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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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2 Samuel 4-7

Isboset es asesinado

Cuando Isboset[a] hijo de Saúl oyó que Abner había muerto en Hebrón, sus manos se debilitaron; y todo Israel fue atemorizado.

El hijo de Saúl tenía dos hombres, los cuales eran jefes de tropa: El nombre de uno era Baaná, y el nombre del otro Recab. Eran hijos de Rimón, de Beerot, de los hijos de Benjamín. (Beerot era considerada como de Benjamín; los berotitas huyeron a Gitaim, donde habitan como forasteros hasta el día de hoy).

Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años cuando la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán llegó de Jezreel, y su nodriza lo tomó y huyó. Y sucedió que cuando huía apresuradamente, el niño se cayó y quedó cojo. Él se llamaba Mefiboset.

Recab y Baaná, hijos de Rimón de Beerot, fueron y en pleno calor del día llegaron a la casa de Isboset, quien se hallaba durmiendo la siesta. Y he aquí, entraron en el interior de la casa como para llevar trigo, y lo hirieron en el vientre. Después Recab y su hermano Baaná se escaparon[b].

Así que entraron en la casa mientras él estaba acostado en su cama, en su dormitorio, y lo hirieron y mataron. Luego le cortaron la cabeza, la tomaron y anduvieron toda la noche por el camino del Arabá. Llevaron la cabeza de Isboset a David, en Hebrón, y dijeron al rey:

—¡He aquí la cabeza de Isboset hijo de Saúl, tu enemigo que atentó contra tu vida! El SEÑOR ha vengado hoy a mi señor el rey, de Saúl y de su descendencia.

Pero David respondió a Recab y a Baaná, su hermano, hijos de Rimón de Beerot, y les dijo:

—¡Vive el SEÑOR, que ha rescatado mi vida de toda adversidad! 10 Si cuando uno, imaginándose que me traía buenas noticias, me informó diciendo: “Saúl ha muerto”, yo lo prendí y lo maté en Siclag, en pago de sus buenas noticias, 11 ¡cuánto más a unos hombres malvados que mataron a un hombre justo en su casa y sobre su cama! Ahora pues, ¿no demandaré su sangre de sus manos, eliminándolos de la tierra?

12 Entonces David dio orden a los jóvenes, y ellos los mataron. Luego les cortaron las manos y los pies, y los colgaron junto al estanque de Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Isboset y la enterraron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.

David es proclamado rey de Israel

Entonces vinieron todas las tribus de Israel a David, en Hebrón, y le hablaron diciendo: “He aquí nosotros somos hueso tuyo y carne tuya. En tiempos pasados, cuando Saúl aún reinaba sobre nosotros, tú eras quien sacaba y hacía volver a Israel. Y el SEÑOR te dijo: ‘Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y tú serás el soberano de Israel’ ”.

Fueron, pues, todos los ancianos de Israel al rey, en Hebrón. Y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón, delante del SEÑOR. Entonces ungieron a David como rey sobre Israel. David tenía treinta años cuando comenzó a reinar y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.

David toma la fortaleza de Sion

Entonces el rey, con sus hombres, fue a Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra. Y ellos hablaron a David diciendo: “Tú no entrarás acá; pues incluso los ciegos y los cojos te rechazarán, diciendo: ‘David no podrá entrar acá’”. Sin embargo, David tomó la fortaleza de Sion, que es la Ciudad de David. Aquel día dijo David: “Todo el que ataque a los jebuseos, use el conducto para alcanzar a los cojos y a los ciegos, a los cuales aborrece el alma de David”. Por eso se dice: “Ni el ciego ni el cojo entrará en la casa”.

David habitó en la fortaleza, y la llamó Ciudad de David. Luego David la edificó alrededor, desde Milo hacia adentro[c].

10 David iba engrandeciéndose más y más, y el SEÑOR Dios de los Ejércitos estaba con él.

David edifica su casa

11 Entonces Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David; también madera de cedro, carpinteros y canteros para los muros; y edificaron una casa para David. 12 Entonces David comprendió que el SEÑOR lo había confirmado como rey sobre Israel y que había enaltecido su reino por amor a su pueblo Israel.

Hijos de David nacidos en

Jerusalén

13 Después que vino de Hebrón, David tomó más concubinas y mujeres de Jerusalén; y le nacieron a David más hijos e hijas. 14 Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón, 15 Ibjar, Elisúa, Néfeg, Jafía, 16 Elisama, Eliada y Elifelet.

David derrota a los filisteos

17 Cuando los filisteos oyeron que habían ungido a David rey sobre Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Cuando David oyó esto, descendió a la fortaleza.

18 Los filisteos llegaron y se extendieron por el valle de Refaím. 19 Entonces David consultó al SEÑOR diciendo:

—¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano?

Y el SEÑOR respondió a David:

—Sube, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.

20 David llegó a[d] Baal-perazim, y allí los derrotó David. Entonces dijo:

—¡El SEÑOR ha irrumpido contra mis enemigos delante de mí, como irrumpen las aguas!

Por eso llamó el nombre de aquel lugar Baal-perazim[e]. 21 Los filisteos abandonaron allí sus ídolos, y David y sus hombres se los llevaron.

22 Los filisteos volvieron a subir y se extendieron por el valle de Refaím. 23 David consultó al SEÑOR, y él le respondió:

—No subas, sino rodéalos por detrás, y alcánzalos frente a los árboles de bálsamo. 24 Y sucederá que cuando escuches el sonido de una marcha en las copas de los árboles, entonces actuarás con decisión, porque entonces el SEÑOR saldrá delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos.

25 David lo hizo conforme el SEÑOR le había mandado y derrotó a los filisteos desde Geba hasta la entrada de Gezer.

Intento de llevar el arca a Jerusalén

David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil en total. Entonces David se levantó, y con todo el pueblo que estaba con él, partió de Baala de Judá para subir desde allí el arca de Dios, sobre la cual es invocado el nombre[f] del SEÑOR de los Ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. Luego colocaron el arca de Dios sobre una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Uza y Ajío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva con el arca de Dios, y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Ajío iba delante del arca. David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR, con toda clase de instrumentos de madera de ciprés: arpas, liras, panderetas, sistros y címbalos.

Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano[g] al arca de Dios y la sujetó, porque los bueyes tropezaron. Entonces el furor del SEÑOR se encendió contra Uza, y Dios lo hirió allí por el atrevimiento[h]. Y murió allí, junto al arca de Dios.

David se disgustó porque el SEÑOR había irrumpido contra Uza, y llamó aquel lugar Perez-uza[i], hasta el día de hoy. Aquel día David tuvo miedo del SEÑOR y dijo: “¿Cómo ha de venir a mí el arca del SEÑOR?”.

10 David ya no quiso llevar consigo el arca del SEÑOR, a la Ciudad de David. Más bien, David la desvió a la casa de Obed-edom el geteo. 11 El arca del SEÑOR se quedó en casa de Obed-edom el geteo durante tres meses. Y el SEÑOR bendijo a Obed-edom y a toda su familia.

David traslada el arca a Jerusalén

12 Se le informó al rey David diciendo: “El SEÑOR ha bendecido la familia de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios”. Entonces David fue e hizo subir con regocijo el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David. 13 Y sucedió que cuando los que llevaban el arca de Dios habían dado seis pasos, David sacrificó un toro y un carnero engordado. 14 David danzaba con toda su fuerza delante del SEÑOR, y David estaba vestido con un efod de lino. 15 David y toda la casa de Israel subían el arca del SEÑOR, con gritos de júbilo y sonido de corneta.

16 Sucedió que cuando el arca del SEÑOR llegó a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl miró por la ventana; y al ver al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, lo menospreció en su corazón.

17 Así trajeron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar, en medio de la tienda que David había erigido para ella. Luego David ofreció holocaustos y sacrificios de paz delante del SEÑOR.

18 Cuando David acabó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los Ejércitos. 19 Entonces repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles[j] y una de pasas. Y todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.

Mical menosprecia a David

20 Luego volvió David para bendecir a su familia. Pero Mical hija de Saúl, saliendo para encontrar a David, le dijo:

—¡Cómo se ha cubierto de honra hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy ante los ojos de las criadas de sus servidores, como se descubriría sin decoro un cualquiera!

21 David respondió a Mical:

—Fue delante del SEÑOR, que me eligió en lugar de tu padre y de toda su casa, para constituirme como el soberano del pueblo del SEÑOR, de Israel. Por tanto, me regocijaré delante del SEÑOR. 22 Y aún me haré más vil que esta vez y me rebajaré ante mis[k] propios ojos. Pero con las criadas que has mencionado, ¡junto con ellas seré honrado!

23 Y Mical hija de Saúl no tuvo hijos hasta el día de su muerte.

Dios promete a David una casa estable

Aconteció que cuando el rey habitaba ya en su casa, y el SEÑOR le había dado descanso de todos sus enemigos en derredor, el rey dijo al profeta Natán:

—Mira; yo habito en una casa de cedro, mientras que el arca de Dios habita en una tienda.

Y Natán dijo al rey:

—Anda, haz todo lo que está en tu corazón, porque el SEÑOR está contigo.

Pero aconteció que aquella noche vino la palabra del SEÑOR a Natán, diciendo: “Ve y di a mi siervo David que así ha dicho el SEÑOR: ‘¿Me edificarás tú una casa en la que yo habite?’. Ciertamente yo no he habitado en una casa desde el día en que hice subir a los hijos de Israel de Egipto, hasta el día de hoy. Más bien, he estado peregrinando en una tienda y en un tabernáculo. Dondequiera que he peregrinado con todos los hijos de Israel, ¿acaso he dicho una palabra a alguna de las tribus[l] de Israel a la que yo comisioné para apacentar a mi pueblo Israel, preguntando: ‘¿Por qué no me han edificado una casa de cedro?’.

“Ahora pues, dirás a mi siervo David que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘Yo te tomé del prado, de detrás del rebaño, para que fueras el soberano de mi pueblo Israel. He estado contigo por dondequiera que has andado. He eliminado a todos tus enemigos de tu presencia, y haré que tu nombre sea grande, como el nombre de los grandes de la tierra. 10 Asimismo, dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que habite en su lugar sin que sea molestado más, ni los inicuos vuelvan a afligirlo como al comienzo, 11 desde el día en que constituí jueces sobre mi pueblo Israel. Y yo te daré descanso de todos tus enemigos.

“‘Además, el SEÑOR te declara que el SEÑOR te hará casa a ti. 12 Cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo levantaré después de ti a un descendiente tuyo, el cual procederá de tus entrañas y afirmaré su reino. 13 Él edificará una casa a mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre. 14 Yo seré para él padre; y él será para mí hijo. Cuando haga mal, yo lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombre. 15 Pero no quitaré[m] de él mi misericordia, como la quité de Saúl, al cual quité de tu presencia. 16 Tu casa y tu reino serán firmes para siempre delante de mí[n], y tu trono será estable para siempre’ ”.

17 Natán habló a David conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión.

David alaba a Dios por su promesa

18 Entonces entró el rey David, se sentó delante del SEÑOR y dijo: “Oh SEÑOR Dios[o], ¿quién soy yo, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí? 19 Y aun esto te ha parecido poco, oh SEÑOR Dios[p], pues también has hablado del futuro de la casa de tu siervo. ¿Se comporta de esta manera el hombre, oh SEÑOR Dios[q]? 20 ¿Qué más puede añadir David al hablar contigo? Pues tú conoces a tu siervo, oh SEÑOR Dios[r]. 21 Por causa de tu palabra y conforme a tu corazón, has realizado toda esta gran cosa para darla a conocer a tu siervo. 22 Por tanto, tú eres grande, oh SEÑOR Dios; porque no hay nadie como tú ni hay Dios aparte de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

23 “¿Y qué otra[s] nación hay en la tierra como tu pueblo Israel, al cual Dios fue para rescatarlo como pueblo para sí, a fin de darse renombre y hacer a favor de él hechos grandes y temibles, al expulsar[t] las naciones y sus dioses ante tu pueblo que rescataste para ti de Egipto? 24 Has establecido para ti a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre; y tú, oh SEÑOR, has llegado a ser su Dios.

25 “Ahora pues, oh SEÑOR Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, y haz tal como has dicho. 26 Sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: ‘El SEÑOR de los Ejércitos es Dios de Israel’. Que la casa de tu siervo David sea estable delante de ti; 27 porque tú, oh SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel, lo has revelado al oído de tu siervo, diciendo: ‘Yo te edificaré casa a ti’. Por esto, tu siervo ha hallado valor en su corazón para dirigirte esta oración. 28 Ahora pues, oh SEÑOR Dios[u], tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y has prometido este bien a tu siervo. 29 Y ahora, ten a bien bendecir la casa de tu siervo, a fin de que permanezca para siempre delante de ti. Porque tú lo has prometido, oh SEÑOR Dios[v], y con tu bendición la casa de tu siervo será bendita para siempre”.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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