle por nombre Maher Salal Jasbaz porque antes de que el niño aprenda a decir papá y mamá, todas las riquezas de Damasco[r] y de Samaria serán llevadas al rey de Asiria».

El SEÑOR volvió a hablarme y me dijo:

«Como este pueblo rechaza
    la corriente mansa de Siloé[s]
y se complace en Rezín
    y en el hijo de Remalías,
entonces yo les voy a mandar
    una tremenda inundación desde el río Éufrates.
Es el rey de Asiria con todo su poder;
    rebasará todos los canales
    y se desbordará por todas las orillas.
Llegará hasta Judá, la inundará
    y la cubrirá hasta el cuello.
Sus alas extendidas
    cubrirán completamente tu tierra, Emanuel[t]».

Reúnanse juntas, naciones de la tierra,
    oigan y aterrorícense todas las tierras lejanas.
Prepárense para la batalla,
    pero serán derrotadas.
Prepárense para la batalla,
    pero acabarán con ustedes.
10 Hagan sus planes,
    pero fracasarán.
Den sus órdenes,
    pero todo será inútil,
    porque Dios está con nosotros.

Es a Dios al que hay que temer

11 El SEÑOR me habló y me advirtió que no siguiera el camino de ese pueblo. Él me dijo:

12 «No llamen conspiración
    a todo lo que esta gente le dice conspiración.
No tengan miedo de todo lo que ellos tienen miedo;
    no teman.
13 Sólo al SEÑOR Todopoderoso
    es a quien ustedes deben considerar santo,
sólo a él es a quien hay que honrar,
    sólo a él es a quien hay que temer
14     y él será su lugar de refugio.
Pero para los dos reinos de Israel,
    él será una piedra de tropiezo
    y una roca que los hace caer.
Para los habitantes de Jerusalén,
    él será un lazo y una trampa.
15 Muchos de ellos tropezarán,
    caerán y serán destrozados.
Quedarán atrapados
    en las trampas puestas para ellos.
16 Guarda bien el testimonio,
    sella la enseñanza entre mis seguidores».

17 Yo esperaré en el SEÑOR,
    que está escondiendo su rostro del pueblo de Jacob.
    Tengo puestas mis esperanzas en él.
18 Miren, aquí estoy yo con los hijos
    que me ha dado el SEÑOR.
Somos señales y símbolos para Israel,
    de parte del SEÑOR Todopoderoso que vive en el monte Sion.
19 Cuando la gente les diga:
«Busquemos ayuda en los médiums y adivinos
    que hacen chirridos y baratos como de pájaros.
¿Es que acaso no debe un pueblo consultar a sus dioses
    y pedir a los muertos en favor de los vivos?»
20 Vayan entonces a la enseñanza y al testimonio,[u]
    y si lo que dicen los médiums y los adivinos
no concuerda con la enseñanza y el testimonio,
    ciertamente para ellos no habrá amanecer.

21 La gente irá por el país afligida y hambrienta.
    Por la furia y el hambre mirarán hacia el cielo
    y maldecirán a su rey y a su Dios.
22 Luego mirarán a la tierra
    y sólo verán angustia y oscuridad,
    y serán arrojados a las tinieblas.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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