Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Beginning

Read the Bible from start to finish, from Genesis to Revelation.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Samuel 8-12

Victorias militares de David

Aconteció después de esto que David derrotó a los filisteos y los sometió. Entonces David tomó Meteg-haamá de mano de los filisteos.

También derrotó a los moabitas y los midió con cordel. Los hizo tenderse en el suelo y midió dos cordeles para que murieran y un cordel entero para que vivieran. Los moabitas fueron hechos siervos de David y le llevaban tributo.

También derrotó David a Hadad-ezer hijo de Rejob, rey de Soba, cuando este iba a establecer su dominio hasta el río Éufrates[a]. David le capturó mil setecientos jinetes y veinte mil hombres de infantería. Y desjarretó David todos los caballos de los carros, pero dejó de ellos los de cien carros. Los sirios de Damasco fueron para ayudar a Hadad-ezer, rey de Soba; y David hirió a veintidós mil hombres de los sirios. Después David instaló puestos militares entre los sirios de Damasco. Así llegaron los sirios a ser siervos de David y le llevaban tributo.

Y el SEÑOR daba la victoria a David por dondequiera que iba.

David tomó los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadad-ezer y los trajo a Jerusalén. Asimismo, el rey David tomó gran cantidad de bronce de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad-ezer.

Cuando Toi, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, 10 Toi envió a su hijo Joram al rey David para saludarlo y felicitarlo por haber combatido contra Hadad-ezer y por haberlo derrotado, porque Toi estaba en guerra con Hadad-ezer. Joram llevó consigo objetos de plata, de oro y de bronce, 11 que el rey David también consagró al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había consagrado de todas las naciones que había conquistado: 12 de Edom[b], de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos, de Amalec y del botín de Hadad-ezer hijo de Rejob, rey de Soba.

13 David adquirió renombre cuando regresó de derrotar a dieciocho mil hombres de Edom[c] en el valle de la Sal. 14 Él instaló puestos militares en Edom; por toda Edom instaló puestos militares, y todos los edomitas llegaron a ser siervos de David.

Y el SEÑOR daba la victoria a David por dondequiera que iba.

Oficiales de David

15 David reinaba sobre todo Israel, y practicaba David el derecho y la justicia con todo su pueblo. 16 Joab, hijo de Sarvia, estaba al mando del ejército. Josafat hijo de Ajilud era el cronista. 17 Sadoc hijo de Ajitob y Ajimelec hijo de Abiatar eran los sacerdotes. Seraías era el escriba. 18 Benaías hijo de Joyada estaba al mando[d] de los quereteos y de los peleteos. Y los hijos de David eran príncipes.

David muestra bondad a Mefiboset

Entonces David preguntó:

—¿Hay todavía alguno que haya quedado de la casa de Saúl, a quien yo muestre bondad por amor a Jonatán?

Había un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, al cual llamaron a la presencia de David. Y el rey le preguntó:

—¿Eres tú Siba?

Él respondió:

—Tu siervo soy.

El rey le preguntó:

—¿No queda nadie de la casa de Saúl a quien yo pueda mostrar la bondad de Dios?

Siba respondió al rey:

—Aún queda un hijo de Jonatán, lisiado de ambos pies.

Entonces le preguntó el rey:

—¿Dónde está?

Siba respondió al rey:

—He aquí que está en la casa de Maquir hijo de Amiel, en Lo-debar.

El rey David envió a traerlo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lo-debar. Entonces Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, vino a David, y cayendo sobre su rostro se postró. David le dijo:

—¿Mefiboset?

Y él respondió:

—He aquí tu siervo.

David le dijo:

—No tengas temor, porque ciertamente yo te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán. Te devolveré todas las tierras de tu padre Saúl, y tú comerás siempre a mi mesa.

Él se postró y preguntó:

—¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?

Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl, y le dijo:

—Yo he dado al hijo de tu señor todo lo que pertenecía a Saúl y a toda su casa. 10 Labrarás para él la tierra, tú, tus hijos y tus siervos, y almacenarás los productos para que el hijo de tu señor tenga provisiones. Pero Mefiboset, el hijo de tu señor, comerá siempre a mi mesa.

Siba tenía quince hijos y veinte siervos. 11 Y Siba respondió al rey:

—Tu siervo hará conforme a todo lo que mande mi señor el rey a su siervo.

Y Mefiboset comía a la mesa de David[e] como uno de los hijos del rey.

12 Mefiboset tenía un hijo pequeño que se llamaba Micaías. Todos los que habitaban en la casa de Siba eran siervos de Mefiboset. 13 Pero Mefiboset habitaba en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey. Él era cojo de ambos pies.

El rey de Amón afrenta a David

10 Después de esto aconteció que murió el rey de los hijos de Amón, y su hijo Hanún reinó en su lugar. Entonces David pensó: “Mostraré bondad a Hanún hijo de Najas, como su padre mostró bondad conmigo”.

David envió a sus servidores para consolarlo por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron a la tierra de los hijos de Amón, los jefes de los hijos de Amón dijeron a Hanún, su señor: “¿Te parece que David está honrando a tu padre, porque te ha enviado personas que te consuelen? ¿No te habrá enviado David a sus servidores para reconocer y espiar la ciudad a fin de destruirla?”.

Entonces Hanún tomó a los servidores de David, les rapó la mitad de su barba, cortó sus vestidos por la mitad, hasta sus nalgas, y los despidió.

Le informaron a David, y él envió a encontrarlos, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. El rey mandó que les dijeran: “Permanezcan en Jericó hasta que les crezca la barba, y entonces vuelvan”.

Derrota de la coalición siroamonita

Al ver los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, los hijos de Amón enviaron a tomar a sueldo a los sirios de Bet-rejob y a los sirios de Soba, veinte mil hombres de infantería; del rey de Maaca, mil hombres; y de Istob, doce mil hombres. Cuando David oyó esto, envió a Joab con todo el ejército de los valientes.

Los hijos de Amón salieron y dispusieron la batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los sirios de Soba, de Rejob, de Istob y de Maaca estaban aparte, en el campo.

Al ver Joab que el frente de batalla estaba delante y detrás de él, eligió a algunos de entre todos los escogidos de Israel y dispuso sus escuadrones para enfrentar a los sirios. 10 Puso al resto de la gente bajo el mando de su hermano Abisai, quien dispuso sus escuadrones para enfrentar a los hijos de Amón. 11 Y Joab dijo: “Si los sirios son más fuertes que yo, tú me darás auxilio; pero si los hijos de Amón son más fuertes que tú, yo iré a auxiliarte. 12 Esfuérzate, y luchemos valientemente por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios; y que el SEÑOR haga lo que le parezca bien”.

13 Entonces se acercó Joab, con la gente que estaba con él, para combatir contra los sirios; pero estos huyeron ante él. 14 Al ver que los sirios habían huido, los hijos de Amón también huyeron ante Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab dejó de atacar a los hijos de Amón y volvió a Jerusalén.

15 Los sirios, al verse derrotados por Israel, se volvieron a reunir. 16 Hadad-ezer envió a traer a los sirios que estaban al otro lado del Río. Estos llegaron a Helam teniendo al frente de ellos a Sobac, jefe del ejército de Hadad-ezer.

17 Cuando se le informó a David, este reunió a todo Israel; y cruzando el Jordán, llegó a Helam. Los sirios dispusieron sus escuadrones para enfrentarse con David, y combatieron contra él. 18 Pero los sirios huyeron ante Israel, y David mató de los sirios a setecientos hombres de los carros y a cuarenta mil jinetes. También hirió a Sobac, jefe del ejército sirio, quien murió allí mismo.

19 Al ver todos los reyes vasallos de Hadad-ezer que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los sirios tuvieron miedo de volver a socorrer a los hijos de Amón.

Crimen de David contra Urías el heteo

11 Aconteció al año siguiente, en el tiempo en que los reyes[f] suelen salir a la guerra, que David envió a Joab junto con sus servidores y con todo Israel. Ellos destruyeron a los hijos de Amón y pusieron sitio a Rabá. Pero David se había quedado en Jerusalén.

Y sucedió que al atardecer David se levantó de su cama y se paseaba por la azotea del palacio, cuando vio desde la azotea a una mujer que se estaba bañando. Y la mujer era muy bella. David mandó preguntar por la mujer, y alguien le dijo:

—¿No es esta Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías el heteo?

David envió mensajeros y la tomó. Cuando ella vino a él, él se acostó con ella, que estaba purificándose de su impureza. Entonces ella regresó a su casa.

La mujer concibió y mandó que lo hicieran saber a David, diciendo: “Yo estoy encinta”. Entonces David mandó a decir a Joab: “Envíame a Urías el heteo”. Y Joab envió a Urías a David. Cuando Urías vino a él, David le preguntó cómo estaban Joab y el pueblo, y cómo iba la guerra. Después David dijo a Urías:

—Desciende a tu casa y lava tus pies.

Cuando Urías salió del palacio, fue enviado tras él un obsequio de parte del rey.

Pero Urías durmió a la puerta del palacio junto con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa. 10 E informaron de esto a David diciendo: “Urías no descendió a su casa”. Entonces David preguntó a Urías:

—¿No has llegado de viaje? ¿Por qué no descendiste a tu casa?

11 Urías respondió a David:

—El arca, Israel y Judá están en cabañas, y mi señor Joab y los servidores de mi señor están acampados al aire libre. ¿Y había yo de entrar en mi casa para comer y beber y dormir con mi mujer? ¡Por tu vida y por la vida de tu alma, que no haré semejante cosa!

12 David dijo a Urías:

—Quédate hoy también aquí, y mañana te dejaré ir.

Entonces Urías se quedó en Jerusalén aquel día y el día siguiente. 13 David lo invitó, y Urías comió y bebió con él; y lo emborrachó. Pero al anochecer él salió a dormir en su cama con los siervos de su señor, y no descendió a su casa.

14 Y sucedió que por la mañana David escribió una carta a Joab, y la envió por medio de Urías. 15 Y en la carta escribió lo siguiente: “Pongan a Urías en el frente más peligroso de la batalla; luego retírense de él, para que sea herido y muera”.

16 Y aconteció que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. 17 Los hombres de la ciudad salieron y combatieron contra Joab, y murieron algunos del ejército de los servidores de David. Y murió también Urías el heteo.

18 Joab mandó a informar a David de todos los detalles de la batalla. 19 E instruyó al mensajero diciendo:

—Cuando acabes de exponer al rey todos los detalles de la batalla, 20 si sucede que se enciende la ira del rey, y te dice: “¿Por qué se acercaron a la ciudad para combatir? ¿No sabían que ellos tirarían desde arriba del muro? 21 ¿Quién mató a Abimelec hijo de Jerobaal[g]? ¿No fue una mujer quien arrojó sobre él desde arriba del muro una piedra de molino, y él murió en Tebes? ¿Por qué se acercaron al muro?”. Entonces le dirás: “También tu servidor Urías el heteo ha muerto”.

22 Fue el mensajero, y al llegar contó a David todas las cosas que le había mandado Joab. 23 Dijo el mensajero a David:

—Los hombres prevalecieron contra nosotros, y salieron al campo contra nosotros; pero los hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta de la ciudad. 24 Entonces los arqueros tiraron contra tus servidores desde arriba del muro y murieron algunos de los servidores del rey. También tu servidor Urías el heteo ha muerto.

25 Entonces David dijo al mensajero:

—Así dirás a Joab: “Que esto no parezca malo a tus ojos, pues la espada devora unas veces a uno y otras veces a otro. Refuerza tu ataque contra la ciudad y destrúyela”. Y tú aliéntalo.

26 Al oír la mujer de Urías que su marido, Urías, había muerto, hizo duelo por su marido. 27 Pasado el luto, David envió a traerla a su palacio. Ella vino a ser su mujer y le dio a luz un hijo.

Pero esto que David había hecho pareció malo a los ojos del SEÑOR.

Natán amonesta a David

12 El SEÑOR envió a Natán a David, y al venir a él le dijo:

—Había dos hombres en una ciudad: el uno rico y el otro pobre. El rico tenía numerosas ovejas y vacas; pero el pobre no tenía más que una sola corderita que él había comprado y criado, que había crecido junto con él y sus hijos. Comía de su pan, bebía de su vaso y dormía en su seno. La tenía como a una hija. Pero un viajero vino al hombre rico, y este no quiso tomar una de sus ovejas o de sus vacas para guisarla para el viajero que le había llegado, sino que tomó la corderita de aquel hombre pobre, y la guisó para el hombre que había venido a él.

Entonces se encendió en gran manera la ira de David contra aquel hombre y dijo a Natán:

—¡Vive el SEÑOR, que el que hizo semejante cosa es digno de muerte! Él debe pagar cuatro veces el valor de la corderita, porque hizo semejante cosa y no tuvo compasión.

Entonces Natán dijo a David:

—Tú eres ese hombre. Así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl. Te di la casa de tu señor y puse las mujeres de tu señor en tu seno. Te di la casa de Israel y de Judá; y por si esto fuera poco, yo te habría añadido muchas otras cosas. ¿Por qué, pues, menospreciaste la palabra del SEÑOR e hiciste lo malo ante sus ojos? Has matado a espada a Urías el heteo; has tomado a su mujer por mujer tuya, y a él lo has matado con la espada de los hijos de Amón. 10 Ahora pues, porque me has menospreciado y has tomado la mujer de Urías el heteo para que sea tu mujer, jamás se apartará la espada de tu casa. 11 Así ha dicho el SEÑOR: He aquí yo levantaré contra ti el mal en tu propia casa. Ante tus propios ojos tomaré tus mujeres y las daré a tu prójimo, el cual se acostará con tus mujeres a la luz del sol. 12 Ciertamente tú lo hiciste en secreto, pero yo haré esto ante todo Israel y en pleno día”.

13 David respondió a Natán:

—He pecado contra el SEÑOR.

Y Natán dijo a David:

—El SEÑOR también ha perdonado tu pecado; no morirás. 14 Pero como en este asunto has hecho blasfemar a los enemigos del SEÑOR, el hijo que te ha nacido morirá irremisiblemente.

15 Después Natán regresó a su casa.

Muerte del primer hijo de Betsabé

Entonces el SEÑOR hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó de gravedad. 16 David rogó a Dios por el niño. David ayunó, entró y pasó la noche acostado en el suelo. 17 Los ancianos de su casa fueron a él[h] para hacer que se levantara del suelo, pero él no quiso ni tampoco tomó alimentos con ellos.

18 Sucedió que al séptimo día murió el niño. Y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues pensaban así: “He aquí que cuando el niño todavía vivía, le hablábamos, y él no quería escuchar nuestra voz. ¿Cómo vamos a decirle que el niño ha muerto? ¡Puede hacer algo malo!”. 19 Pero David, al ver que sus siervos susurraban entre sí, entendió que el niño había muerto. Entonces David preguntó a sus siervos:

—¿Ha muerto el niño?

Ellos respondieron:

—Ha muerto.

20 Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se ungió, se cambió de ropa, entró en la casa del SEÑOR y adoró. Después fue a su casa y pidió alimentos. Le sirvieron comida, y comió.

21 Sus siervos le preguntaron:

—¿Qué es esto que has hecho? Mientras el niño vivía, ayunabas y llorabas; pero ahora que ha muerto, te levantas y comes.

22 Él respondió:

—Mientras el niño vivía, yo ayunaba y lloraba pensando: “Quién sabe si el SEÑOR tendrá compasión de mí, y el niño vivirá”. 23 Pero ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerlo volver? ¡Yo iré a él, pero él no volverá a mí!

Nacimiento de Salomón

24 David consoló a Betsabé su mujer. Y fue a ella y se acostó con ella. Ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón[i]. El SEÑOR amaba al niño, 25 y envió un mensaje por medio del profeta Natán, quien llamó su nombre Yedidías[j], a causa del SEÑOR.

David captura Rabat-amón

26 Joab estaba combatiendo contra Rabá de los hijos de Amón, y tomó la ciudad real. 27 Entonces Joab envió mensajeros a David diciendo: “He combatido contra Rabá y también he tomado el barrio de las Aguas. 28 Ahora pues, reúne al resto del pueblo, acampa contra la ciudad y tómala tú; no sea que, tomándola yo, sea llamada por mi nombre”. 29 David reunió a todo el pueblo, fue a Rabá, combatió contra ella y la tomó. 30 Entonces tomó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba treinta y tres kilos de oro y tenía piedras preciosas. Y fue puesta sobre la cabeza de David. También sacó mucho botín de la ciudad. 31 A la gente que estaba en ella la sacó y la puso a trabajar con sierras, trillos de hierro y hachas de hierro. También la hizo trabajar en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todas las ciudades de los hijos de Amón. Luego David regresó con todo el pueblo a Jerusalén.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano