Beginning
8 »¡Vigilante, toca la trompeta!
¡Da la señal de alerta!
Ya viene el destructor de mi pueblo;
se parece a un águila
que se lanza sobre su presa.
Mi pueblo es muy desobediente;
no ha cumplido con mi pacto
ni ha seguido mis mandamientos.
2 Ellos quieren convencerme a gritos
de que reconocen que soy su Dios,
3 pero no quieren hacer lo bueno.
¡Por eso los perseguirá el enemigo!
4 Cuando eligieron a sus reyes,
no me tomaron en cuenta;
cuando nombraron a sus jefes,
no me pidieron consejo;
¡ellos mismos se hicieron daño
al fabricarse ídolos de oro y plata!
5-6 »Habitantes de Samaria,
¡dejen ya de pecar!
Estoy muy enojado con ustedes
porque adoran a ese toro.
¡Es tan sólo un dios falso,
hecho por ustedes mismos!
Pero yo lo haré pedazos.
7 »Si no me obedecen,
recibirán su castigo:
sus campos no darán frutos;
y si llegaran a darlos,
servirán de alimento para gente extraña.
8 ¡Israel quedará en ruinas!
¡Será la burla de todas las naciones!
9 »Mi pueblo anda solo y perdido
como perro callejero.
Ha pedido ayuda a los asirios,
10 pero de nada le servirá pagar impuestos
ni a Asiria ni a las otras naciones.
Yo lo enviaré como prisionero
a otras naciones lejanas,
y por un tiempo
no tendrá reyes ni jefes.
11 »Israelitas,
ustedes han construido muchos altares,
que sólo les sirven para pecar.
12 Yo les di muchas enseñanzas,
y se las puse por escrito,
pero ustedes las despreciaron.
13 Les encanta presentar ofrendas,
y luego se comen la carne
de los animales que presentan;
pero todo eso me disgusta.
Yo soy su Dios,
y tengo presente sus muchos pecados.
Por eso los voy a castigar,
y volverán a ser esclavos de Egipto.
14 »Israelitas, ustedes se olvidan de mí,
que soy su creador.
Construyen palacios,
edifican ciudades y altas murallas,
pero yo le prenderé fuego
a todo lo que construyan».
Dios castigará a Israel
9 El profeta le dijo al pueblo:
«¡No cantes victoria, Israel!
¡No imites a esos pueblos
que saltan de alegría!
Te has apartado de Dios;
has adorado a dioses falsos.
Has sido infiel a tu Dios,
porque al ver tus cosechas
diste gracias a dioses falsos.
2 »Por eso, pueblo de Israel,
faltará el trigo en tus graneros
y el vino en tus bodegas.
3-4 No tendrás pan ni vino
para ofrecerlos en honor de tu Dios;
el poco pan que comas
será como pan de velorio:
sólo sirve para calmar el hambre,
pero no para ofrecérselo a Dios,
porque Dios no lo acepta.
»Israel, ya no vivirás en la tierra
que Dios te dio.
Más bien volverás al país de Egipto
y al país de Asiria.
Allí tendrás que alimentarte
con lo que Dios te ha prohibido comer.
5 Ya no podrás celebrar
ninguna fiesta en honor de Dios.
6 Si escapas de la destrucción,
Egipto se encargará de atraparte,
y te enterrará en la ciudad de Menfis.
¡En tus ciudades y entre tus tesoros
crecerán la maleza y los espinos!»
7-8 Dios dijo:
«Pronto entenderás, Israel,
que ya ha llegado el día
en que te daré tu merecido.
Tan grande es tu maldad,
y tan exagerado es tu odio,
que llamas “tontos” y “locos”
a los profetas que te he enviado.
Los envié para avisarte del peligro,
pero tú les tendiste trampas;
¡ni en mi propio templo
les ocultaste tu gran odio!
9 Tu maldad es tan grande
que en nada eres diferente
de los que vivían en Guibeá;
¡pero no olvidaré tu maldad
y te castigaré por tus pecados!
10 »Grande fue mi alegría
cuando te hallé por primera vez.
Fue como hallar uvas en el desierto;
¡fue como cortar los primeros frutos!
Pero al llegar a Baal-peor
tus antepasados se volvieron repugnantes
por adorar a dioses falsos,
a esos ídolos que tanto amaban.
11 »Israel tiene grandes riquezas,
pero esas riquezas no durarán;
¡volarán como hojas al viento!
Sus mujeres ya no tendrán hijos.
12 Y si llegaran a tenerlos,
yo les quitaré la vida.
¡Pobres de ellos cuando yo los abandone!
13 »Israel y Tiro se parecen:
los dos países tienen un hermoso territorio,
¡pero Israel conduce a sus hijos
por un camino de muerte!»
Oración de Oseas
14 «Dios nuestro, ¡dales su merecido!
¡Que no tengan hijos sus mujeres!
Y, si acaso llegan a tenerlos,
¡que no puedan alimentarlos!»
Respuesta de Dios
15 «Ustedes los israelitas
llegaron a Guilgal
y cometieron toda clase de maldad;
por eso he dejado de amarlos,
y los echaré de aquí.
Ustedes son tan rebeldes
como lo fueron sus jefes;
por eso he dejado de amarlos.
16 »Ustedes, israelitas,
han sido heridos de muerte;
¡son como un árbol con raíces secas,
que ya no da fruto!
Si acaso llegan a tener hijos,
yo les quitaré la vida,
aunque los quieran mucho».
Habla el profeta
17 Oseas le dijo al pueblo:
«Israelitas, mi Dios los rechazará
porque lo han desobedecido.
Por eso perderán su patria
y andarán vagando entre las naciones.
10 »Ustedes, israelitas,
llegaron a ser muy ricos;
¡parecían viñas cargadas de uvas!
Pero mientras más ricos eran,
más templos construían para sus dioses;
mientras más fértil era su tierra,
más bellos eran los monumentos
que construían para sus ídolos.
2 »Por eso Dios los va a castigar;
destruirá sus templos y monumentos,
y les hará pagar por su pecado,
pues quieren al mismo tiempo
amar a Dios y a los dioses falsos.
3 »Ahora ustedes dirán:
“Por no respetar a Dios,
nos hemos quedado sin rey.
Pero aunque lo tuviéramos,
ya no podría ayudarnos”.
4 »Ustedes hablan por hablar;
hacen tratos y no los cumplen.
¡Ustedes han sembrado maldad
donde debería haber justicia!
5-6 »Los habitantes de Samaria,
la ciudad capital de Israel,
se sienten orgullosos del toro
que adoran en Bet-avén.
Pero vendrá el ejército asirio
y se llevará ese ídolo a su país
como un regalo para su rey.
»Por eso los israelitas
lloran y tiemblan de miedo,
junto con sus sacerdotes;
ahora todos se avergüenzan
de haber adorado a ese ídolo.
7 Su rey, que vive en Samaria,
será arrastrado por el río
como un pedazo de madera.
8 »Los templos que están en los cerros
serán destruidos por completo,
porque allí pecaban
adorando a dioses falsos.
En sus ruinas crecerán
la maleza y las espinas.
»Entonces ustedes los israelitas
desearán que una montaña
les caiga encima y los mate».
Dios reprende a Israel
9 Dios le dijo a su pueblo:
«Israelitas,
¡ustedes son unos malvados!
Comenzaron a pecar en Guibeá,
y no han dejado de hacerlo;
por eso serán destruidos
en el mismo lugar donde pecaron.
10-11 Haré que las naciones
se unan contra ustedes;
así los castigaré, y quedaré satisfecho.
Ustedes me obedecían con alegría,
pero es tanto lo que han pecado
que ahora tendré que castigarlos.
Ni los de Judá ni los de Israel
escaparán del castigo».
Habla el profeta
12 Oseas le dijo al pueblo:
«¡Prepárense para buscar a Dios!
Ustedes son como un campo nuevo;
siembren la semilla de justicia,
y tendrán una cosecha de amor.
Entonces Dios vendrá y los salvará;
será como la lluvia
cuando cae sobre la tierra seca.
13 »Pero ustedes han sembrado maldad;
por eso ahora cosechan violencia
y comen el fruto de sus mentiras.
Pusieron su confianza
en el poder de su ejército.
14 Ahora estalla la guerra,
las fuertes murallas son destruidas,
y mueren las madres y los hijos,
como cuando el rey Salmán
destruyó la ciudad de Bet-arbel.
15 Esto mismo les ha pasado
a los habitantes de Betel,
porque es grande su maldad.
¡Tan pronto como amanezca,
el rey de Israel perderá la vida!»
El amor de Dios por su pueblo
11 Dios le dijo a su pueblo:
«Israel,
cuando eras un país joven,
yo te demostré mi amor por ti.
Yo te saqué de Egipto
porque eres un hijo para mí.
2 Pero mientras más te llamaba,
más te alejabas de mí,
y les presentabas ofrendas
a tus ídolos y dioses falsos.
3-4 »Israel,
por el gran amor que te tengo
te llevé de la mano como a un niño,
te enseñé a caminar,
te di de comer
y te ayudé en tus problemas;
pero no te diste cuenta
de todos estos cuidados.
5 »No quisiste volver a mí;
no quisiste dejar tu mala conducta.
Por eso te castigaré
y volverás a ser esclavo en Egipto;
por eso Asiria te dominará.
6 Habrá guerra en tus ciudades,
tus enemigos matarán a toda tu gente,
y echarán a perder tus planes.
7 »Pueblo mío, ya lo has decidido;
me abandonaste por otros dioses.
Los crees más fuertes que yo,
pero no podrán ayudarte.
8 »Israelitas,
¡yo no puedo abandonarlos!
¡No sería capaz de hacerlo!
¡No podría destruirlos,
como destruí a la gente malvada
de Admá y Seboím!
¡Mi gran amor por ustedes
no me lo permite!
9 »No volveré a enojarme con ustedes;
ni volveré a destruirlos,
pues no soy un simple hombre;
¡yo soy Dios,
y habito en medio de mi pueblo!
10-11 »Yo rugiré como un león,
y ustedes me obedecerán.
Desde Egipto y desde Asiria,
sus descendientes volverán a mí;
vendrán temblando de miedo,
como las aves que vienen del oeste,
y yo los llevaré a sus casas
para que vuelvan a habitarlas.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así será.
Los pecados del pueblo de Dios
12 »Ustedes los israelitas
me mienten todo el tiempo;
siempre me están engañando.
Y ustedes los de Judá me traicionan,
pues adoran a dioses falsos.
12 Son cada vez
más mentirosos y violentos.
Hacen pactos con Asiria,
y envían regalos a Egipto;
¡y hasta piensan que del desierto
les puede llegar ayuda!»
Habla el profeta
2 Oseas le dijo al pueblo:
«Dios ha iniciado un juicio
contra el pueblo de Israel;
va a castigar su mala conducta.
3-4 »Desde antes de nacer
Jacob, el antepasado de ustedes,
engañó a su hermano;
y cuando llegó a ser hombre
Dios se le apareció en Betel.
Allí Jacob luchó con un ángel,
¡y consiguió vencerlo!
Luego, con lágrimas en los ojos,
le pidió a Dios que lo perdonara,
y Dios lo perdonó.
5 »¡Nuestro Dios
es el Dios todopoderoso!
6 Por eso, israelitas,
pídanle a Dios que los perdone,
actúen con amor y con justicia,
y confíen siempre en su Dios».
Habla Dios
7-8 Dios le dijo al pueblo:
«Israelitas,
ustedes son como los comerciantes
que engañan a sus clientes:
¡les gusta usar pesas falsas!
Se creen muy ricos
y que tienen grandes riquezas;
piensan que nadie puede probar
que todo se lo han robado.
9 »Pero yo soy su Dios
desde que estaban en Egipto,
y los haré vivir de nuevo en carpas,
como cuando andaban en el desierto.
10 Yo les he hablado muchas veces
por medio de mis profetas.
11 »¡Los israelitas que viven en Galaad,
son gente malvada!
Van a Guilgal, y allí matan toros
para ofrecerlos a sus dioses;
¡pero yo los destruiré por completo!
¡Sus altares quedarán en ruinas!
¡Quedarán esparcidos por el campo!»
Habla el profeta
12 Oseas dijo:
«Jacob, antepasado de ustedes,
huyó al país de los arameos
y allí, para conseguir esposa,
trabajó como pastor de ovejas.
13 Por medio de un profeta,
Dios cuidó de los israelitas
y los sacó de Egipto.
14 Pero ahora los israelitas
han hecho enojar a Dios,
por eso los castigará.
¡Les hará pagar sus crímenes
y toda la maldad que han cometido!
Dios castigará a Israel
13 »Hubo un tiempo,
cuando la tribu de Efraín hablaba
y las demás tribus de Israel
escuchaban con respeto;
pero luego la gente de Efraín
adoró al dios Baal,
y ésa fue su sentencia de muerte.
2 ¡Y todavía sigue pecando!
A sus artesanos les piden
que hagan toros de plata,
y ellos los fabrican a su gusto.
¡Besan a esos dioses falsos
y les presentan ofrendas!
3 »Por eso, pronto dejarán de existir.
Se esfumarán como la niebla
y como el rocío de la mañana.
El viento los arrastrará
como a hojas secas,
como al humo que sale de la chimenea».
4 Dios le dijo a su pueblo:
«Israel, yo soy tu Dios;
no tienes otro salvador.
Yo he sido tu único Dios
desde que estabas en Egipto.
5-6 Yo te cuidé y te alimenté
cuando andabas por el desierto;
pero te llenaste de orgullo
y te olvidaste de mí
en cuanto calmaste tu hambre.
7 »Por eso voy a tratarte
con la misma furia de un león.
Me esconderé en el camino
y te atacaré como un leopardo.
8 ¡Te atacaré como una osa
que ha perdido a sus cachorros!
Te desgarraré el pecho,
y allí mismo te haré pedazos;
te devoraré como un león,
¡como una fiera salvaje!
9 Israel, yo soy tu única ayuda,
¡pero ahora voy a destruirte!
10 »Tú les dijiste a tus jefes
que querías tener reyes y príncipes
para que salvaran tus ciudades;
pero, ¿dónde están esos reyes?
¿Y qué pasó con esos jefes?
11 Tanto me hiciste enojar
que te di el rey que pediste,
pero tanto me has hecho enojar
que ahora te lo he quitado;
12 ¡he anotado en un libro
toda la maldad que has cometido!
13 »¡Qué tonto eres, Israel!
¡Te pareces a esos niños
que están a punto de nacer,
pero que no se acomodan!
14 ¿Y así esperas todavía
que yo te libre de la muerte?
¡Pues ya no te mostraré compasión!
Muerte, ¡ven con tu poder,
ven a destruir a este pueblo!
15 »Tal vez vuelvas a prosperar,
pero yo te destruiré
como el viento del desierto
que seca los manantiales.
Entonces tus enemigos se adueñarán
de todos tus tesoros.
16 Castigaré a Samaria,
tu ciudad capital,
porque su gente se rebeló contra mí.
Sus habitantes morirán en la batalla,
a sus niños los estrellarán contra el suelo,
¡y partirán en dos a las embarazadas!»
Habla el profeta
14 1-2 Oseas le dijo al pueblo:
«¡Israel, Israel,
tu maldad te ha hecho caer!
¡Arrepiéntete y regresa a tu Dios!
Llega ante él con esta oración:
“Dios mío,
tú eres bueno;
¡perdona nuestros pecados
y acepta nuestras alabanzas!
3 Asiria no puede salvarnos,
ni con todos sus carros de guerra,
así que no volveremos a adorar
a dioses que hemos fabricado.
Sólo en ti, Dios nuestro,
encuentra el huérfano ternura”».
Dios promete bendecir a su pueblo
4 Dios les dijo a los israelitas:
«Ya mi enojo se ha calmado.
Ahora voy a mostrarles cuánto los amo
y no volverán a ser rebeldes.
5-6 Haré que prosperen.
Seré para ustedes como el rocío,
que hace florecer a los lirios.
Los haré crecer como un árbol;
así echarán profundas raíces
y extenderán sus hermosas ramas;
tendrán la belleza de los olivos
y el grato aroma de los cedros.
7 Todos vivirán en paz
bajo la sombra de su árbol;
volverán a cultivar sus campos,
verán florecer sus viñas
y disfrutarán del aroma del monte Líbano.
8 »Israelitas,
dejen ya esos ídolos inútiles.
¡Yo seré quien los cuide
y quien escuche sus oraciones!
Yo les daré sombra como un pino,
y en mí encontrarán bienestar».
Mensaje final del libro
9 Si alguien es inteligente y sabio,
debe prestar atención a este mensaje.
Todo lo que Dios hace es correcto,
y la gente buena sigue su ejemplo.
¡Pero los malvados son desobedientes
y por eso Dios los destruye!
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