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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Salmos 120-132

Protección contra la lengua engañosa

120 Canto de ascenso gradual[a].

Al SEÑOR llamé estando en
mi angustia
y él me respondió.
Libra mi alma, oh SEÑOR,
de los labios mentirosos
y de la lengua fraudulenta.
¿Qué se te dará, o qué te aprovechará,
oh lengua engañosa?
¡Afiladas flechas de guerrero
con brasas de retama!
¡Ay de mí, que soy peregrino en Mesec, y habito en las tiendas de Quedar!
Mucho tiempo ha habitado sola mi alma con los que aborrecen la paz.
Yo soy pacífico; pero cuando hablo ellos me hacen la guerra.

El SEÑOR guarda a su pueblo

121 Canto de ascenso gradual[b]. Alzaré mis ojos a los montes;

¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie
ni se adormecerá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.
El SEÑOR es tu protector;
el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te herirá de día
ni la luna de noche.
El SEÑOR te guardará de todo mal;
él guardará tu vida.
El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.

Oración por la paz de Jerusalén

122 Canto de ascenso graduala. De David. Yo me alegré con los que me decían:

“¡Vayamos a la casa del SEÑOR!”.
Ya se posan nuestros pies
ante tus puertas, oh Jerusalén.
¡Oh Jerusalén, que ha sido edificada como una ciudad toda compacta!
Allá suben las tribus,
las tribus del SEÑOR[c],
las congregaciones[d] de Israel,
para alabar el nombre del SEÑOR.
Porque allá están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.
Pidan por la paz de Jerusalén: “Vivan tranquilos los que te aman.
Haya paz dentro de tus murallas
y tranquilidad en tus palacios”.
Por causa de mis hermanos y de mis amigos,
diré yo: “Haya paz en ti”.
Por causa de la casa del SEÑOR nuestro Dios,
imploraré por tu bien.

Plegaria por la compasión divina

123 Canto de ascenso gradual[e]. A ti, que habitas en los cielos,

levanto mis ojos.
He aquí, como los ojos de los siervos miran la mano de sus amos,
y como los ojos de la sierva
miran la mano de su ama,
así nuestros ojos miran al SEÑOR, nuestro Dios,
hasta que tenga compasión de nosotros.
Ten compasión de nosotros, oh SEÑOR; ten compasión de nosotros
porque estamos hastiados del desprecio.
Nuestra alma está sumamente hastiada de la burla de los que están en holgura,
y del desprecio de los orgullosos opresores[f].

Gratitud por las pruebas superadas

124 Canto de ascenso gradual[g]. De David. “Si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros”,

dígalo, por favor, Israel,
“si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros
cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
entonces nos habrían tragado vivos cuando se encendió su furor
contra nosotros;
entonces las aguas nos habrían inundado; el torrente habría pasado sobre nosotros;
entonces las aguas tumultuosas habrían pasado sobre nosotros”.
Bendito sea el SEÑOR,
que no nos entregó como presa a los dientes de ellos.
Nuestra alma escapó como un pájaro
de la trampa de los cazadores.
Se rompió la trampa, y nosotros
escapamos.
Nuestro socorro está en el nombre del SEÑOR,
que hizo los cielos y la tierra.

El SEÑOR está alrededor de su pueblo

125 Canto de ascenso gradual[h].

Los que confían en el SEÑOR
son como el monte Sion, que no
se derrumba,
sino que está firme para siempre.
Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,
así el SEÑOR está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.
Porque el cetro de la impiedad
no reposará sobre la posesión de los justos,
no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.
Haz bien, oh SEÑOR, a los buenos,
a los que son rectos de corazón.
Pero a los que se apartan tras sus torcidos caminos,
el SEÑOR los llevará junto con los que obran iniquidad.
¡Sea la paz sobre Israel!

El retorno a Sion

126 Canto de ascenso gradual[i].

Cuando el SEÑOR restauró
de la cautividad a Sion
nos parecía que soñábamos.
Entonces nuestra boca se llenó de risa;
y nuestra lengua, de cantos de alegría. Entonces decían entre las naciones: “Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con estos”.
¡Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros!
Estamos alegres.
Restáuranos, oh SEÑOR, de la cautividad como los arroyos en el Néguev.
Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán.
El que va llorando,
llevando la bolsa de semilla,
volverá con regocijo
trayendo sus gavillas.

Todo depende de Dios

127 Canto de ascenso gradual[j]. De Salomón.Si el SEÑOR no edifica la casa

en vano trabajan los que la edifican.
Si el SEÑOR no guarda la ciudad
en vano vigila el guardia.
En vano se levantan de madrugada
y van tarde a reposar
comiendo el pan con dolor;
porque a su amado dará Dios el sueño.
He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos;
recompensa es el fruto del vientre.
Como flechas en la mano del valiente, así son los hijos que se tienen en la juventud.
Bienaventurado el hombre
que llena de ellos su aljaba.
No se avergonzarán aunque hablen con los enemigos en el tribunal.

Bendición del que teme a Dios

128 Canto de ascenso gradual[k]. Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR

y anda en sus caminos:
Cuando comas del trabajo de tus manos serás feliz y te irá bien.
Tu mujer será como una vid
que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo
alrededor de tu mesa.
Así será bendecido el hombre que teme al SEÑOR.
¡El SEÑOR te bendiga desde Sion! Que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
Que veas a los hijos de tus hijos. ¡La paz sea sobre Israel!

Súplica contra los opresores de Sion

129 Canto de ascenso gradual[l].

“Mucho me han angustiado desde mi juventud”;
dígalo, por favor, Israel,
“mucho me han angustiado
desde mi juventud
pero no han prevalecido contra mí.
Los aradores araron sobre mis espaldas; hicieron largos sus surcos.
Pero el SEÑOR es justo;
cortó las cuerdas de los impíos”.
Sean avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion.
Sean como la hierba sobre los techos, que se seca antes que crezca.
De ella no llena su mano el segador,
ni su regazo el que hace gavillas.
Tampoco dicen los que pasan: “La bendición del SEÑOR sea sobre ustedes;
los bendecimos en el nombre del SEÑOR”.

Esperanza en la redención divina

130 Canto de ascenso gradual[m].

De lo profundo de mi ser clamo a ti, oh SEÑOR.
Señor, escucha mi voz;
estén atentos tus oídos a la voz
de mi súplica.
Oh SEÑOR[n], si tienes presente los pecados,
¿quién podrá, oh Señor,
mantenerse en pie?
Pero en ti hay perdón
para que seas reverenciado.
Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza.
Mi alma espera al SEÑOR
más que los centinelas a la mañana;
sí, más que los centinelas a la mañana.
Oh Israel, pon tu esperanza en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay misericordia
y en él hay abundante redención.
Él redimirá a Israel
de todos sus pecados.

Esperanza y dependencia en Dios

131 Canto de ascenso gradual[o]. De David. Oh SEÑOR, no se ha envanecido mi corazón

ni mis ojos se han enaltecido
ni he andado en pos de grandezas
ni de cosas demasiado sublimes para mí.
Más bien, he sosegado y acallado mi alma como un niño destetado al lado
de su madre.
Como un niño destetado está mi alma dentro de mí.
Espera, oh Israel, en el SEÑOR desde ahora y para siempre.

Sion, la morada elegida

132 Canto de ascenso gradual[p].

Acuérdate, oh SEÑOR,
de David y de toda su aflicción
de cómo juró al SEÑOR
y prometió al Fuerte de Jacob, diciendo:
“No entraré en mi morada
ni subiré a mi cama.
No daré sueño a mis ojos
ni a mis párpados sopor
hasta que halle un lugar[q] para el SEÑOR, una morada para el Fuerte de Jacob”.
He aquí, en Efrata oímos de ella,
y la encontramos en los campos de Yaar[r]:
“Entremos en su tabernáculo; postrémonos ante el estrado de sus pies”.
Levántate, oh SEÑOR;
ven al lugar de tu reposo;
tú y el arca de tu poder.
Tus sacerdotes sean revestidos de justicia, y tus fieles canten de júbilo.
10 Por causa de tu siervo David,
no rechaces el rostro de tu ungido.
11 Con verdad juró el SEÑOR a David,
y no se apartará de ello:
“Del fruto de tu cuerpo
pondré sobre tu trono.
12 Si tus hijos guardan mi pacto
y este testimonio que yo les enseño, sus hijos también se sentarán
en tu trono para siempre”.
13 Porque el SEÑOR ha elegido a Sion
y la ha deseado como morada suya:
14 “Este es mi lugar de reposo para siempre. Aquí habitaré porque lo he deseado.
15 Lo bendeciré con abundante provisión; a sus necesitados saciaré de pan.
16 Asimismo, vestiré de salvación
a sus sacerdotes,
y sus fieles darán voces de júbilo.
17 Allí haré surgir el poderío de David;
he preparado una lámpara para mi ungido.
18 A sus enemigos vestiré de vergüenza pero sobre él resplandecerá su corona”.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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