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Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Ezequiel 28-30

Profecía contra el rey de Tiro

28 El Señor me habló diciendo: «Hijo de hombre, adviértele al rey de Tiro que así dice el Señor omnipotente:

»“En la intimidad de tu arrogancia dijiste:
    ‘Yo soy un dios.
Me encuentro en alta mar
    sentado en un trono de dioses’.
¡Pero tú no eres un dios,
    aunque te creas que lo eres!
    ¡Tú eres un simple mortal!
¿Acaso eres más sabio que Daniel?[a]
    ¿Acaso conoces todos los secretos?
Con tu sabiduría y tu inteligencia
    has acumulado muchas riquezas,
y en tus cofres has amontonado
    mucho oro y mucha plata.
Eres muy hábil para el comercio;
    por eso te has hecho muy rico.
A causa de tus grandes riquezas
    te has vuelto muy arrogante.

Por eso, así dice el Señor omnipotente:

»”Ya que pretendes ser
    tan sabio como un dios,
haré que vengan extranjeros contra ti,
    los más feroces de las naciones:
desenvainarán la espada
    contra tu hermosura y sabiduría,
    y profanarán tu esplendor.
Te hundirán en la fosa,
    y en alta mar sufrirás una muerte violenta.
Y aun así, en presencia de tus verdugos,
    ¿te atreverás a decir: ¡Soy un dios!?
¡Pues en manos de tus asesinos
    no serás un dios, sino un simple mortal!
10 Sufrirás a manos de extranjeros
    la muerte de los incircuncisos,
    porque yo lo he dicho.

Lo afirma el Señor omnipotente”».

11 El Señor me habló diciendo: 12 «Hijo de hombre, entona una elegía al rey de Tiro y adviértele que así dice el Señor omnipotente:

»“Eras un modelo de perfección,
    lleno de sabiduría y de hermosura perfecta.
13 Estabas en Edén, en el jardín de Dios,
    adornado con toda clase de piedras preciosas:
rubí, crisólito, jade,
    topacio, cornalina, jaspe,
    zafiro, granate y esmeralda.
Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro,
    y especialmente preparados para ti
    desde el día en que fuiste creado.
14 Fuiste elegido querubín protector,
    porque yo así lo dispuse.[b]
Estabas en el santo monte de Dios,
    y caminabas sobre piedras de fuego.
15 Desde el día en que fuiste creado
    tu conducta fue irreprochable,
    hasta que la maldad halló cabida en ti.
16 Por la abundancia de tu comercio,
    te llenaste de violencia, y pecaste.
Por eso te expulsé del monte de Dios,
    como a un objeto profano.
A ti, querubín protector,
    te borré de entre las piedras de fuego.
17 A causa de tu hermosura
    te llenaste de orgullo.
A causa de tu esplendor,
    corrompiste tu sabiduría.
Por eso te arrojé por tierra,
    y delante de los reyes
    te expuse al ridículo.
18 Has profanado tus santuarios,
    por la gran cantidad de tus pecados,
    ¡por tu comercio corrupto!
Por eso hice salir de ti
    un fuego que te devorara.
A la vista de todos los que te admiran
    te eché por tierra y te reduje a cenizas.
19 Al verte, han quedado espantadas
    todas las naciones que te conocen.
Has llegado a un final terrible,
    y ya no volverás a existir”».

Profecía contra Sidón

20 El Señor me habló diciendo: 21 «Hijo de hombre, encara a Sidón y profetiza contra ella. 22 Adviértele que así dice el Señor omnipotente:

»“Aquí estoy, Sidón, para acusarte
    y para ser glorificado en ti.
Cuando traiga sobre ti un justo castigo,
    y manifieste sobre ti mi santidad,
    se sabrá que yo soy el Señor.
23 Mandaré contra ti una peste,
    y por tus calles correrá la sangre;
por la espada que ataca por todos lados,
    los heridos caerán en tus calles,
    y se sabrá que yo soy el Señor.
24 Los israelitas no volverán a sufrir
    el desprecio de sus vecinos,
que duele como aguijones
    y pincha como espinas,
    ¡y se sabrá que yo soy el Señor!”

25 »Así dice el Señor omnipotente: “Cuando yo reúna al pueblo de Israel de entre las naciones donde se encuentra disperso, le mostraré mi santidad en presencia de todas las naciones. Entonces Israel vivirá en su propio país, el mismo que le di a mi siervo Jacob. 26 Allí vivirán seguros, y se construirán casas y plantarán viñedos, porque yo ejecutaré un justo castigo sobre los vecinos que desprecian al pueblo de Israel. ¡Y se sabrá que yo soy el Señor su Dios!”»

Profecía contra Egipto

29 A los doce días del mes décimo del año décimo, el Señor me habló diciendo: «Hijo de hombre, encara al faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. Adviértele que así dice el Señor omnipotente:

»“A ti, Faraón, rey de Egipto,
    gran monstruo que yaces
    en el cauce de tus ríos,
que dices: ‘El Nilo es mío,
    el Nilo es mi creación’,
    ¡te declaro que estoy en tu contra!
Te pondré garfios en las mandíbulas,
    y haré que los peces del río
    se te peguen a las escamas.
Y con todos los peces pegados a tus escamas
    te sacaré de la corriente.
Te abandonaré a tu suerte en el desierto,
    junto con todos los peces de tu río.
Caerás en campo abierto,
    y no serás recogido ni enterrado.[c]
Las bestias de la tierra y las aves del cielo
    te las daré como alimento.
Entonces todos los habitantes de Egipto
    sabrán que yo soy el Señor.
No fuiste para el pueblo de Israel
    más que un bastón de caña.
Cuando se agarraron de tu mano,
    te quebraste, y les desgarraste las manos;[d]
cuando en ti se apoyaron te rompiste,
    y sus espaldas se estremecieron.[e]

»”Por eso, así dice el Señor omnipotente: Contra ti traeré la espada, y haré que mate a hombres y animales. La tierra de Egipto se convertirá en desolación. Entonces sabrán que yo soy el Señor. Tú dijiste: ‘El Nilo es mío, el Nilo es mi creación’. 10 Por eso me declaro en contra tuya y en contra de tus ríos. Desde Migdol hasta Asuán, y hasta la frontera con Etiopía, convertiré la tierra de Egipto en ruina y desolación total. 11 Durante cuarenta años quedará completamente deshabitada, y ni hombres ni animales pasarán por allí. 12 Haré de Egipto la más desolada de todas las tierras, y durante cuarenta años sus ciudades quedarán en ruinas y en medio de gran desolación. Yo dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los esparciré por los países.

13 »”Así dice el Señor omnipotente: Al cabo de los cuarenta años reuniré a los egipcios de entre los pueblos donde fueron dispersados. 14 Cambiaré la suerte de Egipto y los haré volver a Patros, tierra de sus antepasados. Allí formarán un reino humilde. 15 Será el reino de menor importancia, y nunca podrá levantarse por encima de las demás naciones. Yo mismo los haré tan pequeños que no podrán dominar a las otras naciones. 16 El pueblo de Israel no confiará más en Egipto. Al contrario, será Egipto quien les sirva para recordar el pecado que cometieron los israelitas al seguirlo. Así sabrán que yo soy el Señor”».

17 El día primero del mes primero del año veintisiete, el Señor me habló diciendo: 18 «Ten en cuenta, hijo de hombre, que el rey de Babilonia, Nabucodonosor, y su ejército llevaron a cabo una gran campaña contra Tiro. Todos ellos quedaron con la cabeza rapada y con llagas en la espalda. Pero, a pesar del tremendo esfuerzo, ni él ni su ejército sacaron provecho alguno de la campaña emprendida contra Tiro. 19 Por eso, así dice el Señor omnipotente: Pondré a Egipto en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien se apoderará de sus riquezas, saqueará sus despojos y se llevará el botín que servirá de recompensa para su ejército. 20 Al rey de Babilonia le entregaré Egipto como recompensa por lo que hizo contra Tiro, porque ellos lo hicieron por mí. Lo afirma el Señor omnipotente.

21 »En aquel día acrecentaré la fuerza del pueblo de Israel, y entonces tú, Ezequiel, les hablarás con libertad. Entonces sabrán que yo soy el Señor».

Lamento por Egipto

30 El Señor me habló diciendo: «Hijo de hombre, profetiza y adviérteles:

»Así dice el Señor:
    “Gemid: ‘¡Ay de aquel día!’
El día del Señor se acerca,
    sí, ya se acerca el día.
Día cargado de nubarrones,
    día nefasto para los pueblos.
Vendrá una espada contra Egipto
    y Etiopía será presa de la angustia.
Cuando caigan heridos los egipcios,
    serán saqueadas sus riquezas
    y destruidos sus cimientos.
Etiopía, Fut, toda Arabia y Lidia
    caerán a filo de espada,
    lo mismo que los hijos del país del pacto.

»”Así dice el Señor;
    esto afirma el Señor omnipotente:
Caerán los aliados de Egipto,
    se derrumbará el orgullo de su poder.
Desde Migdol hasta Asuán
    caerán a filo de espada.
Sus ciudades quedarán en ruinas,
    entre las más desoladas de las tierras.
Cuando yo le prenda fuego a Egipto
    y sean destrozados todos sus aliados,
    sabrán que yo soy el Señor.

»”En aquel día saldrán en barcos mis mensajeros para aterrorizar a la confiada Etiopía; en el día de Egipto, que ya está a la puerta, les sobrevendrá la angustia.

10 »”Así dice el Señor omnipotente:

»”Por medio de Nabucodonosor, rey de Babilonia,
    acabaré con la opulencia de Egipto.
11 Nabucodonosor y su ejército,
    el más poderoso de las naciones,
    vendrán a destruir el país.
Desenvainarán la espada contra Egipto
    y llenarán de cadáveres el país.
12 Secaré los cauces del Nilo,
    y entregaré el país en manos de gente malvada.
Por medio de manos extranjeras
    desolaré el país y cuanto haya en él.
    Yo, el Señor, lo he dicho.

13 »”Así dice el Señor omnipotente:

»”Voy a destruir todos los ídolos de Menfis;
    pondré fin a sus dioses falsos.
Haré que cunda el pánico por todo el país,
    y no habrá más príncipes en Egipto.
14 Devastaré a Patros,
    le prenderé fuego a Zoán,
    y dictaré sentencia contra Tebas.

15 »”Desataré mi ira sobre Sin, la fortaleza de Egipto, y extirparé la riqueza de Tebas. 16 Le prenderé fuego a Egipto, y Sin se retorcerá de dolor. Se abrirán brechas en Tebas, y Menfis vivirá en constante angustia. 17 Los jóvenes de On y de Bubastis caerán a filo de espada, y las mujeres irán al cautiverio. 18 Cuando yo haga pedazos el yugo de Egipto, el día se oscurecerá en Tafnes. Así llegará a su fin el orgullo de su fuerza. Egipto quedará cubierto de nubes, y sus hijas irán al cautiverio. 19 Este será su castigo, y así Egipto sabrá que yo soy el Señor”».

20 El día siete del mes primero del año undécimo, el Señor me habló diciendo: 21 «Hijo de hombre, yo le he quebrado el brazo al faraón, rey de Egipto. Nadie se lo ha vendado ni curado para que recobre su fuerza y pueda empuñar la espada. 22 Por eso, así dice el Señor: “Estoy contra el faraón, rey de Egipto. Le quebraré los dos brazos, el sano y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano. 23 Voy a dispersar a los egipcios entre las naciones; voy a esparcirlos entre los países. 24 Fortaleceré a su vez los brazos del rey de Babilonia: pondré mi espada en sus manos y quebraré los brazos del faraón. Entonces él gemirá ante su enemigo como herido de muerte. 25 Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y haré que desfallezcan los brazos del faraón. Y, cuando ponga yo mi espada en manos del rey de Babilonia, y él la extienda contra Egipto, se sabrá que yo soy el Señor. 26 Dispersaré por las naciones a los egipcios; los esparciré entre los países. Entonces sabrán que yo soy el Señor”».

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