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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 21-25

El SEÑOR da vida y liberación

21 Al músico principal. Salmo de David.¡Oh SEÑOR, el rey se alegra

en tu poder!
¡Cuánto se goza en tu salvación!
Le has concedido el deseo de su corazón y no le has negado la petición de sus labios. Selah[a]
Le has salido al encuentro con las mejores bendiciones;
corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Te pidió vida, y se la concediste; vida extensa, eternamente
y para siempre.
Gloria grande halla en tu liberación; honra y esplendor has puesto sobre él.
Porque le has dado bendiciones para siempre
y le has colmado con la alegría
de tu rostro.
Por eso el rey confía en el SEÑOR; por la misericordia del Altísimo no será removido.
Tu mano alcanzará a todos
tus enemigos;
tu diestra alcanzará a los
que te aborrecen.
Los pondrás como horno de fuego
en el tiempo en que te presentes.
El SEÑOR los destruirá en su furor, y el fuego los consumirá.
10 Destruirás el fruto de ellos en la tierra; sus descendientes de entre
los hijos del hombre.
11 Porque se volvieron contra ti para hacerte daño;
idearon maquinaciones pero no prevalecerán.
12 En la cuerda de tu arco alistarás las flechas contra la cara de ellos; ciertamente les harás volver la espalda.
13 ¡Enaltécete, oh SEÑOR, con tu poder! Cantaremos y alabaremos tu poderío.

Testimonio de sufrimiento y victoria

22 Al músico principal. Sobre Ayélet ha-sájar[b]. Salmo de David.

¡Dios mío, Dios mío!
¿Por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación
y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día y no respondes; clamo de noche y no hay sosiego para mí.
Pero tú eres santo.
¡Tú, que habitas entre las alabanzas de Israel!
Nuestros padres esperaron en ti: Esperaron, y tú los libraste.
Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron
defraudados.
Pero yo soy un gusano y no un hombre, objeto de la afrenta de los hombres
y despreciado del pueblo.
Todos los que me ven se burlan de mí. Estiran los labios y mueven
la cabeza diciendo:
“En el SEÑOR confió; que él lo rescate.
Que lo libre, ya que de él se agradó”.
Pero tú eres el que me sacó del vientre; me has hecho estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre
tú eres mi Dios.
11 No te alejes de mí,
porque la angustia está cerca
y no hay quien ayude.
12 Muchos toros me han rodeado; fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Contra mí abrieron su boca,
como león voraz y rugiente.
14 Soy derramado como el agua; todos mis huesos se han desarticulado. Mi corazón está como cera
y se ha derretido en medio
de mis entrañas.
15 Mi vigor se ha secado como un tiesto,
y mi lengua se ha pegado a mi paladar. Me has puesto en el polvo de la muerte.
16 Los perros me han rodeado;
me ha cercado una pandilla
de malhechores,
y horadaron[c] mis manos y mis pies.
17 Puedo contar todos mis huesos; ellos me miran y me observan.
18 Reparten entre sí mis vestidos,
y sobre mi ropa echan suertes.
19 Pero tú, oh SEÑOR, no te alejes. Fortaleza mía, apresúrate para ayudarme.
20 Libra mi alma de la espada;
libra mi única vida de las garras
de los perros.
21 Sálvame de la boca del león
y de los cuernos de los toros salvajes.
¡Me has respondido!
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
en medio de la congregación te alabaré.
23 Los que temen al SEÑOR, alábenle; glorifíquenle todos los descendientes de Jacob.
Teman ustedes, todos los descendientes de Israel.
24 Porque no despreció ni desdeñó la aflicción del afligido
ni de él escondió el rostro.
Más bien, le oyó cuando clamó a él.
25 Tuya es mi alabanza en la gran congregación.
Mis votos pagaré delante de los que le temen.
26 Los pobres comerán y serán saciados. Alabarán al SEÑOR los que le buscan. ¡Que viva su corazón para siempre!
27 Ellos se acordarán y volverán al SEÑOR de todos los confines de la tierra. Delante de ti se postrarán
todas las familias de las naciones.
28 Porque del SEÑOR es el reino,
y él se enseñoreará de las naciones.
29 Ciertamente ante él[d] se postrarán
todos los ricos de la tierra.
Se doblegarán ante él todos los que descienden al polvo,
los que no pueden conservar la vida a su propia alma.
30 La posteridad le servirá;
esto le será referido al SEÑOR por generaciones.
31 Vendrán y anunciarán su justicia
a un pueblo que ha de nacer: “¡Él hizo esto!”.

El SEÑOR: el buen pastor

23 Salmo de David.

El SEÑOR es mi pastor;
nada me faltará.
En prados de tiernos pastos
me hace descansar.
Junto a aguas tranquilas me conduce.
Confortará mi alma
y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra
de muerte
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado
me infundirán aliento.
Preparas mesa delante de mí
en presencia de mis adversarios. Unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del SEÑOR
moraré por días sin fin.

El SEÑOR: el Rey de gloria

24 Salmo de David.

Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella;
el mundo y los que lo habitan.
Porque él la fundó sobre los mares
y la afirmó sobre los ríos.
¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Quién permanecerá en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón que no ha elevado su alma a la vanidad ni ha jurado con engaño.
Él recibirá la bendición del SEÑOR
y la justicia del Dios de su salvación.
Tal es la generación de los que
le buscan,
de los que buscan tu rostro,
oh Dios de Jacob. Selah[e]
¡Levanten, oh puertas, su cabeza! Levántense, oh puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria.
¿Quién es este Rey de gloria? ¡El SEÑOR, el fuerte y poderoso! ¡El SEÑOR, el poderoso en la batalla!
¡Levanten, oh puertas, su cabeza! Levántense, oh puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria.
10 ¿Quién es este Rey de gloria? ¡El SEÑOR de los Ejércitos!
¡Él es el Rey de gloria! Selah[f]

Plegaria en medio de la aflicción

25 [g] Salmo de David.

A ti, oh SEÑOR,
levantaré mi alma.
¡Dios mío, en ti confío!
No sea yo avergonzado.
No triunfen sobre mí mis enemigos.
Ciertamente ninguno de los que confían en ti será avergonzado.
Serán avergonzados los que se
rebelan sin causa.
Muéstrame, oh SEÑOR, tus caminos; enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad
y enséñame
porque tú eres el Dios de
mi salvación.
En ti he esperado todo el día.
Acuérdate, oh SEÑOR,
de tu compasión y de tu misericordia que son perpetuas.
No te acuerdes de los pecados de
mi juventud ni de mis rebeliones. Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, por tu bondad,
oh SEÑOR.
Bueno y recto es el SEÑOR;
por eso él enseñará a los pecadores
el camino.
Encaminará a los humildes
en la justicia
y enseñará a los humildes su camino.
10 Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad
para con los que guardan su pacto
y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad porque es grande.
12 ¿Qué hombre es el que teme
al SEÑOR?
Él le enseñará el camino que ha
de escoger.
13 Su alma reposará en bienestar,
y sus descendientes heredarán
la tierra.
14 El secreto del SEÑOR es para los que le temen;
a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos están siempre puestos en
el SEÑOR
porque él sacará mis pies de la red.
16 Mírame y ten misericordia de mí porque estoy solitario y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mis afanes; perdona todos mis pecados.
19 Mira cómo se han multiplicado mis enemigos,
y con odio violento me aborrecen.
20 Guarda mi alma y líbrame;
no sea yo avergonzado
porque en ti me he refugiado.
21 La integridad y la rectitud me guarden porque en ti he esperado.
22 Redime, oh Dios, a Israel
de todas sus angustias.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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