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Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Proverbios 30-31

Dichos de Agur

30 Dichos de Agur, hijo de Jaqué. Oráculos. Palabras de este varón:

Oh Dios, estoy cansado y agotado. Soy el más ignorante de los hombres; me falta discernimiento humano.

No he conocido la sabiduría, ni tampoco conozco al Dios santo. ¿Quién ha subido y bajado del cielo? ¿Quién retiene el viento en su puño o envuelve el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién sabe su nombre y el de su hijo? Dímelo si lo sabes.

Toda palabra de Dios es verdadera. Él protege a los que acuden a él en busca de protección. No añadas nada a sus palabras para que no te reprenda y te haga quedar como un mentiroso.

Oh Señor, dos cosas te pido antes de morir, no me las niegues: Aparta de mí la mentira y la falsedad, no me des ni pobreza ni riquezas, dame sólo el pan de cada día. Porque si tengo mucho, quizá te desconozca y diga: ¿Quién es el Señor? Y si tengo poco, quizá robe y deshonre así tu santo nombre.

10 Jamás ofendas al esclavo delante de su amo, o él te maldecirá y sufrirás las consecuencias.

11 Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre. 12 Hay quienes se creen puros, y no se han limpiado de su impureza. 13 Hay quienes se creen más que los demás y a todos miran con desprecio. 14 Hay quienes tienen dientes como espadas y mandíbulas como cuchillos para devorar a los pobres de la tierra, y a los necesitados de este mundo.

15 La sanguijuela tiene dos hijas que siempre están pidiendo a gritos: «Dame más, más». Hay tres cosas, y hasta cuatro, que nunca quedan satisfechas: 16 el sepulcro, el vientre estéril, el desierto árido y el fuego que todo lo consume.

17 Al que mira con desprecio a su padre y menosprecia a su madre anciana, que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo devoren.

18 Hay tres cosas, y hasta cuatro, que me asombran y no entiendo: 19 el camino del águila en el cielo, el camino de la serpiente en la roca, el camino del barco en alta mar, y el camino del hombre en la mujer.

20 Así hace la mujer adúltera: Come, se limpia la boca y después dice: ¿Qué tiene de malo lo que hice?

21 Tres cosas hacen temblar la tierra, y una cuarta la hace estremecer: 22 el esclavo que llega a ser rey, el necio que le sobra la comida, 23 la mujer amargada que al fin se casa, y la criada que le quita el lugar a su señora.

24 Hay cuatro cosas pequeñas en la tierra, pero que son más sabias que los mismos sabios: 25 las hormigas, no son fuertes pero almacenan comida para el invierno; 26 los tejones, no son poderosos pero construyen sus casas entre las rocas; 27 las langostas, que aunque no tienen rey, marchan en formación perfecta; 28 las lagartijas que se atrapan con la mano pero que se encuentran hasta en los palacios de los reyes.

29 Hay tres cosas, y hasta cuatro, que su andar es majestuoso: 30 el león, poderoso entre los animales, que no retrocede ante nada, 31 el gallo orgulloso, el macho cabrío, el rey cuando conduce a su ejército.

32 Si te has engrandecido tú mismo como un necio, o si tramas maldades, ponte a pensar 33 que al batir la leche se obtiene mantequilla, que al sonarse fuerte la nariz sangra, y que provocar la ira causa pleitos.

Dichos del rey Lemuel

31 Estos son los dichos del rey Lemuel por medio de los cuales su madre le enseñó:

Hijo mío, fruto de mi vientre, cumplimiento de mis promesas, no gastes tu vitalidad con mujeres, ni tu fuerza en las que causan la ruina de los reyes.

No está bien que los reyes, oh Lemuel, se entreguen al vino o que los gobernantes se den al licor, pues si lo hacen puede que olviden sus deberes y sean incapaces de administrar justicia a los oprimidos. El licor es para los moribundos y el vino para los deprimidos; ¡que beban para olvidar su pobreza y para que no vuelvan a recordar sus penas!

¡Alza la voz por aquellos que no pueden alzarla por sí mismos, defiende a los indefensos!

¡Alza la voz por los pobres y necesitados y procura que se les haga justicia!

Epílogo: Acróstico a la mujer ejemplar

10 Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Vale más que las piedras preciosas! 11 Su esposo puede confiar plenamente en ella y no le faltan ganancias. 12 Ella no es un estorbo para él, sino una ayuda todos los días de su vida. 13 Sale en busca de lana y lino, y alegremente trabaja con sus manos. 14 Es como un barco mercante, que trae su alimento desde muy lejos. 15 Madruga para preparar el desayuno a su familia, y les asigna las tareas del día a sus criadas. 16 Sale a inspeccionar un terreno y lo compra, con sus ganancias planta un viñedo. 17 Está llena de vitalidad, y está lista para trabajar. 18 Se complace con la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche.

19 Sus manos están ocupadas hilando y tejiendo. 20 Les tiende su mano en ayuda a los pobres y necesitados. 21 No le preocupa que nieve, pues todos los de su casa andan bien abrigados. 22 Ella misma hace sus colchas, y se viste de púrpura y lino fino. 23 Su esposo es bien conocido en la comunidad, pues se sienta entre las autoridades de la ciudad.

24 Ella hace ropa de lino y cinturones, y los vende a los comerciantes. 25 Está revestida de fuerza y dignidad, y no le teme al futuro. 26 Cuando habla, sus palabras son sabias, cuando enseña, lo hace siempre con amor. 27 Observa con cuidado lo que sucede en su casa, y no come el pan por el que no ha trabajado. 28 Sus hijos se levantan y la bendicen, su esposo la alaba diciendo: 29 «¡Hay muchas mujeres ejemplares, pero tú eres la mejor de todas!».

30 Los encantos pueden engañar y la belleza no dura, pero la mujer que honra al Señor es digna de alabanza.

31 ¡Alábenla por todo lo que ha hecho y públicamente reconozcan sus obras!

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