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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Miqueas 1-7

Lamento sobre Samaria y Jerusalén

Palabra de Jehová que vino a Miqueas de Moréset en días de Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá; lo que vio sobre Samaria y Jerusalén.

Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y el Señor Jehová, el Señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros.

Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra.

Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio.

Todo esto por la rebelión de Jacob, y por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebelión de Jacob? ¿No es Samaria? ¿Y cuáles son los lugares altos de Judá? ¿No es Jerusalén?

Haré, pues, de Samaria un montón de ruinas en el campo, y tierra para plantar viñas; y haré rodar sus piedras por el valle, y descubriré sus cimientos.

Y todas sus estatuas serán despedazadas, y todos sus dones serán quemados en fuego, y destruiré todos sus ídolos; porque de dones de rameras los juntó, y en salario de rameras se convertirán.

Por esto me lamentaré y aullaré, y andaré descalzo y desnudo; lanzaré aullidos como de chacales, y lamentos como de avestruces.

Porque su herida es incurable, y llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén.

10 No lo digáis en Gat, ni lloréis en Acó; revuélcate en el polvo de Bet-le-afrá.

11 Pásate, oh morador de Safir, desnudo y con vergüenza; el morador de Zaanán no sale; el llanto de Bet-ha-Esel os negará su apoyo.

12 Porque los moradores de Marot esperan que les sea de provecho el que de parte de Jehová el mal haya descendido hasta la puerta de Jerusalén.

13 Uncid al carro los corceles, oh moradores de Laquís, que fuisteis principio de pecado a la hija de Sión; porque en vosotros se hallaron las rebeliones de Israel.

14 Por tanto, vosotros daréis dones a Moréset-gat; las casas de Aczib serán para engaño a los reyes de Israel.

15 Aún os traeré un nuevo poseedor, oh moradores de Maresá; la flor de Israel huirá hasta Adulam.

16 Arráncate los cabellos y ráete por los hijos de tus delicias; ensancha tu calva como la del buitre, porque han sido deportados lejos de ti.

¡Ay de los que oprimen a los pobres!

¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!

Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.

Por tanto, así dice Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no libraréis vuestros cuellos, ni andaréis altivos; porque el tiempo será malo.

En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros.

Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová.

No profeticéis, dicen a los que profetizan; no profeticen tales cosas, que no nos alcanzará el oprobio.

Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son éstas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente?

El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de sobre el vestido quitasteis atrevidamente las capas a los que pasaban, como adversarios de guerra.

A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza.

10 Levantaos y andad, porque no es éste un lugar de reposo, pues está contaminado y causa destrucción irreparable.

11 Si alguno, andando con espíritu de falsedad, mintiese diciendo: Yo te profetizaré de vino y de licor; este tal sería el profeta de este pueblo.

12 De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosrá, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres.

13 Subirá delante de ellos el que abre caminos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.

Acusación contra los dirigentes de Israel

Dije: Escuchad ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo?

Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos;

y luego de haberos comido la carne de mi pueblo, y desollado su piel de sobre ellos, y quebrantado y roto todos sus huesos como para el caldero, y como carnes en olla,

entonces clamáis a Jehová, pero él no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis obras malvadas.

Así dice Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él:

Por tanto, la visión se os hará noche, y oscuridad el adivinar; y sobre los videntes se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos.

Y serán avergonzados los videntes, y se confundirán los adivinos; y todos ellos cerrarán sus labios, porque no habrá respuesta de Dios.

Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis la justicia, y pervertís todo el derecho;

10 que edificáis a Sión con sangre, y a Jerusalén con iniquidad.

11 Sus jefes juzgan por soborno, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.

12 Por eso, por culpa vuestra Sión será arada como un campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte del templo como oteros de bosque.

Reinado universal de Jehová

Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.

Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Y él juzgará entre muchos pueblos, y será árbitro entre naciones poderosas hasta muy lejos; y forjarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.

Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.

Pues todos los pueblos andan cada uno en el nombre de su dios, pero nosotros andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre.

Israel será redimido del cautiverio

En aquel día, dice Jehová, reuniré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí;

y pondré a la coja como remanente y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora y para siempre.

Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sión, hasta ti vendrá la antigua soberanía, el reino de la hija de Jerusalén.

Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te agobia un dolor como de mujer en parto?

10 Duélete y gime, hija de Sión, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos.

11 Pero ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo cumplido en la ruina de Sión.

12 Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo; pues él los junta como gavillas en la era.

13 Levántate y trilla, hija de Sión, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus pezuñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.

El reinado del libertador desde Belén

Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara hieren en la mejilla al juez de Israel.

Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña para ser contada entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá a los hijos de Israel.

Y él estará firme, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque entonces será engrandecido hasta los fines de la tierra.

Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra, para hollar nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales;

y devastarán la tierra de Asiria a espada, y con sus espadas la tierra de Nimrod; y nos librará del asirio, cuando venga contra nuestra tierra a hollar nuestras fronteras.

El remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no se esperan de varón, ni se aguardan de manos de hijos de hombres.

Asimismo el remanente de Jacob será entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la selva, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas, el cual si pasa, huella y arrebata, y no hay quien libre.

Tu mano se alzará sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán destruidos.

10 Acontecerá en aquel día, dice Jehová, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros.

11 Haré también destruir las ciudades de tu tierra, y arruinaré todas tus fortalezas.

12 Asimismo destruiré de tu mano las hechicerías, y no se hallarán en ti más agoreros.

13 Y haré destruir tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos.

14 Arrancaré tus imágenes de Aserá de en medio de ti, y destruiré tus enemigos;

15 y con ira y con furor haré venganza en las naciones, porque no prestaron oídos.

Controversia de Jehová con Israel

Oíd ahora lo que dice Jehová: Levántate, contiende frente a los montes, y oigan los collados tu voz.

Oíd, montes, y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehová; porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y altercará con Israel.

Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.

Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y te redimí de la casa de servidumbre; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María.

Pueblo mío, acuérdate ahora qué maquinaba Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová.

Lo que pide Jehová

¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?

¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil ríos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi prevaricación, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?

Oh hombre, te ha sido declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar la misericordia, y caminar humildemente ante tu Dios.

La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece.

10 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable?

11 ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?

12 Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca.

13 Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados.

14 Comerás, y no te saciarás, y tu hambre estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salves, lo entregaré yo a la espada.

15 Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.

16 Porque se han guardado los estatutos de Omrí, y todas las obras de la casa de Acab; y anduvisteis en los consejos de ellos, para que yo te pusiese en asolamiento, y tus moradores para burla. Llevaréis, por tanto, el oprobio de mi pueblo.

Corrupción moral de Israel

¡Ay de mí!, porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos.

Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano.

Para completar la maldad de sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por soborno; y el grande habla el antojo de su alma, y juntos urden sus maquinaciones.

El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como un zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su consternación.

No creáis en el amigo, ni confiéis en el compañero; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.

Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.

Mas yo pongo mis ojos en Jehová, espero al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.

Jehová trae luz y libertad

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.

Habré de soportar la ira de Jehová, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia; él me sacará a luz; veré su justicia.

10 Y mi enemiga lo verá, y se cubrirá de vergüenza; ella que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.

11 Viene el día en que se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los límites.

12 En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte.

13 Y será asolada la tierra a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras.

Compasión de Jehová por Israel

14 Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solitario en la montaña, en campo fértil; busque pasto en Bacán y Galaad, como en el tiempo pasado.

15 Yo les haré ver maravillas como el día que saliste de Egipto.

16 Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos.

17 Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, saldrán temblando de sus escondrijos; se volverán amedrentados hacia Jehová nuestro Dios, y temerán a causa de ti.

18 ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia.

19 Él volverá a tener compasión de nosotros; hollará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

20 Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.