Beginning
Amor de Jehová por Jacob
1 Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías.
2 Yo os he amado, dice Jehová; y, con todo, decís: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob?, dice Jehová. Y aun así amé a Jacob,
3 pero aborrecí a Esaú, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.
4 Aunque Edom dijese: Hemos sido abatidos, pero volveremos y edificaremos lo arruinado; así dice Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, pero yo destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo al que Jehová ha reprobado para siempre.
5 Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Jehová es grande hasta más allá de los límites de Israel.
Jehová reprende a los sacerdotes
6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra?, y si soy señor, ¿dónde está mi temor?, dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.
8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu gobernador; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto?, dice Jehová de los ejércitos.
9 Ahora, pues, yo os ruego que imploréis el favor de Dios, para que se apiade de nosotros, pues ése es vuestro oficio; pero ¿le seréis agradables?, dice Jehová de los ejércitos.
10 ¡Oh, si hubiese entre vosotros quien cerrase las puertas para que no encendierais fuego en mi altar en vano! Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni aceptaré ofrenda de vuestra mano.
11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque es grande mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
12 Y vosotros lo profanáis cuando decís: La mesa de Jehová es inmunda, y cuando decís que su alimento es despreciable.
13 Habéis dicho además: ¡Oh, qué fastidio es esto!, y lo habéis tratado con desdén, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y así presentáis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano?, dice Jehová.
14 Maldito el tramposo, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo defectuoso. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.
Reprensión de la infidelidad de Israel
2 Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.
2 Si no escucháis, ni decidís de corazón dar gloria a mi nombre, dice Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido ya, porque no lo habéis decidido de corazón.
3 He aquí, yo voy a maldecir la sementera para daño vuestro, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él.
4 Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que mi pacto fuese con Leví, dice Jehová de los ejércitos.
5 Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di; y de temor, y tuvo temor de mí, y guardó reverencia a mi nombre.
6 La ley de la verdad estuvo en su boca, y no fue hallada iniquidad en sus labios; anduvo conmigo en paz y en justicia, e hizo que muchos se apartasen de la iniquidad.
7 Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque él es el mensajero de Jehová de los ejércitos.
8 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.
9 Por tanto, yo también os he hecho despreciables y viles ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.
10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?
11 Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él ama, y se ha casado con la hija de un dios extraño.
12 Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que haga esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos.
13 Y esta otra cosa hacéis: cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor, porque no mira más vuestra ofrenda, ni la acepta con gusto de vuestras manos.
14 Y aun así decís: ¿Por qué? Porque Jehová es testigo entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.
15 ¿No hizo él un solo ser, que tiene aliento de vida? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.
16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dice Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
El día del juicio se acerca
17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios del juicio?
3 He aquí que yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros, he aquí que viene, dice Jehová de los ejércitos.
2 ¿Y quién podrá soportar el día de su venida?, o ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como lejía de lavandero.
3 Y se sentará para refinar y purificar la plata; porque purificará a los hijos de Leví, los refinará como al oro y como a la plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
4 Entonces será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.
5 Y me acercaré a vosotros para juicio; y testificaré rápidamente contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran en falso, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
El pago de los diezmos
6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis ordenanzas, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Mas decís: ¿En qué hemos de volvernos?
8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me robáis. Y decís: ¿En qué te robamos? En vuestros diezmos y ofrendas.
9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me estáis robando.
10 Traed todos los diezmos al alfolí para que haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
12 Y todas las naciones os llamarán dichosos; porque seréis una tierra de delicias, dice Jehová de los ejércitos.
Diferencia entre el justo y el malo
13 Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y, con todo, decís: ¿Qué hemos hablado contra ti?
14 Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos sus normas, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?
15 Ahora, pues, llamamos dichosos a los soberbios; los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.
16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito un libro de recuerdo delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.
17 Y ellos serán míos, dice Jehová de los ejércitos, mi propiedad personal en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
18 Entonces volveréis a discernir entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
El advenimiento del Día de Jehová
4 Porque he aquí que está para llegar aquel día, ardiente como un horno; y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán como el rastrojo; aquel día que está para llegar los abrasará, dice Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, os nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros del establo.
3 Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, dice Jehová de los ejércitos.
4 Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb estatutos y ordenanzas para todo Israel.
5 He aquí que yo os enviaré al profeta Elías, antes que venga el día grande y terrible de Jehová.
6 Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición completa.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.