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Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Nehemías 1-3

Nehemías ora por su pueblo

Autobiografía de Nehemías hijo de Jacalías:

En diciembre del año veinte del reinado de Artajerjes de Persia, cuando yo servía en el palacio de Susa, uno de mis compatriotas, un judío llamado Jananí, vino a visitarme con algunos hombres que habían llegado de Judá. Aproveché la oportunidad para preguntarles:

―¿Cómo está la ciudad de Jerusalén y cómo están los judíos que escaparon de ir cautivos a Babilonia?

―Pues te diremos que las cosas no andan muy bien —contestaron—. Los que regresaron del destierro sufren grandes males y humillaciones. Los muros de Jerusalén aún están medio derribados y las puertas están quemadas.

Cuando oí esto me senté y lloré. Durante varios días ayuné y oré así al Dios del cielo:

«Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible, que cumples las promesas y que amas y tienes misericordia de los que te aman y te obedecen, escucha mi oración. 6-7 Escucha lo que yo te digo. Mírame y ve que noche y día oro por el pueblo de Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. Yo mismo y mi pueblo hemos pecado. No hemos obedecido los mandamientos, estatutos y preceptos que nos entregaste por medio de tu siervo Moisés.

»Recuerda que le dijiste a Moisés: “Si ustedes pecan, los esparciré entre las naciones. Pero si se vuelven a mí y obedecen mis leyes, y las ponen en práctica, aun de los rincones más lejanos del universo, a donde hayan sido llevados, los haré regresar a Jerusalén. Porque Jerusalén es el lugar que he escogido como mi lugar de residencia”.

10 »Nosotros somos tus siervos, somos el pueblo que rescataste con tu gran poder. 11 Señor, escucha mi oración. Escucha la oración de quienes se deleitan en darte gloria y honra. Te ruego que me permitas tener éxito cuando me presente ante el rey con mi petición. Haz que el rey me atienda y me trate bien».

Yo era entonces copero del rey.

Nehemías vuelve a Jerusalén

Cuatro meses después, un día de abril, yo estaba sirviendo el vino al rey; y él me preguntó:

―¿Por qué estás tan triste? ¿No estarás enfermo? Tu cara revela que tienes alguna preocupación.

Hasta entonces yo siempre me había mostrado alegre delante de él. Sentí un gran temor, pero le respondí:

―¡Deseo larga vida a Su Majestad! Pero, ¿cómo no voy a estar triste, si la ciudad donde están las tumbas de mis antepasados está en ruinas, y sus puertas están quemadas?

―Bien, ¿qué podemos hacer? —preguntó el rey.

Elevé una oración al Dios del cielo pidiendo su ayuda, y le contesté al rey:

―Si agrada a Su Majestad, y si en verdad usted quiere ayudarme, envíeme a Judá, para reconstruir la ciudad de mis padres.

5-6 El rey, que tenía a la reina sentada a su lado, me preguntó cuánto tiempo duraría mi viaje y cuándo pensaba regresar. Entonces fijé una fecha para mi partida, y el rey estuvo de acuerdo. Luego añadí:

―Si Su Majestad está de acuerdo, le pido el favor de que envíe cartas para los gobernadores del otro lado del río Éufrates, para que me dejen pasar por sus países en el viaje a Judá. Y otra carta para Asaf, administrador de los bosques del rey, para que me dé madera para reparar las puertas de la fortaleza que está junto al templo, para las murallas de la ciudad, y para mi propia casa.

El rey me concedió todas estas peticiones, porque Dios me estaba prestando su benigna ayuda.

Cuando llegué a las provincias que estaban al occidente del río Éufrates, entregué las cartas del rey a los gobernadores (el rey, debo añadir, había enviado conmigo oficiales y soldados de caballería para que me protegieran). 10 Pero cuando Sambalat el horonita, y Tobías el funcionario amonita, oyeron que había alguien interesado en ayudar a los israelitas, se enojaron mucho.

Nehemías inspecciona la muralla

11-12 Tres días después de mi llegada a Jerusalén, me levanté durante la noche y salí acompañado de unos cuantos hombres. Yo no le había contado a nadie los planes que Dios había puesto en mi corazón acerca de Jerusalén. Yo iba montado en mi burro y mis acompañantes iban a pie. 13 Salimos por la puerta del Valle rumbo a la fuente del Dragón y luego a la puerta del Basurero. Inspeccioné las murallas que habían sido destruidas y las puertas que habían sido quemadas. 14-15 Seguimos hasta la puerta de la Fuente y al estanque del Rey, pero mi burro no pudo pasar a través de las ruinas. Entonces, todavía de noche, subí por el arroyo e inspeccioné la muralla; luego volví a entrar por la puerta del Valle.

16 Los funcionarios de la ciudad no supieron a dónde había ido ni qué había hecho, porque a nadie le había hablado de mis planes, ni a los jefes políticos ni a los jefes religiosos, ni a los que habían estado haciendo el trabajo.

17 Entonces les dije:

―Ustedes conocen bien el estado calamitoso de nuestra ciudad. Saben muy bien que las murallas están en ruinas y las puertas están quemadas. ¡Vamos! ¡Reedifiquemos los muros de Jerusalén y no permitamos que se sigan burlando de nosotros!

18 Entonces les hablé del deseo que Dios había puesto en mi corazón y de la conversación que había tenido con el rey, para presentarle mi plan, el cual él había aceptado. Ellos respondieron inmediatamente:

―¡Muy bien! ¡Pongámonos a reconstruir la muralla!

Y comenzaron a trabajar.

19 Pero cuando Sambalat el horonita, Tobías el funcionario amonita y Guesén el árabe se enteraron de nuestro plan, se burlaron y dijeron:

―¿Qué es lo que están haciendo? ¿Se están rebelando acaso contra el rey?

20 Pero yo les contesté:

―El Dios del cielo nos ayudará, y nosotros, sus siervos, reedificaremos los muros. Ustedes no tienen autoridad sobre nosotros, pues no tienen ninguna herencia en Jerusalén, ni hacen parte de su historia.

Se inicia la reconstrucción

El sumo sacerdote Eliasib y los otros sacerdotes se encargaron de reconstruir la entrada de las Ovejas. Le colocaron la puerta, y reedificaron la muralla desde la torre de los Cien hasta la torre de Jananel. Los de Jericó trabajaron en el tramo siguiente de la muralla, y en el sector siguiente trabajó la cuadrilla de Zacur hijo de Imrí.

Los hijos de Sená reconstruyeron la puerta de los Pescados. Ellos lo hicieron todo: cortaron las vigas, colocaron las puertas e hicieron los cerrojos y las barras. Meremot hijo de Urías y nieto de Cos, reparó la sección siguiente de la muralla. El tramo siguiente lo reparó Mesulán hijo de Berequías y nieto de Mesezabel. El tramo siguiente lo reparó Sadoc hijo de Baná. A continuación de ellos estaban los hombres de Tecoa, pero sus jefes no quisieron colaborar con los que dirigían la obra.

La puerta Vieja fue reparada por Joyadá hijo de Paseaj, y Mesulán hijo de Besodías. Ellos colocaron las vigas, pusieron las puertas e instalaron los cerrojos y barras. A continuación de ellos estaban Melatías de Gabaón, Jadón de Meronot y los hombres de Gabaón y Mizpa. (Las regiones de Gabaón y Mizpa estaban bajo la dirección del gobernador de la provincia que está al oeste del río Éufrates).

Uziel hijo de Jaraías, que tenía el oficio de orfebre, y Jananías, que era un fabricante de perfumes, reconstruyeron el tramo de la muralla que va hasta la muralla Ancha. Refaías hijo de Jur, gobernador de la mitad del distrito de Jerusalén, reparó el tramo siguiente de la muralla. 10 Jedaías hijo de Jarumaf, reparó el tramo siguiente, que quedaba al frente de su propia casa. El sector siguiente lo reparó Jatús hijo de Jasabnías.

11 Después estaban Malquías hijo de Jarín, y Jasub hijo de Pajat Moab, quienes restauraron la torre de los Hornos, además de una sección de la muralla. 12 Salún hijo de Halojés, y sus hijas repararon la sección siguiente. Halojés era el gobernador de la otra mitad del distrito de Jerusalén.

13 Janún y los habitantes de Zanoa reconstruyeron la puerta del Valle. Colocaron la puerta en su lugar, con las cerraduras y las barras. Además reconstruyeron cuatrocientos cincuenta metros de la muralla, hasta la puerta del Basurero.

14 La puerta del Basurero fue reconstruida por Malquías hijo de Recab, gobernador del distrito de Bet Haqueren. Colocó la puerta en su lugar e instaló las cerraduras y las barras.

15 Salún hijo de Coljozé, gobernador del distrito de Mizpa, reparó la puerta de la Fuente. La techó, la enmaderó, colocó la puerta en su lugar e instaló los cerrojos y las barras. Luego reconstruyó la muralla desde el estanque de Siloé, que está junto al jardín del rey, hasta las gradas que descienden a la Ciudad de David. 16 A continuación estaba Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad del distrito de Betsur, quien reconstruyó la muralla hasta en frente de la tumba de David y hasta el estanque artificial y la casa de los Valientes.

17 Luego había un grupo de levitas que trabajaban bajo la supervisión de Rejún hijo de Baní. A continuación estaba Jasabías, gobernador de la mitad del distrito de Queilá, que hizo la reconstrucción de la muralla en su propio distrito. 18 Luego estaban sus compañeros: Bavay hijo de Henadad, gobernador de la otra mitad del distrito de Queilá, 19 y Ezer hijo de Jesúa, gobernador de una parte de Mizpa, quienes restauraron otro tramo de la muralla que queda frente a la subida del depósito de armas, en la esquina. 20 A continuación estaba Baruc hijo de Zabay, quien construyó desde la esquina de la muralla hasta la casa de Eliasib, el sumo sacerdote. 21 Meremot hijo de Urías y nieto de Cos, edificó el tramo de la muralla que se extendía desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el término de la misma.

22 A continuación estaban los sacerdotes de las llanuras. 23 Benjamín, Jasub, y Azarías hijo de Maseías y nieto de Ananías, repararon las secciones cercanas a sus casas. 24 Luego estaba Binuy hijo de Henadad, que reedificó la sección de la muralla desde la casa de Azarías hasta la esquina. 25 Palal hijo de Uzay se encargó del trabajo desde la esquina hasta los cimientos de la torre alta que se levanta por encima del palacio del rey, junto al patio de la cárcel. Después estaba Pedaías hijo de Parós. 26 Los sirvientes del templo que vivían en Ofel repararon la muralla hasta la puerta de las Aguas, al oriente, y la torre que sobresale. 27 Después de ellos estaban los tecoítas, quienes repararon la sección de la muralla que sobresale, hasta la muralla de Ofel.

28 Los sacerdotes repararon la muralla desde la puerta de los Caballos, cada uno en la parte que quedaba frente a su casa. 29 Sadoc hijo de Imer, también reconstruyó el tramo de muralla que quedaba frente a su casa. A continuación de él estaba Semaías hijo de Secanías, portero de la puerta oriental. 30 Jananías hijo de Selemías, y Janún, el sexto hijo de Salaf, reconstruyeron el siguiente tramo. Mesulán hijo de Berequías reedificó la parte de la muralla que estaba frente a su casa. 31 Malquías, que era uno de los plateros, reconstruyó el tramo de la muralla que va hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, frente a la puerta del Juicio, y hasta la torre de vigilancia de la esquina. 32 Los demás plateros y comerciantes completaron la reconstrucción de la muralla desde aquella esquina hasta la puerta de las Ovejas.

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