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Read the Bible from start to finish, from Genesis to Revelation.
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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 80-85

Salmo 80 (79)

Oh Dios, restablécenos

80 Al maestro del coro. Según “Los lirios del testimonio”. Salmo de Asaf.
Escucha, pastor de Israel,
tú que conduces a José como a un rebaño,
tú que te sientas sobre querubines, muéstrate;
delante de Efraín, Benjamín y Manasés
manifiesta tu poder, ven a salvarnos.
¡Oh Dios, renuévanos,
ilumina tu rostro y estaremos salvados!
Oh Señor, Dios del universo, ¿hasta cuándo
te enfurecerá la oración de tu pueblo?
Un pan de lágrimas le diste a comer,
un sinfín de lágrimas le diste a beber.
Nos has hecho la burla de los vecinos,
se ríen de nosotros nuestros enemigos.
¡Dios del universo, renuévanos,
ilumina tu rostro y estaremos salvados!
Tú arrancaste una viña de Egipto,
expulsaste naciones y volviste a plantarla;
10 preparaste el suelo para ella,
echó raíces y llenó la tierra.
11 Su sombra cubrió los montes,
sus ramas los majestuosos cedros;
12 llegaron hasta el mar sus brotes
y hasta el Éufrates sus retoños.
13 ¿Por qué has derribado su valla?
Cuantos pasan la vendimian,
14 el jabalí la destroza con sus dientes,
las alimañas del campo pacen en ella.
15 Dios del universo, vuélvete,
observa desde el cielo, mira;
trata a esta viña con bondad,
16 pues la cepa que plantó tu mano,
el retoño que tú robusteciste,
17 fue quemado, arrancado de raíz.
¡Que mueran ante tu faz amenazante!
18 Protege al que está a tu diestra,
a la persona que tú fortaleciste.
19 No nos alejaremos más de ti,
danos la vida e invocaremos tu nombre.
20 ¡Oh Señor, Dios del universo, renuévanos,
ilumina tu rostro y estaremos salvados!

Salmo 81 (80)

Si Israel me hubiese escuchado

81 Al maestro del coro. Según la melodía de Gat. De Asaf.
¡Canten a Dios, nuestro refugio,
aclamen al Dios de Jacob!
Entonen un canto, toquen el pandero,
la melodiosa cítara y el arpa;
toquen la trompeta en el novilunio,
en luna llena, el día de nuestra fiesta.
Porque esto es una ley para Israel,
es un mandato del Dios de Jacob,
una norma que impuso a José
cuando este salió de Egipto.
Oí un lenguaje que no conocía:
“Yo quité la carga de sus hombros,
sus manos se libraron de la espuerta.
En la angustia gritaste y te salvé,
te contesté oculto en la tormenta,
junto a las aguas de Meribá te probé”. [ Pausa]
Escucha, pueblo mío, voy a prevenirte:
¡Israel, ojalá quieras escucharme!
10 No tengas junto a ti a un dios extraño,
no rindas culto a un dios ajeno.
11 Yo soy Dios, tu Señor,
quien te sacó de la tierra de Egipto.
¡Abre tu boca y yo te saciaré!
12 Pero mi pueblo no me escuchó,
Israel no quiso nada conmigo.
13 Y yo los dejé a su antojo,
caminando según sus deseos.
14 Si mi pueblo me hubiera escuchado,
si siguiese Israel mis caminos,
15 vencería en un instante a sus rivales,
volvería mi mano contra sus enemigos.
16 Los que odian al Señor lo adularían,
sería este su destino para siempre;
17 a Israel le haría comer el mejor trigo,
lo saciaría con miel de las peñas.

Salmo 82 (81)

Dios imparte justicia

82 Salmo de Asaf.
Dios se alza en la asamblea divina,
entre los dioses imparte justicia.
“¿Hasta cuándo juzgarán injustamente
y serán favorables a los malos? [ Pausa]
Hagan justicia al huérfano y al pobre,
defiendan al humilde y al necesitado,
pongan a salvo al desvalido y al pobre,
¡líbrenlos de las garras del malvado!”.
Pero no entienden, no comprenden,
en medio de la oscuridad deambulan.
¡Que tiemblen los cimientos de la tierra!
Y yo dije: “Ustedes son dioses,
hijos del Altísimo son todos,
pero van a morir como humanos,
caerán como un príncipe cualquiera”
¡Ponte, oh Dios, en acción y juzga a la tierra
porque todas las naciones son tuyas!

Salmo 83 (82)

Dios, no te quedes callado

83 Canto. Salmo de Asaf.
Oh Dios, no te quedes callado,
no enmudezcas ni estés impasible.
Mira, tus enemigos se amotinan,
se ensoberbecen quienes te odian.
Traman intrigas contra tu pueblo,
conspiran contra tus protegidos.
Dicen: “¡Destruyámoslos como nación!
¡Que no vuelva a recordarse el nombre de Israel!”.
Se confabulan, se ponen de acuerdo
y sellan un pacto contra ti:
las gentes de Edom e Ismael,
Moab y los agarenos,
Guebal, Amón y Amalec,
Filistea con los de Tiro;
también Asiria se ha unido a ellos
y prestan su apoyo a los hijos de Lot. [ Pausa]
10 Trátalos tú como a Madián,
como a Sísara y Jabín en el torrente Quisón:
11 en Endor ellos fueron arrasados,
sirvieron de abono a la tierra.
12 Trata a sus nobles como a Oreb y Zeb,
a sus príncipes como a Zebaj y Salmaná
13 quienes decían: “¡Hagamos nuestros
los dominios de Dios!”.
14 Dios mío, haz que sean como hojarasca,
como una brizna ante el viento.
15 Como fuego que abrasa el bosque,
como llama que devora las montañas,
16 así tu huracán los ponga en fuga
y los llene de terror tu torbellino.
17 Cubre sus rostros de vergüenza
y que ellos, Señor, busquen tu nombre.
18 Sean avergonzados y turbados para siempre,
que sean deshonrados y perezcan;
19 que sepan que tu nombre es el Señor
y sólo tú eres Altísimo en la tierra entera.

Salmo 84 (83)

Añoro los atrios del Señor

84 Al maestro del coro. Según la melodía de Gat. Salmo de los hijos de Coré.
¡Qué gratas son tus moradas,
oh Señor del universo!
Añoro y siento nostalgia
de los atrios del Señor;
mi corazón y mi cuerpo
cantan con gozo al Dios vivo.
Hasta el pájaro encuentra casa
y un nido la golondrina
para poner a sus crías
cerca de tus altares,
¡oh Señor del universo,
rey mío y Dios mío!
Felices quienes moran en tu casa
y te alaban sin cesar; [ Pausa]
feliz quien en ti encuentra su fuerza,
y peregrina de buen grado hacia ti.
Pasan por el valle de los Álamos
y hacen de él un manantial;
lo cubre de bendiciones la lluvia.
Cada vez caminan con más brío,
se presentan ante Dios en Sión.
Señor, Dios del universo,
atiende mi oración,
¡escucha, Dios de Jacob! [ Pausa]
10 Dios, escudo nuestro, mira,
contempla el rostro de tu ungido.
11 Es mejor un día en tus atrios
que mil días fuera de ellos;
prefiero el umbral de la casa de mi Dios
a morar en las tiendas del malvado.
12 Porque Dios, el Señor, es sol y escudo,
el Señor otorga gracia y gloria;
él no niega bien alguno
a quien camina con rectitud.
13 Señor del universo, feliz aquel
que en ti pone su confianza.

Salmo 85 (84)

El Señor habla de paz

85 Al maestro del coro. Salmo de los hijos de Coré.
Señor, has sido misericordioso con tu tierra,
has cambiado la suerte de Jacob;
has perdonado la falta de tu pueblo,
has ocultado todos sus pecados; [ Pausa]
has contenido toda tu furia,
has calmado el ardor de tu ira.
Dios, salvador nuestro, renuévanos,
¡aparta tu cólera de nosotros!
¿Seguirás siempre enfadado?
¿Durará tu ira por generaciones?
¿No volverás a darnos la vida
para que tu pueblo en ti se goce?
Señor, muéstranos tu amor,
danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que Dios dice:
el Señor habla de paz
a su pueblo y a sus fieles,
¡que no vuelvan a ser necios!
10 Su salvación está cerca de quien lo venera,
la gloria va a morar en nuestra tierra.
11 El amor y la verdad se han encontrado,
la justicia y la paz se abrazan.
12 La verdad brota de la tierra,
la justicia surge del cielo.
13 El Señor traerá prosperidad
y nuestra tierra dará su cosecha.
14 La justicia caminará ante él,
sus pasos trazarán el camino.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España